La vida es buena - Johann Wolfgang von Goethe (PDF)
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Johann Wolfgang von Goethe
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This document contains a collection of poems by Johann Wolfgang von Goethe, translated into Spanish. It includes works like "La vida es buena" and explores themes of nature, love, and life across different periods.
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La vastedad, la complejidad y la genialidad de la poesía de Johann Wolfgang Goethe (Frankfurt 1749-Weimar 1832) explican por qué la cultura de su tiempo, y hasta nuestros días, lo consagró como a un semidiós. Figura capital del romanticismo y posteriormente del clasicismo, el pensamiento crítico co...
La vastedad, la complejidad y la genialidad de la poesía de Johann Wolfgang Goethe (Frankfurt 1749-Weimar 1832) explican por qué la cultura de su tiempo, y hasta nuestros días, lo consagró como a un semidiós. Figura capital del romanticismo y posteriormente del clasicismo, el pensamiento crítico contemporáneo está todavía profundamente perplejo ante su obra. Profundidad metafísica a la vez que ligereza en el acento expresivo, siempre Goethe es él mismo: hondo y epidérmico, inteligente y sensual; cerebro y corazón en tangencias paralelas y seguras. Es decir, un genio. www.lectulandia.com - Página 2 Johann Wolfgang von Goethe La vida es buena (Cien poemas) ePub r1.3 Blok 03.10.14 www.lectulandia.com - Página 3 Johann Wolfgang von Goethe, 1831 Traducción: José Luis Reina Palazón Selección: Siegfried Unseld Editor digital: Blok ePub base r1.1 www.lectulandia.com - Página 4 DEDICATORIA Vino la mañana, sus pasos temía el suave sueño que dulce me rodeaba y desperté, de mi cabaña tranquila fui montaña arriba nueva el alma; A cada paso dábame alegría la nueva flor que con gotas colgaba; el nuevo día se alzaba con encanto y todo me reanimaba reanimado. Cuando subí, se alzó de los prados del río en bandas suave hacia arriba una niebla. Se retiró cambiando y a rodearme vino, creció volando sobre mi cabeza: un turbio velo me cubría aquel sitio, ya no podía gozar de la vista tan bella; pronto me vi de nubes como inundado y conmigo mismo en lo oscuro encerrado. De pronto pareció que el sol traspasaba, se hizo ver en la niebla una claridad. O bien se hundía suave mientras bajaba; o se partía al subir por monte y matorral. ¡Cómo el primer saludo hacerle esperaba! La esperaba aún más bella tras la oscuridad. La aérea lucha no tenía aún su término, me rodeó un esplendor y quedé ciego. Pronto hizo que mis ojos despegara un impulso interior del corazón decidido, sólo podía osarlo con rápida mirada, pues todo parecía arder encandecido. Allí en vilo con las nubes transportada una mujer divina ante mis ojos vino. Nunca imagen más bella vi en mi vida me miró y en vilo quedóse sostenida. www.lectulandia.com - Página 5 ¿No me conoces? Dijo una voz dejando un timbre del mayor amor y de fidelidad: ¿Me reconoces? La que el puro bálsamo en alguna herida de la vida vínote a echar. Bien me conoces, soy a quien tu afanado corazón en eterna alianza vínose a atar. ¿No te vi con ardientes lágrimas del corazón ya de muchacho anhelarme con pasión? Sí, grité, mientras dichoso me inclinaba hacia la tierra, te he sentido tanto; me diste paz, cuando la pasión agitaba por los jóvenes miembros sin descanso, tú me has como con celestiales alas en el día de ardor la frente refrescado. Tú me diste los dones mejores de la tierra y cada dicha sólo por ti quiero tenerla. No te nombro. Bien que por muchos te oigo a menudo llamada, y cada uno te dice suya, que a ti se dirige créese cada ojo, casi a cada ojo tu rayo es tortura. Como te conozco estoy casi solo, antes tuve muchos amigos de aventura. Sólo conmigo he de gozar de mi dicha ocultar y encerrar tu luz propicia. Sonrió, habló: ¡Ves, qué cuerdo entonces, necesario, fue sólo un poco descubriros! Apenas estás seguro del engaño más pobre, apenas eres señor de infantiles albedríos, y ya te crees lo bastante superhombre, dejas del hombre el deber incumplido. ¿Cuán diferente eres tú de los demás? Conócete, vive con el mundo en paz. ¿Perdóname, grité, no lo hice adrede, debo sin más dejar los ojos abiertos? Vive en mi sangre un albedrío alegre, el valor de tus dones bien lo aprecio. www.lectulandia.com - Página 6 En mí el noble bien para otros crece, ni puedo ni quiero esconder el talento. ¿Por qué el camino fue tan añorado, si no debo enseñarlo a los hermanos? Y cuando hablé me miró la alta criatura con una indulgente mirada compasiva, estaba en sus ojos toda mi lectura, lo que mal hecho y lo que bien había. Ella sonrió y ya sentí mi ventura, mi espíritu se alzó a nuevas alegrías: Pude ahora con íntima confianza acercarme a ella y de cerca mirarla. Entonces estiró la mano en las bandas de nubes ligeras y de vapor cercano, cuando lo cogía prender se dejaba, se dejó tirar, la niebla ya fue en vano. Por el valle entonces paseó mi mirada, hacia el cielo miré sublime y soleado. Sólo a ella vi, un puro velo sosteniendo, la envolvía, miles de pliegues haciendo. ¡Yo te conozco, conozco tus defectos, sé lo que en ti de bueno vive y arde! Así dijo, oigo su hablar eterno, recibe lo que ha tiempo te guardase; quien toma este regalo con ánimo sereno, a ese dichoso, nada puede faltarle. De vapor de mañana tejido y de luz solar, el velo de la poesía de manos de la verdad. ¡Y si tú y tus amigos al mediodía sentís el bochorno, lanzadlo al aire! Enseguida susurra el fresco de la brisa olor a especias y flores y aroma os trae, calla del sentimiento terrenal la angustia, un lecho de nubes la tumba se hace. Toda ola de vida deviene calmada, el día se vuelve suave y la noche clara. www.lectulandia.com - Página 7 ¡Venid pues, amigos, si en vuestros caminos la carga de la vida más y más os dobla, o si vuestro camino con flores guarnecido un renovado bien de frutos de oro adorna, hacia el próximo día avanzamos unidos! Así vivimos, fortuna pisa nuestra hora y además si los nietos nos añoran con dolor debe para su gusto perdurar nuestro amor. 1784 www.lectulandia.com - Página 8 A LA LUNA ¡Hermana de la luz primera, imagen de ternura en duelo! Niebla de argénteo aguacero en tu linda cara vuela. Despierta tu pie suave de cuevas de día cerradas tristes almas retiradas, a mí y a nocturnas aves. ¡Curioso tu mirar divisa un horizonte lejano! ¡Elévame a mí a tu lado da a la ilusión esta dicha! Y en la placentera calma, vea el astuto caballero tras el enrejado vítreo, las noches de su muchacha. Do mora el placer penumbra baña sus redondos miembros. Ebria mirada desciendo. ¿Qué se le oculta la luna? ¡Pero qué deseos son estos! Gozar en ansia infinita, estar colgado allí arriba: Ay, codicias hasta estar ciego. 1769 www.lectulandia.com - Página 9 CON UNA CINTA PINTADA Me esparcen, mano ligera, florecillas y hojitas, dioses de la primavera juegan en airosa cinta. Céfiro, tómala en tus alas, ponía en su mejor vestido; Y ante el espejo se para ella en su contento vivo. Se ve rodeada de rosas y como una rosa joven. Tu mirada, vida hermosa, y recompensado estoy. ¡Amor al corazón aúne, si me das tu mano ahora ya la cinta que nos une no es débil cinta de rosas! 1770 www.lectulandia.com - Página 10 SI YO TE QUIERO NO LO SÉ: si una vez te veo la cara, si te miro los ojos una vez, en mi corazón la pena se aclara; ¡Dios sabe mi bien! Si yo te quiero no lo sé. 1770/71 www.lectulandia.com - Página 11 FIESTA DE MAYO ¡La naturaleza reluce tanto! ¡Cómo brilla el sol! ¡Cómo ríe el campo! Salen las flores en cada rama y voces miles de la enramada, de cada pecho placer y alegría. ¡Oh tierra, oh sol, Oh gozo, oh dicha! Oh amor, oh amor, tan bello y áureo, tal nube matinal allá en lo alto; bendices glorioso el surco fresco, en olor de flores el mundo entero. ¡Cómo te quiero, oh niña, niña! ¡Cómo me quieres! ¡Tus ojos brillan! ¡Ama la alondra el aire que canta y el olor del cielo las flores del alba, como te amo con sangre ardiente, www.lectulandia.com - Página 12 tú me haces joven alegre y valiente para nuevos versos y nuevas danzas! ¡Sé feliz siempre como me amas! 1770/71 www.lectulandia.com - Página 13 UNA GRIS MAÑANA YERTA Cubre mi campo de amor, bien oculto en la niebla yace el mundo en mi redor. Oh, mi Federica amada, si a ti pudiera tornar, en una de tus miradas hay sol y felicidad. El árbol en cuya corteza mi nombre y el tuyo están el frío viento lo arquea, que todo placer se irá. El verde brillo del prado triste está como mi cara, no ven nunca el sol amado ni yo a Federica amada. Pronto iré yo a la viña y vendimiaré el racimo. En redor es todo vida, ya brota el nuevo vino, pero en la fronda muda, ay, pienso si estuviese aquí le ofrecería esta uva. ¿Qué me daría ella a mí? 1771 www.lectulandia.com - Página 14 RECIBIMIENTO Y DESPEDIDA ¡Me latía el corazón; rápido al caballo, indómito, como un héroe a la batalla! La tarde mecía ya la tierra en sus brazos y la noche colgaba ya de las montañas; allí el roble en vestido de niebla, como un elevado gigante, ya estaba donde desde el matorral la tiniebla con cientos de ojos negros miraba. La luna desde su colina de nubes, mostró entre la bruma su lamento; los vientos batieron alas querubes, sonaron en mi oído truculentos; la noche creó miles de monstruos pero múltiple fue entonces mi valor, un fuego que devora era mi espíritu, todo mi corazón se deshizo en calor. Te vi y entonces la suave alegría fluyó de la dulce mirada hacia mí. Todo mi corazón a tu lado latía y cada respiro mío era para ti. Un tiempo primaveral color de rosa en aquella preciosa cara había, ¡también ternura para mí, oh dioses! Y lo esperaba, pero no lo merecía. ¡El adiós, qué opresión, qué triste peso! A través de tus ojos habló tu corazón. ¡Cuánto amor había en aquellos besos tuyos, oh qué delicia, oh, qué dolor! Te fuiste, me quedé, la tierra mirando, volví a mirarte con más húmedo mirar; y sin embargo qué gran dicha ser amado y amar, mis dioses, qué gran felicidad. www.lectulandia.com - Página 15 1771 www.lectulandia.com - Página 16 EL CANTO DE MAHOMA ¡Mirad el manantial en la piedra, claro de alegría, como una visión de estrellas! Sobre nubes, su juventud nutrieron buenos espíritus, entre peñas en el monte. En juventud primera danza de la nube hacia las rocas de mármol, su júbilo vuelve al cielo. Por las sendas de las cumbres busca guijas de color, con pronto paso de guía arrastra consigo mismo sus manantiales hermanos. Abajo en el valle crecen bajo su huella las flores y el prado vive de su aliento. Pero ni sombra de valle le detiene, ni flores que su rodilla rodean con ojos de amor guiñando, a la llanura su paso apremia serpenteando. Arroyos se acercan expansivos. Ahora entra en la llanura argénteo-luciente y la llanura reluce con él y los ríos de la llanura www.lectulandia.com - Página 17 y los arroyos de la sierra le dan gritos de júbilo: ¡hermano! Hermano, llévate a los hermanos contigo hasta el viejo padre, hasta el eterno océano que con brazos bien abiertos los nuestros espera, que se abren, ay, en vano los suyos anhelantes a prender. ¡Pues nos devora en seco desierto ávida arena, el sol arriba sume nuestra sangre, un alcor nos impide ir el lago! ¡Hermano! Llévate a los hermanos de la llanura, llévate a los hermanos de la sierra contigo hacia tu padre. ¡Venid todos! Y ahora crece magnífico, toda una estirpe eleva al príncipe y en resonantes triunfos da a países nombres, surgen ciudades bajo su pie. Imparable sigue susurrante, deja las flameantes torres, casas de mármol, creación de su plenitud tras él. Casas de cedro lleva Atlas sobre los hombros gigantes, veloz sobre su cabeza vuelan mil velas al cielo, su poder y majestad. Y así lleva a sus hermanos, www.lectulandia.com - Página 18 sus tesoros y sus hijos al creador que le espera, jubiloso el corazón. 1772/73 www.lectulandia.com - Página 19 ROSA DEL PRADO Vio un joven una rosita, rosita en el prado, era tan joven y linda, corrió a mirarla cerquita, la vio todo encantado, rosita, rosita roja, rosita del prado. El joven dijo —¡te quiero, rosita del prado! La rosa dijo: te hiero, y pensarás en mí luego y no quiero soportarlo. Rosita, rosita roja, rosita del prado. Y el joven bruto quebró la rosita del prado; la rosa en defensa hirió, ay ni dolor la ayudó, tuvo que soportarlo. Rosita, rosita roja, rosita del prado. 1773 www.lectulandia.com - Página 20 A CRONOS EL COCHERO En el coche de correos el 10 de Octubre de 1774 ¡Apresúrate Cronos, adelante el rechinante trote! Hacia abajo va el camino; fatigoso mareo me deja en la frente tu ir lento. Vivo, ese atropellado trote sobre baches y piedras, rápido, entra en la vida. ¿Pero, otra vez? Ese paso acezante, fatigoso, monte arriba. ¡Arriba, pues! ¡No aflojes, pues! ¡Hacia una meta, esperando! ¡Amplia y alta la vista magnífica alrededor entrando en la vida! De monte en monte se cierne el espíritu vida eterna presintiendo. Al lado la sombra del alero te atrae y la mirada que promete frescura, en el umbral, de aquella muchacha. Refréscate —también para mí, muchacha, esa bebida espumosa y la mirada de salud amable. ¡Ahora, más fresco, abajo! ¡Mira, el sol se pone! ¡Antes que se ponga, antes que me alcance la vejez www.lectulandia.com - Página 21 en olor de niebla del pantano, mandíbulas sin dientes tiemblen y la osamenta flaquee! Ebrio del último rayo arrebátame, un mar de fuego en mi ojo espumoso, a mí cegado, tambaleante, a la puerta nocturna del infierno. Suena cochero tu cuerno, matraquea el trote sonoro, que oiga el Orco: llega un príncipe, allá abajo de sus sedes se alcen los poderosos. 1774 www.lectulandia.com - Página 22 PROMETEO ¡Cubre tu cielo Zeus con bruma de nubes y como un jovenzuelo que cardos decapita ejercítate en robles y altas montañas! Tienes que dejarme mi tierra sin embargo y mi choza que tú no has hecho y mi hogar cuyo fuego me envidias. No conozco nada más pobre bajo el sol que vosotros, dioses. Alimentais parcamente de ofrendas y aliento de oraciones vuestra majestad y viviríais en la miseria si no fueran niños y mendigos locos llenos de esperanza. Cuando era un niño no sabía nada de nada, dirigía mi ojo extraviado al sol, como si allí hubiera un oído para oír mi queja, un corazón como el mío que de mi apuro se compadeciera. ¿Quién me ayudó contra la arrogancia de los titanes, quien me salvó de la esclavitud de la muerte? www.lectulandia.com - Página 23 No lo has logrado todo tú, santo corazón ardiente y ardías joven y bien, engañado, gracia de salvación para el durmiente allí arriba. ¿Honrarte? ¿Por qué? ¿Has paliado los dolores alguna vez del agravado, has aplacado las lágrimas alguna vez del angustiado? ¿No me ha forjado hombre el poderoso tiempo y el eterno destino, mis señores y los tuyos? Te figuras acaso que debía odiar la vida, huir al desierto, porque no todos los sueños floridos de las mañanas de la infancia maduraron. ¡Aquí estoy sentado, forma hombres a mi semejanza, una estirpe que a mí sea igual en sufrir, llorar, gozar y alegrarse y en no respetarte como yo! 1774 www.lectulandia.com - Página 24 EL REY EN THULE Había un rey en Thule que hasta la tumba amó, su amada al ver que muere un vaso de oro le dio. No lo olvidaba jamás, lo apuraba en cada orgía; sus ojos se iban detrás cada vez que de él bebía. Y cuando vino a morir contó las villas del reino, su herencia vino a partir, el vaso retuvo empero. En el banquete real, los caballeros vecinos, en la alta sala ancestral, en el castillo marino, allí el viejo bebedor del postrer fuego de vida el vaso santo arrojó a la onda estremecida. Lo vio caerse, beber y hundirse al fondo del mar. Cayeron los parpados de él, no bebió una gota más. 1774 www.lectulandia.com - Página 25 GANIMEDES ¡Cómo en la aurora alrededor me encandeces, Primavera, amor! ¡Con múltiple delicia de amor en mi corazón penetra de tu eterno calor el santo sentimiento, infinita belleza! ¡Que yo te quiero coger de este brazo! ¡Ah en tu pecho yazco, débil, y tus flores, tu hierba, penetran en mi corazón, tú refrescas la ardiente sed de mi pecho, dulce viento matinal! Dentro me llama amando el ruiseñor desde el valle de niebla. ¡Ya voy! ¡Ya voy! ¿Adónde? ¿Ah, adónde? ¡Hacia arriba, hacia arriba se ansía! En vilo se mueven las nubes hacia abajo, las nubes se inclinan hacia el amor anhelante. ¡Hacia mí! ¡Hacia mí en vuestro seno hacia arriba! ¡Prendido, prendido! ¡Hacia arriba, junto a tu pecho, padre que todo lo amas! www.lectulandia.com - Página 26 1774 www.lectulandia.com - Página 27 A BELINDA Por qué me atraes irresistible, ay, a ese esplendor, no era yo feliz, joven apacible, en la noche sin color. En secreto en mi cuarto encerrado a la luna yacía, todo entero de su luz bañado me adormecía. Soñaba con largas horas doradas de placer bien puro, sentía tu cara enamorada del pecho en lo oscuro. Soy aún el que entre tantas luces atas a la mesa de juego, con frecuencia a confrontar conduces esos rostros sin sosiego. Más linda me es la flor de primavera en el campo no tanto. Ángel, amor y bondad tú eres entera, naturaleza es tu encanto. 1774/75 www.lectulandia.com - Página 28 NUEVO AMOR NUEVA VIDA Corazón, corazón ¿qué es esta huida? ¿Qué te apremia tanto? ¡Qué extraña nueva vida! ¡No te conozco entretanto! Se fue lo que querías, todo lo que te entristecía, tu diligencia, tu calma, ay, cómo cambiaste el alma. ¿La juventud en flor te encadena? ¿Esa figura bonita, su mirada fiel y buena, con fuerza infinita? De ella me quiero retirar, prevenirme y escapar; aunque me lleva al instante mi camino a ella adelante. Y en el maravilloso hilo, que no se deja romper, me tiene atado en vilo ella contra mi querer. Que vivir tengo a su grado en su círculo encantado. Qué grande es el cambio, amor, amor, déjame libre, amor. 1775 www.lectulandia.com - Página 29 EN EL LAGO Por mi cordón umbilical sustancia del mundo prendo. Natura en su majestad me sostiene en su pecho. La onda mece nuestra barca al compás del remo avanzando. Montes y nubes se encantan, a nuestro rumbo alternando. Ojos, mis ojos ¿cerrados os veo? ¿Sueños de oro, volvéis de nuevo? ¡Sueño, aunque de oro seas, aquí hay amor y vida, fuera! Sobre la onda parpadean miles de estrellas tan altas, beben amor y niebla las lejanías elevadas. Viento matinal revuela la bahía en sombra y en el lago se refleja la fruta seronda. 1775 www.lectulandia.com - Página 30 CANCIÓN DE NOCHE DEL CAMINANTE Tú que del cielo eres, alegría y dolor sosiegas y al que doble miseria tuviere con doble recreo compensas. ¡Ah, cansado estoy de actuar, para qué pena y placer! Dulce paz, ven a mi pecho, ven. En la falda del Ettersberg el 12 de Febrero de 1976 www.lectulandia.com - Página 31 ¿POR QUÉ NOS DISTE LAS PROFUNDAS MIRADAS, nuestro futuro contemplar recriminando, nuestro amor, sin confianza bienaventurada nuestra felicidad terrena imaginando? ¿Por qué nos diste, destino, sentimientos para vernos mutuamente en el corazón, y por todos los más extraños movimientos poder espiar nuestra verdadera relación? Ah, tantos miles de hombres viviendo insensibles que apenas conocen su propio corazón, por doquier a la deriva a un imprevisible dolor desesperados corren sin ilusión. De alegrías pasajeras jubilosos, si llega esa aurora inesperada. Sólo a nosotros dos, pobres amorosos, nos está la mutua dicha rehusada de amarnos sin entendernos, ver en el otro lo que él nunca fue, siempre de nuevo perseguir un feliz sueño y en peligro de sueño vacilar también. ¡Feliz a quien ocupa un sueño vacío! ¡Feliz a quien la venganza le fue vana! Cada presente y cada mirada da brío, ay, al sueño y la venganza que aún nos gana. ¿Di, qué vendrá a depararnos el destino? ¿Di, cómo nos unió tan cerca y puramente? Ah, tú fuiste en viejos tiempos de otro sino mi hermana o mi mujer seguramente. www.lectulandia.com - Página 32 Tú conocías cada rasgo de mi ser espiabas cómo suena el nervio más vital, con una mirada sola me podías leer, al que tan difícil penetra un ojo mortal. Goteabas templanza en la flor ardiente, enderezaste el salvaje correr extraviado y en tus brazos de ángel nuevamente se reponía el pecho destrozado. Tal fino encanto a él quedaste unida y lo ilusionaste más de un sólo día. Qué gozo igualó a la hora transida, en que él agradecido a tus pies yacía. Su corazón junto a tu corazón hincharse sentía y ante tus ojos complaciente, todos los sentidos suyos aclararse y apaciguar su sangre hirviente. Y de todo aquello se cierne un recuerdo sólo aún sobre el inseguro corazón, la eterna verdad siente siempre dentro, y el nuevo estado se le vuelve dolor. Parece que el alma a medias nos sustenta, tal crepúsculo nos circunda el día más claro. Felices que el destino que nos atormenta no nos puede cambiar sin embargo. 1776 www.lectulandia.com - Página 33 AMOR SIN CALMA Contra lluvia leve, contra viento y nieve. En vapor de abismo, por nimbos de niebla, continuo, continuo, sin calma, no cesa. Prefiero penando pasarla sufrida, que soportar tantos placeres de vida. Todo inclinarse de dos corazones cómo es crearse propias aflicciones. ¿Cómo escapar? ¿El bosque buscar? ¡Inútil partida! ¡Corona de vida, dicha en inquietud, amor, eres tú! 1776 www.lectulandia.com - Página 34 CONSIDERACIÓN ¿Ah, qué debe el hombre anhelar? ¿Es mejor quedarse quieto? ¿Sostenerse bien sujeto? ¿Mejor dejarse llevar? ¿Poner en casa fianza? ¿O bajo carpa su suerte? ¿Poner en rocas confianza? Tiemblan las rocas más fuertes. No a todos la misma regla. Vea cada cual lo que haga, cada cual dónde se arregla, y el que se tenga, no caiga. 1776-77 www.lectulandia.com - Página 35 A LA LUNA Llenas de nuevo el lindo valle de brillo de niebla, silente, liberar de nuevo sabes mi alma entera. Sobre mi campo esparces, tal el ojo querido, tu sedante mirada suave sobre mi destino, que conoces bien agitado. Al corazón en llamas lo tenéis junto al río encantado como un fantasma, cuando en la noche invernal de muerte se crece y en el esplendor primaveral los capullos mece. Bendita quien se aparta del mundo y no odia, tiene un hombre junto al pecho suyo y con él goza lo que, ignorado o en desprecio de los hombres, por el laberinto del pecho pasa en la noche. 1777 www.lectulandia.com - Página 36 VIAJE DE INVIERNO AL HARZ Semejante al buitre que entre pesadas nubes matinales con suave vuelo en calma busca la presa se cierne mi canto. Pues un Dios ha designado a cada uno su trayecto, que el afortunado pronto hacia la feliz meta recorre: al que sin embargo la desgracia el corazón oprimió, en vano se obstina contra las barreras del férreo hilo que la sin duda amarga tijera sólo libera una vez. En la estremecedora espesura se abre paso la salvaje bestia, y con los gorriones ha tiempo se han hundido los ricos en su ciénaga. Fácil es seguir el carro que guía Fortuna, como el pausado séquito por caminos bien hechos tras el príncipe triunfal. ¿Pero quién está al margen? En el monte se pierde su sendero, tras él se aúnan las matas, la hierba vuelve a crecer, la soledumbre lo traga. www.lectulandia.com - Página 37 ¿Pero quién cura los dolores de a quien el bálsamo le era veneno? ¡Quien odio humano bebía de la plenitud del amor! Primero despreciado, ahora desprecia, consume en secreto su propia valía en insatisfecho egoísmo. ¡Si hay en tu salterio, padre del amor, una nota sensible a su oído, recrea su corazón! Abre la adusta mirada sobre las miles fuentes junto al que tiene sed en el desierto. Tú que creas tanta alegría, a cada uno en abundante medida, bendice a los hermanos de la caza que siguen el rastro del venado, con loca petulancia juvenil alegre pasión de muerte, vengadora tardía de la iniquidad que ya hace años en vano con estacas defiende el campesino. ¡Pero al solitario envuelve en tu nube de oro! ¡Rodea con hierbadoncella, hasta que la rosa se alce de nuevo, los húmedos cabellos, oh amor, de tu poeta! Con la antorcha en crepúsculo lo iluminas por los vados en la noche, por caminos sin firme, por soledumbres; www.lectulandia.com - Página 38 con la mañana de mil colores le ríes en el corazón; con la cetrería de la tormenta lo llevas hacia lo alto; ríos invernales se precipitan de rocas en sus salmos y altar del más tierno agradecimiento es para él de la cumbre temida la cima cubierta de nieve, que con coros de espíritus coronaron antepasados pueblos. Tú te alzas con el pecho inexplorado, misterioso y evidente sobre el mundo asombrado y miras desde las nubes sus reinos y el esplendor que de las venas de tus hermanos junto a ti riegas. 1777 www.lectulandia.com - Página 39 COBARDE PENSAR, medroso dudar, débil desaliento, miedoso lamento desgracia no agracia, ni a ti te libera. Ante todo poder la defensa tener, nunca doblegarte y fuerte mostrarte los brazos de dioses convoca a tu vera. 1777 www.lectulandia.com - Página 40 CANTO DE LOS ESPÍRITUS SOBRE LAS AGUAS El alma del hombre se asemeja al agua: viene del cielo, al cielo sube y de nuevo tiene que volver a la tierra eternamente cambiando. Salta de la alta roca escarpada el chorro puro, se vaporiza suave en ondas nubosas hacia la roca lisa, y fácilmente recibido bulle celando, susurrando hacia los fondos. Destácanse peñas hacia el precipicio, espumea despechado escalonadamente hasta el abismo. En lecho llano se arrastra hacia el valle verde, y en el liso lago apacientan sus rostros las estrellas. El viento es de la onda encantador galán; el viento mezcla a fondo espumosas olas. ¡Alma del hombre, www.lectulandia.com - Página 41 cómo te asemejas al agua! ¡Destino del hombre, cómo te asemejas al viento! 1779 www.lectulandia.com - Página 42 EL PESCADOR Sonaba el agua, se alzaba el agua, sentado al borde un pescador, miró el anzuelo con calma, frío hasta en el corazón. Y mientras sentado escucha se hiende la onda alzada, del agua al surgir susurra una mujer mojada. Cantábale y así le hablaba: ¿por qué atraes a mis crías con astucia y maña humanas al calor de muerte arriba? Si al pececillo vieses tan feliz en el fondo, bajarías como tú eres y te curarías todo. ¿No se refresca el sol y la luna en el mar? ¿Las olas que respiró no hacen más bella su faz? ¿No te atrae el cielo profundo, el húmedo azul esclarecido? ¿No te atrae el rostro tuyo aquí en eterno rocío? Sonaba el agua, se alzaba el agua, le enredó el pie desnudo, su corazón crecióle en la añoranza, tal de la amada el saludo. Le habló, le cantó, entonces quedó perdido, medio le atrajo, medio él se hundió y nunca más se le ha visto. www.lectulandia.com - Página 43 1779 www.lectulandia.com - Página 44 SOBRE TODAS LAS CUMBRES quietud, en todas las cimas sientes tú un aliento apenas; los pajarillos en el bosque callan. ¡Espera sólo, espera! Pronto tú también descansas. 1780 www.lectulandia.com - Página 45 LÍMITES DE LA HUMANIDAD Cuando el antiguo padre santo, con mano serena, de nubes rodantes benditos rayos siembra en la tierra, beso yo el último fleco al vestido, miedo de niño fiel en el pecho. Pues con Dioses no ha de medirse hombre ninguno. Si se alza hacia arriba con el cráneo las estrellas no hay donde agarren los inseguros pies, y juegan con él nubes y vientos. Si está con fuertes, seguros huesos, en la bien fundada, constante tierra; no alcanza él ni con el roble ni con la cepa a compararse. ¿Qué diferencia Dioses de hombres? Que muchas olas ante ellos fluyen, un flujo eterno: www.lectulandia.com - Página 46 pero a nosotros nos alza la ola, nos traga la ola y nos hundimos. Un anillito nos limita la vida, y muchas estirpes se enlazan constante en la de su existencia cadena infinita. 1781 www.lectulandia.com - Página 47 EL REY DE LOS ELFOS ¿Quién cabalga por la noche y el viento? Es el padre con su niño junto al pecho; Él lleva al chico, lo lleva en sus brazos, Lo lleva seguro, lo mantiene abrigado. ¿Hijo mío por qué escondes tu cara con miedo? ¿Acaso no ves, padre, al rey de los elfos? ¿Al rey de los elfos con cola y corona? Hijo mío es sólo una niebla que asoma. «Ah, niño querido, ven, vente conmigo; Muy bonitos juegos juego yo contigo, Flores de colores hay en la playa al lado. Mi madre tiene algunos vestidos dorados.» ¿Padre mío, padre mío, acaso no has oído lo que rey de los elfos me promete bajito? Estáte quieto, niño, quédate quieto; en las hojas secas susurra el viento «¿Quieres venir conmigo, lindo muchacho? Mis hijas deben ya estarte esperando. Mis hijas abren las nocturnas danzas y te mecen y te bailan y te cantan». ¿Padre mío, padre mío, no ves a las hijas del rey de los elfos en la vera sombría? Hijo mío, hijo mío, veo lo que me dices; los viejos sauces parecen tan grises. «¡Te quiero, me atrae tu figura bella y si no eres dócil usaré violencia!». ¡Padre mío, padre mío, me llega a agarrar! ¡El rey de los elfos me ha causado un mal! El padre se aterra, cabalga corriendo, sostiene en los brazos al niño gimiendo, www.lectulandia.com - Página 48 Con pena y esfuerzo alcanza el cortijo; En sus brazos ya está muerto el niño. 1782 www.lectulandia.com - Página 49 LO DIVINO ¡Noble sea el hombre compasivo y bueno! Pues esto sólo lo diferencia de todos los seres que conocemos. ¡Salve a los desconocidos superiores seres que presentimos! Su ejemplo nos enseña a creer en ellos. Pues insensible es la naturaleza: Brilla el sol sobre malo y bueno, y al criminal le brillan como al mejor la luna y las estrellas. Viento y lluvias, trueno y granizo rompen su camino, y sobrecogen, veloz pasando, a uno tras otro. Así la dicha toca entre el gentío, prende del niño la pureza en rizos, o también el calvo cráneo culpable. Según eternas, éneas, grandes leyes, www.lectulandia.com - Página 50 tenemos todos que completar los círculos de nuestra vida. Sólo el hombre puede lo imposible: él diferencia, elige y juzga; puede al instante dar permanencia. Él sólo puede honrar el bien, castigar el mal; curar y salvar lo extraviado, y lo disperso útil unir. Y honramos a los inmortales tal como a hombres, tal en grande hicieran lo que el mejor hace en pequeño o bien quisiera. ¡El hombre noble nos sea un modelo de aquellos seres que presentimos! 1783 (o antes) www.lectulandia.com - Página 51 NO ME HAGAS HABLAR, HAZME CALLAR, pues mi secreto es mi deber; todo mi interior te quiero mostrar, sólo que el destino no lo quiere hacer. A su tiempo el curso del sol derroca la noche oscura que aclararse tiene; también abre su pecho la dura roca, ocultas fuentes a la tierra no retiene. Cada uno busca calma en el brazo amigo, ahí puede el pecho explayar su lamento, mas sólo un dios podría abrir conmigo los labios que cerróme un juramento. 1782 www.lectulandia.com - Página 52 ¡QUIEN SU PAN SIN LÁGRIMAS COMIÓ, quien las noches de desconsuelo, nunca en su cama sentado lloró, ése no os conoce poderes del cielo! Hacia dentro de la vida nos lleváis, dejáis al pobre que su culpa haga y a la pena después lo entregáis, pues en la tierra toda culpa paga. 1782 www.lectulandia.com - Página 53 ¿CONOCES EL PAÍS EN FLOR DE LIMONEROS, donde en oscura fronda naranjas encandecen, del cielo azul sopla un viento ligero, el mirto silente y el alto laurel crecen? ¿De veras lo conoces? ¡Hacia allí! Hacia allí quiero contigo, querido mío, partir. ¿Conoces la casa? Sobre columnas su tejado, el aposento brilla, la sala fulgura, y hay figuras de mármol que me han mirado: ¿qué te han hecho a ti, pobre criatura? ¿De veras la conoces? Quiero contigo, protector mío, partir. ¡Hacia allí! Hacia allí ¿Conoces la montaña y su escala de nubes? El mulo va bufando por su ruta nublada; La vieja camada de dragones cuevas sube; Se precipita la roca y sobre ella la cascada. ¿De veras la conoces? ¡Hacia allí! ¡Hacia allí va nuestro camino! ¡Padre, vamos a partir! 1782/83 www.lectulandia.com - Página 54 ¡SÓLO QUIEN SABE DE ANHELO, sabe lo que a mí me embarga! Sola y de todo contento separada hacia el firmamento vuela mi mirada. Perdí allá a lo lejos quien me sabe y ama; de vértigo ardiendo están mis entrañas. ¡Sólo quien sabe de anhelo, sabe lo que me a mí embarga! 1784 www.lectulandia.com - Página 55 DE ALEGRÍA LLENO y de pena lleno, lleno estar de pensamientos, y temblar en vilo de sufrimientos, la alegría hasta el cielo de muerte turbada, feliz es tan sólo el alma que ama. 1787 www.lectulandia.com - Página 56 PRIMERA ELEGÍA ROMANA Respondedme piedras, oh, hablad, altos palacios. ¡Calles decid una palabra! ¿Genio no te agitas? Sí, todo está animado en tus santos muros, eterna Roma, sólo para mí calla aún todo tan silente. ¡Oh! ¿quién me susurra, en qué ventana veo una vez la linda criatura que me abrasa y anima? ¿No presiento aún los caminos por los que siempre, siempre a ella yendo y viniendo sacrifico el tiempo valioso? Aún contemplo palacios e iglesias, ruinas y columnas, como un hombre pensativo en el viaje se comporta. Pero enseguida se pasa, entonces un único templo el templo de amor, será el que a los iniciados reciba. Un mundo sin duda eres tú, oh Roma, pero sin el amor el mundo no sería mundo y Roma no sería Roma. 1788 www.lectulandia.com - Página 57 CUARTA ELEGÍA ROMANA Piadosos somos los amantes, en secreto adoramos a todos los démones, deseamos a todo Dios, a toda diosa favorable. ¡Y así os igualamos, oh vencedores romanos! A los dioses de todos los pueblos del mundo ofrecéis moradas. Negros y adustos los ha de antiguo granito el egipcio formado o un griego blancos, hermosos. Pero no contraría a los eternos si especial incienso precioso a una de las divinidades esparcimos. Os reconocemos de grado, se mantienen nuestras oraciones, nuestro diario servicio a una especial dedicado. Traviesos, vivaces y serios celebramos fiestas secretas y el silencio conviene a todos los iniciados sin duda. Más bien atraímos a nuestros talones, por hechos horribles, a las Erinías, osamos más bien de Júpiter el severo juicio en ruedas rodantes y rocas sufrir que retirar nuestra alma al hermoso servicio. ¡Esa diosa se llama Ocasión!, conocedla, se os aparece a menudo siempre en nuevo aspecto. De Proteo ser hija desea, engendrada con Tetis, cuya astucia cambiante a más de un héroe engañó. Así engaña ahora la hija al inexperto, al tonto, adormilada constante bromea, alerta pasa volando, de grado sólo se entrega al hombre pronto en acción. Éste dócil la encuentra, jugando y tierna y graciosa. Una vez también a mí vino, una muchacha morena, los cabellos caíanle negros, sobre la frente abundantes. Rodeaban rizos pequeños el delicado cuello, no trenzado el cabello en lo alto se encrespaba. No la desconocí, prendí a la fugaz, cariñosa pronto beso y abrazo dócil me devolvió. ¡Oh cómo fui dichoso!—. Pero silencio, el tiempo pasó y envuelto estoy yo, melenas romanas, por vosotros. 1788 www.lectulandia.com - Página 58 QUINTA ELEGÍA ROMANA Contento me encuentro ahora en clásico suelo entusiasmado, más alto y animado me habla el mundo de antes y el presente. Sigo el consejo, hojeo las obras de los clásicos con mano diligente a diario con nuevo goce. Pero todas las noches Amor me mantiene de otro modo ocupado, si sólo a medias me enseñan, quedo sin embargo doblemente alegre. ¿Y acaso no aprendo, cuando del pecho suave las formas observo, la mano desciende por las caderas? Entonces comprendo yo el mármol, pienso y comparo, veo con ojo sensible, siento con mano visible. Me roba la amada entonces sin duda algunas horas del día, horas de la noche me da en recompensa. Si no se besa constante, razonablemente se conversa, si le viene el sueño, tendido mucho imagino. Ya muchas veces en sus brazos poemas he escrito y el ritmo del hexámetro, bajito, con mano tecleante sobre su espalda he contado, en dulce sueño respira y su aliento me enciende hasta lo hondo del pecho. Amor atiza la lámpara y piensa en los tiempos en que él ha hecho el mismo servicio a sus triunviros. 1788 www.lectulandia.com - Página 59 CERCANÍA DEL AMADO Pienso en ti si irradia del mar el sol luciente; pienso en ti si la luna al rielar pinta en la fuente. Te veo si en el camino a lo lejos el polvo se eleva; en la noche profunda, si en el sendero el caminante tiembla. Te oigo si allí con sordo susurro la ola se alza. En el bosque silente escucho a menudo cuando todo calla. ¡Yo estoy contigo; aunque tan lejano sigas te siento cerca! El sol se pone; pronto las estrellas brillan. ¡Si aquí estuvieras! 1795 www.lectulandia.com - Página 60 MAR EN CALMA Honda calma tiene el agua, inerme descansa el mar, lisa lisura que alarma ve el pescador sin cesar. ¡No hay aire de donde fuere! ¡Terrible calma mortal! Ninguna ola se mueve en la inmensa inmensidad. 1795 www.lectulandia.com - Página 61 FELIZ VIAJE Las nieblas se rasgan, el cielo se aclara, y Eolo desata la cinta fatal. Susurran los vientos, leva el marinero. ¡Ligero, ligero! ¡Se hiende la ola, lo lejano aflora, la tierra veo ya! 1795 www.lectulandia.com - Página 62 NO CANTES EN TONOS TRISTES la soledad de la noche, no, ella es belleza que asiste el convivir de los hombres. Tal la mujer para el hombre fue la más bella mitad, es media vida la noche y la más bella además. ¿Os alegráis del día que sólo alegrías divide? A dispersarnos obliga, para otra cosa no sirve. Mas si en nocturna hora penumbra dulce es la lámpara y cercanas boca y boca broma y amor se derraman. Si el veloz niño travieso, que salvaje, ardiente, vuela, por un regalo pequeño a leves juegos se queda. Si el ruiseñor a los amantes amoroso un canto deja, y lo que es tristeza y cárcel sólo como ah y ay suena; con cordiales sobresaltos www.lectulandia.com - Página 63 no escucháis a la campana que con doce golpes tardos promete segura calma. Por eso en el largo día, alma mía, has de saber: su ajetreo trae cada día y la noche su placer. 1795 www.lectulandia.com - Página 64 EL CAVADOR DE TESOROS Pobre la bolsa, enfermo el corazón, mis largos días tirando pasaba. Pobreza es la mayor desgracia, la riqueza es el bien más grande y así para acabar mi dolor un tesoro fuime a cavar. Mi alma te voy a dar escribí con propia sangre. Y tracé círculo y círculo hice fantásticos fuegos, juntos hierbas y esqueleto: hecho ya el conjuro entonces. Y en el modo aprendido cavé hacia el viejo tesoro en el indicado entorno. Negra y tempestuosa era la noche. Y vi una luz a lo lejos, y tal una estrella venía detrás de lejana lejanía, cuando sonaron las doce. Lo preparado fue huero. Más claro se hizo de pronto por la luz del vaso todo que llevaba un bello joven. Lindos ojos vi brillar bajo corona florida; en la luz celestial de la bebida entró él dentro del círculo. Y amable me hizo probar y pensé no puede ser el joven bello, que el don de luz pone, verdaderamente el maligno. www.lectulandia.com - Página 65 ¡Bebe valor de pura vida! Y entenderás el consejo nada de conjuro viejo de nuevo en este lugar. No caves más sin salida. ¡De día trabajo! ¡De tarde huéspedes! ¡Duras semanas! ¡Fiestas alegres! La palabra futura será. 1787 www.lectulandia.com - Página 66 EL DIOS Y LA BAYADERA Leyenda india Mahadöh, Señor de la tierra, desciende por sexta vez, tal si un semejante fuera sentirá pena y placer. Se aviene a vivir aquí, deja que le pase todo. Al penar o permitir humano ha de ser su ojo. Y si contemplado ha la ciudad tal caminante, los pequeños cuidando, espiando a los grandes, los abandona en la tarde, su camino sigue solo. Cuando ya ha salido donde están las casas últimas, con mejillas de colores ve a una perdida niña. ¡Hola, virgen!—. ¡Gran honor! Acudo enseguida, espera— ¿Y quién eres? Bayadera, y esta es la casa de amor. Se agita sonando los címbalos al danzar; tan linda la danza en círculo sabe llevar, se inclina y dobla y le alcanza la flor. Zalamera lo lleva al umbral, viva lo adentra en la casa. Bello forastero, claridad llene de pronto la cabaña. Estás cansado, te reanimo, calmaré de tus pies el dolor. Lo que quieras es ofrecido calma, placeres o humor. Fingidos dolores diligente palia www.lectulandia.com - Página 67 El divino ríe, ve con alegría un corazón humano en tal perdición. Él pide servicios de esclava, ella se pone más contenta, las artes de la muchacha se vuelven naturaleza. Así se orienta a la flor el fruto suavemente; lejos no queda el amor si el ánimo es obediente. Pero al probarla cada vez más hondo elige quien sabe de alturas y fondos placer y pavor y pena doliente. Y él besa las pintadas mejillas y ella siente del amor la pena y la muchacha queda prendida y llora por vez primera. Inclinándose a sus pies no por placer o beneficio, ¡ay! los miembros a su vez niéganse a todo servicio. Y así en la fiesta divertida del lecho dan a los oscuros agradables velos las horas nocturnas el lindo tejido. Tarde dormida, entre bromas, despierta tras pronto descanso, junto a su corazón reposa muerto el huésped tan amado. Gritando sobre él se arroja, pero nada lo despierta, y pronto al fuego en la fosa los rígidos miembros llevan. Oye a los sacerdotes, los cantos fúnebres, se lanza y corre entre la muchedumbre. ¿Quién eres tú? ¿A la fosa qué te lleva? Sobre las andas se arroja, www.lectulandia.com - Página 68 su grito traspasa el cielo: Voy a buscarlo en la fosa, mi esposo quiero de nuevo. Este cuerpo tan hermoso, ¿debe hacérseme cenizas? Mío era, mío ante todo. Ah, una noche más, divina. Cantan los sacerdotes: llevamos al viejo tras largas fatigas y frío postrero, llevamos al joven antes que imagina. Escucha nuestra moral: éste tu esposo no era, tú deber no has de guardar, tú vives de bayadera. Sólo al cuerpo va la sombra en el reino de los muertos; al esposo sólo la esposa, deber y fama es a un tiempo. ¡Resuena trompeta la queja bendita! ¡Acoged oh dioses la gala del día, oh acoged al joven con vos en el fuego! Así el coro despiadado aumenta su desconsuelo; y con brazos estirados salta a la muerte del fuego. Pero surge el joven divino suavemente de las llamas y en sus brazos en vilo va también la amada. La divinidad se alegra del pecador arrepentido; Los inmortales elevan a niños perdidos con brazos de fuego hacia la gloria alta. 1797 www.lectulandia.com - Página 69 EL APRENDIZ DE BRUJO ¡El viejo maestro de brujas se ha ido por una vez! Vivirán sus espíritus ahora a mi voluntad también. Sus palabras y obras noté y las formulillas y con gran agudeza también yo hago maravillas. ¡Bulla, bulla cierto trecho! Que el fin sea hecho que en riada grande y total agua fluya, en el baño derramada. ¡Tú ven aquí vieja escoba, toma los peores andrajos! Has sido sierva hasta ahora, haz mi voluntad de grado. Sobre dos patas, una cabeza en lo alto, corre y anda con el agua en el cacharro. ¡Bulla, bulla cierto trecho! Que el fin sea hecho, que en riada grande y total agua fluya, en el baño derramada. Mirad, que corre a la orilla, que ya al río llega y como un rayo que brilla está aquí con agua nueva. www.lectulandia.com - Página 70 ¡Ya por segunda vez! Cómo sube la pila. ¡El agua cómo se ve que llena cada vasija! ¡Quieta, quieta! Pues tenemos todo lleno por tu agrado. Oh, entre tanta voltereta la fórmula he olvidado. ¡Ah, la fórmula por la que al fin se vuelve lo que ya fuera! Ah, no para de ir y venir. ¡Si fueras la escoba vieja! Siempre nuevos chorros sigue echando aquí, ay, cien ríos a coro caen sobre mí. Esto no puede durar, no puedo dejarla, yo voy a pararla. Esto es ya perfidia. Ah ya me hace temblar qué cara, cómo mira. Oh tú, aborto infernal, ¿se ahogará toda la casa? Veo sobre cada umbral correr corrientes de agua. ¡Una escoba loca, que no quiere oír! ¡Palo que fuiste otrora estate quieto ahí! Al final no quieres ya detenerte. Quiero cogerte, quiero pararte www.lectulandia.com - Página 71 y viejo palo que eres con el hacha fina darte. ¡Mirad, ya viene arrastrándose! Oh como me eche encima, duende, acabas callándote. Cruje dando la hoja fina. Le di de verdad, miradla partida en dos, ya puedo esperar y libre respiro yo. ¡Qué locura! Ambas trizas van de prisa tal si fueren siervas que van a la altura, ayudadme, altos poderes. Y ellas corren. Bien mojados en la sala están los escalones. ¡Qué terrible encharcado! ¡Señor maestro, oye mis voces! ¡Ah ya el maestro se ve! ¡Señor, grande es la miseria! ¡Los espíritus llamé y ahora a ver quien los echa! «¡Al fin al rincón escobas! ¡Dejad la soba! Pues vuestros espíritus los llama para su fin sólo el maestro». 1797 www.lectulandia.com - Página 72 LA METAMORFOSIS DE LAS PLANTAS A ti te confunde, amada, la mezcla de mil maneras esta multitud de flores por todo el jardín, muchos nombres escuchas y siempre reprime con bárbaro sonido uno al otro en el oído, todas las formas se asemejan y ninguna a la otra iguala y así indica el coro una ley secreta, un enigma santo. ¡Oh si yo pudiera, graciosa amiga, trasmitirte al momento feliz la palabra de la solución! Mírala ahora, cómo poco a poco la planta gradualmente guiada se transforma en flor y fruto. De la semilla se desarrolla en cuanto de la tierra en silencio el humedeciente seno la suelta a la vida y al incentivo de la luz, de la santa, eternamente en movimiento, a la par la tierna formación de hojas que brotan encomienda. Simple durmió en la semilla la fuerza, un iniciado modelo yacía en sí encerrado bajo la envoltura doblado: hoja y raíz y germen, sólo medio formado y sin color, seco mantiene así el núcleo tranquila vida guardada, brota esforzado hacia arriba, confiante en la tibia humedad y se destaca en seguida de la noche envolviente. Pero simple queda la forma de la primera aparición, y así se conforma también entre las plantas el niño. Inmediatamente un siguiente brote levantándose renueva, alzándose de yema en yema, siempre la primera forma, aunque no siempre la misma, pues diversamente se produce configurada, lo ves, siempre la hoja siguiente, más amplia, más dentada, más separada en puntas y partes que coherentes anteriormente reposaban en el órgano inferior. Y así alcanza primero la perfección tan determinada que en ciertas especies te mueve a la admiración. Bien nervada y dentada, sobre bien henchida superficie parece la plenitud del brote libre e infinita. Pero aquí detiene la naturaleza, con poderosas manos, la formación y la guía suavemente hacia lo más perfecto. Más comedida conduce ahora la savia, estrecha los vasos www.lectulandia.com - Página 73 y al momento muestra la forma efectos más tiernos. En calma se retira el brote de los bordes crecientes, y la nervadura del pecíolo totalmente se forma. Sin hojas sin embargo y rápido se levanta el tierno tallito. Y una imagen de maravilla atrae al que contempla. Alrededor en círculos se colocan ahora, contadas e incontables, la pequeña hoja junto a la semejante. Alrededor del eje se forma así el cáliz protector, que en la más elevada figura corolas de color libera. Así resplandece la naturaleza en alta, plena manifestación, y muestra, alineada en serie, miembro a miembro graduada, siempre te admiras de nuevo, en cuanto en el pedúnculo la flor, sobre la delgada trama de hojas cambiantes, se mueve. Pero la hermosura deviene anuncio de la nueva creación. Sí, la hoja de color siente la mano de Dios, y rápido se contrae, las más tiernas formas se desarrollan doblemente saliendo destinadas a unirse. Confiadas están ahí ahora las lindas parejas, juntas, numerosas se alinean alrededor del bendito altar, Hymen pasa en vilo y magníficos perfumes, poderosos, derraman dulce olor todo animándolo en redor. Ahora aislados se hinchan a la vez infinitos gérmenes, graciosos en el seno materno de henchidos frutos envueltos. Y aquí cierra la naturaleza el anillo de las fuerzas eternas, pero uno nuevo enseguida prende al anterior; para que la cadena se siga alargando a través de todos los tiempos, y el todo animado así como lo singular esté. Ahora amada dirige la mirada hacia el variopinto tumulto, que desconcertante ya no se mueve ante el espíritu. Cada planta te señala las leyes eternas. Cada flor habla alto y más alto contigo. Pero descifras tú aquí de la diosa las santas letras, por todas partes las ves a ellas también en cambiado rasgo. Arrastrando vacile la oruga, la mariposa con prisa se apresure, flexible cambie el hombre mismo la determinada forma. ¡Oh! piensa pues también cómo del germen de la relación, poco a poco en nosotros surge agradable costumbre, amistad se revela con fuerza desde nuestro interior, y como Amor últimamente flores y frutos ha creado. www.lectulandia.com - Página 74 Piensa cuán diversamente ya ésta ya aquella figura, silente desplegando, Naturaleza a nuestros sentimientos ha prestado. ¡Alégrate también del día de hoy! el santo amor aspira al más alto fruto de iguales sentimientos, igual visión de las cosas, para que en armónica mirada se una la pareja, encuentre el mundo más alto. 1798 www.lectulandia.com - Página 75 PARECE QUE SE HUYEN NATURALEZA Y ARTE y antes de pensarlo ya se han encontrado, la oposición ya a mí se me ha borrado, los dos parecen atraerme de igual parte. ¡Sólo vale de hecho un sincero tesón, sólo si en horas mesuradas consentimos, con diligente espíritu al arte nos unimos, arde la naturaleza libre en el corazón! Así es también con toda formación, en vano aspirarán espíritus no diestros hacia la pura altura de la perfección. Búsquese lo grande en laboriosidad, en la limitación se conoce al maestro y sólo la ley puede darnos libertad. 1800 www.lectulandia.com - Página 76 EL SONETO Ejercitarse en el arte renovado es un santo deber que te imponemos, puedes moverte, como hacemos, paso a paso tal te está mandado. Pues la limitación va a ser amada si los espíritus con poder se agitan y según ellos se portan y limitan al fin la obra queda terminada. Así en artísticos sonetos quisiera con osado orgullo en masa elocuente lo mejor que el sentir me diere rimar. Sólo que aquí no sé yacer cómodamente, corto si no tan bien de toda la madera, y a veces también tuve que encolar. 1800 www.lectulandia.com - Página 77 CANTO DE NOCHE ¡Oh, desde la blanda almohada, soñando, escucha a medias! Al toque de mi guitarra, ¡duerme! ¿Qué más deseas? Al toque de mi guitarra los enjambres de estrellas los sentimientos eternos consagran, ¡duerme! ¿Qué más deseas? Los sentimientos eternos alto y sublime me elevan del terrenal hervidero, ¡duerme! ¿qué más deseas? Del terrenal hervidero me separas más que apenas, me encantas en este fresco, ¡duerme! ¿Qué más deseas? En este fresco me encantas, sólo soñando oído me prestas. ¡Ah! en la blanda almohada, ¡duerme! ¿Qué más deseas? 1802 www.lectulandia.com - Página 78 PERMANENCIA EN EL CAMBIO Si a esta bendición temprana ah, sólo un hora retuviera. Pero una lluvia de flores desata ya el tibio oeste inmensa. ¿Debo alegrarme de lo verde? Al que sombras debo primero; la tormenta dispersa en breve lo que en otoño ya pálido veo. ¿Quieres coger esas frutas? ¡Toma ya tu parte a prisa! Comienzan a estar maduras y las otras ya germinan; con cada aguacero ya tu hermoso valle se cambia, y en el mismo río, ah, por segunda vez no nadas. ¡Ahora tú! Lo que se ha alzado ante ti tal roca sólido, muros ves tú, ves palacios, siempre con otros ojos. Desapareció la boca que en besos gozaba, aquel pie que en la roca a la gamuza emulaba. La presta, agradable mano que al bien se movía otrora, el miembro articulado, todo es ya otra cosa. Y lo que en aquel lugar ahora se nombra con tu nombre pasó por aquí como una ola y al elemento corre. www.lectulandia.com - Página 79 ¡Deja el principio y el fin unirse en uno los dos! Sobrepasarte a ti más que las cosas veloz. Agradece lo imperecedero que las musas han prometido, el contenido en tu pecho y la forma en tu espíritu. 1803 www.lectulandia.com - Página 80 SI EL OJO SOLAR NO FUERA nunca el sol podría contemplar; ¿si la fuerza de Dios no nos viviera, lo divino nos podría embelesar? 1805 www.lectulandia.com - Página 81 PODEROSA SORPRESA Un río recorre nuboso el rabión hondo para al océano unirse acelerado, sea lo que se refleje de fondo en fondo hacia el valle avanza arrebatado. Demoníaca se precipita de momento —la siguen monte y bosque en torbellinos— Oreas, para encontrar allí contento, frena el correr, corta el amplio camino. La onda salta, se retrae y retroestancada, se hincha río arriba, bebiéndose en ello, la tendencia hacia el padre es detenida. Vacila y descansa, hacia el lago apresada; los astros se reflejan, miran los destellos de la ola en la roca, una nueva vida. 1807 www.lectulandia.com - Página 82 LA AMANTE DE NUEVO ¿Por qué el papel vuelve a serme cercano? Eso, querido, tan cabal no has inquirirte. Pues en verdad nada tengo que decirte; pero termina al fin en tus queridas manos. Debe lo que envío, no puedo ir al fin, transportar mi indivisible corazón con dicha, esperanza, embeleso, pasión: todo eso no tiene principio ni fin. No quiero desde hoy confiarte nada, cómo al pensar, ansiar, soñar sentir, mi fiel corazón hacia ti está inclinado, una vez ante ti estuve embelesada y nada dije, ¿qué habría de decir? Todo mi ser estaba en sí colmado. 1807 www.lectulandia.com - Página 83 EL DIARIO 1810 —aliam tenui, sed iam quum gaudia adirem, admonuit dominae deseruitque Venus. I Lo oímos a menudo y al final lo creemos, el corazón del hombre es insondable, y es igual cómo a veces nos comportemos, el cristiano y el pagano son culpables. Es lo mejor que las manos nos demos y las leyes no nos sean impresionables. Pues si un demon nos tienta a su llegada, si algo actúa, la virtud está salvada. II De mi amada buen tiempo separado como pasa a menudo, tras terrenal contento, y lo que también he aprendido y ganado, sólo ella estaba siempre en mi pensamiento y como en la noche el cielo está estrellado www.lectulandia.com - Página 84 el recuerdo nos guía con luz de sentimiento. Así le era en la plumada el suceso del día con dulces palabras a ella amable alegoría. III Volvía apresurado. Quebrado todavía mi coche, una noche más me atrasaba; ya pensaba yo como a casa llegaría sólo paciencia y obra se necesitaban. Mientras con herrero y carpintero departía, martilleaban y hablar mucho rehusaban. Cada oficio tiene su ronroneo. Sólo me quedaba aguantar el cabreo. IV ¡Así estaba yo! La estrella del próximo letrero me llamó hacia ella, la casa me pareció adecuada. Llegó una muchacha, del tipo más zalamero, alumbrando la luz. Me sentí a gusto de entrada, zaguán y escaleras lindos me parecieron, las habitacioncitas me gustaron más que nada. Al hombre pecador que a lo libre se mueve la belleza lo trama, ella es la que lo envuelve. www.lectulandia.com - Página 85 V Sentado con mi bolsa, mis cartas, el tintero, y las precisiones de mi diario, como siempre, cuando ya todos durmieron, a mí y mi amada alegrías preparo. Mas no sé, las palabras de tinta no corrieron en todas las pequeñeces hoy tan claro: la muchacha vino, la carga de la cena dispuso con soltura saludando serena. VI Se va y viene; yo le hablo, ella contesta, con cada palabra me parece más hermosa. Y cómo el pollo así me trincha presta, moviendo mano y brazo, hábil, habilidosa. Cómo la loca cosa plumas nos presta, basta, estoy fuera de mí, mi alma fogosa, Tirando la silla doy un salto y aprieto a la linda niña; susurra: ¡quieto, quieto! VII La tía abajo escucha, tal furia pensativa contando los minutos que el asunto posterga. Ella piensa abajo lo que yo hago arriba, www.lectulandia.com - Página 86 en cada vacilar menea fresca la verga. No cierres tu puerta y vela activa, así la medianoche seguro nos alberga. Veloz a mi brazo desata sus caprichos y se va corriendo y vuelve en servicio. VIII También mirando tal que de cada mirada celestial promesa hacia mí se despliega. Al callado suspiro no lo oprime en nada, que sus pechos más magníficos repliega. Veo que en oreja, cuello y nuca dorada, la flor de amor del rubor fugaz llega y como nada más que hacer se ofrece, se va, vacila, mira y desaparece. IX De la medianoche son casa y callejuela, a mí me han preparado un amplio lecho, del que la parte más pequeña me revela que ocupe el amor, que todo deja hecho. Estoy dudando aún en apagar la vela y ya su paso bien suave acecho. Con ansiosa mirada sigo a la alta figura, se acuesta conmigo que prendo la hermosura. www.lectulandia.com - Página 87 X Se abre ella: Permite que te diga una cosa para que no sea tuya y totalmente extraña. Mi apariencia engaña, yo era temerosa, siempre frente a los hombres era huraña, el pueblo y la región me llaman desdeñosa. Ahora sé cómo el corazón se amaña: tú eres mi vencedor no dejes de emularte, yo vi, yo amé, juréme a ti gozarte. XI Pura me tienes, y si mejor yo supiera mejor te lo daría; lo que digo lo hago. Así contra su dulce pecho me tuviera, tal si sólo en mi pecho sintiera halago. Como a boca, ojos, frente besos diera así yo le daba un estupendo pago: Pues quien al maestro juega tan ardiente retrocede de alumno y enfriadamente. XII Parece bastarle una palabra dulce, un beso que fuera eso todo lo que su corazón deseaba cuan casta a mí, en amoroso embeleso, www.lectulandia.com - Página 88 del dulce cuerpo la plena forma me brindaba. Encantada y alegre en todos sus gestos y en calma después, ya nada le faltaba. También yo descansé, ella atenta mirando esperando aún al maestro y confiando. XIII Pero cuando pensé más tiempo mi suerte, me hervía el alma de miles maldiciones, a mí mismo imprecando me reía de mí inerte, nada se puso mejor con otras reflexiones: durmiendo está aún más bella, no despierte; se entristecían con largas mechas los velones. Al trabajo del día, al juvenil empeño se une, nunca temprano, a gusto el sueño. XIV Así yacía divina en cómodo lugar, todo el lecho a ella sólo pertenecía, en la pared apretado, prensado hasta llorar, impotente aquel al que ella nada impedía. Mordido por serpientes en la fuente va a dar un caminante al que la sed ya consumía. Ella respira amable hacia un sueño de encanto, él para no excitarla respira mas no tanto. www.lectulandia.com - Página 89 XV Cogido en aquello que nunca le ha pasado, habla él a sí mismo: así va a revelarse por qué el novio se persigna asustado ante los moños de cintas para preservarse. ¡Mejor allí donde alabardas han cruzado que aquí en oprobio! No fue así al presentarse tu señora por primera vez, aparecida ante tus ojos en la sala encendida. XVI Fluyó tu corazón, fluyeron tus sentidos tal que todo el hombre se excitó encantado. En danza veloz por dentro la has metido, apenas el brazo y bello el pecho alzado. Como si tú quisieras ganarla a tu partido, lo para ella movido todo multiplicado: talento y gracia y los espíritus diestros y más rápidos que todos aquel maestro. XVII ¡Crecieron de continuo el afecto y la sed, novios nos hicimos en primavera, de mayo la más bella flor y adorno fue www.lectulandia.com - Página 90 cuánta energía de placer en las parejas era! Y cuando por fin a la iglesia la llevé: Ante curas y altares mi confesión sincera: Ante tu cruz de pena, sangriento Cristo, perdónamelo Dios, se me levantó el Isto. XVIII Vosotras, ricas sábanas de la noche nupcial, almohadas, que tan ancho os extendisteis, colchas que apreturas de placer cordial con vuestras alas de seda cubristeis, vosotros pájaros en jaula, que con vuestro cantar al nuevo placer, siempre a punto desadormecisteis. Nos visteis de vuestra protección cercados, ella participando, y yo nunca cansado. XIX Y cómo a menudo entonces en despojo gozamos los santos derechos del matrimonio a lo galante; entre granada siembra o juncos nos echamos, en ciertos sitios donde nunca estuve antes, éramos instantáneos, incansables amamos y siempre servidos por el siervo bienandante. Maldito siervo, que indespertable yaces, la más bella dicha a tu señor deshaces. www.lectulandia.com - Página 91 XX El maestro Isto tiene ahora su ilusión y ni órdenes admite ni descontentos. De pronto está aquí y sin precipitación se levanta en todo su portento. Así está al caminante a disposición para no pernoctar en la fuente sediento. Él se inclina, quiere besar a la durmiente sólo que se detiene, arrobado se siente. XXI ¿Quién para la fuerza lo ha reacerado? Como la imagen que le es siempre dulce, con la que en juvenil placer hase esposado, un vivo y agradable fuego hasta aquí luce, tal él primero en impotencia atormentado. Así al fuerte aquí el pelo no le luce, estremecido se retira, prudente, suave, suave del encantador círculo mágico librarse sabe. XXII Se sienta, escribe: de casa ya a las puertas, alejarme las últimas horas han querido, en el lugar más peregrino, es cosa cierta, www.lectulandia.com - Página 92 mi fiel corazón a ti de nuevo he unido. Al final encuentras palabras encubiertas: La enfermedad por el sano ha respondido. El librito algo bueno te ha de mostrar, lo mejor al final lo tengo que callar. XXIII Canta el gallo. La muchacha impaciente quita el cobertor y entra veloz en su corsé. Y como de nuevo tan extraña se siente, tropieza, mira, baja los ojos hacia aquél. Y como se le va por última vez viviente, queda el bello cuerpo de ella en los ojos de él. La corneta del postillón suena, al coche sube y se hace llevar a su amada como en nubes. XXIV Y como en cada literaria partida las moralejas nos han de estimular, también quiero yo en vía tan querida lo que los versos quieren confesar: Tropezamos en el viaje de la vida, mas en el loco mundo pueden lograr mucho dos palancas en mecánica interior: mucho el deber, infinitamente más el amor. www.lectulandia.com - Página 93 1810 www.lectulandia.com - Página 94 PRESENCIA ¡Todo te anuncia! Sale el magnífico sol, llegas, espero, enseguida. Si en el jardín te presentas, eres la rosa de las rosas, lirio de los lirios a la vez. Si te mueves al bailar, se mueven todas las estrellas contigo y de ti a la par. ¡Noche y aunque noche sea! Sobrebrillas de la luna la luz tentadora y bella. Bella y tentadora eres y flores, luna y estrellas sólo a ti, sol, te enaltecen. Sol, sé tú también para mí creadora de días bellos; vida y eternidad, sí. 1812 www.lectulandia.com - Página 95 HALLADA Fui al bosque por capricho, no buscar nada era mi sentido. En la sombra vi una florecita brillar tal estrella, tal ojo bonita. La quise cortar, me dijo salada: ¿Para marchitar debo ser cortada? La saqué con todas las sus raicitas, la llevé al jardín en casa bonita. La planté de nuevo en lugar tranquilo; Ya crece siempre y así ha florecido. 1813 www.lectulandia.com - Página 96 EN EL PASADO PRESENTE Rosa y lirio en rocío matinal florecen en el jardín cercano. Al fondo, frondoso y familiar, sube las rocas hacia lo alto. Y rodeado de alto bosque, y de un castillo coronado, se inclina el arco de la cumbre con el valle así reconciliado. Y allí como antaño huele, cuando sufríamos de amor, las cuerdas de mi dulcémele debatían con los rayos del sol. La canción de caza al bosque espiraba plenitud de sonidos, enardecientes, suavizadores, tal al pecho necesario o querido. Eternos brotan los bosques, con estos, pues, animaros, dejad que en otros se goce lo que otrora habéis gozado. No nos gritará así nadie que solos nos solemos regalar, en todas los ciclos vitales tenéis que poder gozar. Y con este canto y cambio de nuevo estamos con Hafis, pues conviene del día el fin con gozadores gozarlo. www.lectulandia.com - Página 97 BENDITO ANHELO Dilo sólo a los que saben, porque la plebe desprecia, quiero alabar lo que vive y muerte de llama anhela. En fresca noche de amor, —te procreó y procreaste— te asalta extraña sensación, cuando la silente vela arde. Ya no se queda tu vuelo en la sombra tenebrosa y te arrastra nuevo anhelo a una más alta cópula. Lejos nada encuentras tú, llegas en vuelo fascinada y ávida al final de luz, mariposa, eres quemada. Y en tanto no lo tengas, esto: ¡muere y deviene!, eres en la oscura tierra tan sólo un oscuro huésped. 1814 www.lectulandia.com - Página 98 CANCIÓN E IMAGEN Puede su arcilla el griego transformar en figuras, elevar su embeleso de su propia criatura; pero nos llena de encanto si el Éufrates prendemos y vagar de vez en cuando por el líquido elemento. Apagué el fuego del alma, resonará en la canción; el agua no se derrama si el poeta la sacó. 1814 www.lectulandia.com - Página 99 SEÑAL Y tienen razón los que yo censuro: pues, que una palabra no es un término puro, esto por sí mismo que entenderse tendría. ¡La palabra es un abanico! Entre las varillas están mirando un par de bellos ojos. El abanico es un suave velo sólo, que bien que me oculta la cara sin embargo no oculta a la muchacha, porque lo más bello que posee ella, sus ojos, hacia mis ojos destella. 1814 www.lectulandia.com - Página 100 ¿QUÉ ME ACORTA EL TIEMPO? Actividad. ¿Qué me lo hace insoportable, lento? Ociosidad. ¿Qué lleva a las deudas? ¡Aguardar y aguantar! ¿Qué a ganancias lleva? ¡No mucho pensar! ¿Qué al honor con creces? ¡Defenderse! 1814 www.lectulandia.com - Página 101 ÉGIRA Norte, oeste y sur se dispersan, tronos revientan, reinos tiemblan, huye allá hacia el puro este, y el aire de patriarcas prende, mientras con amor, cantar y beber, te rejuvenece la fuente de Chiser. Allí, en lo puro y en lo justo, a los géneros humanos presumo poder llevar al origen primero, donde aún de dios recibieron palabras celestiales en terrenas y no se rompieron la cabeza. Donde a los padres bien honraban, y cada servicio extraño negaban; Del límite a los jóvenes contento: la fe extensa, estrecho el pensamiento, que la palabra tan importante era, porque una palabra hablada era. Con los pastores quiero mezclarme, en los oasis quiero refrescarme, cuando con las caravanas ande, trataré con café, almizcle y chales. Por cada sendero quiero pisar desde el desierto hasta la ciudad. Por desfiladeros arriba y abajo siempre consuelan Hafis tus cantos, cuando el guía encantado canta, sentado del mulo en la grupa alta para que se despierten las estrellas y espantar a los que nos acechan. Ir a los baños y las ventas quiero, oh, santo Hafis, en tu recuerdo, www.lectulandia.com - Página 102 cuando el velo querido mueve rizos de ámbar, agita y huele. Sí, los susurros de amor del poeta a las huríes en lascivas conviertan. Queréis vosotros envidiarle esto o tal vez incluso reprochárselo. Sabed bien que palabras del poeta del mismo paraíso por las puertas siempre suave llamando se agitan, solicitándose eterna vida. 1814 www.lectulandia.com - Página 103 ESTÁ BIEN Bajo la luz de la luna en el paraíso Jehová encontró durmiendo bien profundamente a Adán, al lado hizo a una Evita que dormía también. He ahí de Dios en límites terrenales los dos pensamientos más agradables. ¡¡¡Bien!!! se dijo, tal premio de maestro, incluso no se apartó de allí contento. No es de extrañar por qué nos cautiva cuando el ojo vivo en el ojo mira, como si hubiésemos tan lejos llegado, a estar en aquel que nos ha pensado. Y él nos grita, ¡ea, vamos! ¡Sea! Sólo, eso lo determino, que en pareja. A ti te sostienen los límites de esos brazos, de los pensamientos de Dios el más amado. 1815 www.lectulandia.com - Página 104 TALISMANES ¡De Dios es el Oriente! ¡De Dios es el Occidente! Del Norte y del Sur los campos descansa en paz en sus manos. Él es el único justo, da justicia a cada uno. Sea de sus nombres cien éste alabado, amén. Quiere enredarme el enredo, tú me desenredas luego. Cuando actúo, cuando escribo das la línea a mi camino. Lo terrenal meditando más alta ganancia alcanzo. Con el polvo el espíritu no pulverizado empuja hacia arriba por sí mismo empujado. Dos gracias tiene el respirar: entrar el aire y descargar. Aquel aprieta, éste refresca la vida es maravillosa mezcla. A Dios da gracias cuando te aprieta y dale gracias cuando te suelta. 1815 www.lectulandia.com - Página 105 ILIMITADO Te hace grande que terminar no puedes, y que nunca comienzas ésa es tu suerte. Tu canción gira como la cúpula estelar, principio y fin siempre adelante sin cesar, y lo que el centro ofrece es bien evidente, lo que era al principio y al fin permanece. Tú eres de alegrías vera fuente de poeta y onda tras onda incontable de ti no cesa. Boca siempre para besar preparada un canto del pecho que fluye amoroso, una garganta para beber siempre tentada, un buen corazón que se vierte afectuoso. ¡Y aunque se hunda todo el mundo, contigo Hafis, sólo contigo quiero competir! Pena y placer a los gemelos séannos conjuntos. Amar y beber como tú mismo mi orgullo y mi vida debe ser. ¡Ahora canto mío suena con propio fuego pues tú eres más antiguo y eres más nuevo! 1815 www.lectulandia.com - Página 106 SULEIKA HABLA ¡El espejo me dice que soy hermosa! Vos que envejecer también es mi destino. Ante Dios tiene que ser eterna cada cosa, amad por un instante en mí lo divino. 1815/18 www.lectulandia.com - Página 107 HATEM La ocasión no hace al ladrón, el gran ladrón es ella misma, pues robó el resto de amor que aún mi corazón tenía. La ganancia de mi vida esa te la ha dado a ti y ahora, pobre, mi vida sólo la espero de ti. Pero compasión ya siento en el rubí de tu mirada y en tus brazos ya me alegro de mi suerte renovada. 1815 www.lectulandia.com - Página 108 SULEIKA Tan feliz soy con tu amor que a la ocasión no reprocho si ha sido en ti tal ladrón, ¡cómo me alegra tal robo! ¿Y para qué ese robar? Date a mí libre y de grado, más bien quisiera pensar, ¡sí!, soy quien te ha robado. Lo que tu alma dio rendida te aporta ganancia hermosa, mi calma, mi rica vida te la doy, tómala toda. ¡No bromees! ¡Nada de pobres! ¿No nos hace el amor ricos? Si mis brazos te acogen a todo gozo iguala el mío. 1815 www.lectulandia.com - Página 109 GINGO BILOBA Hoja de árbol del este, que a mi jardín se confía, secreto sentido ofrece, como al sabio edifica. ¿Es un solo ser vivo, que en sí mismo se divide? ¿Son dos que se han elegido, que tal uno se percibe? Si respondo a esas cuestiones creo que el buen sentido doy, ¿no sientes en mis canciones que yo uno y doble soy? 1815 www.lectulandia.com - Página 110 REENCUENTRO ¡Estrella de estrellas, posible sería, vuelvo a apretarte en mi corazón! Ah, la noche de la lejanía es un abismo, es un dolor. ¡Sí, dulce, de mis alegrías querido adversario eres; pensando en penas sufridas me estremezco ante el presente! Cuando el mundo en fondo profundo yacía en el eterno pecho de Dios, la primera hora ordenó seguro con sublime placer de creación y dijo la palabra: ¡Hágase! Sonó entonces un ¡ah! doloroso cuando penetró en las realidades el universo con gestos poderosos. ¡La luz se hizo! se separó tímida la tiniebla de ella, y los elementos en redor separados se dispersan. Pronto, en salvajes sueños, busca cada cual la lontananza, rígido, en espacios inmensos, sin sonido, sin nostalgia. ¡Mudo era todo, silente y desierto, Dios por vez primera en soledad! La aurora creó en aquel momento que se compadeció de angustia tal. De lo turbio ella desarrolló de colores un sonoro juego y lo que antes se separó ahora pudo amar de nuevo. www.lectulandia.com - Página 111 Y con veloz tentativa se busca lo que se pertenece y a la vida sin medida sentir y mirada vuelven. ¡Sea prender o arrebatar, siempre que se tenga y sostenga! Alá no necesita crear más, somos quienes su mundo crean. Así con un auroral vuelo me arrebaté hacia tu boca y la noche con miles de sellos la alianza refuerza luminosa. Ambos somos en la tierra modelos en pena y placer y una segunda palabra: ¡sea! No nos separa otra vez. 1815 www.lectulandia.com - Página 112 SULEIKA Ah, por tus húmedas alas, Oeste, cuánto te envidio: pues tú puedes anunciarle cuánto, separada, sufro. De ellas el movimiento en el pecho anhelo levanta; flores, ojos, bosque, oteros, llevan en tu aliento lágrimas. Mas tu dulce suave brisa el párpado herido halaga. Ah, de pena morir tendría si yo verlo no esperara. Hacia mi amor ve en tu vuelo, sé dulce a su corazón; pero evita entristecerlo perdónale mi dolor. Dile tú en discreta forma que su amor es mi vida, alegría de ambas cosas me dará su cercanía. 1815 www.lectulandia.com - Página 113 HATEM Rizos, prisionero hacedme en el cerco de la cara. Amadas, castañas serpientes no puedo oponeros nada. Sólo este corazón perdura, se hincha, joven en flor; Entre nieve y niebla oscura surge un Etna en ti de amor. Tú enciendes como la aurora de esa cumbre el hondo adentro, y Hatem siente aliento ahora: primavera, estío en incendio. ¡Escancia! ¡Otra botella! ¡Este vaso se lo llevo yo! Si alguna ceniza encuentra dice: aquel por mi se quemó. 1815 www.lectulandia.com - Página 114 LIBRO DE LECTURA El más fantástico libro de libros es el libro del amor; atento lo he leído: pocas hojas alegrías, cuadernos enteros penas, un inciso es la separación. Volverse a ver un pequeño capítulo fragmentario. Tomos de pesares prolongados con aclaraciones, infinitas, sin medida. ¡Oh, Nisami! pero al final has encontrado el buen camino; ¿Quién soluciona lo insolucionable? Amantes al volver a encontrarse. 1816 www.lectulandia.com - Página 115 PRIMAVERA TODO EL AÑO El arriate ya se agita mullido se levanta, vacilan campanillas como la nieve blancas, el azafrán despliega esplendor pujante, esmeraldas brotan y brota tal sangre. Prímulas se pavonean tan presumidas, traviesas violetas bien escondidas; todo lo demás se agita y mueve, la primavera ya vive y esplende. Lo que en el jardín más fértil florece es de mi Cariño el ánimo alegre. Arden las miradas para mí preciosas, canciones saladas, palabras graciosas. Un siempre abierto corazón en flor, amable en lo serio, al bromear, candor. Cuando rosa y lirio aporta el verano, contra mi Cariño es su lid en vano. 1816 www.lectulandia.com - Página 116 COLORES ENTÓPTICOS A Julien Que te cuenten de los reflejos de nuestros físicos procura, que se alegran del fenómeno y más el pensar tortura. Espejo a un lado y al otro espejo, posición doble, seleccionar, y en lo turbio queda en medio el ser humano como cristal. Muestra, cuando aquellos miran, el más bello juego de colores, luz sombría que ambos envían al sentimiento se expone. Negro tal cruces ver puedes ojos de pavo real encontrar; luz del día y de tarde se pierden hasta que las dos juntas se van. Y el nombre se vuelve un signo, introducido en el cristal a fondo: el ojo en el ojo ve los mismos reflejos maravillosos. ¡Al Macrocosmo lo suyo, sus formas afantasmadas! Los lindos pequeños mundos lo magnífico guardan. 1817 www.lectulandia.com - Página 117 PALABRAS PRIMIGENIAS. ÓRFICAS DAIMON, DEMON Como el día que al mundo te vino a dar, el sol a los planetas favorable inclinado, enseguida has prosperado y más y más según la ley por la que te has guiado, así tienes que ser, a tí no puedes escapar sibilas y profetas así han hablado; y no hay tiempo ni poder que destroce forma acuñada que viva se desarrolle. TIXE, EL AZAR Pero la rígida frontera evita afable algo que va contigo y alrededor tuya, tú no estás solo, te formas sociable, y actúas, sí, así como otro actúa: la vida, a veces vana, a veces agradable es cosa fútil y fútilmente se cruza. Ya el círculo de años cerróse enseguida, la lámpara mantiene la llama encendida. www.lectulandia.com - Página 118 EROS, AMOR ¡No queda sin venir!—. Desde el cielo desciende, adonde el viejo tedio huir le hiciera, sobre aéreas plumas en vilo se cierne, sobre frente y pecho en día de primavera, parece ahora volar y de volar se vuelve, dicha en dolor que tanto endulza y tiembla. Algún corazón se alza en lo universal pero el más noble se da a lo singular. ANANKE, DESTINO Esto es de nuevo lo que las estrellas quisieron: condición y ley y toda voluntad es sólo un querer porque en verdad debemos y ante la voluntad el capricho calla total; Lo más querido el corazón censurar vemos, al duro sino se adaptan capricho y voluntad. Somos libres en apariencia: tras unos años, más que al principio atados nos encontramos. ELPIS, ESPERANZA Mas de tales fronteras, de tales muros férreos el más adverso portón es descerrajado, él se mantiene sólo con aguante pétreo, www.lectulandia.com - Página 119 un ser se agita ligero e indomado: de nublados, de niebla y aguaceros nos levanta con ella, por ella alados. La conocéis, vuela por todas los sitios, un golpe de ala y tras nosotros siglos. 1817 www.lectulandia.com - Página 120 A MEDIANOCHE A medianoche fui no de muy buen grado, era un chico, por el cementerio de la iglesia a la casa del cura, brillaban sin embargo estrella tras estrella cada cual más bella; a medianoche. Cuando más lejos en la senda de la vida tuve que ir a la amada, tuve porque se fue, astro y luz boreal sobre mí debatían, yo yendo y viniendo alegrías convoqué; a medianoche. Hasta que la luz de luna llena al fin, tan clara y pura a lo sombrío me empujó, también el pensamiento pronto, sensato, ágil sobre lo pasado y lo futuro se enredó; a medianoche. 1818 www.lectulandia.com - Página 121 ENTRE AMBOS MUNDOS ¡A una sola amar, a uno solo venerar, como eso une sentido y corazón! ¡Lida! Dicha de la cercanía más cerca, ¡William! Estrella de la altura más bella. Lo que soy a vosotros es debido. Los días y los años han desaparecido todo el valor de lo que valgo. 1820 (o antes) www.lectulandia.com - Página 122 AUNQUE Al Físico «En el interior de la Naturaleza—» ¡Oh pedante ilustrado!— «Ningún espíritu creado entra». A mí y a mis hermanos una frase tal no queráis recordarnos: pensamos: en cada lugar en el interior estamos. «¡Felices a quien sólo la capa exterior muestra!». Esto hace sesenta años que lo oigo lo maldigo, pero furtivo. Dime mil y mil veces: todo lo da a gusto y en creces. Naturaleza núcleo no tiene ni cáscara pues, ella es todo de una vez; obsérvate más que a nada, si eres núcleo o eres cáscara. 1820 www.lectulandia.com - Página 123 EPIRREMA La naturaleza al observar debéis reparar en uno y todo siempre; nada está dentro, nada está fuera: pues lo que es dentro eso es fuera. Tomad pues sin más retoques el sacro secreto a voces. De la verdadera apariencia, del serio juego, alegraos de veras. Ningún ser vivo es uno, siempre es un mucho. 1820 www.lectulandia.com - Página 124 BENDICIÓN DEL PEREGRINO Los años de andanzas han llegado ya y cada paso del caminante es arriesgado. Aunque no suele cantar ni rezar, dirige, si el sendero es complicado, si nieblas lo oscurecen, la primera mirada a su corazón y al corazón de la amada. 1821 www.lectulandia.com - Página 125 UNO Y TODO Para encontrarse en lo ilimitado el individuo desaparecerá de grado, todo fastidio tiene allí su dilución; en vez de ardiente desear, salvaje querer, en vez de penoso exigir, rígido deber, renunciar a sí mismo es fruición. ¡Alma del mundo ven a traspasarnos! Con el espíritu del mundo confrontarnos será de nuestras fuerzas alto oficio. Participando guían espíritus diestros, conduciendo benignos, altos maestros, y el que todo hace y todo hizo. Y recrear lo creado a su vez, que no se arme de rigidez, produce eterno, viviente hacer. Y lo que no fue, será de seguro, tierras de colores, soles puros, en ningún caso se debe detener. Se debe agitar, creando actuar, formarse y después cambiar; Su calma momentánea es parecer. Lo eterno nunca se detiene, pues todo en nada hacerse tiene si quiere persistir en el ser. 1821 www.lectulandia.com - Página 126 RECONCILIACIÓN ¡La pasión trae padecimiento!—. ¿Quién da consuelo al apenado corazón que perdió demasiado? ¿Dónde están las horas que tan rápidas se fueron? ¡Para ti lo más bello fue elegido en vano! Turbio es el espíritu, intrincado el principio, el mundo sublime se esfuma a los sentidos. Allí se eleva música con ala de ángeles, entrelaza en millones sonido a sonido, al ser del hombre lo penetra constante, de eterna belleza dejándolo transido. El ojo se humedece, siente en alta añoranza el divino valor de sonidos y lágrimas. Y así el corazón aligerado ve enseguida que vive todavía y late y latir quiere, de pura gracia de la ofrenda recibida, contribuir de buen grado quisiere. Sintióse así —oh eterno sea el candor, la doble dicha del sonido y del amor. 1823 www.lectulandia.com - Página 127 ELEGIA Y cuando el hombre en su tormento calla, un Dios me dio a decir lo que padezco. ¿Qué puedo ahora esperar del reencuentro, de la en este día aún cerrada floración? Paraíso e infierno se te abren desde dentro; ¡cuán inconstante se agita el corazón! ¡Sin duda! Ella sale a las puertas del cielo, hacia sus brazos alzándote en un vuelo. Así en el paraíso fuiste recibido, como si fueses digno de la vida eterna, deseo, esperanza, afán ya no has tenido, aquí era la meta de aspiración más tierna y la contemplación de esta belleza ingente de añorantes lágrimas cerró la fuente. Cómo agitó el día sus veloces alas, los minutos delante volaban puros. El beso vesperal un sello fiel dejaba: así ha de quedar para soles futuros. En suave pasar se semejaban las horas tal hermanas, pero ninguna igualadora. El beso último, cruel dulce, cortando un hermoso trenzado de enlazados amores. Ya acucia, duda el pie el umbral evitando, como si lo impulsara un querube en ardores. Triste el ojo se fija en la senda desierta, mira hacia atrás, cerrada está la puerta. Y ya en sí mismo cerrado tal si no se hubiera este corazón nunca abierto, y felices horas con cada estrella del cielo no sintiera porfiando junto a ellas brillante otrora; y enfado, arrepentir, reproche, alma apenada le pesan en una atmósfera cargada. www.lectulandia.com - Página 128 ¿No sigue el mundo? ¿Muros de roca plenos de santas sombras no son ya coronados? ¿La cosecha no madura? ¿Un verde terreno no se extiende junto al río por monte y prado? ¿Y no se curva la grandeza ultramundana en formas rica, pronto sin formas vana? Cuán suave tejida, grácil, tierna y clara, tal serafín en vilo el coro de nubes puras, tal si en el éter azul arriba la igualara de claro aroma alzada una fina figura: así la viste en danza alegre airosa, la más hermosa de todas las hermosas. Pero sólo momentos debes dejarte a ti en vez de a ella abrazar una quimera, Vuelve al corazón, la habrás mejor allí, allí se mueve en formas pasajeras; en múltiples una sola viene a dar, mil veces mil y siempre a su gustar. Tal recibiendo en las puertas estaba y a mí grada a grada a la dicha me alzó; tras el último beso incluso me alcanzaba y el último de todos en los labios me dio: tan clara y ágil queda la imagen del amor escrita con fuego en el fiel corazón. En el corazón que tal almenado muro para ella se guarda y en sí ella guarda, por ella se alegra en constancia seguro, de sí sólo sabe cuando ella le aguarda, en tan amado cerco libre se siente latiendo para ella agradecidamente. Si la capacidad de amar, el afecto del otro se nos iba, se apagaba, la esperanza de alegres proyectos, decisiones, rápida acción, se daba. Si el amor alguna vez al amante inspira en mí se cumplió con las más lindas miras. www.lectulandia.com - Página 129 ¡Y en verdad por ella! Un miedo interior en cuerpo y espíritu, gravedad indeseada: en el desierto vacío del corazón en pavor de imágenes horribles rodeada la mirada. Ya surge la esperanza de conocido umbral, ella misma aparece en suave luz cenital. A la paz de Dios, que a vosotros aquí más que la razón os colma de dicha —lo leemos— comparo yo del amor la alegre paz en presencia del ser que más queremos. Ahí descansa el corazón y nada mella el más hondo sentido, pertenecer a ella. En lo puro de los pechos se agita un afán a algo más alto, más puro, más velado, por agradecimiento quererse entregar, desenigmándose a lo eterno innombrado. Lo llamamos: ser piadoso. Tal santa altura siéntome compartir si estoy ante su figura. Ante su mirada, como ante el poder del sol, ante su aliento, como ante brisa de primavera, se funde, en tanto helado y rígido permaneció, el propio sentido si en cripta invernal fuera. Ningún provecho propio ni propia voluntad dura, todos a su venida estremecidos se van. Es como si ella dijera: Hora tras hora la vida nos es amablemente ofrecida, del ayer mínima noticia nos demora, la ciencia del mañana está prohibida. Y si yo una vez ante la tarde me asustara, el sol se puso y vi lo que me deleitara. Por eso haz como yo: ¡mira sensato y jovial del instante a los ojos! Sin aplazamiento. Ve rápido a su encuentro, benévolo y vital, sea en la acción o en el amor, por contento. Sólo donde tú estés sea todo, vea y hable el niño en ti, así eres todo, eres insuperable. www.lectulandia.com - Página 130 Tú puedes hablar, pensé, por compañía te dio a ti un dios la dicha del instante y cada uno a tu lado propicio se confía por instantes del sino elegido en amante. Tu gesto de adiós me deja el alma muda, tan alto saber aprender qué me ayuda. ¡Ahora estoy lejos! El minuto presente ¿qué sentido tiene? No lo sabría decir; para lo bello de algo bueno deferente, tan sólo es carga, de él heme de huir. Un anhelo indomable a mí me agita, sólo sirve un consejo: lágrimas infinitas. ¡Así pues brotad y corred imparables no lograrán apagar la brasa interior! Ya hay calma y brío en mi pecho indomable, donde muerte y vida luchan con ardor. Hierbas podrían al cuerpo apagar la aflicción, pero falta al espíritu voluntad, decisión, falta el concepto: ¿cómo debe faltarle? Él repite su imagen miles de veces. Ésta vacila unas, otras viene a dejarle, ya bien indefinida, ya radiante aparece. ¿Cómo puede ser ni mínimo consuelo este ir y venir, ya en claridad, ya en velo? ¡Dejadme aquí, fieles compañeros de camino! Dejadme solo en musgo, piedra y pantano; adelante, descubrir el mundo es vuestro sino, la tierra inmensa, el cielo sublime y soberano; Contemplad, investigad, reuniendo los detalles, el secreto de la naturaleza