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Universidad Nacional Autónoma de México

1994

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dental anatomy odontology health sciences medical education

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ANATOMÍA DENTAL TEXTOS UNIVERSITARIOS FACULTAD DE ODONTOLOGÍA COORDINACIÓN DE HUMANIDADES RAFAEL ESPONDA VILA ANATOMÍA DENTAL UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO MÉXICO 1994 Primera edición: 1964 Segunda edición: 1970 Tercera edición: 1975 Cuarta ed...

ANATOMÍA DENTAL TEXTOS UNIVERSITARIOS FACULTAD DE ODONTOLOGÍA COORDINACIÓN DE HUMANIDADES RAFAEL ESPONDA VILA ANATOMÍA DENTAL UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO MÉXICO 1994 Primera edición: 1964 Segunda edición: 1970 Tercera edición: 1975 Cuarta edición: 1977 Quinta edición: 1978 Sexta edición: 1981 Primera reimpresión: 1994 DR © 1994, Universidad Nacional Autónoma de México Ciudad Universitaria. 04510. México, D.F. COORDINACIÓN DE HUMANIDADES FACULTAD DE ODONTOLOGÍA Impreso y hecho en México ISBN 968-58-0231-9 En esta edición, al igual que en las anteriores, dedico esta obra, como un homenaje, a la sagrada memoria de mi padre, el Sr. Dr. Zacarías Esponda Moguel, quien con su ejemplo y profesionalismo me enseñó a querer devotamente a la profesión odontológica. El Dr. Zacarías Esponda M. nació en Chiapas el año de 1875 y se graduó como Doctor en Cirugía Dental (DDS) en el año de 1899 en la Universidad de Pensilvania, Filadelfia Pa. EUA. Fue el primer pro- fesor de Prótesis Estética que utilizó porcelana, en la Escuela Nacional de Odontología, UNAM, de 1926 a 1933. INTRODUCCIÓN Esta es la sexta edición, la cual también me hace recordar mis inicios como maestro de la clase de Anatomía Dental. Antes se usaba, a manera de texto, unos apuntes hechos en mimeógrafo que eran poco eficientes. Para facilitar las exposiciones en la clase, confeccioné unos dibujos de los dientes, en varias perspectivas, de casi un metro de tamaño que se fijaban en la pared para su exhibición. Con posterioridad modelé unos dientes de diez diámetros lineales para ilustrar mejor las clases. Poco a poco fui corrigiendo y aumentando los apuntes iniciales y de esta manera nació este libro. Lo que sigue es una compilación de lo dicho como "Introducción" en las ediciones anteriores. Son aseveraciones que se hacen y tienen su explicación en el mismo estudio de la materia. La Anatomía Dental es una materia árida y tediosa, por lo que se sugiere estudiarla con un espécimen anatómico a la vista, para comprenderla mejor. Es también una de las materias más importantes en la carrera de Odontología. Sus principios brindan conocimientos esenciales para otras especialidades, con las cuales tiene estrecha conexión. Si se conoce bien la forma de los dientes, su función, posición, tamaño y estructura, será tarea fácil hacer una reconstrucción de cualquiera de sus partes. En la didáctica moderna el método de enseñanza objetiva, concede mayor efectividad a la comprensión y retención del tema o de la forma, sobre todo, si, como en el presente caso, se trata de la anatomía, en la cual el estudio de una parte cualquiera de un órgano, debe relacionarse conjuntamente con las demás que lo constituyen de los órganos vecinos. La técnica audiovisual no es nueva, ya los antiguos mexicanos la usaban ampliamente. Al carecer de escritura fonética, los aztecas se valían de jero- glíficos y pinturas que coleccionaban en grandes biombos o rollos, que el pro- fesor exhibía en el Calmécac ante los alumnos; así, éstos aprendían con los sentidos de la vista, el oído y el tacto. La tarea del profesor consistía en repetir la misma clase tantas veces como fuera necesaria, hasta convencerse de que el discípulo sabía tanto como él. Para grabar y retener de manera definitiva en la mente, la forma de una cosa o de un objeto es necesario: palpar, dibujar y sobre todo modelar o tallar aquella forma, con los propios dedos y con los instrumentos apropiados. Al ir dando, lentamente con la mano la forma requerida que la mente ordena y la inteligencia dirige, se va estereotipando en la corteza cerebral, tanto el es- fuerzo de los músculos al producir el movimiento necesario para ejecutar la acción, como la forma anatómica que se trata de reproducir. De esta manera se adquiere la destreza y se conserva el recuerdo de dicha forma. Mientras más profundo y repetido sea el aprendizaje, más arraigado quedará su recuerdo. Se describe un método para el tallado de cada diente. Debe hacerse usando un material de dureza apropiada, como cera o jabón, que pueda trabajarse lo mismo en verano que en invierno, y que al manipularse no se deforme con el calor de las manos y permita obtener un acabado y pulido de óptima apariencia. 8 ANATOMÍA DENTAL Las medidas que se sugieren para los tallados son las que señalan las dimen- siones naturales de tamaño máximo, según la tabla ideada por Black. De este modo se consigue familiarizarse con el manejo de la cera y, asimismo, acos- tumbrarse a ver su tamaño natural. El tallado o modelado debe hacerse con el texto a la vista, repasando la des- cripción de todas las superficies dentarias observadas desde diferentes perspectivas, y poniendo mucha atención en lo que se refiere a curvatura y dimensión. Durante el curso de su vida profesional, el dentista tiene necesidad de hacer tallados y modelados en una gran parte de su tiempo, y si tiene que ser de esta manera, cuanto mejor si lo hace con eficiencia y con el placer que pro- porcionan la costumbre y el conocimiento. Los temas llevan la intención de contribuir a que se adquiera una mejor y más completa idea del origen y formación de los contornos anatómicos de los dientes y de sus relaciones íntimas con la pulpa. Además, se insinúa el conoci- miento de la histología, en relación con el órgano diente. De este modo se estimula al estudiante para coordinar su cultura, a fin de que pueda ampliarla después en las otras asignaturas. Sin duda, la especialización profesional debe ser considerada como una meta, como un objetivo de capacidad conceptiva de mayor altura. El individuo que siente esa necesidad, investiga, trabaja y estudia para lograr mayor claridad en sus conclusiones, además de las ya aceptadas antes como verdad. Sólo de esa forma se ha logrado el dominio de la ciencia. Con la especia- lización se han alcanzado conocimientos que nos conducen a los infinitamente pequeños universos del átomo. Para obtener tales anhelos de superación, se necesita una base sólida, un principio sobre el cual se apoye nuestro conocimiento primario, y de allí partir para lograr posteriormente la especialización como corolario o premio de la perseverancia ejercida. En Odontología, como en otras profesiones, existen ramas científicas que me- recen ser estudiadas con especialidad, para lo cual es necesario que esos cono- cimientos primarios partan de base firme y consistente. Es el caso de la Anatomía Dental, base absoluta de todo conocimiento referente a dientes y den- taduras. Si el concepto de diente está basado en su morfología, estructura, posición y relaciones, se comprenderá mejor lo referente a su función normal en primer lugar y, en segundo, anomalías, padecimientos estructurales y posición, así como todo lo referente a su patología. La ideología de considerar como conocimiento primordial a la unidad ana- tómica DIENTE, debe partir de este principio: Estudiar el funcionamiento y rehabilitación de todos los elementos que componen el aparato estomatognático. Pero sin olvidar que el tratamiento clínico operatorio, se realiza parte por parte; se trata diente por diente, hasta conseguir la rehabilitación de la función, mo- tivo suficiente que obliga al conocimiento de la morfología individual de cada diente. Y para terminar diremos que: El mejor método de enseñanza, es aquel que hace perdurar el conocimiento por el tiempo necesario para aplicarlo poste- riormente cuando sea requerido. El Autor. ÍNDICE Introducción 7 CAPÍTULO I CONCEPTOS FUNDAMENTALES Denticiones 24 Primera dentición 24 Dentadura infantil 24 Segunda dentición 26 Dentadura de adulto 26 Características generales 27 Grupos de dientes 28 Clasificación y registro. Nomenclatura de los dientes. Diagramas dentarios 30 Medidas y relaciones 35 CAPÍTULO II CORONA, CUELLO Y RAÍZ Corona 39 Dimensiones 42 División de las caras axiales 43 Lóbulos de crecimiento 45 Configuración de la cara oclusal 45 Oclusión y área de trabajo 52 Aseveraciones o constantes 55 Cuello 56 Raíz 59 CAPÍTULO III ESTRUCTURA DEL TEJIDO DENTARIO Cutícula del esmalte 65 Esmalte o sustancia adamantina 65 Dentina 73 Calcificación y clasificación de la dentina 75 Sensibilidad dentaria 81 Teoría de los dos tejidos dentarios 82 Cemento 83 10 RAFAEL ESPONDA VILA Cámara pulpar y pulpa dentaria. 86 Pulpa 87 CAPÍTULO IV ARTICULACIÓN ALVÉOLODENTAL Encía 91 Alvéolo y cresta alveolar 94 Inserción o fijación alvéolodental 95 Movimiento de los dientes 98 Movimientos naturales 98 Movimientos artificiales o provocados 103 CAPÍTULO V N O C I O N E S SOBRE LA EMBRIOLOGÍA DEL D I E N T E Mecanismo de mineralización 107 CAPÍTULO VI MORFOLOGÍA Dentadura de adulto 111 Dientes anteriores, incisivos 111 Generalidades 111 Incisivo central superior 116 Corona 118 Cara labial 119 Cara lingual 121 Cara mesial 122 Cara distal 124 Borde incisal 126 Cuello 127 Raíz 127 Cámara pulpar y pulpa 129 Oclusión 129 Tallado en cera 130 Descripción del tallado 133 Incisivo lateral superior 135 Dimensiones en mm del incisivo lateral superior 137 Corona 139 Cara labial 140 Cara lingual 142 Cara mesial 144 Cara distal 145 Borde incisal 147 Cuello 147 Raíz 147 Cámara pulpar 149 Tallado en cera 149 Incisivos inferiores 149 ANATOMÍA DENTAL 11 Incisivo central inferior 150 Corona 152 Cara labial 153 Cara lingual 154 Cara mesial 156 Cara distal 157 Borde incisal y área de trabajo 158 Cuello 159 Raíz 160 Cámara pulpar 160 Oclusión 160 Tallado en cera 161 Incisivo lateral inferior 162 Dimensiones en mm del incisivo lateral inferior 163 Cara labial 165 Cara lingual 166 Borde incisal 167 Raíz 167 Cámara pulpar 167 Oclusión 168 Tallado en cera 168 CAPÍTULO VII CANINOS Generalidades 169 Canino superior 170 Dimensiones en mm del canino superior 171 Corona 171 Cara labial 172 Cara lingual 174 Cara mesial 176 Cara distal 178 Borde incisal 179 Cuello 180 Raíz 180 Cámara pulpar 181 Oclusión y área de trabajo 181 Tallado en cera 182 Canino inferior 184 Dimensiones en mm del canino inferior 184 Corona 185 Cara labial 186 Cara lingual 187 Cara mesial 189 Cara distal 189 Borde incisal 190 Cuello 191 12 RAFAEL ESPONDA VILA Raíz. 191 Cámara pulpar 193 Oclusión 193 Tallado en cera 193 CAPÍTULO VIII DIENTES POSTERIORES, PREMOLARES Generalidades 194 Primer premolar superior 195 Dimensiones en mm del primer premolar superior 196 Corona 19' Cara vestibular 198 Cara lingual 200 Cara mesial 201 Cara distal 203 Cara oclusal o masticatoria 205 Cuello 207 Raíz 207 Cámara pulpar 209 Oclusión 211 Tallado en cera 211 Segundo premolar superior 212 Dimensiones en mm del segundo premolar superior 213 Corona 214 Cara vestibular 215 Cara lingual 216 Caras mesial y distal 217 Cara oclusal 217 Raíz 218 Cámara pulpar 218 Oclusión 219 Tallado en cera 219 Premolares inferiores 220 Primer premolar inferior 221 Dimensiones en mm del primer premolar inferior 222 Corona 223 Cara vestibular 223 Cara lingual 224 Cara mesial 226 Cara distal 228 Cara oclusal 229 Cuello 232 Raíz 232 Cámara pulpar 233 Oclusión 234 Cuadro sintético de la oclusión del primer premolar inferior 234 Tallado en cera 234 ANATOMÍA DENTAL 13 Segundo premolar inferior 236 Corona 237 Dimensiones en mm del segundo premolar inferior 238 Cara vestibular 239 Cara lingual 239 C a r a mesial 240 Cara distal 242 Cara oclusal 242 Cuello 246 Raíz 246 Cámara pulpar 246 Oclusión 247 Cuadro sintético de la oclusión del segundo premolar inferior 248 Tallado en cera 249 CAPÍTULO IX MOLARES Formación de la corona de los molares superiores 251 Dimensiones en mm del primer molar superior 252 Primer molar superior 253 Corona 254 Cara vestibular 255 Cara lingual 257 Cara mesial 259 Cara distal 261 Cara oclusal 262 Surcos y depresiones de la cara oclusal 263 Surco fundamental, fosa central y fosetas 263 Eminencias de la cara oclusal 264 Eminencia mesiovestibular 264 Eminencia distovestibular 265 Eminencia mesiolingual 265 Eminencia distolingual 265 Cresta oblicua o transversa 266 Crestas marginales 267 Tubérculo de Carabelli 267 Perfiles de la cara oclusal 267 Cuello 268 Raíz 269 Oclusión 271 Cámara pulpar 271 Tallado en cera 273 Tallado de la cara oclusal 274 Tallado de la raíz 274 Segundo molar superior 275 Dimensiones en mm del segundo molar superior 275 Corona 276 14 RAFAEL ESPONDA VILA Cara vestibular 280 Cara lingual 280 Caras proximales 280 Cuello 281 Raíz 281 Cámara pulpar 281 Tercer molar superior 283 Dimensiones en mm del tercer molar superior 285 Primer molar inferior 285 Dimensiones en mm del primer molar inferior 28b Corona 286 Cara vestibular 287 Cara lingual 289 Cara mesial 290 Cara distal 291 Cara oclusal 293 Depresiones y surcos de la cara oclusal 293 Eminencias de la cara oclusal 294 Cámara pulpar 297 Oclusión 298 Zona de trabajo 298 Cuadro sintético de la oclusión del primer molar inferior 300 Cuello 301 Raíz 301 Raíz mesial 301 Raíz distal 302 Tallado en cera 302 Dimensiones en mm del segundo molar inferior 305 Segundo molar inferior 305 Corona 306 Cara vestibular 307 C a r a lingual 308 Cara mesial 309 Cara distal 309 Cara oclusal 310 Cúspides vestibulares 310 Cúspides linguales 311 Cuello o región cervical 311 Raíz 311 C á m a r a pulpar 312 C u a d r o sintético de la oclusión del segundo molar inferior 313 Oclusión 314 Tallado en cera 314 Tercer molar inferior 314 ANATOMÍA DENTAL 15 CAPÍTULO X DENTADURA INFANTIL O FUNDAMENTAL Proceso de exfoliación o cambio de los dientes 321 Forma 324 Dimensiones en mm de los dientes de la primera dentición 326 Cuadro comparativo 327 Morfología. Dientes anteriores incisivos. Incisivo central superior 328 Corona 329 Cuello 329 Raíz 329 Cámara pulpar 330 Incisivo lateral superior 331 Incisivos inferiores 331 Grupos de caninos 333 Canino superior 333 Corona 333 Cara labial 334 Cara lingual 334 Caras mesial y distal 335 Cuello 335 Raíz 335 Cámara pulpar 335 Canino inferior 336 CAPÍTULO XI G R U P O DE MOLARES INFANTILES Primer molar superior 338 Corona 339 Cara vestibular 339 Cara lingual 340 Cara mesial 341 Cara distal 341 Cara oclusal 342 Eminencia vestibular 343 Cúspide lingual 343 Crestas marginales mesial y distal 343 Surco medio o fundamental 344 Perfiles de la cara oclusal 345 Cuello 345 Raíz 346 Cámara pulpar 347 Segundo molar superior 348 Corona 348 Cara vestibular 349 Cara lingual 350 Cara mesial 350 16 RAFAEL ESPONDA VILA Cara distal 351 Cara oclusal 352 Eminencias. 352 Cresta oblicua 353 Depresiones. Surco fundamental y fosa central 353 Cuello 354 Raíz 354 Cámara pulpar 354 Primer molar inferior 355 Corona 356 Cara vestibular. 356 Cara lingual 356 Cara mesial 357 Cara distal 357 Cara oclusal 358 Cuello 359 Raíz 360 Cámara pulpar 360 Segundo molar inferior 360 Corona 361 Cara vestibular 361 Cara lingual 362 Caras mesial y distal 362 Cara oclusal 364 Área de trabajo 365 Cuello 365 Raíz 365 Cámara pulpar 366 COMENTARIOS APLICACIONES PRÁCTICAS DEL C O N O C I M I E N T O DE ANATOMÍA DENTAL Incisivos centrales superiores 367 Incisivo lateral superior 368 Incisivos inferiores 368 Caninos 369 Dientes posteriores. Premolares 370 Primer molar 372 Vocabulario de términos usados en este libro 375 Abreviaturas de términos odontológicos 387 Bibliografía 389 CAPÍTULO I CONCEPTOS FUNDAMENTALES Anatomía es la rama de la biología que estudia estructural y morfológica- mente las partes constitutivas de órganos o seres vivos, en sus diversos estados de evolución y desde el punto de vista descriptivo y estático. Fig. 1. Aparato dentario. Colocación estética de los dientes ante riores. Nótese el aspecto saludable de la encía Existen disciplinas diversas según el aspecto que quiera considerarse. La principal es la anatomía descriptiva, que explica extensamente, forma, relación y apariencia de cada elemento biológico. Así, la osteología trata de huesos, la miología de músculos, la neurología de nervios, la artrología de articulaciones, la desmología de ligamentos. En esta misma forma y en capítulos separados se estudia específicamente aparatos o sistemas; por ejem- 18 RAFAEL ESPONDA VILA plo: anatomía topográfica o regional, anatomía quirúrgica, microscópica (histología), clásica, estética y muchas otras. La anatomía especial se refiere a la de algún órgano determinado, como anatomía de lengua, anatomía de estómago. En esta forma puede ser catalogada la anatomía dental. En el caso de esta última se hace el estudio de los dientes del hombre, analizando su forma exterior, posición, dimensión, estructura, desarrollo y, por último, el movimiento de erupción. Estos pormenores se tratan en el presente libro muy prolijamente, considerando a cada diente como unidad anatómica. Los dientes son órganos duros, de color blanco marfil, de especial cons- titución tisular, que colocados en orden constante en unidades pares, dere- chos e izquierdos, de igual forma y tamaño forman el aparato dentario, en cooperación con otros órganos, dentro de la cavidad bucal (Fig. 1). Fig. 2. Espécimen que enseña la longitud de las raíces. Nótese la relación del ápice de los premolares inferiores con el agujero mentoniano El vocablo diente es nombre genérico que designa la unidad anatómica de la dentadura, sea cual fuere la posición que guarda en las arcadas. Para identificar cada unidad en particular, se agrega un adjetivo que especifica su función correspondiente. Así se tiene: diente incisivo, diente canino, diente premolar y diente molar. ANATOMÍA DENTAL 19 Como el uso ha abreviado esta forma suprimiendo el sustantivo, el adje- tivo se ha sustantivado y, según las reglas gramaticales, toda palabra que se sustantiva conserva el género del nombre omitido; por consiguiente, se dice con propiedad: el incisivo, el canino, el premolar y el molar. Lamentable- mente el uso incorrecto del género femenino en los dos últimos casos está muy generalizado; se hace esta explicación a fin de que el error sea corregido.* La forma de cada uno de los dientes está condicionada directamente por la función que desempeña, así como a la posición que tengan en la arcada. Los dientes anteriores sirven para incidir, semejan un instrumento con filo que, al actuar divide el bocado para que en el proceso de masti- cación sea triturado por los dientes posteriores o molares, cuya estructura anatómica y colocación en el arco son apropiadas para lograrlo. La arquitectura del diente se estudiará, en particular en cada una de las partes del mismo. Se verá por separado y extensamente lo que es corona, cuello y raíz (Fig. 2 ). Para conocer la constitución intrínseca del diente es necesario hacer un estudio, aunque sea somero, de los distintos tejidos que lo forman. Para ello debe tomarse el caso del diente tipo, esto es, el que reúna en promedio todas las cualidades y características de forma, tamaño, posición y función. Se hablará del diente de forma perfecta, para que partiendo de este punto, se puedan conocer las diferentes fisonomías, malformaciones genéticas o de- formaciones que por rotura, caries o desgaste tiene o llegue a tener. La forma de los dientes depende absolutamente de la función para la que están destinados. No es obra de ningún capricho; no existe nada su- perfluo en su conjunto, todo es útil y funcional; sus relaciones entre sí son precisas, y también lo son con el proceso alveolar y los órganos que los rodean, así como con el cráneo y todos los demás huesos del esqueleto (Fig. 3 ). * Con más frecuencia de la deseada, se escucha en conferencias o clases, de las dis- tintas especialidades odontológicas, expresiones inapropiadas, con relación a la nomen- clatura de los dientes. De esta manera se oye decir "la molar" o "la premolar", en vez de el molar o el premolar. Como se juzga que son expresiones inadecuadas y vulgares, se hace un llamado al buen tino, para corregir estos improperios y pugnar por elevar el lenguaje empleado en temas académicos. Molar o premolar es un adjetivo, que califica al sustantivo diente, del género mascu- lino. Cuando molar se sustantiva, no tiene ninguna razón de por qué cambiar su género y resultar femenino el diente. Lo mismo puede argüirse cuando se le llama pieza a un diente. La forma inadecuada del modismo se refiere a que en alguna ocasión alguien se refirió a la pieza anatómica dental, cosa que bien puede aceptarse, además de que es elegante expresión retórica, pero al apocopar la frase se quedó en pieza, y se usa como sinónimo de diente, cosa que no es posible admitir, porque pieza es la música que estamos escuchando. Pieza es el pan o bizcocho que vende la panadería. Hay muchas piezas que no son dientes. Por lo tanto el que esto escribe insiste en que debe designarse con el nombre apropiado de dientes, a todos los órganos dentarios ya sean anteriores o posteriores. 20 RAFAEL ESPONDA VILA Las diferencias en tamaño en los distintos individuos son consecuencia natural de su patrón genético, de la raza y talla de la persona. Para comprender el motivo de ciertas formas o fisonomías raras que guardan algunos dientes, debe considerarse además de la herencia o la posición que tenga en el arco, el temperamento, educación o costumbres y vicios de la persona, así como la edad y dieta alimenticia. Cuando un diente se encuentra en maloclusión se desgasta incorrectamente y cambia su forma o la constante de ella. Es natural que una persona de edad avanzada tenga gastadas las coronas por razón directa del mayor uso (Fig. 4 ). En la dentadura infantil se observa el siguiente proceso: a los dos años de edad, un niño la tiene completa y la luce sin desgaste; los bordes en los anteriores son afilados, y se advierte al tacto en una palpación la agu- deza de las cúspides en los molares. A la edad de seis u ocho años, estos mismos dientes han perdido lo agudo de los mamelones, y tan sólo existen facetas planas producidas por la fricción. Fig. 3. Correcta posición y proporción de los dientes en una arcada. Obsérvese la relación del agujero mentoniano Hay casos de individuos adultos con bricomanías o costumbres viciosas que obligan a usar más una porción del arco dentario, por lo cual sus dientes se destruyen anormalmente. Algunos alimentos necesitan mayor esfuerzo o tensión muscular para ser triturados. Es diferente la presión que se requiere para masticar carne ANATOMÍA DENTAL 21 seca que carne fresca. Aun en la actualidad hay tribus o conglomerados humanos que conservan costumbres especiales en la forma de tomar sus alimentos, como el de comer carne fresca exclusivamente, o el de hacerlo por ritos especiales en forma de cecina, o bien de no comerla, por tratarse de algún animal determinado. Las tortillas hechas con masa de maíz nixtamalizado, que contiene are- nillas abrasivas, originadas por la piedra del molino o metate con que se muele el nixtamal, desgastan los dientes de las personas cuya dieta está a base de esta gramínea, como en el caso de los campesinos mexicanos. La diferente forma o fisonomía que tienen las coronas de los dientes —triangular, cuadrada, trapezoidal, pentagonal, ovoide— cuyo representa- tivo son los dos incisivos centrales superiores, no afecta en nada a las características de su anatomía. Por ejemplo, en la identificación de dos dientes que tienen el mismo volumen y muy semejantes dimensiones, uno es incisivo central y otro incisivo lateral, los dos superiores del mismo lado, y de apariencia semejante muy grande entre ambos, pero el hecho de que sus contornos anatómicos estén distribuidos en distintos puntos, hace fácil su reconocimiento e identificación (Fig. 5 ). Fig. 4. Dos aspectos de una arcada superior, esqueleto de persona de edad avanzada con fuerte abrasión. Nótese el agujero que está en el diente lateral superior derecho, causado por el mismo desgaste. No existió caries, pero sí penetración pulpar Para captar mejor la forma y arquitectura física, se tendrá en cuenta que estas se hacen en relación directa con su función. Los dientes anteriores cor- tan, los posteriores trituran. Se ha querido relacionar la forma de los dientes, sobre todo la de los incisivos centrales superiores con la del rostro. También se ha querido en- 22 RAFAEL ESPONDA VILA contrar semejanza con la forma del proceso alveolar y se ha relacionado con el carácter o idiosincracia de la persona.* La armonía que existe al coincidir todas las eminencias con los surcos y depresiones al verificarse la oclusión, esto es, el contacto de las arcadas al cerrar, es tan precisa, que al faltar un solo diente o parte de su corona, ya sea por rotura, desgaste o cualquiera afección, esta armonía se rompe y es absolutamente indispensable la reposición o reconstrucción material del diente, si se desea restablecer totalmente la función masticatoria (Fig. 6 ). Es necesario conocer la forma, función y relaciones mediatas o inmediatas de todos y cada uno de los dientes para saber hacer una rehabilitación co- rrecta, o sea la que requiere cada caso en su estado físico, funcional y estético; he aquí la importancia del conocimiento amplio de esta materia. Fig. 5. Dientes incisivos, lateral y central, superiores derechos, que pre- sentan el mismo diámetro mesiodistal. Se les reconoce por los diferentes contornos que tienen en su anatomía. Son de distinta persona * En diferentes ocasiones se ha mencionado la coincidencia de que los individuos de aspecto físico anguloso y cara delgada tienen dientes angostos. Así también los de cara ancha tienen los dientes anchos y de contornos semejantes en su fisonomía. También se ha querido encontrar parecido al contorno de la cara labial de los inci- sivos centrales superiores, con la forma de los procesos alveolares. Por último, se ha relacionado el carácter o temperamento de las personas con la forma de los dientes anteriores. Así, por ejemplo, los tipos nerviosos o biliosos cuya fisonomía facial es triangular, los dientes deben serlo, etcétera. El gran número de excepciones de esta regla ha hecho difícil que sea tomada en cuenta como teoría fundada. ANATOMÍA DENTAL 23 Fig. 6. a) Dibujo que presenta la armonía que existe en una oclusión, b) Vista oclusal de la misma, c) Dentadura de adulto 24 RAFAEL ESPONDA VILA Al hablar de rehabilitación funcional, conseguida por medio de prótesis, puede afirmarse que es la odontología la rama de la medicina que está en posibilidad de restablecer en mayor grado la forma y función de estos órganos, desde su apariencia estética, con relaciones indudables con la psiquis y la personalidad, hasta la restitutio ad integrum, y esta afirmación, por desgracia, no se puede hacer plenamente en ninguna otra especialidad médica. DENTICIONES Dentición es el cúmulo de circunstancias que concurren para la forma- ción, crecimiento y desarrollo de los dientes, en sus distintas etapas hasta su erupción, a fin de formar la dentadura. Existen dos denticiones en el hombre. La primera conforma la denta- dura infantil, y consta de veinte pequeños dientes cuya forma y tamaño satisfacen las necesidades fisiológicas requeridas; a éstos se les llama dientes fundamentales o dientes infantiles. La segunda dentición es la que forma los dientes de adulto, los que sustituyen a los dientes infantiles, en tiempo apropiado para cubrir necesidades mayores (Figs. 6 y 7 ). Primera dentición DENTADURA INFANTIL El grupo de dientes que aparece en primer término durante el proceso de evolución del organismo humano, ha sido denominado de diferentes maneras, lo cual conduce frecuentemente a interpretaciones erróneas que redundan en perjuicio de la conservación saludable de estos órganos (Fig. 7). El uso de estas nomenclaturas inadecuadas provoca confusiones lamen- tables. Lista de algunos nombres dados a la primera dentición que deben ser eliminados a pesar de su arraigo general. Dientes de leche, antiguamente se les llamó de esta manera debido al color lechoso y además porque salen en la época de la lactancia. Dientes mamones, porque en ocasiones provocan en el niño ciertos pru- ritos que lo obligan a chupar, mamar o morder cuanto encuentra a mano. Dientes caducos, porque al cumplir el tiempo normal de su función, se mudan por los permanentes. Dientes deciduos (del latín decidere, caer) muy frecuentemente llama- dos de esta manera en el idioma inglés. ANATOMÍA DENTAL 25 1/2 Fig. 7. Frente y perfil del aparato dentario de un niño de 4 años de edad Dientes temporales: este nombre es el más inconveniente de todos los de esta inocente dentadura infantil porque da idea de provisionalidad, de poca importancia o de que no deben tomarse en cuenta. Algunas veces se ha llegado a designarla dentición provisional, tan inadecuada como la anterior. Lo impropio de estas denominaciones es que su interpretación hace su- poner entre el público, que tiene en realidad menor tiempo de actuación y esta primera dentadura carece de importancia por el hecho de que serán reemplazados por dientes de la segunda dentición, o sean los dientes de adulto. Es lógico pensar que si se les nombra temporales, es porque tienen muy corta vida de trabajo y pronto serán repuestos en su función; de todos modos el nombre que se ha enseñado, vulgarizado y por negligencia permitido al público usar, para designar a la dentadura infantil, da lugar a que a me- 26 RAFAEL ESPONDA VILA nudo se encuentran niños con dientes afectados por caries, que convierten su boca en un verdadero foco de infección, capaz de poner en peligro hasta la vida. Si a la ignorancia, negligencia y falta de higiene, se suma la desorien- tación que causa el nombre inadecuado, se tiene como consecuencia un resultado negativo y agresivo a la salud. La dentadura infantil o algunas unidades de ella, alcanzan hasta diez años de vida en funciones, y este es un lapso que cubre por completo la edad infantil, por lo que no es correcto nominar a estos pequeños órganos dentarios que han servido toda esta época, como temporales. Los anteriores conceptos son algunos de los muchos motivos que pueden aducirse para eliminar esta viciosa nomenclatura. Se han citado los nombres más usuales de estos dientes, con objeto de no ignorarlos, ya que la literatura odontológica los emplea sin ningún reparo, aunque ya se está iniciando una reconsideración en este sentido, al recurrir a los principios de la semántica. Dientes infantiles o fundamentales es la nominación correcta de las uni- dades de esta pequeña dentadura formada en la primera dentición. En el presente libro se les nombra de esta manera. Además de la condición de aparecer en primer término y constituir el aparato masticatorio del niño, son comunes a los dientes de la primera dentición otras características, tales como tamaño, color y forma. Estos pe- queños dientes coinciden armónicamente con el tamaño de la boca, con los huesos y con todo el conjunto anatómico durante el período de vida en que cumplen su función. Su color blanco lechoso ligeramente azulado los define a todos, así como su forma estrangulada en la región del cuello, y algunas otras características especiales, que se estudiarán con todo detalle en la segunda parte de este libro. Segunda dentición DENTADURA DE A D U L T O Treinta y dos dientes forman la dentadura del adulto, y como a la den- tadura infantil, se estudia en dos arcadas; una que corresponde a los maxi- lares y la otra a la mandíbula. Los nombres que se conocen para designar a la dentadura de adulto también son múltiples, y aunque no se prestan a malas interpretaciones que provoquen consecuencias a su integridad, como en el caso de la den- tadura infantil, puede decirse que son poco precisos, y se refieren a la nomenclatura impropia que se trata de impugnar (Figs. 1, 2, 6, 9 y 10). ANATOMÍA DENTAL 27 Lista de algunos nombres con que se ha designado a la dentadura de adulto o dientes de la segunda dentición: Sucedáneos, porque sustituyen a la primera dentición, aunque no en todos los casos, los molares no reponen ningún diente. Permanentes, porque deben permanecer el resto de la vida en servicio, lo que no siempre se cumple. Hay casos en que los primeros molares se pierden antes de un año de haber hecho erupción.* Dientes de reemplazo, porque, como su nombre lo dice, hacen lo propio con los llamados deciduos. Secundarios; este nombre, un tanto despectivo, les quita importancia. Definitivos, porque se supone deben durar toda la vida. Ninguno de estos nombres es totalmente adecuado. En cambio, el nom- bre de dientes de segunda dentición o dentadura de adulto, los identifica mejor, por lo que de este modo se les llamará en adelante. Los dientes de la segunda dentición son de volumen mayor que los de la primera, y sus diámetros son más grandes en todos sentidos. Son de color marfil, blanco-amarillento, la superficie del esmalte es menos lisa y brillante que los dientes infantiles. Sus contornos dan idea de mayor poder y resistencia al impacto de la masticación. Podría decirse que les corresponde talla de adultos. CARACTERÍSTICAS GENERALES Al iniciar el estudio de las características constantes a todos los dientes, se les coloca en dos grupos, tomando en cuenta la posición que guardan en las arcadas. Estos son: dientes anteriores y dientes posteriores. El cuadro siguiente indica estos grupos y subgrupos así como algunas otras particularidades. * A menudo, en la dentadura de niños de 7 años, los primeros molares de adulto que brotaron recientemente se encuentran destruidos por caries complicadas, imposibili- tando por tal motivo su conservación. Esto sucede con anuencia de los padres que sólo esperan que "el niño mude las muelas para llevarlo al dentista". La explicación del hecho es que, por ignorancia, se ha confundido a la dentadura infantil con la de adulto, a los dientes "temporales" con los "permanentes". Esta desorientación puede atribuirse a la impropia interpretación de la nomenclatura que motiva la pérdida de dientes que no llegaron a ser "permanentes". Ya Horace Wells se quejaba, en 1838, de la gran ignorancia del público en relación a lo que es educación dental 28 RAFAEL ESPONDA VILA Dientes unirradiculares, con borde cortante o incisal en la corona. Con función estética y Incisivos fonética de un 90% y con función mastica- toria de 10% (Fig. 8-a). ANTERIORES Dientes unirradiculares, cuya corona tiene la forma de cúspide y su borde cortante tiene Caninos dos vertientes o brazos que forman un vértice. Con función estética y fonética de 8 0 % y función masticatoria de 2 0 % (Fig. 8-b). DIENTES Dientes unirradiculares en su mayoría, con cara oclusal en su corona que presenta dos Premolares cúspides. Los premolares son exclusivos de la dentadura de adulto. Función estética 4 0 % POSTERIORES y función masticatoria 6 0 % ( F i g. 8 - c ). Dientes multirradiculares, con cara oclusal Molares en la corona, con cuatro o más cúspides. Con función estética de 10% y función mastica- toria en casi el 100% (Fig. 8-d). GRUPOS DE DIENTES Los dientes son unidades pares, de igual forma y tamaño, que, coloca- dos en idéntica posición a ambos lados de la línea media, derecho e izquier- do, adaptan su morfología a estas circunstancias y forman dos grupos, según su situación correspondiente en la arcada y estos son: dientes ante- riores y dientes posteriores. Dientes anteriores. Se consideran dos subgrupos: Incisivos y Caninos. Incisivos: tienen forma adecuada para cortar o incidir, esto los semeja entre sí. Juegan un importante papel en la fonética y en la estética, lo cual alcanza la cifra de 90%. Caninos: son dientes fuertes y poderosos que pueden servir para romper y desgarrar, aunque su función estética y fonética es también muy impor- tante, tiene en este sentido un 8 0 %. Dientes posteriores. Se subdividen a su vez en premolares y molares. Esto sucede únicamente en la segunda dentición, en la primera no hay premolares (Fig. 8 c y d). La principal función de estos dientes es triturar los alimentos; tienen la corona de forma cuboide, su volumen y diámetro son mayores, más gruesos en sus contornos y, además, poseen eminencias en forma de tubérculos y cúspides en la cara masticatoria, que se intercalan con los antagonistas de la arcada opuesta al efectuarse la oclusión o cierre de las arcadas. ANATOMÍA DENTAL 29 a Fig. 8. Silueta de los dientes de la dentadura de adulto, que identifican los subgrupos con que se designan los dientes, según su posición en el arco, a) Ocho incisivos o dientes anteriores, cuatro superiores y cuatro inferiores, b) Cuatro caninos, dos superiores y dos inferiores, c) Ocho premolares, cuatro superiores y cuatro inferiores, d) Doce molares, seis superiores y seis inferiores. Todos estos dientes están colocados a la derecha y a la izquierda de la línea media 30 RAFAEL ESPONDA VILA Clasificación y registro. Nomenclatura de los dientes. Diagramas dentarios Clasificación. El grupo incisivos está formado por ocho dientes, en total, cuatro superiores y cuatro inferiores, dos en cada cuadrante o media ar- cada, un central y un lateral. Igual sucede en el lado derecho que en el lado izquierdo, en la arcada superior como en la inferior, en la dentadura infantil como en la de adulto (Fig. 8 a ). Caninos, grupo formado por un diente en cada cuadrante. Uno superior y otro inferior, uno del lado derecho y otro del izquierdo: en total, cuatro dientes, tanto en la dentadura infantil como en la de adulto (Fig. 8 b). Premolares, grupo formado por ocho dientes en total, dos en cada cua- drante que son: el primer premolar y el segundo premolar, en el lado derecho como en el izquierdo, en la arcada superior como en la inferior. Estos dientes sólo existen en la dentadura de adulto. (Fig. 8 c). Molares. Grupo formado en la dentadura infantil por ocho pequeños dientes que corresponden dos para cada cuadrante y se llaman primer molar y segundo molar (Fig. 9 d y e ). En la dentadura de adulto, el grupo de molares está formado por doce dientes; corresponden tres a cada cuadrante, tanto del lado derecho como del izquierdo, en la arcada superior como en la inferior, y se llaman primer molar, segundo molar y tercer molar (Fig. 8 d). Nomenclatura. Los dientes de la primera dentición se nombran de la manera siguiente (Fig. 9) : El primer diente después de la línea media: incisivo central El segundo diente después de la línea media: incisivo lateral El tercer diente después de la línea media: canino El cuarto diente después de la línea media: primer molar El quinto diente después de la línea media: segundo molar Nomenclatura de los dientes de la segunda dentición (Fig. 10) : El primer diente después de la línea media: incisivo central El segundo diente después de la línea media: incisivo lateral El tercer diente después de la línea media: canino El cuarto diente después de la línea media: primer premolar El quinto diente después de la línea media: segundo premolar El sexto diente después de la línea media: primer molar El séptimo diente después de la línea media: segundo molar El octavo diente después de la línea media: tercer molar ANATOMÍA DENTAL 31 Derecho Izquierdo Fig. 9. Esquema que representa la dentadura infantil. Se pueden usar letras, números con primas o números romanos Derecho Izquierdo Fig. 10. Dentadura de adulto. Esquema que ilustra los diagramas, el de "cuadrantes" y el "numérico" Para referirse a un diente determinado, no es suficiente mencionar su nombre genérico; por ejemplo, cuando se dice incisivo no se determina si este es superior o inferior, si se trata del central o del lateral y tampoco se sabe a cuál dentición pertenece; puede ser un diente infantil o un diente de adulto. En este caso debe especificarse: incisivo central superior de la den- tadura de adulto o de segunda dentición, o bien puede ser un lateral inferior de la dentadura infantil. 32 RAFAEL ESPONDA VILA Otro ejemplo: si se pretende localizar el diente de adulto que está en quinto lugar desde la línea media. Se trata desde luego de un premolar, ya que en la dentadura infantil no hay premolares. Entonces debe desig- narse con el nombre de segundo premolar. En seguida se debe nombrar la arcada, superior o inferior, y después el lado, derecho o izquierdo. El nombre completo quedará de esta manera: segundo premolar superior de- recho (Fig. 10, marcado con una cruz). Diagramas dentarios o dentogramas. Es obvio decir que resulta dema- siado largo escribir el nombre completo de cada uno de los dientes. Por tanto, para hacer referencia a ellos en las relaciones o historias clínicas, se han ideado algunas formas o diagramas para hacer su registro por medio de signos, que sustituyen sus nombres con toda precisión y, a la vez, se ahorra espacio y tiempo. Desgraciadamente, estas formas son muy variadas y algunas más complicadas de lo que se deseara; por lo mismo, sólo se citarán las más usadas hasta la fecha. El diagrama de Zsigmondy (1861), conocido también como diagrama de cuadrante, tiene varias modalidades: 1. Usa números arábigos. 2. Usa números romanos. 3. Usa letras mayúsculas del alfabeto, y es el más común por sencillo y accesible; no obstante, se citará un nuevo diagrama san- cionado por la F.D.I. en 1970. Los números arábigos sirven para designar la dentadura adulta y los romanos y las letras para designar la infantil. De la siguiente manera: Dientes adultos Dientes infantiles Este diagrama es el más empleado. Las dos rayas que se entrecruzan representan la posición de las arcadas: la línea horizontal corresponde a la división entre la arcada superior y la inferior, y la perpendicular a la línea media que demarca el lado derecho del izquierdo, efectuándose la obser- vación desde la proyección vestibular. Los números designan a cada diente según su posición. Para señalar un diente, se marca la perpendicular y la horizontal, que indica el ángulo cuya orientación determina el lado que se requiere, como se puede ver en las figuras 9 y 10, o como enseña el siguiente cuadro: Así se marca el lado superior derecho: Así se marca el lado inferior izquierdo: Así se marca el lado superior izquierdo: Así se marca el lado inferior derecho: ANATOMÍA DENTAL 33 Otra modalidad es la de que los dientes infantiles pueden ser señalados con letras: A, B, C, D, E, Una forma de representar los dientes es por medio del diagrama nu- mérico o sistema universal, en el cual se toma el tercer molar superior del lado derecho como punto de partida, asignándole el número 1; se con- tinúa con el segundo molar del mismo lado con el número 2; al primer molar superior derecho el número 3, y así sucesivamente, hasta llegar al último diente del lado izquierdo, que es el tercer molar, al que le corres- ponde el número 16. De esta manera queda nombrada toda la arcada superior. Después se continúa con la arcada inferior, dándose principio por el lado izquierdo con el número 17 para el tercer molar inferior iz- quierdo, y siguiendo en número progresivo hasta el número 32, que corres- ponde al tercer molar inferior derecho, como se ve en la siguiente gráfica y en la figura 10. Para designar los dientes de la primera dentición se usarán números arábigos con primas o números romanos del I al X en la arcada superior, y del XI al XX en la arcada inferior, como se ve en la siguiente gráfica y en la figura 9. Antes de que se idearan estos diagramas, se usaron las iniciales del nombre de los dientes, para abreviarlos. Por ejemplo: I.C.S.Iz., lo que índica que se trata del incisivo central superior izquierdo. Estas abrevia- turas tienen una expresión poco clara, por lo que para evitar confusiones se prefieren las formas mencionadas anteriormente. No obstante en la actualización de conceptos se puede citar al doctor Walter Drum. Revista Alemana Quintessence Dic. 1970. Expone, y propone varias modalidades que fueron aceptadas por la F.D.I., según dice. Aunque se trata de un arreglo a otros sistemas de odontogramas es en realidad sencillo y accesible, desde cualquier punto de vista y se dan cinco razones que alude en apoyo de esta idea. 34 RAFAEL ESPONDA VILA 1. Es más fácil entender su lectura 2. " " " dictar a tercera persona 3. " " " transmitir por teléfono 4. " " " como dato para computadora 5. " " " guardar el dato en la historia clínica. La novedad consiste en anteponer el número para designar el cuadrante correspondiente, como se ve en la gráfica siguiente: De tal manera que los cuadrantes se marcarán gráficamente así: el número 1 para el superior derecho, el 2 para el superior izquierdo, el, número 3 para el inferior izquierdo, y el 4 para el inferior derecho. En esta forma el central inferior derecho se designa con 41, y el lateral supe- rior izquierdo con 22. Para los dientes infantiles se sigue en la misma forma, el número 5 es el cuadrante superior derecho, el número 6 es para el superior izquierdo el 7 para el inferior izquierdo, y el 8 para el inferior derecho. En la forma siguiente: Otra modalidad puede ser el uso del signo más ( + ) para designar a los dientes superiores y el signo menos (—) para los inferiores y se coloca el signo hacia mesial, como se ve enseguida: Para los dientes infantiles se usa el cero ( 0 ) , antepuesto o pospuesto al número y debe señalar el lado distal, como se ve enseguida: ANATOMÍA DENTAL 35 MEDIDAS Y RELACIONES Por medio de la diametrología odontológica, se puede reconstruir un diente con el conocimiento de una sola de sus medidas, debido a que todas ellas son proporcionales y constantes. Conociendo una dimensión se deducen las otras con bastante aproximación, y partiendo de estas medidas se obtiene la del tamaño correcto del diente en cuestión. También se puede conocer el tamaño del arco completo, cuyas relaciones con cada uno de los dientes es muy aproximado. Siguiendo esta escala deductiva, puede llegar a cono- cerse el tamaño del hueso maxilar y el de la mandíbula y por lo tanto, el de los otros huesos de la cara, del cráneo y aun la talla y sexo del indi- viduo. La relación entre los diámetros mesiodistales o anchura de los dientes anteriores y la distancia intercigomática puede ser útil en investigaciones antropológicas. Además, se utilizan muy apropiadamente en la reconstruc- ción estética y en tratamientos protésicos y ortodónticos. Enseguida: cuadro comparativo entre los diámetros mesiodistales de las coronas de los dientes anteriores, con los huesos de la cara, expresados en forma de ecuaciones, según la tabla de Sears, modificada. Ancho de dientes anterosuperiores. 42 m. m. Ancho de dientes anteroinferiores. 32 m. m. Arcada superior Suma de los diámetros mesiodistales de los seis dientes ante- rosuperiores, igual a la tercera parte de la distancia inter- cigomática Diámetro mesiodistal del incisivo central superior, es la ca- torceava parte Diámetro mesiodistal del incisivo lateral superior Diámetro mesiodistal del canino superior Arcada inferior Suma de los diámetros de los seis dientes anteroinferiores Diámetro mesiodistal del incisivo central inferior Diámetro mesiodistal del incisivo lateral inferior Diámetro mesiodistal del canino inferior 17 o 18 36 RAFAEL ESPONDA VILA Estas medidas son bastante aproximadas. Las excepciones se encontra- ron en gran número, pero menos del 5 5 %. En individuos gordos, se de- dujo el grueso del tejido adiposo por medio de un cálculo convencional. En individuos de pocas carnes, el espesor del tejido blando sobre el hueso es más delgado. En varios cráneos que conservaban los dientes, se hizo la medición con cuyos resultados se han hecho las modificaciones ya ex- presadas en la tabla de Sears (Fig. 6 ). Si se calcula que la distancia intercigomatica es de 135 mm, y se divide esta cifra entre 15, da un resultado de 9 mm, que será el promedio del diámetro mesiodistal de la corona del incisivo central superior. Esta misma dimensión dará 6.7 mm de diámetro del lateral superior, que es el correcto, y para el canino superior dará un diámetro de 7.9 mm, cuya proporción es correcta. Fig. 11. Cara mesial y lingual de un incisivo central superior iz- quierdo. (De un entierro de Tlatelolco. Museo de Antropología). Nó- tese la profunda fosa central y lo poderoso de las crestas marginales. Este tipo de dientes es común en la raza indígena Es difícil probar que éste sea un medio infalible para lograr una exacta proporción en la medición de los diámetros mesiodistales, pero puede tomarse como base desde la cual se parta para obtener una dimensión apro- ximada y, por lo tanto, semejante al patrón aceptado como estético. Conociendo tan sólo el tamaño, forma y desgaste de los dientes, se puede llegar a saber deductivamente edad, raza, sexo y hasta dieta de un espécimen. ANATOMÍA DENTAL 37 Las dimensiones del esqueleto de la mujer son menores que las del hom- bre, por lo que los dientes deben ser también proporcionalmente menores. La forma de los dientes del indio americano es de rasgos fisonómicos poderosos y fuertes; su dieta a base de gramíneas provoca ciertos desgastes muy característicos. Estos detalles dan pie para investigaciones estadísticas de mucho interés (Fig. 11). En odontología legal podría ser tan importante la ficha de identifica- ción dentaria —en el caso de que la hubiera— como la dactilográfica, o más que ésta. Se lograría reconocer a un sujeto mucho tiempo después del deceso, incluso posteriormente al periodo de putrefacción, cuando se ha perdido la constitución tisular de la dermis, y no existen las huellas digitales. Lo mismo puede suceder cuando ocurre una incineración incompleta, en la que sólo quedan restos óseos. En estos casos, se puede llegar a una verdadera identificación con una ficha que hubiese registrado la forma y posición de los dientes, por medio de modelos de impresiones de las ar- cadas y con radiografías. 38 RAFAEL ESPONDA VILA A Dos dentaduras con estética colocación. A la izquierda, de mujer, cuyos laterales son más angostos que los de la derecha, que son de hombre B Dos aspectos en los que se observa fuerte abrasión en todos los dientes. Nótese a la derecha el desgaste de la superficie de trabajo c Fluorosis en ambas dentaduras. A la derecha se observa, además de la coloración, una fuerte deformación anatómica C A P I T U L O II CORONA, CUELLO Y RAÍZ A pesar de que todos los dientes son morfológicamente diferentes, guardan entre sí algunas características constantes. Para su estudio se divide a la unidad anatómica diente en tres partes: corona, cuello y raíz. Hasta hoy no se había considerado al cuello como parte integral del diente, pero en los conceptos de la odontología moderna no puede pasarse por alto sin tomar en cuenta este pormenor tan importante. CORONA Corona es la porción del diente que está visible fuera de la encía y tra- baja directamente en el momento de la mastificación; se le llama corona clínica o funcional (Fig. 12). Si se considera el diente como unidad ana- tómica, la corona es la parte del diente cubierta por esmalte —tejido muy duro, que más adelante se estudiará—, y en este caso se llama corona ana- tómica. Fig. 12. Diferente fisonomía que toma la corona de un diente, según la posición de la línea gingival en el cuello. A) 1. La encía cubre parte de la corona anatómica, en los dientes recién erupcio- nados. 2. Coinciden el borde gingival con la corona anatómica. 3. El borde gingival se ha retraído y la inserción se hace en el tronco radicular. La corona clínica es más grande que la anatómica. B) y D) El desgaste incisal de la corona y la posición del borde gingival revelan que el diente es de un individuo de avanzada edad, o que la mala posición del diente en el arco obligó a un desgaste defectuoso, con retracción gingival consecuente. C) y D). Aspecto desde Proximal 40 RAFAEL ESPONDA VILA La corona se compara con un cubo o poliedro de seis caras o superficies; a cada una de estas caras se le estudian cuatro lados, perfiles o ángulos lineales que la circunscriben como un cuerpo geométrico (Fig. 13-a). Los lados o perfiles están formados por la concurrencia de dos planos que se unen y forman ángulos diedros o líneas angulares, que en anatomía dental se conocen con el nombre de ángulos lineales. Cuando son tres los planos que concurren, forman un ángulo triedro o esquina, entonces se le denomina ángulo punta. Un cubo tiene ocho puntas. Localización y referencias. En anatomía general, cuando se describe algún órgano, siempre relaciona su posición con el plano sagital o medio que divide al cuerpo en dos partes, una derecha y otra izquierda. Lo que está junto o cerca de dicho plano se dice que está adentro o con relación interna. Cuando está distante se dice afuera, lateral o externo. En la misma forma si está hacia adelante, será anterior o ventral, y lo que se localiza hacia atrás es posterior o dorsal. Fig. 13. Dibujos que ilustran comparativamente la morfología dentaria con un cuerpo geométrico. A) Dos superficies se unen y forman perfil o ángulo lineal. B) Prisma en el que está incluida la figura de un diente, señalando el plano cervical y el eje longitudinal. Las cuatro caras laterales del prisma son las caras axiales. C) Cubo cuyas caras se dividen en nue- ve porciones. D) Se marca el contorno ondulante del cuello anatómico, la flecha indica el ancho de la corona. E) Con flechas, el largo y grueso de la corona ANATOMÍA DENTAL 41 En el caso de la anatomía dental, este concepto se modifica: Para la localización y nomenclatura de cada diente y sus distintas caras o super- ficies se toma como principal referencia al plano medio, en el punto de intersección con el plano de oclusión, cuyo lugar se encuentra entre los dos incisivos centrales tanto en la arcada superior como en la inferior (Fig. 14). De esta manera se tienen dos medias arcadas, una derecha y otra iz- quierda, como se trató en el tema diagramas dentarios. Caras o superficies de una corona. Para nombrar las caras de una corona, se toma en cuenta la posición de éstas con relación al mismo diente y con el punto que señala la medianía del arco. Además, debe considerarse al eje longitudinal del diente (imaginariamente). Las caras del cubo, cuerpo geométrico con el que se comparó la corona, son seis; de éstas, cuatro son paralelas al eje, por lo tanto se denominan axiales. Las dos restantes son perpendiculares al eje, una es cara oclusal o masticatoria y la otra es plano cervical que une la corona a la raíz en el cuello (Fig. 13-b con rayas muy juntas). Fig. 14. Se considera mesial a la porción media o próxima a ella. Se localiza en el punto de contacto entre los dos incisivos centrales. La parte distal es la que está colocada distante de la mesial. Toda porción comprendida por den- --o del arco se llama lingual. A la porción localizada fuera del arco es vestibular y, de ésta, la parte anterior es labial Caras axiales, Cara Mesial y Cara Distal. Se les denomina axiales, por estar paralelas al eje longitudinal del diente (Fig. 13 b ). Son cuatro caras axiales, dos están próximas o hacen contacto con los dientes contiguos que 42 RAFAEL ESPONDA VILA forman el arco y se nombran proximales. Una de ellas, la más cercana al plano medio, se le llama mesial (del griego meso, en medio); y a la otra distal, que está lejos o distante. Las otras dos se describen en seguida. Cara Vestibular. Las otras dos superficies axiales se les llama caras libres, porque no tienen contacto directo con ningún elemento anatómico, y el que hacen con los labios, carrillo y lengua puede ser interrumpido. En los dientes anteriores, la superficie que tiene contacto con los labios, se le llama cara labial. La que lo hace con el vestíbulo lateral de la cavidad bucal, se le llama cara vestibular, en los dientes posteriores. Cara lingual. Las arcadas dentarias en oclusión constituyen una cavi- dad de forma esferoide ocupada por la lengua, órgano que se toma como centro de dicha cavidad; toda referencia que corresponda a la parte poste- rointerna de los arcos dentarios será nombrada lingual, aun cuando sea de la arcada superior. La lengua, aunque sea esporádicamente, hace contacto con los dientes superiores e inferiores; por lo tanto es la más íntima rela- ción. No existe razón de llamar a esta superficie palatina en los superiores y lingual en los inferiores. De esta manera se tienen las caras mesial, distal, labial o vestibular y lingual (Fig. 14). Cara oclusal o masticatoria. Es la quinta cara de la corona y la más importante, ya que con ella efectúan el trabajo de triturar. Se le localiza perpendicular al eje longitudinal y a las cuatro superficies axiales. Cara cervical. Opuesta a la cara oclusal o masticatoria está la sexta cara, y es la única que no puede verse porque corresponde a la parte del cuello que une a corona y raíz y constituye el plano virtual cervical (Fig. 13). Se ampliará este tema cuando se hable de cuello. Dimensiones Todas las coronas tienen tres dimensiones: largo, ancho y grueso (Fig. 13 E ). El largo o longitud de la corona es el que se extiende de cervical a oclusal. Se mide desde el punto más apical, situado sobre la línea cer- vical que limita la corona con toda exactitud, en la región del cuello, hasta otro punto localizado en el borde cortante en los dientes anteriores o en la cima de las cúspides vestibulares de la cara masticatoria, en los dientes posteriores. Se usa la cara labial o vestibular para efectuar esta medida y se llama dimensión cervicooclusal. El ancho de la corona es el diámetro mesiodistal, o sea la distancia entre las dos áreas de contacto de las caras proximales. El grueso es el diámetro labiolingual, en los dientes anteriores o vestí- bulo lingual, en los dientes posteriores; se toma generalmente a nivel de ANATOMÍA DENTAL 43 la unión del tercio medio y el cervical, donde están los puntos más sobre- salientes de estas superficies (Fig. 13 E ). División de las caras axiales Para hacer localizaciones precisas en las superficies axiales de los dien- tes, se dividen éstas en tercios por medio de líneas imaginarias, tanto en sentido longitudinal como transversal, de manera que las caras queden divididas en nueve porciones, las cuales toman el nombre de tercios. Longi- tudinalmente, son los tercios mesial, central y distal y, transversalmente, el cervical, medio y oclusal (Figs. 13 y 15). La identificación del punto deseado debe hacerse combinando las dos divisiones, por ejemplo: al decir tercio mesial de la cara vestibular se tiene una orientación hacia determinado lugar del diente; pero para hacer la localización con mayor precisión debe mencionarse, además, si es cervical, Fig. 15. Forma en que se dividen esquemáticamente las caras axiales de una corona. La figura del canino presenta un punto negro, en el tercio cervical y distal 44 RAFAEL ESPONDA VILA medio u oclusal, lo que da un punto bien definido en la cara a que se hace referencia. Otro ejemplo: se trata del tercio distocervical, como lo muestra el punto negro en la figura 15, sup. izq. De este modo puede designarse cualquier área o lugar determinado en cualquier superficie de la corona del diente. Se pueden también hacer localizaciones en las caras de las coronas, valiéndose de la proximidad de los lados; por ejemplo, tercio cervical, lado distal (Fig. 15). Los ángulos lineales que forman los perfiles de las caras toman los nom- bres de éstas, y sirven también para hacer localizaciones. En la figura 14 se anotan los nombres de las caras o superficies axiales de una corona. La descripción de todas las coronas, así como sus partes, se hará comparándolas con un cuerpo geométrico: cubo, pirámide, etcétera (Figs. 13 y 31). Las caras del poliedro son superficies,* que deben considerarse como polígonos de forma cuadrangular, pentagonal o triangular (Fig. 31). Estas superficies pueden ser convexas, cóncavas, rugosas o sinuosas. Las super- ficies planas sólo existen por desgaste. Los lados de los polígonos llamados ángulos lineales, como ya se dijo, serán descritos con el nombre de perfiles, ya que delimitan el perímetro de una área y se trata de una arista formada por la cara que está a la vista y la superficie a que se hace referencia. Por ejemplo, si se trata del perfil mesial de la cara labial, será el ángulo diedro formado por la cara labial con la cara mesial, visto desde la cara labial (Fig. 16). Los lados o ángulos lineales pueden ser rectos, curvos u ondulados. Fig. 16. Ángulo lineal la- a b bio-mesial de la corona de un incisivo central superior Fig. 17. Lóbulos de crecimiento, a) Aspecto labial, b) As- derecho pecto lingual. Nótese el cuarto lóbulo que forma el cíngulo * Con esto se quiere explicar que no es correcto decir línea convexa, sino línea curva. También es impropio decir superficie curva, cuando la acepción correcta es superficie convexa o cóncava ANATOMÍA DENTAL 45 Lóbulos de crecimiento Se estudia también la corona recordando su formación embrionaria (Fig- 17). Los puntos donde principia la calcificación de la corona en el esmalte, dentro del saco dentario, están precisamente en la cima o vértice de las cúspides de los posteriores, o borde incisal de los anteriores. Se les llama lóbulos de crecimiento o lóbulos de desarrollo y son en número de cuatro. (Ver, más adelante, embriología pág. 104). En los dientes anteriores, tres lóbulos forman la porción labial: se nom- bran mesial, central y distal. El cuarto lóbulo forma el cíngulo o talón del diente. En los molares existen dos lóbulos vestibulares y dos linguales, al- gunos molares tienen cinco lóbulos. La huella que deja sobre el esmalte la unión de dos lóbulos se le nom- bra línea de crecimiento o de desarrollo, se le puede llamar también línea segmental o interlobular. Se presenta bajo forma de canaladura o surco (Ver vocabulario al final del libro). En casos de anomalías, son profundos y dejan descubierta la dentina en el fondo de ellos; constituyen eminente peligro por ser causa de caries (Fig. 18). Fig. 18. Esquema que re- Fig. 19. Desarrollo del cíngulo. Incisivo, canino, pre- presenta un corte. Vestíbu- molar. La escotadura cervical en el cuello es más pro- lo-lingual de un premolar funda en los dientes anteriores. Nótese el escalón que donde falta la unión de los hace el esmalte en cervical lóbulos. En el fondo del surco se encuentra la den- tina expuesta Configuración de la cara oclusal La cara oclusal es la porción de la corona con la cual los dientes efec- túan la función masticatoria. Tienen una forma peculiar según el diente de que se trate. En los anteriores sólo presenta un borde, denominado borde cortante o borde incisal, que en el canino se convierte en un vértice. 46 RAFAEL ESPONDA VILA La transformación del borde incisal de los anteriores en cara oclusal de los posteriores se debe al desarrollo evolutivo del ángulo, que está formado por el cuarto lóbulo. De esta manera, en el canino se advierte el aumento de tamaño de la porción lingual; los premolares tienen esta eminencia mucho más grande y constituyen la cúspide lingual (Fig. 19). La cara oclusal de los posteriores presenta ciertos accidentes sumamente notorios, a diferencia de las caras axiales que no las tienen. Se trata de eminencias y depresiones de la cara oclusal de premolares y molares. Sirven para que, al efectuarse la masticación, los alimentos sean triturados y des- menuzados para facilitar la insalivación (Fig. 20). A continuación se nombran las partes que arquitectónicamente consti- tuyen la cara oclusal de la corona, las cuales se describirán en este mismo orden. Eminencias: cúspide, tubérculo, cresta, arista, cima o vértice. De- presiones: surco, fosa, foseta, fisura, agujero. Otros detalles morfológicos: punto, punta, perfil, vertiente, faceta y diámetro máximo. (Ver Voca- bulario ). Eminencias. Así pueden llamarse todas las elevaciones que se encuentran en la constitución de la corona, inclusive las que no tienen forma definida.. Clásicamente se hace la selección de tres formas de eminencias, tales como cúspides, tubérculos y crestas. Cúspide. Eminencia de forma piramidal o conoide. Pueden conside- rarse de base circular o de tres o cuatro caras, que terminan en un vértice o cima, en cierta forma agudo. Corresponden a uno o varios lóbulos de crecimiento (Fig. 2 0 - / ). Cúspide piramidal de base triangular. Está representada por la mesio- lingual del primer molar superior o la lingual del segundo premolar supe- rior (Figs. 20 con cruz y 146). Tiene dos declives o vertientes lisas hacia lingual y una armada en la cara oclusal. Las tres vertientes están dentro de la zona de trabajo masticatorio. Debe entenderse que las tres hacen contacto con las de la arcada opuesta en los movivmientos de lateralidad, durante la masticación (véase vertientes más adelante en el vocabulario). Cúspide piramidal de base cuadrangular. Formada por cuatro planos inclinados, dos de los cuales son vertientes lisas, normalmente no están en la superficie de trabajo. Las otras dos vertientes son armadas o ranu- radas por surquillos que están en la cara oclusal y dentro de la zona de trabajo. Por ejemplo: las cúspides vestibulares del primer molar superior (Fig. 20 con flechas). Cúspide conoide, de base circular. Debe advertirse que las comparacio- nes son simbólicas. Esta eminencia está representada por la cúspide lingual del primer premolar superior (Fig. 137). Tubérculos. Son igualmente eminencias, pero más pequeñas y un poco redondeadas, como casquetes esféricos, también puede llamárseles eminencias lobulosas. Se identifican en el cíngulo o talón de los incisivos superiores. ANATOMÍA DENTAL 47 En el primer molar superior el tubérculo distolingual tiene forma redon- deada por la parte linguodistal y una pequeña parte de superficie armada en la cara oclusal (Fig. 20-4, con un círculo). Cresta. Eminencia con aspecto de cordillera alargada que se presenta uniendo dos cúspides, como sucede en el primer molar superior (Fig. 20 punteada). En algunas ocasiones existe en los primeros premolares infe- riores una cresta que une las dos cúspides (Fig. 157). Una pequeña cresta de esmalte se encuentra más o menos visible en la región cervical de la corona, señalando el límite de ésta en todo su rededor. Cresta es el rodete adamantino que señala con énfasis el límite de una región en un diente y sirve para dar mayor fuerza a la arquitectura de la corona, hace las veces de un tirante de resistencia, delimita toda la cara lingual de los dientes anterosuperiores, alrededor de la fosa central o lingual. A esta eminencia se le nombra cresta marginal (Fig. 11). Crestas marginales, se localizan también en la cara oclusal de los premolares o molares, hacia los lados proximales, mesial y distal; son poderosos rebordes que marcan el final de dichas caras (Fig. 20-5). Tam- bién sirven como cinchos de cerramiento a estas caras triturantes. Aristas. La unión de dos facetas o vertientes en una eminencia, forman un ángulo diedro o arista: corre en línea más o menos recta desde el vér- tice o cima de la cúspide hasta terminar en el surco. Es la parte más ele- vada de una eminencia alargada (Fig. 20, línea de puntos). Cima o vértice. Punta o parte más sobresaliente de una cúspide o tu- bérculo: al realizarse la oclusión coincide con el fondo de una fosa, o con un surco intercuspídeo o interdentario (Fig. 20-1). Depresiones. Puede llamarse de esta manera a los pequeños hundimientos en la superficie de un diente, como son: surcos, fosas, fosetas, fisuras y agujeros. Surcos. Hendiduras largas y estrechas que se encuentran entre dos cús- pides o tubérculos; separando dos vertientes o planos inclinados. Corres- ponden a líneas de unión entre lóbulos de desarrollo y señalan el límite de éstos. Son de mucha importancia en el estudio de la morfología de los diferentes dientes. Fig. 20-8). Existe un surco principal llamado surco me- siodistal, fundamental o primario. Existen otros más pequeños que se lla- man surcos secundarios o suplementarios. Estos son menos profundos y de menor longitud que los fundamentales, están entre vertientes secundarias y no señalan el tamaño de un lóbulo de desarrollo (Fig. 20-9). En la juntura de dos superficies contiguas o proximales, entre dos dientes, se forma el llamado surco interdentario; se describe más adelante. Fosa. Depresiones de forma irregularmente circular que ocupan una su- perficie extensa de la cara de un diente, como la fosa central o lingual del incisivo central superior. También se llama de este modo al sitio de con- 48 RAFAEL ESPONDA V1LA currencia de dos o más surcos; puede considerarse su importancia según el tamaño y posición en que se encuentran; así, la fosa central es la mayor depresión que se halla en el centro de la cara oclusal en los molares. Existen otras más pequeñas denominadas fosetas, que también se forman por la unión de dos o más surcos secundarios. (Fig. 20-7). Fosetas. Son depresiones más pequeñas, están colocadas al extremo de un surco primario, determinan el final del mismo, tal como sucede en premolares y molares. Debido a que afectan forma triangular, reciben el nombre de fosetas triangulares; están delimitadas por las vertientes con- currentes de dos cúspides y una del borde o cresta marginal. (Fig. 20-6). Fisuras. Este término lleva implícita la idea de solución de continuidad y se usa para determinar una rotura del esmalte, la cual puede ocurrir en el fondo de un surco o en el centro de una fosa. En ambos casos puede considerarse como falla del esmalte, debido a defectos en su constitución. La presencia de una fisura es peligrosa para la integridad del diente (Fig. 18). Agujero. Generalmente en el centro de una fosa o foseta existe un agujero, que puede ser debido a una falla en la calcificación del esmalte, y frecuen- temente es el punto donde aparece principio de caries (Fig. 20-10). Algunas veces el agujero no solamente existe en estos lugares; aparece en otras partes de la superficie del diente como consecuencia de la unión incompleta de dos lóbulos de crecimiento. Con frecuencia se encuentra un agujero cerca del ángulo lineal mesiolabial del incisivo lateral superior Fig. 20. Enumeración de los distintos elementos de la cara oclusal de un diente (primer molar superior). 1) Cima o vértice de la cúspide. 2) Vertiente lisa. 3) Vertiente ar- mada. 4) Arista. 5) Cresta marginal. 6) Foseta triangular. 7) Fosa central. 8) Surco fundamental. 9) Surco secunda- rio. 10) Agujero ANATOMÍA DENTAL 49 Fig. 21. a) Zona o área de contacto en la cara proximal de un inci- sivo. Nótese la forma ondulante de la línea cervical. El óvalo que se ve por fuera del rayado marca el posible desgaste de esta cara, b) Cara proximal de un premolar, cuya zona de contacto con el diente contiguo defiende a la papila gingival (P) de la agresión del bolo de masticación (línea curva con flechas) el cual se escurre hacia vestibular (V) y hacia lingual (L) (Fig. 78). En los incisivos superiores se halla, en la cara lingual, un surco que es la línea de desarrollo del cuarto lóbulo o cíngulo, en donde existe uno llamado agujero ciego (Fig. 82). Otros detalles importantes de la morfología del diente que no siempre se encuentran en la cara oclusal: Punto. Mínima parte que señala con precisión determinado lugar (ver Vocabulario). Punta. Se refiere a la cima o cúspide (ver Vocabulario). Perfil. Línea angular (ver página 40) (Fig. 13). Vertientes. Son pequeñas superficies que afectan la forma de planos inclinados; se encuentran a los lados de una eminencia, desde la cima o vértice de una cúspide, hasta la profundidad de un surco donde se pierden. Puede haber vertiente mesial o vertiente distal en una cresta marginal (Fig. 20-5). De la misma manera, en una cúspide o tubérculo puede haber vertiente oclusal y vertiente vestibular, desde una arista hasta el fondo de un surco. Cuando una vertiente tiene un pequeño surco se le llama vertiente armada. Si no lo tiene, vertiente lisa (Fig. 20-2 y 3 ). La unión de dos vertientes forma una arista sobre una eminencia (ver arista), o un surco en el fondo de una depresión. 50 RAFAEL ESPONDA VILA Hay vertientes lisas en las caras vestibulares y linguales de los dientes, y vertientes armadas dentro de la superficie de oclusión, estas últimas están señaladas por surcos secundarios. Facetas. Zonas que por desgaste se han convertido en áreas planas; no son naturales sino provocadas por la fricción o atrición. Muchas vertientes tienen facetas de desgaste (Fig. 4 ). Áreas de contacto. Lugar de las caras proximales mesial y distal, que se halla en la parte más prominente de la convexidad de la superficie. La mesial toca a la distal de la corona contigua. Se le nombra punto de contacto. En realidad se trata de una pequeña superficie Fig. 21). En los incisivos centrales las dos caras mesiales hacen contacto en la línea media. La cara distal del tercer molar no lo hace por ser el último diente de la arcada (Figs. 1 y 14). Por causa de la movilidad natural de los dientes en la arcada, el esmalte de la porción proximal se desgasta por fricción y forma un área que puede ocupar toda la cara proximal, reduciendo con esto el diámetro mesio- distal del diente. Surco interdentario. Formado entre dos caras proximales en posición fisiológica. Se le nombra también espacio interproximal. Afecta la forma de una letra U porque rodea la zona de contacto; en idioma inglés se le nombra embrasure, que significa tronera (Figs. 21 y 22). Se le consideran cuatro porciones: vestibular, lingual, gingival y oclusar (Figs. 22 y 23). La porción oclusal está formada por los planos inclinados de las crestas o rebordes marginales, sobre todo en los dientes posteriores (Fig. 22). En el momento de la masticación, al comprimir el bocado entre las arcadas, una porción de él se escapa o se escurre por el surco interdentario, dividiéndose en dos corrientes: una va hacia vestibular y la otra hacia lingual (Fig. 21). La zona de contacto, sirve para separar y formar estos Fig. 22. Surco interdental, porción vestibular y Fig. 23. Surco interdental, a) lingual Porción gingival, b) Porción oclusal ANATOMÍA DENTAL 51 Fig. 24. Arcada en oclusión correcta. Nótese el surco interdental y la relación con cada diente antagonista escapes; el contacto de los dientes sirve también para obstaculizar y defen- der a la papila gingival, la que se halla inmediatamente localizada entre la dicha zona de contacto y la región cervical de los dientes; esta defensa evita la lesión que por compresión o empaquetamiento del alimento llega a producir lesión traumática a la misma papila y hasta el tabique óseo interdentario. Diámetro máximo. La forma de la corona es tan especial que si se busca el mayor diámetro, ecuador, o línea de mayor comba, esto es, la línea que señala los puntos más sobresalientes de la corona en cada una de sus cuatro caras axiales, la línea sube, baja y cambia de orientación (Fig. 25). Fig. 25. a) La línea de mayor convexidad según la superficie que re- corre. Esta es diferente en cada diente, b) Compárese con el ecuador de una esfera 52 RAFAEL ESPONDA VILA En la cara labial o vestibular, la línea pasa a nivel de la unión del ter- cio medio y el cervical. En la cara mesial, se coloca a la altura del área de contacto. Al pasar a la región lingual, cambia de nuevo y se coloca en el cíngulo o cerca de la línea cervical. Sobre la cara distal, la línea que señala la mayor convexidad está sobre la zona de contacto, cerca de la región oclusal y, por último, al volver a la cara vestibular o labial, la línea se coloca en el tercio cervical ya señalado y de esta manera se cierra el contorno. Oclusión y área de trabajo Siendo tan amplio y complejo el tema relacionado con la función del aparato dentario, solamente se tocarán ciertos conceptos elementales que dan idea de la importancia de su desempeño fisiológico. Desde este punto de vista, oclusión significa acción y ésta necesariamente debe ser ejecutada por elementos anatómicos de cuya morfología se está tratando en la pre- sente obra. Toda función implica la idea de integridad orgánica. Por acción muscular, la mandíbula se abate y los arcos dentarios sé separan —se abre la boca—. Cuando la mandíbula se cierra, por el mismo motivo, se produce el contacto de las arcadas antagonistas, o sea la oclu- sión dentaria. Lo importante en su estudio no sólo se refiere a la relación que existe de forma, posición, estructura y función de cada diente en particular, también incluye el arco dentario completo, así como las rela- ciones de otros elementos que actúan en conjunto; como son: huesos, músculos, nervios, además de los órganos que cooperan en la acción: ar- ticulación condilar, etc. La masticación es la función propia del aparato dentario; se ejecuta con movimientos mandibulares, pero su eficiencia depende, entre otros factores, de la armoniosa relación de las arcadas al hacer contacto de oclusión. Podría decirse que: Oclusión es la relación armoniosa entre las superficies masticatorias de los dientes de la arcada superior con la inferior, al hacer contacto en el momento del cierre.* Siendo la oclusión dentaria la principal acción que lleva a efecto el aparato dentario, debe tenerse en cuenta para que sea normalmente rea- lizada, lo que dependerá necesariamente de la armonía de la forma y la posición de los dientes. Esta relación de contacto puede ser estática y dinámica. La primera se realiza sin acción muscular; es la que alcanza mayor superficie o mayor * Existe la viciosa costumbre de confundir oclusión con articulación. Ya se explicó que la articulación la hace el diente con su raíz dentro del alvéolo. Con la cara oclusal sólo se produce oclusión Fig. 26. Cara oclusal del primer molar inferior derecho, en la que se observa, punteada, la zona intercuspídea y además el tercio oclu- sal de la cara vestibular, que al hacer contacto en oclusión, forma parte de la zona o área de trabajo. En el dibujo, la zona de trabajo en incisivos número de puntos de contacto. Al

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