T. 47 - El Contrato de Compraventa

El contrato de compraventa es un acuerdo entre dos partes, el comprador y el vendedor, donde el vendedor se compromete a entregar una cosa determinada y el comprador se compromete a pagar un precio cierto en dinero.

El contrato de compraventa se perfecciona cuando las partes se ponen de acuerdo en la cosa y el precio, no necesariamente con la entrega de la cosa ni el pago del precio.

La compraventa es un contrato real, ya que requiere la entrega de la cosa para que produzca sus efectos.

La compraventa es un contrato sinalagmático, ya que genera obligaciones para ambas partes. El vendedor debe entregar la cosa, y el comprador pagar el precio.

La compraventa es un contrato oneroso, porque existe un intercambio de prestaciones entre las partes. El comprador adquiere la cosa, y el vendedor recibe el precio.

La compraventa es un contrato conmutativo porque ambas partes conocen desde el inicio las obligaciones que asumen.

El pacto de reserva de dominio es un acuerdo en el que el vendedor conserva la propiedad de la cosa vendida hasta que el comprador complete el pago del precio. Sirve como garantía para el vendedor.

Este pacto se regula en la Ley de 13 de julio de 1998, sobre compraventa de bienes muebles a plazos.

La compraventa de una cosa que aún no existe, pero se espera que exista en el futuro, es considerada un contrato conmutativo. Ambas partes conocen la cosa a la que se refiere el contrato.

La compraventa de esperanza es un contrato aleatorio, porque el resultado del contrato depende de un evento incierto.

Si en el contrato de compraventa se ha dejado al arbitrio de un tercero la fijación del precio, y este tercero no quiere hacerlo. El contrato será ineficaz.

Si el precio en el contrato de compraventa no es justo, la compraventa será anulable. Es decir, se puede solicitar la nulidad del contrato.

Las arras son una suma de dinero que el comprador entrega al vendedor como señal de la seriedad de la operación.

Si hay arras, el comprador puede rescindir el contrato devolviendo las arras. El vendedor puede rescindir el contrato, pero debe devolver el doble de las arras al comprador.

Los gastos de otorgamiento de escritura, salvo acuerdo en contrario, son a cargo del comprador.

Los gastos de otorgamiento de la primera copia de la escritura, salvo acuerdo en contrario, son a cargo del vendedor.

El contrato celebrado por el albacea sobre los bienes confiados a su cargo es un contrato anulable, ya que el albacea solo puede disponer de los bienes hereditarios para la realización de la herencia.

Los miembros del Ministerio Fiscal no pueden adquirir por compra los bienes en litigio ante el tribunal en el que ejercen sus funciones. Solo pueden adquirirlos como coherederos o como pago de una deuda.

El marido y la mujer pueden venderse bienes recíprocamente, siempre y cuando sean bienes privativos.

Las ventas hechas a calidad de ensayo o prueba se presumen hechas bajo condición resolutoria. Es decir, la venta queda sin efecto si la cosa no cumple con las condiciones acordadas.

Cuando dos o más personas se ponen de acuerdo para realizar una operación en conjunto, asumiendo cada uno de ellos una parte del riesgo, el contrato es considerado solidario.

Cuando las cosas fungibles (que pueden sustituirse por otras del mismo género y calidad) se vendan por un precio que depende del peso, número o medida, el riesgo de la pérdida o deterioro de la cosa se traslada al comprador, desde el momento en que la cosa se pesa, cuenta o mide.

La venta se perfecciona cuando se ha convenido en la cosa objeto del contrato y el precio, aunque no se haya entregado la cosa ni se haya pagado el precio.

La venta de bienes inmuebles se perfecciona mediante la firma de un contrato privado o un contrato público. El contrato debe registrarse en el Registro de la Propiedad Inmobiliaria para que la adquisición sea válida.

La venta de bienes muebles se perfecciona con el acuerdo en la cosa y el precio, y se puede realizar sin necesidad de escritura pública.

El contrato de compraventa está sujeto a ciertos requisitos de forma para que sea válido.

El contrato de compraventa puede ser objeto de ciertas prohibiciones, según el tipo de bien que se vende o las personas que participan en la operación.