Tema 3-Tipo test

Un indicador que mide la desigualdad en la distribución de la renta. Cuanto más alto es el índice, mayor es la desigualdad. Un índice de Gini de 0 representa una distribución completamente igualitaria, mientras que un índice de 1 representa una máxima desigualdad.

Es un indicador que refleja el desarrollo humano de un país, considerando variables como la salud, la educación y el bienestar material. Permite comparar países más allá del simple indicador del PIB per cápita, proporcionando una visión más completa del desarrollo.

Es la diferencia entre la riqueza que tiene una persona o una población y la riqueza que debería tener en base a la riqueza promedio del país. Un alto nivel de desigualdad significa que hay mucha disparidad en la distribución de la riqueza.

Es la capacidad de una persona para acceder a los recursos que necesita para vivir una vida digna. Esto incluye acceso a la educación, la salud, la vivienda y otros recursos básicos.

Es la comparación de la riqueza entre las comunidades autónomas de un país. El índice de Gini puede usarse para comparar la desigualdad de la renta entre estas regiones.

La suma de los ingresos del trabajo y del capital antes de impuestos y cotizaciones sociales.

Son todos los ingresos laborales, directos e indirectos, menos las cotizaciones sociales.

Comprende intereses, dividendos, alquileres, beneficios no distribuidos y rentas mixtas.

El proceso en el que la participación de las rentas del trabajo en la renta nacional disminuye a favor de las rentas del capital.

El avance tecnológico, especialmente en la informática, que impulsa a las empresas a utilizar más capital y menos trabajo.

Las empresas dominantes con gran poder de mercado pueden obtener mayores ganancias a expensas de los trabajadores.

La transformación económica española que implica el reemplazo de trabajadores autónomos por empresas, lo que disminuye las rentas mixtas y aumenta las rentas financieras.

Es el estudio del World Inequality Lab basado en datos fiscales, encuestas y cuentas nacionales que analiza la distribución de la renta.

Las rentas del capital incluyen ingresos por alquileres, dividendos y beneficios empresariales.

Las rentas mixtas combinan ingresos de trabajo y capital (por ejemplo, un autónomo).

El boom inmobiliario previo a 2008 redujo la desigualdad de la renta, pero la crisis financiera y el aumento del desempleo la aumentaron nuevamente.

Las rentas del trabajo representan menos del 35% de los ingresos del 1% más rico, mientras que para el resto de la población representan entre el 65% y el 85% de sus ingresos.

Las prestaciones por desempleo son importantes para los deciles más bajos, mientras que las pensiones son cruciales para los deciles medios.

La reducción de los tipos de interés y la recuperación de los beneficios empresariales aumentaron el peso de las rentas del capital entre los más ricos tras la crisis financiera de 2008.

El 50% más pobre experimentó una fuerte disminución de los salarios durante la crisis, compensada en parte por las prestaciones, pero aún no ha recuperado su posición relativa anterior a la crisis.

El sistema de impuestos y transferencias influye en la desigualdad de la renta, ya que puede redistribuir la riqueza a través de impuestos progresivos y programas de asistencia social.

La renta nacional después de impuestos es igual a la renta nacional menos los impuestos, más las transferencias sociales y el consumo público.

Los impuestos indirectos representan un 50% del total, y los impuestos directos representan el otro 50%.

El impuesto directo más importante es el IRPF, seguido del impuesto sobre Sociedades.

El peso de los impuestos en la renta nacional es sensible al ciclo económico, aumentando en las expansiones y disminuyendo en las contracciones.

Las transferencias incluyen prestaciones no contributivas, mientras que el consumo público engloba gasto en educación, sanidad, protección social, etc

El consumo público en sanidad ha ganado peso en relación al consumo público total, a expensas del consumo público en servicios generales.

El 50% más pobre se beneficia más de la redistribución que el 40% intermedio debido a la mayor pérdida de renta antes de impuestos y transferencias.

La progresividad del sistema fiscal ha variado significativamente. El 0,01% más rico pagaba un 29% en 1999, llegando al 40% en 2007 y cayendo a 27% en 2019.

El aumento y posterior reducción en la recaudación del Impuesto sobre Sociedades explica la desigualdad de la renta en España. Los grupos de rentas bajos y medios pagan entre 20% y 30% de su renta en impuestos, con un porcentaje mayor para los grupos de bajos ingresos.

El porcentaje de la renta que corresponde a impuestos sobre productos disminuye a medida que aumenta el nivel de renta, mientras que en el IRPF y el Impuesto sobre Sociedades aumenta.

La educación juega un papel crucial en la reducción de la desigualdad de ingresos. Un alto nivel de fracaso escolar y abandono temprano de los estudios, podría reducir el número de estudiantes de formación profesional.

Las políticas que buscan reducir la desigualdad de ingresos deben centrarse en cerrar la brecha social o de clase. Esto requiere abordar las disparidades en la educación y las oportunidades de empleo.

El desempleo estructural, la precariedad laboral y la temporalidad son factores importantes que contribuyen a la desigualdad de la renta en España, impactando principalmente a las clases más bajas.

El modelo productivo actual de España, caracterizado por baja productividad y la concentración en sectores de bajo valor añadido, contribuye a la desigualdad de rentas debido a su sensibilidad a las fluctuaciones económicas.

Los ingresos futuros están directamente relacionados con el rendimiento académico y el nivel educativo alcanzado. Sin embargo, en España, las oportunidades de empleo para quienes provienen de familias privilegiadas son mayores, incluso con el mismo título educativo.

La capacidad de un país para generar bienes y servicios de forma más eficiente que otros, gracias a la posesión de recursos o habilidades específicas.

Es vital que los centros educativos de formación profesional y universitaria colaboren con el sector público y privado para mejorar la formación y preparar a los estudiantes para el mercado laboral.

Estrategias gubernamentales que buscan dirigir el desarrollo hacia sectores con potencial de crecimiento, favoreciendo la creación de empleo y riqueza.

Recursos financieros que se destinan a la adquisición de activos con el objetivo de generar beneficios en el futuro.

El uso intensivo de tecnologías innovadoras para aumentar la eficiencia y la productividad en las empresas.

El porcentaje de los ahorros que se destina a la compra de vivienda, en comparación con otros tipos de inversiones.

La dificultad para acceder a una vivienda a un precio razonable, especialmente para personas con ingresos bajos.

Política que busca mejorar la capacidad de las personas para gestionar sus propios recursos financieros.

Forma en que se recaudan los impuestos y se distribuyen los recursos públicos, afectando la desigualdad de ingresos.