Resumen Parte Exclusiva de PEEC (2)-22-29 (1) PDF
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Este documento resume la sección exclusiva del documento PEEC (2)-22-29 (1). El documento analiza el sistema español de ciencia, tecnología e innovación (SECTI). Describe las políticas tecnológicas de las administraciones públicas y su impacto en la innovación empresarial. Enfatiza la importancia de la inversión en innovación para el posicionamiento de las empresas en el mercado y sus relaciones con las políticas públicas.
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CAPÍTULO V – INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍA 4. EL SISTEMA DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN (Preguntado en examen: febrero 1ª semana) Un sistema de innovación se define como “el conjunto de elementos que, en el ámbito nacional, regional o local, actúan e interaccionan, tanto...
CAPÍTULO V – INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍA 4. EL SISTEMA DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN (Preguntado en examen: febrero 1ª semana) Un sistema de innovación se define como “el conjunto de elementos que, en el ámbito nacional, regional o local, actúan e interaccionan, tanto a favor como en contra, de cualquier proceso de creación, difusión o uso de conocimiento económicamente útil” En el caso español, está compuesto por las administraciones públicas, las empresas, el sistema público de I+D, las organizaciones soporte a la innovación y el entorno. Se habla del Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTI). 4.1. LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS Y LA POLÍTICA DE INNOVACIÓN (Preguntado en examen: ninguna pregunta) Las administraciones públicas muestran un apoyo a los procesos de innovación a través de sus políticas tecnológicas. Estas políticas se sustentan en tres ámbitos de actuación: Ayudar a las empresas a que emprendan proyectos de innovación tecnológica asociados a una elevada incertidumbre Facilitar la difusión e implementación de las nuevas tecnologías sobre todo entre pymes y empresas de sectores tradicionales de baja intensidad tecnológica. Mantener un marco institucional adecuado para generar y difundir las innovaciones entre la comunidad empresarial. El Plan Nacional de I+D+I es la principal fuente de financiación pública de ámbito nacional y en el ámbito europeo son los Programas Marco de I+D. Los objetivos globales establecidos en la Estrategia Europa 2020 se pueden resumir en cuatro pilares: Reconocer y promover el talento y su empleabilidad Fomentar la excelencia de la investigación científica y tecnológica Impulsar el liderazgo científico tecnológico y empresarial Fomentar las actividades de I+D+I orientadas a los retos y necesidades de la sociedad española (salud, bioeconomía, energía, sociedad de la información...) En España los incentivos financieros generan un efecto de adicionalidad y también existen evidencia de deficiencias. Las insuficiencias de los incentivos fiscales se han observado por la existencia de un porcentaje elevado de empresas que dice no conocer estos incentivos y, lo que es aún más preocupante, muchas empresas innovadoras que los conocen no los aplican. El Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) es la entidad pública que viene realizando una intensa actividad evaluando y financiando proyectos de I+D+I de empresas con créditos blandos y con ayudas parcialmente reembolsables, promoviendo la participación española en programas internacionales de cooperación tecnológica en áreas de alta tecnología. También posee la potestad para emitir informes motivados vinculantes que las empresas pueden utilizar para justificar su actividad de I+D y poder optar a las subvenciones e incentivos fiscales existentes. Mediante el ICO también se financian proyectos de innovación (financiación directa y líneas de mediación entre pymes y bancos privados) así como la Empresa Nacional de Innovación, ENISA mediante la reubicación de fondos de capital riesgo. 4.2. LAS EMPRESSAS Y LA INVERSIÓN EN INNOVACIÓN (Preguntado en examen: septiembre) Una empresa tendrá incentivos a innovar porque le permitirá posicionarse mejor en el mercado, bien a través de una diferenciación de producto, o cambiando el ciclo de vida del producto, o mediante una amenaza a sus rivales para que entiendan que operar en ese mercado exige esa inversión, etc. La actividad innovadora está muy ligada a incertidumbre. Puede surgir por varios motivos y dificulta la decisión de innovar. No existe certeza sobre la consecución de la innovación en un determinado período de tiempo e incluso aunque se obtenga la innovación es difícil apropiarse en exclusiva de ella en la medida que otras empresas que no han invertido pueden beneficiarse del resultado (spillovers). La inversión inicial puede ser muy elevada y superar las posibilidades de la empresa a la hora de conseguir financiación. La intervención del sector público resulta crucial en el fomento de las actividades de innovación, así como la cooperación entre distintos agentes. La industria es un sector clave en innovación puesto que aunque su VAB es muy bajo en comparación con el sector de servicios, prácticamente dedica los mismos recursos. Con la pandemia ha reducido su peso en el gasto total en I+D Entre los sectores más innovadores en la industria están los de “vehículos a motor”, “farmacia”, y “otro material de transporte”; y en servicios las actividades que más recursos dedican a I+D son las actividades “profesionales, científicas y técnicas” y las de “información y telecomunicaciones” El número de empresas innovadoras oscilaba en torno a las 47.000 empresas antes de 2007, pero con la recesión se produjo una drástica caída. De manera que, en el año 2012, solo se registraban 20.815 empresas innovadoras en España. Desde entonces y hasta 2018, se ha mantenido estancado el número de empresas. Para catalogar a una empresa como “empresa innovadora” debe estar incorporando innovaciones tecnológicas durante los últimos tres años; por tanto, existe un retarde de tres años hasta que se observa la tendencia positiva. Sin embargo, cuando existe un retroceso en la economía, la caída es automática, excepto en 2020 cuando se ha mantenido la tendencia creciente que mostraba desde 2018, a pesar de la caída del número de empresas innovadoras. En el ranking de las 2.500 empresas que más invierten en I+D en el mundo, en 2021, tan solo 14 son españolas y su inversión en I+D representa el 2,42 % del total invertido por las 401 empresas de la UE 4.3. EL SISTEMA PÚBLICO DE I+D (Preguntado en examen: ninguna pregunta) El sistema público de I+D incluye todas aquellas instituciones y organismos de titularidad pública que se dedican a la generación de conocimiento mediante la inversión en investigación y desarrollo. Está compuesto por universidades y organismos públicos de investigación (OPIs) El acercamiento de los contenidos universitarios a las necesidades empresariales, la reducción de las elevadas tasas de fracaso escolar y la gestión más eficiente de los recursos educativos deberían ser las guías prioritarias en la agenda de la educación superior. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), condensa más de la mitad de los recursos de todos los OPIs. Son las universidades las instituciones que mayor peso están llevando dentro del sistema público español de I+D. 4.4. LAS ORGANIZACIONES DE SOPORTE A LA INNOVACIÓN (Preguntado en examen: ninguna pregunta) Son entidades de diversa titularidad cuyo objetivo es facilitar la actividad innovadora de las empresas proporcionando información, gestión y recursos materiales y humanos. Están desarrollando un trabajo muy relevante en la promoción de centros y parques tecnológicos. Las Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación se encargan de poner en contacto las inquietudes de la comunidad investigadora universitaria con las empresas. 4.5. EL ENTORNO (Preguntado en examen: ninguna pregunta) De los múltiples factores del entorno socioeconómico que influyen en el proceso de innovación, los más relevantes son tres: la demanda que realiza la sociedad de bienes y servicios de alta tecnología Los mecanismos de financiación con que cuentan las empresas innovadoras El capital humano disponible en el país En el caso español, algunos indicadores como el uso de smartphones supera con creces a la media europea, pero existen otros indicadores que señalan un retraso significativo respecto a la Unión Europea. Existen mecanismos de financiación como el “capital riesgo”, que consiste en la aportación financiera de fondos hacia empresas que no pueden acceder al mercado de valores por tratarse de empresas pequeñas y medianas, o bien por ser empresas jóvenes de reciente creación. En cuanto a la dotación de capital humano del país sería preciso revisar el sistema educativo, en particular, la educación superior y la formación profesional. Los fondos dedicados a la enseñanza superior han crecido considerablemente, situando a España en la media europea, pero cuando se pondera este gasto por estudiante quedamos claramente por detrás del resto de los países de nuestro entorno. Mientras que el peso de universitarios en España supera a la media europea, se mantiene un déficit importante en personas con estudios medios y profesionales. CAPÍTULO VI – EL SECTOR PRIMARIO Y ENERGÉTICO 2. EL SECTOR PRIMARIO 2.3. ESPECIALIZACIÓN PRODUCTIVA Y COMERCIO EXTERIOR (Preguntado en examen: septiembre como pregunta desarrollo) El sector primario está compuesto por el sector agrario, pesquero y silvicultura. Las actividades agrarias representan en torno al 90 % del total. Dentro del sector agrario la producción vegetal supone alrededor del 60 % del total y la producción animal el 36 % siendo esta distribución muy estable en las últimas décadas. El proceso de desagrarización ha generado dos movimientos. La superficie total dedicada a usos agrarios ha disminuido y en la superficie que ha quedado ha disminuido el número de explotaciones. Ha aumentado la concentración con el consiguiente incremento en el tamaño medio y la dimensión económica. En la agricultura española las frutas y hortalizas representan más de la mitad del valor de la producción agraria. El aceite de oliva y el vino mantienen la importancia que ya habían adquirido a finales de los noventa. Recientemente no se ha producido cambios en la estructura productiva en cuanto a la producción vegetal. En la animal, ha aumentado la ganadería de porcino y aves, así como de huevos. Por el contrario, ha disminuido el valor generado por el ganado bovino, ovino y caprino. España es un país con claras ventajas competitivas en el sector primario, registrando una balanza comercial agraria con superávit desde la adhesión a la CEE, siendo los países de la Unión Europea nuestros principales clientes. Son las frutas y legumbres los productos que lideran las exportaciones del sector, seguidas de las grasas y aceites. El índice de ventaja comparativa revelada (IVCR) de la categoría “alimentos” ha crecido incluso en etapas recesivas. En la Gran Recesión alcanzó un IVCR de 6,8 frente al 2,9 del periodo 1995-2007. Durante la pandemia se alcanzó el 19,5 y en el periodo 2014-2019 el 13,9. La razón de este patrón es que los productos alimenticios presentan una elasticidad de la demanda muy inelástica por lo que en recesión las caídas en la demanda de estos productos es menos intensa. 2.4. EL SECTOR PRIMARIO EN EUROPA (Preguntado en examen: ninguna pregunta) La PAC (Política Agraria Común) es uno de los ejes fundamentales de vertebración y cohesión entre todos los Países miembros. España es un país más especializado en el sector primario (en 2020 genera el doble que UE-27), representando el 16 % del sector primario de la UE-27. El buen comportamiento del sector primario español durante el primer año de pandemia ha consolidado la segunda posición en el ranking, por detrás de Francia. El desarrollo económico no está reñido con tener un sector primario fuerte. 3. EL SECTOR ENERGÉTICO 3.2. POLÍTICA SECTORIAL: RETOS PENDIENTES (Preguntado en examen: septiembre) El objetivo de la política energética en las últimas décadas ha sido la consecución la liberalización de los mercados energéticos. Se ha abierto a la competencia en el sector eléctrico las actividades de generación y comercialización, y en el transporte y las operaciones de sistema están reguladas en manos de REE (Red Eléctrica Española). En el gas natural las áreas de adquisición, producción y comercialización también están liberalizadas, al igual que las actividades de refino, transporte, almacenamiento, distribución y comercialización de petróleo. Algunos sectores se han incentivado a través del denominado “régimen especial” como las energías renovables o la regulación específica para el sector del carbón, pero desde 2012 la aplicación de los recortes presupuestarios ha reducido la generación de nuevos derechos de primas, desapareciendo en gran medida las subvenciones a este tipo de energías. El protocolo de Kioto obligaba a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La Estrategia Energética Europea 20/20/20 implicaba: 20 % del consumo de energía final debía proceder de energías renovables Las emisiones de gases de efecto invernadero se debían reducir en un 20 % con respecto a las de 1990, Se debía mejorar la eficiencia energética en un 20 % respecto al consumo tendencial. España se había fijado como objetivo parcial reducir la intensidad energética un 2 % anual hasta llegar a 2020. El 31 de marzo de 2021 se aprueba el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) Los pilares fundamentales son: La descarbonización y la expansión de las energías renovables. La eficiencia energética. La seguridad energética y mantenimiento del suministro. La competitividad en los mercados energéticos españoles. El desarrollo tecnológico, la investigación y la innovación. El objetivo en 2050 es que España sea un país neutro en carbono (es decir, que las renovables aporten el 100 % de la electricidad). Los objetivos globales europeos hasta 2030 se establecen en un 40 % de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990; una cuota del 32 % de renovables sobre el consumo total de energía final bruta; un 32,5 % de mejora de la eficiencia energética y un 15 % de interconexión eléctrica entre los Estados miembros. Es decir, se pasa de unos objetivos 20/20/20 de la Estrategia Horizonte 2020 a unos objetivos 40/32/32,5. Aunque en España, se ha propuesto un objetivo todavía más exigente del 42 % de la energía final en renovables. Entre las propuestas concretas que aparecen en el PNIEC están: Incentivar el ahorro y la eficiencia energética mediante la mejora de eficiencia en el transporte y la consecución de una movilidad sostenible, así como incentivando una participación más activa de los hogares. En el sector eléctrico es crucial abordar, el problema del déficit tarifario que se ha acumulado debido a que se establecieron precios por debajo del coste. Un desarrollo óptimo de las infraestructuras de redes de transporte. Se debe evitar la sobreinversión puesto que genera ineficiencias y un encarecimiento del producto energético a través de los costes fijos. Y se debe realizar una política más integrada con una visión territorial más amplia.