Desarrollo Evolutivo Del Niño De 0 A 6 Años PDF

Summary

This document provides an overview of child development from birth to age six, covering physical, cognitive, emotional, and social aspects. It discusses different theories of development, focusing on Piaget's and Vygotsky's theories. The document explores various stages of development, including sensorimotor, preoperational, and concrete operational stages.

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Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 1 TEMA 7 EL DESARROLLO EVOLUTIVO DEL NIÑO O NIÑA DESDE EL NACIMIENTO HASTA LOS SEIS AÑOS: ASPECTOS FÍSICOS, COGNITIVOS, AFECTIVOS Y SOCIALES. Organiza: CC.OO [email protected] Personal Lab...

Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 1 TEMA 7 EL DESARROLLO EVOLUTIVO DEL NIÑO O NIÑA DESDE EL NACIMIENTO HASTA LOS SEIS AÑOS: ASPECTOS FÍSICOS, COGNITIVOS, AFECTIVOS Y SOCIALES. Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 2 1.- INTRODUCCIÓN La identidad humana se construye a lo largo del desarrollo evolutivo por la influencia de las personas más significativas del medio familiar, escolar y social y como consecuencia, de las propias experiencias de éxito y fracaso. Se construye a través de un proceso sistemático de observación y reflexión simultáneas por las cuales el individuo se juzga a asimismo a la luz de las reacciones de los demás ante su conducta. Por tanto, el desarrollo psicológico constituye un proceso social y culturalmente asistido y mediado. La posibilidad de ejercer una labor tan compleja, la de ayudar a construir conocimientos favoreciendo el desarrollo de las capacidades del alumnado constituye, sin duda, un reto para todos los profesionales de la educación. Para enfrentarlo, debe poseer formación específica en psicología evolutiva y particularmente, en los perfiles de cada grupo de edad. Conociendo las bases del desarrollo, de donde se viene y donde se está, podremos perfilar el hacia dónde queremos ir, lo que implica establecer una orientación curricular verdaderamente promotora del desarrollo. Desde una perspectiva contextualista-interaccionista, admitiendo en todo caso, que el desarrollo psicológico es el resultado de las relaciones que el individuo mantiene con su entorno. ¿Se trata de un proceso endógeno o de un proceso exógeno? ¿De un proceso que va de fuera a dentro o fruto de aprendizajes específicos? Ante estas cuestiones, es aquí donde las teorías del desarrollo aparecen en escena. Son varias las teorías en las que nos podríamos sustentar. Pero nos centraremos en base a 2 de ellas por su importancia y representación: las Teorías del aprendizaje y las teorías cognitivas. La primera de ella pone el énfasis en cómo se aprende las conductas (condicionamiento) y como se puede aprender a partir de la observación de lo que hacen los otros (el “modelado” del aprendizaje social de ALBERT BANDURA) La segunda, secundada por el padre de la psicología evolutiva, el suizo Jean PIAGET, estudian los procesos, concibiendo al sujeto como un procesador activo de estímulos. El psicólogo suizo formuló un modelo explicativo sobre el aprendizaje basado en el concepto de la “acción”, de la experiencia. En otras palabras: en cómo el niño va sumando y reestructurando conocimientos y destrezas gracias a la interacción activa con el mundo que le rodea. A través de esta interacción, Piaget explicaba que las estructuras cognitivas se van complejizando hasta que el niño da significado (o sentido) a la realidad y construyendo su propio conocimiento. Así, PIAGET, desarrolla, sin duda, la Teoría del Desarrollo Cognitivo más utilizada hasta la fecha, dividiendo su estructura en los siguientes periodos: 1.-Periodo Sensoriomotor (0-18/24 meses): En esta etapa, el niño interacciona con el medio a través de los reflejos innatos que va modificando y perfeccionando por ensayo y error. Según detecta que sus acciones modifican el entorno, se despierta en él una clara intención exploradora Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 3 2. Periodo de preparación y organización de las operaciones concretas con 2 subperiodos: Subperiodo preoperatorio (1 ½,2 – 7 años): Es en esta etapa cuando el pequeño desarrolla la capacidad de representación. El niño crea imágenes mentales de la realidad, imita las acciones de los adultos y sus iguales, muestra claros signos de juego simbólico y sus competencias lingüísticas mejoran notablemente. Subperiodo de las operaciones concretas (7-11 años): Lo más característico de esta fase del desarrollo es que el niño utiliza la lógica para hacer sus inferencias sobre los sucesos y realidades. Esto se debe a que sus conocimientos anteriores se han organizado en estructuras más complejas, unificadas. 3. Periodo de las operaciones formales (11,12 -15-16 años): el adolescente, ante un problema, analiza todas las premisas y valora diferentes hipótesis sobre su causalidad o efecto. Para afianzar esta aproximación conceptual a los elementos básicos del desarrollo señalar que dentro de las teorías cognitivas nos encontramos con la Teoría Sociocultural del Bielorruso Lev VYGOSSKY, cuyas principales aportaciones a nuestra intervención la encontramos en la concepción del constructo teórico de Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), con sus 2 niveles: el primero, denominado Nivel evolutivo real, el cual nos señala el nivel mental del niño medido a través de la psicometría, principalmente; y el segundo, poniéndose de manifiesto ante la formulación de un problema que el niño no puede solucionar por sí solo pero que es capaz de resolver con la ayuda de un adulto o de un compañero eficaz. Como recordatorio de lo que hemos visto en temas anteriores de la preparación de esta oposición de Auxiliar Técnico Educativo, normativamente, la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, conocida como LOMLOE, señala en su artículo 13: “La educación infantil constituye la etapa educativa con identidad propia que atiende a niñas y niños desde el nacimiento hasta los seis años de edad”. Este mismo artículo, señala como la educación infantil contribuirá a desarrollar en las niñas y niños las capacidades que le permitan: 1. Conocer su propio cuerpo y el de los otros 2. Observar y explorar su entorno familiar, natural y social 3. Adquirir progresivamente autonomía en sus actividades habituales 4. Desarrollar sus capacidades afectivas 5. Relacionarse con los demás y adquirir pautas elementales de convivencia y relación social 6. Desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 4 7. Iniciarse en las habilidades lógico-matemáticas, en la lecto-escritura y en el movimiento, el ritmo y el gesto. Dicha etapa se ordenará en 2 ciclos. El primero, de 0-3 años y el segundo, desde los 3 a los 6 años de edad. 2.- DESARROLLO DE LOS ASPECTOS FÍSICOS El desarrollo físico y motor está fuertemente marcado por el “programa genético” heredado, que establece ciertos límites y marca el calendario madurativo de la evolución individual, que establecerá la curva del desarrollo motor, en la que hay que tener en cuenta: La variabilidad individual: tanto en los valores concretos de las diferentes variables como en las edades en que se produce cada logro y las distintas constituciones individuales. El dimorfismo sexual: el desarrollo femenino suele ir por delante hasta la pubertad y es más estable. Los criterios de normalidad: evolución continua, progresiva y dentro de unos valores apropiados. Durante la etapa de educación infantil, los niños van aumentando de talla y peso y, paralelamente, el cerebro continúa también su desarrollo, sobre todo en lo que se refiere al establecimiento de conexiones entre unas neuronas y otras, proceso que, aunque comienza en el embarazo, tiene su máximo exponente a esta edad. Al comienzo de la edad que se corresponde con el segundo ciclo de educación infantil, ya ha concluido la fase fundamental de la mielinización de las neuronas, con lo cual las actividades sensoriales y motoras son mucho más rápidas que en los primeros años. A partir de los 3 años, la actividad cortical es máxima, produciéndose las interrelaciones y coordinación entre las distintas zonas, que generan procesos cada vez más complejos. Sobre los 5/6 años, el lóbulo frontal ha madurado considerablemente, lo que permite la realización de actividades de regulación y planeamiento de la conducta, convirtiéndose en voluntarias muchas de las actividades que antes eran involuntarias. Como consecuencia en gran medida de estos procesos madurativos, el niño va desarrollando progresivamente un mayor control sobre su cuerpo, siguiendo las leyes del DESARROLLO NEUROMOTOR: Ley céfalo – caudal: El control neuromotor se establece siguiendo una pauta básica que progresa desde las zonas superiores del cuerpo a las inferiores (primero control de las zonas cercanas al cerebro y después de las más alejadas). Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 5 Ley próximo– distal: Se establece antes el control voluntario de las zonas centrales que el de las periféricas. Ley de diferenciación progresiva: Se establece primero el control neuromotor de las grandes masas musculares (motricidad gruesa) que el de los segmentos (motricidad fina), control que evoluciona además, de los más inespecífico a lo más específico en disociaciones progresivas. Durante toda la etapa, el niño va mejorando progresivamente el control de las piernas y brazos y su movimiento, llegando sobre los 5/6 años, a desarrollar una adecuada motricidad fina que le permite acceder a la escritura. No obstante, la enorme variabilidad que se produce en este aspecto, conseja esperar más que introducir precozmente estas habilidades, teniendo en cuenta que este tiempo de espera puede aprovecharse para afianzar las bases del desarrollo motor, cognitivo y motivacional. Es importante reseñar en esta etapa el progresivo control de esfínteres, que puede establecerse sobre los 2/3 años. , primero durante el día y después durante la noche. Como norma general, no es conveniente introducir precozmente el entrenamiento porque el niño puede carecer del control necesario y puede provocarse una tensión emocional innecesaria. En esta etapa es especialmente importante el tema de LA LATERALIDAD, que es el proceso por el cual un hemisferio cerebral pasa a desempeñar una dominancia funcional con respecto al otro, lo que se manifiesta en la preferencia de uso del segmento corporal del lado opuesto en el caso de los miembros simétricos (ojo, oído, manos y pies). Las preferencias laterales pueden ser: Homogénea: Si existe dominancia diestra o zurda en todos los segmentos. Cruzada: Si la dominancia es diestra en algunos segmentos y zurda en otros. Ambidextrismo: cuando la dominancia no es clara, existiendo semejante funcionalidad con los segmentos derecho e izquierdo. Contrariada: cuando la dominancia se hallaba establecida pero se ha contrariado (básicamente en la mano), presionando el uso del segmento contrario al dominante. En el caso de algunos niños la preferencia aparece claramente desde la primera infancia, y en otros no. No obstante es entre los 3 y 6 años cuando se produce la lateralización. Como norma general si no hay problemas es mejor no intervenir, y si es necesario hacerlo, partir de la preferencia lateral del niño y nunca antes de los 4 años. En ningún caso es aconsejable contrariar la preferencia del niño puesto que se entra en contradicción con la organización de su cerebro. Si el niño mostrara a una edad tardía Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 6 una indefinición de preferencia, es preferible provocar la lateralización diestra ya que la cultura de nuestra sociedad conlleva la utilización instrumental en este sentido. En cuanto a los aspectos simbólicos (todos los anteriores podríamos denominarlos aspectos práxicos), podemos señalar que el concepto de ESQUEMA CORPORAL (que se refiere a la representación mental que tenemos de nuestro cuerpo, de los diferentes segmentos corporales, de sus posibilidades de movimiento y acción así como de sus diferentes limitaciones), se va construyendo lentamente a partir de una imagen corporal inicial, como consecuencia de la experiencia, lo que propicia el ajuste de la acción motriz a nuestros propósitos. Por lo tanto el esquema corporal es un conjunto de representaciones simbólicas del propio cuerpo, una construcción progresiva en la que los nuevos elementos (perceptivos, motores, representaciones cognitivas, experiencia verbal) se van añadiendo a los ya existentes, como consecuencia de: ❖ La maduración neurológica y sensorial. ❖ La experiencia que actualiza esta maduración. ❖ La experiencia social: fundamentalmente del conocimiento del cuerpo del otro y del desarrollo del lenguaje el cual será un instrumento que aporta significación e integra en la experiencia del cuerpo la secuencialidad, la simultaneidad, las partes y la globalidad, la diversidad y la unidad, organizando la representación simbólica de la percepción y del movimiento corporal. La adquisición del esquema corporal sigue el siguiente proceso: Desde los primeros meses de vida, el bebé empieza a percibir los elementos de su propio cuerpo, mediante la información sensorial pero también mediante la información propioceptiva (información desde el aparato locomotor, los músculos y los tendones hasta el sistema nervioso, sobre la postura y movimientos de nuestro cuerpo). De los dos a los cinco años, los niños aumentan su calidad y discriminación perceptiva respecto a su cuerpo, enriqueciéndose el repertorio de elementos conocidos así como la articulación entre ellos. El desarrollo de las habilidades motrices facilita la exploración del entorno y las interacciones que éste establece con su cuerpo. Estas son las fases de exploración de uno mismo y de los demás. 1. A partir de los cinco años se produce la verdadera construcción del yo, los elementos se articulan e integran en un todo. El movimiento se comienza a reflexionar y el proceso de lateralización proporciona referentes externos estables (al sentirse los ejes corporales, el mundo se organiza en referencia a la posición del cuerpo). Esta etapa intermedia sirve para tomar conciencia de lo que se posee y lo que se puede lograr. 2. Posteriormente, y ya en la etapa escolar de cinco a siete años, culminará el proceso de construcción del yo corporal, con la potenciación de las representaciones mentales del propio cuerpo y el movimiento con relación al espacio y al tiempo. Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 7 Con respecto a la adquisición del dominio psicomotor, y aunque los procesos que integran el DESARROLLO PSICOMOTOR (desarrollo neurológico, desarrollo del esquema corporal, de los procesos de lateralización, cognitivos y del lenguaje) no son separados sino que constituyen un todo, para su estudio es necesario considerar los distintos aspectos por separado: La independencia motriz (y especialmente el dominio motor fino) o capacidad de controlar por separado cada segmento motor, va perfeccionándose progresivamente, eliminando durante la etapa de educación infantil (pero hasta los 7/8 años), la mayoría de las sincinesias y paratonías. La coordinación supone un proceso aparentemente opuesto al anterior, que supone la asociación de movimientos originariamente independientes y su automatización (lo que descarga el dispositivo cognitivo), disminuye el tiempo de reacción y de ejecución, especialmente si se produce con armonía, fluidez y soltura, Especialmente importante es el desarrollo visomotriz que se refiere a la capacidad de adaptación de la percepción y la actividad motriz: El niño va progresivamente ajustando el tono muscular(o grado de contracción que en cada momento tienen los músculos), a las exigencias de la situación, lo que garantiza una mayor adecuación de la acción a los objetivos, además de suponer una mejor representación y control voluntario del propio cuerpo. Además, el tono se relaciona (mediante complejos mecanismos neurológicos) con el mantenimiento de la atención (la hipertonía muscular dificulta el mantenimiento de la atención, aunque un cierto tono tónico es necesario para mantener la situación de alerta y activación) y con el mundo de las emociones y de la personalidad (las tensiones emocionales se traducen en tensiones musculares, y de sobra es conocida la importancia de la relajación). El control respiratorio es otra función corporal que, aunque sujeta a control automático, también puede controlarse voluntariamente (lo que implica conocer cómo se respira y controlar el ritmo y profundidad de la respiración). El aprendizaje de este control es importante porque, la respiración también se relaciona con los procesos de atención y las emociones. Con respecto al equilibrio, además de verse facilitado durante el primer año por el crecimiento del cerebelo, es condición de nuestro movimiento y de nuestras acciones, y de él dependen nuestra autonomía funcional y nuestra independencia motora, por lo que aunque también dependiente de control neuronal, la posibilidad de control consciente nos permite mejorarlo. La estructuración del espacio se relaciona con la consciencia de las coordenadas de movimiento y desarrollo de las acciones. Es necesario que el niño domine el espacio a nivel acción antes que de representación, es decir, que debe ser Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 8 capaz de organizar su acción en función de parámetros espaciales antes de iniciar su aprendizaje como nociones espaciales. Con respecto a la estructuración temporal, el niño estructura su actividad con respecto a estas nociones mucho antes de representarlas simbólicamente, y además esta representación es más complicada que la de la estructuración espacial (las relaciones espaciales son perceptivamente evidentes, pero las temporales sólo existen por las conexiones que se establecen mentalmente entre ellas). Otro aspecto implicado en el dominio corporal dinámico es el ritmo, que es la capacidad de adecuar el propio movimiento a las distintas pautas rítmicas. Gracias a la conjunción de la maduración neurológica y el aprendizaje, el niño va accediendo a un doble proceso de diferenciación de estos componentes y de integración de todos ellos en una totalidad crecientemente compleja y bien articulada: el esquema corporal. Desde el punto de vista cronológico, algunas de las adquisiciones psicomotrices más relevantes son: al mes, el niño cierra la mano ante un estímulo dentro de ella, a los 5 meses, la cabeza aparece erguida, a los 8 se pone de pie, a los 12 meses realiza la pinza digital, a los 15 ya anda solo, a los 3 años, puede comer sólo, a los 5 años, es capaz de escribir algunas letras y dibujar figuras y a los 6 años, su maduración cerebral es prácticamente completa. 3.- DESARROLLO LINGÚÍSTICO El niño cuando nace forma parte de un mundo social. Sus necesidades básicas exigen la colaboración de otros para poder ser satisfechas. Además también el grupo social necesita del niño para poder, no solamente perpetuarse, sino también transmitir su cultura (valores, normas, costumbres, enseñanza del lenguaje...). Para ello el grupo social se sirve de diversos medios: la familia y otros individuos que rodean al niño e interaccionan con él, distintas instituciones, los medios de comunicación social y otros instrumentos como los libros, juguetes etc., que actuarán sobre el niño dependiendo de muchos factores como la clase social, el país, las características particulares... Los inicios de la comunicación en el niño se relacionan con los inicios de su vida social, ya que desde el primer momento niño y adulto comparten unos primitivos significados que actúan de reguladores del comportamiento, ligados a las primeras necesidades biológicas del bebé. De esta manera surgen los rudimentos del pensamiento. Además, desde los primeros momentos, este desarrollo social se confunde con el desarrollo afectivo del niño, a través, en primer lugar, de la “figura/s de apego”. El lenguaje aparece en todos los niños “normales” con marcos cronológicos similares, aunque el ritmo de progresión puede variar. Existe, pues, una regularidad en las etapas (definidas a efectos metodológicos), aunque es preciso recordar que el Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 9 desarrollo lingüístico debe ser comparado con el desarrollo motor y cognitivo del niño, y que no depende sólo de factores madurativos, sino de la interacción del ambiente con el que interactúa. En los primeros meses de vida del bebé, la habilidad comunicativa es muy importante y se relaciona con los orígenes de su vida socioafectiva, en el sentido de que es con las figuras de apego con quienes va a comunicarse y a establecer las primeras interacciones lingüísticas. El bebé nace con cierto grado de adaptación para incorporarse a las rutinas del intercambio social. Así desde el nacimiento lleva a cabo un repertorio conductual que le permite establecer una relación primaria con los demás seres humanos, dándose lo que se denomina “intersubjetividad primaria” entre el niño y el adulto (que es la acomodación que los niños hacen de su control subjetivo a la subjetividad de los otros), aprendiendo primero las características de la estructura básica del comportamiento entre dos seres humanos y distinguiendo pronto (2/3 meses) a los seres humanos de los demás objetos. Varias conductas hacen posible esta interacción: Reconocimiento de la voz humana (reacciones con movimientos específicos) y distinción de distintos sonidos. Sincronización de los movimientos del cuerpo con el habla del adulto. Reacciones ajustadas a comunicación no verbal (gestos, miradas...). Movimientos debidos a sucesiones rápidas de pequeñas contracciones entre los músculos de los labios y la lengua (precursores de las vocales delanteras y consonantes palatales) que tienen semejanza con los que realizan los adultos al hablar. Reconocimiento de voces familiares, y especialmente de las de las figuras de apego. Emisiones vocálicas: Además de los sonidos propios del llanto, las vocalizaciones están presentes desde prácticamente el primer mes de vida (balbuceos), y a partir del mes y medio puede aparecer cualquier fonema de las lenguas conocidas (incluso en niños sordos). Imitación y reproducción de vocalizaciones fonemáticas presentes en el entorno lingüístico (Es la interacción social con los otros, lo que va a ir estableciendo el uso de los fonemas de la lengua que se habla en el entorno). Progresivo desarrollo biológico del bebé que le permite incorporarse a nuevos entornos interactivos (sostenimiento de la mirada, maduración de los órganos articulatorios...). Además el adulto, desde el nacimiento del niño, busca adaptar su conducta a las pautas de conducta infantiles: Adjudicando significado a las emisiones del bebé y ajustándose a las mismas. Estableciendo un marco estable de interacción, permitiendo un entorno predecible, limitado y repetitivo. Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 10 La preferencia que el niño muestra ante ciertos estímulos unido a las adaptaciones del adulto que adjudican intencionalidad a las acciones del niño, provoca la aparición de PROTO-CONVERSACIONES (diálogos primitivos caracterizados por contacto ocular, sonrisas, gorjeos y alternancia de expresiones, que progresivamente se van haciendo más definidos: vuelta de la cabeza cuando oye hablar, búsqueda visual...), ya en niños de 2 meses. A partir de aproximadamente los 4 meses el niño comienza a diversificar su interés entre los adultos y el mundo de los objetos, lo que comporta un progreso en el dominio de la comunicación (las interacciones son cada vez más complejas). Entre los 6 y los 12 meses: Hacia los 6 meses el niño empieza a emitir sonidos vocálicos y consonánticos más diferenciados y complejos, en forma de sílaba a veces repetida. Es la etapa del BALBUCEO, en la que empiezan a tomar forma la entonación, las inflexiones de la voz, el ritmo... El lenguaje del niño es cada vez más, reflejo del lenguaje de su entorno accediendo alrededor de los 9/10 meses a una etapa que se ha denominado ecolalia, en la que los niños empiezan a prestar más atención a estos sonidos familiares y a imitarlos aunque de forma imperfecta (Laleo). Se va desarrollando progresivamente una “intersubjetividad secundaria” en el que el niño busca el soporte del adulto para conseguir lo que desea. En el transcurso del segundo año: Hacia los 12 meses se producen las primeras palabras (el momento de aparición tiene relación con la identificación más o menos temprana por parte de los padres) dándole, pues, significado permanente a determinados sonidos. El vocabulario del niño en esta etapa (12- 18 meses) es de unas 20 palabras. Una misma palabra le sirve para designar objetos o hechos distintos pero relacionados, y los significados dependen del contexto. A partir de los 18 meses el niño empieza a emitir frases de dos palabras con una sintaxis propia.El vocabulario se va ampliando (unas 100 palabras a los 20 meses, 300 a los 2 años, 1000 a los 3 años). Es una fase de EXPLOSIÓN LINGÜÍSTICA. A partir del tercer año: De los 2 a los 4 años, se da un considerable avance en la articulación de las consonantes hasta completar el repertorio, aunque se mantienen errores en los grupos consonánticos. De los 2 a los 3 años puede comprender todo lo que se le dice y comienza a preguntar el nombre de las cosas en su deseo de dominar el lenguaje como instrumento de comunicación. De los 3 a los 6 años, la asistencia a la escuela supone nuevas experiencias y exigencias, así como nuevos modelos de aprendizaje socio- lingüístico. Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 11 En general hacia los 4 años el lenguaje del niño está bien establecido, aunque todavía muestra desviaciones de la norma del lenguaje del adulto. Sobre los 5 años ya ha adquirido la distinción de uso correcto de género y número y las reglas morfosintácticas básicas. Es determinante el entorno socioafectivo para el desarrollo del lenguaje, que su carencia hace que el niño no aprenda a hablar y detenga su posterior desarrollo normal. Emoción y afectividad son los elementos básicos que motivan el habla del niño: durante la etapa preverbal el habla es más emocional que intelectual. A partir de entonces, el lenguaje se va desarrollando rápidamente y el niño empezará a generalizar el uso de las palabras que vaya aprendiendo (lo que el adulto reforzará y modelará, obligándolo a usar las palabras de forma cada vez más precisa) y lo aumentará con la interacción de nuevos entornos sociolingüísticos especialmente con la escuela. Será, por lo tanto, determinante para el desarrollo lingüístico del niño, las características de los entornos en los que esté inmerso. La calidad lingüística del entorno familiar, condicionará la corrección y riqueza de su lenguaje, y lo mismo sucederá con los demás entornos. La relación con iguales va a permitir al niño el aumento de las actitudes comunicativas, así como el aprendizaje y entrenamiento en habilidades sociales, mediatizadas por el lenguaje, de modo más espontáneo que en las relaciones con los adultos. Por otro lado, las experiencias escolares tempranas, le permiten el acceso a un entorno más diferencial en el uso del lenguaje (referencias a objetos, acciones etc. de contextos lejanos, establecimiento de interacciones de tipo diferente, no tan individualizada...). 4.- DESARROLLO AFECTIVO Y SOCIAL: El proceso de desarrollo socioafectivo contiene varios aspectos. Fundamentalmente: el proceso de socialización, el conocimiento social y desarrollo moral y el desarrollo afectivo y de la personalidad. Desde que nace, el niño depende, para su supervivencia, del grupo social en el que vive. Por lo tanto, el proceso de socialización es un proceso interactivo, necesario para ambas partes y constan de tres procesos que aunque no se dan de forma desligada, podemos diferenciar para su estudio: Procesos mentales de socialización: adquisición de conocimientos. Procesos afectivos de socialización: formación de vínculos. Procesos conductuales de interacción: conformación social de la conducta. Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 12 Los procesos mentales de socialización son muy amplios y diversos: conocimientos de valores, normas, costumbres, personas, instituciones, símbolos sociales, aprendizaje del lenguaje y adquisición de los conocimientos transmitidos por la sociedad. Estos procesos permiten al individuo ajustarse a las demandas del grupo social y son de dos tipos: Los referidos a las personas: reconocimiento de expresiones emocionales (desde el nacimiento), diferenciación entre conocidos y extraños (a partir del segundo trimestre), reconocimiento de sí mismo. Los referidos a la sociedad: conceptos de las instituciones, normas, valores o conceptos sociales. Los procesos afectivos de comunicación se refieren al establecimiento de vínculos afectivos con las personas que configuran su entorno social y son la base de las conductas prosociales. Estos procesos (el apego a partir de los dos meses, las relaciones privilegiadas con otros individuos, los celos...) mediatizan todo el proceso de socialización de los individuos. Los procesos conductuales de socialización son los relacionados con la adquisición de conductas socialmente deseables en el entorno social en el que el niño se mueve y la evitación de conductas antisociales. Estos procesos conductuales (hábitos y habilidades sociales) descansan en los dos anteriores. Este proceso de socialización se produce fundamentalmente en tres contextos distintos: En el contexto familiar el niño realiza los aprendizajes básicos para la interacción social, aunque limitado por: ▪ La orientación genética de algunas características infantiles. ▪ La influencia de otros agentes de socialización. ▪ El propio condicionamiento a que estás sometida la familia por su contexto sociocultural y su propia historia. La influencia del contexto familiar en el niño debe ser entendida desde la consideración de la misma como un sistema, cuyos principios básicos serían: ▪ La bidireccionalidad de los procesos de interacción. ▪ La diferencia no intercambiable entre los roles del padre y la madre. ▪ Los efectos indirectos que produce cada miembro de la familia en el niño a través de su interacción con otra persona. Un aspecto fundamental del contexto familiar es el que se refiere a los patrones de actuación de los padres, que difieren en cuatro dimensiones: o El grado de control que ejercen sobre el comportamiento infantil, las distintas estrategias que utilizan para ejercerlo (afirmación del poder, retirada del afecto, inducción...) y la consistencia o inconsistencia del mismo. Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 13 o La comunicación que puede estar basada en el diálogo o en la imposición. o Las exigencias de madurez, que oscila entre la sobreprotección y la exigencia de un alto nivel de autonomía. o El afecto en la relación que matiza todas las dimensiones anteriores. La combinación de estas cuatro dimensiones da lugar a los estilos parentales, que pueden ser: o Autoritario: Cuando los padres manifiestan un alto nivel de control y de exigencias de madurez y bajos niveles de comunicación y afecto explícito, que da lugar a un perfil de niños obedientes, ordenados, poco agresivos, tímidos, poco tenaces, poco afectivos, poco afectuosos, locus de control externo, baja autoestima, dificultades para relacionarse... o Permisivo: Cuando los padres manifiestan un bajo nivel de control y exigencia de madurez pero alto de comunicación y afecto, lo que provoca en los niños escaso autocontrol, inmadurez, frecuente autoestima baja, poca asunción de responsabilidades, tendencia a la vitalidad y alegría... o Democrático: Cuando los padres presentan un alto nivel en las cuatro dimensiones, lo que provoca un alto grado de autocontol y autoestima, confianza en sí mismo, iniciativa, persistencia en las tareas, alta interacción social... EL contexto escolar es pronto un importante contexto de socialización, algunas de cuyas peculiaridades son: ▪ Las relaciones básicas no son del tipo afectivo sino más formales, condicionadas por las metas y tipos de organización. ▪ Las actividades en que se implican los niños son de naturaleza descontextualizada (según fines y objetivos educativos sistematizados), con contenidos no siempre significativos y sentido a largo plazo y con pocas interacciones. ▪ El lenguaje es bastante dexcontextualizado (tanto en el vocabulario como en los temas). Las relaciones con sus iguales son de gran importancia, y se caracterizan por: ▪ A partir de los 3 años se caracterizan por ser de tipo asociativo y colaborativo (hasta entonces eran en paralelo). ▪ Las relaciones grupales le exigen al niño competencia comunicativa, coordinación de intereses y perspectivas, autocontrol conductual... ▪ La relación entre iguales se establece a partir de preferencias (de actividad, de temperamento, de rasgos externos comunes...). ▪ La amistad se entiende como algo coyuntural, ligado a la acción. ▪ Existen preferencias y rechazos muy marcados respecto a los demás. ▪ Son frecuentes las disputas (ligadas al control de los objetos). Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 14 CONOCIMIENTO SOCIAL Y DESARROLLO MORAL: Se refiere al conocimiento que los individuos tienen de las instituciones y el propio desarrollo moral que realizan. Sus aspectos más destacados son: *La construcción del conocimiento social que incluye el conocimiento interpersonal, de los grupos y de las instituciones (que se basa en experiencias de sentimientos compartidos con fuertes componentes interactivos y empáticos y con dificultades debidas a la impredictibilidad), mediante esquemas de conocimiento (esquemas de personas y de roles sociales) y la habilidad de adopción de otras perspectivas. *El conocimiento interpersonal que se basa en un conocimiento de las características del otro: ▪ Basado en las manifestaciones perceptibles. ▪ Su percepción de las características psicológicas de los demás tiene un carácter global y poco preciso. ▪ El conocimiento de situaciones sociales y la adecuación al seleccionar el comportamiento adecuado dependen estrechamente del grado de familiaridad con aquellas. ▪ No hay sentido de la contradicción al atribuir características incompatibles en una persona. ▪ Hay un cierto egocentrismo cuando en la situación hay una implicación fuerte de la propia perspectiva. Y un conocimiento de las relaciones interpersonales: ▪ Que se apoya en aspectos perceptivos. ▪ Dominado por el propio interés. ▪ Percibidas como algo establecido y no construido entre los sujetos. El desarrollo moral implica la adquisición de juicios y valores a partir de la interiorización de los valores sociales y la adquisición progresiva del control de la propia conducta, mediante un proceso constructivo. El comportamiento moral en esta etapa se mide por la existencia del comportamiento prosocial del niño, que se da ya en los primeros meses 18/24 y que va evolucionando durante la etapa, complejizándose y ganando en sutileza (aunque limitados por la familiaridad). DESARROLLO AFECTIVO Y DE LA PERSONALIDAD La construcción de la personalidad es uno de los más polémicos en psicología. Sin entrar en los distintos enfoques propuestos, parece claro que desde las distintas perspectivas se enfatiza la importancia de las relaciones padres – hijos para el desarrollo de la personalidad infantil. No obstante, es necesario recordar que ninguna etapa evolutiva constituye una realidad separada de las demás y que la influencia de las relaciones parentales en el desarrollo de la personalidad es una de las más importantes pero no la única. Los distintos enfoques coinciden en: Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 15 La opinión de que alrededor de los tres años se dan en el niño una serie de cambios que lo hacen salir de la dependencia de la primera infancia y activan las conductas de diferenciación y autonomía. Este hecho junto a la presión socializadora de los padres y a los procesos de imitación, hace que el niño tienda a comportarse como el padre del mismo sexo y a buscar una cierta relación preferencial con el padre del sexo opuesto. Estas conductas de imitación y de diferenciación llevan al niño a la interiorización de comportamientos, juicios, valores y normas, es decir, a un fortalecimiento de la consciencia (lo que produce su desarrollo moral). Además se producen en el niño otros fenómenos básicos como son: ▪ El desarrollo del autoconcepto: El autoconcepto se refiere a las características o atributos que utilizamos para describirnos a nosotros mismos. El desarrollo del autoconcepto en la edad infantil se caracteriza por: La tendencia a describirse según atributos perceptivos externos (actividades que realizan, logros, habilidades, apariencia física...). La tendencia a describirse en términos globales, vagos e inespecíficos. La tendencia a concebir las relaciones sociales como simples conexiones entre personas (se definen como amigo, hermano...) y no en términos de relaciones interpersonales. La tendencia a elaborar el autoconcepto sobre la base de evidencias externas, puntuales y arbitrarias. ▪ El desarrollo de la autoestima: la autoestima se refiere a la valoración o enjuiciamiento que hacemos de nuestro autoconcepto. Este es un factor muy estudiado, debido a que es un claro determinante del éxito escolar, relaciones sociales y salud mental. No está claro si existen unos rasgos evolutivos en el desarrollo de la autoestima, pero parece clara la influencia de los estilos parentales. Así correlacionan con una autoestima positiva: ✓ El afecto explícito de los padres y la aceptación ✓ Las normas claras, objetivadas, razonadas y aplicadas flexiblemente. ✓ Los sistemas de control conductual (disciplina) no coercitivos y razonados (que ayudan a desarrollar los controles internos). ✓ Los contextos familiares democráticos con altos niveles de comunicación y favorecimiento de la autonomía infantil. ✓ La identidad y la tipificación sexual (identidad de género): En torno a los 2 años los niños empiezan a ser conscientes de que hay objetos sexualmente marcados y entre los 2/3 años se clasifican a sí mismos en uno u otro grupo sexual, para lo que se guían por atributos externos. Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 16 Los niños de la etapa infantil prefieren como compañeros de juego a otros niños de su mismo sexo y toman como modelos a personas de su mismo sexo. Por otro lado, la constancia del sexo no la percibirán totalmente hasta los 6/7 años. En torno a los 3 años los niños son bastantes permisivos en cuanto a las desviaciones sobre las expectativas y estereotipos sexuales vigentes, pero posteriormente, y hasta los 8/9 años, se vuelven muy estereotipados (posiblemente porque esto le ayuda a la construcción cognitiva de su identidad sexual), desaprobando y ridiculizando a quienes se desvían de los roles y estereotipos convencionales (sobre todo los chicos posiblemente por las características de su socialización diferencial). 5.- DESARROLLO COGNITIVO: El desarrollo cognitivo durante la etapa de educación infantil, coincide (siguiendo la teoría de Piaget) con dos estadios del desarrollo de la inteligencia: El estadio sensoriomotor (de 0 a 2 años). El estadio preoperatorio (de 2 a 7 años). Durante el estadio sensoriomotor el niño se relaciona con el mundo a través de los sentidos y de la acción. Las pautas de comportamiento repetibles, generalizables y perfeccionables que el niño utiliza en esta relación son los esquemas (por ejemplo el chupar). Estos esquemas se organizan mediante un proceso que se llama reacción circular (que es un segmento de conducta que el bebé asocia a una consecuencia que intenta reproducir repitiendo dicha conducta). Según la complejidad de estas reacciones circulares podemos diferenciar: ✓ Reacciones circulares primarias (1/4 meses): Son esquemas simples, descubiertos fortuitamente por el bebé (a partir de la conducta refleja que es un esquema motor que se va adaptando a nuevas condiciones estimulares) y circunscritos a su propio cuerpo (por ejemplo chuparse el dedo). Si el esquema motor se consolida (porque le resulta placentero) se instaura un hábito. ✓ Reacciones circulares secundarias (4/8 meses): Son coordinaciones de esquemas simples cuyas consecuencias son inicialmente causales, que se centran en el entorno físico o social del bebé (por ejemplo agitar un sonajero). Son unos esquemas de acción que revelan una pre intencionalidad. ✓ Reacciones circulares terciarias (12/18 meses): Resultan de coordinar flexiblemente esquemas secundarios, experimentando nuevos medios Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 17 conducentes a un efecto buscado (por ejemplo probar a ver que pasa sí...) Implican intencionalidad. La culminación del estadio sensoriomotor coincide con el acceso a la función simbólica. Los símbolos se originan en la acción, tanto en cuanto a los significantes (que proceden de la imitación) como en cuanto a los significados (que surgen de la asimilación de los nuevos contenidos a los esquemas previos). El estadio preoperatorio se puede considerar, en realidad, como un subestadio dentro del de las “operaciones concretas”, y en sí mismo consta de dos etapas: La etapa del pensamiento simbólico y preconceptual (2/4 años): Se caracteriza por: ✓ La aparición de la función simbólica, que sirve para evocar significados ausentes mediante significantes. Los símbolos pueden ser palabras, códigos convencionales, gestos, dibujos... y con lo que el niño comienza a manipular la realidad no ya directamente sino mediante representaciones mentales. ✓ Las dificultades para aplicar los esquemas representacionales a lo no presente (espacial o temporalmente). ✓ La utilización de los preconceptos que son las primeras nociones que el niño utiliza en la adquisición del lenguaje y suponen un paso intermedio entre el esquema sensoriomotor y el concepto, utilizando imágenes de objetos prototipo. ✓ El razonamiento transductivo que va de lo particular a lo particular (el niño se centra en un aspecto de una situación y que procede por analogías inmediatas y no por deducción (y saca una conclusión relativa a otra situación asimilando indebidamente ambas situaciones). La etapa del pensamiento intuitivo (4/8 años): se caracteriza por: o Incipiente capacidad de conservación al poder empezar a centrarse en dos dimensiones a la vez. o Comienzo de la realización de operaciones de clasificación, ordenación y secuenciación. o Ausencia de equilibrio entre los mecanismos de asimilación y acomodación, ya que el pensamiento es inestable, discontinuo, mutable y puede centrarse de manera extrema en los intereses subjetivos del momento. o Experiencia mental en el sentido de que supone una replicación paso a paso y fiel de las acciones concretas. Aunque tiene un cierto carácter representativo, todavía está más ligado a las acciones y sus resultados que a las construcciones más abstractas y esquemáticas. o Centración o tendencia a centrarse en unos aspectos de la situación desechando los otros, lo que provoca una deformación del juicio o razonamiento. Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 18 o Irreversibilidad o imposibilidad para comprender el carácter reversible de unja acción. o Egocentrismo o tendencia a tomar el propio punto de vista como el único, desechando el de los otros. o Sincretismo o percepción global y según esquemas perceptivos de la realidad, que lleva a un razonamiento intuitivo no reflexivo, en el que se pasa de una premisa a una conclusión sin enlaces lógicos. o Yuxtaposición o incapacidad para explicar algo como un todo coherente, porque se tiene una percepción episódica de la realidad. Narración de las experiencias de manera fragmentaria, sin conexiones temporales, lógicas o causales. o Representación del mundo mediante: realismo (indiferenciación entre mundo físico y psíquico), animismo (atribución de vida y consciencia a los cuerpos inanimados), artificialismo (tendencia a considerar a todas las cosas como producto de la actividad humana) y precausalidad (confusión entre causas y motivos). o Incapacidad para comprender las secuencias temporales como reversibles. o El dibujo se carga de interpretaciones y significados permitiendo expresar las imágenes mentales que posee. 6.- ALTERACIONES EN EL DESARROLLO. Podemos definir de forma genérica las alteraciones en el desarrollo como las desviaciones significativas de los ritmos y pautas evolutivas típicas, viéndose así justificada la necesaria intervención adicional para atender las necesidades educativas que puede presentar el individuo. El objetivo educativo sigue siendo el mismo el “máximo desarrollo de las potencialidades”. Haremos una breve exposición de las alteraciones que nos podemos encontrar en los distintos ámbitos del desarrollo: Las alteraciones motoras son consecuencia de disfunciones, por razones distintas, que implican limitaciones posturales, del desplazamiento y de coordinación de movimientos. El origen puede ser congénito o adquirido, y se puede presentar con grados muy variables. Los trastornos motores más habituales en el ámbito escolar están relacionados con: Parálisis cerebral. Espina bífida Distrofias musculares. Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 19 Las alteraciones en el desarrollo cognitivo afectan a diferentes funciones cognitivas. Éstas son aquellas que nos habilitan para realizar tareas. Podemos distinguir dos tipos de funciones que intervienen en los procesos cognitivos y pueden presentar alteraciones: las funciones cognitivas básicas o primaria y las funciones complejas o superiores. En el ámbito escolar, y en la etapa de educación infantil, nos podemos encontrar, entre otros: Discapacidad intelectual lo que implica alteraciones de determinadas capacidades implicadas en la inteligencia: atención, memoria y procesamiento de la información en todas sus fases: entrada, proceso y salida. Trastornos del Neurodesarrollo como: Trastorno del Espectro Autista y Trastorno por déficit de Atención e Hiperactividad. Las alteraciones del desarrollo comunicativo-lingüístico forman parte, como recoge el DSM-V, de los trastornos del neurodesarrollo y se incluyen los siguientes: Trastorno del Lenguaje Trastorno de fluidez de inicio en la infancia (Tartamudeo) Trastorno de la Comunicación Social (Pragmático) Trastorno fonológico Trastorno de la Comunicación no especificado. Las alteraciones del desarrollo afectivo y social conducen, generalmente, en el ámbito educativo a trastornos relacionados con el incumplimiento de normas. El denominador común de todos estos trastornos es la aparición de una conducta desadaptada, que puede implicar escaso control emocional, agresividad o baja adaptación al entorno, resultando un comportamiento de riesgo tanto para el propio individuo como para aquellos que le rodean. Dentro de la Clasificación Diagnóstica de los Trastornos Mentales DSM-V nos encontramos: Trastorno negativista desafiante Trastorno explosivo intermitente Trastorno de la conducta. Trastorno de la personalidad antisocial Piromanía Cleptomanía Trastorno destructivo, del control de los impulsos Organiza: CC.OO [email protected] Personal Laboral JCCM: Auxiliar Técnico Educativo 20 Hecho este breve recorrido nos parece importante reseñar que lo verdaderamente importante no es clasificar a un alumno por la alteración o alteraciones en el desarrollo que pueda presentar. Esta circunstancia se recogerá en el Informe Psicopedagógico si procede realizarse. En todo caso el equipo docente, coordinador por el tutor o tutora del alumno deberá analizar las implicaciones educativas que están asociadas a las alteraciones o trastornos que pueda presentar el alumno. Desde este conocimiento se podrá elaborar, si procede, un Plan de Trabajo para dar respuesta educativa al alumno. Siempre con la colaboración e intervención familiar tanto en el diagnóstico, en las implicaciones educativas que se producen como en la puesta en marcha de la respuesta más adecuada. Organiza: CC.OO [email protected]

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