Resumen Parte Exclusiva de PEEC-1-7-Temas1.2 PDF
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Este documento resume la Parte Exclusiva de PEEC-1-7-temas1.2, que cubre temas relacionados con el desarrollo de la economía española. Explora las contribuciones al crecimiento del PIB, la demanda interna y externa, y la evolución de los precios, incluyendo una perspectiva histórica.
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PARTE EXCLUSIVA DE PEEC CAPÍTULO I – EL DESARROLLO DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA. RETOS PENDIENTES 4. CONTRIBUCIÓN AL CRECIMIENTO: EL PIB Y SUS COMPONENTES (Preguntado en examen: febrero 1ª y 2ª semana y septiembre) Se distingue entre la demanda interna, que incluye el consumo final (privado...
PARTE EXCLUSIVA DE PEEC CAPÍTULO I – EL DESARROLLO DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA. RETOS PENDIENTES 4. CONTRIBUCIÓN AL CRECIMIENTO: EL PIB Y SUS COMPONENTES (Preguntado en examen: febrero 1ª y 2ª semana y septiembre) Se distingue entre la demanda interna, que incluye el consumo final (privado y público) y la inversión frente a la demanda externa que corresponde con el saldo neto de exportaciones e importaciones de bienes y servicios. Durante la etapa expansiva (hasta 2007) fue la demanda interna la que propició el crecimiento sostenido del PIB (crecimiento real medio del 4,5 %, tasa de crecimiento real media de la demanda externa negativa del 0,7 %.) Durante la Gran Recesión demanda externa aporta cierto crecimiento al PIB, aunque no suficiente para compensar fuertes caídas en la demanda interna. PIB real español registra tasas negativas bastante elevadas. De 2014 a 2019, la etapa expansiva se ha apoyado en la demanda interna. Con la pandemia, demanda interna se derrumba porque la demanda externa muestra una caída menor (del 2,2 %). Este menor impacto es debido a que exportaciones e importaciones cayeron y la demanda externa recoge el resultado neto. En el período 1996-2007, consumo final es la partida que más aportó al PIB. Las importaciones también crecieron muy intensamente, de manera que el saldo neto de la demanda externa no contribuyó al crecimiento del PIB Durante la recesión (2008-2013) se desploma la inversión (cae un 2 % de media) y consumo privado. En la demanda exterior, exportaciones muestran comportamiento positivo que unido a la caída de las importaciones genera un saldo positivo. Este no fue suficiente para evitar que el PIB cayera (+1 %) De 2014 a 2019, PIB español creció a un ritmo medio anual del 2,7 % apoyándose en la demanda interna. Dado que el crecimiento de exportaciones e importaciones fue muy similar, hizo que la demanda externa prácticamente no contribuyera al crecimiento del PIB. En 2020, todas las variables retroceden excepto el gasto de la admón. Pública. El incremento del gasto que realiza el Estado no es suficiente para compensar la caída en el consumo privado. Demanda externa cae poco, ya que tanto las exportaciones como las importaciones descienden. 5. LA EVOLUCIÓN DE LOS PRECIOS (Preguntado en examen: febrero 1ª y 2ª semana y septiembre) La evolución de los precios se puede medir mediante el índice de precios al consumo (IPC) o el deflactor del PIB. El indicador más utilizado es el IPC puesto que al tener menos productos, es más fácil de calcular y ofrece una frecuencia mensual, frente a una frecuencia trimestral en el deflactor. Además, se calcula el IPCA (IPC armonizado) que ofrece medición homogénea para los Estados miembros de la UE siendo la evolución de ambos índices muy similar. El diseño del IPC trata de acercarse a este patrón de consumo, para lo cual se utiliza la información que ofrece la Encuesta de Presupuestos Familiares Intensa escalada de precios que se produjo en la década de los 70 en España, Italia y Francia, se debió al incremento del precio del petróleo y la crisis energética a raíz de 1973. A comienzos de los ochenta comienza a controlarse la subida de precios en todos los países. A partir de 1995 todos los países de la futura zona del euro tenían que ajustar sus tasas de inflación y aquí se observa cómo estos cuatro países(Alemania, Francia, Italia y España) ajustan su inflación. Aunque España mantenía de partida tasas más elevadas, cumplió con el criterio de convergencia. En España los precios han crecido más que en la zona euro. A partir del esfuerzo realizado hasta 1999 de contención de precios para cumplir el requisito del Tratado de Maastricht, la tasa de inflación española se situó entre el 3 y 3,5 % y se distanció de la tasa media de la zona del euro alrededor de un punto porcentual. En 2009 los precios se hundieron y mostraron una tasa media anual negativa y que se ha vuelto a repetir. Entre 2014 y 2016 gran parte de la caída de los precios se debió al abaratamiento del petróleo y esto supuso una reducción en los costes empresariales y lo trasladaron a precios. La subida del precio del petróleo contribuyó a que en 2017 y 2018 los precios crecieran. En 2020, la caída en la demanda mantuvo los precios estables, pero en 2021 ha presionado al alza los precios. Existe un problema de suministros que está impidiendo en algunos sectores que la oferta cubra la demanda y están subiendo los precios de la energía. Distintas explicaciones sobre la existencia de un diferencial de inflación entre regiones. Los factores estructurales que se apoyan en la hipótesis de Balassa-Samuelson según la cual la convergencia entre países lleva aparejada la convergencia en el nivel de precios de manera que aquel país que parta de precios más bajos presentará un período de mayores tasas de inflación. Los factores cíclicos en el sentido que pueden afectar en distinto grado a las economías y además, existe evidencia de cierta persistencia en la inflación, en especial en aquellos países que tienen cláusulas de salvaguardia de los salarios. CAPÍTULO II – EL SECTOR EXTERIOR Y LAS RELACIONES CON LA UNIÓN EUROPEA 2. LA EVOLUCIÓN DE LOS PRECIOS (Preguntado en examen: ninguna pregunta) El PIB per cápita español experimentó un intenso avance hasta 2007 (a excepción de un ligero retroceso en 1993). Otros países también han mostrado una tendencia creciente intensa. Se observa la magnitud del retroceso vivido durante la Gran Recesión en todos estos países perdiendo una década de desarrollo, siendo más intensa en España ya que es una economía que depende en mayor proporción del turismo y, en el caso del Reino Unido porque ha coincidido con el Brexit. Sin embargo, es preciso recurrir al indicador de convergencia, puesto que analiza el cambio temporal en el proceso de convergencia mediante la dispersión de la variable de referencia en cada momento del tiempo. Cuando el indicador disminuye, existe mejoría y viceversa y no se ve influenciado por el crecimiento medio del PIB per cápita. Como vemos en el gráfico anterior, la dispersión de los cinco países es más elevada que la de los cuatro países, por tanto, España está introduciendo una mayor divergencia en el grupo (aunque no sólo se pierde divergencia por España) Es muy significativa la reducción del coeficiente sigma hasta 1975 cuando se incluye España como consecuencia del fuerte proceso de convergencia que existió en nuestro país. De hecho, en los cuatro países europeos comenzaron a empeorar su convergencia antes (en 1973), pero en 1981 ya comenzaron a mejorarla. Sin embargo, cuando se tiene en cuenta España el coeficiente sigma siguió estancado hasta 1986. La crisis de los noventa fue más dura en el Reino Unido e Italia, lo que explica que aumentara más el coeficiente para los cuatro países que para el grupo de los cinco. Desde entonces, los dos grupos mejoran en convergencia. Incluso antes del inicio de la Gran Recesión, cuando las economías estaban todavía creciendo, aumentó la divergencia. Durante la Gran Recesión se pierde convergencia en los dos grupos de países porque no solo España sufre un retroceso importante, también Italia. Durante la expansión entre 2014 y 2019 no cambia la posición relativa de la riqueza de Alemania, Reino Unido, Francia e, pero el PIB per cápita español crece más deprisa que en estos países, dando lugar a que el coeficiente del grupo de los cinco muestra una mayor convergencia. Durante la pandemia Alemania ha soportado mejor los efectos negativos por lo que ha aumentado la divergencia en ambos grupos. La teoría plantea que las economías menos desarrolladas crecerán más rápidamente que las más desarrolladas. Sin embargo, la evidencia empírica en la Unión Europea y en España muestra que los países más ricos no paran de crecer y están mejor preparados ante la recesión. 6. LA POSICIÓN DE INVERSIÓN INTERNACIONAL (PII) (Preguntado en examen: septiembre) La PII recoge, en un momento dado (es una variable fondo) el valor de los activos financieros, de los residentes que constituyen derechos sobre los no residentes y los pasivos de los residentes del país frente al resto del mundo. La diferencia entre los activos y pasivos es la posición neta de la PII. La PII española en las últimas dos décadas ha sido negativa. Hay que señalar que se produjo un incremento en la partida del Banco de España de activos netos frente al Eurosistema como consecuencia de la aplicación de la política monetaria flexible del BCE aplicada con medidas no convencionales de liquidez para hacer frente a la crisis de deuda soberana y a las restricciones de liquidez. Con ello, aumentó la deuda del Banco de España respecto al Eurosistema. Con la llegada de los fondos del Next Generation EU se ha intensificado (y seguirá creciendo) esta partida. 7. ANÁLISIS DEL COMERCIO EXTERIOR (Preguntado en examen: ninguna pregunta) El crecimiento del grado de apertura a finales del siglo XX fue intensa, pero paró al comienzo del siglo XXI debido a que, en 2001, con los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos y el estallido de la burbuja de las empresas “punto.com” el comercio internacional se estancó. Desde ese momento, el grado de apertura de la economía española se ralentiza y tarda en aumentar. La distancia entre el grado de apertura frente a la tasa de apertura comercial se mantiene muy estable porque el impacto de los servicios no varía. En 2009 se produjo el derrumbe del grado de apertura comercial que se trasladó al grado de apertura. A partir de ahí, cambia la tendencia por el mejor comportamiento de los ingresos por turismo. En 2020 por la pandemia, la apertura de la economía española retrocede sobre todo por el efecto en los servicios (turismo). El grado de apertura comercial no cae tanto durante la pandemia (medidas están en términos relativos al PIB y en ese año cayó un 10,8 %, luego exportaciones e importaciones cayeron). La tasa de apertura comercial ya había retrocedido en el año 2019 indicando cierta ralentización del comercio exterior español. TEORÍA DEL COMERCIO INTERNACIONAL Teoría clásica (ricardiana): comercio exterior surge por la existencia de ventajas comparativas (productividad y salarios) en la producción de los bienes en los que se especializa y exporta. Heckscher–Ohlin: ventaja comparativa con la existencia de dotación de recursos y de tecnología. Cada país exportará aquellos productos en los que tenga una ventaja comparativa. Modelo débil ya que asume competencia perfecta y no movilidad de factores entre países; mientras que en la UE existe movilidad de factores, dotación de recursos similar y falta de competencia. Nueva teoría del comercio internacional: falta de condiciones de competencia perfecta consecuencia de los rendimientos crecientes a escala y la diferenciación de producto. El comercio exterior español presenta un carácter intraindustrial, siendo los bienes de equipo, sector del automóvil y productos químicos los sectores con índice mayor, sectores caracterizados por tecnología elevada y mayor diferenciación de producto que hace que las economías de escala sean más intensas y cada país se esté “especializando” en un determinado tipo de productos. El índice de ventaja comparativa revelada (IVCR = 100* ) es adecuado para analizar la competitividad de los sectores. Los productos que presentan superávit son alimentos, semifacturas no químicas, automóviles y otras mercancías. España continúa con un cambio de estructura en su especialización: disminución de ventaja comparativa en manufacturas tradicionales y afianzamiento de las ventajas comparativas en actividades de tecnología media como los bienes de equipo. La excepción, el sector de la alimentación, que está aumentando su ventaja comparativa incorporando productos elaborados con mayor valor añadido. Buen comportamiento de las exportaciones de los productos químicos (gran parte se debe a los medicamentos) que, aunque siguen exhibiendo un déficit comercial, tanto su IVCR como sus exportaciones han mejorado. Exportaciones de automóviles no crece tan rápido (producción española está sesgada hacia modelos pequeños su valor) En las importaciones se observa incremento de valor en el sector de automoción en las etapas expansivas. La Unión Europea es de gran relevancia para el comercio exterior español. Con la recesión de 2008 se redujo su importancia, ya que las empresas españolas buscaron otros mercados alternativos con más posibilidades de crecimiento. Durante esos años aumentó el peso de exportaciones hacia América, África y Asia, disminuyendo la relevancia de las ventas a la UE. Las exportaciones a China siguen creciendo y en el bienio 2020-2021 suponen el 3,0 % del total de exportaciones españolas. También han aumentado las exportaciones “más cercanas” a la Unión Europea. En las importaciones existe dependencia energética de la economía española por las compras a los países de Oriente Medio y África, aunque este peso relativo también está determinado por el precio del petróleo como se comprueba en la caída tan notoria del peso de Oriente Medio entre 2020 y 2021. Está creciendo el peso de productos procedentes de China. Las importaciones procedentes de India y Bangladesh o de Japón y Corea, explican que las importaciones de este continente representen el 21 % de las importaciones españolas en los años 2020 y 2021.