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UNIDAD 1 CULTURA Y ANTROPOLOGÍA TEXTO: Recorrido y debates en torno al concepto de cultura en antropología, una propuesta de aproximación. Centro de Estudios en Diseño y Comunicación - Avenburg y Morano Orígenes y primeros r...

UNIDAD 1 CULTURA Y ANTROPOLOGÍA TEXTO: Recorrido y debates en torno al concepto de cultura en antropología, una propuesta de aproximación. Centro de Estudios en Diseño y Comunicación - Avenburg y Morano Orígenes y primeros recorridos por la palabra “cultura” La palabra cultura viene del término colore (latín), que tiene varios significados como habitar, cultivar, proteger, honrar con adoración. Con el tiempo estos significados fueron derivando en diferentes palabras. La palabra cultura tomó el significado de cultivo o de tendencia a cultivarse, a partir de ahí la idea de cultura se refería a tendencia al crecimiento. Esta tendencia al crecimiento fue pensado como un proceso natural y, en ocasiones, como un proceso unilineal. Es decir, se imaginaban un único camino de desarrollo, cuyo avance implicaba acercarse a la cultura occidental, la cultura europea. Otra derivación fue la de aquellas personas que hablaron de cultura también como crecimiento o desarrollo, pero vinculado con la idea de habitar. Incluían así en la palabra cultura del cultivo de la tierra, el habitarla. Se pensaba entonces en la cultura como la forma de vida que desarrolla un grupo. Como se puede observar pueden haber varias derivaciones y distintas maneras de pensar en la cultura, pero podemos distinguir tres formas de entender y usar el término cultura. 1. LÍNEA ILUMINISTA/HUMANISTA: (S XVIII en Europa) ha usado el término para hablar de procesos generales del desarrollo intelectual, espiritual y estético. Se empieza a pensar en la cultura como un camino hacia una suerte de “perfección” o mejora, cuya máxima expresión, la más “avanzada”, sería la civilización europea. Se asocian los términos cultura y civilización. “Civilizarse” era volverse urbano y “civilización” refería a las culturas complejas, “avanzadas”. Muchos de los europeos de esos tiempos creían que la humanidad podía mejorar y perfeccionarse, y que había un único camino para hacerlo que tenía como cúspide la cultura o civilización europea. Las personas llegaban a la “civilización” por la razón. 2. LÍNEA ROMÁNTICA: (S XVIII y XIX en Alemania) ha usado la noción de cultura para hablar de la forma particular de vida de un grupo en un período determinado. La tradición romántica ha resaltado la particularidad de las distintas culturas nacionales, cuestionando la postura universalista y la idea de progreso propias del iluminismo. Se ha pensado a la cultura como “espíritu del pueblo” y por eso dentro de esta corriente se ha hablado de culturas en plural, y ya no de una única Cultura. 3. ACTIVIDADES INTELECTUALES Y ARTÍSTICAS: algunos autores ubican este sentido de cultura cerca del Renacimiento, cuando se empiezan a jerarquizar expresiones culturales específicas, como “las bellas artes”, la música “seria”, la “gran literatura”. Tiene generalmente un sentido similar al del uso iluminista: la creencia de que hay artes y saberes más desarrollados que otros. A mediados del siglo XIX surge la antropología, ciencia encargada de estudiar “al hombre y a las culturas”. A partir de allí, empiezan a surgir diversas escuelas de pensamiento, cada una con sus propias teorías sobre qué es la cultura, como se desarrolla, como cambia, etc. Evolucionismo En el siglo XIX nos encontramos con países recientemente industrializados con un alto grado de desarrollo económico que tienen bajo su dominio distintas colonias en diversas regiones. En ese momento y en Europa surge en las ciencias sociales la necesidad de analizar tanto los cambios en su propia sociedad (así se desarrolla la sociología moderna) como lo que sucede en las culturas diferentes de la occidental que, por lo general, se encontraban sometidas a algunas potencias occidentales. Es en ese contexto colonial que surge la antropología moderna, preocupada por describir y explicar las creencias, costumbres y formas de vida de las sociedades no europeas a las que consideraban “exóticas”. A mediados del siglo XIX surge una teoría para intentar comprender cuál era el origen del hombre y por qué las sociedades humanas diferían entre sí. Esta teoría es el evolucionismo. Sus principales referentes eran Edward Burnett Tylor y Lewis Henry Morgan. Estos primeros antropólogos elaboraron una teoría sobre los orígenes, diferencias y cambios culturales y, por supuesto, una definición sobre qué era la cultura. La civilización era, tanto para Tylor como para Morgan, el estadio más alto alcanzado en el desarrollo humano. Así, si por un lado la idea de Tylor nos permite pensar en diferentes formas de vida, en realidad está pensando que esa pluralidad se ordena en una secuencia unilineal que pasa por distintos grados de cultura (también llamados estadios) y ubica, en su más alto grado, a la cultura o civilización occidental. Esta secuencia comienza con el salvajismo, continúa con la barbarie y llega a su máxima expresión con la civilización. Según los evolucionistas, cada cultura conocida podría ubicarse en uno de esos estadios de cultura. Estos estadios se desarrollarían en forma progresiva. Según explicaba Morgan, en todos los grupos humanos “el hombre inició su carrera al pie de la escala y trabajó su ascenso del salvajismo a la civilización mediante las lentas acumulaciones del conocimiento experimental”. Esta teoría dio una justificación al colonialismo, a partir de la creencia en la superioridad de la cultura occidental. Esta idea abría el juego al pensamiento según el cual los europeos llevaban el progreso a pueblos que aún estaban más atrasados (pero que “naturalmente” irían en ese mismo camino de desarrollo). Abría también el juego a la explotación y despojo de pueblos “atrasados” en nombre del “progreso”.. Nuevos y viejos significados de cultura Viejos significados de cultura - Primera mitad de S. XX - La cultura es vista como una entidad definida de pequeña escala, es decir que tiene límites concretos (una cultura = una sociedad = un espacio geográfico delimitado). - La cultura tiene características definidas (se identifica una lista de rasgos o atributos). - La cultura es una entidad inamovible, en equilibrio balanceado o auto-reproducido (como en las metáforas organicistas que el funcionalismo utiliza para describir a la sociedad). - Existe un sistema subyacente de significados compartidos por todxs que no están sujetos a discusión. - Los individuos de una cultura son homogéneos, idénticos. Pareciera que no hay diferencias (de clase, género, edad, etc.) entre las personas que componen una cultura, que todxs pueden ser englobados en categorías como “los balineses”, “los porteños” o “los trobriandeses”. Nuevos significados de cultura - Últimas décadas del S. XX En primer lugar se intensificaron los cuestionamientos sobre el rol que tuvieron esas viejas ideas de cultura en la dominación colonial. En segundo lugar, algunos científicos sociales notaron que, aunque sus predecesores describían a las culturas como entidades estáticas y aisladas, éstas estaban cambiando en el mismo momento en que se estudiaban. Esto se debe, por un lado, a que no existen sociedades inmutables y, por el otro lado, a que estas sociedades estaban sometidas a los procesos de dominación coloniales y nacionales. En tercer lugar, los investigadores encontraron que no se trataba de sociedades aisladas con “una cultura”, con normas y valores específicos, sino más bien de sociedades en las que diferentes grupos interactuaban y se disputaban (luchaban) por imponer sus propios valores y normas. Y finalmente diversos estudios empezaron a identificar que, cuando los antropólogos “clásicos” hablaban de los valores, las perspectivas o “los significados de la cultura” como si fueran compartidos por todxs sus integrantes, se olvidaban que toda cultura es heterogénea, y que los distintos grupos que forman parte de la misma luchan por imponer sus significados. Se entiende a la cultura como un proceso activo de construcción y disputa por los significados. Personas ubicadas en diferentes posiciones sociales, enmarcadas en procesos de dominación, usan los recursos económicos e institucionales disponibles con el fin de imponer su definición de una situación y de evitar que las definiciones de otros sean escuchadas. Las culturas no están demarcadas por límites precisos. Los espacios no están restringidos, y los agentes sociales recurren a conexiones locales, nacionales y/o globales. Los conjuntos de conceptos no constituyen un todo cerrado y coherente; a la vez, la forma en que ellos se constituyen es históricamente específica. El concepto de cultura también es parte de esas disputas por los significados. Quienes sustentan las viejas y las nuevas ideas de cultura (entre otras nociones) han luchado simbólicamente por imponer sus ideas. Aún en la actualidad, parecen tener más poder en nuestra sociedad las viejas ideas de cultura que las nuevas. Es decir que el significado hegemónico de cultura la define como coherente, homogénea y estática (y no como heterogénea y disputada). Alejandro Grimson desarrolla el concepto de “configuraciones culturales”. - Son campos de posibilidad, porque en una configuración cultural hay representaciones, identidades, prácticas e instituciones que son posibles, otras que son imposibles y otras que son hegemónicas. - Tienen una lógica de interrelación entre las partes porque toda configuración cultural es heterogénea, es decir que está integrada por grupos y personas con características, intereses, necesidades, posicionamientos y/o ideologías diferentes. - Hay una base mínima de comprensión. Se acerca a la idea de significados compartidos, pero reconoce que puede haber interpretaciones diferentes, posiciones distintas y discursos divergentes. Así, hay diversos lenguajes verbales, visuales, sonoros, gestuales, con los que la heterogeneidad que integra esa configuración puede entenderse, enfrentarse, negociar, cuestionarse, etc. - Refieren a la idea de que la cultura es aquello socialmente compartido por un grupo específico. Esto no refiere a una comunidad homogénea en su empleo de aquello compartido, sino que, como parte de su trama simbólica común, comparten el reconocimiento de ciertas prácticas o representaciones como propias de esa configuración. Posibles usos e implicancias de las nuevas ideas de cultura Nos interesa conocer las teorías de la cultura para lograr dos objetivos: 1) Para estar advertidos sobre cuáles son los efectos políticos e ideológicos de utilizar una u otra noción de cultura en nuestros propios trabajos. 2) Para poder analizar críticamente las perspectivas que subyacen a los discursos y prácticas de diferentes agentes sociales, y sopesar sus implicancias. APUNTES GUADA: ANTROPOLOGÍA: ciencia, que estudia la diversidad cultural a través de la razón (producción de saber que se da en las ciudades). La misma estudia al Hombre (como concepto que surge en la modernidad). EL HOMBRE COMO: - ANIMAL QUE PIENSA - TOTALIDAD TEXTO: Constructores de Otredad - Boivin, Rosato y Arribas Introducción Definir el trabajo antropológico, dos cuentan con mayor consenso en la bibliografía actual. Uno tiene que ver con su objeto, en el cual la Antropología es definida como el estudio de la otredad cultural, de la alteridad cultural o de la diversidad cultural. El segundo se refiere a su “técnica” o “método” y sostiene que la particularidad de la Antropología residiría en su forma de trabajar, en el modo en que se recolectan, analizan y exhiben sus datos: la observación participante. A nuestro entender, ninguno de los dos elementos por separado pueden definir la ciencia. Aún más: sostenemos que no se puede explicar qué hace hoy la Antropología sin referirnos a la historia de su constitución como parte del campo científico, porque la ciencia es acumulativa y los componentes que encontramos hoy provienen de las teorías elaboradas en distintos momentos históricos. Para entender qué hace un antropólogo es necesario tener en cuenta, en primer lugar, el contexto histórico y social en el cual se desarrolló la Antropología, su relación con el campo científico en general (la ubicación de esa ciencia en relación con las otras) y las relaciones entre las partes que la constituyen: objeto, teoría, método y técnicas. En segundo lugar, ni el objeto de la Antropología ni su técnica han sido los mismos a lo largo del tiempo ni aún en un mismo espacio. No obstante, pueden distinguirse tres momentos constitutivos de la Antropología en Europa y Estados Unidos. El primero de ellos surge a fines del siglo XIX en donde la Antropología se constituyó como ciencia y la teoría que logró dominar el discurso antropológico fue el evolucionismo. El segundo momento fue el que se desarrolló entre las dos guerras mundiales y se caracterizó por la aparición de una “diversidad” de teorías que tuvieron en común el intento de explicar la diversidad cultural. El tercer momento, que comienza luego de la Segunda Guerra Mundial, en el cual las teorías anteriores todavía siguen siendo dominantes pero aparecen las “otras” Antropologías, las “no occidentales” que plantean teorías alternativas sobre la otredad cultural. Como toda ciencia, la Antropología es una “construcción”. Se acepta comúnmente que la Antropología se constituyó como ciencia a partir de construir explicaciones sobre la “otredad cultural”, pero nosotros agregamos que no sólo construyó sus explicaciones sino que fundamentalmente construyó una imagen, un modelo de la otredad (del otro cultural). De tal modo que ese “otro cultural”, que se constituyó como objeto de estudio antropológico, no respondió a un “hecho empírico” real. Por el contrario fue (y por supuesto lo sigue siendo) un objeto construido de manera científica por las distintas teorías que dominaron en cada uno de los momentos históricos. El “otro cultural” fue pensado como diverso, como distinto. Por último, cuando la idea de la dominación de una cultura sobre otra se puso en evidencia, el objeto antropológico se construyó en torno a la noción de desigualdad: el otro cultural era producto de esa desigualdad. Fines del siglo XIX (Evolucionismo) La cuestión fundamental de las ciencias sociales fue la de explicar esos cambios que se producían en el mundo europeo. Pero, a la par de estos cambios, Occidente se expandió sistemáticamente por el mundo, sobre otros pueblos, sobre otras culturas, sobre otros modos de vida distintos al modo europeo. El nuevo encuentro de los europeos con otras culturas distintas dio origen a lo que sería la pregunta fundante de la Antropología: ¿por qué estos hombres son distintos? La primera teoría científica sobre la diferencia fue el evolucionismo que contestó esta pregunta a través del concepto de evolución. Para estudiar al hombre en las distintas manifestaciones en las que se presentaba, se estableció una división del trabajo científico dentro de las ciencias humanas y sociales. Por un lado, la historia y la sociología tomaron como objeto (objetivo) de estudio las sociedades complejas, civilizadas, desarrolladas. Por el otro, las sociedades primitivas, no complejas, no desarrolladas, sin historia y sin Estado pasaron a constituirse como el objeto propio de la Antropología. Esta división, producto de un proceso histórico, se realizó en función de las distinciones de las sociedades o las culturas en tiempo y espacio, teniendo como parámetro la ubicación de Occidente. La Antropología indagó en el interrogante ¿por qué llegamos a ser lo que somos?, es decir, ¿cuál es el origen de estas diferencias culturales? La primera corriente teórica de esta nueva ciencia construyó sus respuestas comparando a las sociedades en el devenir espacio-temporal y elaboró, de esta forma, una historia natural de la humanidad. Entre las dos guerras mundiales (Diversidad, construcción del otro por la diversidad cultural). En la Antropología europea y norteamericana se producen dos hechos importantes: la crisis del evolucionismo como paradigma único y la separación de la ciencia en escuelas nacionales. Aquí se critica el evolucionismo. Las escuelas nacionales criticaron, en primer lugar, las técnicas que utilizaron los evolucionistas, de este modo, se introduce, la observación participante como técnica privilegiada de la Antropología, lo que implica el traslado del investigador a otras sociedades. La segunda crítica fue respecto al método comparativo, los evolucionistas fueron acusados de etnocéntricos. Así, el método comparativo fue puesto entre paréntesis y se lo sustituyó por el relativismo cuyo postulado extremo implicaba la imposibilidad de comparar, ya que cada cultura es una configuración distinta y entendible sólo en sus propios términos. Las teorías relativistas intentan mostrar que todas las culturas son diferentes entre sí pero equivalentes, por lo tanto, son diversas. Diferencias entre Antropología Social y Antropología Cultural. La primera se interesará por la forma en que se organizan los hombres, mientras que la segunda lo hará en la manera en cómo viven y piensan sus vidas y el mundo. Después de la segunda guerra mundial (Desigualdad, construcción del otro por la desigualdad). El tercer momento es el que se desarrolla a partir de la década del cincuenta en el siglo XX, con la transformación de las sociedades primitivas a partir del retiro de la ocupación colonial en Asia y África. Estás sociedades se vuelven complejas por imitación de los parámetros culturales de occidente (occidentalización o etnocidio) o tienden a desaparecer por efecto de guerras, pestes o genocidios A partir de esta realidad, la Antropología se dividió en dos aguas: la de aquéllos que siguieron estudiando a las culturas primitivas que aún subsistían (haciendo una especie de "Antropología de salvataje") y la de quienes trataron de estudiar estas transformaciones, pero se encontraron con limitaciones teóricas y metodológicas para enfrentar estas nuevas coyunturas (y por lo tanto recurrieron con cierta frecuencia a las herramientas de la Sociología y la Historia). Estos últimos, recibieron una fuerte influencia del marxismo o neomarxismo, lo cual explica que el punto de partida de la explicación de las diferencias culturales sea las condiciones de dominación, y la construcción del otro se produzca a través de la desigualdad. Con el neomarxismo de los años sesenta y setenta la antropología se dedicó a indagar cómo y por qué se transformaron las sociedades primitivas en sociedades complejas de la mano de Occidente o por la presión del capitalismo. Y de este modo se presentaron dos grandes temas: las relaciones de desigualdad social y los modos de producción de esas relaciones al interior de una sociedad (primitiva o compleja) y las relaciones de desigualdad social entre sociedades capitalistas y no capitalistas. El concepto mismo de cultura cambia: la cultura queda definida por los modos de producción; es decir que la cultura misma depende de la propiedad de los medios de producción y la consecuente conformación de clases sociales. En este marco la ideología será entendida como una forma de conciencia social. Otro elemento de singular importancia para entender qué es la cultura y desde dónde se construye a los "otros" es el concepto de hegemonía (Gramsci), que supone una forma de dominación sutil, simbólica, cultural: se distribuye en las prácticas, se confunde con el sentido común, se construye en consensos, nunca es total y sólo se lo reconoce en su trayecto histórico. A la par del concepto de hegemonía, la noción de causalidad estructural (Althusser) representa el otro pilar de la construcción neomarxista de los años sesenta en el campo de la antropología. No existe una única causa eficiente que provoque una determinación social: la relación de fuerzas productivas y la fuerza de las relaciones de producción producen efectos en la superestructura jurídica (el estado, la ley, las fuerzas de represión) e ideológica (los medios, la escuela). Pero se considera a esa superestructura necesaria para garantizar a las estructuras que en realidad le dieron origen (familia, trabajo). Así se produce la reproducción de las condiciones de dominación. La cultura pasa a ser definida como el espacio de reelaboración de productos materiales y simbólicos, y de reproducción de las condiciones y de los sistemas sociales. Todo este movimiento y la enorme cantidad de información obtenida hasta el momento, llevó a que la mirada antropológica se fragmentara y que el antropólogo se especializara, ya no en las “sociedades primitivas”, sino en problemas que toda sociedad o cultura presentaban. TEXTO: Para raros, nosotros - Bohannan ETNOCENTRISMO Etnocentrismo es un término antropológico que ha pasado a los diccionarios. Es una actitud que consiste en considerar al grupo o cultura propios como superior, y es despreciativo respecto a otros grupos y culturas. Todo grupo desprecia a los demás, aunque la forma de hacerlo puede variar culturalmente. El etnocentrismo se produce de tres formas. La más simple es que una persona asuma ingenuamente que las premisas que subyacen a la cultura son las mismas en todas partes. Una forma más compleja de etnocentrismo aparece cuando la gente sabe perfectamente que existen las diferencias culturales, pero en lugar de tratar de comprender la cultura ajena y ver la humanidad común a través de las diferencias, en el mejor de los casos consideran a la otra cultura como incorrecta, quizá inmoral, a veces incluso inferior, y en el peor de los casos absolutamente perversa. La forma más compleja de etnocentrismo (y el primer paso más allá de él) supone darse cuenta de que otros pueblos también son etnocéntricos. Piensan que su forma de hacer las cosas es correcta y adecuada por las mismas razones que nosotros defendemos las nuestras. Creen que la forma en que nosotros hacemos las cosas es realmente extraña. Desde su punto de vista, tienen razón: nosotros somos los otros. APUNTES GUADA: ETNOCENTRISMO: la actitud de considerar al grupo o cultura propios como superiores y es despreciativo respecto a otros grupos. TEXTO: La educación física de los otros. Las prácticas de los profesores de la educación física con sujetos detenidos, menores institucionalizados, personas con discapacidad, adultos mayores y usuarios de sustancias proactivas. - Carballo ¿Quiénes son los otros? ¿Cómo se construyen los otros? El “otro”, los “otros” implica a quienes reconocemos que no son “nosotros”. Este es el tema fundante de la Antropología: la otredad o alteridad cultural, el conocimiento de quiénes son aquéllos que no son nosotros, que no participan de nuestra cultura e, inclusive (aunque no en todos los casos) de nuestra sociedad. (Se recurre al libro anteriormente visto de Boivin, Rosato y Arribas para explicar la antropología y su historia) La respuesta del evolucionismo: la construcción del otro por la diferencia ¿Cómo se construyen los otros para el evolucionismo? Al igual que los biólogos evolucionistas, los antropólogos evolucionistas entendieron que las diferencias se explican como grados en la evolución, es decir, el paso de una cultura menos evolucionista (o primitiva) a una más evolucionada (o desarrollada), la secuencia es: salvajismo-barbarie-civilización. Se conforma así un modelo estadial que se construye por medio del método comparativo, según el cual las semejanzas en las culturas se explican por la unidad psicobiológica del hombre y las diferencias por el grado de desarrollo de esas culturas. Este grado de desarrollo depende de la capacidad de acumulación de bienes culturales. “Nosotros" -como categoría antropológica- es sinónimo de presente y de presencia de bienes culturales (ahora y con) y "los otros" -como categoría antinómica- es sinónimo de pasado y de ausencia de bienes culturales (antes y sin). Posibles derivaciones en el campo de la Educación Física: Las personas con discapacidad y los niños institucionalizados parecen haber sido sometidos a este esquema, pues salen de un punto de partida inferior: son los "sin" inteligencia, "sin" capacidad (en el caso de las personas con discapacidad), son los "sin" hogar, "sin" familia (en el caso de los niños institucionalizados). Los adultos mayores, los sujetos detenidos, los sujetos adictos, por su parte, parecen haber involucionado: Son los "sin" futuro o "sin" proyecto (adultos mayores), son los "sin" libertad, "sin moral (sujetos detenidos), son los "sin" conciencia, “sin” salud (sujetos adictos). Todos ellos son diferentes porque parten de escalones inferiores, porque no han evolucionado (y no podrán evolucionar) o porque han descendido en la escala (evolucionaron) y porque cuentan con menos bienes. La respuesta del funcionalismo y del estructuralismo: la construcción del otro por la diversidad Se desarrolla entre las dos guerras mundiales y se expresa con el surgimiento de escuelas nacionales. Todas las escuelas critican el sesgo biologicista del evolucionismo y critican el método comparativo por etnocentrismo. Los otros se distinguen por su abundancia y su variedad (la diversidad). ¿Cómo se construyen los otros para el funcionalismo? Puede definirse al funcionalismo como la posibilidad de estudiar en sociedades singulares funciones universales. El hombre no es un ser natural sino cultural y es de esa manera cultural que satisface sus necesidades: cumple una función (individual) a través de una institución (unidad de organización social). El organismo no es el hombre sino la cultura, que se comporta como una totalidad compleja que tiende a reproducirse. Las culturas son diferentes no por sus necesidades y funciones sino por las instituciones que crean para satisfacerlas. Así, las diferencias dejan de ser de grado para ser diferencias de modo: Los "otros" no son los "sin" Estado, "sin" política o "sin" economía, sino los "con" otro Estado, "con" otra política y "con" otra economía. Posibles derivaciones en el campo de la Educación Física: Si el desarrollo social y cultural se expresa en términos de complejidad institucional, es decir, a mayor desarrollo cultural corresponde mayor cantidad de instituciones (organizaciones) sociales específicas para satisfacer esas complejas funciones/necesidades, entonces encontramos en esta posición una justificación supuestamente científica de dividir los grupos sociales a fin de atender con mayor nivel de precisión sus necesidades. Pero esto, no obstante, puede derivar en formas de encierro funcional que justificaría la existencia de escuelas especiales (sólo para niños con discapacidad), de programas de adultos mayores (sólo para ancianos), de tratamientos psicoterapéuticos basados exclusivamente en la internación, etc. Es decir, que avalados por un discurso que preserva el derecho a una mejor atención se puede justificar la reclusión, la segregación o la exclusión. ¿Cómo se construyen los otros para el estructuralismo? También el estructuralismo rechaza la distinción entre naturaleza y cultura propia del evolucionismo pues es puramente lógica. Esa distinción no puede hallarse en el hombre-individuo sino en el nivel social: sólo hay naturaleza donde no existen reglas. Para el estructuralismo el hombre no llegó a ser tal por una suerte de continuidad entre naturaleza y cultura, sino por oposición entre ambas categorías. La diversidad es un problema natural (razas) y cultural (culturas), pero existen más culturas que razas. La diversidad es un hecho espacial (aquí y allá), temporal (antes y ahora) y al interior de cada sociedad. El estructuralismo encuentra tres actitudes frente a la diversidad: etnocentrismo (los Otros son bárbaros e inhumanos), relativismo cultural (ideologías y religiones que proclaman igualdad y respeto) y falso evolucionismo científico (proclama la diversidad pero la anula, pues lo distinto es lo que no se desarrolló). El estructuralismo comienza a apartarse del positivismo pues entiende que lo diverso no es sólo diverso en sí, sino que depende de la mirada del observador (crítica a la objetividad). Posibles derivaciones en el campo de la Educación Física: El estructuralismo, a pesar de su nombre, puede comenzar a aportar una mirada del "otro" que recupera su subjetividad, su propia voz. Nos advierte que el "otro" no necesariamente está lejos en el tiempo y en el espacio sino que está presente en el aquí y ahora. Existen muchos "otros" culturales en la misma sociedad, y su diversidad expresa modos diferentes de implementar reglas, no forzosamente superiores o inferiores. La respuesta del neomarxismo: la construcción del otro por la desigualdad Se desarrolla a partir de la década del cincuenta en el siglo XX, con la transformación de las sociedades primitivas a partir del retiro de la ocupación colonial en Asia y África. Posibles derivaciones en el campo de la Educación Física: Los otros ya no son el fruto de una mirada que los construye o de una perspectiva que los sitúa, sino de una relación de poder (o de dominación) sutil y, por eso mismo, efectiva. Los adultos mayores, los menores institucionalizados, los sujetos detenidos por razones judiciales, las personas con discapacidad, los sujetos adictos a sustancias psicoactivas, pasan a ser sujetos que en realidad deberían ser considerados objetos de políticas institucionales. Y dentro de esas políticas están las prácticas corporales cooptadas para tal fin, funcionales al invisible poder hegemónico, reproductoras de un determinado orden. Por lo tanto el desafío es desmontar qué de educativo (en el sentido emancipatorio del término) tienen esas prácticas y qué de reproductivo (en el sentido puramente técnico). Alteridad y Relativismo: la construcción del otro desde nosotros. De modo análogo, en Educación y en Educación Física el diseño y la ejecución de una práctica "especial" ha tendido, en tanto efecto real, mucho más a evitar la interrupción de las prácticas cotidianas -es decir, "normales"- separándolas de aquéllas que requieren de una atención que, de tan especial, merecen ser aisladas del resto de la comunidad. Alteridad y Normalidad: la construcción de otro desde la falta. Casi sin darnos cuenta, la idea de alteridad nos conduce a la de "normalidad", o mejor dicho, a la de "anormalidad". El "otro" es diferente a partir de la carencia, es incompleto, no ha alcanzado el desarrollo esperado en el tiempo indicado, etc. "Nosotros" no sólo es la categoría referencial desde donde se construye al "otro": es la medida de la evaluación del otro. Así, tanto más normal será el "otro" en la medida que se acerque a "nosotros". La normalidad (y más aún, la anormalidad) es una construcción social y de ninguna manera un dato estadístico puro y aséptico. Otra vez, la corrección política nos obliga a forzar las palabras y se dirá del anormal que es el "especial", el "diverso", el "diferente" frente al cual debemos ser tolerantes. Si aceptamos este encuadre, será necesario volver a reflexionar sobre los motivos y los modos de producir "Otros" en Educación y en Educación Física, lo cual implica producción de normalidades y anormalidades. ¿Estaremos, acaso sin darnos cuenta, produciendo una Educación Física discapacitante, excluidora, recluidora, anormalizadora? Quizás la clave esté en recuperar dos dimensiones no siempre relevantes en el campo educativo: por una parte, la perspectiva subjetiva y, por otra, la perspectiva política. La primera de ellas recupera la percepción que los sujetos le dan a sus propias acciones, nos abre a un mundo de significados "no oficiales" que son los únicos que nos podrían permitir hacer de la educación una herramienta eficaz de transformación de "los individuos" (aunque esta categoría sea puramente ficcional). ¿Qué piensan de sus propias prácticas los "otros": los adultos mayores, los niños institucionalizados, los presos, etc.? ¿Para qué las desarrollan, qué los lleva a continuar con ellas? La perspectiva política, por su parte, no es demasiado diferente de la primera. Nos permite desplegar una actitud crítica capaz de reconocer los mecanismos de poder agazapados detrás de las prácticas, nos invita a evitar su reproducción. ¿En qué medida producimos los adictos, los discapacitados o los ancianos que el sistema requiere para no modificarse a sí mismo? ¿Hasta qué punto la humanización y la tolerancia dentro de sistemas estructuralmente injustos no colaboran en el blanqueo, en la legitimación de esos sistemas?

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