Vitaminas y Minerales en la Vejez

Una dieta que proporciona los nutrientes necesarios en las proporciones adecuadas para mantener la salud.

El total de energía que una persona gasta en un día, compuesto por tres componentes: gasto energético basal, gasto energético por actividad física y acción dinámica de los alimentos.

La cantidad mínima de energía que el cuerpo necesita para funcionar en reposo.

La energía que se gasta durante la actividad física.

Energía que se gasta para digerir, absorber e incorporar los nutrientes de los alimentos.

Guía alimentaria que clasifica los alimentos por grupos según su composición nutricional.

Una dieta prescrita para tratar una enfermedad o condición médica específica.

Dieta hospitalaria normal con requerimientos calóricos generales en pacientes.

Elementos minerales necesarios en grandes cantidades para el cuerpo.

Mineral esencial para la regulación del equilibrio de líquidos y nervios.

Mineral importante para el correcto funcionamiento de los músculos y nervios.

Tipo de fibra que absorbe agua formando un gel, ayudando a regular la digestión y controlar el colesterol.

Tipo de fibra que no se disuelve en agua y facilita el tránsito intestinal.

Uso terapéutico de minerales en dosis muy pequeñas, con fines medicinales (tratamientos).

Mineral esencial para la producción de hemoglobina y transporte de oxígeno.

Mineral que participa en el sistema inmunológico y la síntesis de proteínas.

Una dieta diseñada para prevenir la aparición de enfermedades crónicas como la hipertensión e hiperlipidemia.

Una dieta que apoya la curación y el proceso de recuperación de una enfermedad o lesión.

Recomendada para pacientes con problemas para masticar o tragar. Se compone de líquidos y alimentos licuados.

Dieta de transición entre la dieta absoluta y la semiblanda. Se puede incluir caldo, purés suaves y infusiones.

Dieta con un bajo contenido calórico para ayudar a perder peso. Se recomienda para personas con obesidad.

Una dieta que limita el consumo de alimentos ricos en purinas, como carnes rojas, mariscos y vísceras. Esto ayuda a reducir los niveles de ácido úrico en la sangre, lo que puede prevenir la gota y otros problemas de salud relacionados.

Una dieta baja en sodio, que limita el consumo de sal y alimentos procesados ricos en sodio.

Una dieta que elimina o limita el consumo de ciertos alimentos, como el gluten, para tratar problemas de salud como la enfermedad celíaca o la dermatitis herpetiforme.

Una dieta rica en fibra, que ayuda a promover la regularidad intestinal y aliviar el estreñimiento.

Una dieta específica para pacientes con insuficiencia cardíaca o en riesgo de desarrollarla. Es baja en sal, grasa y colesterol, y se basa en alimentos ricos en nutrientes y bajos en calorías.

Una dieta que ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre. Se basa en el consumo de grasas saludables como las vegetales, y limita las grasas saturadas de origen animal.

Pérdida o alteración del sentido del gusto. Puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo medicamentos, infecciones o problemas neurológicos.

Método de alimentación que proporciona nutrientes directamente al intestino a través de un tubo, en casos donde la persona no puede o no debe comer por vía oral.

Administración de nutrientes a través de una sonda nasal que llega al estómago o al intestino delgado, utilizada en pacientes que no pueden ingerir alimentos por vía oral.

Método de administración de nutrientes en pequeñas cantidades (200-400 ml) a intervalos regulares (cada 6 horas), utilizando una jeringa.

Administración de nutrientes a través de gotas en períodos cortos de tiempo (15-30 minutos), con un flujo controlado (30 ml/minuto).

Administración de nutrientes a través de un flujo constante durante 24 horas, utilizando una bomba de infusión.

Dietas formuladas con moléculas grandes, más parecidas a una comida normal, que contienen hidratos de carbono (disacáridos) y grasas (triglicéridos de cadena larga).

Dietas formuladas con moléculas más pequeñas (péptidos), más fácilmente digeribles, que pasan directamente al duodeno, ideal para pacientes con problemas de absorción.

Sondas que se introducen por la nariz y llegan al estómago, utilizadas para administrar líquidos y alimentos, aspirar el contenido gástrico o para la descompresión gástrica.

Existen diferentes tipos de sondas nasogástricas, cada una con características específicas y usos particulares, como la Levin, Salem Andasen, Foucher Ewald, Segstones, Bolón esofágico, Linton Nochlas.