Tema 4 Primeros Auxilios PDF

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CES Ramón y Cajal

2024

Enrique Ogalla

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first aid patient management medical assistance emergency procedures

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This document is about patient management and first aid, with information about different levels of medical assistance. It covers legal and ethical aspects of providing first aid.

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CFGS Documentación y Asistencia Sanitaria GESTIÓN DE PACIENTES TEMA 4. PRIMEROS AUXILIOS AUTOR: ENRIQUE OGALLAS FECHA: 21/09/2024 Curso: 2024 - 2025 C.E.S. Ramón y Cajal...

CFGS Documentación y Asistencia Sanitaria GESTIÓN DE PACIENTES TEMA 4. PRIMEROS AUXILIOS AUTOR: ENRIQUE OGALLAS FECHA: 21/09/2024 Curso: 2024 - 2025 C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 1. Atención sanitaria y primeros auxilios Los primeros auxilios son el conjunto de actuaciones y técnicas que permiten la atención inmediata de un accidentado, hasta que llegue la asistencia médica profesional, con el fin de que las lesiones que ha sufrido no empeoren. Es una formación que puede recibir cualquier tipo de persona. Un accidente significa la lesión corporal derivada de acción violenta, súbita, externa y ajena a la intencionalidad personal que puede suceder en cualquier circunstancia: trabajo, hogar, juego, ocio, conducción de vehículos, etc. Legalmente, se entiende por accidente de trabajo “toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o a consecuencia del trabajo que ejecuta por cuenta ajena”. 1.1. Formación en primeros auxilios Los primeros auxilios los puede iniciar cualquier persona que se encuentre en una situación que lo exija, pero aumentará su eficacia si ha recibido formación en la materia. Los objetivos que se establecen para la intervención en primeros auxilios se concretan en: Preservar la vida de la víctima Aliviar su sufrimiento Prevenir la aparición de más daños Promover su recuperación Considerando este argumento, los primeros auxilios se integran como una parte necesaria de la cadena de la asistencia sanitaria. 1.2. Los primeros auxilios en la cadena de asistencia sanitaria. Los primeros auxilios son el primer eslabón de la cadena de asistencia sanitaria. En algunos casos serán suficientes para resolver el problema, pero en otros se deberá continuar con una atención profesional. Tras valorar el estado de la víctima y sus necesidades de atención, se siguen tres niveles de atención urgente: 1. El primer nivel es el de primeros auxilios, es decir, la atención por personal no sanitario, en el lugar de los hechos, con los medos que se tengan al alcance con tres posibles desenlaces: Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 - Si los problemas son leves, podrán solucionarse con cierta facilidad, por ejemplo, aplicando pequeñas curas. - Si el problema no es grave, pero no le podemos dar una respuesta suficiente, deberemos trasladar la víctima al centro sanitario o llamar al 112 o 061 y seguir sus instrucciones. - Si se trata de un problema grave o que amenaza la vida de la víctima, se tendrá que llamar al 112 y solicitar atención especializada, siguiendo las indicaciones de actuación de los profesionales sanitarios hasta que estos lleguen. 2. El segundo nivel es la atención sanitaria profesional, llevada a cabo por los equipos de emergencias en el mismo lugar de los hechos, pero con los medios adecuados. 3. El tercer nivel es la atención por personal sanitario especializado en el centro hospitalario, con todos los recursos necesarios disponibles. Diferencias entre la asistencia en primeros auxilios y la atención profesional Primeros auxilios Atención sanitaria profesional ¿Quién Personal no sanitario, que puede tener Profesionales sanitarios. actúa? o no formación en primeros auxilios. ¿Cuándo Cuando encuentra una víctima y hasta Cuando recibe a la víctima. actúa? que llegan los profesionales. ¿Con qué Con los que tiene a su alcance en ese Con los recursos adecuados. recursos? momento. ¿Con qué Mantener a la persona viva o evitar Atención completa. objetivos? complicaciones hasta que lleguen los profesionales sanitarios. 2. El marco legal y ético de la prestación de los primeros auxilios Antes de la prestación de los primeros auxilios es común preguntarse: ¿Qué pasa si no atiendo a una persona que necesita asistencia urgente? ¿Tengo que pedirle permiso antes de ayudarla? ¿Qué pasa si la persona a la que atiendo sufre una lesión grave o se muere mientras la estoy asistiendo? Es importante fijarse en tres aspectos: La obligación de actuar. La necesidad de obtener el consentimiento de la persona atendida. La responsabilidad legal de tus actuaciones asistenciales. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 2.1. La obligación ética y legal de actuar Todas las personas tenemos el deber ético de ayudar a quien lo necesite, porque todos quisiéramos recibir ayuda si algún día fuera necesario. Este deber es especialmente exigible cuando la persona ha sufrido un accidente o padece una enfermedad grave que puede matarla o dejarle secuelas. Y es más exigible aun cuando se tiene la formación suficiente para ofrecer esta asistencia. La obligación ética se corresponde con una obligación legal de atender a las personas que lo necesitan, y por eso la ley castiga a quienes no ayudan a las que están en grave peligro. Si no se puede prestar ayuda, es imprescindible pedir auxilio a otras personas de la calle, a los cuerpos de seguridad o a los profesionales sanitarios. El castigo que menciona el Código Penal es de una multa, un importe que varía según la capacidad económica de la persona. 2.2. La necesidad de obtener el consentimiento de la víctima Aunque rige la obligación de ayudar a una persona en peligro grave, esta no está obligada a aceptar esa ayuda. Puede preferir esperar a ser atendida por profesionales sanitarios con los medios adecuados, o simplemente por quienes le transmitan más confianza. Para que el rechazo de la víctima sea válido legalmente y no acarree implicaciones judiciales posteriores para él o el socorrista, es conveniente que la víctima realice esta declaración en presencia de testigos o, si la situación puede tener repercusiones muy graves, incluso mediante un documento firmado. En cuanto a los requisitos legales para poder declinar esta asistencia, la víctima debe ser mayor de edad y estar en posesión de sus facultades mentales, para que sepa que puede pasarle si no las recibe. De esto se desprende que las víctimas inconscientes, las enormes de edad y todas aquellas que padecen trastornos que afectan a su capacidad de razonar no pueden dar un rechazo que sea válido legalmente. En estos casos, se entiende que se debe actuar prestando los primeros auxilios. 2.3. La responsabilidad legal de tus actuaciones También hay que considerar la responsabilidad legal de las actuaciones realizadas, especialmente cuando no han sido las más adecuadas o cuando los resultados no han sido los esperados. Por ejemplo, qué puede pasar si la víctima muere o si le quedan secuelas más o Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 menos graves, a pesar de tu actuación o incluso como consecuencia directa de lo que tú has hecho. Lo que la ley y la ética piden a la ciudadanía es que se ayude a quienes lo necesitan, y que se haga tan bien como se sepa y pueda, con los conocimientos y los medios que se tengan al alcance. Con todo, hay casos que pueden tener responsabilidades legales. Son aquellos en los que se tomen decisiones muy equivocadas respecto a lo que podría esperarse de la formación de la persona que presta la ayuda, especialmente si se trata de un profesional sanitario. 3. La cadena P.A.S. Proteger: a la víctima y evitar que puedan lesionarse terceras personas. Alertar: a los servicios de urgencias. Socorrer: a la víctima. 3.1. Proteger. La primera medida que se debe tomar es la protección, y se refiere tanto a la propia como a la de la víctima o la de otras personas implicadas. a) Priorizar las medidas de protección propia En la prestación de primeros auxilios el primer principio es cuidar de la propia seguridad para evitar convertirse en la víctima. Para ello se debe analizar el entorno, valorar sus riesgos y tomar las medidas adecuadas para evitarlos. Antes de asistir a cualquier incidente, hay que dedicar un momento a valorar la seguridad del contexto. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 b) Proteger a la víctima y a otras personas La protección de la víctima suele consistir en alejarla de la zona donde exista un peligro que pueda causarle nuevas lesiones. Por eso es necesario evaluar la zona en la que se encuentra y, si se considera que hay algún tipo de peligro, llevarla a otra más segura. La técnica concreta de movilización variará según el estado de la víctima y el número de personas disponibles para ayudar. Si no es necesario mover a la persona, puede ser preciso señalizar la zona con los recursos que se tengan a mano. En los accidentes de tráfico deben utilizarse os triángulos de señalización, que es obligatorio llevar en el vehículo. Las medidas de seguridad deben seguirlas todas las personas que se encuentren en el lugar del siniestro, tanto si están implicadas en él como si no lo están. 3.2. Alerta La segunda actuación de la cadena P.A.S. es alertar, que consiste en avisar a los servicios de emergencia y proporcionarles la información necesaria. ¿Dónde llamar? El teléfono único de emergencias es el 112. Es un número gratuito y fácil de memorizar. Además, suele ser fácilmente accesible en cualquier teléfono móvil y se puede llamar al 112 aunque no se disponga de saldo. Por otro lado, actualmente está disponible la aplicación My112. Atiende las emergencias que surjan en cualquier lugar, a cualquier hora del día y en varios idiomas. Las personas que atienden el 112 conocen los recursos disponibles en cada zona para cubrir cada contingencia. Dar respuesta a todo tipo de demandas sanitarias, pero también de otros recursos de emergencias como los policiales, de salvamento, extinción de incendios, de agresiones, etc. ¿Qué información hay que dar? Antes de realizar la llamada, conviene recoger la información necesaria que deberemos transmitir. Esta dependerá del tipo de emergencia y de las circunstancias, pero en general se puede organizar según estos criterios: ¿Qué? La descripción del suceso con los detalles suficientes. ¿Cuándo? La hora en que ha sucedido o se ha detectado el suceso. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 ¿Dónde? La dirección exacta en la que ha sucedido (calle, numero de casa y piso), o su localización exacta (km, sentido de la marcha, coordenadas). ¿Quién? La edad, el sexo y otras características destacables de la víctima o víctimas, si es que hay varias. Si se trata de una enfermedad repentina, será útil informar sobre los antecedentes médicos de la víctima. ¿Cómo? Las condiciones en que se encuentran la víctima o las víctimas: lesiones, eficacia respiratoria, estado de consciencia, etc. También si se ha realizado alguna actuación y cómo ha ido evolucionando la situación. Esta información podrá obtenerse de la propia víctima o víctimas, de las personas que han presenciado los hechos o de las personas que se encuentren en el lugar del suceso. Una información precisa facilitará que la ayuda llegue con rapidez y, sobre todo, con los medios adecuados. Por ejemplo, no es lo mismo necesitar una ambulancia que dos, o una unidad de cuidados intensivos (UCI) móvil, o que se precise también la ayuda del cuerpo de bomberos. ¿Cómo hay que dar la información? Tan importante como la información que se da es la manera como se transmite. A pesar de la tensión del momento, es importante serenarse y gestionar la llamada con la máxima tranquilidad de la que se sea capaz. Es fundamental proporcionar la información básica sobre el suceso, hablando con calma, pues hacerlo más rápido no agiliza el proceso, sino todo lo contrario. La persona que atiende la llamada, una vez que tenga la información básica, irá formulando las preguntas necesarias para asegurarse de la validez de la información recibida y para tener una valoración más exacta de la situación: estado de las víctimas, lesiones que presentan, accesibilidad del entorno, etc. Se debe procurar responder con precisión a todas las preguntas para que la evaluación sea lo más completa posible. 3.3. Socorrer La última parte de la cadena P.A.S. consiste en socorrer, es decir, auxiliar a la víctima. Los pasos que se siguen son: Mantener la calma y tranquilizar a las víctimas. La seguridad de la persona que socorre da tranquilidad a la que necesita auxilio. Realizar una evaluación más precisa de su estado, siguiendo los protocolos de evaluación. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 Prestar las atenciones necesarias, aplicando procedimientos de primeros auxilios o siguiendo las indicaciones que telefónicamente se reciban desde la central de emergencias. Dejar a la persona en una posición cómoda y segura en espera de la llamada de los servicios de emergencias. Para dar primeros auxilios, hay que tener iniciativa, decisión y responsabilidad y más aún cuando se actúa sin ninguna supervisión. De esta actuación dependen en buena parte el pronóstico de la lesión e incluso la vida de la persona; por eso, es necesario intentar hacer las cosas lo mejor posible. Decálogo para la actuación en primeros auxilios 1 Mantener la serenidad y poder actuar de manera rápida y coordinada. 2 Empezar por una evaluación general. 3 Cuidar la seguridad personal. 4 Explorar bien a la persona lesionada. 5 Mover a la víctima con mucho cuidado para no agravar las lesiones. 6 Tranquilizar a la víctima. 7 Mantener su temperatura corporal. 8 No dar comida ni bebida a la víctima. 9 Procurar que reciba atención médica. 10 Aceptar los propios límites. 4. La prevención en primeros auxilios La prevención es el conjunto de las medidas destinadas a evitar la aparición de accidentes o minimizar sus consecuencias en caso de que se hayan producido. Los accidentes y las enfermedades repentinas son situaciones que aparecen de manera imprevisible, pero también pueden evitarse o reducir los daños que causan adoptando medidas de prevención. 4.1. Niveles de prevención Las medidas de prevención se articulan en tres niveles según el aspecto sobre el que inciden: Prevención primaria. Incluye todas las acciones destinadas a evitar que se produzcan accidentes, como el desarrollo de hábitos de trabajo prudentes, el comportamiento vial Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 consciente, la práctica deportiva con cautela o, en general, la adopción de un estilo de vida saludable. Prevención secundaria. Tiene como objetivo la protección, disminuyendo el número y la gravedad de los daños o lesiones en el caso de que se produzca un accidente. Así, se contempla el diseño y mantenimiento de entornos seguros (dispositivos airbag en los coches, mobiliario con bordes redondeados o acolchados, etc.) o empleo de medidas de protección (uso de cinturón de seguridad o casco en la conducción, de los equipos de protección individual en el trabajo, etc.). Prevención terciaria. Su finalidad es anular o reducir las consecuencias de un accidente, una vez que haya ocurrido, mediante una intervención rápida y eficaz. Son medidas de este tipo: el uso de mecanismos automáticos de alarma, la llamada al 112, la disposición de un botiquín de urgencias o la intervención rápida en primeros auxilios. Otra de las medidas de prevención, obligatoria en los centros de trabajo y aconsejable en otros entornos es el botiquín de urgencias. 4.2. El botiquín de urgencias El botiquín de urgencias es un pequeño armario donde se guardan los utensilios y los medicamentos para atender las urgencias sanitarias sencillas que es más probable que se puedan dar en un entorno determinado. Los accidentes y las complicaciones de las enfermedades suelen producirse por sorpresa, por eso es necesario tener preparados unos medios de atención sanitaria, entre ellos el botiquín de urgencias. Conviene disponer de uno en casa, en la escuela, en la oficina, en la fábrica, el bar, en el coche, supermercados, en la estación, etc. El botiquín estará más o menos surtido, según: La proximidad y la accesibilidad de la atención sanitaria profesional. No es lo mismo un supermercado a 40 minutos del centro de salud que uno con un hospital enfrente. Las urgencias que se espera atender. En la escuela se pueden esperar pequeños traumatismos, pero en un aeropuerto pueden atenderse enfermedades graves. Los conocimientos de socorrismo de quien, a priori, tenga que utilizar los artículos del botiquín. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 Localización del Para que… Y para conseguir… material sanitario Ordenado No perder tiempo Poner a simple vista una lista de todo el buscando lo que se material que contiene. necesita en una urgencia. Bien conservado Cuando se necesite Revisar el botiquín y renovar lo que se haya material no esté dañado o caducado, evitar que la humedad y caducado o estropeado. los insectos entren dentro. Los artículos que deben aparecer en un botiquín de urgencias son: Cajas o sobres de gasas estériles individuales. Antiséptico (povidona yodada o clorhexidina), mejor en envase pequeño. Esparadrapo hipoalergénico. Tijeras de punta redonda. Rollo de venda de gasa. Mascarillas desechables. Guantes desechables de diferentes tamaños. Termómetro. Pinzas pequeñas. Pomada antihistamínica. Analgésicos suaves (paracetamol, aspirinas o diclofenaco). Apósitos de varios tamaños. 5. La resucitación cardiopulmonar Una de las situaciones más comprometidas en primeros auxilios es atender una persona a la que le sobreviene una parada cardiorrespiratoria (PCR), y esto no es tan infrecuente. Afortunadamente, en ocasiones la parada puede revertirse si se inicia rápidamente una resucitación cardiopulmonar apropiada. La resucitación o reanimación cardiopulmonar (RCP) es el conjunto de las maniobras destinadas a restablecer las funciones vitales, momentáneamente interrumpidas por una parada cardiorrespiratoria (PCR). La RCP sustituye a la respiración y la circulación sanguínea detenidas, con el objetivo de mantener la función cerebral hasta que se recuperen la respiración y la circulación espontáneas. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 5.1. El soporte vital Se denomina soporte vital al conjunto de intervenciones de RCP que se activan para atender una PCR en una situación de primeros auxilios, hasta que la persona reciba una atención médica completa. A diferencia de una PCR en un entorno hospitalario, donde se cuenta con los recursos técnicos y humanos precisos para atenderla de manera inmediata, el soporte vital se aplicará en el lugar en el que se encuentre la víctima y con los recursos al alcance. Atendiendo a la disponibilidad de estos recursos, se diferencian dos niveles de atención: El soporte vital básico (SVB). Incluye todas las medidas aplicadas hasta la llegada de los equipos profesionales. Lo llevan a cabo las personas que presencian el hecho o encuentran a la víctima, en el mismo lugar donde se produce. Suele iniciarse sin ningún equipo (a base de compresiones torácicas y ventilación artificial), pero contempla la utilización de ventiladores semiautomáticos, unos dispositivos diseñados para revertir situaciones de PCR, que cualquier persona con un mínimo de conocimiento puede accionar. En la actualidad, el ILCOR (institución que agrupa diferentes organizaciones internacionales especializadas en la resucitación) recomienda la implantación de programas de acceso público a la desfibrilación (APD). Estos programas deben garantizar que estos dispositivos puedan localizarse con facilidad y rapidez. También se incluyen dentro del SVB las técnicas sencillas utilizadas para resolver el atragantamiento u obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño (OVACE). El soporte vital avanzado (SVA). Lo lleva a cabo el personal sanitario una vez que llega al lugar del suceso y se hace cargo de la situación. El objetivo continúa siendo revertir la PCR, pero esta vez con profesionales sanitarios y el uso de técnicas y medidas terapéuticas complejas. 5.2. La cadena de supervivencia El ILCOR ha establecido unos protocolos de actuación, precisos y fáciles de recordar y aplicar, para maximizar la eficacia en los procesos de soporte vital. Estas actuaciones están ordenadas en una secuencia denominada cadena de supervivencia. La cadena de supervivencia es una sucesión de cuatro pasos o eslabones que deben seguirse cuando se presencia una parada cardiorrespiratoria o se prevé su ocurrencia inminente. Estos cuatro pasos o eslabones son los siguientes: 1. Reconocimiento precoz y petición de ayuda. Se trata de identificar rápidamente la parada cardiorrespiratoria y llamar al servicio de emergencias, el 112. Aún sería mejor Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 si se identificara el riesgo alto de parada cardiaca y se pidiera ayuda antes de que ocurriera. 2. RCP precoz, llevada a cabo por las personas que han presenciado la parada, inmediatamente después de haber alertado. Si la persona que llama no está formada en RCP, la operadora u operador telefónico le irá ando las instrucciones sobre cómo actuar. 3. Desfibrilación rápida, con un dispositivo desfibrilador de acceso público, utilizado por el testigo o por los servicios de emergencias. Debe permitir recuperar los latidos cardiacos efectivos y es altamente efectivo en los 3-5 minutos desde la parada. 4. Soporte vital avanzado y cuidados posresucitación. La atención debe mantenerse con técnicas como la estabilización de la vía aérea, la colocación de accesos venosos o la administración de fármacos por distintas vías. Este eslabón corresponde a profesionales sanitarios con los medios adecuados, de modo que no es impartible en esta asignatura. También hay que tener en cuenta que los equipos de emergencias médicas suelen tardar en llegar entre 8 y 10 minutos como mínimo. Durante ese tiempo, la supervivencia de la víctima dependerá fundamentalmente de que se inicie la RCP y se utilice un desfibrilador. 5.3. Los algoritmos de soporte vital básico Los organismos especializados en RCP, para facilitar la aplicación de sus recomendaciones, elaboran unos algoritmos o protocolos de actuación para cada una de las situaciones que prevén. El algoritmo de SVB es una secuencia detallada de instrucciones que debe seguirse paso a paso ante una parada cardiorrespiratoria. Uno de los criterios que se contemplan en la elaboración de estos algoritmos es la facilidad para recordar y memorizar las secuencias, para lo cual se procura simplificarlos tanto como sea posible. De todas maneras, debido a que las causas principales de una PCR en la infancia y en las personas adultas son distintas, se establecen algoritmos de SVB diferenciados: Algoritmo de SVB para personas adultas. Algoritmo de SVB pediátrico. 6. El algoritmo de SVB para personas adultas Una vez garantizadas las condiciones de protección, ante la existencia de una PCR en una persona adulta, se activa el algoritmo de SVB, que se organiza en estas seis instrucciones: 1. Evaluación. ¿No responde y no respira normalmente? Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 2. Alerta. Llama al servicio de emergencias. 3. Resucitación. Aplica 30 compresiones torácicas. 4. Resucitación. Efectúa 2 ventilaciones de rescate. 5. Resucitación. Continúa la RCP con 30 compresiones torácicas más 2 ventilaciones. 6. Resucitación con desfibrilador. En cuanto llegue, conecta el DESA (Desfibrilador Externo Semi-Automático) y sigue sus instrucciones. Estas instrucciones están pensadas para que pueda aplicarlas cualquiera con conocimientos de primeros auxilios. Además, podremos contar con asesoramiento telefónico del servicio de emergencias, que nos ayudará a diagnosticar precoz y eficazmente la PCR, a aplicar los procedimientos con mayor eficacia y a localizar un DESA cercano disponible. 6.1. ¿No responde y no respira normalmente? La primera instrucción del algoritmo se despliega en tres etapas para evaluar si la víctima está en PCR: Comprobar la respuesta de la víctima. Abrir la vía aérea. Valorar la respiración. Estas tres etapas pueden desarrollarse en sucesión rápida. ⮚ Comprueba la respuesta Para comprobar si la persona está consciente sacúdela con suavidad por los hombros y pregúntale en voz alta: “¿Se encuentra bien?” y “¿qué le ha pasado?”. Si responde. Está consciente y, por tanto, la respiración y la circulación son suficientemente eficaces. En esta situación, deja a la persona en la posición en la que estaba, continúa con la evaluación urgente y pide ayuda si es necesario. Ve reevaluando periódicamente su estado. Si no responde. Significa que la víctima está inconsciente. En este caso, colócala en decúbito supino y ábrele la vía aérea. ⮚ Abre la vía aérea con la maniobra frente-mentón Si la víctima está inconsciente, deberás asegurarte de que su vía aérea esté abierta y permita la entrada y salida del aire. Lo conseguirás mediante la maniobra frente-mentón, que se lleva a cabo de esta manera: 1. Coloca una mano en la frente de la víctima y los dedos de la otra sujetándole la parte ósea del mentón. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 2. Empuja suavemente la frente hacia atrás, elevando a la vez el mentón. Este movimiento consigue que la lengua, que está relajada, no se vaya para atrás y no obstruya las vías aéreas. Inmediatamente después de realizar la maniobra frente-mentón pasa a valorar la respiración de la víctima. ⮚ Valora si respira con normalidad Con la vía aérea comprueba si la persona respira normalmente. Lo averiguarás con el procedimiento de ver, escuchar y sentir al que, recuerda, no puedes dedicar más de 10 segundos: ∙ Si respira con normalidad. Colócala en la posición de reposo adecuado. Si no hay ninguna contraindicación, la más recomendable es la posición lateral de seguridad. Solicita asistencia profesional y ve reevaluando la respiración periódicamente. ∙ Si no respira o no lo hace con normalidad, llama al 112. Recuerda que puede ser difícil diferencia entre una respiración suficiente y una respiración agónica. El operador telefónico te puede ayudar en este diagnóstico. En caso de no tener claro si la respiración es suficiente o no, actúa como si no lo fuera e inicia la RCP. 6.2. Llama al servicio de emergencias Con la llamada al 112, se activa la alerta y se transmite la información al operador u operadora de emergencias, quien dará las pautas necesarias para el reconocimiento de la PCR y las instrucciones sobre cómo aplicar la RCP. A su vez, movilizará al equipo de emergencias médicas. Mientras llamas, permanece junto a la víctima. Seguirás las instrucciones con mayor facilidad si activas la función de manos libres del teléfono móvil. Envía a alguien a buscar un desfibrilador; desde el 112 podrán indicarte dónde localizarlo. Si no hay nadie más, no abandones a la víctima e inicia la RCP. 6.3. Aplica 30 compresiones torácicas La resucitación propiamente dicha se inicia con la aplicación de 30 compresiones torácicas. Las compresiones exprimen el corazón de la víctima, entre el esternón y la columna, vaciándolo e impulsando la sangre hacia las arterias. Al dejar la compresión, el corazón se vuelve a llenar pasivamente. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 Este ciclo de llenado y vaciado sustituye transitoriamente el papel del corazón, por lo que cuanto mejor se aplique la técnica, mayor será el flujo sanguíneo conseguido. Para aplicar el procedimiento, la víctima debe estar en decúbito supino sobre una superficie dura. Si está en la cama, trasladadla con cuidado hasta el suelo. Después actuarás así: 1. Sitúate de modo que puedas hacer fuerza desde arriba con el peso de tu cuerpo: de rodillas a su lado si está en el suelo. 2. Coloca el talón de la mano dominante en el centro del tórax de la víctima y el de la otra mano sobre la primera. Entrecruza los dedos de ambas manos. Cerciórate de que no vas a ejercer ninguna presión sobre las costillas o el extremo inferior del esternón. 3. Con los brazos completamente estirados, flexiona las caderas, dejando caer el peso de tu tronco sobre el tórax de la víctima, comprimiendo el esternón aproximadamente 5cm, pero no más de 6cm. 4. Relaja la presión un momento, permitiendo la reexpansión completa del tórax, pero sin separar las manos del pecho de la víctima. La fase de relajación debe durar lo mismo que la de contracción. 5. Repite los ciclos de compresión-relajación con una frecuencia de algo menos de dos compresiones por segundo, entre 100 y 120 compresiones por minuto. Intenta mantener un ritmo estable; por ejemplo, contando en voz alta mientras las realizas. No interrumpas las contracciones más que el tiempo estrictamente necesario, porque la interrupción reduce mucho el flujo de sangre a los órganos, que después costará recuperar. 6.4. Efectúa dos ventilaciones efectivas Después de las 30 compresiones, deberás parar para aplicar dos ventilaciones de rescate, de un segundo cada una, y luego reanudar el ciclo. Estas ventilaciones deberán ser efectivas. La técnica más habitual es el boca a boca, que deberás aplicar de esta manera: ∙ Realiza de nuevo la maniobra frente-mentón y: Tápale la nariz con los dedos índice y pulgar de la mano que empuja la frente. Ábrele la boca con la otra mano, manteniendo la barbilla levantada. o Haz una inspiración profunda de aire limpio, ajusta tu boca contra la suya, asegurando un buen sellado, e insúflale un volumen de aire un poco mayor al que expulsas en una espiración normal. o Mientras soplas, comprueba que el tórax de la víctima se levanta y se ensancha. Esto significa que se produce una ventilación eficaz. o Aparta tu boca y deja que su tórax se vacíe (espiración) pasivamente. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 Si el tórax no se ensancha, significa que la ventilación no es efectiva. En este caso, continúa la resucitación solo con compresiones torácicas. 6.5. Continúa la RCP 30.2 Justo después de las dos ventilaciones, retoma las compresiones torácicas y continúa con el ciclo de: 30 compresiones + 2 ventilaciones Sigue reproduciendo este ciclo hasta la llegada del desfibrilador. Recuerda que la interrupción de las compresiones para efectuar las dos ventilaciones de rescate no debería superar los 10 segundos. 6.6. Utiliza el desfibrilador El algoritmo de SVB continúa con la utilización del DESA. Cuando llegue el DESA, lo colocaréis al lado de la víctima y, sin dejar de hacer compresiones torácicas, os coordinaréis para preparar el dispositivo para su utilización. Los pasos que tenéis que seguir son estos: 1. Dejad el pecho de la víctima descubierto, desabrochándole la ropa o cortándola con las tijeras. Si es necesario, rasuradle el vello del pecho, porque puede interferir en la detección del ritmo cardiaco y en la transmisión de la corriente. Además, aseguraos de que el tórax de la víctima está limpio y seco, de modo que los parches se adhieran bien y no se pierda energía por difusión. 2. Poned el dispositivo en marcha con el botón de encendido. A partir de este momento, seguid las instrucciones verbales que el dispositivo vaya dando. 3. Conectad el cable de los electrodos al aparato, siguiendo las indicaciones del DESA. 4. El DESA os indicará que coloquéis los electrodos en el pecho de la víctima. En la parte de estos hay un dibujo que indica donde deben ponerse: a. Uno sobre el músculo pectoral derecho, bajo la clavícula. b. El otro en la axila izquierda, la altura aproximada del corazón. 5. Los parches deben quedar lisos y adheridos uniformemente a la piel. En estos momentos, el aparato indicará “Analizando el ritmo cardiaco. No toque a la víctima”. En este momento, deberéis interrumpir las compresiones y aseguraros de que nadie toque a la víctima. Si el aparato detecta movimientos, lo indicará, porque interfiere en los análisis. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 6. Si la víctima está en fibrilación, el aparato dirá “Descarga aconsejada” y “Pulse el botón intermitente de descarga”. Antes de pulsarlo, pide a las personas que rodean a la víctima que se aparten. Si la persona está en asistolia (ausencia de actividad eléctrica y de contracciones) o en algún ritmo cardiaco que no se beneficie de la desfibrilación, el desfibrilador lo indicará y habrá que retomar la RCP hasta que el aparato realice un nuevo análisis. 7. Cuando pulses el botón de descarga, un sonido de intensidad creciente indicará la liberación de energía. Después de la descarga, el DESA dirá “se ha hecho una descarga, ya puede tocar a a la víctima”. 8. Reanudad inmediatamente la resucitación (ciclos de 30.2), pues conviene que la víctima esté el menor tiempo posible sin flujo sanguíneo. Pocas víctimas recuperan el ritmo útil con una sola descarga; por eso, mientras continuáis la RCP, el DESA vuelve a empezar el proceso de análisis. a. Si no es necesario repetir la descarga, el aparato lo indicará diciendo “descarga desaconsejada” o “descarga no indicada”, y no se podrá descargar, aunque se pulse el botón. b. Si la víctima sigue en fibrilación, el aparato avisará y pedirá que se inicie la segunda descarga. 9. Continuad repitiendo el ciclo RCP-análisis-descarga hasta la finalización del procedimiento. 6.7. ¿Cuándo debes dejar de prestar la RCP? Los ciclos de resucitación continúan hasta que: La víctima muestre signos de recuperación: se mueva, empiece a despertar, abra los ojos o respire espontáneamente. Si el DESA encuentra actividad eléctrica funcional, lo indicará. En estos casos, mientras esperáis ayuda profesional: o Deja a la víctima en la posición adecuada de reposo, con el DESA conectado por si vuelve a producirse una parada. o Explora los signos vitales de la víctima y dale el apoyo que necesite. Lleguen los equipos de emergencias o personas con más conocimientos sanitarios y con capacidad legal, que asuman la responsabilidad. Llegues a la extenuación. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 7. El algoritmo de SVB pediátrico El algoritmo pediátrico es ligeramente distinto, porque en las niñas, niños y bebés, la causa de la parada suele tener una naturaleza asfíctica, Por eso, la RCP se iniciará con las ventilaciones de rescate, que muchas veces bastarán para resolver el problema. 7.1. ¿No responde? El algoritmo de SVB pediátrico se inicia con la comprobación del estado de consciencia, sacudiendo suavemente a la víctima y preguntándole en voz alta “¿Te encuentras bien?”. ∙ Si responde, moviéndose, llorando o con palabras, déjale en la posición en que se encuentre, comprueba su estado y pide ayuda. De vez en cuando, reevalúa su estado. ∙ Si no responde: Grita pidiendo ayuda a las personas cercanas. Abre la vía aérea mediante la maniobra frente-mentón. Procura no presionar con los dedos los tejidos blandos de la barbilla (especialmente en lactantes), porque eso obstruye más la vía. En las y los lactantes, debes mantener la posición supina natural (sin extender), mientras que en niñas y niños debes ejecutar una leve extensión, pero menos pronunciada que en las personas adultas. 7.2. ¿Respira normalmente? Con la vía abierta, valora la respiración y, si esta no es suficiente, aplica 5 ventilaciones de rescate. ⮚ Valora la respiración Hazlo siguiendo la pauta de ver, escuchar y sentir, colocando tu cara cerca de la del niño o la niña mirando hacia su pecho. En no más de 10 segundos deberás determinar: ∙ Si respira con normalidad. En ese caso, colócale en posición lateral de seguridad y llama al número de emergencias. Periódicamente, vuelve a evaluar su estado para comprobar que sigue respirando. ∙ Si no respira o no lo hace con normalidad. Ábrele la boca y busca algún cuerpo extraño que obstruya la vía; si lo localizas, extráelo. En caso contrario, continúa con el algoritmo. ⮚ Aplica 5 ventilaciones de rescate Si la respiración no es normal y suficiente: aplica inmediatamente 5 ventilaciones, sin esperar a avisar a los servicios de emergencia, porque en estas edades el cerebro es aún más sensible a la falta de oxígeno. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 Para realizarlas sigue este procedimiento: 1. Asegúrate que la vía aérea está abierta. 2. Cubre con tu boca la nariz y la boca de la víctima, sellando bien. A los niños y las niñas mayores puedes realizarles el boca a boca como a las personas adultas. 3. Insufla aire de forma sostenida durante 1 segundo aproximadamente, con una fuerza y volumen suficiente para producir una elevación visible del tórax de la víctima. Continuarás la actuación en función de que las ventilaciones sean efectivas o no. Lo comprobarás viendo cómo el tórax de la víctima se expande y relaja con cada ventilación: Si las ventilaciones son efectivas. Completa cinco ventilaciones, de un segundo cada una, comprobando si la víctima se mueve, tose o respira. Si no hay respuesta, continúa la RCP con las compresiones torácicas. Si las ventilaciones no son efectivas. Puede deberse a que: - La vía esté obstruida. Explora el interior de la boca. Si localizas algún objeto que la esté obstruyendo y es accesible, extráelo. Si no lo ves, no lo busques a ciegas con los dedos, porque podrías empujarlo y clavarlo más. - La vía no esté suficientemente libre. Vuelve a realizar la maniobra frente mentón, asegurándote de que la extensión del cuello y la elevación del mentón son las correctas para permitir el paso del aire. Prueba hasta cinco intentos para conseguir ventilaciones efectivas. Si no las consigues, pasa a las compresiones torácicas. 7.3. ¿No hay signos de vida? Durante la realización de las ventilaciones, o como máximo 10 segundos después de estas, comprueba si el niño o la niña muestran signos de vida, tales como moverse, toser o respirar: Si muestra signos de vida y respira con normalidad: coloca a la víctima en posición lateral de seguridad y reevalúa su estado periódicamente. Si aprecias signos de vida, pero no respira con normalidad: continúa con las ventilaciones hasta la recuperación de la respiración. Si no hay respuesta: continúa la RCP aplicando 15 compresiones torácicas. ⮚ Aplica 15 compresiones torácicas Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 Si no hay respuesta con las ventilaciones de rescate, deberá iniciarse una tanda de 15 compresiones torácicas, deprimiendo el tórax al menos un tercio de su profundidad. La manera de realizarlas variará según sea en lactantes o en niños y niñas mayores. En niños y niñas, mayores de 1 año y hasta antes de la adolescencia, se comprimirá con el talón de una sola mano o de las dos, según sea necesario de acuerdo con la edad o la complexión de la víctima. Acuérdate de levantar los dedos para no presionar las costillas. La depresión será de unos 5 centímetros. En lactantes, es decir, menores de un año, se lleva a cabo con dos dedos. Pueden ser los pulgares de ambas manos si estás delante, o el medio y el anular si te encuentras a un lado. La depresión será de unos 4 centímetros. ⮚ Continúa con ciclos de RCP Alterna las 15 compresiones torácicas con 2 respiraciones de rescate. Continúa este ciclo durante un minuto aproximadamente (cinco tandas de compresiones y ventilaciones). Si la víctima no mejora, llama al 112, si alguien no lo ha hecho ya mientras atendías a la víctima. 7.4. Llama al 112 Si no obtienes respuesta, llama al 112 aunque tengas que interrumpir momentáneamente la resucitación. Si tienes que trasladarte para pedir ayuda, llévate a la víctima en brazos, si puedes, de manera que puedas continuar con la RCP. Tras avisar, retoma la RCP con la misma pauta hasta que la víctima se recupere, hasta que lleguen los equipos de emergencias y se hagan cargo de la situación o hasta que no puedas seguir por agotamiento. Debe pedirse ayuda en cuanto sea posible: Si sois varias personas, una va a pedir ayuda mientras la otra practica las primeras atenciones de RCP. Si eres una sola persona, prioriza la RCP y pide ayuda después de un minuto (unas 5 tandas de 15.2 de RCP básica). 7.5. Uso de desfibriladores Las paradas cardiorrespiratorias provocadas por problemas cardiacos son muy poco habituales en la infancia. Por eso, la utilización de desfibriladores no se ha incluido en el algoritmo. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 Sin embargo, en ocasiones puede ser necesario el uso del DESA, especialmente si se presencia la parada o cuando, habiendo aplicado el algoritmo de RCP pediátrico, no se haya obtenido respuesta. La utilización del DESA en emergencias pediátricas es similar a la general, salvo por algunas consideraciones relacionadas con la edad: En lactantes no se recomienda el uso del DESA. En niñas y niños de hasta ocho años. El uso del DESA es seguro y eficaz, pero preferentemente deben usarse parches pediátricos o un software para atenuar la descarga. Si no se dispone de ellos, se puede usar de la misma manera que en las personas adultas. En mayores de ocho años puede usarse igual que en personas adultas. Cuando sospeches un trastorno cardiaco y decidas realizar una desfibrilación, es preferible que llames al 112 antes de iniciar la resucitación. 8. Obstrucción de la vía aérea por cuerpos extraños (OVACE) Las maniobras de desobstrucción de la vía aérea (OVACE) se aplican cuando un objeto dificulta o impide el paso del aire por las vías aéreas hasta los pulmones. Los motivos más habituales de obstrucción de la vía aérea son la caída hacia atrás de la lengua en situaciones de inconsciencia y la aspiración de trozos de comida, caramelos u otros objetos pequeños, vómito, etc. 8.1. Evaluación de la gravedad La obstrucción puede ser parcial o completa y esto determinará la gravedad de la situación y definirá las actuaciones que hay que llevar a cabo. Obstrucción leve o parcial. La persona puede hablar, respirar (aunque sea con dificultades) y toser. Por eso, cuando se le pregunta si se ha atragantado, emitirá sonidos para responder. Obstrucción grave o completa. La persona no puede hablar, respirar ni toser. Está inquieta y tiene cara de ahogo (de disnea grave). Suele tener la mano en la garganta y los labios azulados y a veces se oye un pitido con cada inspiración. En pocos minutos quedará inconsciente. La OVACE ocurre, en la mayoría de los casos, mientras la persona está comiendo o bebiendo, y a menudo es presenciada, lo cual permite una actuación precoz antes de que el problema empeore. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 8.2. OVACE en personas adultas ⮚ Si la obstrucción es leve Si al preguntar a la víctima “¿cómo se encuentra?” o “¿se está atragantando?” responde con sonidos, anímala a toser, varias veces y con fuerza, para que con el aire expelido expulse el objeto que le obstruye la vía aérea. Pueden ser necesarios varios accesos de tos, siempre que pueda repetirlos. Mientras tanto, obsérvala, para apreciar si se resuelve el problema o si su estado se deteriora porque la tos deja de ser efectiva y la obstrucción pasa a clasificarse como grave. El ILCOR afirma que, mientras la persona pueda toser con fuerza, no se le deben dar golpes en la espalda ni comprimirle el abdomen, porque es menos eficaz e incluso puede empeorar la obstrucción. ⮚ Si la obstrucción es grave y la víctima está consciente Si la persona no puede toser o la tos es inefectiva, deberás ayudarla a expulsar el cuerpo extraño dándole primero 5 golpes entre las escápulas y, si no es suficiente, realizando la maniobra de Heimlich. Golpes entre las escápulas Para realizar correctamente esta maniobra: 1. Inclina a la víctima hacia adelante, sosteniéndole el tórax con una mano. 2. Con la otra, golpéala fuerte con el talón de la mano en la parte alta de la espalda, entre las escápulas. Este golpe puede mover el cuerpo que obstruía la vía y ayudar a expulsarlo. Después comprueba si la obstrucción se ha aliviado. Si es así, anima a la persona a que tosa; si no, repite el golpe hasta cinco veces. 3. Comprueba después si ha expulsado el objeto. Realización de la maniobra de Heimlich Si con los cinco golpes la persona no expulsa el objeto, practícale inmediatamente la maniobra de Heimlich, de compresiones abdominales. El procedimiento para llevarla a cabo es el siguiente: 1. Colócate de pie detrás de la víctima, en contacto con su espalda. 2. Rodéala con ambos brazos por la parte superior del abdomen e indícale que se incline hacia delante. 3. Cierra tu puño poniendo el pulgar flexionado por encima del índice. Apoya este puño, por el lado del pulgar, entre el ombligo y la caja torácica. Con la otra mano sujeta el puño. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 4. Con las dos manos así colocadas, presiona bruscamente y con fuerza la boca del estómago hacia atrás y hacia arriba. Con ello conseguirás que el diafragma se eleve, comprima los pulmones y expulse el aire violentamente hacia la tráquea. Repite la compresión cinco veces. Si la víctima es más alta que el socorrista, puedes seguir los mismos pasos, pero será preferible que hagas sentar a la víctima en una silla para facilitar la ejecución de la maniobra. Si la maniobra no es eficaz, repite la tanda de cinco golpes interescapulares y cinco compresiones abdominales. Si la persona queda inconsciente, realiza la RCP de inmediato. ⮚ Si la víctima está inconsciente Si la persona está inconsciente, deberás seguir este procedimiento: 1. Deja a la víctima suavemente en el suelo. 2. Pide que alguien avise a los servicios de emergencia; si no hay nadie, hazlo tú. 3. Inicia de inmediato la RCP: abre la vía aérea y realiza 30 compresiones torácicas. Las compresiones facilitan la desobstrucción y mantienen el flujo circulatorio. 4. Sigue con 2 ventilaciones y después revisa la boca en busca de algún objeto extraño que haya podido ser expulsado. Si no lo encuentras, inicia una nueva tanda de compresiones. Si la vía continúa completamente obstruida, sigue la RCP sólo con compresiones. 8.3. OVACE pediátrico El ILCOR propone un algoritmo pediátrico de OVACE similar al de las personas adultas, para simplificar la memorización de los protocolos. ⮚ Si la obstrucción es leve Si la obstrucción es leve, anima a la víctima a que continúe tosiendo y presta atención para ver si expulsa el objeto o si empeora. Es importante no realizar ninguna otra maniobra, pues podría empeorarlo. Si la tos va dejando de ser efectiva, pide ayuda de inmediato y continúa con el algoritmo. ⮚ Si la obstrucción es grave y la víctima está consciente Si la obstrucción es grave hay variantes importantes en el algoritmo y en la aplicación de la maniobra. Las actuaciones también variarán según que se trate de un lactante o de una niña o niño. En ambos casos, si la víctima está consciente pero no tose, o si la tos no es efectiva, inicia una tanda de cincos golpes en la espalda, a la que añadirás, si es necesario, cinco compresiones. Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 Golpes entre las escápulas Dalos con el talón de la mano en la espalda y después de cada uno mira si ha expulsado el objeto. Los golpes serán contundentes, pero proporcionados a las dimensiones de la criatura. Ten presente: Si es un lactante. Póntelo sobre el antebrazo de la mano no dominante, boca abajo y con la cabeza más baja que los pies, sosteniéndolo por el pecho y la barbilla. Con la otra mano dale unos golpes rápidos entre los hombros. Si es una niña o niño. En este caso, sienta a la víctima en tu regazo de espaldas a ti e inclinada hacia adelante, y dale los golpes desde atrás. Compresiones El algoritmo también varía si se trata de niñas y niños o de lactantes: Niñas y niños. Aplica la maniobra de Heimlich como en las personas adultas, intentando no lesionar el apéndice xifoides ni las costillas. Lactantes. El procedimiento es el siguiente: o Gira a la criatura, apoyándola de espaldas sobre el antebrazo no dominante o acostándola en el regazo, siempre con la cabeza más baja que el cuerpo. o Presiónale la parte inferior del esternón, por encima del xifoides. Las compresiones deben ser más lentas y con más fuerza que las de la resucitación, pero efectuadas con mucho cuidado y moderando bien la fuerza, pues las compresiones torácicas a los lactantes pueden lesionarles las vísceras. Comprueba el estado de la víctima y si ha expulsado el objeto. Si no lo ha expulsado, continúa con nuevos ciclos y pide ayuda, si aún no lo has hecho. ⮚ Si la víctima está inconsciente En estos casos debes llevar a cabo estas actuaciones: 1. Ábrele la boca para buscar el objeto que obstruye el paso del aire. Si lo localizas, intenta extraerlo con los dedos. No lo busques a ciegas, porque puedes empujarlo y agravar el problema. 2. Ábrele la vía aérea con la maniobra frente-mentón. 3. Realiza 5 ventilaciones de rescate y comprueba la eficacia de cada una. Si alguna no lo es, recolócale la cabeza antes de la siguiente ventilación. 4. Si no aparecen signos vitales, pasa a las compresiones torácicas y realiza una secuencia de resucitación 15:2 durante un minuto (cinco tandas). Aprovecha los intervalos Gestión de pacientes C.E.S. Ramón y Cajal Curso 2024 / 2025 entre tandas para volver a buscar el objeto. Si lo localizas y está accesible, intenta extraerlo. a. Si la obstrucción se ha solucionado, pero la víctima no respira, abre de nuevo la vía aérea y aplica ventilaciones de rescate. b. Si recupera la consciencia y la respiración, colócala en posición lateral de seguridad. 5. Si no obtienes respuesta, llama al 112 si no se ha hecho previamente, y reanuda de inmediato la RCP hasta que la obstrucción desaparezca o hasta que lleguen los equipos de emergencias. Bibliografía: 1) Libro de texto: Gestión de pacientes. Climent Sánchez, V. & Familiar Ramos, M. (2021). Editorial Arán. 2) de Salud, S. A., de Salud, C., de Andalucía, J., & Legal, D. Protocolo de admisión y administración sanitaria. 3) de les Illes Balears, G. (2007). Conselleria de Salut i Consum. Servicio de Admisión y Documentación clínica. Illes Balears: Conselleria de Salut i Consum. Servei de Salut. 4) Carrillo García, C. (2016). Competencia de Enfermería en la Identificación Inequívoca de los Pacientes de un Hospital Universitario. 80. 5) Buades, M., Plasència, A., Cabeza, E., & Peray, J. L. D. (2009). La reforma de la salud pública. Gaceta Sanitaria, 23, 462-464. Gestión de pacientes

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