Gestión Financiera Empresarial PDF 2018

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Universidad Técnica de Machala

2018

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Mercedes Fajardo Ortíz/Carlos Soto González

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Financial Management Business Finance Financial Accounting

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This textbook provides an overview of business financial management, focusing on fundamental concepts and practical examples. The book is aimed at undergraduate students studying business-related fields and contains information about ethical considerations, financial practices, and operational efficiency. Published by Universidad Técnica de Machala in 2018.

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Gestión Financiera Empresarial Mercedes Fajardo Ortíz Carlos Soto González Coordinadores Primera edición en español, 2018 Este texto ha sido sometido a un proceso de evaluación por pares externos con base en la normativa editorial de la UTMACH Ediciones UTMACH G...

Gestión Financiera Empresarial Mercedes Fajardo Ortíz Carlos Soto González Coordinadores Primera edición en español, 2018 Este texto ha sido sometido a un proceso de evaluación por pares externos con base en la normativa editorial de la UTMACH Ediciones UTMACH Gestión de proyectos editoriales universitarios 183 pag; 22X19cm - (Colección REDES 2017) Título: Gestión Financiera Empresarial. / Mercedes Fajardo Ortíz / Carlos Soto González (Coordinadores) ISBN: 978-9942-24-110-8 Publicación digital Título del libro: Gestión Financiera Empresarial. ISBN: 978-9942-24-110-8 Comentarios y sugerencias: [email protected] Diseño de portada: MZ Diseño Editorial Diagramación: MZ Diseño Editorial Diseño y comunicación digital: Jorge Maza Córdova, Ms. © Editorial UTMACH, 2018 © Mercedes Fajardo / Carlos Soto, por la coordinación D.R. © UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA, 2018 Km. 5 1/2 Vía Machala Pasaje www.utmachala.edu.ec Machala - Ecuador César Quezada Abad, Ph.D Rector Amarilis Borja Herrera, Ph.D Vicerrectora Académica Jhonny Pérez Rodríguez, Ph.D Vicerrector Administrativo COORDINACIÓN EDITORIAL Tomás Fontaines-Ruiz, Ph.D Director de investigación Karina Lozano Zambrano, Ing. Jefe Editor Elida Rivero Rodríguez, Ph.D Roberto Aguirre Fernández, Ph.D Eduardo Tusa Jumbo, Msc. Advertencia: “Se prohíbe la reproducción, el registro o Irán Rodríguez Delgado, Ms. la transmisión parcial o total Sandy Soto Armijos, M.Sc. de esta obra por cualquier sistema de recuperación de Raquel Tinóco Egas, Msc. información, sea mecánico, Gissela León García, Mgs. fotoquímico, electrónico, magnético, electro-óptico, Sixto Chiliquinga Villacis, Mgs. por fotocopia o cualquier Consejo Editorial otro, existente o por existir, sin el permiso previo por escrito del titular de los dere- chos correspondientes”. Jorge Maza Córdova, Ms. Fernanda Tusa Jumbo, Ph.D Karla Ibañez Bustos, Ing. Comisión de apoyo editorial Índice Capítulo I La ética profesional en las finanzas......................................................... 14 Cecibel Espinoza Carrión; María Peralta Mocha; María Pérez Espinoza Capítulo II Fundamentos de la gestión financiera............................................... 39 Mariana Verdezoto Reinoso; Ronald Ramón Guanuche; Carlos Soto González Capítulo III Estados financieros basados en NIIF.................................................... 63 Amarilis Borja Herrera; Ronald Ramón Guanuche; Mariana Verdezoto Reinoso Capítulo IV Análisis de estados financieros.............................................................. 100 Carlos Soto González; Sonia Sanabria García; Mercedes Fajardo Ortiz Capítulo V Criterios de evaluación financiera.........................................................133 Karla Ibáñez Bustos; Carlos Soto González; Alexandra Solórzano González Capítulo VI Decisiones de Financiamiento: mercado de capitales........ 156 Sonia Sanabria García; Carlos Soto González Agradecimiento Los autores dejan constancia de su agradecimiento impe- recedero a la Universidad Técnica de Machala por permitir publicar la presente obra, a los revisores por su importante gestión; y de manera especial la participación fundamental de la Dra. Sonia Sanabria García, Ph. D. de Universidad de Alicante - España, Dra. Amarilis Borja Herrera, Ph. D. de la UTMACH - Ecuador, Dra. Mercedes Fajardo Ortíz, Ph. D. Uni- versidad ICESI - Colombia y Dra. Emira Rodríguez, Ph. D. - Venezuela. Dedicatoria A DIOS y a mi familia, porque me inspiran a seguir con dedi- cación y optimismo en la vida. Mercedes Fajardo Ortiz A DIOS, por su infinita Misericordia, Amor y por permitirme experimentar lo bello de la vida; a mi Sr. Padre y mi Sra. Madre que han sido un baluarte acrisolado de sentimientos y valores en mi trayectoria académica y personal. Carlos Soto González Este trabajo está dedicado a la juventud, que en las aulas de mi querida UTMACH, en cada amanecer abraza un nuevo sueño de superación personal y profesional. AMABOR A nuestra familia, que continúa ayudándonos a comprender lo que es la vida, que está ahí en todo momento y que nos permite ver lo bueno de las personas. Cecibel Espinoza Carrión y Ma. José Pérez Espinoza A mi mamá, por su amor incondicional. Karla Ibáñez Bustos Con amor infinito a mi madre Charito. A mis hijos: Jannina, Jossellyn y Kevin, gracias por entender esas horas de ausen- cia. Ma. Beatriz Peralta Mocha A mi amada esposa, a mi querida madre, a toda mi familia, que con su amor me respaldan y me ayudan a seguir con felicidad en la vida. Ronald Ramón Guanuche A mi familia, que es parte fundamental en mi vida, a quienes dedico el presente trabajo. Sonia Sanabria García A DIOS, a mi familia que representan un valor sentimental infinito en mi vida. Alexandra Solórzano González A DIOS, por bendecirme con la hermosa familia que me ha dado y de manera muy especial a mi amado hijo, que han sido el motor y la inspiración en mi vida. Mariana Verdezoto Reinoso Introducción En la época actual, esta obra representa una revisión prag- mática de los conceptos fundamentales de la gestión finan- ciera. Se determina esta disciplina, en razón, de ser estre- chamente relacionadas, a la contabilidad y administración, que proporciona instrumentos o herramientas financieras para la toma de decisiones adecuadas en las empresas. Bajo esta perspectiva, se pretende en toda oportunidad asignar al ejemplar de un eminente contenido formativo, por ello las conceptualizaciones teóricas y técnicas que se proponen en ésta se exponen acompañados de casos prácticos. El libro se estructura de los conocimientos en forma acu- mulativa, busca en todo momento la interrelación de los conceptos propuestos. De manera progresiva se exponen los diferentes temas que se constituyen fundamentales para la toma de decisiones. Es una obra apta para profesionales de las siguientes áreas Contable, financiera y de la dirección de empresas, así como para los estudiantes de las carreras en ciencias empresariales, y carreras afines. Se fundamenta en. “La Ética Profesional en las Finanzas” con el fin de aportar una concientización acerca de las nor- mas de conducta que debe observar y tener los profesiona- les que se desempeñan en el ámbito financiero, contable y administrativo. Se procura que los contenidos abordados se presentena un nivel fundamental, con un lenguaje sencillo y claro, de tal manera que sean relevantes, que respondan a la proble- mática, a las diferentes situaciones de la realidad empresa- rial actual y de los propios integrantes del proceso formativo. Además, se pretende que las temáticas sean interdisciplina- rias, brindando la oportunidad para que los autores partici- pantes de universidades en Colombia, Ecuador y España, a través de sus conocimientos, puedan tener una interacción con el lector, y éste influya en la realidad palpada por ellos en ámbito de formación y del ejercicio profesional, de manera específica el texto proporciona contenidos, instrumentos o herramientas financieras, para que los lectores se funda- menten respecto a la toma de decisiones adecuadas, y esto genera un impacto en la homeóstasis organizacional, a tra- vés de un equilibrio financiero. 01 La ética profesional en las Capítulo finanzas Cecibel Espinoza Carrión; María Peralta Mocha; María Pérez Espinoza La ética profesional es un tema que a pesar de su antigüe- dad no había tomado tanta importancia en el mundo de los negocios como hasta hace unas décadas atrás, hecho que se puede atribuir al entorno económico, social y político que promueve la competencia “despiadada” por el poder, el dinero y el bienestar propio (Valenzuela, Jara-Berton, & Ville- gas, 2015), que lleva a las personas a cuestionarse si su com- portamiento es el adecuado con respecto a cada uno de los entornos en los cuales se desenvuelve. ¿Qué es lo que lleva a las personas a realizarse esos cues- tionamientos profesionales?, pues bien, muchos afirman que la ejecución de las actividades profesionales se encuentran Cecibel Espinoza Carrión: Ecuatoriana. Socióloga. Magister en Gerencia Educativa de la Univer- sidad Técnica de Machala. Docente Títular de la carrera de Contabilidad y Auditoría en la Univer- sidad Técnica de Machala. María Peralta Mocha: Ecuatorian. Licenciada en Sociología y Ciencias Políticas. Magister en Docencia Universitaria e Investigación por la Universidad Técnica de Machala. Profesor Títular Auxiliar Nivel 1, Grado 1, Docente Investigador de la Unidad Académica de Ciencias Empresariales de la Universidad Técnica de Machala María Pérez Espinoza: Ecuatorian. Ingeniera en Gestión Empresarial de la Universidad Metropoli- tana del Ecuador. Magíster en Administración de Empresas de la UEES Business School. Docente Títular Auxiliar I en la Universidad Metropolitana, Sede Machala. La ética profesional en las finanzas 15 sujetas a la libre y consciente acción humana de quien las realiza (Salazar & Rodríguez, 2012), por tal razón es justamente en esos momentos de la actividad laboral donde las personas se encuentran expuestas y deben afrontar difíciles decisiones entre lo moralmente correcto y lo que sienten que les bene- ficia desde la posición profesional en la que se encuentran. Hoy en día las compañías promueven la práctica de la ética en sus colaboradores, empezando desde la plana gerencial y descendiendo jerárquicamente a todos los niveles de la organización, con el fin de poder contar con empleados con- fiables, honestos y conscientes de la ejecución de sus accio- nes dentro de sus actividades laborales, de tal manera que a través de sus comportamientos ayuden a construir una ima- gen de la compañía que se proyecte en el mercado basada en la confianza y credibilidad de los clientes, proveedores y en muchos de los casos de los competidores. El presente trabajo de investigación tiene como objetivo establecer la importancia del comportamiento ético en la gestión financiera de las organizaciones, para lo cual se lo ha dividido en tres partes, la primera de ellas hace referencia a una descripción general acerca del término desde su origen hasta las diferentes acepciones que se utilizan en la actuali- dad, la segunda parte se enfoca en su aplicabilidad dentro de las organizaciones y, finalmente, se destaca la importancia del funcionario financiero en el cumplimiento de la ética como parte de su conducta y, por ende, la integración de dicho comportamiento dentro de las estrategias empresariales. Antecedentes históricos La palabra ética proviene de latín “ethĭcus”, la cual a su vez se deriva del griego ἠθικός, que transcrito al alfabeto conocido en occidente seria “êthicos”, la raíz de esta palabra es “êthos” la cual posee dos significados “carácter” y “costumbre”, es importante destacar que en el enfoque de la ética predo- mina este último significado, el de la costumbre, y también es ahí donde se genera una confusión entre los significados de ética y moral, ya que “moral” proviene de la voz latina 16 Cecibel Espinoza Carrión; María Peralta Mocha; María Pérez Espinoza, “mos”, la cual significa costumbre al igual que uno de los sig- nificados de “êthos” (Boof, 2017). Siendo un poco extensa solo la mera explicación de su origen etimológico, los estudios que se han venido desarrollando sobre la ética a lo largo del tiempo han sido lo suficientemente diversos para desarrollar un sin número de perspectivas, sin embargo el enfoque de la investigación permite centrar la atención en el origen pro- veniente de la rama de la filosofía, en donde no solamente se encuentra considerado el estudio de la moral, sino también encierra el buen vivir, la virtud, la felicidad y el deber (Gonzá- lez A. , 2000). González (2003) afirma que dentro del primer lenguaje usado por los griegos para definir a la ética, establecieron que era algo no normativo ya que no existía fundamentación teórica alguna que lo soporte, por ende sus manifestaciones empezaron siendo actos y valores jerarquizados por asegu- rarse un bienestar y defensa propia, lo cual llevó a analizar que se debía tomar en consideración cual era la relación de las personas entre sí, con las cosas y con sus entornos econó- micos, políticos y sociales de tal manera que entendiendo el cuándo, el dónde y el cómo se da la interacción de la per- sona con esos tres elementos se podría entender el origen de lo ético o no ético en ella (Fernández, 1994). Han sido tan diversas las posturas que se han tomado entorno a la ética, que es un término que posee un sin número de definiciones, una de las primeras fue la desarro- llada por Aristóteles (como se citó en González A. , 2000) aunque en ese entonces no definida bajo el nombre de “ética”, este filósofo afirmaba que existían pasiones y deseos que regían la actuación de los hombres de una manera tal que orientaban la razón por la cual estar en el mundo en el que vivían, aunque un poco confusa, esta definición no quiere decir otra cosa que hay fuerzas que regulan el actuar de las personas conforme la guíen sus pasiones o beneficios personales. Musett (2017) afirma que la ética, de acuerdo a una corriente clásica promovida inicialmente por filósofos como Sócrates, Aristóteles y Platón tiene como objetivo analizar La ética profesional en las finanzas 17 aquellas acciones que las personas realizan de manera libre y consciente, es decir los actos sobre los que ejercen un con- trol racional, de tal manera que no solamente se enfoca en observarlos sino también que pretende profundizarlos de tal manera que se pueda emitir un juicio de valor y determinar si un acto ha sido anti-ético o no. Una definición un poco más reciente comparada con la de Aristóteles es aquella que describe a la ética como una reflexión filosófica de la moral y que, por ende, al igual que la estética, la metafísica y la epistemología forma parte de la filosofía (Tugendhat, 1995), por otro lado Rugeles y Vásquez (2017) afirman que “la ética es similar a la belleza, difícil de definir pero muy fácil de identificar (p.2)”, que para Salazar y Rodríguez (2012) no es otra cosa que “el arte de vivir bien en sociedad, va más allá de la materialización y persigue el desarrollo integral de la persona como ser humano que con- vive con otros seres en el planeta (p.119)”. Una definición muy completa, fue la realizada por Martínez (2011) quien afirma que la ética estudia de manera reflexiva la conducta humana que se traduce en actos concretos no sus- tentados en ningún tipo de teoría moral ya que es dinámica y constructiva que delimita la manera en que el ser humano se conduce de acuerdo a formas de conducta. La ética como aliada estratégica de las empresas La ética empresarial realizó su aparición formal en la mitad del siglo XX (Martínez, , 2011), ya que anteriormente y durante muchos años las empresas a duras penas se preocupa- ban del comportamiento de sus empleados, ya que lo más importante para los empresarios de aquella época era la cantidad de tiempo que se tardaba un subordinado en pro- ducir determinada cantidad de productos, es decir primaba la evaluación de la inteligencia racional y su capacidad física de producción (Campomanes & Díaz, 2015). Varios años después se dio un cambio drástico en el fun- cionamiento de los mercados, la liberalización del comercio 18 Cecibel Espinoza Carrión; María Peralta Mocha; María Pérez Espinoza, local, la expansión internacional de las empresas y la caída de los sistemas proteccionistas llevaron a las empresas a enfrentarse unas con otras aumentando notablemente la rivalidad, la competencia y la utilización de cualquier tipo de recurso con el fin de ganar (Campomanes & Díaz, 2015). Poco tiempo después el marketing entró en el juego para cobrar protagonismo en el análisis de la experiencia de los clientes en el consumo de un bien o servicio determinado y fue precisamente en esta etapa donde se cambia toda la perspectiva empresarial y el enfoque se centra en la satisfac- ción del cliente como centro vital de la actividad económica (Ginés, 2007). Una vez que el cliente pasó a ser el centro de atención de las organizaciones, se pensaba en las diferentes estrategias que se podían aplicar para atraerlo, seducirlo, llamar su aten- ción, pero sobre todo satisfacer las necesidades que tenía y en las cuales no solamente estaban considerados los atribu- tos del producto, sino también el asesoramiento por parte de los colaboradores de la empresa (Martínez, 2006), por lo que los clientes empezaron a valorar más fuertemente los valores intangibles como la confianza, la fiabilidad, la hones- tidad, la reputación de la marca, entre otros. Campomanes y Díaz (2015) mencionan que a partir del año 2007 cuando se da una de las primeras recesiones mundiales del siglo XXI, todo el crecimiento económico que se había venido dando se detiene y se empiezan a notar defectos en el sistema empresarial, entre los que saltó la ausencia de la concepción de la conducta empresarial y se presentaron dos situaciones particulares, la primera de ellas es que floreció una fuerte corriente de desconfianza en los modelos económicos, en las empresas, en sus directivos y en segundo lugar se dio la aparición de grupos de personas que exigían de alguna manera el ejercicio de la ética en la gestión empresarial para garantizar un adecuado funciona- miento del sistema (Peña, 2003) y este fue el surgimiento de poder que fue tomando la ética para contribuir con la recuperación de la confianza en el sistema y en las organiza- ciones que a él pertenecen. La ética profesional en las finanzas 19 Por tanto, se puede determinar que el fin de la ética empre- sarial de acuerdo a Campomanes y Díaz (2015) es: Mejorar la calidad humana de las organizaciones para obtener comportamientos más eficientes y más rentables. La conjunción de la aptitud, la actitud junto con la activación de la conciencia ética empresarial permite seleccionar la mejor respuesta empresarial y por tanto, contribuye a profesionalizar las respuestas que los directivos y los empleados producen ante los desafíos a los que se enfrentan en su actividad empresarial (p. 39) La aplicación de la ética genera un valor intangible a la orga- nización que se ve reflejado en la reputación corporativa que proyecta, de esta manera ayuda a gestionar las expectativas de los clientes y contribuye a las relaciones sociales con ellos. (Ginés, 2007) Relación entre la ética y las finanzas Muchos se cuestionan el hecho de que realmente exista una relación entre la ética y las finanzas dentro de las organiza- ciones, sin embargo de acuerdo a Salazar y Rodríguez (2012) “las finanzas reclaman la presencia de la ética como parte fundamental del proceso de actuación del ser humano, pues el interrelacionarse con otros en búsqueda de obje- tivos materiales e inmateriales hace que por naturaleza la reflexión económico-financiera sea ética (p. 121)”. Así también más allá de la reflexión personal realizada por los ejecutivos del área, hace varios años atrás se han desencadenado varios acontecimientos mundiales de índole empresarial que han llevado a que se preste mayor atención a la relación ética-fi- nanzas, por ejemplo el caso Enron, Odebrecht, entre otros. Al ser la organización un conjunto de partes (áreas depar- tamentales), la ética debe estar en cada una de ellas de tal manera que forma integralmente como parte de la cultura corporativa, tanto así que Adam Smith (como se citó en Sala- 20 Cecibel Espinoza Carrión; María Peralta Mocha; María Pérez Espinoza, zar y Rodríguez, 2012) afirmaba que tanto la ética como las finanzas tenían el acople perfecto, ya que se percibía que la actividad económica como tal generaba felicidad a la per- sona que la desarrollaba, siempre y cuando cumpla con tres características importantes como la libertad económica, la dignidad del trabajador y el respeto por la omnipotencia del trabajo. Smith es considerado como el “padrino” de esta relación, en donde el afirmaba que cualquier tipo de conflicto que apareciese se podría resolver de manera autónoma apoyado por los dictámenes de la justica y así alcanzar el bienestar común a través de la búsqueda del bienestar propio (Mar- lasca, 2005). Sin embargo el reflejo de la ética en las finanzas no solo se da en la manera de actuar con respecto a las decisiones que se toman en administración de fondos monetarios, sino también cómo las empresas destinan el dinero ganado en buenas o malas épocas, es decir una vez que una compa- ñía ha elevado sus niveles de producción por el compromiso generado en sus colaboradores (o por cualquier otra razón) ¿no será acaso éticamente correcto aumentar en un porcen- taje determinado el sueldo de sus colaboradores?, por ende se debe tener claro todo el radio de acción que puede tener y hasta donde se puede percibir cómo ético o no, un com- portamiento dentro del área de las finanzas (Ristig, 2016). Por tanto, se puede definir de acuerdo a Sierra y Londoño (2008) a esta relación entre la ética y las finanzas como un tema que Forma parte de la responsabilidad social, en sentido amplio, y en varios aspectos involucran la cada vez más extendida cuestión de la res- ponsabilidad social empresarial. En efecto, las empresas pueden y deben contribuir al logro de los objetivos sociales mediante la generación de riqueza y su distribución equitativa; la construc- ción de capacidades en aquellas personas más directamente relacionadas con su actividad; la La ética profesional en las finanzas 21 generación de oportunidades, en el marco de su actuación, para los miembros de la sociedad; la contribución a la sostenibilidad del desarro- llo a través de la sostenibilidad de sus propias actividades en todos los ámbitos (social, político, ambiental, económico) (p. 198) Perspectivas éticas de comportamiento Como se ha expuesto anteriormente, la ética se encarga de desarrollar y a la vez delimitar aquellos aspectos considera- dos como básicos dentro del actuar de las personas en los diferentes contextos en los cuales se desenvuelven, por lo que su aplicabilidad se encuentra garantizada en el hecho de que conforme las personas se expongan a situaciones de su vida diaria, esto les permitirá decidir si un acto es ético o no (Verstegen, Buchholtz, & Kolb, 2010). La decisión de lo ético o no se encuentra encapsulado dentro de seis tipos de perspectivas desarrolladas por dife- rentes filósofos a lo largo de los años, las cuales si bien es cierto en aquel momento no fueron contextualizadas en el ámbito organizacional, hoy en día resultan de gran utilidad para encasillar el comportamiento de las personas que se encuentran trabajando en empresas de diferente índole, estas son: utilitarismo, virtuosidad, deontología, relatividad, subjetividad y egoísmo. El utilitarismo o también llamado consecuencialismo pos- tula que sin importar la intención detrás de cada acto siem- pre existirán consecuencias, es decir que destaca los buenos resultados como una manera de evaluar el accionar de las personas (Olivieri, 2014). Esta perspectiva fue desarrollada por el filósofo inglés Jeremy Bentham alrededor del año 1789 y fue utilizada principalmente en la política y la admi- nistración de los bienes públicos porque Bentham funda- mentó en su libro “Introducción a los principios de moral y legislación” que lo correcto a realizar indiferentemente de la situación debía hacerse buscando el beneficio de la mayor cantidad de personas. 22 Cecibel Espinoza Carrión; María Peralta Mocha; María Pérez Espinoza, Esta perspectiva ética posee algunas deficiencias por la naturaleza de sus principios, una de ellas es que al buscar el bienestar de la gran mayoría sacrifica los intereses que poseen las minorías, así también no hay manera de predecir todas las consecuencias que se pueden originar a raíz de una decisión tanto en la persona que toma la decisión como su efecto en las demás personas (Olivieri, 2014). La perspectiva de la virtuosidad tiene como sus promotores a Aristóteles y Platón, sin embargo sus raíces empiezan con el cristianismo y judaísmo a partir de la pregunta ¿qué clase de persona debo ser?, ya que en esta perspectiva ética se asume que existen ciertos ideales considerados tendenciosos que las personas deben buscar para una mejor convivencia y progreso pleno con la humanidad (González G. , 2003), por ende para que las personas se sientan felices deben actuar correctamente y con conductas virtuosas como una manera de sentirse que cumplen consigo mismo y con los demás. Continuando con la siguiente perspectiva está la deonto- logía, cuyo promotor fue el filósofo alemán Immanuel Kant, quien afirma que las personas deben hacer y actuar correc- tamente pero por un sentido de deber, es decir que inde- pendientemente de las consecuencias existen ciertos debe- res u obligaciones morales que se deben cumplir (González A. , 2000), entre uno de sus principios se encuentra el hecho de tratar a las personas como fines mas no como un medio para propósitos personales (Del Olmo, 2017). Aunque un poco parecidas tienen sus diferencias las pers- pectivas de la relatividad y de la subjetividad, donde la pri- mera de ellas considera que no hay ningún tipo de principio ético absoluto y fijo porque estos dependen de la cultura, del entorno en el que se desarrollen y de los antecedentes de la situación. La perspectiva subjetivista se enfoca en decir que este tipo de personas no tienen ningún tipo de principio ético, sino que simplemente aquellas cosas que aprueban o desaprueban lo hacen con base en sus sentimientos y no en hechos. (Olivieri, 2014) La ética profesional en las finanzas 23 Adam Smith, filósofo escocés y uno de los mayores repre- sentantes de la economía clásica en los años de 1700 sos- tuvo que la perspectiva del egoísmo estaba basada en el interés propio, por lo que las personas que guían sus com- portamientos de acuerdo a ella miran las consecuencias de sus actos y continuando realizando acciones conforme se acerquen más a sus objetivos y se beneficien personalmente de su actuar (Verstegen, Buchholtz, & Kolb, 2010). Tipos de problemas éticos del área financiera Es común la aparición de conflictos de diferente índole durante el desarrollo de las actividades propias de un área de trabajo, es así que de acuerdo a un estudio realizado por Fassin y Drover (2017) dentro del área de finanzas se presen- tan tres tipos de problemas éticos que son: Problemas de gobernanza: Son aquellos que están vinculados directamente con la persona que dirige el departamento de finanzas, quienes poseen ciertas características propias que en varios casos hacen un poco más complicada la convivencia con las actividades laborales. Lo más importante en este punto es que todos los subordinados vean en su líder a un ejemplo, una per- sona correcta, motivada por sus intereses de superación profesional más no económicos (Clavien, 2015) Problemas estratégicos: Están relacionados a la falta de alineación del área con la estrategia general de la orga- nización, para lo cual es importante contar con perso- nal flexible, que se adapte rápidamente a los cambios y que tenga el criterio necesario para identificar falen- cias en un área tan delicada como la financiera, cuando dicha alineación no sucede, los empleados se sienten a la deriva y tienden a caer en dudas acerca del compor- tamiento que deben adoptar frente a problemas que se les presenten (Fassin & Drover, 2017). 24 Cecibel Espinoza Carrión; María Peralta Mocha; María Pérez Espinoza, Problemas relacionales: Vincula al líder departamen- tal con sus subordinados, es decir que estos problemas aparecen en represaría de unos contra otros en el caso de que no se llegue a un acuerdo o no se tengan correc- tamente definidos los lineamientos de actuación frente a disyuntivas éticas o morales que se pueden presentar dentro de las actividades diarias propias del área. Problemas operacionales: Son aquellos vinculados como su nombre lo indica a la operación misma del departa- mento, es decir que incluye aquellos sistemas de con- trol, procesos, transacciones, manejos, procedimientos, que no cumplen con los estándares adecuados de segu- ridad para que este sea lo más blindado posible en con- tra de cualquier irregularidad. El rol del funcionario financiero como promotor de la conducta ética No solo en Ecuador, sino en cualquier país alrededor del mundo, los empleados que forman parte de la organiza- ción están expuestos a cometer algún tipo de acto no ético, sin embargo existen áreas un poco más sensibles que otras, entre las que se encuentra el área de finanzas, en la cual nor- malmente se encuentran personas de confianza que fueron evaluadas rigurosamente antes de incorporarse a la compa- ñía y desde luego cumplen con el perfil adecuado para for- mar parte del área (Novoa, 2004). Pero ¿cuál es exactamente el perfil que debe tener el fun- cionario financiero?, pues bien, no existe una plantilla con competencias, aptitudes, actitudes y habilidades específi- cas, ya que cada organización posee su propio ADN y, por ende, contrata a personal que este alineado con la estrategia y la cultura organizacional, sin embargo existen varias com- petencias que por lo general forman parte de un financiero por naturaleza, entre ellas se encuentran: habilidad analítica, rigurosidad, planificación detallada y anticipada, habilidades numéricas, sentido de urgencia, evaluación y seguimiento constante de resultados, habilidades de negociación, objeti- La ética profesional en las finanzas 25 vidad, entre otros (O´brien, 2016), Campomanes y Díaz (2015) afirman que: La ética contribuye a aumentar el talento profe- sional, lo conduce hacia la excelencia, mejora la gestión de los conflictos de interés, incrementa los niveles de confianza de los clientes y facilita el establecimiento de relaciones profesional- mente productivas entre jefes y subordinados y entre colegas entre sí (p.39). Si la ética es tan importante ¿por qué resulta tan complicado ponerla en práctica?, pues muchos expertos como Salazar y Rodríguez (2012) afirman que una de las razones es el des- cuido o falta de importancia que las compañías tienen en su gente, por tal razón no velan por el fortalecimiento de sus valores y mucho menos en crear una cultura de confianza tanto dentro como fuera de la empresa. En un estudio reali- zado por Sroka y Lőrinczy (2015) dio como resultado que del total de los encuestados alrededor de un 54% tenían disyun- tivas éticas con respecto a ciertas funciones que desempe- ñaban dentro del departamento financiero, lo cual lleva a pensar que hay un problema desde la cabeza departamen- tal u organizacional. Dentro del análisis de Salazar y Rodríguez (2012) el rol del financiero se encuentra lleno de presiones de toda índole, por lo que muchos de los errores que puede cometer se da dentro de un contexto de estrés extremo, de presiones y de la responsabilidad de obtener resultados a corto plazo. Es por esto que un buen financiero debe tener la capacidad nece- saria de dirigirse y dirigir a su equipo humano de acuerdo a tres lineamiento claves: competencias profesionales, un alto sentido de que su comportamiento y objetivo debe ser coherente con la estrategia organizacional y con las priorida- des de la misma (Novoa, 2004). A pesar de que el profesionalismo de una persona no es sinónimo a ser ético, la importancia de tenerlo presente en los financieros es fundamental (Santos, 2016), ya que la falta de este ha llevado a que se revelen muchos fraudes a nivel 26 Cecibel Espinoza Carrión; María Peralta Mocha; María Pérez Espinoza, mundial a causa de las “prácticas creativas” de los financieros, en donde empresas como Enron, Parmalat, Tyco, permane- cieron por años con estados financieros falsos, solo con el fin de mantener una apariencia de solvencia económica frente al mundo, pero interiormente aniquilando la moral, los valo- res y la ética de quienes formaron parte de sus operaciones (Clavien, 2015). Santos (2016) sostiene que la persona que se encuen- tra sobre todo como jefe del área de finanzas debe cono- cer a profundidad cada uno de los procedimientos que se desarrollan en el departamento, debe estar al tanto de lo que desarrolla cada uno de sus subordinados, esto acom- pañado de un conocimiento más que profesional, es decir un conocimiento personal y profundo de la personalidad del empleado que le permita de cierto modo poder prede- cir sus comportamiento antes de que se den, así también debe tener la plena autoridad de ser visto como un ejem- plo de transparencia y confiabilidad, que las personas sepan que pueden acudir a él/ella en caso de un problema porque un acto incorrecto jamás estaría dentro del ADN de dicho departamento (Kay, 2015). Así también, un sistema de resguardo de doble confiabili- dad tanto el financiero como el gerente de toda la organiza- ción deben establecer sistemas de control diseñados para la prevención y para la actuación inmediata en el caso de que se de cualquier tipo de irregularidad (Woody & DeCorte, 2017) La teoría del triángulo del fraude Muchas personas consideran que dentro de las organizacio- nes existen ciertas áreas que no guardan mayor relación con la ética y sus principios, sin embargo dicha afirmación no posee ningún tipo de fundamento ya que por ejemplo las finanzas no pueden desarrollarse sin confianza y la confianza no es posible sin la ética, que es el filtro mental por el cual los colaboradores ciernen sus acciones y se muestran en su actividad laboral tal cual son con sus virtudes o sin ellas (Mar- tínez, 2011). La ética profesional en las finanzas 27 No es muy diversa la información disponible acerca de las teorías concernientes a los comportamientos no éticos en el trabajo, sin embargo en 1950 Donald Cressey, sociólogo, criminalista y penalista desarrolló la teoría del triángulo del fraude, el cual se encuentra integrado por tres elementos básicos que son: la oportunidad, la racionalización/actitud y el incentivo, motivación o presión, ver gráfico 1 (López & Sán- chez, El triángulo del fraude, 2012). Gráfico 1: Elementos del triángulo del fraude Incentivo Oportunidad Racionalización Fuente: López & Sánchez, (2012) El incentivo: Se puede decir que en la mayoría de los casos se manifiesta a través de una necesidad ya sea material o psicológica que lleva al colaborador a come- ter un acto ilícito, en la mayoría de los casos es el afán de lucro, sin embargo existen ciertas excepciones donde la necesidad se ha presentado por una circunstancia en particular como enfermedad, muerte, entre otros. Hay ciertos indicadores de acuerdo a López y Sánchez (2011) que si se empiezan a manifestar los jefes de área deberían estar atentos de sus subordinados, por ejemplo la situación económica de aquellas personas que no realizan un ade- cuado manejo de su presupuesto personal o familiar, extra- vagancias; así también situaciones que son indispensables como el pago de arriendo de la vivienda, pensiones de los hijos, enfermedades, muertes inesperadas, entre otros. 28 Cecibel Espinoza Carrión; María Peralta Mocha; María Pérez Espinoza, La oportunidad: Es aquella probabilidad percibida por el colaborador para poder cometer el acto de fraude con la plena confianza de que no lo descubrirán por su intachable trayectoria de la compañía o por el exce- lente nivel de planificación del acto. Existen ciertos indi- cadores que son promotores para darle la oportunidad al empleado para cometer el delito de acuerdo a Melé, Rosanas y Fontrodona (2017) pueden ser los siguientes: el exceso de confiabilidad por parte de los jefes hacia ciertos empleados sin ningún tipo de supervisión; el acceso privilegiado para el ingreso a áreas restringidas donde hay dinero, objetos de valor, archivos confiden- ciales, registro de firmas, permitiendo de esta manera que ciertas personas manejen una gran cantidad de información; el conocimiento del lugar de trabajo, tales como horarios, movimientos, turnos, lugares restringi- dos; faltas, fallas, desconocimientos, ignorancia, incom- petencia y debilidades de control interno y de las medi- das de seguridad. La racionalización: También hace referencia a la actitud que toma la persona que comete el fraude, viéndolo en la mayoría de los casos como un acto correcto, necesa- rio y justificado por las circunstancias. Al igual que en los elementos anteriores existen ciertos indicadores que de acuerdo a Chicmana y Pilco (2014) son los siguien- tes: la motivación ideológica que en su afán por hacer “justicia” está dispuesto a cometer actos incorrectos y también el sentimiento de justicia que no es otra cosa que aquellas situaciones dentro del desempeño de sus funciones que lo llevan a pensar que puede existir cierto favoritismo o que está soportando situaciones a las que no está dispuesto como abusos, maltratos psicológicos o fisicos, irracionalidad, acosos, entre otros. La ética profesional en las finanzas 29 La ética como estrategia de negocio inicial Muchas veces los actos éticos pueden ser considerados como un factor que se presenta en grandes corporaciones, con estructuras jerárquicamente marcadas y con procedi- mientos productivos altamente tecnificados, sin embargo no es así, ya que los problemas éticos se encuentran presentes en cualquier actividad económica, sin importar el tiempo, el tamaño o la naturaleza del mismo. La ética en lo que respecta al emprendimiento se enfrenta a varias etapas entre los diferentes actores que intervienen en el proceso desde la generación de la idea hasta la imple- mentación del negocio en sí (Fassin & Drover, 2017). Uno de los primeros actores es el emprendedor o fundador, el cual juega un papel transcendental desde el momento de la presentación de su idea de negocio, para lo cual muchos de ellos se plantean conseguir los fondos necesarios sin importar lo qué dicen, cómo lo dicen y sin medir realmente los resultados que prometen obtener frente a los inversionis- tas (Fassin & Drover, 2017). El segundo y tercer actor son aquellos que poseen el capi- tal para poder invertir en el negocio, por lo cual en gran parte de las negociaciones toman ventaja de su poder dentro de la negociación y plantean asociaciones que pueden perju- dicar al gestor de la idea, el cual con su afán de obtener el dinero, la gran parte de las veces por inexperiencia están dis- puestos a tomar ofertas que no necesariamente represen- tan la rentabilidad que esperaban alcanzar (O´brien, 2016). Finalmente, el equipo directivo, quienes son los encargados de manejar los fondos conseguidos y darle el correcto uso, inversión y destino para que el negocio sea rentable para todas las partes. A continuación se muestra el diagrama de interacción de los cuatro actores dentro del proceso de emprendimiento, (ver gráfico 2) en lo que corresponde al área de finanzas se enfrentan a los mismos desafíos que cualquier otra empresa de mayor tamaño. 30 Cecibel Espinoza Carrión; María Peralta Mocha; María Pérez Espinoza, Gráfico 2: Interacción de actores y problemas éticos en emprendimientos Problemas operacionales Problemas estratégicos Fundador Equipo Socio directivo capitalista Inver- sionista Problemas de gobernanza “ángel” Problemas relacionales Fuente: Fassin & Drover, (2017) La ética como estrategia de negocios a largo plazo Bancos, financieras, empresas comerciales, de servicios, aseguradoras, productoras, procesadoras, en fin, todo tipo de organización está expuesta a tener dentro de sus ope- raciones problemas éticos, sin embargo muchas empresas deciden hacer de la ética una parte integral de su negocio a tal punto que lo adhieren a la estrategia de negocio y en muchos de los casos, ha tenido tal impacto que se prolonga en el tiempo y hace de un negocio una muestra de confiabi- lidad a largo plazo (Nielsen, 2010). Hoy en día también entra en acción lo que se conoce como ética digital, que de acuerdo a Maggiolini (2014) debe ser una parte fundamental de la estrategia de negocio y se debe preservar en el tiempo, ya que el mundo y la cultura digital que lo rodea ha llevado a que las organizaciones digi- talicen y sistematicen todos sus procesos, por lo que se debe empezar a hablar de la “nueva ética”, una ética enfocada en La ética profesional en las finanzas 31 la tecnología y en las nuevas generaciones que están expues- tas a los desafíos dentro de las organizaciones. Así también, la tendencia de implementar y dar a cono- cer una “nueva ética” puede traer ciertos beneficios como el mejoramiento de los sistemas de control, el blindaje de información sensible y la reducción de la vulnerabilidad de los sistemas de información (Vargas & Díaz, 2016). Actual- mente es tan fácil poder vender bases de datos de clientes, arruinar la reputación de toda una organización con un clic, así como de sus miembros viralizando un video o una foto, pues bien, las empresas del siglo XXI deben estar prepara- das para eso y muchos más avances tecnológicos en redes sociales, en los sistemas de información y en el mundo en general (Maggiolini, 2014). Arestis, Charles, y Fontana (2015) afirman que las cri- sis mundiales que se han venido desencadenando desde el 2007 han marcado un antes y un después en el marco de las finanzas empresariales y su vinculación con la ética a largo plazo, ya que muchos empleados pertenecientes a grupos vulnerables han venido exponiendo disyuntivas éti- cas que ha permitido al mercado y al mundo entero cono- cer que muchos empleados no se encuentran preparados para tomar decisiones que los expongan a disyuntivas éticas. Por tanto Mina-Balanta (2014) afirma que: La ética hoy es una necesidad estratégica que bien estructurada permite asegurar la mejora creciente en la gestión de los negocios en una economía que se caracteriza por el predominio de la incertidumbre, la conectividad, las comu- nicaciones, la complejidad, la imprevisibilidad y la poca fuerza que conserva la planificación rígida por la reducción de la diferencia entre el corto y largo plazo, el predominio de la innova- ción y el poder del cliente para la determinación del éxito o fracaso del producto final; al asumir que la tendencia en el mundo de los negocios es disminuir costos e incrementar ingresos, se 32 Cecibel Espinoza Carrión; María Peralta Mocha; María Pérez Espinoza, observa que la ética juega un papel muy impor- tante para asegurar la permanencia estable de la empresa en el mercado con capacidad com- petitiva (p.821). ¿Podría fracasar la ética en las finanzas? Aunque resulte una aseveración muy fuerte, por supuesto que puede fracasar, y de acuerdo a Salazar y Rodríguez (2012) existen sectores más vulnerables que otros, por ejemplo “los mercados y servicios financieros se caracterizan por su vul- nerabilidad ante prácticas no éticas, posiciones desiguales de negociación y dificultades contractuales, lo que ocasiona la presencia de conflictos de interés entre los involucrados, asimetrías y manejo deshonesto de información (p.123)”. Boda y Zsolnai (2016) denotan dentro de su trabajo inves- tigativo que la ética es una práctica poco efectiva en las organizaciones cuando se cae en la paradoja de la adminis- tración ética, que no es otra cosa que el pago a los emplea- dos por el cumplimiento de deberes éticos y morales que deberían ser auto promovidos por su naturaleza como seres humanos y no pagados en recompensa de su actuar. Es decir, que a través de la paradoja de administración ética se atacan a los síntomas y no a la raíz, de tal manera que se tratan de disminuir los actos de corrupción pagando al per- sonal por no cometerlos, sin embargo esto promueve una cultura de competitividad y de búsqueda del bienestar pro- pio, creando así una acción ambigua que trata de disminuir los actos no éticos que perjudican a todos pero paga para que no sean cometidos y promueve el egoísmo y el interés propio (Madorran & García, 2016). De acuerdo a Boda y Zsolnai (2016), existen dos factores adicionales que se pueden dar para el fracaso de la ética en las finanzas, uno de ellos es la extrema presión propio del mundo de las finanzas, que lleva a los funcionarios que se encuentran a cargo a someterse a niveles de estrés tan ele- vados por estar enfocados plenamente en el resultado que los lleva a violar sus propias creencias por ir en pro de los La ética profesional en las finanzas 33 beneficios de los accionistas. El segundo de ellos, es la globali- zación que no solo ataca a nivel de producción y de satisfacción de las necesidades de los clientes, sino también a nivel de la tecnología que permite a las personas poder violar cualquier tipo de sistema de información. A pesar de lo anteriormente expuesto, se han creado varias maneras para promover las prácticas éticas en las organizacio- nes, entre las que se encuentra por ejemplo en los Estados Uni- dos la AGA (Association of Government Accountants) que de acuerdo a Woody y DeCorte (2017) es una asociación que se encarga de difundir los códigos de éticas y todo tipo de accio- nes que vayan alineados con dicho aspecto, de tal manera que sus miembros afiliados puedan promover en sus organizacio- nes la ética y todo lo que ella significa. Así también, de acuerdo a Black (2016) los GAAP (General Accepted Accounting Princi- ples) representan la base para el comportamiento contable y financiero dentro de las organizaciones, ayuda como su nom- bre lo indica con los principios básicos en lo que respecta a comportamientos éticos, anti corrupción y preventivos. Conclusiones A modo de conclusión se pueden mencionar tres aspectos cla- ves que se han desarrollado en el presente trabajo de investiga- ción. El primero de ellos es que la ética en los negocios surge como una respuesta a los cambios en las demandas de los clientes, en donde los colaboradores de las empresas debían estar preparados para responder a las interrogantes de los con- sumidores sin ocultar, engañar o perjudicar de manera alguna al cliente, lo cual llevó a las empresas a fijarse de una manera más profunda y detallada en la parte emocional, psicológica y moral de los colaboradores. El segundo aspecto clave tratado es el rol que desempeña el funcionario de las finanzas dentro de la organización, el mismo que debe ser un líder, ejemplo de transparencia y rectitud que proyecte dichos valores a sus subordinados y que estos sientan que cualquier tipo de irregularidad o actividad fuera de lo nor- mal debe ser reportada antes de exponerse a sí mismos a un 34 Cecibel Espinoza Carrión; María Peralta Mocha; María Pérez Espinoza, acto que muchas veces puede desencadenar consecuen- cias no éticos. Para concluir, el tercer aspecto está relacionado al rol en sí de la ética en la estrategia de negocio, ya sea en el ini- cio del emprendimiento o en el desarrollo de la actividad comercial propiamente dicha, los empresarios, financistas y todo el personal en general debe ver en la ética un aliado estratégico para la potencialización de la imagen corpora- tiva en el mercado, de tal manera que la empresa a través de las correctas prácticas de su gente pueda ganarse una reputación en el medio, frente a sus clientes, proveedores y competidores. 35 Referencia bibliográfica Arestis, P., Charles, A., & Fontana, G. (2015). Introduction to the special issue on “ethics”, global finance and the great recession. Review of Social Economy, 73(4), 311-314. doi:http://dx.doi.org/10.1080/00 346764.2015.1100848 Black, E. (2016). The ethical reporting of non-GAAP performance measures. Revista Contabilidad Financiera, 27(70), 7-11. doi:10.1590/1808-057x201690090 Boda, Z., & Zsolnai, L. (2016). 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