Narrativa del Renacimiento PDF
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Este documento proporciona una breve descripción general de la narrativa del Renacimiento. Examina diferentes tipos de prosa, incluyendo la prosa didáctica, la prosa histórica, y la prosa narrativa, así como ejemplos de obras como 'El Lazarillo de Tormes' y 'El Quijote'.
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LA PROSA RENACENTISTA EL MINISTERIO DEL TIEMPO LA PROSA RENACENTISTA Diálogos PROSA DIDÁCTICA Prosa histórica Libros morales o religiosos Novelas de cabal...
LA PROSA RENACENTISTA EL MINISTERIO DEL TIEMPO LA PROSA RENACENTISTA Diálogos PROSA DIDÁCTICA Prosa histórica Libros morales o religiosos Novelas de caballerías PROSA Novelas pastoriles Novelas bizantinas Novelas moriscas PROSA NARRATIVA Novela sentimental Novela picaresca CERVANTES La prosa didáctica pretende el perfeccionamiento del hombre. Destaca fray Antonio de Guevara con Menosprecio de corte y alabanza de aldea. La prosa histórica tiene mucha influencia por el descubrimiento de América. La prosa religiosa tiene una finalidad formativa, continúa en auge la prosa ascética y mística. Destacan Fray Luis de León con La perfecta casada y Santa Teresa de Jesús con sus obras Camino a la Perfección y Las moradas. LA PROSA RENACENTISTA LA PROSA NARRATIVA La prosa narrativa del siglo XVI se caracteriza por su enorme variedad de temas y géneros. Gran parte de las narraciones son breves y se recogen dentro de otros modelos literarios sin tener carácter autónomo. No puede hablarse de novela en el sentido actual del término, sí se utiliza para referirse a narraciones breves. Los relatos más extensos se denominan: libro, historia, tratado, vida… LA PROSA RENACENTISTA LA PROSA NARRATIVA LIBROS DE CABALLERÍAS Siguen editándose y siguen siendo muy leídos, e incluso se publican muchos nuevos, como la versión refundida del Amadís de Gaula de Garci Rodríguez de Montalvo (1508). LA PROSA RENACENTISTA LA PROSA NARRATIVA LIBROS DE PASTORES (NOVELA PASTORIL) Relacionada con el auge de la literatura bucólica. Representan utópicamente la vida primitiva rústica idealizada en donde se desarrollan historias de amor entre pastores. Muestran una actitud escapista ante una sociedad conflictiva. Las obras más representativas son: Diana Enamorada de Gil Polo y Los siete libros de Diana de Jorge de Montemayor. LA PROSA RENACENTISTA LA PROSA NARRATIVA NOVELAS BIZANTINAS Son relatos de amor y aventuras; imitan un género narrativo griego y describen el azaroso viaje de sus protagonistas. VIAJE El viaje representa el enfrentamiento de los protagonistas consigo mismos y con el mundo y solo será superado por seres perfectos con ayuda de la Gracia divina. LA PROSA RENACENTISTA LA PROSA NARRATIVA NOVELAS BIZANTINAS Durante el viaje los protagonistas encontrarán impedimentos que son PRUEBAS que deben superar: ataque de piratas, tormentas que desencadenan el naufragio, la estancia en la isla o el cautiverio Estilísticamente, se caracterizan por su inicio in medias res y por la interpolación de historias que añaden suspensión a la narración. LA PROSA RENACENTISTA LA PROSA NARRATIVA NOVELAS MORISCAS Evocan la vida de frontera entre Castilla y el último reino musulmán en el siglo XV. En ellas, en un ambiente idealizado, se presenta estilizada la figura del moro, a veces en tolerante convivencia con los cristianos. Historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa NARRATIVA RENACENTISTA: NOVELA PICARESCA El Lazarillo de Tormes LA NOVELA PICARESCA Se inicia en 1554 con la publicación de La vida de Lazarillo de Tormes y de su fortuna y adversidades, obra realista que nace en un momento en el que las novelas pastoriles y de caballerías eran lo que estaba de moda. Aparición del género En el nacimiento de este género influyen diversas circunstancias: El ambiente social de la época, las ciudades están llenas de mendigos y de personas sin trabajo. La creciente discriminación por cuestiones de “limpieza de sangre” que sufren los nuevos cristianos (judíos conversos) y que hace que la convivencia comience a tener problemas. La reacción literaria contra los libros de caballerías, ante los que la picaresca opone a un antihéroe como protagonista. LA NOVELA PICARESCA El modelo de relato propuesto en el Lazarillo es tan innovador que resultó difícil de asimilar y continuar. Casi medio siglo tardará en aparecer la segunda novela picaresca, el Guzmán de Alfarache (1599) y no será hasta el siglo XVII cuando el Lazarillo, en el que no figura ninguna vez la palabra pícaro, tenga numerosa descendencia. RASGOS DE LA NOVELA PICARESCA Es el relato de una autobiografía ficticia, por tanto en primera persona, de un personaje de orígenes miserables. El protagonista abandona el medio familiar siendo un niño y trabaja al servicio de varios amos. La acción es itinerante. El carácter picaresco del protagonista: astuto, versátil, prudente y receloso. Actitud antiheroica. Era un personaje listo, sin oficio, que urde tretas para robar o vivir a costa del prójimo, con escaso sentido moral y que suele ser víctima de sus propios ardides. Se mueve principalmente por el hambre. El protagonista tiene afán de medro, es decir, aspira a ascender socialmente y a mejorar su situación económica y su puesto en la sociedad. Pasa de la inocencia a la malicia y posee un código del honor deformado. Explicación de un estado final de deshonor, aceptado o superado, a partir del pasado del protagonista. El LAZARILLO DE TORMES. ARGUMENTO Lázaro, un personaje de baja clase social, nacido en una aldea próxima a Salamanca, hijo de padres sin honra, cuenta su vida en primera persona, por medio de una carta a un noble y desconocido señor, a quien se dirige en el prólogo con el tratamiento de “vuestra merced” para explicarle los detalles del “caso”. El “caso” es la explicación de los rumores sobre las posibles relaciones de la mujer de Lázaro con el Arcipreste de San Salvador, para el cual esta trabaja. Como su madre no puede mantenerlo, Lázaro es entregado a un ciego para que se gane la vida guiándolo. Por eso a los perros que guían a los ciegos se les llama “perros lazarillo”. El ciego lo trata rudamente y, desde el principio, decide “espabilarlo” para que pueda salir adelante en la dura vida que le espera. Lázaro llega el oído a ese toro y oirás gran ruido dentro de él. Todas estas crueldades hacen que Lázaro odie cada vez más a su amo, hasta que llega un momento en que el discípulo supera al maestro y consigue vengarse de él antes de abandonarlo. ¡Sus! Saltá todo lo que podáis porque deis deste cabo del agua.. El aprendizaje de Lázaro comienza con un golpe que el ciego propina a Lázaro (en el toro) y concluye cuando Lázaro es capaz de engañar a su amo y devolvérselo. ) Tras abandonar al ciego, Lázaro pasa a servir a un clérigo en Maqueda: El clérigo es un hombre mezquino que mata de hambre al pobre Lázaro. Lázaro tiene que inventarse tretas para poder comer. Consigue una llave para abrir el arca donde el clérigo guarda el pan. Lázaro guarda la llave dentro de la boca para que el clérigo no la descubra, pero al final, el clérigo se entera de todo y lo despide, no sin antes propinarle una paliza: Su siguiente amo es un escudero que aparenta ser rico y poderoso, pero en realidad es más pobre todavía que Lázaro. Con él aprende la importancia de las apariencias, es decir, no importa lo que en realidad eres, sino lo que aparentas ser. Pese a ser pobre, es el primer amo que no maltrata a Lázaro. Lázaro aprende a ser misericordioso con él. Lázaro es abandonado por su amo y tiene que buscar otro. Habrá varios más hasta llegar a la situación final desde la que escribe: Un maestro de pintar panderos Un buldero Un fraile de la Merced Un alguacil… La novela termina cuando Lázaro, a los veintitantos años y en Toledo, se casa, de modo deshonroso, con la criada del Arcipreste de San Salvador. La gente murmura que la boda ha sido un “apaño” y que la mujer de Lázaro es la amante del Arcipreste. Aunque Lázaro lo niega todo, ciertas afirmaciones suyas no dejan lugar a dudas, y él justifica su vida actual porque en ese momento él se encontraba “en mi prosperidad y en la cumbre de toda buena fortuna”. TEXTO 1554 Aparición de tres ediciones simultáneas de Vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades Burgos, Amberes y Alcalá de Henares Éxito fulminante Prohibición por la Inquisición Sigue leyéndose en ediciones clandestinas hechas en el extranjero 1573 Volvió a autorizarse su impresión, suprimiendo los tratados IV y V, y varias irreverencias de los demás. 1834 Hasta esta fecha no volvió a autorizarse el texto completo. AUTORÍA El Lazarillo se publicó anónimo. Posteriormente se atribuyó a diferentes autores. Posiblemente un seguidor de las ideas de Erasmo de Rotterdam por la crítica al clero o un judío converso por el tratamiento obsesivo de la honra. Ninguna de estas atribuciones son convincentes. Alfonso de Valdés o Diego Hurtado de Mendoza son algunos de los autores que son susceptibles de haber escrito esta novela picaresca. ESTRUCTURA DEL LAZARILLO Prólogo Tratado I Ciego Infancia Lázaro en la adversidad Tratado II Clérigo Crueldad de los amos Hambre Tratado III Escudero Tratado IV Fraile Adolescencia Tratado V Buldero - Maestro de pintar Mejora su nivel de vida Tratado VI Capellán Juventud Tratado VII Alguacil - Arcipreste madurez Se revela que la obra es una carta de contestación en la que se explica el “caso” a “vuestra merced”. ESPACIO Y TIEMPO EN EL LAZARILLO ESPACIO El Lazarillo es una novela itinerante, es decir, el protagonista se mueve por distintos lugares siguiendo a sus amos, aunque este viaje se reduce a una estrecha franja comprendida entre las provincias de Toledo y Salamanca. El Lazarillo se desarrolla en un espacio urbano, que facilita la práctica de comportamientos irregulares. TEMAS DEL LAZARILLO Lucha afanosa contra el El relato ofrece el proceso vital de adiestramiento en la hipocresía y el hambre y la pobreza engaño como única fórmula de que dispone Lázaro para no sucumbir en una realidad hostil con los de abajo. Es un asunto frecuentemente mencionado y planteado a lo largo de la novela. Desde el inicio se insiste en el origen deshonroso de los padres de Lázaro — un molinero condenado por ladrón y una sirvienta amancebada con un negro— y el propio Lázaro observa cómo, por mantener la que corresponde Honra a su estrato, el paupérrimo hidalgo, lleva una vida mísera basada solo en las apariencias. El Lazarillo comienza y concluye con un caso de honra (el “caso”) y el protagonista habla de su situación final como un éxito —“la cumbre de toda buena fortuna”—, pero en realidad, solo ha conseguido una aceptable tranquilidad económica y una vida aparentemente honrada. Cinco de los amos de Lázaro pertenecen al estamento eclesiástico, en general, a sus estratos inferiores. Todos ellos se mueven por avaricia o La crítica anticlerical y lujuria y todos explotan a Lázaro. contra la hipocresía de la El escudero es el amo que mejor se porta con él, pero le sirve al autor para nobleza criticar la hipocresía de la nobleza, que prefiere cuidar las apariencias, antes que trabajar para no pasar hambre. LENGUAJE DEL LAZARILLO Lenguaje llano El Lazarillo está escrito en un lenguaje llano, sin artificios, directo. Decoro Los personajes se expresan de acuerdo a su condición social y se ajustan a lo que pide el momento: júbilo, tristeza, cólera… El uso de refranes, modismos, el vocabulario… guardan relación con el estrato social del protagonista narrador. Estilo adecuado a la La frase corta, pero vivamente expresiva y ágil, o extensa, función según la función narrativa que realice. Destaca la precisión en captar, con ironía o humor, lo esencial Precisión y revelador. Dominio del lenguaje y el arte de narrar CRÍTICA SOCIAL EN EL LAZARILLO En la novela no aparecen valores positivos como el amor o la amistad. Predominan la ambición, la avaricia, el dinero, la búsqueda del provecho propio por encima de todo, la importancia de las apariencias, la astucia, el cinismo… el autor pone así al descubierto la dura vida española de mediados del siglo XVI. MIGUEL DE CERVANTES (1547-1616) Cervantes es un escritor entre dos mundos. Su creación literaria, aparecida entre 1585 y 1616, es síntesis y cristalización del Humanismo y la cultura renacentista y, a la vez, reflejo del desencanto y la preocupación del espíritu barroco. Una vida familiar precaria Miguel de Cervantes nació en 1547 en Alcalá de Henares en el seno de una familia de vida azarosa en la que abundaban los problemas. Esta vida itinerante tanto de su abuelo como de su padre, como luego del propio Miguel, se ha relacionado con el supuesto origen converso de la familia, pero no hay sobre ello pruebas concluyentes. Sin carrera universitaria De sus veinte primeros años de vida y, más especialmente, de su formación académica, no se sabe nada seguro. Tampoco se puede asegurar que compartiera las estancias sucesivas de su padre, primero en Córdoba y luego en Sevilla. Precipitada y misteriosa huida a Italia En 1569 Cervantes se va a Roma: partida repentina, ocasionada tal vez, si hemos de dar fe a una provisión real encontrada en el siglo XIX en el Archivo de Simancas, por un duelo en el que resultó herido Antonio de Sigura, un maestro de obras que pasaría más tarde a ocupar el cargo de intendente de las construcciones reales. A juzgar por el contenido del documento, el culpable — un tal Miguel de Cervantes, estudiante — había huido a Sevilla y era condenado en rebeldía a que le cortaran públicamente la mano derecha y a ser desterrado del reino por diez años. Este periodo de tiempo influirá en la manera de escribir sus Novelas Ejemplares. Una noble forma de ganarse la vida Pero pronto abraza la carrera de las armas, en una fecha incierta, aunque parece situarse en el verano de 1571. Esta determinación, tomada en el momento en que la Armada de la Santa Liga va a hacer frente a la amenaza turca, acrecentada por la conquista de Chipre, le lleva a embarcarse en la galera Marquesa, llegando a combatir -«muy valientemente», al decir de sus compañeros- en la batalla de Lepanto. En esta circunstancia, a pesar de padecer calentura, se niega a «meterse so cubierta», ya que «más quería morir peleando por Dios e por su rey recibe dos disparos de arcabuz en el pecho, en tanto que un tercero le hace perder el uso de la mano izquierda; de ahí el sobrenombre que le daría la posteridad: «El manco de Lepanto». El 26 de septiembre de 1575, la galera Sol, en la que había embarcado semanas antes, cae en manos del corsario Arnaut Mamí, a la altura de las costas catalanas. Llevado a Argel como esclavo, Cervantes padece un cautiverio de cinco años que dejará profunda huella en su obra, y muy especialmente en sus comedias de ambiente argelino —Los tratos de Argel y Los baños de Argel— así como en el cuento del Cautivo, interpolado en la primera parte del Quijote. Rescatado, vuelve a España. Escribe La Galatea, que publica en 1585. Las dificultades económicas propias y de su familia lo empujan a la composición de obras de teatro. De entonces datan sus primeras obras dramáticas. Cervantes y el amor… Al volver a Madrid, inicia una vida marcada por varios episodios íntimos: unos presuntos amores con Ana Franca de Rojas, esposa de un tabernero, que le dará una hija natural, Isabel, nacida en otoño de 1584; en diciembre de ese año, contrae matrimonio con Catalina de Salazar, diecinueve años más joven que Cervantes e hija de un hidalgo recién fallecido de Esquivias. Pronto la deja en el pueblo para buscarse la vida por España. En 1601, Felipe III fija la corte en Valladolid y en 1604 allá van los Cervantes a ganarse la vida. Catalina liquida la herencia materna en provecho de sus hermanos y acompaña a Cervantes a la nueva capital. Se trasladan a Andalucía donde Cervantes comienza a trabajar como recaudador de impuestos. Allí, debido a irregularidades en las cuentas, es encarcelado. Su estancia en la cárcel se prolongó varios meses y le dio ocasión a tener un trato prolongado con el mundo variopinto del hampa, verdadera sociedad paralela con su jerarquía, sus reglas y su jerga. Posiblemente en su última estancia en la cárcel de Sevilla, donde pasó unos meses, concibió el Quijote (1605). Mientras se publica la primera parte de su gran novela, que tendrá un éxito fulgurante, marcha a vivir a Valladolid, donde residía la Corte. Allí vuelve a conocer la prisión en compañía de toda su familia por un oscuro asunto relacionado con la muerte de un hombre en la puerta de su casa. La infundada acusación hace que sea puesto pronto en libertad, pero le hará incómoda su ya corta estancia en Valladolid. En la Villa y Corte Cervantes regresa a Madrid, de donde apenas saldrá, excepto para breves estancias en Alcalá y Esquivias. Lo que más llama la atención durante estos años es el retorno definitivo del escritor a las letras, en un momento en que su fama empieza a extenderse más allá de los Pirineos. Mientras, salen a luz nuevas ediciones del Quijote —en Bruselas en 1607, en Madrid en 1608—, Thomas Shelton traduce el Quijote al inglés y César Oudin comienza a traducirlo al francés. Entretanto, Cervantes acaba de componer las doce obras que van a formar la colección de las Novelas ejemplares, que se publican en julio de 1612. Nada más salir de la imprenta, las Novelas ejemplares tuvieron un éxito fulgurante tanto en España como en el extranjero, donde las Novelas se convirtieron en el libro de cabecera de los que querían aprender español Muerte de Cervantes… Durante los últimos meses de su vida, Cervantes dedicará las pocas fuerzas que le quedan a concluir Los trabajos de Persiles y Sigismunda, novela cortada por el patrón de la novela griega. Tras prometer el Persiles año tras año, Cervantes concluye su redacción cuatro días antes de su muerte. Será la viuda la que entregue el manuscrito póstumo, en enero de 1617. El viernes, 22 de abril, Miguel de Cervantes muere. Al día siguiente, en los registros de San Sebastián, su parroquia, se consigna su muerte, el sábado 23, día de su entierro. Cervantes poeta Debió de escribir bastantes poemas, pero muchos se han perdido. Aparte de algunos que se han conservado manuscritos y de otros que se encuentran insertos en sus dramas y novelas, sólo publicó una obra en verso, El viajes del Parnaso (1614). En ella presenta en conflicto a los buenos y a los malos escritores. Es interesante por los juicios literarios que vierte y por las referencias autobiográficas que contiene. Cervantes dramaturgo Escribió Cervantes numerosas obras teatrales, de las que conservamos hoy más de una decena, a las que hay que sumar los ocho entremeses que también conocemos. Sus comedias siguen las normas clásicas de verosimilitud y respeto a las reglas2, pero progresivamente van incorporando, aunque a veces parodiándolos, elementos propios de la fórmula teatral que tiene éxito en la época, la de Lope de Vega. Títulos de comedias cervantinas son Los baños de Argel, El rufián dichoso, Pedro de Urdemalas, La casa de los celos, etc. Notable es también su única tragedia conocida: La Numancia. Muy interesantes son sus entremeses. Partiendo de Lope de Rueda, Cervantes dota de mayor complejidad psicológica a los personajes característicos del entremés. Los entremeses cervantinos constituyen un certero retrato de las clases populares de la época. Entre los más famosos, figuran El retablo de las maravillas, La elección de los alcaldes de Daganzo, El viejo celoso, El rufián viudo… Cervantes novelista La Galatea (1585) Sigue la estela de los libros pastoriles y, además de desarrollar el tema de los amores entre pastores, contiene, como es habitual en las obras de Cervantes, digresiones de crítica literaria, juicios teóricos, etcétera. Novelas ejemplares (1613) Si no hubiera escrito el Quijote, es muy posible que Cervantes hubiera pasado a la historia como autor de las Novelas ejemplares. Esta colección de doce relatos cortos fue publicada en 1613. El adjetivo ejemplares del título expresa su conexión con el género de los exempla medievales: se trata de presentar un ejemplo del que extraer una lección o moraleja. a) Novelas realistas: donde predomina el tratamiento realista de personajes y ambientes: Rinconete y Cortadillo, El licenciado Vidriera, El celoso extremeño, El casamiento engañoso y El coloquio de los perros. b) Novelas idealistas: El amante liberal, La española inglesa, La fuerza de la sangre, Las dos doncellas y La señora Cornelia. c) Combinan ambos rasgos: La gitanilla y La ilustre fregona. EL QUIJOTE El Quijote es la obra maestra de Cervantes. Consta de dos partes. La primera se publicó en 1605 y la segunda diez años después, en 1615. Estas dos partes son bastante diferentes: la primera es más espontánea, parece escrita sobre la marcha y contiene diversidad de elementos; la segunda, sin embargo, está mucho más pensada y responde a un plan bien trazado. No obstante, ambas muestran un cierto paralelismo estructural: tras unos capítulos iniciales introductorios, al protagonista le suceden ininterrumpidamente una serie de aventuras; hacia la mitad de ambas partes, el continuo deambular del protagonista se detiene, en la venta en la primera parte y en casa de los duques en la segunda, en donde suceden hechos muy diversos, todos con un marcado cariz literario; el final de las dos partes también es simétrico: desengañado y derrotado, don Quijote regresa a casa. Antes del desenlace, la segunda parte contiene un conjunto de capítulos, sin paralelo en la primera, en los que Cervantes responde a la publicación del Quijote de Avellaneda PRIMERA PARTE SEGUNDA PARTE 1605 1615 DIFERENCIAS 1ª SALIDA 2ª SALIDA 3ª SALIDA Don Quijote transforma la realidad. Los demás personajes transforman la Don Quijote busca aventuras realidad. Don Quijote va sin rumbo fijo Se le ofrecen las aventuras. Episodios intercalados Don Quijote va a lugares concretos Don Quijote (IDEALISMO) y Sancho No hay episodios intercalados (REALISMO) Ósmosis de personajes 1614. Quijote de Avellaneda RAZONES DE LA SEGUNDA PARTE Aprovechar el éxito de la Primera. “Matar” a su protagonista. Impedir plagios. Desacreditar a Avellaneda Primera parte del Quijote 1605 1ª Salida: Alonso Quijano, enloquecido por la lectura de malas novelas, se pone el nombre de don Quijote de la Mancha y abandona su casa para convertirse en un caballero andante. Sin embargo, sus aventuras fracasan pronto estrepitosamente y regresa maltrecho a su hogar. Una vez allí, mientras se repone, sus amigos, el cura y el barbero, hacen una hoguera donde queman los libros que han provocado la locura del protagonista. Todos ellos son obras que existían en la vida real, novelas de éxito en la época. Uno a uno, van decidiendo cuál merece ser quemado y cuál debe ser salvado. 2ª Salida: En el capítulo VII, apenas un mes después del forzoso regreso a su hogar, don Quijote se dispone a salir de nuevo. Para ello, pide a Sancho Panza que se convierta en su escudero, y juntos emprenden la segunda salida. A partir de ahí, Cervantes comienza a desarrollar un recurso típico de los libros de caballerías: inventa la figura de un historiador Cide Hamete Benengeli, sabio cronista arábigo que ha recopilado todas las hazañas y aventuras del famoso don Quijote de la Mancha y cuyos textos el narrador dice limitarse a traducir. Esas aventuras son muy numerosas: el famoso episodio de los molinos de viento a los que se enfrenta el protagonista debido a que los confunde con gigantes; el de los cueros de vino con los que se bate en sueños en la venta; el humorístico juicio para averiguar si la bacía de barbero que don Quijote cree que es el yelmo de Mambrino (que, según la creencia, hacía invisible a su portador) es definitivamente yelmo o bacía; la misión que encomienda a Sancho de llevarle una carta de amor a Dulcinea y que Sancho no lleva a buen término, lo que le obliga a mentir a su señor, etc. Son aventuras muy variadas, pero todas tienen un elemento común que las caracteriza: don Quijote siempre ve el mundo real a través del prisma de la literatura y tiene un empeño constante en que la vida sea como la ha conocido en los libros. El Quijote de Avellaneda 1614 El Quijote de Avellaneda es una continuación apócrifa (falso o fingido) de la obra de Cervantes que se publicó en 1614, firmada por un tal Alonso Fernández de Avellaneda, seudónimo quizá de Gerónimo de Pasamonte, autor de la época de una autobiografía, y a quien Cervantes habría tomado como modelo para el personaje Ginés de Pasamonte, el galeote (hombre que forzado remaba en las galeras)liberado por don Quijote. El Quijote apócrifo es literariamente mediocre, pero muy interesante porque revela la indignación que la publicación de la primera parte había provocado en el círculo de Lope de Vega, cuyas comedias son satirizadas por Cervantes; por otro lado, el Quijote de Avellaneda se convierte en portavoz de una reacción señorial ante la impertinencia que para la alta nobleza supuso la pretensión de un mero hidalgo, como Alonso Quijano, de pasar por caballero. Segunda parte del Quijote 1615 3ª Salida: El argumento arranca con un dato real: la primera parte ha tenido gran éxito y el autor quiere dejar constancia de ello en la segunda. Cuando comienza la acción, encontramos a don Quijote y a Sancho conversando con el bachiller Sansón Carrasco sobre lo famosos que los ha hecho la crónica de Cide Hamete Benengeli.. Los protagonistas se preparan para salir de nuevo y dar al historiador más motivos para escribir sobre ellos. Pero también sufrirán una desagradable experiencia: «un embustero perverso» ha escrito una «falsa historia sobre don Quijote y Sancho» y existen unos impostores que andan por ahí haciéndose pasar por ellos e intentando manchar su buena reputación. Con este episodio, el autor alude de nuevo a la vida real: se refiere a la publicación del Quijote de Avellaneda. Cervantes, a través de sus personajes, responde a Avellaneda y deja bien claro quiénes son los verdaderos don Quijote y Sancho. Muerte de Don Quijote… El desenlace de la novela viene dado por el desánimo que los últimos acontecimientos provocan en don Quijote: ha sido derrotado en la playa de Barcelona por el Caballero de la Blanca Luna y se ha malogrado su sueño de convertirse en un héroe legendario. Desencantado, decide regresar a casa, donde muere rodeado de su familia y sus amigos. El final de la novela adquiere una doble interpretación. La primera se relaciona con la ficción novelesca: sin ideales, don Quijote no puede vivir, solo la vida literaria tiene razón de ser para él. La segunda tiene que ver con la realidad: la muerte del protagonista es un recurso de Cervantes para evitar que vuelva a ocurrir lo sucedido con Avellaneda: muerto el protagonista, ya no habrá más continuaciones posibles para el relato. Personajes Dos son los personajes centrales de la gran novela cervantina: don Quijote y Sancho Panza. a) Don Quijote: Es un modesto hidalgo de un pueblo manchego, Alonso Quijano, que, loco debido a la lectura de libros de caballerías, decide convertirse él mismo en caballero andante. Su extraña y anacrónica figura en la España de comienzos del XVII hace de él un personaje fundamentalmente cómico. Sin embargo, el diseño de su figura es muy complejo: fuera de su peculiar locura caballeresca, muestra buen juicio y expone atinadas opiniones sobre muy diversos asuntos, incluidos los literarios. Rasgo esencial de su carácter es la pertinaz defensa de sus ideas, incluidas las que proceden de su extraña locura, lo que hace que constantemente, sea vapuleado por la realidad. Personajes b) Sancho Panza: Sancho Panza es el escudero que en los libros de caballerías acompañaba al protagonista. En su elaboración Cervantes sintetiza, además, muchas características de tipos folclóricos y literarios como el loco, el simple, el bufón, el rústico, el bobo, el enano, el gracioso, el pícaro o el criado. Pero Sancho es un personaje más complejo, porque a partir de este modelo literario, crece y sobrepasa su original función cómica, al encarnarse en su figura la sátira de los libros de caballerías. Características de los dos sería la transferencia de los rasgos del uno al otro. Por ello, se ha hablado de la “quijotización” de Sancho y de la “sanchificación” de don Quijote. No obstante, ambos mantienen durante toda la obra sus rasgos básicos iniciales. Además, todos los personajes se ven, en buena medida, influidos por los rasgos de los demás: la locura de don Quijote contagia a los duques, que se comportan de modo insensato, o a Sansón Carrasco, bachiller del pueblo de Alonso Quijano, que también se disfraza de caballero andante; las ilusiones de Sancho se desplazan a su mujer, Teresa, etcétera. Temas que aborda a) La locura: ¿Es don Quijote un verdadero loco? Diríamos que padece un tipo de esquizofrenia especial, ya que sólo se comporta como un loco cuando piensa y actúa como un caballero andante de la Edad Media. Pero cuando se aleja de esta perspectiva, es un maravilloso personaje, un verdadero hombre lleno de sabiduría. Hay en este loco, por lo tanto, una doble mirada, es decir, perspectivismo. Un personaje que causa risa, pero también tristeza, un personaje loco, sí, pero encantadoramente crítico con la sociedad de Cervantes, porque es la historia de un loco que piensa como un caballero andante pero que se pasea por una España real, no fantástica. b) El tema caballeresco: es objeto de parodia. Los libros de caballerías están duramente criticados por Cervantes. c) El amor: está enfocado desde la óptica del amor cortés. Don Quijote idealiza a la dama, Dulcinea. d) El tema literario: las páginas se convierten en una meditada reflexión sobre la literatura de la época. e) La justicia y la libertad: Cervantes toca este tema en su obra especialmente debido a las circunstancias de su propia vida (recordemos que sufrió varias prisiones). Aparece especialmente en el episodio de la liberación de los galeotes. Aquí de nuevo se ven las dos caras de la realidad. Don Quijote y Sancho se encuentran con un grupo de galeotes que, encadenados, caminan con los alguaciles hacia las galeras. Al verlos don Quijote, sin atender a las razones de Sancho, los libera. Sancho defiende la justicia del Rey y don Quijote cree en dar libertad a aquellos que van “mal de su agrado”. La visión de Sancho admite la visión civil; la visión de don Quijote no ve más que el bien y el mal, y su orden de caballería no ve más que donde llega la libertad de los oprimidos. Técnicas narrativas La técnica narrativa del Quijote se caracteriza por la originalidad con que Cervantes retoma los recursos y elementos habituales de la literatura de su época y, sobre todo, por una complejidad basada en los siguientes rasgos: Los distintos narradores: La obra se caracteriza por la polifonía, es decir, la existencia de distintas voces narrativas. La novela está planteada desde una doble perspectiva: un narrador y un cronista. El narrador principal : Cervantes, convertido en personaje, encuentra y «traduce» la historia, parodiando así un recurso habitual en estas obras. Esta intromisión en la ficción como narrador-editor, que pone en manos de los lectores la obra, le permitirá hacer los comentarios que considere oportunos, pues la conoce de antemano. El narrador cronista: Un autor ficticio presentado como verdadero, Cide Hamete Benengeli, al que presenta en el capítulo IX, como primer autor, para lo cual además necesita un traductor morisco. Contribuye así al juego dialéctico entre historia y poesía (verdad/verosimilitud) propio de la época. Narradores-personajes: El Quijote de 1605 no se ciñe a la acción central, sino que se convierte en relato marco de varias historias que ocupan buena parte de la novela y que nos permiten reconocer la literatura de la época de Cervantes, e incluso anterior. Son historias de diversos personajes con quienes los protagonistas se van encontrando, y que van narrando para estos sus vidas y aventuras. El contrapunto o movimiento simultáneo de dos acciones que suceden a la vez en equilibrio narrativo. Perspectivismo: surge de la identificación del narrador con los personajes. La realidad no es un bloque compacto sino que el relato ofrece las impresiones y la perspectiva que cada personaje tiene del mundo. Intertextualidades: La novela en su conjunto se caracteriza por la constante presencia de alusiones a la literatura de su época y a obras literarias concretas. a. Alusiones a otros textos literarios (libros de caballerías, Quijote de Avellaneda) b. Novelas intercaladas Lenguaje El lenguaje del Quijote es un acabado resumen de la variedad de estilos típica del Renacimiento. En él se combina el estilo elevado con el propio de la parodia burlesca, el habla culta con la popular de acuerdo con la condición social de los personajes, las disquisiciones eruditas con los refranes y dichos de profundo saber popular, etc. Significativa es la presencia en una obra tan literaria como la cervantina de recursos propios de la tradición oral: la dualidad de narradores, la ambivalencia del léxico, las sonoridades y los ritmos, el uso de deícticos y el recurso al apóstrofe. El TEATRO RENACENTISTA En torno a la segunda mitad del siglo XVI irá surgiendo un teatro profesional a cargo de compañías estables. Estas empiezan a representar en los primeros corrales de comedias, patios interiores de las viviendas en los que se había levantado un escenario. A esta segunda mitad pertenecen autores como Lope de Rueda o Miguel de Cervantes. En esta centuria también se intentó adaptar el teatro español a la tragedia clásica mediante la imitación de los modelos grecolatinos para intentar satisfacer al público. Su principal novedad fue que añadirían temas propios de la historia nacional. Trabajar en el teatro comenzó a ser una profesión algo más digna y estable en el siglo XVI. Los actores interpretaban personajes fijos (el fanfarrón, el bobo...), solían utilizar máscaras y recurrían a la expresión oral y al mimo más que a la palabra. En estos espacios aparecerán las obras que atraerán al espectador y que se agruparán en tres géneros: pasos, entremeses y comedias. Los pasos El paso es una breve composición en prosa que se intercalaba en los actos de las obras de teatro, con un argumento sencillo inspirado en los cuentos tradicionales. Los personajes eran fijos (como el bobo o el fanfarrón) y el centro de la acción es la burla. En el paso se desarrolla una imagen de la vida cotidiana, deformando la realidad para divertir al público. Son famosos los pasos de Lope de Rueda, como Las aceitunas o Tierra de Jauja. Los entremeses El entremés nace a mediados del siglo XVI y, en su origen, era una pieza de teatro cómico que se representaba en el marco de una obra de carácter más serio, pero cuya trama no tenía ninguna relación argumental con el resto de la obra. Aunque los rasgos propios de este género fueron marcados por Lope de Rueda, como la brevedad y la comicidad, podemos determinar más extensamente los rasgos de los entremeses gracias a Miguel de Cervantes. En estos, la simpleza del bobo se transforma en necedad o credulidad, y todos los personajes adaptan la lengua al estrato social al que pertenecen; de ahí, veremos en algunos entremeses un lenguaje marginal, propio de rufianes. Además, el autor de la obra propiciará los juegos de palabras para provocar equívocos. Comedias de tema nacional Juan de la Cueva incorpora temas de la tradición épica y personajes como el rey Don Sancho o los infantes de Lara. Utiliza diversas estrofas y reduce los actos de cinco a cuatro, preparando el camino a lo que está por venir, Lope de Vega.