Técnicas De Dirección, Organización Y Dinamización De Actividades De Entrenamiento PDF

Summary

Este documento describe las técnicas de dirección, organización y dinamización de actividades de entrenamiento. Se enfoca en habilidades personales, habilidades de relación y habilidades técnicas en el ámbito del entrenamiento. También se mencionan estrategias metodológicas, técnicas de enseñanza, y la toma de decisiones en el contexto de la actividad deportiva.

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TEMA 3. LAS TÉCNICAS DE DIRECCIÓN, ORGANIZACIÓN Y DINAMIZACIÓN DE ACTIVIDADES DE ENTRENAMIENTO 3.1.1. TÉCNICAS DE DIRECCIÓN, ORGANIZACIÓN Y DINAMIZACIÓN DE ACTIVIDADES. Lejos de lo que en muchas ocasiones se piensa, el trabajo del entrenador,...

TEMA 3. LAS TÉCNICAS DE DIRECCIÓN, ORGANIZACIÓN Y DINAMIZACIÓN DE ACTIVIDADES DE ENTRENAMIENTO 3.1.1. TÉCNICAS DE DIRECCIÓN, ORGANIZACIÓN Y DINAMIZACIÓN DE ACTIVIDADES. Lejos de lo que en muchas ocasiones se piensa, el trabajo del entrenador, entrene éste en el nivel o categoría que lo haga, por muy alto o básico que sea, siempre lleva añadidas una serie de funciones y responsabilidades que parecen alejadas de lo propiamente técnico o deportivo. Nos referimos a tareas y desempeños de gestión y organización. Para ello es necesario que el entrenador disponga de una serie de habilidades personales bien desarrolladas (COMPETENCIAS DEL TÉCNICO DEPORTIVO): -Habilidades personales (autodisciplina, orden) que hagan su organización personal eficiente. -Habilidades de relación (persuasión), sobre todo para influenciar a otras personas (deportistas especialmente) y motivarles hacia los objetivos establecidos. 1 -Habilidades técnicas y conceptuales (conocimientos específicos, formación permanente), que le permitan plantearse proyectos, modelos, planes e ideas en general, relacionadas con el proceso de entrenamiento. - LA ORGANIZACIÓN: Podemos definirla como el establecimiento de las relaciones entre las diferentes actividades que deben ser realizadas (normalmente, además, previamente planificadas, aunque también surgen las que no lo están) y los elementos, recursos y circunstancias necesarios para poder llevarlas a cabo de forma adecuada. En lo que se refiere a las personas, tiene que ver con la ordenación del trabajo de dos grupos diferentes de personas: el de los profesionales (staff) que tienen relación permanente o eventual con los deportistas (médico, fisioterapeuta...); y el formado directamente por los deportistas que componen un equipo. -TOMA DE DECISIONES: Es un aspecto importantísimo en la dirección de cualquier tipo de grupo humano, y los grupos o equipos deportivos no son, ni mucho menos, una excepción. Tomar una decisión implica: enjuiciar, razonar, intuir y conseguir información. Las decisiones pueden ser de todo tipo: Qué, cómo, cuándo y cuánto entrenar, alineaciones, táctica, conflictos… -OPTIMIZACIÓN DEL TIEMPO: El tiempo es uno de los recursos básicos del entrenamiento. Junto con los medios y el presupuesto económico, es uno de los que más habitualmente se consideran que se quedan escasos. En el entrenamiento deportivo, la mayoría de los técnicos suelen afirmar que necesitan más tiempo del que tiene disponible, tanto para entrenar, como para él o ella mismos de cara a poder asumir todas las tareas directas o indirectas de la dirección de un equipo (preparar). Para poder optimizar la gestión del tiempo, el técnico deportivo debería reflexionar sobre el tiempo disponible (usar agendas y cuadros horarios) y las tareas propuestas (selección de las más eficaces) en la planificación. En base a lo anterior podremos establecer un plan de acción de gestión del tiempo. En cuanto a la DINAMIZACIÓN DE LAS ACTIVIDADES, es algo que tiene mucho que ver con el estilo personal del entrenador, sus habilidades de comunicación, sus posibilidades de demostración, selección de los tipos de tareas (tema 2), distribución de las personas y grupos, etc… 2 Dinamizar supone activar, estimular, buscando la máxima eficiencia en la actividad. Algunos requisitos técnicos de la organización de los entrenamientos son: Máximo aprovechamiento del tiempo de práctica. Eficiencia en la utilización y distribución de los recursos materiales necesarios y disponibles. Sin olvidar máximas condiciones de seguridad. Crear contextos de aprendizaje-entrenamiento. Máximo aprovechamiento del espacio. Máxima participación de las personas. Control de posibles contingencias. Tener previstas, es decir controladas, nuestras respuestas o modos de actuar ante situaciones que puede que ocurran o no a lo largo de un entrenamiento. Por ejemplo: una lesión, un golpe, una discusión entre deportistas, etc. Desarrollar un buen clima afectivo y dinámica general de la clase o sesión. Implicar a los participantes en las tareas de organización, cuidado del material, responsabilidad, colaboración, ayuda mutua, etc. Otros aspectos a tener en cuenta en la organización didáctica de la sesión de entrenamiento son: Estructuración del grupo. Situación y desplazamiento del grupo. Situación y desplazamiento del profesor. Control y estructura de la actividad/pausa. Nivel de decisión del profesor y participación del deportista. 3.1.2. LOS ESTILOS DE ENTRENADOR EN LA DIRECCIÓN DE GRUPOS. Los entrenadores, en función de su personalidad, experiencia y formación pueden dirigir al deportista y al grupo de diferentes formas. Por lo tanto, llamamos estilos de dirección a la forma en que el entrenador dirige al grupo. El nivel de decisión del entrenador y la participación del deportista determinarán el tipo de estilo adoptado por el entrenador. 3 Normalmente la clasificación de estos estilos tiene dos parámetros a valorar: la autoridad que el entrenador quiere mostrar ante el grupo y el grado de participación que se permite en los deportistas para consultar y valorar las decisiones a tomar. Los estilos más comunes son: Directivo También denominado autoritario. El entrenador manda en todo. Dirige el grupo, toma todas las decisiones sin pedir opinión a los deportistas. Los feedbacks de intención afectiva, o refuerzos, suelen ser de tipo negativo; broncas, castigos, etc. Participativo También denominado democrático o cooperador. El entrenador escucha las opiniones de los deportistas y valora el grado de madurez de las mismas. Intenta implicar a los deportistas en el proyecto. Las decisiones siguen siendo suyas, pero intenta que el equipo o el deportista las hagan propias. Confía en el grupo, utiliza el refuerzo positivo, aunque ante acciones que rompen alguna norma importante actúa con una sanción. Permisivo Igualmente llamado sumiso. La negociación con el grupo o el deportista es su característica más importante. Es muy poco directivo, dejando muchas decisiones al grupo. Su actuación se basa en fomentar el buen clima afectivo para que el grupo tome decisiones. Refuerza las actuaciones del grupo. Un entrenador puede utilizar diferentes estilos en función del tipo de deportista/grupo a dirigir y del tipo de actividad a desarrollar. ¿Hay un perfil ideal de técnico deportivo que sirva para todo tipo de equipos y niveles? Los expertos nos dicen que no, que hay muchos estilos válidos y óptimos, y que las cualidades más importantes del entrenador varían de unas etapas deportivas a otras. 4 3.1.3. ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS Y ESTILOS DE ENSEÑANZA EN FUNCIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL GRUPO Y LA ACTIVIDAD. Entre las decisiones que debe tomar el entrenador se encuentra la elección de la técnica de enseñanza a utilizar. Hay dos TÉCNICAS DE ENSEÑANZA: Instrucción directa y Búsqueda: Instrucción directa. En esta técnica el entrenador presenta al deportista el modelo a imitar o reproducir. Se recomienda utilizarla ante la enseñanza de problemas o habilidades motrices con una alternativa de ejecución motriz bien definida (“única”). El entrenador proporciona al deportista una información directa sobre la solución de ese problema, concretándole cómo debe realizar su ejecución, y el deportista reproduce ese modelo, produciéndose un aprendizaje por imitación. Se aplica en el aprendizaje de modelos de movimiento complejos y específicos relacionados con el deporte, como la técnica o técnico-táctica individual deportiva y en las tareas motrices donde predomine el mecanismo de ejecución y que necesiten para su aprendizaje unas pautas de actuación muy concretas. Tiene dos fases. Durante la fase I, planteamiento del modelo, el entrenador presenta y explica el movimiento o gesto a entrenar; para hacerlo debe elegir una ESTRATEGIA EN LA PRÁCTICA. Si esta presentación la realiza en su totalidad, decimos que utiliza una estrategia en la práctica global. Si presenta el movimiento en partes, decimos que utiliza una estrategia en la práctica analítica (página 10 y 11 del tema 2). Mediante la Búsqueda. Es la segunda técnica de enseñanza. El papel fundamental del entrenador consiste en: Plantear el problema (motriz), dificultad u obstáculo a superar, dando más o menos información. 5 Ayudar al deportista a definir y a analizar las características y magnitudes del problema planteado. Ajustar la dirección de la búsqueda, o reencauzarla con información complementaria (es decir, según se va desviando la búsqueda, se van cerrando las posibles salidas falsas para encontrar la verdadera). La técnica de enseñanza mediante la búsqueda tiene dos fases. Durante la fase I, planteamiento del problema, debemos reflexionar sobre: El nivel de dificultad del problema, que dependerá de la cantidad de información que aporte el entrenador. Esta debe ser la justa, ni mucha, ni poca. El grado de ayuda o dirección que va a proporcionarle al deportista en la búsqueda. Generalmente, la dificultad más común en la búsqueda no es la carencia de información, sino la falta de capacidad del sujeto para usar adecuadamente la información que posee. Aquí lo importante es el proceso, pero si el producto o los resultados no se producen, el proceso de búsqueda por parte del deportista puede detenerse. Durante la fase II, progresión y utilización del refuerzo, el refuerzo es la herramienta por la que mantenemos el interés y la motivación del deportista para que siga buscando soluciones a los problemas. Si una solución no es válida, hay que hacer que el deportista la descarte, a ser posible explicándole brevemente el por qué. El entrenador debe reforzar positivamente todo esfuerzo de búsqueda. Al principio del proceso de búsqueda el entrenador no debe intervenir, debe dejar que el deportista pruebe en distintas direcciones, salvo que este fije su búsqueda en una dirección errónea. En ese caso, le proporcionará indicios o información complementaria que le hagan replantearse su estrategia. Se trataría de desplazar la atención del deportista desviándola de los estímulos incorrectos, y enfocándola hacia los correctos. 6 Todo lo que vamos viendo hasta ahora nos sugiere que las estrategias metodológicas y los estilos de enseñanza a emplear van a estar siempre en función de muchas variables que tienen que ver con las características del grupo (tamaño, edad, intereses, grado de homogeneidad o heterogeneidad, nivel técnico, etc.) y el tipo de actividad (modalidad, escenario, carácter de la misma). Así mismo resulta imposible generalizar sobre estilos y metodologías… Pero desde luego, el estudio específico de cada modalidad deportiva nos aportará sugerencias metodológicas para aplicar en situaciones prácticas de entrenamiento o enseñanza concretas. ESTILOS DE ENSEÑANZA (Cuadro pág. 12 del tema 2) Los estilos de enseñanza, según Sicilia y Delgado Noguera (2002), se clasifican en: Tradicionales o de enseñanza masiva: o Mando directo. o Asignación de tareas. Los que posibilitan la participación del alumno en la enseñanza: Grupos de nivel. Enseñanza recíproca Los que fomentan la socialización: Grupos reducidos. Microenseñanza. Los que posibilitan la individualización de la enseñanza: Programas individuales. Los que fomentan la capacidad cognitiva y la creatividad: Descubrimiento guiado. Resolución de problemas. 3.1.4. VALORACIÓN DEL TIEMPO DE PRÁCTICA DEL ALUMNADO (optimización). Cuando se habla de la formación de expertos en deporte se hace especial hincapié en la imprescindible necesidad de acumular miles de horas de práctica. Aún sin querer dedicarnos a generar expertos, y quedándonos en ambiciones más comunes, como la mera enseñanza deportiva básica o de perfeccionamiento, el aprendizaje (todo él) requiere 7 tiempo de práctica. Por eso el técnico deportivo debe valorar muy especialmente el tiempo de práctica de los deportistas. Hay que intentar dedicar el mayor tiempo posible a que los deportistas practiquen, independientemente del tipo de práctica que estemos proponiendo en cada tarea. Lo cual nos lleva a sugerir algunas pautas de actuación en la dirección y organización de las sesiones: -No perder el tiempo hablando demasiado ni con discursos. -Aprovechar realizaciones de tareas para colocar o disponer el material. -Procurad detener muy poco la actividad (respetar los descansos necesarios desde el punto de vista condicional, o mejor aún utilizarlos para otros contenidos compatibles con la recuperación). -Diseñar las tareas con rotaciones en circuito (hago algo y regreso con otras acciones...) de forma que en todo momento todos tengan alguna función técnica que ejecutar. -Dar tiempo suficiente para que las ejecuciones consoliden patrones motrices (asimilación). -Evitar juegos de eliminación que dejen temporalmente a algunos deportistas sin practicar. -Controlar que todos tengan similares oportunidades de práctica, en cuanto a cantidad de tiempo. -En el caso de que haya posiciones privilegiadas para el aprendizaje (por ejemplo, el que sigue al monitor de esquí en segunda posición), hacer que estas sean rotativas entre todos. -Rotar en los puestos y roles que se dan en cada tarea o ejercicio, especialmente si algunos de ellos tienen mucha más (o menos) actividad que otros. 3.2. Técnicas de gestión de las actividades para optimizar los tiempos de práctica y el control del grupo. Importancia de la posición estratégica de técnico en la actividad. Implicación activa del técnico en las tareas para involucrar y motivar al alumnado. No existen fórmulas mágicas genéricas para estos aspectos, ya que su optimización está estrechamente relacionada con las diferentes modalidades deportivas. Cada caso tiene diferentes planteamientos y posibilidades que dependen de la instalación o espacio, modalidad… Pero si podemos ofrecer unas generalidades o reflexiones conceptuales altamente aplicables indiferentemente de cada realidad deportiva. De todas formas, ello debería verse compensado con pautas metodológicas de aplicación práctica en el bloque 8 específico. 3.2.1. TÉCNICAS DE GESTIÓN DE LAS ACTIVIDADES PARA OPTIMIZAR LOS TIEMPOS DE PRÁCTICA Y EL CONTROL DEL GRUPO. Primero debemos analizar lo siguiente: Tiempo de programa: t. de sesión; nº de sesiones/semana; meses de entrenamiento; nº sesiones totales y horas totales. Tiempo útil o funcional: desde que empieza el entrenamiento hasta que termina. Puntualidad, calentar antes, vestuario, preparación previa de material. Tiempo real. Analizar horas perdidas a lo largo de la temporada… Tiempo de información y organización: el justo y necesario. Pocas tareas, conocidas, demostraciones(una imagen vale…), códigos propios, señales acústicas, progresiones y variantes de la misma actividad, etc. Tiempo disponible para la práctica: restando los dos anteriores al total. Tiempo de compromiso motor: evitar filas y juegos de eliminación… Tiempo empleado para cada tarea, ejercicio o propuesta motriz: el tiempo de su explicación y tiempo de llevarlo a la práctica. Saber cambiar a tiempo de ejercicio. Actividad/pausa: dosificación adecuada utilizando deferentes tipos de participación: Simultánea; alternativa; consecutiva o libre. La primera técnica radica en el trabajo previo del técnico deportivo, que no es otro que haber diseñado una planificación aplicable y funcional, en la cual se incluya una programación de contenidos repartidos en el correspondiente calendario, de forma que se sepa qué contenidos deberían trabajarse en cada sesión. La segunda técnica es prepararse anticipadamente la sesión, es decir, programar al detalle las actividades y hacer un cálculo realista (aquí se necesita experiencia) del tiempo que se va a dedicar a cada una de ellas. Esta labor, en algunas modalidades con ejercicios complejos de recordar y muchas posibles variantes, debería hacerse por escrito y llevarse una "chuleta" que en la mayoría de los casos no utilizaremos, pero siempre nos dará un margen de seguridad. En todos los casos conviene mantener una actitud de flexibilidad (no confundir con la improvisación) que nos permita mantener más tiempo algunas tareas y reducir o 9 incluso suprimir otras, en función de cómo estén funcionando (efectividad de aprendizaje, carga condicional, diversión, motivación etc). Dependiendo del grupo, una misma sesión puede cambiar mucho. Realizar modificaciones en la dificultad de las tareas (a nivel coordinativo o condicional). Siempre hay que buscar el mayor aprovechamiento posible del tiempo y evitar todo lo que se pueda que los participantes tengan que esperar inactivos. En este sentido ya hemos indicado que es fundamental diseñar en cada ejercicio, no sólo la parte de ejecución buscada, sino las tareas, funciones y desplazamientos que cada ejecutor tenga que hacer hasta volver a la parte principal del ejercicio. Organización de la ejecución: simultánea (todos a la vez), alternativa, sucesiva(rueda) o libre. Atención a las filas y a juegos de eliminación. Formación de grupos, parejas, tríos, cuartetos… en círculos, semicírculo, cuadrados, orientación interior o exterior… Además de todo ello, el técnico deportivo puede contar con el uso de la tecnología para monitorizar las ejecuciones, los tiempos totales, parciales, etc. Empezando por el cronómetro, pasando por los pulsómetros que pueden ayudarnos a asociar tiempos de actividad con zonas energéticas de trabajo y llegando hasta los aparatos que actualmente integran las funciones anteriores con la de GPS, podemos monitorizar la práctica, desde un punto de vista temporal de forma muy precisa, tanto individual, como grupalmente. Esto resulta especialmente importante en aquellas modalidades en las que el técnico deportivo puede incluso no encontrarse presente en todo momento del proceso de entrenamiento (fondistas de varias modalidades, ciclistas, montaña, etc.). Por último y como control posterior, recordamos encarecidamente la utilización del diario de entrenamiento del técnico, y en él registrar también, de alguna forma los datos más importantes sobre tiempo de ejecución, diferenciando a qué tipo de trabajo se ha dedicado. Esto permite controlar la realización de las planificaciones y calcular las cargas de entrenamiento y los tiempos de aprendizaje necesarios. Importante también el registro anecdótico. 10 3.2.2. IMPORTANCIA DE LA POSICIÓN ESTRATÉGICA DE TÉCNICO EN LA ACTIVIDAD. En cuanto a la posición o situación y desplazamiento del personal técnico, comentar que los técnicos de un grupo deben buscar una posición, con relación al grupo, que facilite su labor. Las más importantes son: Posición focal o externa al grupo. El técnico ocupa una posición y situación focales, externas al grupo, de tal manera que pueda observar a todos los deportistas. Es la más utilizada cuando hay que dar información (inicial o conocimiento de los resultados) a todo el grupo, y también es muy útil para organizar las tareas. Posición interna, dentro del grupo. Consiste en desplazarse entre los deportistas o grupos de deportistas. Es muy útil para la atención individualizada y para poder dar información y feedback La posición del técnico durante las actividades depende mucho también de la naturaleza de la actividad deportiva. Dentro de las canchas, salas, etc. suele resultar todo más sencillo, controlable y cercano. En el medio natural la cuestión puede complicarse bastante más, y hay medios especialmente difíciles en esto (por ejemplo, los deportes aéreos, algunos acuáticos de entorno muy cambiante, subacuáticos, etc.). Lo que queramos observar en cada momento nos hará barajar las diferentes opciones que ofrezca cada realidad deportiva, ya que diferentes posiciones nos ofrecen diversas posibilidades. Y también resulta vinculante el grado de control que queramos tener sobre el grupo o el deportista. La potencialidad de riesgos sí que es un factor especialmente determinante para marcar la posición de un técnico deportivo, en esto no hay que escatimar en precauciones. Posición para ayudas manuales (gimnasia deportiva), control directo sobre pasos arriesgados (manejo de cuerdas o instalaciones de pared), búsqueda y trazado de itinerarios (montaña, cañones, etc.) y muchos otros ejemplos… nos darán pistas sobre la cantidad de casuística que podemos encontrar. No hay que olvidar el rol de la activación y motivación de los deportistas por parte del 11 técnico. En este sentido podemos jugar bastante con el estar dentro o fuera de la acción, alejarse para favorecer comportamientos creativos, acercarse mucho para animar y "marcar" las ejecuciones, o incluso el rol participante en el que el técnico se convierte también en otro deportista más (algo que puede resultar muy motivador en determinados grupos o situaciones). Otros aspectos a consideran cuando nos estamos dirigiendo verbalmente a un practicante o grupo, como técnicos, es la orientación respecto al sol (de cara, sombras…) al abrigo del viento o frío, a posibles distracciones, etc. 3.2.3. IMPLICACIÓN ACTIVA DEL TÉCNICO EN LAS TAREAS PARA INVOLUCRAR Y MOTIVAR AL ALUMNADO. Vamos a destacar algunas pautas que deberían tenerse en cuenta como fuente de implicación activa para tratar de involucrar y motivar a los deportistas durante la sesión: -Alternar la posición del técnico con respecto al desarrollo de las tareas, tanto dentro de su desarrollo (incluso en ocasiones participante) como fuera para observar con otras perspectivas. -Ser muy dinámico ¡y parecerlo! El dinamismo se transmite y se contagia, hay que mantenerse activo, con ganas, con energía, etc. -Carisma. Se trata de presentar una personalidad atractiva, que genere liderazgo y guía, que transmita confianza, seguridad, sinceridad, tranquilidad, etc. No es algo fácil y tiene mucho que ver con la personalidad, apariencia y estilo de cada uno, pero se puede trabajar sobre ello. -Utilizar mucho refuerzo positivo (animar). Ser generosos en esto. -Estar muy atentos al reparto de nuestra atención. Que hay que distribuirlo equitativamente y en función de las necesidades de los deportistas. -Manejar el ritmo de las ejecuciones. Exigir explosividad, rapidez, calma, lentitud, etc. Es necesario en diferentes momentos en casi todas las modalidades. Esto debe aclararse, demostrarse y en ocasiones "anclarse" a estímulos provocados por el entrenador. Lo más importante del ritmo de ejecución suele ser su adaptación a las necesidades circunstanciales de ejecución o su discriminación clara (cambio de ritmo). Si no se trabaja sobre él, los deportistas tienen a caer en una inercia de ritmo habitual poco adecuada para 12 la mejora. -Tener preparada alguna sorpresa de vez en cuando (en forma de escena, mensaje, juego, ejercicio especial, visitante.) para romper la monotonía de nuestros planteamientos. 3.3. Diferentes tipos de feedback, variables y tipos desde el punto de vista de la eficacia del mismo (conocimiento de resultados y conocimiento del rendimiento). Vamos a referirnos a dos tipos de feedback: Feedback propio del deportista: generado a través de sus percepciones. Es un canal de tipo de circuito cerrado, mucho más desarrollado en los deportistas expertos que en los principiantes, pues se optimiza mucho con la práctica y la experiencia. Feedback suplementario del entrenador (corrección): Este se puede aportar de forma directa (él propio entrenador) o indirecta (a través de otros medios complementarios como el vídeo...). Quizás la función permanente del técnico deportivo que más se valora, es la de aportar feedback suplementario a los deportistas. Repasemos ahora algunos aspectos importantes del feedback suplementario (el aportado por el entrenador): -Debe tener claramente establecida una referencia de comparación (patrón técnico, táctico, objetivo.). -Debemos valorar las necesidades de feedback suplementario que tiene el deportista y no aportar lo que él puede captar por sí mismo (no continuas y reiteradas correcciones). -Los medios audiovisuales son especialmente útiles cuando se introducen en las situaciones de entrenamiento como elemento de ayuda directa y no solo en reflexiones a posteriori. -No es conveniente ni eficaz una excesiva frecuencia de feedback suplementario, ya que acaba por no tener efecto y puede crear dependencia, anulando la capacidad del deportista para captar el suyo propio. -No conviene intercalar otras actividades entre la ejecución y la información. Es más efectivo cuánto antes se proporcione(inmediato). -Debe tener también un efecto motivador y de refuerzo de conductas motrices correctas. Tipos de Feedback suplementario: - Según el canal: auditivo, kinestésico, visual. 13 - Según el momento: concurrente, inmediato y retardado - Según el destinatario: individual o corrección masiva. - Según la intención: informativo, explicativo, aprobativo, evaluativo, comparativo, prescriptivo, afectivo, interrogativo… 3.4. Las conductas disruptivas y situaciones de conflicto en la actividad. Gestión de recursos frente a las conductas no deseadas. (Contingencias) Al tratar con niños o adolescentes, menores en general, e incluso aún con adultos, los conflictos pueden aparecer. Además, el contacto físico inherente a algunos deportes, el tanteo, las victorias y derrotas, el reglamento y su interpretación, la necesidad de trabajar en equipo, etc. son ingredientes que favorecen la aparición de diferentes tipos de conflictos durante las actividades deportivas. Para abordar su solución se requiere un diagnóstico previo del conflicto, un análisis de causas y efectos. Algunas estrategias preventivas que favorezcan el que no se den conflictos: -Procurar que la actividad resulte muy atractiva, entretenida y motivadora (frente a “hacer por hacer” -reflexión: en ocasiones, en etapas de competición, sí hay que plantear entrenamientos densos) -Eliminar periodos de aburrimiento, tedio o inactividad (¿y los descansos?). -Mantener un clima de confianza (entre iguales), buena calidad emocional en las relaciones interpersonales. -Fomentar las relaciones interpersonales entre todos los miembros del grupo. Alternar agrupamientos, emparejamientos, etc. (complejo) -Incluir tareas cooperativas y colaborativas frente a las competitivas (diferentes motivaciones de los alumnos). Asignar roles, dependiendo de su carácter. -Dejar muy claro el "sistema de referencia" de cómo se debe comportar cualquier deportista (en ocasiones damos por sabido aspectos que nadie se lo explicó). Se puede proponer un “reglamento” de buen comportamiento, en el que participen todos en su elaboración. -Hacerse "dueño" y presente en todo el dominio físico del espacio deportivo (cancha, vestuarios, aparcamiento, banquillo, gradas, remontes, playa, cueva.), sin dejar espacios 14 "oscuros" en los que puedan afincarse camarillas o establecerse espacios sin supervisión que degeneren en lugares de conflicto (muy complicado, según condiciones específicas de la modalidad deportiva). Demasiado… Aun así, los conflictos pueden aparecer, lo cual nunca resulta grato. Su naturaleza puede ser muy variada, así como su manifestación en forma de conductas que interrumpan, boicoteen, agresiones, insultos, mala educación, etc. Ya sea hacia el grupo, técnico o algún participante de forma individual. La actuación ante este tipo de conductas deberá adecuarse al grado de gravedad de la misma y al impacto que pueda estar produciendo sobre el grupo de la actividad (“proporcionalidad”). De forma general planteamos a continuación algunas ideas al respecto de cómo actuar: -No enfrentarse, mantener la calma, actuar con firmeza, pero sin agresividad, alteración, etc. -Cortar este tipo de conductas cuanto antes. -Podemos retirar temporalmente al causante. En tal caso (salvo gravedad extrema y alteración incontrolada del causante) lo mejor es disponer de un espacio de reflexión en el que, aunque apartado, pueda ver "lo que se está perdiendo". Mejor aún si a partir de ese momento el planteamiento de la sesión va evolucionando hacia cada vez más diversión y motivación para los practicantes. Intentamos estimular el deseo de volver a integrarse. -Explicar con corrección, brevedad y claridad el motivo de una llamada de atención, expulsión temporal, etc. e inmediatamente después seguir actuando con normalidad con todos. -Volver a dar oportunidades si hay muestras de arrepentimiento o de haber asumido la responsabilidad de la conducta. -Podemos buscar mediadores en el grupo. Igualmente tenemos que remarcar que “hay que buscar soluciones y no culpables”. Las conductas pueden aparecer en momentos diferentes, y conviene recordar que tienen que ver con el estado emocional de las personas. De igual forma nuestro umbral de tolerancia varía de un día a otro y de un momento de la sesión a otro. No hay que olvidar tener la empatía suficiente como para valorar posibles causas y poder reflexionar con la persona, sobre el porqué de la situación. Debemos evitar, como técnicos deportivos, que nos influya un bajo estado de ánimo coyuntural (disimular). Resolución de conflictos en contextos de competición deportiva (Tema seis) 15 Creación de normas y rutinas. Reflexión. BIBLIOGRAFIA: Estos apuntes son un resumen y actualización, adaptado, de la obra: “BASES DEL APRENDIZAJE DEPORTIVO” CONTENIDOS DEL BLOQUE COMÚN DEL TÉCNICO DEPORTIVO DE GRADO MEDIO (VERSIÓN LOE). CICLO FINAL Autor: José Gutiérrez López. ISBN: 978-1-291-62641-4 Edita: IES Villajunco Santander, noviembre de 2013 *Las puntuales referencias bibliográficas que aparecen en los apuntes, figuran y pueden ser encontradas en su totalidad para su consulta en dicha obra. 16

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