Tendencias Demográficas y Económicas en España

Proceso que marca la disminución de la tasa de natalidad y mortalidad a lo largo del tiempo, impulsado por la mejora en las condiciones de vida.

Movimiento de personas de un lugar a otro.

Cambio de una economía con base agrícola a una enfocada en la industria y posteriormente en los servicios.

Aumento significativo del PIB per cápita durante la segunda mitad del siglo XX.

Conjunto de políticas sociales y económicas que buscan garantizar el bienestar de la población.

Proceso de integración de España en el contexto global, con un enfoque en América Latina.

Brecha en la distribución de riqueza y oportunidades entre diferentes grupos de la población.

Concentración de población en ciudades, impulsado por la industrialización y la terciarización.

Período de estabilidad económica en España entre 1898 y 1913, caracterizado por un superávit presupuestario, la reducción de la deuda, la repatriación de capitales de las colonias y un fuerte proteccionismo.

La Guerra dejó a España en una posición favorable como proveedor de productos a los países en guerra. Esto impulsó las exportaciones y la industria nacional.

El fin de la Primera Guerra Mundial trajo problemas como la crisis agraria, el estancamiento industrial y la sobreproducción. La respuesta española fue aumentar el proteccionismo y tomar medidas para estabilizar el sistema bancario.

Gobiernos autoritarios o dictatoriales que buscan promover la economía nacional, generalmente a través de un control estricto de las industrias, el comercio y las inversiones.

El período bajo el gobierno de Primo de Rivera (1923-1930) experimentó un crecimiento económico, impulsado por grandes obras públicas y mejoras en las condiciones de vida, pero también se caracterizó por un excesivo nacionalismo y el endeudamiento público.

Proceso que consiste en trasladar personas de áreas rurales a zonas urbanas, generalmente en busca de mejores oportunidades económicas.

Personas que abandonan su país de origen por diferentes motivos, como la persecución política o la búsqueda de mejores oportunidades económicas.

Personas que se establecen en un país diferente al de su origen, generalmente en busca de mejores oportunidades económicas o refugio.

El período de la Segunda República (1931-1936) en España se caracterizó por una economía marcada por el proteccionismo, la intervención estatal y políticas fiscales moderadas. A pesar de algunos intentos de reforma, la situación económica no mejoró significativamente, con un crecimiento limitado y un aumento del desempleo.

La Guerra Civil Española (1936-1939) tuvo un impacto devastador en la economía española. La división del país en dos bandos con ideologías económicas diferentes dejó una economía debilitada y fragmentada. Las dos economías resultantes operaban de manera independiente, con diferencias en sus políticas económicas y sus recursos.

La economía española después de la Guerra Civil se caracterizó por la política de autarquía, un sistema económico cerrado que buscaba la autosuficiencia. El objetivo era evitar la dependencia de otros países mediante la producción interna de bienes de consumo y la protección mediante aranceles.

La autarquía en España se caracterizó por la intervención del Estado en la economía, con un sistema de planificación central y control de precios. El objetivo era lograr la autosuficiencia, pero esto tuvo como consecuencia el aislamiento económico y la reducción del comercio exterior.

La autarquía en España tuvo consecuencias negativas, como la falta de eficiencia económica, la escasez de bienes, el bajo nivel de vida y la dependencia del mercado negro. Este sistema demostró ser un modelo económico insostenible.

El desarrollismo en España, a partir de la década de 1950, se caracterizó por la apertura de la economía al exterior, la inversión extranjera y la industrialización. Este cambio de política económica permitió un período de crecimiento económico con un aumento del nivel de vida.

El desarrollo económico de la España del desarrollismo se caracterizó por un modelo basado en la industrialización, la construcción y el turismo. Este modelo tenía ventajas, como la creación de empleo y el aumento de la riqueza, pero también desventajas, como la desigualdad social y la dependencia económica.

El desarrollismo en España, aunque generó crecimiento económico, también tuvo consecuencias negativas, como la desigualdad social, la polarización regional, la dependencia del capital extranjero y la sobreexplotación de recursos naturales. Estos problemas persisten en la actualidad.