Legislación y Derechos Humanos en las Fuerzas Armadas

Es el conjunto de normas que regulan la conducta de los militares, estableciendo los deberes y obligaciones que deben cumplir.

Se refiere a las funciones y responsabilidades que se derivan de la jerarquía y el rango dentro del ejército.

Es el proceso de planear, organizar, dirigir y controlar el movimiento de tropas, suministros y equipo para asegurar el éxito de las operaciones militares.

Es la rama de las operaciones militares que se centra en la planificación y ejecución de campañas militares, incluyendo tácticas y estrategias.

Se refiere al conjunto de principios y normas que protegen los derechos fundamentales de todos los individuos, incluyendo los militares.

Es un principio fundamental que busca garantizar que todos los militares, independientemente de su sexo, tengan las mismas oportunidades y acceso a la educación y el desarrollo profesional.

Se refiere a las acciones o actividades que se realizan para establecer y mantener el control sobre un territorio, incluyendo estrategias de defensa y ataque.

Es el estudio de las estrategias y tácticas utilizadas en operaciones militares, teniendo en cuenta factores como la geografía, el terreno y los recursos.

La presencia visible y distinguida de la autoridad policial, que da confianza e inhibe la conducta delictiva.

Uso de palabras persuasivas o disuasivas para prevenir o detener un delito. Incluir argumentos lógicos, razonamientos y advertencias.

Técnicas físicas que restringen el movimiento de una persona sin causar daño grave, como llaves de control, desarmes y inmovilizaciones.

Uso de dispositivos no letales diseñados para incapacitar temporalmente a alguien sin causar la muerte, como gas lacrimógeno o esposas.

Uso de armas de fuego u otros medios letales como última opción cuando existe amenaza inminente de muerte o daño grave.

Las respuestas en caso de resistencia al arresto o agresión, siguen un orden progresivo.

El uso de la fuerza debe justificarse en legalidad y la situación específica, nunca por venganza o rabia.

Las autoridades deben tener la capacidad de evaluar la amenaza presentada por un individuo

Transmitir información falsa al enemigo sobre el servicio de guerra, aviación o marina, o dejar de transmitir información precisa con el fin de beneficiar al enemigo.

Actuar como guía o piloto para una operación militar contra las fuerzas de la República, o proporcionar ayuda en operaciones navales o aéreas contra el país.

Liberar prisioneros de guerra o facilitar su escape al enemigo durante una batalla o retirada.

Ser cómplice o encubridor de los espías enemigos.

Acordar con un gobierno extranjero realizar acciones que dañen a la patria.

Introducirse en áreas militares con el objetivo de obtener información y entregársela al enemigo.

Un espía capturado después de cumplir su misión ya no se considera un espía, sino un prisionero de guerra.

Conspiración para cometer traición.

Un oficial que se queda en una población con el pretexto de estar enfermo u otro motivo sin permiso cuando sus fuerzas marchan.

Un oficial que no llega a su destino a tiempo o regresa después de comenzar la marcha sin orden o justificación.

Un oficial que se desvía del camino indicado en su pasaporte sin justificación.

Un oficial que sale por la noche del campamento o guarnición sin permiso de su superior.

Un oficial que se aleja del campamento o guarnición a una distancia mayor sin permiso.

Un oficial que falta al servicio tres días consecutivos o se separa del barco sin motivo legítimo o permiso.

Un oficial que falta a la revista de administración sin justificación.

Un oficial que no emprende una marcha después de recibir el pasaporte sin impedimento legal o orden.

Los individuos de tropa que venden o empeñan prendas de vestir o equipo de uso personal, se les castiga con 3 meses de prisión en el cuartel.

Los individuos de tropa que venden o empeñan caballos, acémilas, armas, municiones u otros objetos militares destinados al servicio se les castiga con 5 meses de prisión en tiempo de paz y 11 meses en campaña.

Todo aquel que no siendo de tropa venda o empeñe objetos militares o efectos destinados al uso del ejército que tenía bajo su cuidado (y sin autorización) será castigado con 2 años de prisión y la destitución de su puesto.

Aquellos que, por beneficio propio o de otro, compren, escondan o reciban en prenda cualquiera de los objetos mencionados en el artículo anterior, serán castigados de la misma manera que a los que los vendieron o empeñaron.

Los individuos de tropa que en tiempo de paz extravíen el caballo, armas, municiones u otros objetos que se les entregaron (excepto ropa personal) se les castiga con 3 meses de prisión. En campaña se duplica la pena.

Los soldados o clases que extravíen objetos militares que tenían bajo su cuidado, y que no puedan ser sancionados administrativamente, serán castigados con la pérdida del valor del objeto extraviado y una pena adicional.

El oficial que sea responsable de la pérdida de objetos militares que debían estar bajo su cuidado, además de la pena de prisión, será suspendido de su puesto por 6 meses.

Al que extravíe la bandera o estandarte de una corporación en un cuartel o en marcha, se le castiga con 8 meses de prisión en tiempo de paz y 2 años en campaña.

Cuando un marino abandona su barco sin razón válida o sin permiso de sus superiores, esto se considera un delito.

La pena por abandonar un barco en puerto nacional o aguas territoriales es de dos meses de prisión.

Si se abandona el barco en puerto extranjero o aguas territoriales de un país amigo o neutral, la pena es de tres meses de prisión.

Si se abandona el barco durante una campaña, la pena es de un año y seis meses de prisión.

Si el abandono de un barco se realiza a la vista del enemigo, la pena es de diez años de prisión.

La pena por abandono de un barco en peligro y en tiempo de paz es de seis años de prisión, mientras que en tiempo de guerra es de doce años.

Un capitán que abandona un barco o convoy, que se encuentre escoltando un barco de la armada o transportando tropas, efectos militares o víveres del estado, y este es capturado o destruido, será condenado a entre 30 y 60 años de prisión.

El cabo de cuarto o timonel que abandone su puesto durante una tormenta o temporal, sin causar daños, será castigado con un año de prisión.