Temario Guía Canino 2021 PDF
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2021
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The document provides the syllabus for a canine guide specialization course. It details different topics including the history and origins of dogs, training techniques, veterinary care, and animal handling. The document also mentions the importance of practical training for canine guides.
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TEMARIO DEL CURSO DE ESPECIALIZACION DE GUÍA CANINO RESOLUCIÓN de 29 de octubre de 2021, del Director General de la Academia Vasca de Policía y Emergencias, por la que se convoca procedimiento selectivo para acceso al Curso de Especialización de Guía Canino para funcionarios y funcionarias de ca...
TEMARIO DEL CURSO DE ESPECIALIZACION DE GUÍA CANINO RESOLUCIÓN de 29 de octubre de 2021, del Director General de la Academia Vasca de Policía y Emergencias, por la que se convoca procedimiento selectivo para acceso al Curso de Especialización de Guía Canino para funcionarios y funcionarias de carrera de la Escala Básica de la Ertzaintza. (BOPV N.º 228, miércoles 17 de noviembre de 2021) INDICE BLOQUE 1.- EL PERRO: ORIGENES HISTORIA Y POSIBILIDADES DE EMPLEO. El origen del perro. Las razas de perros. Los perros de especialidad. La seleccion del perro de trabajo. Bibliografía: Empleo del perro en defensa y seguridad: técnicas de adiestramiento e instrucción del guía canino. MINISTERIO DE DEFENSA (Capitulo 1. Temas 1,6 y 8). Fecha de edición: Noviembre, 2013. BLOQUE 2.- BASES PARA EL ADIESTRAMIENTO CANINO. Instintos. Estímulos. Impulsos. Maduración. Refuerzo. Castigo. Memoria. El comportamiento canino. El aprendizaje en el perro. Conceptos y tipos de aprendizaje aplicados al adiestramiento. El material de adiestramiento y medios auxiliares. Comandos empleados en el adiestramiento. Procedimientos de seguridad en el manejo de perros. El guía canino. Odorologia Bibliografía: Empleo del perro en defensa y seguridad: técnicas de adiestramiento e instrucción del guía canino. MINISTERIO DE DEFENSA (Capitulo 2. Temas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8). Fecha de edición: Noviembre, 2013. BLOQUE 3.- EL ADIESTRAMIENTO DE LOS PERROS DE ESPECIALIDAD Fases comunes para las distintas especialidades El perro de Seguridad (hasta páginas 267) El perro detector pasivo El perro detector activo El perro de búsqueda y rescate El perro detector de artefactos explosivos improvisados (IED) Bibliografía: Empleo del perro en defensa y seguridad: técnicas de adiestramiento e instrucción del guía canino. MINISTERIO DE DEFENSA (Capitulo 3. Temas 1, 2, 3, 4, 6 y 7). Fecha de edición: Noviembre, 2013. BLOQUE 4.- VETERINARIA. Los sentidos del perro. La mente del perro. Patología del comportamiento. La alimentación. Qué, cuanto, cuando y con qué frecuencia come un perro. Enfermedades infecciosas y parasitarias. El aparato locomotor. Mecanismos que necesita el perro para vivir. Principales signos de enfermedad.Primeros auxilios. Cuidados higiénicos del perro. La piel y el pelo. Alojamiento del perro. Transporte de los perros. Higiene y limpieza de instalaciones caninas. Bibliografía: Empleo del perro en defensa y seguridad: técnicas de adiestramiento e instrucción del guía canino. MINISTERIO DE DEFENSA (Capitulo 7. Temas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11 y 12). Fecha de edición: Noviembre, 2013. BLOQUE 5.- LOS PERROS DE TRABAJO EN ESPECIALIDADES DE INTERÉS POLICIAL El perro detector de acelerantes del fuego Bibliografía: Empleo del perro en defensa y seguridad: técnicas de adiestramiento e instrucción del guía canino. MINISTERIO DE DEFENSA (Anexo 9.- 1.2.). Fecha de edición: Noviembre, 2013 BLOQUE 6.- TENENCIA DE ANIMALES DE LA ESPECIE CANINA EN LA CAPV Decreto 101/2004, de 1 de junio, sobre tenencia de animales de la especie canina en la Comunidad Autónoma del País Vasco (a excepción de las disposiciones transitorias, derogatorias, final y anexos) Decreto 44/2020, de 24 de marzo, de modificación del Decreto sobre tenencia de animales de la especie canina en la Comunidad Autónoma del País Vasco. BLOQUE 7.- IGUALDAD DE MUJERES Y HOMBRES. Ley 4/2005, de 18 de febrero, para la igualdad de mujeres y hombres: título preliminar. Título I: competencias y funciones, organismos de igualdad, unidades para la igualdad y órganos de coordinación. Título II: planificación, estadísticas y estudios, capacitación del personal y medidas para promover la igualdad en la normativa y actividad administrativa. Título III: Participación Sociopolítica Cultura y medios de comunicación. Educación. Enseñanza universitaria. Trabajo. Empleo. Otros derechos sociales básicos. Conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Violencia contra las mujeres. BLOQUE 1. EL PERRO: ORÍGENES, HISTORIA Y POSIBILIDADES DE EMPLEO En el trabajo del guía canino la preparación práctica constituye el pilar fundamental so-bre el que se desarrolla su trabajo diario. Esta preparación práctica no está exenta de una sóli-da base teórica que complementa y hace posible el entrenamiento de un perro. El guía canino no solo debe saber los principios sobre los que se asienta el adiestramiento de los perros militares de trabajo, sino que debe tener una cultura básica sobre el mundo del perro. Esta cultura le dará la seguridad «del que sabe», también le permitirá estar preparado para resolver cuantas dudas se susciten dentro del entorno del empleo del equipo canino, y, por tanto, hará más creíble su posición como guía canino. Los temas de este capítulo permiten conocer de dónde surge el perro, cuáles son las razas que vamos a utilizar, cómo se empleó el perro a lo largo de la historia y cómo está siendo empleado actualmente. En el último tema se explica el proceso de selección de los perros para su posterior adiestramiento. La importancia de la obtención de un adecuado perro de trabajo, los distintos sistemas para conseguirlo, las pruebas de trabajo y pruebas clínicas que debe superar son tratados en ese tema. BLOQUE 1 TEMA 1. EL ORIGEN DEL PERRO. LAS RAZAS DE PERROS El origen del perro doméstico (Canis lupus familiaris) data de hace miles de años y comenzó con la domesticación del lobo gris, lo que proporcionó a los primeros humanos un animal de protección, una fuente de comida y pieles y un animal para carga. El proceso evolutivo continúa actualmente, ya que sigue habiendo cruces entre distintas razas a nivel mundial. Evolución El primer ancestro reconocido del perro doméstico es el Miacis, al que se le considera ori- gen de todos los carnívoros del tipo del gato (Feloidea), del tipo del oso (Ursidea) y del tipo del perro (Canoidea), y se le sitúa sobre la tierra hace 40 millones de años, en el periodo eoceno. Su aspecto posiblemente presentara una larga cola, cortas extremidades, apoyo plantígrado; viviría en los árboles y probablemente ya habría un desarrollo de los dientes que conocemos como muelas carniceras (4.o premolar). Como hemos dicho previamente, este primer ancestro era precursor de los carnívoros y evoluciona en diferentes ramas. La que originará a los cánidos comienza con el Cynodictis que vivió en Europa y Asia. Era de cuerpo largo y flexible, de extremidades cortas, con cinco dedos prensiles, uñas parcialmente retráctiles y con cerebro suficientemente desarrollado. Hoy en día no se le conocen descendientes. A finales del periodo eocénico, la evolución da lugar con mucha probabilidad a un individuo conocido con el nombre de Hesperocyon (Pseudocynodictis) que está presente en el periodo oligocénico, hace unos treinta y siete millones de años; se distinguía por su gran tamaño, largas patas y muelas carniceras más conformadas. A partir de este momento no hay una cla- ridad manifiesta y existen teorías que citan al Cynodesmus de la era terciaria, un gran corre- dor y de morfología similar a los lebreles, como el origen del Tomarctus (Colbert, 1980 y Fox, 1972), y este, a su vez, como precursor del perro doméstico, que aparece entre el Paleolí-tico y el Neolítico hace 15.000 años. Pero otras teorías dicen que el Hesperocyon da lugar al Leptocyon Hesperocyon gregarius o al Tomarctus y los considera a ambos como posibles precursores del perro doméstico (Mestel, 1994 y Olsen, 1985). Hasta aquí llega el periodo prehistórico. Con posterioridad, y a lo largo de los años, son las diversas civilizaciones 6 predominantes las que desarrollan, seleccionan y crean las razas que con- figuran el espectro canino, empleándolas en diversas funciones según las necesidades o bien las modas, incluso en determinadas civilizaciones se las eleva a la categoría de dioses. Tomarctus Número de PERIODO ÉPOCA años que HECHO REPRESENTATIVO empezó Triásico 245 mill. Periodo en el que vivieron los dinosaurios Jurásico 199,6 mill. Cretácico 145,5 mill. Paleogeno Paleoceno 65,5 mill. Eoceno 55,8 mill. Miacidae, Hesperocyoninae, Borophaginae Oligoceno 33,9 mill. Aparecen los Caninae, Leptocyon Neogeno Mioceno 23,03 mill. Aparecen los Eucyon, Vulpini Plioceno 5,332 mill. Primeros animales del género Canis Cuaternaria Pleistoceno 2,588 mill. Holoceno 11784 Evolución hacia el perro actual Arqueología. Fósiles La arqueología ha considerado posible que la primera domesticación se hubiera realizado 30.000 años antes de Cristo. Se sabe con seguridad que ya se había producido alrededor de los 7.000 años a. C. Hay evidencias que sugieren que los perros se domesticaron inicialmente en el este de Asia y de ahí se fueron diseminando al resto del mundo. La domesticación del lobo a lo largo del tiempo ha producido en aquel un número de cambios físicos que caracterizan a los animales domésticos. Estos cambios pueden ser la reducción del tamaño general, una mandíbula más corta, a la que se llegó inicialmente mediante un agrupamiento de los dientes y posteriormente por una reducción de su tamaño, una disminución del tamaño del cerebro y de la inteligencia y al mismo tiempo, de su capacidad craneal (particularmente de aquellas áreas que se relacionan con la capacidad de alerta y de procesos sensoriales que se necesitan en la vida salvaje), y el desarrollo de un stop pronunciado (la zona que une el hocico al cráneo). En relación al comportamiento, el ondear de las colas y el ladrido son modos de actuación que solo se producen en los cachorros de los lobos, pero que se retienen a lo largo de la vida de un perro. Ciertos comportamientos más típicos del lobo, como la regurgitación de la comida parcialmente digerida para dársela de comer a los jóvenes, en cambio, desaparecieron. Carlos Vilá y Peter Savolainen, los investigadores que han llevado a cabo los estudios más extensos hasta la fecha, han demostrado, mediante estudios genéticos, que el único ancestro del perro fue el lobo. Pero no nos podemos quedar simplemente en los ancestros, saber quién ha sido el origen directo no estuvo claro hasta que en 1997, a través del estudio genético de los cromosomas de lobos de todo el mundo y distintas razas de perros, se llega a la conclusión de que es el lobo, Canis lupus, el cual evoluciona hacia Canis lupus familiaris. Inicialmente, los científicos veían a am-bas especies como especies separadas, llamándose durante muchos años al perro Canis familiris, pos-teriormente pasó a denominarse Canis lupus fami-liris, siendo por tanto considerado el perro por los científicos como una subespecie del Canis lupus. Para que la evolución de lobo a perro se produje-se, se piensa que fue necesaria la interacción entre lobo y hombre. Lobo de Alaska El Canis lupus dio lugar a su vez a cuatro subespecies: Canis lupus lycaon (300.000-200.000 años a. C.) (gran lobo del norte), que posterior- mente dio lugar al Canis familiaris palustris (perro del las turberas, Europa del Norte), cuyos descendientes más recientes son los schnauzer, teckel, pinscher, perros tipo spitz, caniches. Canis lupus arabs (lobo arábigo) (300.000-6.000 años a. C.). El cual se subdividió a su vez en cuatro subespecies más, y del que descienden multitud de razas actuales. Estas subespecies que aparecieron en la Edad de Bronce son: 2.1) Canis inostranzewi (molosos y perros de agua). 2.2) Canis metris optimae (perros pastores). 2.3) Canis intermedius (bracos, perdigueros). 2.4) Canis leinieri (lebreles). Canis lupus pallipes (lobo de la India). Canis lupus chanco (lobo chino). Todavía se desconoce si la domesticación ocurrió solo en un momento, tras el cual las razas de perros domésticos se cruzaron ocasionalmente con lobos, o si estos cruces estuvieron ocurriendo de forma continua; esto último es lo más plausible. En un estudio posterior realizado por Peter Savolainen se observó que había pruebas genéticas que sugerían un origen común desde una única reserva genética cuyo origen se establece en el este asiático. Una de las cosas más sorprendentes es que los análisis de ADN indican que el momento en el que se produjo la diferencia entre el perro y el lobo es muy anterior a la que se observa en los fósiles. Según los análisis genéticos, la diferenciación se empezó a producir unos 100.000 años a. C., en cambio, no se han hallado fósiles que claramente fuesen de perros anteriores a 12.000 a. C. Por tanto, se cree que es posible que lobos domésticos pudieran haber tenido relación con nómadas cazadores sin que se hubieran producido cambios morfológicos susceptibles de haberse registrado en los fósiles, porque, además, se han hallado fósiles de lobos enterrados junto con humanos primitivos que datan del momento en el que ya se había producido diferencias genéticas. Una vez que surgió el sedentarismo, como consecuencia de la aparición de la agricultura, los perros se habrían seleccionado para diferentes tareas, de manera que su naturaleza, similar a la del lobo, se habría convertido en un hándicap cuando se empezaron a usar como pastores o guardianes. La bióloga molecular Elaine Ostrander es de la opinión que cuando se produjo el cambio gradual a una sociedad sedentaria, con el desarrollo de la agricultura, se necesitaba que los perros cambiaran enormemente, produciéndose una división irreversible entre el perro y el lobo. Este puede ser el momento en el que se aprecian cambios en los fósiles, cuando los perros y los lobos comenzaron a desarrollar diferencias morfológicas notables. ¿Dónde surgen los perros? Hay cierta controversia sobre cuál es el lugar exacto del origen, ¿Eurasia, Oriente Próximo, Norteamérica, diversas localizaciones simultáneas? Pues de nuevo regresamos a los estudios genéticos realizados sobre restos arqueológicos, y estos sugieren que el origen del perro doméstico es en el este asiático hace unos quince mil años, aunque el descubrimiento de los restos arqueológicos más antiguos hallados en Alemania y procedentes del Mesolítico hacen dudar de si se trataba de pequeños lobos o perros domésticos, ya que el hallazgo se reducía a una sola mandíbula. Pero lo que sí concluyen es que los lobos de esta región se diseminaron por todo el mundo para originar a los perros tal y como los conocemos hoy en día. Posibles formas de domesticación Los grupos humanos de cazadores nómadas y los lobos tuvieron interrelación en diversas ocasiones a lo largo del tiempo, ya que ambas especies son sociales y compartían un hábitat en el que cazaban las mismas presas. Hay diversas teorías que intentan explicar posibles causas por las que se produjo la domesticación del perro: – Cachorros de lobos huérfanos. A pesar de que hay diversos estudios sobre el comportamiento de los perros, en especial sobre su socialización, que hacen pensar que la adopción de jóvenes cachorros pudo ser el origen del perro, estudios posteriores han desechado casi con toda seguridad esta posibilidad. – La autodomesticación. Se supone que los lobos primitivos se sentían atraídos (como animales carroñeros) por los huesos, y rondaban los vertederos de los asentamientos humanos. El Dr. Raymond Coppinger, de la Universidad de Hampshire (Massachusetts), cree que aquellos lobos que tuvieron más éxito interaccionando con los humanos pasarían estos rasgos sociales a sus camadas creando, a la larga, lobos con una mayor predisposición a ser domesticados. Así, los más sociables y menos temerosos fueron los lobos que permanecían alrededor de las áreas habitadas por las personas, facilitando, de esta forma, potenciar aquellas características que todavía poseen los perros de hoy en día. Los lobos que tuvieran más tendencia hacia la docilidad se mostrarían menos temerosos de los humanos cuando estos se acercasen al basurero mientras estaban comiendo, huyendo más tarde y a menor distancia que los lobos más temerosos. De esta forma, además de ahorrar energía, que luego podrían usar en tener más descendencia, se estarían seleccionando animales que poco a poco admitirían comer en presencia de la gente, es decir, animales mansos. Estos cánidos, orientados a las poblaciones, también cambiarían características físicas como consecuencia de la adaptación: se harían más pequeños, su cabeza se habría reducido proporcionalmente de tamaño, los dientes serían más pequeños y el tamaño del cerebro también se habría visto reducido como consecuencia de dos factores: es un órgano que consume mucha energía y estos anima-les ya no lo usarían para la caza, solo tendrían que utilizarlo para orientarse, a diferencia del uso que le dan los lobos: organizar manadas, encontrar, cazar y matar presas de gran tamaño. – Animal de carga. Los indios americanos utilizaban narrias (un tipo de carretillas sin ruedas formadas por palos y travesaños) del tamaño apropiado para perros antes de que se adaptase el caballo al transporte. Además, los huskies son famosos por el tiro de trineo en las comunidades esquimales. Es bastante probable que los lobos menos salvajes fuesen originariamente un animal de carga y que estos lobos más mansos criasen entre ellos, llegándose tras muchas generaciones a la aparición del perro. – Fuente de comida y pieles. Aunque actualmente la mayoría de las sociedades tienen dificultades en pensar en los perros (o los lobos) como un animal de carne, cabe la posibilidad de que la relación perro-hombre estuviera promovida por el uso de los perros por parte de los humanos como una fuente de carne y piel, de forma que se empezasen a criar en cautividad y que a los animales más sociales se les tomase cariño y fuesen adoptados por familias humanas y criados por mujeres lactantes, como hacen aún hoy en día ciertas mujeres de Papúa Nueva Guinea. Las razas de perros Al migrar los humanos por toda la Tierra, los perros migraron con ellos. La revolución agrícola y el subsecuente sedentarismo tuvieron como consecuencia un aumento en la población de los perros y en la demanda de la especialización. Estas circunstancias proporcionarían la oportunidad de una reproducción selectiva para crear tipos especializados de perros de trabajo y animales de compañía. En función del tipo de comportamiento seleccionado, se han mantenido distintas características: – Perros pastores. –Muestran de forma controlada, características de los perros de caza. Miembros de este grupo, como los border collies, los pastores belgas malinois y los pastores alemanes utilizan tácticas de cazador-presa para intimidar y mantener el control de los rebaños. Su instinto natural para derribar un animal que esté a su cargo se transforma mediante el entrenamiento. Otros miembros del grupo, que pueden ser los perros de Cannan o el pastor australiano, mantienen una actitud más agresiva, como pueda ser morder y pellizcar los corvejones de los animales a su cargo. Border collie – Perros de caza. –Son los pointers, setters, spaniels y retrievers. Están en el punto en el que comparten el comportamiento cazador de la manada, pero tienen todavía un pa pel juvenil, ya que no participan en el ataque en sí. Identifican las posibles presas, se quedan in- móviles y no persiguen a esta tal y como haría un predador adulto tras localizarla. Del mismo modo, atrapan presas muertas o heridas y las llevan de vuelta a la manada, aunque no realicen el ataque propiamente dicho. Sus características psíquicas están más próximas a las de un individuo maduro salvaje, pero de forma habitual no tienen sus características físicas (orejas erguidas). – Sabuesos. –También tienen una morfología intermedia y un patrón de comportamiento que les hace perseguir a la presa a partir del olor que desprende. Tienden a reprimirse a la hora de realizar ataques individuales y a cambio, hacen llamamientos vocales a los líderes de la manada (los humanos) para que lleven a cabo la cacería propiamente dicha. Habitualmente tienen una vocalización característica denominada aullido. Algunos ejemplos son el beagle, el sabueso español, el basset hound, el harrier o el perro de san Humberto. – Lebreles. –Persiguen y atacan a la presa que han visto. Mantienen un aspecto de perro maduro, ya que poseen un pecho estrecho y cuerpos magros. Han perdido significativamente las orejas erectas del lobo y su capa doble y gruesa de pelo. Algunos ejemplos son el whippet, el galgo o el borzoi. – Mastiff. –Son perros grandes, con pechos muy profundos, huesos grandes y cráneos gruesos. Se han criado tradicionalmente para la guerra, la protección y la guarda. – Bulldog. –Son perros de talla media. Se emplearon para la lucha contra los animales domésticos y salvajes. Tienen un cráneo enorme y cuadrado, grandes huesos y una constitución muy musculosa con hombros anchos. – Terrier.–Tienen un comportamiento agresivo, junto con una falta de sumisión juvenil. Muestran características típicas adultas, como las orejas erectas, aunque muchas razas se han seleccionado también por su tamaño. Presentan piernas cortas que les permiten perseguir a las presas entre los arbustos. – El patrón de comportamiento menos juvenil o acachorrado es el del basenji, que se cría en África para cazar junto con los humanos, casi en una relación de igual a igual. Esta raza se describe como muy independiente, sin necesitar ni apreciar la atención humana o su cuidado. Se dice que tiene un comportamiento felino. También tiene la apariencia física de un predador canino adulto. Clasificación Las clasificaciones que existen de las distintas razas de perros varían mucho en función de los parámetros que se tengan en cuenta. Se pueden clasificar según su tamaño, su actitud, su origen, su localización, etc. Número de razas En este manual tendremos en cuenta la clasificación que realiza la Federación Canina Internacional (FCI) en la que se combinan aspectos psíquicos y morfológicos, obteniéndose así cuatro categorías, con un total de diez grupos. Hay que añadir el grupo de razas provisionales, que son aquellas que están pendientes de su inclusión en el grupo que les corresponda. Cada grupo está subdividido en secciones. Son los siguientes grupos: – Grupo 1. Perros de pastor y perros boyeros (excepto perros boyeros suizos). Son todos aquellos que ayudan al hombre en el cuidado y manejo de rebaños. Los que se encargan de los bovinos se denominan boyeros. Se excluyen los de origen escandinavo que se clasifican dentro del grupo 5. Sección 1: perros de pastor. Por ejemplo, el pastor alemán. Sección 2: perros boyeros (excepto perros boyeros suizos). Por ejemplo, el boyero de Flandes. – Grupo 2. Perros tipo pinscher y schnauzer. Molosoides, perros tipo montaña y boyeros suizos. Incluye a aquellos que antiguamente se utilizaban como perros de guarda y lucha. Sección 1: tipo pinscher y schnauzer. Desta- can los schnauzer y el dóberman. Sección 2: molosoides. Un ejemplo es el dogo argentino. Sección 3: perros tipo montaña y boyeros sui- Boxer zos. Los boyeros suizos se incluyen aquí por- que descienden de grandes perros de Europa Central denominados grandes boyeros o perros de carniceros (mastines). En este grupo podemos resaltar el mastín español. – Grupo 3. Terriers. Grupo de razas originarias en su mayor parte de Gran Bretaña y que se usaban para cazar bajo tierra animales de madriguera. Sección 1: terriers de talla grande y media. Por ejemplo, el fox terrier. Sección 2: terriers de talla pequeña. Puede representar a esta sección el west highland white terrier. Sección 3: terriers de tipo bull. Como ejemplo está el Staffordshire terrier americano. Sección 4: Terriers de compañía. El más re- presentativo de estos es el Yorkshire terrier. – Grupo 4. Teckels (dachshunds). Provienen de sabuesos alemanes afectados de enanismo acondroplásico (mutación genética). Es el único grupo capaz de cazar tanto bajo tierra como sobre ella. Sección 1: teckels. Staffordshire terrier americano – Grupo 5. Perros de tipo spitz y tipo primitivo. Los perros de tipo spitz tienen su origen en Escandinavia, Siberia y Mongolia y se caracterizan por tener un doble manto de pelo: uno interno, corto y fino, y otro externo, más largo. Además poseen orejas erguidas y pequeñas, cola enroscada sobre la grupa y apariencia de lobo. Los perros de tipo primitivo son aquellos que derivan del perro del faraón. Sección 1: perros nórdicos de trineo. En esta sección destaca el husky siberiano. Sección 2: perros nórdicos de cacería. Como ejemplo se puede tomar el spitz de Norrbotten. Sección 3: perros nórdicos de guarda y pastoreo. Un perro de este grupo es el spitz de los visigodos. Sección 4: spitz europeos. Destaca el spitz alemán. Sección 5: spitz asiáticos y razas semejantes. El más famoso del grupo es el chow-chow. Sección 6: tipo primitivo. Destaca el perro de los faraones. Sección 7: tipo primitivo. Perros de caza. Entre estos podemos resaltar el podenco ibicenco. Sección 8: perros de caza tipo primitivo con una cresta sobre la espalda. – Grupo 6. Perros tipo sabueso, perros de rastro (exceptuando lebreles) y razas semejan-tes. Son aquellos que siguen el rastro de la presa mediante el olfato, en rehalas o jaurías, y ladrando continuamente para llamar la atención del cazador. Sección 1: perros de tipo sabueso. Perros tipo sabueso de talla grande. Uno de los más importantes de estos es el perro de san Humberto. Perros tipo sabueso de talla mediana. Entre estos destacamos al sabueso español. Perros tipo sabueso de talla pequeña. Como ejemplo podemos indicar el beagle. Sección 2: perros de rastro. Podemos nombrar al rastreador de Hanóver. Sección 3: razas semejantes. Dentro de esta sección nos encontramos con el dálmata. – Grupo 7. Perros de muestra. Aquellos que localizan la presa por el olfato, habitualmente un pájaro, e indican su posición al cazador. Sección 1: perros de muestra continentales. Tipo braco. Perros con orejas cortas y caídas, con pelo corto en las mismas y de color oscuro uniforme o con manchas blancas. En este tipo se encuentra el perdiguero de Burgos. Tipo spaniel. Perros con hocico ancho, orejas largas y caídas, con pelo abundante y rizado, especialmente en las orejas, cola y parte trasera de los muslos. Destacamos el spaniel bretón o epagneul breton. Tipo grifón. Se caracterizan por poseer unas cejas muy pobladas que no cubren los ojos, así como un bigote y una barba muy desarrollados. Podemos destacar el grifón de muestra korthals de pelo duro. Sección 2: perros de muestra ingleses e irlandeses. Entre estos podemos nombrar al pointer. – Grupo 8. Perros cobradores de caza. Perros levantadores de caza. Perros de agua. Sección 1: perros cobradores de caza. Son los que están especializados en recoger la presa y entregársela al cazador. Como el labrador retriever. Sección 2: perros levantadores de caza. Se encargan de sacar la presa de su escondite para que pueda ser abatida por el cazador. Entre estos encontramos el cocker spaniel inglés. Sección 3: perros de agua. Se caracterizan por ser capaces de recoger la presa del agua, para lo que poseen una fuerte atracción por la natación. Como ejemplo destacamos el perro de agua español. – Grupo 9. Perros de compañía. Sección 1: bichones y razas semejantes. Bichons. Entre estos destaca el bichón maltés. Coton de Tulear. Petit chien lion (Löwchen). Sección 2: caniche. Sección 3: perros belgas de talla pequeña. 3.1. Grifón. Entre estos podemos nombrar al grifón de Bruselas. Sección 4: perros sin pelo. Perro crestado chino. Sección 5: perros tibetanos. Entre estos destacamos el lhasa apso. Sección 6: Chihuahueño. Sección 7: spaniels ingleses de compañía. En esta sección podemos destacar el cavalier king Charles spaniel. Sección 8: spaniels japoneses y pekineses. Un ejemplo es el pekinés. Sección 9: spaniels continental enano de compañía. Sección 10: kromfohrländer. Sección 11: molosoides de talla pequeña. Su mejor representante es el bulldog francés. – Grupo 10. Lebreles. Son aquellos perros que siguen a la presa manteniéndola dentro de su campo de visión, para lo que poseen una gran velocidad y agilidad. Sección 1: lebreles con pelo largo u ondulado. Entre estos destacan el lebrel afgano. Sección 2: lebreles con pelo duro. Podemos resaltar el lebrel irlandés. Sección 3: lebreles con pelo corto. Entre ellos se encuentra el galgo español. – Razas aceptadas provisionalmente. A este grupo pertenecen las razas admitidas de forma provisional. El pedigrí Pedigrí es la castellanización de la palabra inglesa pedigree. Esta, a su vez, procede de la pronunciación inglesa de pied de grue, expresión francesa que significa pata de grulla. Pied de grue o pata de grulla hace referencia a las marcas rectas con forma de pata de grulla utilizadas, a modo de árbol genealógico, por los primeros criadores ingleses para seleccionar los caballos. El pedigrí es el documento que certifica la genealogía del ejemplar hasta un mínimo de tres generaciones, si está inscrito en el Libro de origen español (LOE), o de todos los antepasados conocidos, hasta la tercera generación, si está inscrito en el Registro de Razas Caninas (RRC). Todo ejemplar del que sean conocidas un mínimo de tres generaciones (hasta los bisabuelos) figurará inscrito en el LOE. Por el contrario, los ejemplares de los que no son conocidas sus tres generaciones completas se inscriben en el RRC. El pedigrí acreditará que el perro es de pura raza, sin que se hayan producido cruces in- deseados entre sus antecesores, de acuerdo con la información facilitada a la Real Sociedad Canina de España (RSCE) por el criador al solicitar la inscripción en el LOE de sus camadas. El pedigrí contiene la siguiente información: – Denominación del libro genealógico y número con el que el perro ha sido registrado. – Fecha de la inscripción. – Nombre del perro. – Títulos de campeonato obtenidos. – Raza. – Variedad. – Sexo. – Color. – Fecha de nacimiento. – Código de identificación (tatuaje o microchip). – Nombre del criador. – Fecha de la transferencia de propiedad. – Nombre y domicilio del propietario. – Fecha de emisión del pedigrí. – Firmas autorizadas de la Sociedad Canina. – Nombre y número de registro de los padres, abuelos y bisabuelos. Por todo lo anteriormente dicho, se ve importante el aclarar qué es una raza pura, y para ello se transcribe literalmente el concepto que refleja el Real Decreto 558/2001, de 25 de mayo: «Perro de raza pura: todo animal de la especie canina que esté inscrito o pueda inscribirse en un libro genealógico, cuyos padres y abuelos estén registrados como perros de esa misma raza pura en un libro genealógico de una organización o asociación reconocida oficialmente y que manifiesten el mismo prototipo racial, comportamiento y aptitudes y unas características étnicas similares, transmisibles a su descendencia tanto de razas caninas españolas como de razas integradas». En España, el control y registro de los perros de raza pura la realiza la Real Sociedad Canina Española mediante la inscripción en la sección principal del libro genealógico y en su sección anexa se podrán inscribir todos aquellos perros que carezcan total o parcialmente de documentación genealógica pero que puedan contribuir a la mejora de la raza. Razas de interés militar Todos los animales, según sus características individuales, pueden ser útiles como perro de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, como se ha dicho, los estándares raciales tienen unas características que se pueden considerar más o menos acordes a la función que se espera del animal. En principio, cualquier raza de trabajo puede considerarse de interés militar, siempre que sus características sean las esperadas para el trabajo a realizar. Las razas más habituales en las Fuerzas Armadas españolas son el pastor alemán, el labrador retriever y el pastor belga malinois. Otras razas importantes pueden ser el rottweiler, el pastor holandés, el perro de san Humberto, el cocker spaniel inglés, el border collie, el perro de aguas español y el sabueso es-pañol entre otras. Sin perjuicio de todo lo dicho, un perro de trabajo es cualquiera que reúna las siguientes características: – Equilibrado y seguro de sí mismo. – De rápido aprendizaje. – Carente de agresividad pero firme de carácter. – Que sea dominante. – Valiente, activo y resistente. – Fiel y buen guardián. – Que tenga instinto de presa. – De buen olfato. – De fácil adaptación a los distintos ambientes. Ahora, pasamos a describir los estándares raciales de las tres razas más habituales en las Fuerzas Armadas españolas, según un extracto obtenido del estándar publicado por la Federación Canina Internacional. Pastor alemán Origen: Alemania. Fecha de publicación del estándar oficial válido: 11-08-2010. Clasificación FCI: Grupo I: perros de pastor y perros boyeros (excepto perros boyeros suizos). Sección 1: perros de pastor con prueba de trabajo. Estándar FCI: n.o 166. Breve resumen histórico El estándar de la raza se establece en la primera reunión general que tiene lugar en Frank-furt el 20 de septiembre de 1899 de acuerdo con las sugerencias realizadas por A. Meyer y Max von Stephanitz y las correcciones posteriores que se realizan en reuniones sucesivas hasta llegar a nuestros días. La cría metódica comienza en 1899, después de la fundación de la Sociedad del Pastor Alemán, Verein für Deutsche Schäferhunde empleando ejemplares proce- dentes de razas de pastoreo de Alemania central y Alemania del sur, con el propósito fundamental de desarrollar una raza de trabajo apta para conseguir altos rendimientos. Este estándar se refiere tanto a su estructura corporal como también a sus características raciales y temperamento. Apariencia general: el perro de pastor alemán es de estatura mediana, de cuerpo ligeramente alargado, fuerte y musculoso y de estructura general firme. Proporciones: es fundamental que la longitud del tronco sea superior a la altura a la cruz entre un 10-17%. Carácter: debe ser equilibrado, seguro de sí mismo, dócil, valiente y fiel para ser apto como perro de compañía, de guarda y de protección. Cabeza: en forma de cuña, proporcionada con el tamaño de su cuerpo y moderadamente ancha entre las orejas; la nariz debe ser recta; los labios de color oscuro. La vista de frente y de lado es suavemente arqueada y no tiene o no está suavemente marcada la depresión frontonasal. Hocico (trufa): negro en todas las capas. Dentadura: fuerte, sana y completa (42 dientes según la fórmula dental). El perro de pastor alemán muerde en tijera. Ojos: deben ser medianamente grandes, de forma almendrada, algo oblicua y no prominente. El color debe ser lo más oscuro posible. Orejas: el perro de pastor alemán tiene orejas de tamaño mediano, y ha de llevarlas erguidas, derechas y bien implantadas, terminadas en punta y orientadas hacia delante. Cuello: el cuello debe ser fuerte, musculado, su inclinación en relación con el dorso es de 45%. Cuerpo: la línea superior discurre desde la base del cuello, a través de la cruz, bien desarrollada, alta y alargada, y un dorso ligeramente inclinado hasta la grupa, esta es ligeramente inclinada (aproximadamente 23 grados respecto de la línea horizontal). El pecho debe ser proporcionadamente ancho. Costillar atonelado o plano es considerado como una falta. Cola: por lo menos llega hasta el corvejón, pero no puede rebasar la mitad del metatarso, ha de llevarla en forma de arco moderado dirigido hacia el suelo. Extremidades: el tren delantero visto desde todos los ángulos ha de ser recto, y visto de frente, absolutamente paralelo, el ángulo formado por la escápula y el húmero debe ser de 90 o, aunque generalmente llega hasta los 110 o aproximadamente; las manos son redondeadas, bien cerradas; las uñas, fuertes y de color oscuro. El tren trasero está dirigido ligeramente hacia atrás, y las extremidades traseras, vistas desde atrás, deben estar paralelas una en relación con la otra. El fémur y la tibia forma un ángulo aproximadamente 120o. Los pies son cerrados, ligeramente arqueados. Las uñas son fuertes y de color oscuro. Movimiento: en el pastor alemán es un trote. Los miembros deben estar coordinados en longitud y angulación, siendo capaz de mover las extremidades traseras hacia el tronco sin un cambio significativo en la línea de la columna y pueda alcanzar prácticamente las extremidades anteriores. Pelo: el pelaje correcto está formado por una doble capa que debe ser lo más densa posible para protegerle. El pelo exterior que le cubre puede ser de dos tipos: largo y corto. Colores: negro, negro y fuego, marrón y amarillo hasta gris, gris con manchas oscuras, y máscara y dorso negros. Pequeñas manchas blancas en el pecho se permiten pero no son deseables. El color blanco no está permitido. Tamaño y peso: en los machos la altura a la cruz es de 60-65 cm, y el peso entre 30-40 kg. En las hembras la altura a la cruz es de 55-60 cm y el peso entre 22-32 kg. Labrador retriever Origen: Gran Bretaña. Fecha de publicación del estándar oficial válido: 13-10-2010. Clasificación FCI: Grupo 8: perros cobradores de caza. Sección 1: perros cobradores de caza. Con prueba de trabajo. Estándar FCI: n.° 122. Breve resumen histórico Popularmente se cree que es originario de la costa de Newfoundland; su origen en perros canadienses de la isla de Terranova destinados a realizar tareas de tipo pesquero para recuperar peces. En 1885 el Col. Peter Hawker y el conde de Malmesbury introducen en Inglaterra un ejemplar de color negro con la morfología actual. No es una raza muy antigua, en 1903 es reconocida en Gran Bretaña por el Kennel Club como raza, mientras que el Club Británico del Labrador Retriever se fundó en 1916 y el Yellow Labrador Club fue fundado en 1925. Apariencia general: perro de constitución fuerte y ancha, de mediana estatura. Temperamento/comportamiento: tiene buen temperamento y es muy ágil. Posee un excelente olfato y cobra con delicadeza, muy aficionado al agua. Muy activo, equilibrado, tenaz, dócil, de buen carácter, devoto con el guía; por ello es ideal como perro de compañía o perro guía. Cabeza: de cráneo amplio, nítido, sin presentar pómulos carnosos, con la depresión frontonasal (stop) bien definida. Hocico: no afilado, poderoso, con amplias fosas nasales. Dentadura: maxilares de longitud mediana, con mordida en tijera. Ojos: de tamaño mediano, de color castaño o avellana. Orejas: ni largas ni gruesas; de- ben colgar pegadas a la cabeza y tener una inserción bien hacia atrás. Cuello: nítido, robusto, poderoso, puesto sobre hombros bien colocados. Cuerpo: de espalda nivelada, lomo amplio, corto y fuerte, pecho amplio y profundo, las costillas bien arqueadas y abarriladas, que con un peso excesivo no se produce este efecto. Cola: muy gruesa en la base y se adelgaza gradualmente hacia la punta, de tamaño mediano, bien cubierta de pelo corto, grueso y denso que le da la apariencia de redondo, no enroscada sobre el dorso. Labrador retriever 7 Extremidades: el tren delantero, visto de frente o de lado, debe aparecer recto desde los codos hasta el suelo. Los pies deben ser redondos, compactos, con dedos bien arqueados y almohadillas bien desarrolladas. El tren trasero bien desarrollado, grupa no inclinada hacia la raíz de la cola. Los pies deben ser redondos, compactos, con dedos bien arqueados y almohadillas bien desarrolladas. Movimiento: desenvuelto y que cubra suficiente terreno, las extremidades anteriores y posteriores se desplazan en planos paralelos al eje del cuerpo. Pelo: debe ser corto y denso sin ondulaciones o flecos; al tacto bastante duro. Tiene una capa de subpelo resistente al agua. Colores: totalmente negro, amarillo o hígado/chocolate. El color amarillo varía desde el crema claro al rojo del zorro. Se permite una pequeña mancha blanca en el pecho. Tamaño: en los machos la altura a la cruz es de 56-57 cm y en la hembra la altura a la cruz es de 54-56 cm. Pastor belga malinois Origen: Bélgica. Fecha de publicación del estandar original válido: 13-03-2001 Clasificación FCI: Grupo 1: perros de pastor y perros boyeros (excepto perros boyeros suizos). Sección 1: perros de pastor. Con prueba de trabajo. Estándar FCI: n.o 15. Breve resumen histórico A finales de los años 1800 existía en Bélgica un gran número de perros conductores de rebaños cuyo tipo era heterogéneo, sus pelajes de una gran diversidad, y que se encontraban alrededor de las áreas de Tervuren, Groenendael, Malines y Laeken. Por ello, siguiendo los consejos del profesor A. Reul, de la Escuela de Medicina Veterinaria de Cureghem, varias personas deciden regular la situación de la raza, la cual nace oficialmente entre 1891 y 1897 al crearse el Club del Perro de Pastor Belga en Bruselas. En 1892, este club describió el primer estándar bien detallado de la raza, admitiéndose una sola raza con tres variedades de pelo, aunque no se reconoció oficialmente hasta 1901, cuando se registró en el Libro de los Orígenes de la Real Sociedad de San Huberto. Para 1910 el tipo y el carácter del Pastor Belga estaban ya establecidos. Apariencia general: armoniosamente proporcionado, elegante y poderoso, de tamaño mediano y musculatura delgada y fuerte. Proporciones importantes: su cuerpo forma un cuadrado. El pecho desciende hasta el nivel de los codos. La longitud del hocico es igual o ligeramente superior a la mitad de la longitud de la cabeza. Temperamento/comportamiento: vigilante y activo, de una gran vitalidad. Reúne todas las cualidades necesarias de un perro de pastor, perro guardián, de defensa y de servicio. Temperamento impetuoso y alerta, y de carácter seguro. Pastor belga malinois Cabeza: se presenta alta, es larga, aunque no en exceso. De forma rectilínea, bien moldeada y delgada. La depresión frontonasal (stop) es moderada. Hocico: de longitud mediana y bien moldeado por debajo de los ojos. La trufa es de color negro. Dentadura: los dientes son fuertes y blancos. La articulación es en forma de tijera. Se acepta la dentadura en forma de pinza. La dentadura está completa, aunque se acepta la ausencia de 2 premolares (PM1) y los molares (M3). Ojos: de tamaño mediano de forma levemente almendrada. Son oblicuos de color parduzco y los bordes de los párpados son negros. Orejas: son más bien pequeñas, de implantación alta y forma visiblemente triangular. Cuello: ligeramente alargado y musculoso. La nuca es un poco arqueada. Cuerpo: musculoso, espalda firme, corta, el lomo es sólido y corto, grupa corta. Pecho no muy amplio, pero sí bien inclinado, las costillas son arqueadas en su parte superior. Cola: bien implantada. Fuerte en la base, de longitud mediana. Llega hasta el corvejón, pero preferiblemente debe sobrepasarlo, en ningún caso forma de gancho. Extremidades: el tren delantero es de musculatura fuerte y delgada. Vistos de todos lados están aplomados y vistos de frente, son perfectamente paralelos. Pies redondos y pie de gato. El tren posterior es poderoso, bien aplomado y visto desde atrás paralelos. Los pies pueden ser ligeramente ovalados, dedos encorvados y bien juntos. Movimiento: suelto y ágil en todos los pasos, pero los movimientos habituales son el paso y sobre todo el trote. Tiene una marcada tendencia a moverse en círculos debido a su temperamento enérgico y su deseo de cuidar. Pelo: la longitud, la dirección, el aspecto y el color son variados, lo que se adopta para distinguir las cuatro variedades de la raza: groenendael, tervueren, malinois y laekenois. En este libro se fijarán las características del perro pastor belga de pelo corto (malinois) que es el más empleado en las especialidades de trabajo en nuestro ámbito. El pelo debe ser siempre abundante, apretado, de buena textura, formando junto con el pelo del fondo, que es lanudo, una excelente capa protectora. Es muy corto sobre la cabeza, la cara externa de las orejas y la parte inferior de los miembros. Es corto sobre el resto del cuerpo y más abundante en la cola y alrededor del cuello, donde dibuja un collar que nace en la base de la oreja y se extiende hasta la garganta. Además, la parte posterior de los muslos está cubierta de pelos más largos que forman flecos. La cola es en espiga, pero no forma copete. Colores: la máscara debe ser bien pronunciada, deben ser negros las dos orejas, los dos párpados superiores y el labio superior e inferior. Capa rojo carbonado, esto quiere decir que algunos pelos tienen una extremidad negra, lo cual oscurece el color de base. Este color negro debe ser, de todos modos, flameante y no puede presentarse ni en grandes manchas ni en forma de rayas. Se tolera un poco de blanco en el antepecho y en los dedos. Tamaño y peso: en los machos la altura a la cruz es de 60-66 cm, deseable 62 cm, y el peso entre 25-30 kg. En las hembras la altura a la cruz es de 56-62 cm, deseable 58 cm, y el peso entre 20-25 kg. BLOQUE 1 TEMA 2. LOS PERROS DE ESPECIALIDAD Los perros de especialidad son aquellos que han recibido un adiestramiento para obtener de ellos un trabajo de utilidad. Las especialidades en las que son adiestrados los perros varían algo en función de la nación que los emplea; los problemas específicos de cada nación hacen que se utilicen los perros de modo distinto; por ejemplo, en Europa no se usan los perros detectores de marfil. Hay una serie de especialidades que se mantienen constantes en todos los ejércitos y policías. Las especialidades más frecuentes son: Perros de seguridad. Perros detectores pasivos. Perros detectores de explosivos. Perros detectores de drogas. Perros detectores de minas. Perros detectores activos. Perros de búsqueda y rescate (BYR). Otras especialidades. Perros de seguridad Es la especialidad cuyo empleo se ha mantenido constante a lo largo de la historia. Siem-pre han existido perros que alertaban a un núcleo humano de la presencia de un peligro. Con el tiempo, a estos animales se les exigía más, y ya no solo se les pedía que ladrasen para avisar de una amenaza, sino que supiesen reaccionar de forma contundente frente a ella. Este tipo de adiestramiento se fue diferenciando en función del posterior empleo del equipo canino, y de esta forma surgieron las distintas aplicaciones de los perros de seguridad, y por tanto, nuevas subespecialidades. Entre ellas tenemos: – Perro de seguridad y combate (SYC). Es el perro capaz de ser empleado en cualquier ambiente (interior de edificios, campo abierto, interior de acuartelamientos, etc.), trans- portable por cualquier medio, y con capacidad de localización y de neutralización de uno o varios intrusos, intimidando con el ladrido, o mordiendo cuando fuera necesario. Es un perro de difícil selección, se trata de animales de fuerte carácter pero capaces de ser dominados por su guía. Son de adiestramiento largo y complejo por la cantidad de situaciones y matices que es necesario ejercitar. Con su empleo se consigue disminuir, e incluso hacer innecesario, el uso del arma de fuego. Lo más importante de estos perros es que actúan como detectores y neutralizadores de intrusos, sin que sea necesario la intervención del guía o de su patrulla de apoyo, evitando el riesgo que para el equipo de registro supone el acercarse a un intruso del que se desconoce sus intenciones, las armas que lleva y el número de extraños que se esconden. – Perro de patrulla o de acompañamiento de patrulla. Es un rudimento de perro de SYC. La calidad del perro y del adiestramiento es menor. Por lo general, son perros que se adaptan al guía que en ese momento los maneja, es decir, obedecen al que tiene la correa. Su entrenamiento es básico, la mayoría ladran ante un intruso y en ocasiones le podrían llegar a morder. Su uso es más disuasorio que eficaz; el perro ante la presión abandona, y sus búsquedas son más cortas y menos intensas. – Perros de acecho. Es un perro que ya no se emplea, pero nos demuestra la amplia posibilidad de uso del perro. El acecho es una forma de actuación que permite al perro detectar al enemigo y alertar de su presencia a su guía de una manera silenciosa. Cuando se encuentran apostados junto a su guía le alertan con movimientos de la cola y orejas, postura, golpes de hocico contra la pierna izquierda del guía, etc. Así no existe el riesgo de descubrir el dispositivo de seguridad. El guía interpreta este comportamiento y da la alerta. Estos perros también podían ser colocados en zonas de paso sensible, y en caso de detectar un intruso volvían con su guia. – Perros de guarda y centinela. Es un perro cuyo uso está hoy en día en vigencia, a pesar del empleo de sistemas electrónicos de seguridad. Siempre trabaja formando parte de un plan de seguridad. El perro debe ladrar a cualquier individuo que se acerque por su puesto de vigilancia, de esta manera alerta de la posible amenaza al personal de seguridad de la instalación. Del mismo modo, el ladrido avisa al posible intruso de la presencia del perro y de las consecuencias en el caso de continuar avanzando. Si el intruso continúa progresando, el perro puede morder al individuo para ponerlo en fuga, impidiendo que este sobrepase su puesto. Es un perro que trabaja solo en las siguientes modalidades: Doble valla o corredor. Este sistema consiste en poner una doble valla de tela metálica, separadas una de otra por una distancia de unos tres metros, alrededor del establecimiento a proteger. La longitud del pasillo asignado a cada perro varía, según el terreno, entre 100 y 250 m sin ángulos. El perro circula libre por el interior del pasillo. Punto fijo. El perro vigila una zona delimitada por la longitud de una cadena de unos tres metros. La cadena está sujeta por uno de sus extremos al cuello del perro por medio de un collar fijo, y por el otro extremo a una anilla fijada en el suelo. En trole. Se utilizan para la guardia o custodia de una zona determinada dentro de la base o acuartelamiento, pudiendo abarcar todo el perímetro. El coste de la instalación es bastante menor que en el caso de la doble valla. Se trata de sujetar a un perro con una cadena que va desde el collar del perro a un cable que está anclado en sus dos extremos. El perro se puede desplazar lateralmente. Recinto confinado. Son perros que protegen el interior de un recinto o espacio cerrado. Actúan sueltos y se utilizan en las BAE.s en objetivos sensibles, como pueden ser polvorines, depósitos de combustible, hangares, etc. El perro puede utilizarse para vigilar un recinto o zona cerrada de unos 2.500 m2. Perros detectores pasivos En el desarrollo normal del comportamiento de caza el perro persigue y atrapa a su presa dándola muerte. Por el contrario, el perro de caza después de ventear o seguir un rastro se queda inmóvil ante la pieza acechándola hasta que su dueño le permita perseguirla; el perro pasivo también es capaz, después de un progresivo entrenamiento, de contener la agresión hacia un olor que le hemos asociado con su premio, sentándose y manteniendo esta posición hasta que su guía se lo indique. La posición de marcar puede ser: sentado, de pie, y tumbado. En la ECIDEF se usa el «sentado», por tratarse de una posición inequívoca, de fácil ejecución por el perro, y de mayor visibilidad. Así, podemos definir como perro pasivo a aquel que está preparado para detectar y localizar un olor, ya sea droga o explosivo, y marcarlo en la posición de sentado, manteniendo esta hasta que reciba su premio. La calidad del perro detector pasivo es superior al activo. En el pasivo, al tener que marcar en una posición estática, se va en contra del instinto, que sería el coger la presa tras detectarla por el olfato. Hay muchos perros en los que disminuye su rendimiento cuando comienza el aprendizaje en marcaje pasivo. La frustración que es el no poder coger la presa llega a «romperlos». La finalidad de emplear un perro pasivo en el caso de la detección de explosivos es evidente, evita que el perro toque el artefacto impidiendo que este se active. En el caso de los detectores de drogas los perros activos al rascar y morder dañan coches, muebles, equipajes, etc., mientras que con el pasivo se evitan los daños materiales y nos permite la detección en personas. El adiestramiento de los perros detectores pasivos lo dividimos en las siguientes fases: Toma de contacto. En esta fase el guía debe de conocer cómo es su perro, a la vez que este debe tener una fácil adaptación jerárquica con su guía. La duración de esta fase oscila entre 2 y 15 días, dependiendo del carácter del perro. Trabajo de confianza e indiferencia. Obediencia básica. El perro detector en el trabajo de búsqueda debe de tener independencia de su guía, con lo cual la obediencia básica que se les enseña será menos exigente que en cualquier otro tipo de especialidad, realizándose los siguientes ejercicios: andar al lado («FUSS»), sentarse («SITZ»), tumbarse («PLATZ»), llamada («HIER») y que suelte la presa («AUS»). Cobro. La base del adiestramiento del perro detector es el cobro, que se define como el deseo o las ganas que el perro tiene por atrapar algo que se le arroja o se mueve. Este deseo lo podemos observar claramente dentro del desarrollo del instinto de presa o caza, cuyas pautas son las siguientes: ojear, perseguir, rastrear, detectar, localizar, capturar, matar, transportar y alimentarse. Alimentarse es sustituido por disputar la presa, es decir, el juego. Asociación del sentado. La finalidad de este ejercicio es que el perro al olor de la sustancia nos la marque sentándose sin necesidad de ayuda. Para llegar a conseguir este objetivo dividiremos el ejercicio en dos partes. Primero tenemos que asociar el sentado a la vista del premio que le vamos a dar (el rodillo). Conseguido esto, asociaremos que el perro nos marque sentándose al olor de la sustancia (droga o explosivo). Punto a punto. Se le llama punto a punto a la búsqueda de una sustancia por medio del olfato del perro escondida entre una serie de objetos similares alineados uno detrás del otro en una misma dirección. Personas. En las primeras fases del adiestramiento se habitúa al perro a buscar su juguete entre personas (cobro básico), con el rodillo impregnado del olor de la sustancia escondido próximo a ellas (cobro dirigido), y ahora, en esta fase, efectuaremos la búsqueda del olor de esa sustancia escondido entre las ropas de la persona. Cuarteo. Es el reconocimiento de una zona extensa del terreno en un espacio abierto delimitada por cuatro líneas imaginarias. Edificios. En esta fase le enseñaremos al perro a examinar las paredes exteriores de los edificios, así como paredes de interiores y los diferentes tipos de habitaciones con muebles y objetos que nos podamos encontrar. Paquetería y correspondencia. Esta suele ser una fase del adiestramiento muy agradable para el perro, ya que a la mayoría de ellos parece divertirles buscar entre paquetes y correspondencia. Por este motivo generalmente el animal no tiene ningún problema en progresar adecuadamente. Mercancías y equipajes. En esta fase del adiestramiento se le exigirá al perro que registre una gran cantidad de cajas, maletas y bultos de diferentes tipos y tamaños, que contendrán diversas mercancías con todo tipo de olores. Estas mercancías pueden estar paletizadas o en el interior de cajas de transporte. En consecuencia, el examen de mercancías es una tarea complicada tanto para el guía como para el perro y, por esta razón, en esta fase se debe exponer al perro a numerosos ejercicios de detección de la sustancia en escenarios que se asemejen a la realidad. Vehículos y otros medios de transporte. Se trata de una de las fases más difíciles para el perro. En esta fase se le exige un trabajo minucioso en los vehículos que tiene que registrar; este sobreesfuerzo puede llegar a cansar muy pronto al animal, sobre todo en condiciones climáticas calurosas. Con el fin de mantener un grado de motivación adecuado en el perro, nos aseguraremos de que el trabajo en la búsqueda se vaya dificultando de una forma gradual, y que cada ejercicio que realicemos sea para este algo agradable. Asociación de otros olores de drogas o explosivos. Una vez que se ha trabajado en todas las fases de este adiestramiento de perros detectores de drogas y explosivos con la sustancia que más olor desprende, normalmente hachís en drogas y goma-2 o PG-2 en explosivos, y si los perros las han superado satisfactoriamente, pasaremos a la asociación de otros olores que también deben detectar y marcar. Búsqueda encadenada. Es localizar dos o más sustancias de forma consecutiva en un mismo ejercicio. Al perro detector de drogas, que tiene como base el trabajo con hachís, le podemos asociar otras dos o más sustancias. Generalmente se está trabajando con el hachís, la cocaína y la heroína. Al perro detector de explosivos le asociaremos normalmente cinco sustancias más, que pueden ser: la trilita, el PG-2, la pentrita, nitrato amónico y el clorato potásico. En los perros detectores de drogas se mejora su rendimiento mediante el trabajo de detección en personas. La detección se realiza colocando a las personas en formación lo suficiente-mente amplia para permitir el paso del perro, cuando el perro detecta la droga se sienta delante de la persona que la esconde. En los perros de explosivos, la ECIDEF ha mejorado su operatividad para aumentar su eficacia en zona de operaciones (ZO). Actualmente estos equipos pueden actuar en tres modalidades distintas: – Detección de explosivos en personas. En dos modalidades: Estático. El perro detecta el explosivo sentándose delante de la persona que lo transporta cuando esta está quieta. Dinámico. El perro se aproxima a quien porta el explosivo quedándose pegado a él sin separarse aunque este intente alejarse. – Detección de explosivos en un punto a distancia. El perro reconoce un punto hacia el que es dirigido por el guía. – Detección de explosivos en caminos. El trabajo de detección se realiza en el camino y a ambos lados del mismo. El guía se mantiene a distancia del perro. – Detección en baja intensidad. El perro es capaz de detectar un explosivo mientras está paseando, de esta forma el perro está trabajando mientras pasea sin que sufra desgaste, estando en actividad durante más tiempo y alejándose del guía más de lo habitual. Perros detectores de minas Son perros con un marcaje pasivo, pero al ser tan diferente su trabajo los estudiamos por separado. Los perros al detectar una mina se sientan o se tumban. La detección de minas es un trabajo complejo que exige la máxima preparación del equipo cinológico. El uso adecuado de estos equipos da una fiabilidad del 99,5%. Tienen un doble uso: – Desminado operativo. – Desminado humanitario. El desminado operativo persigue el fin de permitir la movilidad de las tropas. El empleo del perro se puede realizar básicamente en tres formas: – Apertura de un pasillo. Se trabaja sobre un campo minado que impide la progresión de las tropas abriendo un pasillo tan ancho como sea necesario. – Detección de zona minada. Los equipos cinológicos pueden detectar la presencia de minas en zonas no marcadas como campos de minas. – Delimitación de un campo de minas. Con su trabajo pueden fijar el perímetro de un campo minado. – Limpieza de zona minada. Detectan las minas existentes en zonas que van a ser asentamientos de tropas. El desminado humanitario es el que se realiza para que la población civil recupere su ritmo de vida. Este desminado pretende levantar la totalidad de minas existentes en caminos, carreteras, zonas de cultivo, etc. En general, se trata de que la población recupere la forma de vida que tenían antes de la existencia de los campos de minas. El cálculo sobre el número de minas desplegadas en el mundo está en unos cien millones, afectando al menos a unos sesenta y dos países. Se trata de un arma barata, algunas apenas superan un euro de precio, pero con un coste de localización y destrucción de unos mil euros por mina. Un perro puede sustituir a unos doce detectores de minas manuales, pero nunca a un equipo de desminado. El desminado ideal es el que combina distintos sistemas. Cada sistema es el más idóneo para una zona y puede verse complementado por otro u otros. El desminado, en determinadas zonas es muy complejo. La erosión, terremotos, riadas, el viento, la lluvia, y otras circunstancias pueden desplazar las minas, cubrir zonas minadas o descubrirlas haciendo que zonas que habían sido desminadas vuelvan a tener minas activas. Actualmente, los perros están trabajando activamente en el desminado en Afganistán, Angola, Bosnia, Camboya, Croacia, Costa Rica, Honduras, Kosovo, Nicaragua y Ruanda, entre otros. El entrenamiento de este tipo de perros es el más complejo. Debemos partir de perros de excelente capacidad olfativa, tranquilos, que sean capaces de mantener una gran intensidad de búsqueda; se necesita un olfato extraordinario. El tiempo de adiestramiento es de seis meses, pero para alcanzar la plena operatividad debe haber un periodo de adaptación al terreno en donde va a trabajar y al tipo de minas a detectar, este periodo de adaptación debe ser de más de dos semanas. El óptimo de preparación se consigue cuando tras los seis meses de aprendizaje sigue un periodo de prácticas de adiestramiento de otros seis meses. Los perros detectan las minas antipersonal a una profundidad de diez centímetros en suelos arcillosos y por tanto, de difícil transmisión del olor. En las minas anticarro pueden llegar a los treinta centímetros. De la misma forma detectan las municiones enterradas y los alambres-trampa. Cuando se trata del desminado de una zona los perros pueden trabajar de la siguiente forma: – Por cuadrículas. Se cuadricula la zona en cuadrados de diez por diez metros utilizando cintas para delimitarla. Si la superficie a cuadricular es muy grande, se hacen pasillos para dividirla en zonas con un tamaño que las haga más fácilmente fraccionables. Para trabajar en cuadrículas, el guía está situado frente a uno de los cuadrados de diez por diez metros, por la zona exterior de una de las esquinas sujeta al perro por una cinta larga y lo manda buscar, al llegar al final del cuadrado lo manda que vuelva, y el perro inicia el regreso hacia su guía buscando. El guía se desplaza un metro lateralmente y vuelve a mandar a su perro. Repite la maniobra hasta completar todo el ancho del cuadrado. El trabajo de limpieza del cuadrado acaba cuando un segundo equipo trabaja en la misma cuadrícula pero lo hace desde uno de los lados que sea perpendicular al primero. – Por pasillos. Se divide la zona minada en pasillos de medio metro a un metro de ancho y de diez metros de largo. El guía manda al perro suelto o con cinta y este busca en todo el ancho del pasillo; al llegar al final, el guía le llama e inician la búsqueda en el pasillo contiguo. Cada pasillo es trabajado por otro equipo. Perros detectores activos La única gran diferencia entre un perro activo y otro pasivo es su forma de marcar. Es similar al perro de caza, que después de seguir un rastro persigue a la presa hasta llegar a la madriguera y ante la imposibilidad de atraparla el perro rasca en la entrada para agrandarla y poder acceder a ella hasta atrapar a su presa. Definimos como perro activo aquel que está preparado para detectar y localizar un olor (droga, dinero, tabaco, etc.) y marcarlo rascando de forma agresiva el lugar donde se encuentra el foco de olor. La «marca» o «marcaje» más común en los perros activos es la rascada que realiza cuando detecta y localiza el olor de la sustancia que le hemos asociado. En ocasiones se entrenan para que marquen de forma activa mordiendo. En los perros de rescate el perro marca ladrando, que es otra forma de marcar en activo. Algunos de los perros que detectan iniciadores de fuego se sientan y marcan el foco del olor tocando con el hocico, este sería un sistema mixto. Todas las fases del adiestramiento de perros activos y pasivos son comunes, con solo una diferencia. La diferencia es el modo de enseñarles a marcar. El perro pasivo tiene fase de asociación del sentado, mientras que el activo tiene la fase de rascada. Perros de búsqueda y rescate (BYR) Los equipos de perros de búsqueda y rescate intervienen como un elemento más en los protocolos de actuación frente a situaciones de emergencia como son: las avalanchas, terremotos, desplomes de edificios o las pérdidas de personas en zonas boscosas o con mucha vegetación. La expresión «un elemento más» está correctamente aplicada. Desde hace poco más de dos décadas, el trabajo con perros de búsqueda y rescate ha sido magnificado. Determinados grupos que emplean perros para este tipo de trabajo han sobrevalorado su rendimiento, relatando múltiples rescates de víctimas «profundamente» sepultadas. Estos relatos heroicos no solo han hecho proliferar los grupos que pretenden rescatar a quien sea y donde sea, sino que han dado la imagen del perro como herramienta infalible. Los verdaderos profesionales del entrenamiento y del empleo del perro de trabajo saben de sus virtudes y de sus limitaciones. Definimos la especialidad de perro de búsqueda y rescate como aquella que busca y detecta gente inmovilizada o herida bajo restos de escombros, cascotes, agua, nieve, barro, rocas o en grandes áreas. En ocasiones, en grandes áreas la víctima está en movimiento, en estos casos solo los perros de más experiencia son capaces de marcarla. Lo ideal es contar con un perro específicamente entrenado para cada especialidad de res-cate, pero este sistema genera una enorme infraestructura de equipos cinológicos de búsqueda y rescate infrautilizados. Un equipo de rescate en aludes puede tener un periodo de activación en España de no más de cinco meses. Un equipo de trabajo en escombros será empleado, en el mejor de los casos, una vez al año. El compartir especialidades, por lo general, no resta operatividad al equipo y mantiene una elevada motivación en el guía al saber que puede ser activado durante todo el año. Para el perro supone un entrenamiento muy variado en la forma, ya que se desarrolla en distintos ambientes, evitando el aburrimiento y la saturación del perro de una sola especialidad. Gran parte de los procesos de entrenamiento de los perros de rescate son comunes, al tener que localizar a personas enterradas bajo el suelo, con independencia de que el material que las cubra sea escombro o nieve. Los entrenamientos en obediencia, confianza e indiferencia, dirección del perro en la búsqueda, etc., son comunes a todas las especialidades. Como resumen: lo ideal es tener un perro para cada especialidad, pero lo mejor para el trabajo de BYR es tener perros con doble o triple especialidad. Se entrenan los perros para marcar los vivos; en un derrumbe en donde hay vivos en esta-do crítico y muertos, la prioridad son los vivos, y no puede existir el error de iniciar las laboriosas maniobras de desescombro de un cadáver, cuando quedan vivos por rescatar, por culpa de un mal marcaje de los perros. La denominación de estos equipos es muy variada. En síntesis, se inicia una búsqueda, se localiza a la víctima y se la rescata. Por lo general, se emplea «búsqueda y rescate» (BYR), similar al search & rescue del mundo anglosajón, o simplemente «rescate». Modalidades – BYR en escombros. Localizan a personas vivas sepultadas bajo los escombros de un edificio colapsado. Se trata de perros que aguantan situaciones de estrés, muy socializados, capaces de trabajar con gran intensidad con poco descanso, que se muevan con soltura en cualquier tipo de terreno o escombro. No le afectará que el trabajo se haga en altura, en espacios cerrados o en la oscuridad. Los perros, una vez detectado el olor de un ser humano vivo, deben encontrar el punto más próximo y de máxima intensidad de olor de la víctima, y lo marcan ladrando hacia ese punto de forma alta y continua. – BYR en aludes o avalanchas de nieve. Estos equipos están desplegados con los grupos de rescate de montaña o en las estaciones de esquí. Se activan durante el periodo invernal, e intervienen en la localización de personas sepultadas por avalanchas de nieve. – BYR en grandes áreas. Esta especialidad tiene como finalidad localizar a personas perdidas en zonas con densa vegetación o de superficie muy amplia. Son especialmente útiles en aquellas zonas en donde la vegetación es muy abundante y que, por lo tanto, si una persona herida o agotada está tumbada, no puede ser localizada por la vista. – BYR en agua. Podemos considerar dos tipos de actuaciones: Rescate en agua. Se usan perros especialmente entrenados en nadar en todo tipo de circunstancias. Su empleo puede ser en ríos, mar y lagos. El perro lleva un arnés del que cuelgan unas anillas para que la víctima se agarre. El perro está entrenado en aproximarse a las víctimas y arrastrarlas hacia un barco o a tierra. Búsqueda de víctimas bajo el agua. Estos perros son capaces de localizar a personas ahogadas que permanecen debajo del agua. La profundidad de localización varía en función de las corrientes ascendentes que trasporten el olor de las víctimas a la superficie. Entran dentro del capítulo de perros detectores de cadáveres. Otras especialidades El mundo del perro de trabajo es muy amplio, como principales ejemplos tenemos: – Perros detectores de cadáveres y de restos humanos. –Se utilizan para encontrar cadáveres sepultados bajo escombros como consecuencia de un terremoto o un derrumbe, cadáveres de personas desaparecidas en grandes áreas, cadáveres enterrados ilegalmente, ahogados, etc. Estos perros también están entrenados en la localización de restos humanos y cadáveres desmembrados. Son perros de gran utilidad para la investigación policial por recuperar restos humanos y localizar cadáveres. El «olor a humano» es debido a la transpiración (las glándulas sudoríparas), la respiración, la grasa que recubre la piel (glándulas sebáceas), los gases digestivos emitidos a través de la boca y del ano, la descamación epitelial y la renovación capilar es continua. Al morir desaparece el «olor a humano». No hay ni transpiración ni respiración. En principio hay una relajación de esfínteres que provoca la salida de orina, contenido digestivo y gases. Esta emisión de gases y de líquidos altamente volátiles, fácilmente detectables, va cambiando en su composición por los olores procedentes de los fenómenos de autolisis y putrefacción. El resultado es la liberación de metano y de sulfuro de hidrógeno (olor a huevo podrido). También, como consecuencia de la descomposición de las proteínas, aparece la putrescina y la cadaverina, que dan el típico olor a carne descompuesta. El cuerpo se va deshidratando desde el primer momento. Esta evaporación de agua del organismo favorece la difusión del olor. En resumen, un cadáver huele distinto desde el primer momento, y la intensidad y capacidad de difusión del olor es mayor cuanto más tiempo pasa. El olor del cadáver varía según avanzan los procesos de descomposición, por lo que los perros deben ser entrenados en detectar distintos niveles de descomposición. Este olor a cadáver no se parece al «olor humano». Los perros detectores de ahogados son capaces de oler los cadáveres hundidos en ríos, lagos o estanques. El olor del cadáver se difunde en el agua y sale a la superficie por evaporización. El perro detecta por dónde sale a la superficie el olor del cadáver, que tiene que ser recuperado por submarinistas o por medios de arrastre. El cadáver puede estar muy alejado de la zona donde sale el olor, por lo que el estudio de las corrientes es fundamental a la hora de localizar al cadáver. Estos perros pueden usarse desde la orilla, mientras nadan o encima de una barca. Esta es la forma más habitual, la barca está preparada con una superficie plana en la proa que es donde se coloca el perro con la cabeza asomada. La fuente de olor que se utiliza para adiestrar a los perros puede ser: Cadáveres de cerdo o trozos de ellos en distinto estado de descomposición. Sangre humana. Pseudosustancias. Cadáveres humanos. Es la forma ideal de entrenamiento, pero la más compleja por razones legales y morales. – Perros detectores de trufas. –La trufa es un hongo del tamaño desde una nuez hasta una patata. Se encuentra enterrada a unos treinta centímetros de profundidad, esta es la característica que hace que el perro sea de gran utilidad en su detección. Los perros olfatean la zona en donde se pueden encontrar las trufas, cuando detectan el olor lo marcan rascando el suelo. El recolector escarba la zona marcada por el perro, y si no la encuentra, usa al perro para que vuelva a marcar la dirección de búsqueda. Cuando la encuentra, confirma al perro con su olor y le refuerza el comportamiento dando una pequeña porción de comida muy apetecible para el perro. – Perros detectores de acelerantes de incendios.–Son perros capaces de detectar gasolina, gas, disolventes, lacas, y otros productos químicos en los restos de un incendio, señalando con la nariz o con cualquier otro método el punto desde donde sale el olor con la mayor intensidad. Se utilizan en investigación policial para realizar la toma de muestras del punto exacto en donde quedan restos del acelerante que se utilizó para provocar un incendio. Son de gran utilidad en las investigaciones del origen del fuego, por ser capaces de determinar cuál es el punto exacto en donde quedan restos del acelerante, puesto que la mayoría de las pruebas han sido destruidas por el propio incendio. – Perros detectores de especies salvajes.–Se utilizan para localizar especies salvajes para su estudio. Actúan con un sistema combinado de venteo y de rastreo. Entre las especies que se han utilizado para su localización están los osos, linces, zorros, ratas canguro, rinocerontes de Java y serpientes entre otras. – Perros detectores de dinero.–El papel moneda con el que están hechos los billetes de dinero tiene un olor característico. Los perros se adiestran para localizar los depósitos ilegales, escondites de dinero o tráfico con dinero por distintos medios (equipajes, mercancías, vehículos, etc.). – Perros detectores de discos compactos.–La piratería de programas informáticos, música o películas que tiene como soporte los discos compactos genera una gran pérdida eco- nómica, ya hay perros entrenados para detectar discos compactos, estos presentan una huella olorosa muy característica, aunque el perro es incapaz de distinguir las falsificaciones de las copias originales. – Perros detectores de armas.–Las pistolas, fusiles, ametralladoras, etc., usadas o prepara- das para su conservación, presentan un olor común que los perros pueden detectar con facilidad. Se usan para detectar los escondites de armas de los terroristas o para evitar el tráfico de armas. Se han usado en Irlanda del Norte por el Ejército inglés y se están usando con éxito en Irak y Afganistán. – Perros detectores de marfil.–Son perros adiestrados para detectar marfil y así luchar contra el contrabando de este material. Los perros detectan tanto los colmillos de elefante como los cuernos de rinoceronte. – Perros de rastro.–Son capaces de seguir un rastro de varios días de antigüedad. Se utilizan para seguir el rastro de personas desaparecidas, también para perseguir fugados con fines policiales. El perro que mejor se adapta a estos fines es el bloodhound. – Perros detectores de comida.–Se utilizan para detectar el contrabando de comida o el paso de alimentos prohibidos a través de aduanas, o en envíos de paquetes con pro-ductos alimenticios por correo. Con las compras por internet el comercio de productos alimenticios se ha globalizado, estos productos viajan de una a otra parte del mundo sin ningún control sanitario pudiendo ser un medio de difusión de todo tipo de enfermedades. – Perros lazarillo.–Ayudan a los ciegos a desplazarse por la ciudad avisándoles de bordillos, vallas, pasos de cebra, pasos de peatones, etc. – Perros de asistencia a minusválidos.–Abren cajones, recogen objetos del suelo, abren y cierran puertas, etc. En general, auxilian al minusválido en aquello que no puede hacer por sí solo. – Perros de ayuda terapéutica.–Se utilizan para la mejora física y psíquica de distintas enfermedades psiquiátricas como son la depresión, el estrés postraumático, autismo, alzheimer y otras patologías. Son de gran ayuda en ancianos o en personas con el síndrome de Dawn. BLOQUE 1 TEMA 3. LA SELECCIÓN DEL PERRO DE TRABAJO Introducción Para el adiestramiento del perro es de suma importancia la selección de este. Para ello, se realiza una serie de pruebas comunes y otras específicas según la especialidad en la que los queramos emplear. La experiencia adquirida durante años en la selección de perros de trabajo nos ha demostrado que solo uno de cada cuatro perros probados es válido para el adiestramiento. Todos los perros que se seleccionen para cualquier tipo de trabajo deben tener unas características comunes que les predispongan para ser adiestrados. Cada perro puede ser válido para una o más especialidades, pero siempre destacará en una de ellas en la que será adiestrado y en donde dará mayor rendimiento. Las principales razas que se seleccionan para el adiestramiento en la ECIDEF son el pastor alemán y el pastor belga malinois Las pruebas de selección de perros de trabajo son muy variadas y cada centro de adiestramiento tiene sus propios sistemas de selección. En la ECIDEF se sigue un protocolo de selección que nos lleva a definir si un perro es apto para las especialidades de seguridad y/o detección, y dentro de los detectores si es mejor como activo o pasivo. Para la selección del perro se valorará la edad, que deberá estar comprendida entre 12 y 30 meses, siendo el óptimo entre los 12 y los 18 meses. También valoraremos la buena salud, un alto grado de energía y una equilibrada relación entre el comportamiento de presa y defensa. Con respecto a la edad, un perro tarda en adiestrarse 5 meses y consigue su plena operatividad cuando transcurre un año desde que comenzó su adiestramiento, si tenemos en cuenta que hacia los 8 años de edad empieza a decrecer su rendimiento; debemos comprar perros maduros lo más jóvenes posible para conseguir un mínimo de 6 años de trabajo. Además de lo anteriormente citado, el perro ha de tener un adecuado equilibrio entre el temple y el temperamento; soportando bien los estímulos externos que se le presentan, estando siempre alerta a todo lo que le rodea, y teniendo un cierto grado de independencia. Debe mostrarse de esta manera muy activo e inquisitivo. Valoraremos al perro en todo tipo de ambientes, suelos, escaleras, ruidos, vehículos, lu-gares pequeños y oscuros, etc., además de indiferencia o curiosidad, pero nunca agresividad frente a personas y a otros animales. Se valorará el impulso que tiene el perro al lanzarle un rodillo y cobrarlo, así como la persistencia e intensidad en la búsqueda, rapidez y posesividad hacia él. Todos estos cobros se realizarán en todo tipo de ambientes, en lugares distintos a los que está habituado para así valorar posibles inseguridades. Sistemas de obtención del recurso canino Para la obtención de perros aptos para el trabajo como perros militares de las distintas especialidades hay fundamentalmente tres sistemas: – Donación.–Es cuando un particular cede de forma voluntaria la propiedad de su perro a las Fuerzas Armadas para su uso. Es un sistema de escaso rendimiento en España por la baja cantidad de perros de trabajo existentes entre la población civil. Por lo general, cuando se inicia un proceso de donación los perros no superan las pruebas de trabajo o las clínicas. Se debe mantener como una vía secundaria para la obtención del recurso canino por la posibilidad de encontrar algún ejemplar de alta calidad, y para obtener perros de guarda y centinela en donde los requerimientos son menores. Dentro de la donación podemos incluir a aquellos ejemplares que se obtienen de los centros de protección y acogida de animales. – Cría y recría.–La cría de perros, siempre que se parta de líneas de trabajo adecuadas, no debe representar un problema. Debemos entender por cría la obtención de cachorros y su mantenimiento hasta los 45 días de edad. La recría, entendiendo por tal al periodo entre los 45 días y 12 meses, es en donde está el verdadero problema a la hora de obtener unos perros aptos para el trabajo con 12 meses de edad. Este periodo exige un manejo continuo y profesional para que los perros reciban de forma gradual y oportuna todos los estímulos necesarios para socializarse y madurar. – Compra.–Es la opción más fácil, pero la más cara si se pretende contar con ejemplares de elevada calidad. Actualmente, la demanda de perros de trabajo de alto rendimiento es muy superior a la oferta y se está produciendo un fuerte incremento en el precio de los perros. Para la selección de perros tenemos dos grandes grupos de pruebas: – Pruebas de aptitud para el trabajo. – Pruebas clínicas de aptitud. Pruebas de aptitud para el trabajo Son el conjunto de ejercicios a los que se le somete al perro para determinar su aptitud para el trabajo. En estas pruebas se debe valorar las posibilidades que tiene el perro para ser adiestrado. Hay dos grandes grupos de pruebas: – Comunes. –Las pasan obligatoriamente todos los perros que queremos destinar al tra-bajo. Con ellas podemos determinar la calidad del perro y saber de un modo aproxima-do a qué especialidad le podemos dedicar. – Específicas. –Las pasan los perros que han superado las pruebas comunes. Con ellas, cuando es necesario, vamos a decidir si son válidos para una especialidad. Siempre que se realice una prueba en un perro debemos anotar el resultado de la misma en una ficha de evaluación que debe acompañar al historial de trabajo del perro. En la ficha de evaluación habrá un apartado de observaciones para cada una de las pruebas. Pruebas comunes de aptitud para el trabajo Se realizan las siguientes pruebas: – Prueba de indiferencia a las personas. – Prueba de indiferencia a los animales. – Prueba de indiferencia en el interior de locales. – Prueba de indiferencia en el interior de vehículos. – Prueba de confianza a las alturas. – Cobro en espacio abierto. – Prueba de indiferencia al disparo durante la disputa del rodillo en la prueba de cobro en espacios abiertos. – Prueba del cobro en el interior de locales. – Prueba del cobro en el interior de vehículos. – Prueba del instinto de caza (mordida de manga). Prueba de indiferencia a las personas El perro sujeto por la traílla es conducido por su guía ante un grupo de al menos cinco personas. Este grupo de personas estará hablando entre ellos, portaran algún objeto en las manos (carpeta, papeles, gorra, etc.), gesticulan con las manos, se desplazarán para cambiar de posición, variarán el tono de voz, es decir se comportará como un grupo activo. El perro debe estar socializado y no mostrar temor ni agresividad hacia las personas Los comportamientos y puntos de interés que debemos evaluar y anotar en esta prueba son: – Muestra indiferencia. – Curiosea. – Muestra agresividad. – Muestra agresividad con enfrentamiento. – Muestra miedo. – Se muestra huidizo. – Otros comportamientos. Prueba de indiferencia a los animales En una jaula metálica, para que haya una perfecta visibilidad, colocamos un perro que no sea dominante, preferiblemente de alto nivel de sociabilidad con otros perros. Si hay alguna duda durante la observación, se puede sacar al perro de la jaula y mientras está sujeto por su traílla le acercamos al perro de la prueba. Prueba de indiferencia hacia otros perros Los comportamientos y puntos de interés que debemos evaluar y anotar en esta prueba son: – Muestra indiferencia. – Curiosea. – Muestra agresividad. – Agresividad con enfrentamiento. – Muestra miedo. – Se muestra huidizo. – Otros comportamientos. c) Prueba de indiferencia en el interior de locales Utilizamos un local amplio que esté en penumbra, con una puerta de entrada pequeña y con el suelo del material lo más distinto posible al del camino de entrada. La penumbra, la dificultad al entrar y el suelo distinto nos mostrarán los posibles miedos e inseguridades. Cuando el perro está dentro observaremos sus reacciones. Posteriormente golpearemos con un objeto repetidamente para comprobar su conducta. El perro no debe mostrar miedo al entrar en el interior de un edificio Los comportamientos y puntos de interés que debemos evaluar y anotar en esta prueba son: – Pasa al interior con seguridad. – Pasa pero con ayuda del guía. – Muestra agresividad. – Muestra miedo. – Muestra indiferencia al ruido. – Se sorprende con el ruido. – Muestra miedo con el ruido. – Otros comportamientos. Prueba de indiferencia en el interior de vehículos Utilizamos un vehículo aparcado con una puerta abierta. El guía indicará al perro que pase al interior. Una vez que está el perro dentro, trascurridos unos segundos golpeamos repetidamente el techo del coche. Los golpes deben variar en fuerza y ritmo. Los comportamientos y puntos de interés que debemos evaluar y anotar en esta prueba son: – Pasa al interior con seguridad. – Pasa al interior con ayuda del guía. – Muestra agresividad. – Muestra miedo. – Muestra indiferencia al ruido. En esta prueba se puede observar el comportamiento del perro en interior de un espacio reducido – Se sorprende con el ruido. – Muestra miedo con el ruido. – Otros comportamientos. Prueba de confianza a las alturas Utilizamos el obstáculo de la pista de aplicación llamado paso elevado alto. Tendrá al menos 1,70 m de altura. La ventaja que tiene es que la rampa que facilita la subida cuenta con una pendiente suficiente para valorar el comportamiento del perro. El perro sube la pasarela sin mostrar temor La prueba consiste en intentar que el perro suba la rampa. El perro solo será forzado ligeramente a subirla. Los comportamientos y puntos de interés que debemos evaluar y anotar en esta prueba son: – Pasa la pasarela con decisión. – Pasa la pasarela con ayuda. – No pasa pero no muestra rechazo. – Rehuye por temor. Cobro en espacio abierto En esta escuela se utiliza el rodillo de felpa como juguete y premio en el adiestramiento de perros detectores, por tanto, en las pruebas de cobros para la selección de perros de trabajo es el objeto que utilizaremos. Un ayudante lanza un rodillo al perro para que lo cobre utilizando la vista La evaluación de la aptitud del perro para cobrar objetos debe llevarse a cabo con el perro suelto. El evaluador antes de arrojar el rodillo, excita con él al perro para conseguir la mayor atracción hacia él. El perro debe exhibir una actitud de gran excitación hacia el objeto y al ocurrir esto se realizan dos tipos de ejercicios: – Cobro a la vista. El ayudante arroja el rodillo a una corta distancia y casi al mismo momento que el rodillo cae, el guía suelta al perro. El perro debe correr con ganas detrás del objeto y cobrarlo rápidamente. En este momento, el proveedor o suministrador agarra un extremo del objeto mientras el perro retiene el otro y de este modo juega al «tira y afloja» con él. Después de permitir que el perro tire con los dientes durante unos segundos del rodillo, el proveedor debe soltarlo rápidamente y permitir que el perro retenga el objeto. Normalmente, dos o tres de esos ejercicios darán la oportunidad suficiente para evaluar este requisito de selección. Los siguientes lanzamientos son a más distancia. El juego con el perro es necesario tanto para valorar al perro como para que asocie el olor del rodillo. – Cobro por olfato. El ayudante vuelve a excitar al perro y lanza al rodillo en una zona de hierba alta en donde el perro no puede verlo. El guía proveedor suelta al perro después de que el rodillo haya caído. Elevamos la dificultad en el siguiente lanzamiento. El ayudante repite la rutina de ex- citación y lanzamiento, pero el guía proveedor da una vuelta completa al perro y lo suelta. En el siguiente lanzamiento aumentamos la dificultad escondiendo previamente el rodillo en la zona de hierba alta. El ayudante se coloca en esta zona y estimula al perro con el rodillo, una vez que el perro está excitado hace que lo esconde en la hierba, en ese momento se está quieto y el guía proveedor suelta al perro. Los comportamientos y puntos de interés que debemos evaluar y anotar en esta prueba son: – Tipo de impulso. Lo valoramos en tres niveles: Intenso. Moderado. Apático. – Localiza el rodillo a la vista. – Localiza el rodillo por el olfato. – Cobra el rodillo. Muerde en pinza el rodillo. Media boca. Boca llena. – Grado de actividad en la búsqueda del rodillo: Intensa y continuada. Intensa pero sin continuidad. Apagada pero continua. Apagada y sin interés. No muestra ninguna actividad. – Transporte del rodillo: Transporta y se dirige al guía. Transporta pero no se dirige al guía. Se desentiende rápidamente del rodillo. – Grado con el que disputa el rodillo: Con intensidad. Sin intensidad. No muestra interés en la disputa. – Cómo entrega el rodillo: Se lo quita el guía por la fuerza. Lo entrega. – Número de rodillos lanzados. Prueba de indiferencia al disparo durante la disputa del rodillo en la prueba de cobro en espacios abiertos Cuando el perro se encuentre disputando el rodillo, uno de los evaluadores, y a una distancia prudencial del animal, ejecuta unas detonaciones con cartuchos de fogueo para evaluar la indiferencia a estas. Los comportamientos y puntos de interés que debemos evaluar y anotar en esta prueba son: Durante la disputa del rodillo se ejecuta varias detonaciones con cartuchos de fogueo – Total indiferencia. – Se sorprende. – Abandona el ejercicio. Prueba del cobro en el interior de locales Los perros de cualquier especialidad deben estar capacitados para realizar trabajos de detección (de personas o sustancias) en el interior de edificios. Hay muchos perros que nunca han estado dentro de una casa o en el interior de un edificio. Otros pueden mostrar rechazo si tuvieron una mala experiencia cuando entraron. En consecuencia, es posible que esto sea una nueva experiencia para el perro. Prueba de cobro en interior de edificios Usaremos el mismo tipo de local que el utilizado en la prueba de indiferencia en el interior de locales. El recinto contará con un número suficiente de obstáculos (mesas, sillas, armarios, papeleras, alfombras, etc.) que obliguen al perro a cambiar de trayectoria dificultando sus desplazamientos, y que permitan que el rodillo quede oculto al lanzarlo. A fin de determinar la actitud del perro en este sentido, se debe realizar un ejercicio de cobro básico arrojando el rodillo dentro del edificio y permitiendo que el perro lo cobre. Durante esta evaluación, el perro debe manifestar una actitud dispuesta y despreocupada mientras penetra en el edificio, lo busca, lo cobra y juega con él al «tira y afloja». El perro que no demuestre un gran deseo de cobrar el rodillo, o manifieste de forma evidente temor de penetrar en alguno de los lugares de evaluación no debe ser aceptado para el adiestramiento. Los comportamientos y puntos de interés que debemos evaluar y anotar en esta prueba son: – Tipo de impulso: Intenso. Moderado. Apático. – Localiza el rodillo a la vista. – Localiza el rodillo por el olfato. – Cobra el rodillo. – Grado de actividad en la búsqueda del rodillo: Intensa y continuada. Intensa pero sin continuidad. Apagada pero continua. Apagada y sin interés. – Tiempo aproximado de desarrollo de la prueba. Prueba del cobro en el interior de vehículos En el trabajo cotidiano de un perro en las FAS, este va a ser expuesto en innumerables ocasiones al trabajo en vehículos tanto exteriormente como en su interior. Así pues, el animal debe de ser evaluado en este ambiente mediante una serie de cobros a la vista y por olfato, para así determinar si el perro presenta algún tipo de inseguridad o conflicto en este medio. El perro debe superar la prueba de cobro en el interior de un vehículo El