Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez PDF
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Dra. Dª. Cristina Civera Mollá
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Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez. Tema: Desarrollo en la edad adulta: Modelos teóricos y conceptos básicos. Es un documento sobre psicología del desarrollo, centrándose en los conceptos y modelos teóricos relacionados con la edad adulta.
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Grado en Psicología 9 Formación Psicológica Fundamental Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez Dra. Dª. Cristina Civera Mollá Tema 1 El desarrollo en la edad adulta. Modelos teóricos y conceptos básicos La Psicología del Desarrollo, centra su atención en el estudio del desarrollo desde la concepción hasta la vejez, siendo una de sus metas el conocer los principios generales del desarrollo a lo largo de la vida, así como las diferencias y similitudes en el desarrollo interindividual y el grado y condiciones de la plasticidad o modificabilidad del desarrollo individual. Desde un nivel descriptivo, el desarrollo se considera, no como un estado, sino como un proceso que se da a lo largo de toda la vida, un proceso en el que existen ganancias y pérdidas para cada una de las etapas que componen el desarrollo humano. Así, aparece de forma implícita, la idea de interacción entre las diferentes etapas, tomando como variable relativamente importante la edad cronológica, pero teniendo en cuenta también otras como la biografía del propio individuo o el ambiente en que se desarrolla. www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 10 6ETCS Los cambios aparecen en cualquier momento del ciclo vital (también en la vejez) y no son específicos de una determinada etapa ni proceso evolutivo. La investigación realizada el marco del desarrollo del ciclo vital ha crecido de manera notoria en las últimas décadas. El interés de los científicos se centraba en el estudio de la infancia, de manera que frente al gran desarrollo que experimentaron los estudios psicológicos de la infancia y el periodo adolescente, todo aquello relacionado con la psicología de la edad adulta, con el envejecimiento debía esperar hasta los años 70. Efectivamente, el interés científico por la vejez se inicia a finales del siglo XIX con el surgimiento de la Geriatría médica centrada en los aspectos del declive biológico. Posteriormente la Gerontología, nueva disciplina dentro de las ciencias del comportamiento, va a sumarle causas sociales, psicológicas y psiquiátricas a los aspectos puramente médicos del estudio de la vejez. Tras la Segunda Guerra Mundial se intensifican las investigaciones sobre el envejecimiento debido a que, por primera vez en la historia, un gran número de la población alcanza una edad avanzada. La proliferación de esos trabajos derivará en los años sesenta en el nacimiento de la Psicogerontología. Esta nueva disciplina desarrollará estudios interdisciplinares siguiendo un modelo integral bio-psico-social acorde con la definición de la salud humana que, en 1946, la Organización Mundial de la Salud definió como “un estado de bienestar físico, mental y social y no simplemente como ausencia de enfermedad”. Figura 1. Esquema de los procesos que co-actúan en la definición de una persona. www.viu.es Grado en Psicología 11 Formación Psicológica Fundamental La persona no es un ser vivo que responde pasiva y mecánicamente ante estímulos del entorno en términos de su nivel aptitudinal. Es una entidad bio-psico-histórico-socio-moral. Son seres habitualmente conscientes y propositivos, creativos, intérpretes de situaciones, elocuentes y simbolizadores, que cambian con el tiempo, y que actúan según normas y valores (no siempre explícitos), que construyen sus situaciones y las dotan de valor. No basta con estar en óptimas condiciones físicas, ni con tener un nivel intelectual al menos medio, ni con poseer unas destrezas psicomotoras envidiables, ni con tener una gran memoria, la interacción adaptativa con los contextos requiere del apropiado equilibrio y uso auto-controlado de todo ello, algo que sólo propicia un psiquismo sin factores disposicionales o transitorios adversos o sin patologías. Esta perspectiva teórica supone un campo de interés relativamente reciente, puesto que, desde los inicios de la psicología como ciencia, la inmensa mayoría de los estudios sobre el desarrollo humano se habían concentrado en la infancia y la adolescencia (manteniendo que, en etapas posteriores, eran escasos los sucesos que generaban desarrollo). Sin embargo, durante las décadas de los años sesenta, los trabajos de Reese, Schaie, Willis y Baltes, revelaron la importancia de los cambios que ocurren en todas las etapas de la vida, haciendo especial hincapié en que los cambios que ocurren en la etapa adulta y en la vejez son equivalentes en magnitud a los que acontecen en los períodos anteriores del desarrollo. Consecuentemente, el ser humano evoluciona durante, toda la vida, no deteniéndose su desarrollo con el inicio de la etapa adulta. Curso vital: carácter concreto de una vida, desde su nacimiento hasta su muerte. Curso indica secuencia, flujo temporal (relaciones amorosas, buenas y malas épocas, etc.). Ciclo vital: sugiere una idea más amplia que la de curso vital. La imagen de ciclo apela a la existencia de un orden subyacente al curso de la vida humana. Aunque cada vida individual es singular, todas atraviesan básicamente la misma secuencia. Etapas de la vida: una etapa es un segmento relativamente estable del ciclo vital, aunque en modo alguno es unitario o estático. Hoy en día, cualquier psicólogo dedicado a esta disciplina asume que el objeto de estudio es el cambio a lo largo de todo el ciclo vital, como resultado de un lento proceso histórico en el que la perspectiva dominante fue mecanicista, organicista o contextual (social)-dialéctico. Las principales temáticas abordadas por los estudios científicos han estado relacionadas con aspectos sociodemográficos; salud mental, y políticas sociales sobre vejez y envejecimiento. Tradicionalmente se han utilizado métodos cuantitativos con el objeto de buscar la verdad a partir de la mayoría. Y, en su afán de hacer extensivos los resultados a la globalidad del colectivo, la ciencia ha encontrado dos importantes dificultades a la hora de abordar su estudio sobre la vejez: una, los numerosos cambios que se producen en estas edades y otra la diversidad de de este perfil poblacional que sobrepasan las expectativas de las investigaciones realizadas. La Asociación de Psicólogos Americanos (APA) crearía en un momento determinado dos divisiones centradas en los dos extremos del ciclo vital. La División 7 “Developmen Psychology” y la División 20 “Maturity and Old Age” (más tarde “Adult Development and Aging”). www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 12 6ETCS Desde finales de los años 60 la orientación del ciclo vital ha llegado a ser más prominente en el marco general de la psicología evolutiva, interesándose años después por los años intermedios de la adultez. Las presiones demográficas, el interés del ciclo vital en disciplinas afines, la emergencia y consolidación de la gerontología, la aparición, por supuesto de los primeros estudios longitudinales clásicos que proporcionarían conclusiones para una mayor comprensión de los procesos biológicos, psicológicos y sociales de estos últimos periodos del ciclo vital. Efectivamente, La reestructuración de las edades, debido al proceso de envejecimiento, modifica las relaciones entre generaciones, las condiciones de cohabitación entre ellas (Loriaux, 1995). Y ése puede ser un desafío tan importante como el hecho biológico de ir superando edades elevadas. Se ha producido una inversión demográfica histórica con un aumento extraordinario de las personas mayores, con un ritmo acelerado y con implicaciones en diferentes ámbitos de la vida (Libro blanco envejecimiento activo, 2011). Figura 2. Inversión Tendencias demográficas. El incremento de la proporción de personas mayores es el indicador más común del envejecimiento de la población. La población española mayor de 65 años en enero de 2010 era de 7,9 millones de personas, lo que representa el 16,9% de toda la población. www.viu.es Grado en Psicología 13 Formación Psicológica Fundamental Figura 3. Evolución de la población mayor, 1900-2049 (tomado de Libro blanco envejecimiento activo). Recurso: Datos demográficos España 2012 (Fuente INE) http://www.ine.es/prodyser/pubweb/anuario12/anu12_02demog.pdf Figura 4. Proyección pirámide población (Fuente: INE Base.Base censo 2001). www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 14 6ETCS Figura 5. Evolución pirámide población española (Tomado de http://ambito-financiero.com/la-reforma-del-sistema-de- pensiones-espanol-un-problema-demografico/). Todos estos factores, en los 70, fomentarán un renovado interés por los años centrales de la etapa adulta entre los 25 y los 60 años. El estudio del desarrollo humano podríamos definirlo como el estudio científico del cambio y la estabilidad durante el ciclo de vida humano. Los científicos dedicados al estudio del ciclo vital abogan por un desarrollo humano como proceso que dura toda la vida. Un desarrollo, conocido por desarrollo del ciclo vital que es coherente y organizado, sistemático y adaptativo, que su fin es enfrentar las condiciones tanto internas como externas de la vida. www.viu.es Grado en Psicología 15 Formación Psicológica Fundamental Desde diferentes enfoques se ha estudiado el desarrollo del ciclo vital, p.e. P.B Baltes en los años 90 brindaría un marco teórico para el estudio del desarrollo durante todo el proceso vital de la persona, como se verá más adelante. Hay que incidir en que el campo de estudio de desarrollo humano ha ido evolucionando permanentemente incluyendo descripciones, explicaciones, predicciones e intervenciones. El desarrollo del ciclo vital es una rama científica interdisciplinaria, en íntima relación como disciplinas relacionadas con la psicología, psiquiatría, sociología, la antropología la biología, el estudio de rasgos heredados, el estudio de las relaciones familiares, educación, historia, medicina, etc. 1.1. Características básicas del desarrollo adulto El desarrollo del ciclo vital como proceso tiene diferentes propiedades: Es continuo y acumulativo. La única constante que aparece durante el transcurso del desarrollo es el cambio. Los cambios en cada fase del desarrollo influyen de forma decisiva en las siguientes fases. Es holístico. En el desarrollo intervienen procesos físicos, cognitivos, afectivos y sociales. Cada uno de estos componentes influye en los otros y no es factible analizarlos de forma aislada. Es plástico. En el transcurso del desarrollo aparece la capacidad de modificar las respuestas dependiendo del resultado de éstas. En definitiva, podríamos decir que el ser humano es susceptible de ser modelado por la experiencia. Es condicionado por el contexto histórico-cultural. La única forma de apreciar la diversidad del desarrollo humano es adoptar una perspectiva histórico-cultural. Ninguna descripción individual del desarrollo haría justicia a todos los grupos culturales, a todas las clases sociales y grupos étnicos. El desarrollo humano difícilmente puede entenderse en un vacío de condiciones contextuales, que lo determinan como proceso. Si reflexionamos sobre que todos los fenómenos ocurren en un dinamismo de fuerzas y factores, nuestra comprensión de los procesos resulta en verdad tal. Hendry y Kloep (2007); Bynner, (2005) mencionan que es imposible vislumbrar una descripción de rutas evolutivas normativas válida para todos los seres humanos, independiente de la cultura, el género o la clase social. Paul B. Baltes postulará 7 principios sobre el desarrollo humano: 1. El desarrollo humano dura toda la vida, recibe influencia de lo que paso antes y afectara lo que venga. 2. El desarrollo humano es multidimensional, ocurre en muchas dimensiones que interactúan, biológicas, psicológicas y sociales, cada una se desenvuelve con ritmos distintos. www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 16 6ETCS 3. El desarrollo es multidireccional, cuando una persona avanza en un campo, acaso pierda en otro, y tal vez al mismo tiempo. 4. La influencia relativa de la biología y la cultura cambia durante y en el ciclo de vida, la biología y la cultura influyen en el desarrollo pero el equilibrio entre estas influencias cambia a lo largo de la vida. 5. El desarrollo implica modificar la distribución de los recursos; las personas invierten de diversas maneras sus recursos de tiempo, energía, talento dinero y apoyo social. 6. El desarrollo es plástico, muchas capacidades como la memoria, la fuerza y la resistencia, mejoran de manera notable con el entrenamiento y la práctica, incluso a edades avanzadas. Sin embargo, no debemos olvidar que los primeros años, desde la concepción hasta la niñez tardía, de vida son fundamentales en la adquisición, desarrollo y maduración de capacidades cognitivas, motrices, psicosociales, por ser una de las etapas de mayor plasticidad del ser humano. 7. El contexto histórico y cultural influye en el desarrollo, toda persona se desarrolla en múltiples contextos: circunstancias o condiciones definidas en parte por la maduración y en parte por el tiempo y el lugar. Los seres humanos no solo influyen, sino que también son influidos por su contexto histórico y cultural. De esta manera podríamos definir: La adultez es la etapa de vida entre los 25 a los 60 años de edad aproximadamente. El adulto normalmente alcanza la plenitud de su desarrollo biológico y psíquico, esta época está caracterizada por el control adecuado de su vida emocional, lo que permite que afronte sus problemas con mayor seguridad, se adapta completamente a la vida social y cultural, forma su propia familia, ejercen una profesión u oficio, tiene la capacidad de reconocer y valorar sus propios talentos y limitaciones. El envejecimiento es un proceso normal en todos los seres humanos, se inicia aproximadamente a los 60 años de edad y sus efectos varían considerablemente entre los individuos. Se caracteriza por que los músculos y las articulaciones tienden a hacerse menos flexibles, los huesos y músculos pierden masa, disminuyen los niveles de energía y de fuerza física, los sentidos se vuelven menos agudos y hay una progresiva baja de las cualidades de la actividad mental. El proceso de envejecimiento en los seres humanos se asocia a cambios en el sistema hormonal o a enfermedades, lesiones, etc. Enlace 1 Naturaleza versus cultura. http://www.dailymotion.com/video/xet7s6_naturaleza-vs-cultura-psicologia- de_school www.viu.es Grado en Psicología 17 Formación Psicológica Fundamental 1.1.1. Ámbitos de desarrollo y Etapas del ciclo vital: Tres serían los ámbitos de estudio principales en desarrollo del ciclo vital: el desarrollo físico, desde el que se analizarían la estabilidad, el cambio biológico y los determinantes del crecimiento físico; el desarrollo cognoscitivo (que incluiría el análisis de las capacidades intelectuales y su contribución al desarrollo del individuo) y el desarrollo psicosocial (que describe la evolución de las diferencias individuales y las relaciones sociales a lo largo del desarrollo). Todos ellos se hayan interrelacionados entre sí de manera que el estudio de capacidades sensoriales o la salud pertenecerían al ámbito físico; el estudio de procesos psíquicos superiores como la atención, memoria, inteligencia, lenguaje, etc., pertenecerán al ámbito cognoscitivo y dentro del ámbito de desarrollo psicosocial tendrían cabida la motivación, emoción, personalidad etc. Los avances y retrocesos en cualesquiera de ellos afectaría a los restantes desarrollos, por ejemplo un adulto que padece problemas para recordar el nombre de las personas se sentirá inseguro y reticente en contextos sociales. En realidad se trata de un proceso unificado (Papalia et al. 2010). Se parte del principio de que los periodos evolutivos son realidades generadas por consenso y socialmente, y productos culturales. Si bien las etapas del ciclo vital son construcciones sociales, que se adaptan a las necesidades específica de una sociedad, y posibilitan realizar esas descripciones, explicaciones y predicciones de comportamientos y procesos cognitivos que deben ir dándose durante el desarrollo humano del individuo, construir una clasificación de las diferentes etapas de desarrollo de la vida, implica siempre una forma de ver el mundo, es decir, realizamos las categorizaciones, organizamos nuestro entorno de acuerdo cómo vemos el mundo y de ese modo identificamos categorías para las clasificaciones. Por tanto, una clasificación puede variar de una a otra cultura. A lo largo del ciclo vital, cada conjunto de años obliga a distintas tareas y no es extraño que los autores hablen de diversos estadios, periodos o fases... Estas fases no pueden ser prefijadas para cada persona y cada entorno. Por otro lado, tampoco pueden ser de iguales dimensiones, porque los cambios se suceden unas veces de manera regular y otras no. La edad, por tanto, no solo es cuestión de cronología, sino que está llena de significados, estructuras, obligaciones, relaciones, etc., que marcan el ritmo de vida de cada uno. Diane. E. Papalia, autora eminente en el estudio del desarrollo humano, establece 8 etapas del ciclo vital, que generalmente son aceptadas actualmente por la comunidad científica: Prenatal (desde la concepción al nacimiento); lactancia e infancia ( desde el nacimiento hasta los 3 años), Niñez temprana ( de los 3-6 años), Niñez media (6-11 años); Adolescencia (11 hasta alrededor de los 20 años); Adultez temprana (20-40 años); Adultez media (40-65 años) y finalmente Adultez tardía (de los 65 años en adelante). Nuestra finalidad se centraría en esta asignatura en las tres últimas etapas. www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 18 6ETCS Etapa del ciclo vital Físico Cognitivo Psicosocial Rasgos y estilos de personalidad se estabilizan, aunque las El pensamiento y los etapas y sucesos de la juicios morales adquieren vida generan cambios Condición física alcanza mayor complejidad. Adultez temprana de personalidad. su máximo nivel y luego Se llevan a cabo (20-40 años) Se establecen relaciones disminuye ligeramente. elecciones educativas y intimas y estilos laborales, a veces tras un personales, pero no periodo de exploración. siempre duraderos. Casi todos se casan y muchos tienen hijos. Las facultades mentales llegan a su máximo: se elevan la competencia y Prosigue el desarrollo Puede iniciarse un capacidad práctica para del sentido de la deterioro lento de las resolver problemas. identidad: se produce la capacidades sensoriales, La producción creativa transición de la mitad de así como de la salud el declina, pero es de mejor la vida. Adultez media vigor y la resistencia, calidad. La doble (40-65 años) pero las diferencias entre Algunos alcanzan el éxito responsabilidad de los individuos son vastas. profesional y su poder de cuidar a los hijos y a los Las mujeres sufren la generar ganancias está en padres causa tensiones. menopausia. la cúspide; otros La partida de los hijos experimentan deja el nido vacío. agotamiento y cambio de profesión. El retiro, cuando ocurre, abre nuevas opciones para aprovechar el tiempo. La mayoría de las Las personas trazan personas son sanas y Casi todas las personas estrategias más flexibles activas, aunque en son mentalmente alertas. para enfrentar las general disminuye la Aunque algunas áreas de pérdidas personales y la Adultez tardía salud y las capacidades la inteligencia y la inminencia de la (65 años en adelante) físicas. memoria se deterioran, la muerte. La disminución de los mayoría de las personas Las relaciones con tiempos de reacción encuentran la forma de familiares y amigos afecta algunos aspectos compensarlas. cercanos proporcionan del funcionamiento. un apoyo importante. La búsqueda del significado de la vida asume una importancia central. Tabla 1. Extraído de D.B. Papalia et al (2010): Principales desarrollos en las ocho etapas del ciclo vital. 1.2. El concepto de adultez En general la adultez es la etapa comprendida entre los 20 y los 65 años aproximadamente. En esta etapa de la vida el individuo normalmente alcanza la plenitud de su desarrollo biológico y psíquico. Se consolida el desarrollo de la personalidad y el carácter, los cuales se presentan relativamente www.viu.es Grado en Psicología 19 Formación Psicológica Fundamental firmes y seguros, con todas las diferencias individuales que pueden darse en la realidad. De este modo la edad adulta constituye un período muy extenso dentro del ciclo vital, dividido generalmente en otras etapas: y Adultez Media y Adultez tardía. a. Adultez Emergente: Desde los 20 hasta los 40 años. Se toman decisiones acerca de las relaciones íntimas, Muchas personas se casan y tienen hijos. La salud física llega al tope, luego decae ligeramente, Elección de carrera, Continúa desarrollándose el sentido de la identidad y se posee una Capacidad intelectual más compleja. b. Adultez Media: Desde los 40 a los 65 años. Nueva búsqueda del sentido de la vida; Deterioros en la salud física, el vigor y la fuerza; Sobreviene la menopausia en las mujeres. La sabiduría y la habilidad para resolver problemas prácticos son grandes; declina la habilidad para resolver problemas nuevos; Doble responsabilidad: cuidar a los hijos y a los padres ancianos; La orientación del tiempo cambia a “tiempo dejado de vivir”; Independencia de los hijos: nido vacío; Las mujeres adquieren más confianza en sí mismas, los hombre se vuelven más expresivos; Algunos experimenta el éxito en sus carreras y llegan a la cima económica; otros sufren de agotamiento; En una minoría se produce la crisis de la edad madura. c. Adultez Tardía o Vejez: 65 años en adelante. La mayoría de las personas aún están saludables y activas, aunque de algún modo la salud y las habilidades físicas decaen; La mayoría de las personas mantienen la mente despierta; La lentitud de reacción afecta muchos aspectos del funcionamiento; Surge la necesidad de afrontar pérdidas en muchas áreas (pérdida de las propias facultades, pérdida de los seres amados); La jubilación deja más tiempo libre, pero reduce los recursos económicos; Ante la inminencia de la muerte, se siente la necesidad de encontrarle su propósito a la vida. 1.3. Modelos y enfoques teóricos. La definición de cualquier disciplina científica no es sino una convención, una construcción consensuada. Es una realidad social que ha de ser vista dentro de su propio contexto histórico. Una disciplina es siempre contingente a espacios y tiempos concretos. Es una realidad contingente, que ha de ser determinada funcionalmente, de acuerdo con reglas interpretativas. www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 20 6ETCS Figura 6. Aspectos constitutivos de la ciencia (Tortosa y Civera, 2006). El científico del estudio del ciclo vital es quien desarrolla una actividad profesional de acuerdo con un rol más o menos nítidamente definido, con una tecnología más o menos adecuada al mundo problemático desde el que se le demanda, quien establece lazos y canales de comunicación con otros científicos e instituciones, quien obtiene subvenciones, quien consigue discípulos, quien influye sobre otros y es influido por ellos, quien construye respuestas útiles cuando la legalidad vigente define nuevos roles o funciones previamente inexistentes como tales. En definitiva, es el científico, quien experimenta a lo largo de su vida las demandas laborales, administrativas, institucionales, culturales, sociales, económicas y, en general, de todos los fenómenos sociales que condicionan la marcha del país, devenir que actúa como contingencia de la configuración de la disciplina en la que aquel trabaja. Tampoco debe descuidarse el hecho de que esos productos simbólicos y/o tecnológicos encuentran su pleno significado en la medida en que están vinculados a una tradición intelectual dentro de la que, necesariamente, se ha debido de conformar la identidad profesional del científico productor, y teniendo siempre en cuenta que su actividad no puede desvincularse de la matriz social que le envuelve y de la que forma parte. Desde esta perspectiva, se reconoce, y se parte, de la esencial dimensión social de la actividad científica, y de la profunda imbricación entre aspectos biográficos, socio-institucionales y cognitivo-intelectuales. Y todo ello queda plasmado, precisamente, en los productos intelectuales de la propia práctica epistémica (el discurso científico) de la comunidad disciplinar. www.viu.es Grado en Psicología 21 Formación Psicológica Fundamental Los psicólogos, como científicos que son, plantean investigaciones con las que tratan de resolver problemas empíricos y demandas sociales. Construyen teorías que luego someten a comprobación empírica. Tratan de encontrar un orden en la conducta, el pensamiento, los sentimientos, los deseos o motivos humanos, y se esfuerzan por hacer de dicho orden algo público y colectivo, para lo cual exponen sus ideas en reuniones científicas, revistas especializadas, libros y demás publicaciones, de forma sistemática y abierta a la revisión crítica. Plantean también investigaciones con las que tratan de resolver problemas prácticos. Podemos decir que el objetivo fundamental de una teoría es comprender la realidad. Una buena teoría sería precisa y aplicable a gran variedad de fenómenos, verificable y útil en cuanto permite generar nuevas hipótesis comprobables, facilitando nuevos descubrimientos y aplicaciones prácticas. Las teorías del desarrollo humano difieren en la postura que adoptan frente a si el desarrollo depende de la naturaleza o de la crianza, si participamos activamente o pasivamente en nuestro desarrollo, si el desarrollo es un proceso que podemos ver como cuantitativo y continuo, o cualitativo y discontinuo o si bien están las áreas del desarrollo interrelacionadas o están separadas siendo bien diferenciadas. Las preguntas clave de una psicología del desarrollo de la edad adulta serían, si se dan verdaderos cambios con el aumento de edad, qué magnitud encierran estos, en qué ámbitos pueden observarse y si se manifiestan relacionados entre sí. Además, habría que investigar cómo se producen. Dado que los cambios suceden de manera distinta en las diversas competencias, conviene hablar de una multidimensionalidad y una multidireccionalidad. También es necesario describir los cambios, según las características de cada persona o cada grupo. El influjo de la experiencia y del propio historial, el prolongado hábito en criterios cognitivos y conductuales o el efecto de diversos contextos educativos, sociales, etc., componen una serie de variables decisivas. Se han de considerar, pues, los cambios diferenciales, al aumentar la edad. Las diferencias de cambio entre las personas (interindividuales) y dentro de la misma persona (intraindividuales) conforman, por tanto, la base de la gran variabilidad dentro del grupo de las personas mayores. El procedimiento metodológico, utilizado para la refutación de las teorías constaría de los siguientes pasos: (1) Constatación de hechos mediante la observación pormenorizada; (2) Construcción o formulación de hipótesis explicativas; (3) Deducción de consecuencias a partir de estas hipótesis; (4) Contrastación de las consecuencias con la experiencia; (5) En el supuesto de que las pruebas empíricas verifiquen la verdad de la hipótesis, ésta se considera probada, pudiendo, incluso, comenzar entonces un proceso deductivo. Siempre que se pueda, se intentará formular o expresar en lenguaje matemático lo hallado, pero siendo siempre conscientes de que hay ciencias que lo permiten y ciencias que no; en el caso que nos ocupa ni nos preocupa este desideratum, ni pretendemos llegar a ello. Glosando al famoso médico español Letamendi, cabría decir que quien sólo sabe medir, ni siquiera medir sabe; “para hacer ciencia- escribía Pinillos (1988), desde luego, no basta con llevarse la mano a la frente y ponerse a pensar; pero también hay que pensar”. www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 22 6ETCS A su vez, estas teorías pueden agruparse atendiendo a la idea del mundo en que se basan, por lo que siempre podemos ver en ellas una cierta construcción. Buen ejemplo de ello lo constituyen las visiones mecanicistas del mundo que concebían al ser humano como una máquina, influyendo de forma determinante en el desarrollo de las teorías del aprendizaje, o las visiones organísmicas que pensaban en el ser humano como una entidad más compleja que la suma de sus partes haciendo especial hincapié en el paso por diferentes etapas, condicionando teorías como la psicoanalítica o la piagetiana. En la actualidad se puede decir que un buen número de teóricos del desarrollo adoptan una posición eclética, por la que consideran que una sola teoría no puede explicar un proceso tan complejo, así como resaltan la perspectiva contextual del mundo por el que dan cuenta de la diversidad del desarrollo humano. 1.3.1. Teorías pioneras y situación actual Durante la primera mitad del siglo XX las teorías psicológicas intentaban explicar amplias parcelas de la conducta humana. La teoría de Freud o la de Piaget son un ejemplo de ello. Con independencia de sus diferentes intereses, programas de investigación y supuestos epistemológicos, eran teorías en un sentido amplio, que se desarrollaban coherentemente con una concepción determinada de la naturaleza humana. Figura 7. Clasificación de los modelos teóricos en Psicología Evolutiva. www.viu.es Grado en Psicología 23 Formación Psicológica Fundamental La segunda mitad del siglo XX se caracteriza por la aparición de nuevos enfoques generales en el que conviven distintas teorías de un alcance menor que las anteriores. La teoría de Piaget, por ejemplo, se suele asimilar a un enfoque cognitivo a pesar de que sus presupuestos epistemológicos son bastante diferentes de los de la psicología cognitiva. Pero la heterogeneidad teórica actual en el campo, no impide que haya una confluencia de conceptos e intereses de distintos enfoques. a. El enfoque etológico. La etología (cuyo principal representante es Konrad Lorenz), concibe el estudio de la conducta animal dentro de un marco teórico-explicativo evolucionista. Resulta crucial estudiar el comportamiento en el entorno característico de cada especie y, realizar estudios controlados (experimentales o de laboratorio) que aclaren las relaciones entre ciertas condiciones del entorno y la aparición de una conducta. La aplicación de conceptos y métodos de la etología al desarrollo humano se inicia con autores como John Bowlby, con su teoría del apego, que se basa en la existencia de cuatro sistemas de conducta relacionados entre sí: el sistema de conductas de apego, el sistema de exploración, el sistema de miedo a los extraños y el sistema afiliativo. René Spitz aborda, desde los años 1970, el estudio de los primeros vínculos afectivos. La perspectiva etológica ha tenido una influencia profunda en el campo del desarrollo socioemocional y parte de la investigación que ha realizado desde estos presupuestos se ha centrado en el periodo de inmadurez, es decir, los primeros años de la vida en los que se establecen los cimientos del desarrollo futuro hasta alcanzar la madurez. b. El enfoque del ciclo vital. Durante los años 1970, se suceden una serie de publicaciones según la cual los cambios evolutivos más importantes se producirían en la niñez y adolescencia, mientras que la vida adulta se caracterizaría por una relativa estabilidad de las adquisiciones que empezarían a declinar al aproximarse la vejez. Figura 8. P. Baltes (http://www.baltes-paul.de/). www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 24 6ETCS Los psicólogos del ciclo vital (Baltes, Nesselroade, Reese, Schaie…) se oponen a esta visión del desarrollo ofreciendo otra en la que plantean que el desarrollo no se detiene en la edad adulta sino que prosigue hasta el final de la vida, con cambios tanto cuantitativos como cualitativos. Baltes, Lindenberger y Staudinger (1998) confieren el estatus de teoría a lo que se conocía como orientación, perspectiva o enfoque del Ciclo Vital (Life- Span). Figura 9. Influencias normativas relacionadas con la edad y la historia e influencias no normativas. Para Baltes et al., (1998), en base a los datos sobre envejecimiento de los estudios longitudinales, se ha visto que el desarrollo es multidireccional, multidimensional, plástico; que no existen trayectorias únicas del desarrollo; o que se producen continuidades y discontinuidades, por lo que el cambio no se puede predecir. Así, plantean que el foco primordial de esta perspectiva se halla en “la estructura, secuencia y dinámica del curso vital entero en una sociedad cambiante”. Defienden que el envejecimiento biológico no implica necesariamente involución psicológica. Por otro lado, sostienen que el desarrollo no es unidireccional ni tendente a un estado final (como en la psicología genética u otras teorías evolutivas) sino que puede tomar múltiples direcciones dependiendo de influencias muy diversas (biológicas, físicas, sociales). www.viu.es Grado en Psicología 25 Formación Psicológica Fundamental Se insiste especialmente en el contexto cultural e histórico en el que se desarrolla la persona, por lo que las diferencias individuales cobran una importancia especial en este enfoque (Baltes, Reese y Nesselroade, 1977). Esas diferencias se manifiestan de distintos modos a lo largo de la vida: en el comienzo y duración de un cambio evolutivo determinado, en la dirección que sigue, en la presencia o ausencia de cierto rasgo o conducta, en su naturaleza o cualidad. Los estudios realizados muestran una importante variabilidad interindividual en varios aspectos: el ritmo de desarrollo no es igual para todos los individuos ni todos desarrollan el mismo tipo de habilidades intelectuales o lo hacen en terrenos diferentes; en algunas personas se observa una gran estabilidad de estas habilidades a lo largo de la vida adulta y la vejez mientras que en otras hay una disminución o declive con el envejecimiento. Esto se debe a la influencia conjunta de factores: Factores normativos relacionados con la edad, que son definidos como determinantes biológicos y ambientales íntimamente relacionadas con la edad cronológica. Son normativas en cuanto que por lo general se presentan en todos los miembros de una cultura. Por ejemplo menopausia, jubilación, nido vacío… Factores normativos relacionados con la historia, Acontecimientos y normas completamente generales experimentadas por una unidad cultural en conexión con el cambio biosocial. Ejemplos de ello serían crisis económicas, conflictos bélicos, cambios políticos importantes etc. Factores no normativos, es decir referente a determinantes biológicos y ambientales que son significativos en su efecto sobre historias vitales individuales pero no generales. (Ej. divorcio, pérdida de un ser querido, accidentes, etc.). Para identificar qué aspectos del desarrollo están más o menos sujetos a la influencia de cada uno de estos factores han propiciado el desarrollo de procedimientos de investigación para alcanzar resultados de investigación concluyentes sobre el papel que juega la de la edad y otros factores. El enfoque del ciclo vital, así como el enfoque ecológico con el que comparte algunos intereses y conceptos, han promovido una saludable corriente de opinión a favor de estudiar el desarrollo en contexto y, en relación con ello, incorporar las diferencias individuales como objeto de estudio (Rice, 1995). c. El enfoque ecológico. La integración de algunos aspectos de la teoría general de sistemas de Von Bertalanffy con el modelo ecológico da lugar a este enfoque del desarrollo cuya aspiración es conseguir una visión integrada del individuo en su contexto físico y sociocultural. Aunque hay antecedentes de esta perspectiva en varios psicólogos clásicos (entre ellos, psicólogos de la Gestalt como Koffka o Lewin), Urie Bronfenbrenner (1979) es quien la aplica al campo del desarrollo proponiendo un www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 26 6ETCS modelo evolutivo basado en un sujeto que cambia a lo largo del tiempo en interacción con un entorno dinámico, cambiante y multidimensional. Figura 10. Urie Bronfenbrenner. Enlace 2 Biografia Bronfenbrenner. http://es.scribd.com/doc/45817251/Urie-Bronfenbrenner Enlace 3 Entrevista Bronfenbrenner. http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=65964 Vídeo 1 Modelo Bronfenbrenner (castellano). http://quietube.com/v.php/http://www.youtube.com/watch?v=6HEwS34IgQs Vídeo 2 Modelo Bronfenbrenner (inglés). http://quietube.com/v.php/http://www.youtube.com/watch?v=me7103oIE-g Es el denominado modelo interactivo de micro a macroniveles de desarrollo de Bronfenbrenner (1979; Bronfenbrenner y Morris, 1998). Este autor propone que las personas, dentro de la generación particular en la que se desarrollan, se insertan en una sociedad que también cambia. Propone una caracterización del entorno en niveles jerárquicos que van desde el contexto físico y social más inmediato (el hogar, la escuela y las personas con las que el niño se relaciona directamente: el microsistema) hasta el contexto cultural en www.viu.es Grado en Psicología 27 Formación Psicológica Fundamental sentido más amplio (político, educativo, sistemas de creencias y valores, etc., que conforman el macrosistema). Entre ambos, el mesosistema y el exosistema corresponden a dimensiones tan variadas como los medios de comunicación, el tipo de trabajo de los padres, las relaciones sociales de éstos o las características del vecindario, que tienen influencia en la vida del niño pero no de modo directo e inmediato. Por último, el concepto de cronosistema se refiere a la dimensión temporal del desarrollo y contiene una idea de sentido común: los mismos acontecimientos (el nacimiento de un hermano, la separación de los padres, el cambio de escuela) pueden afectar de modo muy diferente al niño según el momento (edad) en que ocurren. Figura 11. Niveles de análisis del contexto en el modelo ecológico de Bronfenbrenner. Por otra parte, el carácter bidireccional y recíproco de la interacción humana hace que, frente a hechos semejantes, niños de la misma edad se adapten de forma diferente según la dinámica de relación con padres u otras personas significativas. Una ilustración típica de la influencia mutua padres-niño es la siguiente: por lo general, los padres pacientes y poco punitivos suelen conseguir respuestas sociales más positivas que los impacientes y punitivos, a la vez que los niños tranquilos y afectivos provocan mejores reacciones afectivas del adulto que los niños muy irritables. Esta interacción dinámica se convierte a menudo en circular (en un círculo “virtuoso” o “vicioso”) y puede tener efectos duraderos en el desarrollo. La perspectiva ecológica ha tenido una influencia importante en la forma de abordar el desarrollo atendiendo a sus distintas dimensiones socioculturales. Sin embargo, no llega a constituirse en una alternativa teórica y conceptual en la explicación del desarrollo. www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 28 6ETCS Además, empíricamente resulta muy difícil llevar a cabo investigaciones rigurosas que permitan identificar el papel de los distintos contextos o sistemas en la evolución de la conducta, así como la interacción del individuo con esos sistemas. Aunque se ha convertido en una forma de pensar para muchos investigadores, la realidad es que sus estudios a menudo se limitan a comparaciones muy globales que terminan aportando poca novedad a nuestro conocimiento del desarrollo. d. Enfoques cognitivos (Procesamiento de la información). El procesamiento de la información, el conexionismo, los llamados enfoques de dominio o los modulares, difieren más de lo que se asemejan y, sin embargo, suelen incluirse dentro del enfoque cognitivo. Lo que los une es el objetivo de estudiar la cognición o los procesos mentales, en un sentido amplio (percepción, memoria, lenguaje, razonamiento, etc.), pero difieren profundamente en el modo en que los explican. Algo semejante ocurre con el enfoque etológico (estudio comparado del comportamiento animal), en el que conviven explicaciones biológicas reduccionistas de la conducta social humana con teorías genuinamente interaccionistas. La actividad investigadora desde el enfoque del procesamiento de la información se ha aplicado tanto a problemas del desarrollo intelectual (Klahr, 1992, Siegler, 1991) como a la conducta y el conocimiento social. En lo que se refiere a la cuestión del cambio evolutivo, se asume que la mente humana tiene una determinada arquitectura (hardware) que determina cómo se trata la información y que, para la mayoría de los autores, es invariable prácticamente desde los primeros años de vida. Es decir, la diferencia entre niños y adultos no reside en su estructura mental, sino en que los primeros tienen peores estrategias de atención y memoria y un conocimiento menor de la realidad. En otros términos, el niño suele ser “novato” en la mayoría de los asuntos mientras que, en comparación, el adulto suele ser “experto”; de ahí que actúen de manera tan diferente (Chi, Glaser y Farr, 1988; Pozo, 1996). Pero si igualamos su experiencia, no hay nada (ninguna “estructura” diferente) que impida una ejecución igualmente satisfactoria. Otros autores mantienen una perspectiva diferente: la experiencia o eficacia no bastan para explicar las diferencias entre niños y adultos sino que existen, también, cambios ligados a la edad en algunos aspectos de la arquitectura mental. Esta última perspectiva corresponde a algunos autores neopiagetianos que intentan construir un puente entre aspectos de la teoría de Piaget (especialmente, su modelo jerárquico de estadios) y conceptos del procesamiento de la información, con el fin de explicar y predecir no sólo el cambio evolutivo sino también las diferencias entre individuos y en la ejecución de distintas tareas (Case, 1985). e. Conexionismo. Más recientemente, en la década de 1980 surge una nueva analogía, esta vez entre el cerebro y la mente, y con ella un nuevo enfoque conocido como conexionismo (término acuñado por Thorndike) que pretende resolver, mejor que la anterior, el problema del origen de la mente. ¿Cómo surgen los fenómenos intencionales y la conciencia de un sistema físico como el cerebro?, ¿cómo puede el cerebro “construir www.viu.es Grado en Psicología 29 Formación Psicológica Fundamental la mente” a partir de su relación con el medio externo e interno? (Rivière, 1991). A diferencia del enfoque de procesamiento de información, el conexionismo no supone que la mente trabaje con símbolos y reglas sino que la representa como un sistema dinámico de unidades (neuronas) que se conectan formando redes (las unidades activas excitan o inhiben otras unidades, como ocurre en los procesos neuronales). El conexionismo, ha generado una intensa investigación en torno a distintos problemas evolutivos, desde la adquisición del lenguaje hasta la formación de conceptos, aunque todavía sólo se consiguen simular aspectos muy rudimentarios (Elman y cols. 1997). Mediante la simulación en redes neurales de algunos aspectos del funcionamiento mental, consiguen producir cambios que se parecen a un aprendizaje e incluso a un desarrollo. El fundamento es la asociación (la fuerza de conexión entre unidades de la red), pero el resultado ilustra una genuina construcción del conocimiento que, según algunos autores, permite reinterpretar los estadios piagetianos como reestructuraciones globales de las redes conexionistas (García Madruga, 1991, García Madruga y Lacasa, 1997). La crítica más frecuente al conexionismo es que las redes están tan preparadas de antemano para funcionar como lo hacen que, en realidad, tienen poco que ver con el proceso natural de adquisición de conocimiento. f. Enfoques de dominios específicos y enfoques modulares. Paralelamente a los anteriores, surgen otras corrientes que proponen, alternativamente a los enfoques de dominio general, que el desarrollo se produce en dominios diferenciados o “locales”, cada uno con mecanismos propios que guían la adquisición del conocimiento en cada terreno. Esta visión del desarrollo se opone a la idea de capacidades generales de razonamiento aplicables a distintas tareas y contenidos cognitivos, y a la idea de que hay cambios cualitativos que acontecen a la vez en distintos terrenos de la actividad intelectual, progresando en etapas o estadios sucesivos. Los enfoques de dominios, conciben una mente parcelada con posiciones teóricas que fluctúan desde planteamientos innatistas hasta explicaciones constructivistas, pasando por un innatismo débil. www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 30 6ETCS Figura 12. Caracterización del Concepto de Dominio. Pese a todos los avances habidos y a que en los últimos 60 años se ha acumulado una ingente cantidad de datos sobre el desarrollo humano, no ha habido unificación teórica. Hendry y Kloep (2007) señalan que, en la actualidad, los científicos sociales se han distanciado de las teorías de estadios delimitadas por edades hacia aproximaciones más sistemáticas. Entre éstas destacan: el modelo interactivo de micro a macroniveles de desarrollo de Bronfenbrenner (1979); la teoría de Elder (1974, 1999) con el énfasis en el tiempo histórico como el timing de los eventos vitales; los conceptos de plasticidad, multidireccionalidad, multifuncionalidad y no- linealidad de Baltes (1987); la visión de Lerner de proactividad y auto-agencia (1985); y las exploraciones de Valsiner (1997) sobre los cambios evolutivos dinámicos. La disciplina de Psicología del desarrollo, cuenta con numerosas mini-teorías o teorías parciales sobre aspectos particulares del desarrollo o sobre dominios relativamente específicos y, por otro lado, hay una intensa competencia entre enfoques teóricos más generales a la hora de intentar explicar los logros evolutivos del ser humano. www.viu.es Grado en Psicología 31 Formación Psicológica Fundamental Todavía carecemos de un modelo del desarrollo humano que sea asumido por la mayor parte de la comunidad científica. Alcanzar la coherencia y el acuerdo teórico dentro de una disciplina es, en definitiva, el signo más claro de avance científico. www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 32 6ETCS www.viu.es Grado en Psicología 33 Formación Psicológica Fundamental Referencias Bibliográficas ARNETT, JEFFREY JENSEN, "Adolescencia y adultez emergente un enfoque cultural", México Pearson Educación 2008. BERGER K.,THOMPSON R. (2009). Psicología del Desarrollo. Adultez y Vejez. Madrid: Médica Panamericana. BERGER, KATHLEEN STASSEN, "Psicología del desarrollo adultez y vejez", Madrid Medica Panamericana 2000. FELDMAN, ROBERT S., "Desarrollo psicológico a través de la vida", México Pearson Educación 2007. PAPALIA, D. E., OLDS, S. W. Y FELDMAN, R. D. (2010). Desarrollo Humano. 11ª Edición. México: McGraw Hill. SCHAIE, K. WARNER (Klaus Warner) 1928-, "Psicología de la edad adulta y la vejez", Madrid; México Pearson Prentice Hall 2003. TRIADO TUR, CARME / VILLAR POSADA, FELICIANO, "Psicología de la vejez", Madrid Alianza Editorial. www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 34 6ETCS www.viu.es Grado en Psicología 35 Formación Psicológica Fundamental Tema 2 Transiciones, sucesos, crisis y tareas evolutivas Puesto que los individuos somos entidad bio-psico-histórico-socio-moral, habitualmente conscientes y propositivos, creativos, intérpretes de situaciones, que cambian con el tiempo, y que actúan según normas y valores. Los individuos construyen sus situaciones y las dotan de valor. Vamos reconstruyendo una estructura de vida en un momento dado como única trayectoria de vida de cada uno de nosotros. Tomamos decisiones que en caminan la dirección de nuestra vida. Elegimos lo que nos parece lo mejor para nosotros. Elder (1998), haciendo referencia al principio de acentuación explica que las diferentes atribuciones, disposiciones generadas en el pasado, marcaran las formas de reaccionar ante situaciones futuras y además tienden a persistir, de manera que nuestras trayectorias particulares acumularan ventajas y desventajas en función de nuestras experiencias. Dichas experiencias suelen vivirse como transiciones y crisis. Es decir, entendidas como procesos que implican un cambio y que exigen tomas decisiones para afrontarlas. www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 36 6ETCS 2.1. Definición de conceptos en el marco del ciclo vital En el estudio del desarrollo humano a lo largo del ciclo vital, resulta muy complejo abordar el problema del cambio y de la estabilidad. El tránsito de una a otra edad implica la desaparición de lo anterior, que ocurre sobre todo en las edades críticas, aun cuando en estas también se produzcan procesos constructivos y el surgimiento de lo nuevo. El desarrollo psíquico visto desde esta concepción constituye un proceso. La transición a la vida adulta es un proceso complicado en las sociedades avanzadas en los que los individuos tienen que pasar por diversos ritos de transición en la medida en que se socializan (en que aprenden y adoptan las normas, valores, expectativas y roles sociales del grupo). Además de las necesarias herramientas metodológicas, el investigador debe clarificar una serie de conceptos que tratan de captar cómo la discontinuidad y la continuidad se manifiestan en las vidas individuales. Estos constructos han recibido el nombre de conceptos transicionales. Siguiendo las investigaciones realizadas en nuestro país sobre sucesos evolutivos (Serra, y cols 1988, 1989), cambios vitales (Pérez Blasco, 2008), podemos distinguir entre varios conceptos transicionales, que podemos clasificar según su ámbito temporal de influencia. Comenzando por los conceptos de ciclo vital y de curso vital, ambos hacen referencia a la totalidad de los cambios y continuidades en la vida de una persona desde su principio hasta su final. Esos cambios y continuidades serían configurados por el triple sistema de influencias que hemos comentado: normativas de edad, normativas históricas y no normativas (Baltes, Lindenberger y Staundinger, 1998). El ciclo vital entiende la totalidad de los cambios que se producen en cada persona desde el principio de su vida hasta el final de la misma, mientras que el curso vital implica los cambios que se producen en un ser humano desde el principio de su vida hasta el final de la misma (con sus accidentes, su contexto, sus itinerarios alternativos, su supervivencia, etc.). 2.1.1. Sucesos Se entiende por suceso vital los hechos o sucesos que son relevantes en la vida de las personas y que éstas reconocen como importantes para su cambio evolutivo. A lo largo de la vida los seres humanos atraviesan por distintas épocas en las que les ocurren acontecimientos que recuerdan como decisivos. Así la muerte de familiares, las buenas o malas experiencias académicas, los cambios de residencia, etc., son datos importantes para las personas que pueden influir en sus comportamientos posteriores con otras personas o en la forma en que afrontan determinadas situaciones. Son procesos de cambio puntuales, es decir, los conceptos de cambio con una menor amplitud temporal. Es decir, son acontecimientos que actúan como indicadores de la ocurrencia o posible ocurrencia; experiencias que aunque normalmente desembocan en transiciones y crisis y no siempre actúan como señalizadores de estos procesos de cambio. www.viu.es Grado en Psicología 37 Formación Psicológica Fundamental Muchas veces se producen crisis o transiciones porque no ocurre un suceso que se espera. Los sucesos –simplemente- ocurren. Sin embargo NO todos los cambios en la vida son debidos a sucesos concretos. A diferencia de las transiciones, los sucesos son acontecimientos con una fecha determinada (Suceden en un momento puntual del fluir temporal), que aumentan el estrés del sujeto (por ejemplo, una boda, un diagnóstico de cáncer, etc.). Su carácter de acontecimientos vitales supone que implican cambios importantes para la vida del sujeto. Dentro de los sucesos, en función de su normatividad (de si son esperados, si son de acuerdo a la edad de la persona, si siguen una secuencia temporal, o no) distinguimos entre: Sucesos evolutivos, los que ocurren a la mayoría de las personas de una edad o de una generación determinada (como, por ejemplo, jubilarse a los 65 años). Sucesos vitales no normativos, los que no son predecibles porque no ocurren a la mayoría (sea porque se salen de la edad “esperada”, como prejubilarse a los 50 años, o porque no ocurren habitualmente a ninguna edad, como perder a los padres siendo niño). 2.1.2. Transición o periodo transicional Los períodos transicionales, son períodos de varios años de duración en los que se producen cambios en la estructura de vida (por ejemplo, la “adultez emergente” como período entre la adolescencia y las responsabilidades adultas). Podemos, además distinguir procesos de cambio de duración intermedia, es decir, que no son tan amplios como las trayectorias evolutivas, ni tan limitados como los sucesos. Su definición sigue siendo una cuestión debatida abiertamente por parte de los teóricos del ciclo vital. Unos autores las definen por el suceso mismo que las marca, por ejemplo el ser abuelo por primera vez, la llegada de la menopausia, la jubilación de las personas… Otros van a considerar que solamente se puede considerar una transición cuando se producen cambios cualitativos internos en el sujeto que los vive y que afectaran a sus roles y relaciones interpersonales (Pérez Blasco, 2008). Una transición es un periodo de cambio significativo entre dos etapas de estabilidad que exige un importante esfuerzo de adaptación, provocado por la ocurrencia o no ocurrencia de algún suceso, o por la acumulación o persistencia conflictos o insatisfacción, fácilmente observable externamente o no, que afecta a cualquier área de la vida de una persona, que es experimentado idiosincrática y peculiarmente por la persona, y cuyo desenlace sea positivo (mayor madurez, autoconocimiento, satisfacción personal, …) o negativo (depresión, conductas autodestructivas, …) es desconocido a priori. Pérez Blasco, 2008. www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 38 6ETCS Es decir, son procesos de cambio integrados en las trayectorias evolutivas y que llevan un esfuerzo adaptativo del sujeto, en el que pueden emergen nuevas conductas; suprimirse o disminuir. “el movimiento, el cambio y la dirección son los principales rasgos de una transición”. Los cambios en respuesta a una transición pueden adoptar distintas formas: La aparición de nuevas conductas (como, por ejemplo, el cuidado parental al tener el primer hijo). La supresión o disminución de un determinado patrón conductual (siguiendo con el ejemplo, al tener un hijo suele disminuir la frecuencia de interacción con la pareja). La alteración de conductas (en algunos casos, la maternidad puede intensificar sentimientos depresivos). La reconfiguración de conductas (el hecho de ser padres puede llevar a replantearse la definición de otras áreas de la vida). Las transiciones podemos clasificarlas como: Transiciones internas, p.e. visión de uno mismo; Visión filosófica del mundo; alteraciones emocionales, regulación de afecto, etc. Transiciones externas: cambios de roles (por entrada o salida; por redefinición; por cambios en la importancia del rol); reestructuración de competencias personales; reorganización de las relaciones; regulación del afecto. Los cambios que se suelen producir en la etapa adulta: 1. Son debidos a sucesos estresantes que desestructuran y producen cambios. 2. Al llegar a los 40 ocurre algo dentro del individuo que le hace replantearse las cosas de otra manera, una transición que se daría en casi todos los individuos. 3. Hay períodos en la vida adulta especialmente vulnerables, el sujeto está menos preparado para afrontar situaciones. La mediana edad es un período de vulnerabilidad. Para finalizar hemos de referirnos a las microtransiciones, puntos de decisión que comporta la vivencia de una transición. En este sentido, serían como cada uno de los momentos cruciales de una transición que nos llevan, paulatinamente, al cambio de estado (como, por ejemplo, en la transición del matrimonio al divorcio, el desencanto y la frustración inicial, el planteamiento de la posibilidad del divorcio, la separación final, y, finalmente, la tramitación legal del divorcio en los tribunales). El Desarrollo humano abarca todo el ciclo vital, explicado desde las influencias normativas, no normativas e históricas. Es por ello que es importante estudiar las transiciones y los diferentes sucesos que acaecen a lo largo del ciclo vital. www.viu.es Grado en Psicología 39 Formación Psicológica Fundamental Figura 13. Tira cómica de Mafalda. Autor: Quino. 2.1.3. Crisis Hay varios tipos de definición de crisis: a) las que asimilan la crisis con transición evolutiva o incluso con amplios periodos transicionales, y las que distinguen entre transición y crisis, por ejemplo K. Slaikeu desde teoría de intervención en crisis que asocia otros conceptos como duelo y trauma así como sus categorías diagnósticas asociadas. Como enunciaba K. Slaikeu en el año 1988 (Teoría de la Crisis), la crisis se pueden definir como un estado temporal de trastorno y desorganización que se caracteriza por la incapacidad para abordar situaciones particulares utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas, y por el potencial para obtener un resultado radicalmente positivo o negativo (Slaikeu, 1988). Aunque se han equiparado en ocasiones, cada vez más se tiende a reservar el término crisis a versiones extremas de una transición, relativamente dolorosas, tumultuosas o problemáticas (Levinson, 1990). En este sentido, es importante identificar los factores que inciden para que cierta transición se convierta o no en crisis (Pérez-Blasco, 1998; Slaikeu, 1988). Ejemplo Enviudar a los 33, tener un primer hijo a los 47, ser obligado a jubilarse a los 50. Cuando la persona se enfrenta a los desafíos que suponen las nuevas tareas evolutivas a las que tiene que dar respuesta, si no se ve capacitada para afrontar los retos que conlleva una nueva transición, puede que experimente una crisis. ¿De qué depende que una transición se convierta en una crisis? 1. Impacto del suceso desencadenante. 2. Recursos personales: materiales biológicos, psicológicos y preparación anticipatoria. 3. Recursos sociales: apoyo instrumental, emocional y recursos de ayuda e información. www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 40 6ETCS Figura 14. Modelo de Nancy Scholssberg (1995) (4S) para el análisis de las transiciones (Pérez Blasco, 2008). Una transición o crisis evolutiva transcurra o concluya de una manera más o menos saludable depende del balance que se establezca entre las ventajas y desventajas de cuatro tipos de variables: Situación, Self, del apoyo (Support) y las Estrategias empleadas (Strategies). Schlossberg publicó por primera vez sus investigaciones sobre la teoría de la transición en 1981 en la revista Psicología The Counseling. Ella describió su trabajo "como un vehículo para el análisis de la adaptación humana a la transición" (Evans et al. 1995). Figura 15. Modelo de las 4S (adaptado de Pérez Blasco, 2008). www.viu.es Grado en Psicología 41 Formación Psicológica Fundamental En otras palabras, el que una transición o un suceso pueda desencadenar una crisis dependerá básicamente del impacto del hecho o de los hechos desencadenantes (por ejemplo, no sería lo mismo la muerte por enfermedad del padre que por un suicidio), de los recursos personales de que disponga el sujeto (tanto recursos materiales como habilidades cognitivas y sociales, nivel de madurez, etc.), y de los recursos sociales con los que cuente en ese momento de su vida (redes sociales, apoyo social, amigos, etc.). Por otra parte, también puede que la no ocurrencia de un evento esperado y deseado (como ser padres a la edad y en el momento en que todos nuestros amigos tienen hijos), también nos lleva a experimentar unos retos y unos desafíos que conlleven una transición y/o una crisis (Serra, González y Oller, 1989). Figura 16. Relación entre los conceptos Transicionales (Calatayud, 2009). En este sentido, las crisis son constructos con una duración temporal limitada, que pueden derivarse del afrontamiento de las transiciones, pero que, evidentemente, duran menos tiempo que ellas. En otras palabras, sólo en algunos casos las transiciones se convierten en crisis, o aparecen momentos de crisis en el afrontamiento de determinadas transiciones (y, esa crisis, será más intensa y más corta que la transición en cuestión). La diferencia con respecto a la transición se encuentra en la intensidad de la vivencia y en su duración: las crisis suponen un estado de desorganización y desequilibrio mayor y son más breves que las transiciones (Slaikeu, 1988). www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 42 6ETCS "CRISIS DE LA MITAD DE LA VIDA": es un período de ansiedad inusual, reexaminación profunda y transformación repentina que se asocia a la etapa de la adultez intermedia, pero que en realidad tiene más que ver con aspectos históricos, culturales y sociales, que con la edad cronológica. En general es aceptado que las crisis son: experiencias consideradas normales de la vida; de carácter temporal; lo que precipita una crisis es normalmente, un suceso identificable que dependiendo de su naturaleza dará lugar a una crisis del desarrollo (relacionadas con el paso de una etapa a otra del ciclo vital) a una crisis circunstancial (desencadenadas por sucesos impredecibles teniendo efectos de gran impacto); el resultado de una crisis es un cambio que cambiará a mejor o peor nuestra vida; la resolución adecuada de una crisis, aparte de retomar una situación de equilibrio, y poder solucionar conflictos del pasado con las estrategias que nos han permitido resolverlas. 2.1.4. Trayectorias evolutivas Los períodos del ciclo vital, son una serie de constructos que se refieren a amplios períodos temporales del ciclo vital que no coinciden, exactamente, con las divisiones clásicas de niñez, adolescencia o adultez. Dentro de estos períodos del ciclo vital, destacamos el término de trayectorias evolutivas, que pueden definirse como "patrones de cambio estructurado a través del tiempo y que podrían incorporar varias transiciones evolutivas para un individuo dado o grupo de individuos" (Schulenberg, Maggs, y Hurrelmann, 1997). Hay que diferenciarlas de las transiciones circunstanciales de la vida que serían no predecibles ni normativas, y ocurren excepcionalmente (y no a la mayoría de las personas de una edad o de una generación determinada). Como ejemplo, podríamos citar el afrontamiento de una enfermedad como el cáncer. Además, dentro de esta tipología de transiciones, Serra (2000) aportará el término de transición histórica para definir esos procesos de cambio que conllevan un esfuerzo adaptativo a las generaciones que les afectan, como el período de la Guerra Civil española. Tanto las transiciones evolutivas como las transiciones circunstanciales del desarrollo pueden constituir verdaderas discontinuidades en las trayectorias evolutivas, con lo que nos encontraríamos ante una encrucijada en el que habría que elegir entre varias opciones, sin posibilidad de retorno. En estas situaciones, decimos que nos encontramos ante un punto de giro, un punto de desvío en la trayectoria evolutiva vital de las personas, que altera todas las vivencias posteriores. En otras palabras, en algunos momentos, los sujetos son conscientes de que se produce una discontinuidad en su trayectoria evolutiva. En esas situaciones, se percatan de que se www.viu.es Grado en Psicología 43 Formación Psicológica Fundamental produce un cambio conductual. En este sentido, se produce más un cambio interno que un cambio externo, dado que es probable que las personas que se relacionan con el sujeto que experimenta ese punto de giro no se percaten de ello. Como ejemplos, podríamos citar algunas de las transiciones evolutivas típicas de la mediana edad (como los cambios de empleo), u otras transiciones circunstanciales (como el diagnóstico de una enfermedad grave, la pérdida de un ser querido), o sucesos más triviales (como la lectura de un libro, etc.). En esos momentos de encrucijada psicológica, la persona puede reinterpretar sus experiencias pasadas, de manera que se vean afectados presupuestos fundamentales que se habían mantenido durante mucho tiempo. En este sentido, Clausen (1995) ha encontrado cuatro tipos de momentos decisivos: Un cambio o reformulación en el compromiso con roles vitales importantes, con actividades en el rol principal o en la relación con otro significativo. Un cambio importante en relación con la perspectiva sobre la vida. Un cambio en metas vitales centrales. Un cambio en la visión hacia uno mismo. Por tanto, dentro del ciclo vital o curso vital de cada persona, podríamos distinguir varias trayectorias evolutivas que nos ayudarían a comprender la dirección de su cambio individual a través del tiempo (en el sentido de que sería posible observar una tendencia al movimiento en una dirección especificada). Figura 17. Representación esquemática de las posibles trayectorias evolutivas a lo largo de la adolescencia (Compas et al.1995). www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 44 6ETCS 2.1.5. Las tareas del desarrollo (o evolutivas) Se definen como hitos secuenciales que marcan la adquisición de una nueva competencia importante o la incidencia de algún acontecimiento social con consecuencias psicológicas trascendentes. Algunas tareas proceden de la maduración física; otras se relacionan más con las exigencias y expectativas sociales (Lefrançois, 2001). Son tareas prescritas socioculturalmente que deberían realizarse durante períodos de edad específicos a lo largo del ciclo vital (Dittmann-Kohli, 1986; Havighurst, 1951, 1973; Oerter, 1986). Estas tareas, por tanto, dan dirección al desarrollo de la persona, y su afrontamiento puede reunirse en una transición evolutiva. Una manera alternativa de entender el ciclo vital humano, es a partir de la noción de tarea evolutiva, propuesta por Havighurst (1973). Las tareas evolutivas se entienden como retos, objetivos o metas que la sociedad espera que la persona cumpla en determinados intervalos de edad. Su ejecución satisfactoria por una parte aumenta el sentido de competencia y la estima de la persona dentro de su comunidad o grupo de referencia y, por otra, el cumplimiento de una determinada tarea sirve como preparación para a afrontar futuras nuevas tareas. Serían desafíos que surgen en un periodo de la vida del individuo asociado a una prescripción sociocultural. Su resolución exitosa conducirá a la satisfacción y adecuada solución de tareas posteriores. Sin embargo una resolución inadecuada conllevará malestar, desaprobación social y mayor dificultad en la resolución de las siguientes tareas. La maduración biológica, las normas y presiones sociales y las diferentes elecciones y decisiones personales son origen de dichas tareas de desarrollo. Las tareas evolutivas son para Havighurst (1951) las que dan "dirección, fuerza y sustancia al desarrollo de la personalidad". Están prescritas socioculturalmente y deben realizarse durante períodos de edad específicos a lo largo del ciclo vital (Dittmann-Kohli, 1986; Havighurst, 1951; Oerter, 1986). Aunque tareas y transiciones se relacionan y a veces llegan a solaparse (p.ej. elegir un compañero/a como tarea evolutiva versus la transición al matrimonio), Schulenberg (1997) considera que el concepto de transición se aplicaría a los cambios reales producidos y el de tarea a los logros o realizaciones que contribuyen o son resultado de tales cambios. También las diferencia el hecho de que algunas transiciones son procesos de cambio sobre los que hay poco o ningún control, mientras que en las tareas evolutivas es consustancial el control. Featherman, Smith y Peterson (1990) identifican tres componentes en el concepto original de tarea evolutiva: Para poder completar con éxito una determinada tarea la persona tiene que haber alcanzado previamente un cierto nivel de madurez biológica, física y psicológica. Las tareas son impuestas por una sociedad y cultura, secuenciándolas por edades y niveles madurativos. A través de un continuo proceso de socialización, el cumplimiento de las diferentes tareas tiende a convertirse en una aspiración del propio individuo, en sus metas vitales a lo largo de la vida. www.viu.es Grado en Psicología 45 Formación Psicológica Fundamental Havighurst (1973) divide la vida en una serie de periodos y asigna a cada uno de ellos una sucesión de tareas evolutivas. Estas etapas, con sus logros asociados (y en comparación con las de Erikson) podemos observarlas en la tabla siguiente. Edad/Fase de la vida Erikson Havighurst Relaciones más maduras con coetáneos de ambos sexos. Lograr rol social masculino o femenino. Aceptarse físicamente. Identidad vs confusión de roles Alcanzar independencia emocional de los 12-18 años Cualidad: Fidelidad padres. Prepararse para el mundo profesional. Adquirir valores y sistema ético. Desear y llevar a cabo comportamiento. socialmente responsable. Integración en el mundo laboral. Selección de una pareja. Aprender a vivir en pareja. Intimidad vs aislamiento Tener una familia propia. 18-30 años Cualidad: Amor Crianza de los hijos. Responsabilizarse de un hogar. Asumir algunas responsabilidades cívicas. Encontrar un grupo social estable. Favorecer la asunción de responsabilidades y felicidad de los hijos. Lograr una responsabilidad cívica adulta. Alcanzar y mantenerse en unas cotas Generatividad vs estancamiento profesionales satisfactorias. 30-60 años Cualidad: Cuidado Desarrollar actividades de ocio adultas. Relacionarse con la pareja en tanto persona. Aceptar y ajustarse a los cambios fisiológicos de la mediana edad. Adaptarse al envejecimiento de los padres. Adaptarse a una fuerza física y salud en declive. Adaptarse a la jubilación y a una reducción de ingresos. Adaptarse a la muerte de la pareja y Integridad vs desesperanza viudedad. Más de 60 años Cualidad: Sabiduría Establecer una afiliación explícita con el propio grupo. Adoptar y adaptarse a roles sociales de manera flexible. Establecer un hábitat físico de vida satisfactorio. Tabla 2. Distribución de las etapas y asignación de tareas evolutivas a lo largo del ciclo vital. (Zea, 2012). Las tareas evolutivas implicarían una estructuración a priori del ciclo vital que explicaría las semejanzas en el desarrollo evolutivo de las personas que pertenecen a la misma cultura. www.viu.es Psicología del Desarrollo. Edad Adulta y Vejez 46 6ETCS De los conceptos de rol y tarea evolutiva se puede derivar la distinción entre edad cronológica y edad social. Mientras la edad cronológica se refiere a la cantidad de años que la persona ha vivido, la edad social de una persona se correspondería con su posición dentro del entramado de estratos sociales graduados por edad, posición que viene dada por los roles que esa persona desempeña de manera efectiva (Neugarten y Datan, 1973). La existencia de este calendario evolutivo socialmente construido marca una serie de expectativas respecto a la manera de crecer y envejecer de las personas e implica la existencia de intervalos de edad para ejercer roles y tareas (Neugarten, 1968; Hagestad, 1990). www.viu.es