Semiología del Aparato Respiratorio PDF
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This document provides a detailed overview of the semiotics of the respiratory system. It covers topics from different types of breathing difficulties to related diseases and their physiological mechanisms, along with causes and treatments.
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SEMIOLOGÍA DEL APARATO RESPIRATORIO Los síntomas que con más frecuencia refieren los enfermos con trastornos respiratorios son: disnea, tos, expectoración, hemoptisis, dolor torácico y síntomas derivados de los trastornos de la respiración durante el sueño (TRS), fundamentalmente...
SEMIOLOGÍA DEL APARATO RESPIRATORIO Los síntomas que con más frecuencia refieren los enfermos con trastornos respiratorios son: disnea, tos, expectoración, hemoptisis, dolor torácico y síntomas derivados de los trastornos de la respiración durante el sueño (TRS), fundamentalmente roncopatía e hipersomnia diurna. Además pueden presentar otros síntomas generales como fiebre, fatigabilidad o manifestaciones derivadas de afectación extrapulmonar de enfermedades respiratorias o de otras enfermedades relacionadas con los trastornos respiratorios. En la siguiente revisión nos referiremos únicamente a los mencionados en primer lugar, incluidos los secundarios a TRS. - DISNEA: La disnea se define como la dificultad para respirar o la sensación subjetiva de falta de aire. Los enfermos la refieren como fatiga, ahogo, dificultad para respirar, cansancio, falta de oxígeno y es importante definir como disnea la sensación que nos refiere el paciente. Es difícil de evaluar dada la cantidad de procesos que la pueden originar y la falta de correlación entre la apreciación subjetiva del paciente y la gravedad del proceso que la provoca. La disnea es un síntoma muy común de los procesos respiratorios pero su origen puede ser tan variado como cardiopatía, anemia, obesidad, hipo o hipertiroidismo, neuropatía y síndromes consuntivos como los secundarios a neoplasias intra o extratorácicas. Fisiopatología de la disnea Las órdenes de los centros respiratorios superiores a los músculos ventilatorios para expandir la caja torácica y permitir la ventilación están influidas por señales aferentes procedentes de quimiorreceptores carotídeos y mecanorreceptores bronquiales y de pared torácica que condicionan la intensidad de dicha orden central. Esta intensidad está íntimamente relacionada con la sensación de disnea, independientemente de cual sea la causa. El incremento del esfuerzo ventilatorio requerido al respirar contra una resistencia inspiratoria o ante alteraciones mecánicas de los músculos respiratorios se relaciona con la intensidad de la disnea para cada nivel de respiración durante el esfuerzo. Otro mecanismo fisiopatológico sería la alteración en la relación entre la fuerza generada durante la activación de los músculos respiratorios y el cambio de volumen pulmonar que se produce. Este mecanismo explica la disnea que se genera como consecuencia de la hipersinsuflación, en la que es necesaria una gran tensión de los músculos respiratorios para conseguir una muy escasa modificación en el volumen inspirado. Los quimiorreceptores también juegan un papel en la percepción de la disnea y se ha implicado al efecto de cambios en el pH de los receptores centrales, provocados por la hipercapnia. Menos claro es el papel de la hipoxemia como inductora de disnea. Los mecanoreceptores situados en las vías aéreas, pared torácica y parénquima pulmonar responden a estímulos de estiramiento, presión y temperatura que modifican la respuesta aferente y provocan sensación de esfuerzo respiratorio. Por último, factores psicológicos como la ansiedad, depresión, estado emocional y rasgos de la personalidad influyen en la apreciación de un síntoma tan subjetivo como la disnea frente a un determinado estímulo, y el tratamiento de estos factores mejora la apreciación de este síntoma. Causas más frecuentes de la de la disnea aguda RESPIRATORIAS Obstrucción de vías aéreas intratorácicas x Asma x Enfermedad pulmonar obstructiva crónica Obstrucción de vía aérea extratorácica x Cuerpo extraño x Tumores Enfermedades del parénquima x Atelectasia x Neumonía x Hemorragia pulmonar x Contusión pulmonar x Agudización de enfermedad pulmonar intersticial difusa Enfermedades pleurales x Neumotórax x Derrame pleural masivo Enfermedades vasculares pulmonares x Tromboembolismo pulmonar CARDIOCIRCULATORIAS Edema agudo de pulmón Insuficiencia cardíaca Arritmias PSICÓGENAS Ansiedad Hiperventilación Causas más frecuentes de la de la disnea crónica: Pulmonares Enfermedad pulmonar obstructiva crónica Asma Bronquiectasias Enfermedad pulmonar intersticial difusa Tromboembolismo pulmonar Hipertensión pulmonar Patología pleural Neoplasias Extrapulmonares Insuficiencia cardiaca Deformidad de la caja torácica Obesidad Anemia Enfermedad neuromuscular Otras enfermedades sistémicas Manejo clínico del paciente con disnea La disnea es, de por sí, un síntoma inespecífico común a muchas enfermedades respiratorias, cardiacas, sistémicas o psíquicas. El primer paso desde el punto de vista clínico consiste en intentar una aproximación a la etiología centrada en la forma de presentación de la disnea. Disnea aguda: se define como la que aparece en horas o días en un paciente que no la presentaba previamente y puede obedecer a múltiples causas o tener un origen multifactorial (Tabla I). Cuando se instaura de forma brusca supone una urgencia médica y hay que valorar los siguientes factores: x Antecedentes personales: tabaquismo, neumopatía previa (EPOC, asma), hipertensión arterial o cardiopatía, cirugía o factores de riesgo de enfermedad tromboembólica venosa, etc. x Forma de inicio: desencadenantes, exposiciones ambientales, relación horaria o estacional, ortopnea, disnea paroxística nocturna. x Intensidad en relación con el esfuerzo o reposo. Utilización de músculos accesorios, imposibilidad de hablar o mantener una frase. x Síntomas asociados como tos, expectoración, dolor torácico u otros síntomas no respiratorios como taquicardia. La ansiedad puede ser causa de la disnea pero también puede ser consecuencia de un proceso que provoca ambos síntomas a la vez. x El examen físico permite orientar las exploraciones complementarias con el fin de establecer los diversos patrones clínicos de alteración respiratoria (obstrucción de la vía aérea, pleural, vascular, parenquimatosa), cardiaca o psíquica. Disnea crónica: es la que tiene más de un mes de evolución. Puede presentar un comienzo insidioso y una evolución lenta y no ser percibida inicialmente por el enfermo, que limita de forma gradual sus actividades para adaptarse a ella. En la aproximación diagnóstica de un paciente con disnea crónica deben valorarse los mismos factores mencionados para la disnea aguda. La confirmación diagnóstica exige la realización de diversas pruebas complementarias en función de la causa sospechada. La exploración funcional respiratoria juega un papel fundamental, desde las pruebas básicas como la espirometría y la pulsioximetría hasta las más complejas como la ergometría. Cómo debe el médico interrogar a un paciente que consulta por disnea Indagar sobre antigüedad del síntoma, fecha de comienzo aproximada, para distinguir entre una disnea aguda de horas o días de evolución y la crónica de meses o años. Forma de comienzo, momento del día en que aparece, circunstancias asociadas. (comienzo súbito, o gradual, duración variable con intervalos asintomático o persistente y progresiva). Qué factores la provocan o agravan (ejercicio, el reposo, inhalación de sustancias, cambios de temperatura, ansiedad) y qué factores la atenúan (reposo, broncodilatadores, sedantes, nitritos). Síntomas acompañantes: tos, fiebre, astenia, dolor torácico, hemoptisis, sangrados de otros aparatos (digestivo, ginecológicos) palpitaciones, etc. Antecedentes personales que puedan relacionarse: asma, EPOC, cardiopatías, uso de medicamentos, tabaquismo, ocupación, cirugía reciente, reposo prolongado, etc. - TOS: La tos es un mecanismo fisiológico de protección pulmonar que aparece como respuesta a estímulos localizados en la vía aérea. Cuando falla el transporte mucociliar, la tos permite eliminar substancias extrañas e impide la acumulación de secreciones. Se asocia a enfermedades respiratorias, cardiovasculares, digestivas y extratorácicas. Más del 20% de la demanda en una consulta de Neumología puede estar provocada por enfermos con tos que puede alterar de forma notable su calidad de vida. La tos involuntaria obedece a un reflejo vagal que surge a partir de la estimulación de receptores situados en cualquier lugar de la vía aérea, conducto auditivo externo, pericardio o diafragma. El estímulo alcanza el centro de la tos situado probablemente en el bulbo raquídeo y de aquí se envían las órdenes a los órganos efectores que son los músculos respiratorios y laríngeos para producir la secuencia que da lugar a la tos: Inspiración profunda, compresión contra glotis cerrada y apertura brusca de glotis con espiración forzada. La tos se clasifica como aguda cuando su duración es inferior a tres semanas y crónica cuando dura más de este periodo y no va asociada a un episodio agudo. Algunos autores dividen este periodo en dos fases: subaguda entre 3 y 8 semanas y crónica cuando la tos dura más de 8 semanas. Causas de la tos: Causas más frecuentes Tabaco Goteo nasal posterior Asma Reflujo gastroesofágico Bronquitis eosinofílica Bronquitis crónica y EPOC Bronquiectasias Cáncer de pulmón Fármacos: IECA y otros Enfermedad pulmonar intersticial difusa Postinfecciosa Tos psicógena Causas menos frecuentes Infección pulmonar oculta Enfermedades inmunológicas: arteritis de la temporal, síndrome seco Insuficiencia cardíaca izquierda Masa o cuerpo extraño inhalado “Bronquitis” por exposición tóxica laboral Poliposis nasal. Rinolitos Otras alteraciones del conducto auditivo externo, la faringe, la laringe, el diafragma, la pleura, el pericardio, el esófago o el estómago Neuralgia occipital Traqueobroncomalacia Enfermedades mediastínicas: linfoma de Hodgkin Obstrucción de la vía aérea superior: tumores traqueales, laríngeos, tiroideos, malformaciones vasculares Enfermedades del sistema nervioso central Miopatías Síndrome de Gilles de la Tourette Diagnóstico: Se recomienda el estudio de la tos crónica según tres niveles de complejidad: En la Fase I es de gran importancia una buena historia clínica que recoja los antecedentes de tabaquismo u otros tóxicos, las características de la tos (seca, productiva) el ritmo de presentación (horario, estacionalidad), su relación con desencadenantes, la asociación con otros síntomas (disnea, síntomas nasales o de RGE), los antecedentes psiquiátricos, las enfermedades asociadas (cardiopatías, tumores, etc.), la presencia de síndrome constitucional (fiebre, pérdida de peso, etc.) y los tratamientos que recibe el paciente (hipertensión, tratamientos oftalmológicos, IECA, etc). En esta fase se recomienda la realización de una radiografía postero-anterior y lateral de tórax y una espirometría con prueba broncodilatadora y eventualmente medida del flujo espiratorio máximo. La fase II completa el estudio de las causas más frecuentes de tos e incluye una valoración ORL con fibro-laringoscopia y exploración radiológica de senos paranasales para descartar goteo postnasal, pruebas de provocación bronquial con metacolina o adenosina y realización de una citología del esputo inducido cuando esté disponible para descartar asma o bronquitis eosinofílica y pH-metría de 24 horas para descartar RGE. Cuando no se ha podido establecer el diagnóstico con las pruebas anteriores o fracasa el tratamiento propuesto, se puede completar la Fase III que pretende diagnosticar causas infrecuentes de tos crónica con exploraciones especiales y que incluye TAC de tórax y fibrobroncoscopia, estudios cardiológicos, estudios radiológicos para descartar trastornos de deglución y aspiración, y valoración psiquiátrica. Por último deben considerarse algunas situaciones que pueden hacer que la tos persista a pesar de un diagnóstico correcto: baja adhesión y/o seguimiento inadecuado del tratamiento, error en la realización o interpretación de una exploración diagnóstica, tos de origen multifactorial con tratamiento sólo para una causa, tratamiento insuficiente. Cómo debe el médico interrogar a un paciente que consulta por disnea ¿Desde cuándo presenta tos? Menos de 3 semanas: Tos aguda Tos crónica: ¿Cómo es? ¿Seca o húmeda? La tos seca o sin secreciones. La tos húmeda (presencia de secreciones). La expectoración permite catalogar como productiva a la tos húmeda. Si la tos es productiva, los caracteres de la expectoración contribuyen al diagnóstico: Cantidad: abundante, escaza o vómica. Color: blanco o “mucosa”, amarilla-verdoso o “purulenta”, blancoamarillenta o “mucopurulenta”, herrumbrosa, sanguinolenta, achocolatada, rosada. Consistencia: serosa, mucosa o gelatinosa. Color: inodora, fétida o pútrida. Cuando la tos es mucopurulenta, purulenta o herrumbrosa es clara evidencia del proceso infeccioso y/o supuraciones broncopulmonares; sanguinolenta orienta a bronquitis aguda, neoplasia, TBC o neumonía; mientras que si es serosa y rosada, nocturna y acompañada de DPN es signo inequívoco de EAP. ¿Cuándo aparece? Predominio diurno o nocturno. Decúbito horizontal u otras posturas. Relacionadas con actividades laborales, etc. ¿Cuánto duran los accesos y cómo es el tono? Cuando los accesos de tos están compuestos por golpes de tos muy próximos e intensos se denomina tos quintosa. Si provoca el vómito emetizante. Si el tono es ronco es tos perruna. Tos afónica en el edema de las cuerdas vocales. Por parálisis de una de ellas tos bitonal. ¿Qué factores lo agravan y qué factores la atenúan? Preguntar si se agrava con los cambios de decúbito (GNP, ERGE, Cardíaca aparece o empeora de noche). Cambios de temperatura, olores fuertes, aerosoles, humo de cigarrillo, ejercicio, risa, estados emocionales (procesos rinosinusales crónicos, asma). Calman con el reposo o alguna medicación (antihistamínicos, broncodilatadores). Indagar sobre factores ambientales: El tabaquismo se relaciona con patologías bronquiales crónicas (EPOC) y pulmonares (Cáncer y Fibrosis Pulmonar). Ambiente laboral con exposición a sustancias tóxicas (Bronquitis crónica y Neumoconiosis). Contacto con otros tosedores (TBC). Indagar sobre Antecedentes Patológico propios y familiares sobre la existencia de enfermedades del aparato respiratorio como asma o alergia o de otros aparatos que puedan estar relacionados (ERGE). (semiologiahnc.webs.fcm.unc.edu.ar) - EXPECTORACIÓN: Cuando la tos se acompaña de expectoración es fundamental constatar las características (mucosa, purulenta, hemoptóica), la frecuencia, cantidad y la forma de presentación horaria (matutina, nocturna) que orientan a una causa infecciosa o de otra naturaleza. Así mismo, es importante detectar los cambios cuantitativos y cualitativos en la expectoración en un periodo determinado que nos orientan hacia la existencia de una agudización en el asma o la EPOC o la existencia de otros procesos cuando estos cambios persisten en el tiempo o no responden al tratamiento inicial. Existen cuestionarios para determinar el impacto de la tos en la calidad de vida de los pacientes como el de Leicester que incluye aspectos sociales, físicos y psíquicos en 13 situaciones concretas. - HEMOPTISIS La hemoptisis se define como la expulsión por la boca de sangre procedente del pulmón o del árbol bronquial. Cuando la sangre procede de la boca, nasofainge, laringe o del tubo digestivo no se considera hemoptisis12. La diferencia fundamental entre hemoptisis y hematemesis es que en el primer caso la sangre se emite con la tos y en el segundo con el vómito. Sin embargo ambos síntomas, tos y vómito, pueden darse simultáneamente en un paciente por lo que en la tabla V se exponen otras diferencias que ayudan a distinguir entre hemoptisis y hematemesis. Dentro de la definición de hemoptisis se incluye desde la expectoración levemente hemoptóica hasta la emisión de una gran cantidad de sangre que puede poner en peligro la vida del enfermo. La definición de hemoptisis masiva no es uniforme, variando entre 200 y 1.000 mL en 24 horas según los autores13. En las recomendaciones SEPAR para la hemoptisis amenazante (14) se propone que la gravedad depende de tres factores: el volumen (600 mL en 24-48 horas), la velocidad (600-1.000 mL en 24 horas o 150 mL/hora) y la situación previa del paciente. Causas de la hemoptisis Infecciones Tuberculosis Neumonía bacteriana o vírica Absceso de pulmón Aspergilosis Bronquitis aguda Tumores Carcinoma broncopulmonar Metástasis Tumores benignos Bronquiectasias Postinfecciosas Inmunodeficiencias Fibrosis quística Inmunodeficiencias Asociadas a EPOC o Asma Discinesias ciliares Enfermedad pulmonar obstructiva crónica - Cardiovasculares Tromboembolismo pulmonar Hipertensión arterial pulmonar Insuficiencia cardiaca Fístulas arteriovenosas Malformaciones vasculares Aneurisma aórtico Síndrome hepatopulmonar - Enfermedades sistémicas Vasculitis (Goodpasture, Wegener, poliangeitis) Lupus eritematoso sistémico Hemorragia alveolar asociada a glomerulonefritis Hemosiderosis pulmonar idiopática Coagulopatías - Iatrógenas Tratamientos: anticoagulantes, fibrinólisis Procedimientos: biopsia bronquial, PAAF - Miscelánea Endometriosis Cuerpo extraño intrabronquial Diagnóstico: La historia clínica es fundamental para establecer el diagnóstico diferencial entre la hemoptisis y otras causas de emisión de sangre por la boca. En algunos casos permite además orientar la etiología (factores de riesgo de cáncer de pulmón, sospecha de bronquiectasias, antecedentes de tuberculosis, sangre mezclada con expectoración purulenta que orienta a la infección, etc.). Además permite valorar la intensidad por la cantidad de sangre emitida y por la rapidez de instauración, pudiendo determinar la gravedad y la urgencia de las medidas necesarias para establecer el diagnóstico de certeza, la localización y el tratamiento. La exploración física debe recoger las constantes vitales: frecuencia cardiaca y respiratoria, tensión arterial, temperatura y saturación de oxígeno. La inestabilidad hemodinámica no es frecuente en la hemoptisis, salvo en las grandes hemorragias. La urgencia suele venir determinada por la ocupación de la vía aérea y de los espacios alveolares por la sangre, que puede comprometer una adecuada ventilación alveolar. Para determinar la causa de la hemoptisis y la procedencia del sangrado, las exploraciones complementarias a realizar son la radiografia de tórax (Rx tórax), la tomografía computarizada (TC) y la broncoscopia. La Rx tórax es una técnica sencilla, rápida, disponible en muchos ámbitos asistenciales y puede mostrar alteraciones que orientan al diagnóstico. Se han demostrado alteraciones en un 50-80% de los casos de hemoptisis16 aunque generalmente se requiere de una técnica radiológica de más resolución como la TC para la evaluación de un paciente con hemoptisis. La TC de alta resolución es hoy en día la técnica de elección para el diagnóstico de las bronquiectasias, carcinoma broncopulmonar, aspergilosis, tromboembolismo pulmonar, fístulas arteriovenosas pulmonares u otras malformaciones vasculares (Angio-TC), aneurisma aórtico y otras situaciones asociadas a hemoptisis como neumonía necrotizante o cavitada, absceso de pulmón o hemorragia pulmonar masiva. Además permite en algunos casos localizar el lugar del sangrado y guiar un posible tratamiento de embolización de arterias bronquiales. La FB es otra técnica fundamental en el diagnóstico de la hemoptisis ya que permite localizar con precisión el lugar del sangrado y obtener muestras para estudios anatomopatológicos, citológicos y microbiológicos que confirmen el diagnóstico de sospecha indicado por las técnicas de imagen. Además la FB permite realizar hemostasia sobre la zona del sangrado con taponamiento de la zona mediante el fibrobroncoscopio, un catéter de Fogarty o con instilaciones de suero frío, adrenalina o fibrina. También es útil para determinar el lugar para la embolización de arterias bronquiales. En general es difícil predecir la evolución de una hemoptisis. Los casos más leves pueden estudiarse de forma ambulatoria con carácter preferente. El resto de los casos precisa ingreso en una Unidad de Neumología y en una Unidad de cuidados intensivos los casos con compromiso hemodinámico o ventilatorio grave. - DOLOR TORÁCICO El dolor torácico es una causa frecuente de consulta en los servicios de urgencias intra y extrahospitalaria, puede obedecer a procesos muy diversos y traducir trastornos leves o muy graves. Por las estructuras incluidas en la caja torácica el dolor torácico puede estar relacionado con trastornos respiratorios, cardiovasculares, digestivos, osteoarticulares o psíquicos. Las formas clínicas más características de dolor torácico son las siguientes: Pleurítico: generalmente se refiere como punzante. Aumenta con la tos y la respiración y no se modifica con los movimientos o la presión costal. Isquémico: suele ser retroesternal y con frecuencia se irradia a cuello y brazos. Se relaciona con el esfuerzo y en muchas ocasiones se acompaña de un síndrome vagal. Se percibe como grave. Pericárdico: genera opresión en el área anterior del tórax. Varía con los cambios de postura y en ocasiones mejora cuando el paciente se inclina hacia delante. Puede ser indistinguible del dolor coronario. Esofágico: retroesternal, con frecuencia se acompaña de síntomas típicos de RGE (pirosis, acidez, regurgitación). Tambien se asocia con frecuencia a tos y cede con el tratamiento antireflujo. Se percibe en ocasiones como dolor de origen coronario. Musculoesquelético: puede variar con la tos o la respiración profunda pero característicamente aumenta con los cambios de posición y con las maniobras de presión costal. En función de su causa puede asociarse a historia de traumatismo torácico, lesiones cutáneas (herpes zoster), historia de neoplasia (metástasis óseas), etc. Por aneurisma aórtico: en general es brusco y desgarrador y puede irradiarse a extremidades inferiores. Psicógeno: suele ser de localización cambiante y se asocia a estados de ansiedad y antecedentes de patología psiquiátrica. Causas: - Respiratorias: Neoplasias pulmonares Tumores broncopulmonares Metástasis Enfermedades pleurales Neumotórax Derrame pleural Neoplasia pleural Neumomediastino Infecciones: -Neumonía -Absceso -Traqueobronquitis -Pleuritis Procesos vasculares Tromboembolismo pulmonar Hipertensión pulmonar Contusiones pleuropulmonares - No respiratorias: Enfermedad cardiovascular Cardiopatía isquémica Pericarditis Aneurisma aórtico Enfermedades digestivas Hernia de hiato Úlcera péptica Patología esofágica Pancreatitis Cólico biliar Enfermedades osteomusculares Fracturas costales Contusión de pared torácica Fracturas vertebrales Tumores óseos costales o vertebrales Neuritis Patología mamaria Infecciones Tumores de mama Dolor psicógeno - SÍNTOMAS DERIVADOS DE LOS TRASTORNOS DE LA RESPIRACIÓN DURANTE EL SUEÑO (TRS): Los trastornos de la respiración durante el sueño (TRS) representan hoy día una gran cantidad de la actividad diaria en los Servicios de Neumología de todos los niveles asistenciales. En esta revisión nos referiremos brevemente a los síntomas derivados del síndrome de apneas-hipopneas durante el sueño (SAHS) y al síndrome de hipoventilación alveolar, fundamentalmente al síndrome de hipoventilación y obesidad (SHO). - Síndrome de apneas-hipopneas durante el sueño Los síntomas más frecuentes del SAHS pueden ser diurnos o nocturnos. El ronquido y las pausas respiratorias repetidas durante el sueño observadas junto con la somnolencia diurna excesiva -definida como la tendencia a dormirse de forma involuntaria en situaciones no apropiadas- constituyen los pilares fundamentales de sospecha que se complementan con la demostración de 10 o más eventos respiratorios en una prueba de sueño. - Hipersomnia diurna: La hipersomnia diurna se puede medir con pruebas subjetivas u objetivas. La prueba subjetiva más utilizada es la escala de Epworth en la que el paciente puntúa del 0 al 3 la posibilidad de quedarse dormido en 8 situaciones de la vida diaria. La puntuación total oscila entre 0 y 24 y se considera que es anormal una puntuación por encima de 1220. Las medidas objetivas más utilizadas son el test de latencia múltiple del sueño, que mide el tiempo que tarda el enfermo en dormirse en condiciones favorables y el test de mantenimiento de la vigilia, que mide lo contrario que el anterior: el tiempo que es capaz el paciente de mantenerse despierto en condiciones de baja estimulación. Se recomienda realizar una prueba diagnóstica en los enfermos que refieren ronquidos, pausas de apnea observadas o despertares asfícticos y somnolencia diurna excesiva no atribuible a otra causa. - Síndrome de hipoventilación- obesidad Corresponde al cuadro descrito por Burwell en 1956 como síndrome de Pickwick y en la actualidad se define como una situación caracterizada por insuficiencia respiratoria hipercápnica diurna asociada a obesidad (índice de masa corporal > 30) asociada o no a trastorno ventilatorio restrictivo o SAHS y descartadas otras enfermedades que justifiquen la insuficiencia respiratoria hipercápnica. Los síntomas son similares a los descritos en el SAHS con hipersomnia diurna en primer lugar y se asocian síntomas derivados de la obesidad (disnea) o síntomas derivados de las complicaciones como la insuficiencia cardiaca. Ante la sospecha de SHO deben realizarse las siguientes exploraciones: Gasometría arterial basal: imprescindible para confirmar el diagnóstico. Hemograma y bioquímica para valorar poliglobulia y trastornos electrolíticos. Hormonas tiroideas para descartar hipotiroidismo. Rx tórax para descartar otras causas de restricción e hipoventilación. Función pulmonar con espirometría rutinaria. Pueden estar indicadas otras pruebas funcionales respiratorias como determinación de volúmenes pulmonares, presiones musculares o estudios de control de la respiración en función de las características de cada paciente. Estudios nocturnos: es obligado realizar al menos una poligrafía respiratoria y es opcional completarla con otros estudios como polisomnografía o capnografía nocturna. (www.neumologiaysalud.es) MANIFESTACIONES: Nocturnas: ▪ Ronquidos ▪ Apneas observadas ▪ Episodios asfícticos ▪ Movimientos anormales ▪ Despertares frecuentes ▪ Nicturia en adultos ▪ Enuresis en niños ▪ Diaforesis Sueño agitado ▪ Pesadillas ▪ Insomnio ▪ RGE Diurnas: ▪ Excesiva somnolencia diurna ▪ Cefaleas matutinas ▪ Sueño no reparador ▪ Cansancio crónico ▪ Apatía Irritabilidad ▪ Depresión ▪ Pérdida de memoria ▪ Dificultad para la concentración ▪ Disminución de la líbido BIBLIOGRAFÍA semiologiahnc.webs.fcm.unc.edu.ar. (s.f.). Obtenido de semiologiahnc.webs.fcm.unc.edu.ar: http://semiologiahnc.webs.fcm.unc.edu.ar/files/2018/05/2018_AP6_APA RATO_RESPIRATORIO.pdf www.neumologiaysalud.es. (s.f.). Obtenido de www.neumologiaysalud.es: http://www.neumologiaysalud.es/descargas/R7/R72-5.pdf