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Fauna de los bosques inundados FAUNA Perezoso de dos dedos (Choloepus didactylus): Este mamífero se caracteriza por su pelaje grueso y marrón, y sus largas extremidades con dos garras en cada pata delantera. Habita en los árboles de los bosques tropicales y de várzea de la Amazon...

Fauna de los bosques inundados FAUNA Perezoso de dos dedos (Choloepus didactylus): Este mamífero se caracteriza por su pelaje grueso y marrón, y sus largas extremidades con dos garras en cada pata delantera. Habita en los árboles de los bosques tropicales y de várzea de la Amazonía, donde se mueve lentamente y pasa la mayor parte del tiempo colgado de las ramas. Su rol ecológico incluye la dispersión de semillas y el mantenimiento de ecosistemas arbóreos saludables. Curiosamente, el perezoso desciende solo una vez por semana para defecar y su lentitud lo protege de muchos depredadores. Ardilla común (Sciurus granatensis): Este pequeño mamífero tiene un pelaje rojizo o marrón y una cola larga y esponjosa. Se encuentra en los bosques tropicales, incluidos los de várzea, donde es ágil en la trepa de árboles. Su hábitat preferido incluye áreas densas de vegetación, donde busca alimento como frutas, semillas y nueces. Cumple un rol importante como dispersora de semillas, contribuyendo al crecimiento de plantas y árboles en su entorno. Como curiosidad, la ardilla común puede almacenar comida en diferentes lugares para consumirla más tarde, una estrategia que la ayuda a sobrevivir en épocas de escasez. Jaguar (Panthera onca): Este gran felino, con su característico pelaje dorado y manchas en forma de rosetas, es el depredador tope de la Amazonía. Habita en una amplia variedad de ecosistemas, incluidos los bosques de várzea, donde caza animales como capibaras, ciervos y peces. El jaguar juega un rol crucial en el control de las poblaciones de otras especies, manteniendo el equilibrio ecológico. Es un nadador excepcional, y se le ha visto cruzar ríos con facilidad, lo que lo diferencia de muchos otros felinos. Su fuerza y sigilo lo convierten en uno de los cazadores más formidables del continente. Tapir (Tapirus terrestris): Este mamífero de gran tamaño tiene un cuerpo robusto, patas cortas y una distintiva trompa alargada que utiliza para agarrar alimentos. Habita en los bosques tropicales y zonas inundadas de la Amazonía, donde se alimenta de hojas, frutos y pequeños brotes. Su rol ecológico es vital como dispersor de semillas, ya que sus excrementos ayudan a la regeneración del bosque. Aunque de apariencia tranquila, el tapir  es un excelente nadador y puede sumergirse en ríos y lagunas para evitar depredadores o encontrar alimento. Delfín rosado (Inia geoffrensis): Este fascinante cetáceo de agua dulce se distingue por su color rosado, que puede variar de tonalidad dependiendo de su edad y el entorno. Vive en los ríos y lagos de la cuenca amazónica, incluidos los bosques inundados durante la temporada de lluvias. El delfín rosado se alimenta principalmente de peces y pequeños crustáceos, desempeñando un rol clave en el equilibrio de las cadenas tróficas acuáticas. Además, su agilidad y capacidad para nadar entre los árboles sumergidos lo hacen un nadador excepcional. Es considerado una especie emblemática de la Amazonía. Piraña (Serrasalmus sp.): Este pez de agua dulce es conocido por sus dientes afilados y su mandíbula poderosa. Habita en los ríos y lagos de la cuenca amazónica, incluidos los bosques inundados durante las crecidas. Aunque tienen fama de ser agresivas, las pirañas son principalmente carroñeras y se alimentan de peces, insectos y frutas que caen al agua. Cumplen un rol esencial en el ecosistema acuático al limpiar restos de animales muertos y mantener la salud del hábitat. Como curiosidad, las pirañas cazan en grupos, lo que maximiza su eficiencia en la búsqueda de alimentos. Caimán negro (Melanosuchus niger): Este gran reptil es uno de los depredadores más formidables de los ríos y lagos de la Amazonía, alcanzando hasta 6 metros de longitud. Su piel oscura le ayuda a camuflarse en las aguas turbias de los bosques inundados. Se alimenta de una gran variedad de presas, incluyendo peces, aves y mamíferos pequeños, cumpliendo un rol crucial en el control de poblaciones dentro del ecosistema. A pesar de su tamaño y fuerza, el caimán negro es una especie vulnerable debido a la caza por su valiosa piel. Es un nadador ágil y sigiloso, capaz de sorprender a sus presas con rapidez. Anaconda (Eunectes murinus): Es una de las serpientes más grandes del mundo, pudiendo alcanzar más de 8 metros de longitud. Habita en los ríos, lagos y pantanos de la Amazonía, especialmente en zonas de bosques inundados. La anaconda es una excelente nadadora y pasa gran parte de su vida en el agua, donde caza presas como peces, caimanes pequeños, capibaras e incluso jaguares jóvenes. Cumple un rol importante en el control de las poblaciones de diversas especies en su entorno. A diferencia de otras serpientes, la anaconda mata a sus presas por constricción, envolviéndolas con su poderoso cuerpo.  Anhinga americana (Aninga o Pato Aguja): Esta ave acuática tiene un cuerpo delgado, cuello largo y un pico afilado que utiliza para capturar peces. Habita en los ríos, lagos y áreas inundadas de la Amazonía. Se distingue por su capacidad de buceo, sumergiéndose completamente bajo el agua para cazar, lo que le ha valido el apodo de "pájaro serpiente" por la forma en que su cuello se asoma al nadar. La anhinga desempeña un rol ecológico clave como controladora de peces pequeños. Curiosamente, a diferencia de otras aves acuáticas, sus plumas no son impermeables, lo que le permite bucear mejor, aunque necesita secarse al sol después de cada inmersión. Guacamayo escarlata (Ara macao): Este colorido loro es fácilmente reconocible por su plumaje rojo brillante, combinado con tonos azules y amarillos en sus alas y cola. Habita en las selvas tropicales de la Amazonía, incluyendo los bosques de várzea. Su dieta se compone de frutas, nueces y semillas, y cumple un rol importante como dispersor de semillas, contribuyendo a la regeneración forestal. Los guacamayos forman parejas monógamas de por vida y son conocidos por sus fuertes vínculos sociales. Su belleza y comportamiento carismático los han convertido en un símbolo de la biodiversidad amazónica. Atila amazónico (Attila bolivianus): Este pájaro de tamaño mediano, con plumaje en tonos marrones y anaranjados, es común en los bosques húmedos de la Amazonía. Se le encuentra principalmente en áreas de densa vegetación, donde emite llamados fuertes y característicos. Su dieta se compone de insectos y pequeños invertebrados, cumpliendo un rol importante en el control de plagas naturales dentro del ecosistema. El Atila amazónico es un ave solitaria y territorial, que suele ser difícil de observar debido a su preferencia por mantenerse en las copas de los árboles. Águila harpía (Harpia harpyja): Es una de las aves rapaces más grandes y poderosas del mundo, con una envergadura de hasta 2 metros. Tiene un plumaje gris, negro y blanco, y una cresta distintiva sobre su cabeza. Habita en los bosques tropicales de la Amazonía, incluidos los bosques de várzea. Su dieta consiste en mamíferos arbóreos como monos y perezosos, lo que la posiciona como un depredador tope en el ecosistema. La águila harpía desempeña un rol crucial en mantener el equilibrio de las poblaciones de sus presas. Debido a la pérdida de hábitat, es una especie en peligro de extinción.