Teorías Psicológicas de la Personalidad - Bloque 3 - PDF
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Este documento presenta una introducción a las teorías psicológicas de la personalidad, explorando diferentes perspectivas como la biológica, la bioambiental y la ambiental. Ofrece una visión general de los rasgos de la personalidad y cómo se desarrollan a lo largo de la vida.
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PERSONALIDAD La personalidad se puede definir como un patrón de rasgos emocionales, cognitivos y comportamentales que son persistentes a lo largo del tiempo. La personalidad tiene su origen en tres tipos de factores: - Los factores biológicos básicos que incluyen la here...
PERSONALIDAD La personalidad se puede definir como un patrón de rasgos emocionales, cognitivos y comportamentales que son persistentes a lo largo del tiempo. La personalidad tiene su origen en tres tipos de factores: - Los factores biológicos básicos que incluyen la herencia y los factores maternos prenatales. - Los factores bioambientales que están en la base del desarrollo neuropsicológico y dónde está unido lo biológico y lo ambiental. - Los factores puramente ambientales que incluyen el aprendizaje por contigüidad, el instrumental y el vicario. * Las experiencias tempranas de la infancia son las más determinantes para la construcción de la personalidad. Éstas están muy unidas a los aspectos biológicos y darán la base para los futuros aprendizajes a lo largo de la vida. Etimológicamente es un vocablo derivado del latín personaje, que refiere a las máscaras que usaban los actores en las obras antiguas del teatro griego. Rasgos de personalidad Han sido numerosos los intentos por ordenar los supuestos componentes de la personalidad, pudiendo generar así distintas tipologías de acuerdo con el predominio de cada uno de ellos. A dichos componentes se los ha denominado rasgos y se les clasifica de acuerdo en la predominancia de aparición: - rasgos estables: aquellos que más usualmente se manifiestan. - rasgos eventuales: su aparición es eventual o esporádica, dependiendo de las condiciones ambientales y de la construcción psíquica del individuo. Rasgos: Disposiciones persistentes e internas que hacen que el individuo piense, sienta y actué, de manera específica. 1 Personalidad: une temperamento y carácter en una misma estructura. Construcción y desarrollo de la personalidad: − Causas genéticas − Causas orgánicas − Causas ambientales-situacionales Zonas cerebrales: − lóbulo frontal − lóbulo parietal − lóbulo temporal − lóbulo occipital 2 ❖ Lóbulo frontal Determina rasgos de nuestra personalidad y emociones. Domina la memoria, el juicio, la espontaneidad, la solución de problemas, el comportamiento social y el sexual. Las lesiones en esta zona son + frecuentes por estar situada en la frente. También se encuentran las áreas del lenguaje (Broca) que está más desarrollada en el hemisferio izquierdo. ❖ Zona prefrontal: relacionada con el planear, predecir, prever, juzgar ❖ Zona premotora: orientación sensorial de movimiento y control de los músculos proximales y del tronco ❖ Zona motora: movimientos grandes del cuerpo 3 Tipos de personalidad Se puede considerar que un individuo tiene una personalidad saludable cuando: - Tiene capacidad para adaptarse al ambiente. - La percepción de uno o del ambiente es constructiva. - Los patrones de conducta son saludables. Y se puede considerar que un individuo tiene una personalidad anormal y no saludable cuando: - El individuo es inflexible y poco adaptativo. - La percepción de uno mismo o del entorno son negativas y frustrantes. - Los patrones de conducta del individuo tienen efectos negativos para la salud. * Estos rasgos son los propios de los denominados trastornos de personalidad. 4 Personalidad y salud En función de la personalidad de las personas, van a tener repercusiones de salud en los mismos. Las personas de diferentes partes del mundo y con diferentes estilos de vida pueden ser agrupadas en uno de estos tipos. No obstante, no existe ninguna persona que exhiba solamente uno de estos 5 tipos, sino que normalmente se combinan con otros rasgos de los demás tipos, dependiendo de la situación. FRIEDMAN Y ROSEMANN (1976) Estos autores, cardiólogos, realizaron distintos estudios y establecieron una correlación directa en el afrontamiento del estrés, tipo de personalidad y enfermedad. Las personalidades que identificaron se describen a continuación: Tipo A: ambicioso, competitivo, práctico, impaciente y agresivo Suelen a ser muy autoexigentes, competitivos y autocríticos. Son grandes luchadores, no son pacientes, se esfuerzan mucho para lograr sus objetivos, y una vez alcanzados no les producen una gran satisfacción. Siempre necesitan estar haciendo algo (si no es así, piensan que están desaprovechando el tiempo en vez de hacer algo productivo). Tienden a ser ambiciosos, manifestando una gran implicación sobre todo a nivel laboral. Tienden a ser impacientes, lo cual a largo plazo los hace improductivos, tras esto último se esfuerzan aún más y esto se convierte en un círculo vicioso, manifestando gran exigencia e incluso pudiéndose manifestar en agresividad. Son competitivos por naturaleza. Tienen dificultad para relajarse o quedarse dormidos rápidamente durante la noche. Son propensos a sufrir hipertensión, estrés, infartos y aislamiento social. Personalidad tipo B: relajado, alegre, paciente y despreocupado (Lo contrario a A) Apenas se estresan, incluso en situaciones altamente estresantes. A la gente le encanta estar con ellos porque son entretenidos y alegres. No tiene prisa por hacer las cosas y les encanta relajarse y tomar las cosas como vienen. Son menos competitivos y manejan los errores muy bien. Son tolerantes, flexibles, se adaptan a las situaciones y apenas se quejan por 6 nada. Llevan una vida social plena y hacen amigos con facilidad. Las personas con patrón de comportamiento Tipo B tienden a ser más emotivos, pacientes y más reflexivos, manifestando niveles más bajos de ansiedad, mayores aptitudes creativas e imaginación. Personalidad tipo C: sistemático, pensativo, sensible, prudente y crítico No suelen expresar las emociones con facilidad, omiten los sentimientos o emociones negativas como la rabia. Pueden ser extremadamente amables, para evitar conflictos, prevaleciendo el cumplimiento de las reglas sociales y la paciencia. Piensan de manera sistemática y analítica y toman decisiones basadas en la investigación y en información que les sustente. Resuelven problemas de forma natural porque se centran en los detalles y son capaces de darse cuenta de cuestiones que otras personas no observan. Son muy sensibles, profundos, pensativos, reservados y cautelosos. No suelen tomar riesgos hasta que hayan examinado todos los datos. No aceptan las críticas y son muy críticos con los demás. Este patrón de conducta está relacionado con la aparición de cáncer en diferentes investigaciones. Personalidad tipo D: apenado, negativo, pesimista, deprimido y socialmente inhibido Son muy negativos, se preocupan demasiado, tienen mucha irritabilidad, tristeza y apenas se sienten seguros de sí mismos. Para evitar el rechazo, evitan abrirse y compartir sus emociones negativas, lo cual les crea mucho estrés. Por esto, está relacionado con las enfermedades cardíacas. 7 8 PSICOANÁLISIS: FREUD (1967) Freud (1856-1939) considera que la conducta de una persona es el resultado de fuerzas psicológicas que operan dentro del individuo y que por lo general se dan fuera de la conciencia. El concepto de conducta desde esta orientación es de vital importancia porque permite entender la personalidad. La persona posee tres estructuras que aparecen durante el desarrollo de la vida; la primera de ellas corresponde a lo que se ha denominado ello, la única estructura que se encuentra presente en el nacimiento y es totalmente inconsciente, se interesa en satisfacer los deseos del niño con el fin de evitar el dolor. En esta parte del desarrollo el niño solo tiene dos maneras de obtener placer, las acciones reflejas y la fantasía. La segunda estructura planteada por Freud es el yo, el que se encuentra entre lo consciente y lo preconsciente que busca satisfacer los deseos del ello en el mundo externo; se diferencia de éste en que, en lugar de actuar de acuerdo con el principio del placer (satisfacción inmediata), actúa bajo el principio de realidad. Por medio del razonamiento inteligente el yo busca demorar la satisfacción de los deseos del ello hasta que se pueda garantizar la gratificación de la manera más segura posible. Cuando la persona llega a la edad adulta no solo busca la satisfacción de deseos, sino que empieza a entrar en juego el componente moral, lo cual se ha denominado súper yo (tercera estructura), este cumple las veces de guardián moral, entonces tiene la función de vigilar al yo para conducirlo hacia las acciones morales socialmente aceptadas. 9 Freud plantea que la personalidad se desarrolla en la medida en que una persona logra satisfacer los deseos sexuales durante el curso de su vida, es decir, que la personalidad está determinada por la manera en que se aborda cada una de las etapas psicosexuales. Las etapas psicosexuales son cinco y las vivencias en cada una de ellas dan cuenta de un posible perfil de personalidad. A continuación, se presenta cada una de estas etapas. Etapa oral: este periodo comprende desde el nacimiento hasta los 18 meses y se caracteriza básicamente porque el niño obtiene placer a través de succionar el pecho de la madre y masticar los alimentos meses más tardes. Los niños que obtienen buena gratificación durante esta etapa tienden a ser adultos optimistas, crédulos y confiables, mientras que los que no son satisfactoriamente gratificados tienden a ser pesimistas, sarcásticos, discutidores y hostiles. Etapa anal: comprende de los 18 meses a los 3 años aproximadamente, en esta etapa el placer del niño está concentrado en el ano y lo experimenta a partir de la expulsión y retención de heces fecales. Se cree que los hijos de padres estrictos en el entrenamiento de control de esfínteres tienden a ser autodestructivos, obstinados, mezquinos y excesivamente ordenados durante la edad adulta. 10 Etapa fálica: comprende de los 3 a 6 años, es una etapa muy importante porque es este el momento en que los niños empiezan a descubrir sus genitales, entonces se apegan mucho más al progenitor del sexo contrario mientras que experimentan sentimientos de rivalidad con el progenitor del mismo sexo. De no darse una adecuada identificación con los progenitores se forma lo que en los niños se conoce como complejo de Edipo y en las niñas complejo de Electra. Las personas que no reciben suficiente gratificación durante esta etapa tienden a mostrarse como egoístas, vanidosos, con baja autoestima, tímidos y con sentimientos de minusvalía durante la edad adulta. Etapa de latencia: va de los 6 hasta los 12 o13 años; Freud creía que en esta etapa el interés por el sexo disminuye y los niños pueden jugar con los otros niños del mismo sexo sin experimentar ninguna dificultad. Etapa genital: de los 13 años en adelante, es el momento en el cual se despiertan los impulsos sexuales permitiendo que el adolescente satisfaga todos los deseos reprimidos durante la niñez, las personas que logran abordar satisfactoriamente esta etapa, desarrollan un muy buen sentido de responsabilidad y preocupación por los demás. CONDUCTISMO: PAVLOV Y SKINNER El conductismo es una corriente de la psicología que estudia la conducta o comportamiento observable de personas y animales a través de procedimientos objetivos y experimentales. También se conoce como conductivismo. El conductismo estudia las conductas y comportamientos, no los estados mentales, por ello, los conductistas determinan que el aprendizaje deriva de un cambio de conducta. El conductismo fue propuesto por el psicólogo estadounidense John Broadus Watson a inicios del siglo XX. Watson propuso la teoría del conductismo como rechazo a la psicología y los métodos de introspección que partían de la idea de que el aprendizaje era un proceso interno. Enfatiza que el objeto de estudio no es la conciencia, sino las relaciones que se forman entre los estímulos y las respuestas que dan origen a nuevas conductas y comportamientos observables 11 Pavlov desarrolló su teoría sobre la personalidad a través de los experimentos que llevó a cabo. Este autor investigó el aprendizaje de respuestas reflejas por condicionamiento utilizando perros como sujetos experimentales; en relación a estos animales, son particularmente conocidos los estudios de Pavlov sobre la salivación. La teoría de la personalidad de Pavlov no se centra sólo en la descripción de las diferencias psicológicas entre individuos, sino que procura explicarlas mediante el estudio de la actividad del sistema nervioso, que da lugar al temperamento, la base de la personalidad. Así, su teoría considera los procesos fisiológicos, la excitación y la inhibición, así como sus tres principales propiedades: la fuerza, el equilibrio y la movilidad. Los procesos nerviosos excitatorios y los inhibitorios se dan de forma independiente, aunque interactúan dando lugar a distintos estados de actividad cortical en función del grado de predominio de cada uno de ellos. La definición de estos conceptos es similar a la que manejamos en la actualidad al hablar de los sistemas nerviosos simpático y parasimpático. Pavlov afirmó que las diferencias interindividuales en la conducta se explican por las propiedades de los procesos excitatorios e inhibitorios de cada persona (o animal). Los procesos nerviosos básicos en una persona determinan el tipo de actividad de su sistema nervioso, y por tanto su temperamento. Estos rasgos biológicos constituyen la base de la personalidad que al interactuar con factores ambientales producen diferencias en la conducta. 12 1. Fuerte y no equilibrado Se caracteriza por la falta de equilibrio entre los procesos de excitación-inhibición; existe una tendencia a la aparición de estados fisiológicos en que predomine uno de los dos de forma muy marcada. Se relaciona con el temperamento colérico de la tipología de los humores de Galeno (en quien Pavlov se inspiró). En el modelo PEN de Eysenck* similar a niveles altos de extraversión y bajos de estabilidad emocional. 2. Fuerte, equilibrado y lento las neuronas tienen buena capacidad de trabajo y el balance entre excitación-inhibición es adecuado, pero la velocidad de iniciación y terminación de estos procesos es baja. se corresponde con la introversión y la estabilidad emocional en el modelo de Eysenck, y con el tipo flemático deGaleno. 3. Fuerte, equilibrado e impulsivo A diferencia del tipo anterior, en el tipo fuerte-equilibrado-impulsivo la velocidad de los procesos de excitación-inhibición es elevada. Corresponde a la clasificación de Galeno del temperamento sanguíneo, y en 13 Eysenckhay un grado elevado de extraversión y de estabilidad emocional. 4. Débil Equivalente al temperamento melancólico y presentaría introversión e inestabilidad emocional en el modelo de Eysenck. Pavlov lo define como una baja capacidad de trabajo de las células del SN. * Primer nivel: En este nivel se encuentran las respuestas que pueden observarse una vez, y que pueden ser o no características de la persona (por ejemplo, vivencias de la vida cotidiana). Segundo nivel: Son las respuestas habituales, que suelen suceder frecuentemente bajo contextos similares (por ejemplo, si se contesta a un test por segunda vez, se darán respuestas similares). Tercer nivel: Son los actos habituales que se ordenan por rasgos (sociabilidad, impulsividad, vivacidad, etc.). Cuarto nivel: Este nivel es el más extenso en el sentido de generalidad y se encuentran: Neuroticismo, Extraversión y Psicoticismo. Según Skinner el comportamiento es seguido de una consecuencia, y la naturaleza de la consecuencia modifica la tendencia del organismo a repetir el comportamiento en el futuro. Este autor sólo se enfoca en lo observable y medible, siente gran desconfianza por las explicaciones mentales, subjetivas, intermedias, a las que él llamó ficticias, encontró medios de observar, medir, predecir y entender el comportamiento de la gente y los animales. La visión de Skinner concibe la conducta como un producto provocado por el ambiente, donde se presentan estímulos que pueden actuar como reforzadores que incrementan la incidencia conductual. Aprendizaje mediante condicionamiento operante. Skinner afirma que el análisis/estudio de la personalidad no tiene cabida en el análisis científico de la conducta, pues se basaría en ideas carentes de objetividad. La personalidad para él es un conjunto de comportamientos, que proceden de diferentes eventos a las cuales se enfrenta una persona, resultado en distintos esquemas de respuestas y estas se basan solo en sus experiencias y confrontación genética. Afirma que buscar estados mentales/psíquicos es buscar en el lugar equivocado, al 14 dar prioridad a la vida interior como objeto de estudio. TEORÍAS SOCIALES COGNITIVAS: BANDURA, WALLSTON Y ROTTER Estas teorías psicológicas de la personalidad ponen un énfasis especial en el aprendizaje y la cognición, y su papel en la conducta. Respecto a los aspectos cognitivos se considera esencial la manera en que la persona selecciona, percibe, procesa e interpreta los estímulos externos, básicamente sociales. Asimismo, desde estas teorías se concede una gran importancia a la interacción recíproca entre la persona, el ambiente y la conducta. Bandura define la personalidad como la interacción entre cognición, aprendizaje y ambiente; de igual manera juegan un papel importante las expectativas internas de los individuos, pues el ambiente influye en la manera de comportarse y por tanto modifica las expectativas del individuo ante otras situaciones respecto a su comportamiento, teniendo en cuenta que las personas se ajustan a unos criterios o estándares de desempeño que son únicos a la hora de calificar un comportamiento en diversas situaciones. De acuerdo con el cumplimiento o no de las expectativas, se dice que las personas que alcanzan grandes niveles de desempeño interno desarrollan una actitud llamada autoeficacia (Bandura y Locke, 2003), entendida como la capacidad de manejar las situaciones de manera adecuada para generar resultados deseados. Bandura consideró a los humanos como seres complejos, únicos, activos, destacando el pensamiento y la autorregulación. Pues los individuos están en una continua resolución de problemas, partiendo de la experiencia y de la capacidad de procesamiento de información. Por tal razón, Bandura realizó sus estudios en humanos en el nivel contextual; por lo tanto, a través de la observación de modelos la persona puede transformar imágenes e ideas que se pueden combinar y modificar con el fin de elaborar patrones de conducta adecuados. Este autor considera que el carácter al definirse por dimensiones aprendidas y vinculadas a factores psicosociales, tiende a formarse de manera continua pero especialmente en los procesos de socialización más básicos. 15 Entre los modelos centrados en dimensiones del carácter se destacan los que se centran en el concepto de “esquema”. Los esquemas son sistemas estructurados y entrelazados, responsables del procesamiento de un estímulo percibido y su respuesta conductual asociada. Rotter establece que la conducta que el ser humano exhibe en su vida cotidiana es adquirida a través de la experiencia social. Nuestros patrones de conducta dependen de la interacción que mantengamos con el medio, la cual se lleva a cabo en gran medida a través de la vinculación con otros semejantes. Así para lograr nuestros objetivos necesitamos de la participación de otras personas. Esta teoría sería denominada por el propio autor como teoría del aprendizaje social, conociéndose también como teoría del aprendizaje cognoscitivo. En ella, Rotter considera que el ser humano busca suplir sus necesidades a partir de la búsqueda de refuerzos positivos y la evitación de castigos. Para ello va a realizar o no determinadas conductas, en base a los aprendizajes que haya realizado a lo largo de la vida y que estas le supongan o no un refuerzo que les lleve a repetirlas. Además, también aprendemos mediante las consecuencias de las conductas de otros, obteniendo aprendizaje mediante su visualización y afectando estos conocimientos a la propia conducta con el fin de que los resultados obtenidos por otros puedan ser replicados por nosotros mismos, o bien evitados. Se trata de una teoría realizada en un momento de la historia en que la corriente predominante era el conductismo, cosa visible en los términos y estructuras de pensamientos utilizados. Sin embargo, Rotter va más allá considerando al contrario que el conductismo que los actos mentales sí son estudiables objetivamente y considera el pensamiento, la imaginación, la evocación, la intencionalidad y otros aspectos vinculados a la cognición y la emoción como conductas encubiertas. Toda conducta está mediada socialmente y la sociedad nos proporciona refuerzos o castigos en base a éstas, cuyas consecuencias aprendemos. Este autor considera que el patrón de conducta que empleamos habitualmente es un elemento derivado del aprendizaje y la interacción social. Considera al ser humano un elemento activo y utiliza un enfoque 16 cercano al conductismo. Actuamos en base a la existencia de necesidades y de la visualización y valoración tanto de éstas como de las posibles conductas que hemos aprendido a llevar a cabo. Aunque cercano al interaccionismo, se sitúa en una perspectiva situacionista. El potencial de conducta es la probabilidad de realizar determinada conducta en una situación concreta. Este potencial depende de elementos como las expectativas (tanto de la capacidad de influir en los resultados como en el propio resultado y la posible obtención de beneficios tras la conducta) y la consideración o valor otorgado a las consecuencias de realizar la conducta en cuestión, así como de la manera en que la persona procesa y valora la situación (conocida como situación psicológica). El concepto de locus de control no cuajó desde el principio, en gran parte porque los contemporáneos y estudiosos que continuan a Rotter restaron importancia a la importancia del locus de control dentro de las distintas teorías de aprendizaje y motivación. No fue hasta 1978 cuando Wallston y DeVellis publicaron Development of the multidimensional health locus of control scales que se llegó a una comprensión sólida de lo que era el locus de control y de cómo influía este en las decisiones importantes de la vida. El modo en que Wallston y DeVellis plantearon esta importancia fue haciendo referencia a cómo las expectativas sobre los comportamientos de 17 salud de las personas podían determinar cómo actuaban en situaciones relacionadas con la salud. Es decir, si un individuo poseía locus de control interno actuaba con mayor conciencia y tomaba las medidas pertinentes para cuidar su bienestar; si, en cambio, creía que la responsabilidad por su estado de salud recaía en una fuerza externa, era menos propenso a erradicar hábitos perjudiciales y optar por otros más saludables. Características del locus de control interno La escala de medición propuesta por Rotter sienta diferencias en las características personales de individuos con locus de control interno. Así, las personas con esta creencia se distinguen porque: − Es más probable que asuman la responsabilidad de sus acciones − Tienden a estar menos influenciados por las opiniones de otras personas − A menudo se desempeñan mejor en las tareas cuando se les permite trabajar a su propio ritmo − Por lo general, tiene un fuerte sentido de autoeficacia − Tienden a trabajar duro para lograr las cosas que quieren − Se sienten seguros frente a los desafíos − Tienden a ser físicamente más saludables − Informan ser más feliz y más independientes − A menudo lograr un mayor éxito en el lugar de trabajo Características del locus de control externo De acuerdo con la escala propuesta por Rotter, las personas con locus de control externo se distinguen marcadamente de los sujetos con locus de control interno. Algunas de las características más representativas de este grupo serían: − Culpan a las fuerzas externas por sus circunstancias 18 − Cualquier posibilidad de éxito se basa en la suerte − No creen que pueden cambiar su situación mediante sus propios esfuerzos − Se sienten desesperanzados o incapaces de afrontar situaciones difíciles − Son más propensos a experimentar impotencia aprendida TEORÍAS HUMANISTAS: MASLOW Abraham Maslow, junto a Carl Rogers son los máximos exponentes de lo que se conoce como la tercera fuerza de la psicología, el humanismo, que es, sin duda, una de las corrientes de pensamiento más importantes de la psicología. Esta corriente surgió en contraposición con el Psicoanálisis freudiano que veía a la persona desde sus conductas problemáticas y el Conductismo que visualizaba a la persona como seres pasivos, es decir, que no tenían demasiadas opciones de influir en el entorno. A diferencia de aquellas escuelas, el humanismo ve a la persona desde una visión holística y positiva, donde el centro de atención es la experiencia subjetiva del sujeto. Las personas son seres con un rol activo que tienen la capacidad de desarrollarse y dar forma a sus mundo interno y externo. Su instinto básico y su dignidad residen en la confianza que se tienen en sí mismos, porque el ser humano es visto como un individuo dueño de su propia realización. La idea humanista considera que las personas tienen un deseo innato para autorrealizarse, para ser lo que quieran ser, y que cuentan con la capacidad para perseguir sus objetivos de manera autónoma si se encuentran en un ambiente propicio. Para aspirar a las metas de autorrealización, antes han de cubrirse las necesidades anteriores como la alimentación, la seguridad, etc. Por ejemplo, solo nos preocupamos de temas relacionados con la 19 autorrealización si estamos seguros de que, tenemos un trabajo estable, comida asegurada y unas amistades que nos aceptan. Esta teoría se centra en que las elecciones de las personas son individuales y no sostiene que la biología sea determinista. La teoría de Maslow gira en torno a dos aspectos fundamentales: nuestras necesidades y nuestras experiencias. En otras palabras, lo que nos motiva y lo que buscamos a lo largo de la vida y lo que nos va ocurriendo en este camino, lo que vamos viviendo. Es aquí donde se forma nuestra personalidad. De hecho, Maslow es considerado uno de los grandes teóricos de la motivación. La teoría de la personalidad de Maslow tiene dos niveles. Uno biológico, las necesidades que tenemos todos y otro más personal, que son aquellas necesidades que tienen que son fruto de nuestros deseos y las experiencias que vamos viviendo. Maslow se asocia al concepto de autorrealización, porque en su teoría habla de las necesidades que tenemos las personas de desarrollarnos, de buscar nuestro máximo potencial. Y es que, según éste, las personas tienen un deseo innato para autorrealizarse, para ser lo que quieran ser, y tienen la capacidad para perseguir sus objetivos de manera autónoma y libre. Según Maslow, el modo en el que un individuo enfoque su autorrealización se corresponderá al tipo de personalidad que manifieste en su día a día. Eso implica que para Maslow la personalidad está relacionada con los aspectos motivacionales que tienen que ver con los objetivos y las situaciones que vive cada ser humano. Las implicaciones de esto son claras: para estudiar la personalidad hay que conocer también el contexto en el que habitan las personas y el modo en el que este responde a las necesidades motivacionales de los individuos. Maslow piensa que las personas que logran satisfacer sus necesidades de autorrealización son personas autorrealizadas y afirma que 20 menos del 1% de la población pertenecen a esta clase de individuos. Características de las personas autorrealizadas: − Muestran un nivel alto de aceptación de sí mismos − Perciben la realidad de manera más clara y objetiva − Son más espontáneas − Piensan que las causas de los problemas son externas − Disfrutan de la soledad − Tienen una mentalidad curiosa y creativa − Disfrutan de experiencias cumbre − Generan ideas genuinas − Tienen un gran sentido del humor − Poseen un gran espíritu crítico y se rigen por valores éticos − Son respetuosas y humildes − Son tolerantes, no tienen prejuicios y disfrutan de la presencia de los demás La pirámide de Maslow forma parte de una teoría psicológica que inquiere acerca de la motivación y las necesidades del ser humano: aquello que nos lleva a actuar tal y como lo hacemos. Según Maslow, nuestras acciones nacen de la motivación dirigida hacia el objetivo de cubrir ciertas necesidades, las cuales pueden ser ordenadas según la importancia que tienen para nuestro bienestar. Es decir, que Maslow proponía una teoría según la cual existe una jerarquía de las necesidades humanas, y defendió que conforme se satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos desarrollamos necesidades y deseos más elevados. A partir de esta jerarquización se establece lo que se conoce como Pirámide de Maslow. Las necesidades han de ir cubriéndose para poder aspirar al nivel 21 superior. Por ejemplo, si no tenemos las necesidades fisiológicas cubiertas no podemos aspirar a las necesidades de afiliación. En el nivel superior se encuentran las necesidades de autorrealización. Es esta jerarquía la que según Maslow marcaba el modo en el que la personalidad se adapta a las circunstancias, dependiendo de cada situación vivida. Se trata, en definitiva, de una concepción de la personalidad que abarca aspectos psicológicos muy extensos y que va más allá del enfoque psicométrico que dominaba en su época. En la pirámide de Maslow, se habla acerca de las necesidades instintivas y hace una distinción entre: - necesidades “deficitarias” (fisiológicas, de seguridad, de afiliación, de reconocimiento) que se refieren a una carencia y de - “desarrollo del ser” (autorrealización) que hacen referencia al quehacer del individuo. Satisfacer las necesidades deficitarias es importante para evitar consecuencias o sentimientos displacenteros. Las necesidades del “desarrollo del ser”, por su parte, son importantes para el crecimiento personal, y no tienen que ver con el déficit de algo, sino con el deseo de crecer como persona. 22 Así pues, la pirámide de Maslow tiene 5 niveles de necesidades: TEORÍAS BIOPSICOLÓGICAS Estas teorías parten de la idea de que la biología juega un papel muy importante en el desarrollo de la personalidad. El estudio del nivel biológico en la psicología de la personalidad se centra principalmente en identificar el papel de los determinantes genéticos y cómo moldean las personalidades individuales. El máximo exponente de esta teoría es Gray que planteó la hipótesis de la existencia de dos sistemas basados en el cerebro para controlar las interacciones de una persona con su entorno: el sistema de inhibición conductual (BIS) y el sistema de activación conductual (BAS). BIS está relacionado con la sensibilidad al castigo y la motivación de evitación. BAS está asociado con la sensibilidad a la recompensa y la motivación de acercamiento. Se han diseñado escalas psicológicas para medir estos sistemas hipotéticos y estudiar las diferencias individuales en la personalidad. 23 El sistema de inhibición conductual (BIS), propuesto por Gray, es un sistema neuropsicológico que predice la respuesta de un individuo a las señales relevantes para la ansiedad en un entorno determinado. Este sistema se activa en momentos de castigo, cosas aburridas o eventos negativos. Al responder a señales como estímulos negativos o eventos que involucran castigo o frustración, este sistema finalmente da como resultado la evitación de tales eventos negativos y desagradables. Según la teoría de Gray, el BIS está relacionado con la sensibilidad al castigo, así como con la motivación de evitación. También se ha propuesto que el BIS es la base causal de la ansiedad. La alta actividad del BIS significa una mayor sensibilidad a la falta de recompensa, el castigo y la experiencia nueva. Este mayor nivel de sensibilidad a estas señales da como resultado una evitación natural de dichos entornos para evitar experiencias negativas como el miedo, la ansiedad, la frustración y la tristeza. Las personas que son muy sensibles al castigo perciben los castigos como más aversivos y es más probable que se distraigan con los castigos. El sistema de activación conductual (BAS), a diferencia del BIS, se basa en un modelo de motivación apetitiva, en este caso, la disposición de un individuo para perseguir y alcanzar metas. El BAS se despierta cuando recibe señales correspondientes a recompensas y controla acciones que no están relacionadas con el castigo, sino acciones que regulan comportamientos de tipo acercamiento. Este sistema tiene una asociación con la esperanza. Según la teoría de Gray, el BAS es sensible a los estímulos atractivos condicionados y está asociado con la impulsividad. También se cree que está relacionado con la sensibilidad a la recompensa, así como la motivación de acercamiento. El BAS es sensible al no castigo y la recompensa. Los individuos con un BAS altamente activo muestran niveles más altos de emociones positivas como júbilo, felicidad y esperanza en respuesta a señales ambientales consistentes con el no castigo y la recompensa, junto con el logro de metas. En términos de personalidad, estos individuos también son más propensos a participar en esfuerzos dirigidos a objetivos y experimentar estas emociones positivas cuando se exponen a una recompensa inminente. El mecanismo fisiológico del BAS no se conoce tan bien como el BIS, pero se cree que está relacionado con las vías catecolaminérgicas y dopaminérgicas del cerebro. La dopamina es un neurotransmisor comúnmente vinculado a las 24 emociones positivas, lo que podría explicar la susceptibilidad a la euforia y la felicidad al alcanzar las metas observadas. Se ha demostrado que las personas con un BAS muy activo aprenden mejor con recompensas que con castigos, a la inversa del BIS como se mencionó anteriormente. Estos dos sistemas funcionan en una relación inversa. En otras palabras, cuando ocurre una situación específica, un organismo puede abordar la situación con uno de los dos sistemas. Los sistemas no serán estimulados al mismo tiempo y qué sistema es dominante depende de la situación en términos de castigo versus recompensa. Se cree que este fenómeno de diferenciación entre los dos sistemas ocurre debido a las distintas áreas del cerebro que se activan en respuesta a diferentes estímulos. Esta diferencia se notó hace años a través de la estimulación eléctrica del cerebro. El sistema de activación conductual y el sistema de inhibición conductual difieren en sus vías fisiológicas en el cerebro. Se ha demostrado que el sistema de inhibición está vinculado al sistema septo-hipocampal que parece tener una estrecha correlación con una vía serotoninérgica, con similitudes en sus inervaciones y respuestas al estrés. Por otro lado, se cree que el sistema de activación o recompensa está más asociado con un sistema dopaminérgico mesolímbico que con el sistema serotoninérgico. Los dos sistemas propuestos por Gray difieren en sus motivaciones y respuestas fisiológicas. Gray también propuso que los individuos pueden variar ampliamente en su capacidad de respuesta del sistema de inhibición del comportamiento y el sistema de activación del comportamiento. Se ha descubierto que alguien que es sensible a su BIS será más receptivo a las señales negativas en comparación con alguien que es sensible a su BAS y, por lo tanto, responde más a las señales del entorno que se relacionan con ese sistema, específicamente las señales positivas o gratificantes. 25 BIBLIOGRAFÍA − Allport, G. W. (1968). The historical background of modern social psychology. En G. Lindzey y E. Aronson (Ed.), Handbook of Social Psychology, Vol 1, 1-80. Reading, Estados Unidos: Addison-Wesley. − American Psychiatric Association. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5). 5ª edición Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2014. − Bandura, A. y Walters, R.H. (1963). El aprendizaje social y desarrollo de la personalidad. 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