Cultivo de Trigo V24 PDF

Summary

Este documento analiza el cultivo de trigo en Paraguay, destacando la importancia de este cereal en el sistema de producción. Se revisan diversos programas y proyectos implementados, con un énfasis en las estrategias implementadas para aumentar la producción y la sustentabilidad del sistema.

Full Transcript

Cultivo de Trigo 4° Curso 2024 1. Introducción El cultivo de trigo es parte de un sistema de producción hoy, además de cubrir las necesidades nacionales, se ha logrado un excedente importante. Es un gran logro no solo a nivel técnico sino a nivel productivo ya que muchos productores h...

Cultivo de Trigo 4° Curso 2024 1. Introducción El cultivo de trigo es parte de un sistema de producción hoy, además de cubrir las necesidades nacionales, se ha logrado un excedente importante. Es un gran logro no solo a nivel técnico sino a nivel productivo ya que muchos productores han mantenido su fe en el cereal a pesar de los altibajos de los tiempos. Como cultivo más importante durante el ciclo del invierno debe ser considerado como parte de un sistema de producción, no sólo para lograr una mayor productividad, sino también la sustentabilidad del sistema como tal. Solo el cultivo de la soja de primera no es una alternativa viable. Esta tiene que combinarse (rotarse) con una gramínea sin importar que sea avena, trigo, cebada, triticale o maíz zafriña. Aparentemente la soja de primera no deja suficientes rastrojos sobre el suelo para lograr la sustentabilidad del sistema de producción. Como resultado, los agricultores están siendo forzados a pensar no solo en un cultivo sino en el sistema para tener éxito y rentabilidad mayor ahora y en el futuro. En este caso, el cultivo de trigo se presenta como la mejor alternativa para el ciclo de invierno y con posibilidades de mejor colocación en el mercado de exportación. El caso de Paraguay no es muy diferente donde para manejar un sistema de producción agrícola rentable y sustentable es imprescindible que haya una combinación adecuada de los cultivos. El Paraguay tiene una gran capacidad para incrementar su área bajo trigo y aumentar la producción para cubrir las necesidades locales e incursionar en el mercado de exportación con fuerza. A fines de los años sesenta, el Gobierno tomó la decisión de impulsar la producción nacional de trigo a fin de autoabastecer al país con este producto básico. En ese periodo, el país fue casi totalmente dependiente de la importación, lo que representaba una pérdida importante de divisas, muy escasas en aquel tiempo. En realidad, esta no fue la primera iniciativa, dado que desde los años 1950 se intentó hacerlo por medio del “Plan familiar de Trigo”, proveyendo diversos apoyos para incentivar su cultivo en la agricultura familiar, con productores de pequeña escala, con el empleo de semilla de variedades con limitada adaptación a las condiciones ecológicas y falta de tecnología en el manejo del cultivo, este plan prácticamente fracasó, no pudiendo superar las 10.000 toneladas de producción. Para impulsar “el programa nacional de producción de trigo”, la Secretaria Técnica de Planificación propuso al Gobierno Nacional su ejecución a través del Banco Nacional de Fomento y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), principalmente (AÑO 1965). Dicho “programa” basó su estrategia en trabajar con grandes y medianos productores, principalmente de ganado vacuno, sobre áreas extensivas de praderas, ofreciendo líneas de créditos a largo plazo con bajas tasas de interés; y políticas de regulación de precio y mercado. La tecnología de producción se basó en investigaciones aplicadas realizadas por el Servicio Técnico Interamericano de Cooperación para la Agricultura (STICA), programa de desarrollo del Gobierno de los Estados Unidos. Este programa estableció en el país además de las instituciones de investigación, modernos servicios de apoyo tecnológico, que a mediados de la década del ‘60 fueron incorporados al MAG. Entre ellos se mencionan al Servicio Nacional de Semillas (SENASE), la Dirección de Comercialización Agrícola, la Dirección de Defensa Vegetal, el Servicio de Extensión Agrícola, entre otros. Todas estas entidades apoyaron desde sus especialidades al programa en las primeras décadas. 2 Entre ellas se destacaron el SENASE como proveedor de semilla certificada de variedades nacionales a los productores. Además, considerando que la infraestructura de almacenamiento y procesamiento del sector privado, basada en la importación del grano, se encontraba localizada principalmente en la Capital y Encarnación, el MAG a través de la Dirección de Comercialización Agrícola estableció en los ‘70s una red de silos regionales en las zonas productoras, principalmente Misiones e Itapúa. Vemos pues que el rol del Gobierno en el lanzamiento y acompañamiento del Programa fue fundamental, y cubrió vacíos que el sector privado paulatinamente ocupó posteriormente ante el desarrollo progresivo de la producción del cereal. 2. Programa Nacional de Producción de Trigo Periodo 1967 – 1971 (Inicial) Las primeras variedades utilizadas provinieron del “Vivero de Trigos de Primavera” y fueron las denominadas: Centenario, Nº 6, Nº 9, Boquerón, Nº 11. Todas con rendimiento a campo de alrededor de 1.000 kg/ha y de porte alto, ciclo largo, susceptible al acame y a enfermedades fungosas tipo royas. Periodo 1972 – 1977 (el nuevo derrumbe) Se inició la siembra de las variedades denominadas 214/60 y 281/60 respectivamente; que fueron seleccionadas y sembradas atendiendo a su mayor potencial de rendimiento, respuesta a fertilizantes y ciclo vegetativo corto y semi-enanas. En el periodo 1972-1977 se presentaron condiciones ambientales prevaleciendo la alta humedad y elevadas temperaturas que favorecieron epidemias de enfermedades no tradicionales de la hoja y la espiga. En 1972, de las 32 mil hectáreas sembradas se levantó una producción de 17 mil toneladas que se tradujo en 550 kilos por hectárea de granos. En los años siguientes, además de las Royas se incrementó la FUSARIOSIS, SEPTORIOSIS, HELMINTOSPORIOSIS, y otras enfermedades fungosas. El área de siembra se mantuvo entre 20 mil y 35 mil hectáreas y el rendimiento entre los 1 mil y 1 mil cien kilogramos por hectárea. Periodo 1978 – 1983 (recuperación) En el año 1978, se fortaleció las relaciones con el Programa Regional del CIMMYT (Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo) en el Cono Sur, con su primera sede en Chile. También entre 1978 y 1983, se inició el control químico de enfermedades aplicando fungicidas. El periodo 1984 – 1990 (despegue) En el periodo de 1984 -1990, aumentó la superficie de cultivo y el rendimiento promedio superó en forma sostenida los 2000 kilos/hectárea con el empleo de la tecnología mencionada. Así, en el año 1986 se alcanzó el autoabastecimiento nacional y en 1989 se llegó a exportar 225 mil Toneladas de granos. Cabe señalar que los logros mencionados fueron resultado de: el decidido apoyo del Gobierno Nacional y el interés de los productores; la cooperación del CIMMYT, complementada por el Programa IICA – CONO SUR/ BID y la Cooperación Técnica Israelí; así como la participación sostenida del estamento técnico en las decisiones y conducción de ¨EL PROGRAMA¨. 2.1. Estancamiento de la producción A partir de la década del 90, si bien el programa de trigo continuó siendo importante a nivel del apoyo de las instituciones públicas, la mayoría de los roles tecnológicos y de servicios fueron siendo asumidos paulatinamente por el sector privado. Además, posteriormente al cambio de gobierno, como política de los gobiernos sucesivos, la 3 priorización de programas de apoyo hacia la agricultura empresarial fue reorientada crecientemente hacia la agricultura familiar campesina, en diversos programas de reforma agraria y desarrollo rural y agropecuario, coincidentemente con los objetivos cambiantes de la cooperación internacional en ese mismo sentido. Debemos recordar que, a fines de los 80s, se establece a nivel mundial el “Consenso de Washington” que implicó un cambio del modelo de desarrollo internacional, siendo aplicados de inmediato por los organismos de cooperación, internacionales y bilaterales. Este nuevo modelo estableció lo que hoy conocemos como Globalización, liberalización comercial, economía de mercado, etc. En dicho contexto, las economías cerradas nacionales fueron abiertas, las empresas públicas privatizadas, el Estado achicado, y entre las palabras obsoletas se incorporó el “autoabastecimiento”, como meta económica en base al proteccionismo del mercado interno. Todo esto se reflejó en nuestro país más bien indirectamente, en el relativo estancamiento de la producción para el autoabastecimiento, y las pequeñas exportaciones/importaciones netas del periodo. Demás está decir que en este tiempo se fue consolidando la producción y exportación del cultivo de rotación del Trigo, la Soja. A partir de la campaña 1992/3, por primera vez el valor de las exportaciones de soja superó al del cultivo del algodón, y continuó expandiéndose sostenidamente hasta la actualidad. Los márgenes comparativos de rentabilidad más reducidos del trigo solamente le permitieron acompañar en mucha menor escala a aquel rubro. En el 2003, para superar este relativo estancamiento del trigo nacional, ante la necesidad de continuar con los trabajos de investigación a cargo del MAG, el sector privado toma la iniciativa y se fortaleció novedosamente EL PROGRAMA a través de la Alianza Publico Privada establecida dentro del marco del CONVENIO MAG/CAPECO/CIMMYT. En 2005 se retira la sede regional del CIMMYT del Cono Sur, como la reforma institucional del MAG que origina la creación del Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA) a partir de la Dirección de Investigación del MAG; y otras entidades, que se fusionan en la nueva autarquía, así como la incorporación del nuevo Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO), perteneciente a siete gremios de la cadena de producción y exportación de cereales y oleaginosas fueron los cambios institucionales durante los siguientes años. En base al resultado positivo de la reactivación y avance de la producción y exportación del cereal, este esfuerzo convirtió al Paraguay en un país exportador neto de este cereal. Razón por la cual esta Alianza Pública-Privada fue renovada en 2008-2013 entre el MAG, CAPECO e INBIO y nuevamente en 2013-2018, entre el IPTA, CAPECO e INBIO. 2.2. Resultados logrados del Proyecto de “Fortalecimiento de la Investigación y Difusión del Cultivo de Trigo en Paraguay” Entre los principales logros del programa de investigación, se destaca en primer lugar la zonificación agroambiental de la producción de trigo (Fig. 1). A pesar que el territorio de la Región Oriental es relativamente pequeño, a nivel internacional existe una marcada diversidad agroclimática, sobre todo para la producción del cereal. A grandes rasgos, la zona más apta para la producción de trigo es la sureste (Itapúa y Alto Paraná Sur) caracterizada por el clima húmedo y semi-templado. La zona noreste (Alto Paraná Norte, Canindeyú) con invierno moderado y periodos de escasez de lluvias, y la zona Norte, representado por el Departamento de San Pedro y partes de Caaguazú, con clima subtropical e inviernos más cálidos y secos con suelos frágiles, siguen en importancia. En base a esta zonificación se ajustó el programa de fitomejoramiento a fin de crear e identificar líneas y variedades con mayor adaptación. El programa de fitomejoramiento ha identificado 18 variedades en base a su adaptación a las zonas agroclimáticas mencionadas. A fin de distinguirlas, se denominan como variedades “Itapúa” las mejores adaptadas a la zona Sur del país, mientras que las denominadas “Canindé”, corresponden 4 a las mejores adaptadas para la zona Norte. El manejo aplicado dentro del programa de fitomejoramiento, se orienta al sistema de producción prevalente en los últimos tiempos. Especialmente se menciona la Siembra Directa, el ajuste del ciclo de cultivo para ajustarse a los ciclos de la soja, con siembras cada vez más tempranas, y por lo tanto las recomendaciones de épocas recomendadas de siembra para cada zona agroclimática. El programa de cruzamiento nacional ha ido incorporando y apilando genes que condicionen un mejor comportamiento, resistencia o tolerancia, frente al complejo de enfermedades prevalentes en la región. Con esto se aseguró una mayor estabilidad de la producción ante esta limitante histórica del cereal. Sin embargo, aún falta mejorar la sanidad del cultivo frente a una enfermedad epidémica, la Fusariosis de la Espiga. También es urgente estudiar y comprender mejor el comportamiento y la base genética de otra enfermedad emergente, la cual incluso se ha diseminado internacionalmente, la “espiga blanca”, causada por Magnaporthe oryzae, adaptada al trigo. Con el proyecto se ha instalado una red de difusión con productores y con los industriales. En cuanto a este último estamento, hay que destacar que en la tercera etapa se realiza un gran esfuerzo de monitorear el comportamiento de la calidad molinera y panadera del cereal. Con este esfuerzo, los materiales liberados satisfacen no solamente los requisitos de calidad para nuestro mercado, sino sobre todo a las crecientes exigencias de nuestro mayor mercado de exportación, el Brasil. A tal punto fue el avance que, en los últimos tiempos, el trigo paraguayo es importado como mejorador de la calidad, confiriéndole un excelente nivel de competitividad, faltando solamente aumentar el volumen total disponible para la exportación a fin de consolidar al país como exportador neto en la región. El aumento progresivo del rendimiento del grano a nivel nacional, pasando de 1,500 kg/ha en el año 2000 a cerca de 3000 kg/ha, es indicativo de la adopción de tecnología de producción en el campo.Este incremento de productividad repercutió en el aumento progresivo del área cultivada y de la producción cosechada, a pesar de haber entrado en situaciones de climas extremos en la última década, que afectaron al cereal (Fig. 2). De esta manera aumentó considerablemente el volumen del saldo exportable disponible, como se aprecia en la siguiente gráfica. Figura 1. Regionalización de las áreas trigueras en base a temperatura durante su desarrollo 5 Area y Producción de Trigo en el Paraguay 1.400.000 1.251.063 1.204.433 1.200.000 1.000.000 911.243 817.306 800.000 531.741 600.000 511.689 408.000 387.816 402.227 400.000 233.673 200.000 0 Area (ha) Producción (tn) 1999 - 2003 2004 - 2008 2009 - 2013 2014 - 2018 20219 - 2023 Figura 2. a) Evolución del área y producción de trigo en Paraguay Rendimiento Promedio Nacional 3.500 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 0 Figura 2. b) Rendimiento de promedio nacional 6 3- Morfología del Trigo Las partes de la planta de trigo son: Raíz: La planta de trigo tiene normalmente dos tipos de raíces, seminales o raíces de plántula y adventicias o coronarias. Son fasciculada, con numerosas ramificaciones que alcanzan entre 25 cm y 1mt. Tallo: Es una caña hueca con seis nudos, que se alarga hacia la parte superior, y alcanza una altura entre 0.5 0.7, 0.8, 1.10 m Hojas: tienen forma linear lanceolada (alargadas, rectas y terminadas en punta). Cada hoja está compuesta por: vaina, lámina, lígula y aurícula. La vaina rodea al tallo y es entera en su base, pero su parte superior está abierta. La lámina es lineal o lineal lanceolada y paralelamente nervada, el ápice de la primer hoja es firme y sin punta, luego las hojas subsiguientes son acuminadas. Las aurículas son semejantes a dientes, se encuentran en la base de la lámina donde abrazan flojamente la vaina y el tallo sobre lados opuestos. Son generalmente de color verde claro o rosado. En plantas jóvenes las aurículas son pubescentes, mientras que en la madurez el ápice y los márgenes son desflecados con unos pocos pelos largos. La lígula es de estructura delgada y membranosa, rodeando herméticamente el tallo. Incolora con el borde superior irregular y desflecadas con pelos pequeños. Inflorescencia: es una espiga compuesta por un tallo central (raquis), de entrenudos cortos, sobre el cual van dispuestas entre 20 y 30 espiguillas en forma alterna, rodeadas por glumas, glumillas, El grano de trigo El grano es la unidad reproductiva de la planta de trigo y, también, el principal producto para industrialización. De manera general, el grano se puede dividir en tres partes (ver Figura): Coberturas y capa de aleurona: la cobertura de protección de la semilla está compuesta por la testa, tegmen y pericarpio. La aleurona es una capa de proteína alrededor del endosperma que secreta enzimas responsables de disolver las reservas de carbohidratos. El peso de estas estructuras es aproximadamente el 14% del peso total del grano. Endosperma: Comprende tejidos que rodean al embrión y provee la energía para la germinación. Es el principal producto que se procura obtener con la molienda. Representa un 83% del peso del grano. Embrión: Contiene las estructuras principales de la planta. Comprende el escutelo, plúmula y radícula. En madurez comercial, el grano contiene un 70% de carbohidratos, de los cuáles un 97% es almidón. El contenido de proteína varía entre 8% y 15%. Tiene un 2% de lípidos, 2% de vitaminas y minerales y 2% de fibra. Al igual que la mayoría de los cereales, la proteína de trigo es pobre en lisina. 7 4. Crecimiento y etapas de desarrollo del cultivo de trigo Durante el ciclo del cultivo ocurren dos procesos simultáneos: crecimiento y desarrollo. El crecimiento involucra aumento de la biomasa, mientras que el desarrollo hace referencia a la sucesión de estados morfológicos o fisiológicos que se presentan durante el ciclo de vida del cultivo. Ambos procesos están regulados genéticamente e influenciados por el ambiente. Por ello, el patrón de crecimiento y la sucesión de los estados de desarrollo (fenología) puede diferir entre variedades y, dentro de ellas, según las condiciones ambientales. La correcta identificación de los estados de desarrollo del cultivo es sumamente relevante para definir el manejo agronómico del mismo. En este sentido, las escalas fenológicas proveen una referencia común para describir la sucesión de éstos. 3) Algunos estados de la escala se superponen. Cuando ello ocurre, lo habitual es describir el estado 4.1 Escala de Zadoks haciendo referencia al código más alto. Por ejemplo, si el cultivo tiene tres hojas (Z13) y ya ha diferenciado el primer macollo, dicho estado se denomina como Z21. 4) A fin de describir el estado de plantas individuales, resulta adecuado tomar como referencia al La escala de Zadoks (Zadoks et al., 1974) es la más utilizada para describir los estados morfológicos tallo principal y no al promedio de todos los tallos. Por el contrario, al describir el estado de un externos en trigo. Divide cultivo luego de el ciclo del del la elongación cultivo en 10 (Z30), tallo principal estados principales a partir (0, 1,difícil de cuándo resulta 2…,diferen- 9) y, dentro de ellas, en 10 estados ciar secundarios (0,sin1,destruir los tallos principales 2…, las 9).plantas, Clásicamente, lo más adecuadocada estado es hacer individual referencia al estadode la escala se indica con el correspondiente prefijo DC (código del 50% decimal) de los tallos,seguido incluyendopor un número los macollos. Cuando dela dos dígitos asincronía entreformado tallos por la unión del estado principal y el secundario. es muy grande, lo más adecuado Así, DC55uncorresponde es indicar rango de estados,al por estado principal ejemplo: 50 (espigazón) Z57-65. Esto es y a la relevante, debido a que, en muchas ocasiones, la asincronía del desarrollo etapa secundaria 5 (50% de la inflorescencia emergida). No obstante, actualmente se ha comenzado entre el tallo principal y macollos puede generar errores en la interpretación del estado. a admitir el uso del prefijo Z (Zadoks) en lugar de DC, por ejemplo: Z55. (Tabla 1) Tabla 1. Estados de desarrollo del cultivo de trigo, según la escala Zadoks et al. (1974). 0 Germinación 5 Emergencia de la inflorescencia 07 Emergencia del coleóptilo 51 Primeras espiguillas visibles 09 Hoja en el extremo del coleóptilo 55 Mitad de la inflorescencia emergida 1 Crecimiento de la plántula 59 Emergencia completa de la inflorescencia 11-19 1-9 hojas expandidas 6 Antesis 2 Macollaje 61 Comienzo de antesis 21-29 Un tallo principal y 1 a 9 macollos 65 Mitad de antesis 69 Antesis completa 3 Elongación del tallo 7 Grano lechoso 30 1 cm de largo en espiga + cañas a 71 Grano acuoso 31-35 1 a 5 nudos detectables 73 Comienzo de grano lechoso 75 Grano lechoso intermedio 77 Grano lechoso avanzado 37 Hoja bandera visible 8 Grano pastoso 39 Lígula de la hoja bandera visible 83 Comienzo de grano pastoso 4 Preemergencia floral (estado de 85 Grano pastoso intermedio vaina engrosada o bota) 87 Pastoso duro 41 Comienzo del engrosamiento de la 9 Madurez vaina de la hoja bandera 45 Inflorescencia en mitad de la vaina 91 Grano duro (difícil de marcar con la uña) de la hoja bandera 49 Primeras aristas visibles 92 Grano duro (no se marca con la uña) a El estado Z30 no se incluye en la escala Zadoks et al. (1974), aunque su uso se ha generalizado en la actualidad de manera coloquial (P.E. Abbate com pers.). 8 A continuación, se describen los sucesivos estados de la escala, mencionando los principales cambios morfológicos y fisiológicos del cultivo, los factores que los condicionan y las implicancias agronómicas. A continuación, se describen los sucesivos estados de la escala, mencionando los principales cambios morfológicos y fisiológicos del cultivo, los factores que los condicionan y las implicancias agronómicas. Zadoks 0 - Germinación La germinación comienza cuando la semilla absorbe agua (imbibición) y finaliza cuando emerge la radícula. Se distinguen 3 fases principales: a) Absorción de agua: Indica el inicio de la germinación (Z01). Como regla general, las semillas deben alcanzar un contenido de agua del aproximadamente 35% a 45% de su peso seco para comenzar la germinación. Z03 indica el fin de la etapa de absorción de agua. b) Activación: Luego de la imbibición, el embrión produce hormonas que estimulan la síntesis de enzimas responsables de metabolizar el almidón y proteínas de reserva para que puedan ser utilizados para el crecimiento del embrión. c) Germinación visible: En esta etapa el embrión tiene crecimiento visible. Primero emerge la radícula (Z05) y luego las raíces primarias. La aparición del coleóptile se indica con el estado Z07. El epicótile y coleóptile, crecen hasta que el coleóptile censa la luz ambiental, lo que permite que el nudo de macollaje (que se ubica entre el epicótile y coleóptile) se ubique inmediatamente por debajo de la superficie del suelo. La germinación finaliza con la salida de la primera hoja desde el interior del coleóptile con Z09. La germinación y emergencia dependen de las reservas de azúcares en la semilla (plántula autótrofa), pero una vez que se produce la aparición de la primera hoja verdadera comienza la fotosíntesis y la absorción de nutrientes del suelo (plántula heterótrofa). El embrión tiene al momento de la siembra 3-4 hojas pre-formadas que se iniciaron durante el llenado de grano en la planta madre. El proceso de germinación está afectado por condiciones ambientales y de manejo. Así, la temperatura del suelo para que el proceso ocurra rápidamente varía entre 12°C y 25°C, aunque puede llevarse adelante a menor velocidad entre 4°C y 37 °C. En trigo, lo más habitual es que la germinación ocurra con temperatura subóptima. Por otra parte, se requiere humedad adecuada en el suelo para asegurar la emergencia rápida y uniforme del cultivo. La misma debe ser suficiente para asegurar una imbibición rápida, aunque no excesiva como para generar deficiencias de oxígeno. Falta o exceso de agua provocan una deficiente imbibición de la semilla o una falta de oxigenación por eliminación de los poros de aire en el suelo. En términos generales la siembra no debe realizarse con menos de 30% de agua útil en el suelo. Figura 3. Semilla de trigo germinando. Foto: L Turton. Tomado de PROCOP (2008)© Department of Primary Industry, State of New South Wales, Australia. 9 La profundidad de siembra debe asegurar un adecuado contacto con la humedad de suelo pero no debe superar la capacidad máxima de elongación del epicótile (3-4 cm). La emergencia ocurre en un porcentaje de las semillas sembradas, dependiendo del poder germinativo de las mismas, de la profundidad de siembra, de la disponibilidad de humedad en el suelo, del ataque de patógenos, etc. Al emerger el cultivo se determina el número de plantas/m2, que multiplicado por el número de espigas /planta determina el número de espigas/m2 (NEP). Por ello es importante una vez emergido el cultivo realizar un recuento del número de plántulas establecidas/m2. Zadoks 1. Crecimiento de la plántula En la escala Zadoks, la aparición de la primera hoja por arriba de la superficie del suelo (emergencia) se indica con el estado principal Z1 seguido por el número de hojas desarrolladas. El tiempo entre la aparición de la primera hoja y su emergencia aumenta con la profundidad de siembra. La profundidad óptima varía entre 20 a 30 mm, aunque en ciertas ocasiones es necesario ubicar la semilla a mayor profundidad, procurando una mayor disponibilidad de agua. En este caso, se debe considerar que la emergencia puede verse afectada de manera negativa conforme aumenta la profundidad de siembra debido a que, si el coleóptilo detiene su crecimiento antes de alcanzar la superficie del suelo, la emergencia de la primera hoja se produce debajo de la superficie y en muchos casos no logra emerger y muere. Este efecto es mayor si la semilla presenta tamaño reducido. Figura 4: Z11 – Primera hoja desplegada Cada planta tiene la capacidad de formar unas 20 hojas en el tallo principal, aunque finalmente suelen establecerse entre 5 y 9 hojas para las condiciones generales del manejo. El sistema radical Las plantas de trigo se caracterizan por tener dos tipos de raíces: seminales y adventicias. Las raíces seminales son las primeras en emerger luego de iniciada la germinación. La primera raíz es seguida por otras dos que crecen a ambos lados de ésta. Las plantas generalmente pueden tener hasta ocho raíces seminales y, cada una de ellas, hasta tres ramificaciones. Estas raíces pueden crecer hasta alcanzar los 2 m de profundidad. Las raíces secundarias también se conocen como adventicias o nodales e inician el crecimiento alrededor del comienzo del macollaje. Zadoks 2. Macollaje La duración de la etapa de macollaje condiciona la cantidad de macollos que produce una planta. Así, en variedades de ciclo largo y/o siembras tempranas la fase se extiende por más tiempo y permite una mayor producción de macollos. Además, el número de macollos producidos está regulado por la proximidad entre las plantas (que depende de la densidad y distribución de siembra) y por la disponibilidad de recursos (radiación, agua, nutrientes, etc.). De este modo, en la medida que la densidad de siembra aumenta y/o disminuyen los recursos por planta, el macollaje se reduce. 10 2. MACOLLAJE Esta etapa comienza con la aparición de la primera hoja de macollo desde la yema de la hoja más vieja (primera hoja emergida) del vástago principal. En condiciones sin marcadas restricciones bióticas y/o abióticas ello ocurre cuando el cultivo presenta 3 a 4 hojas. Cada hoja del vástago principal y, a su vez, cada hoja de macollo tiene la capacidad de generar un nuevo macollo. Los macollos provenientes de yemas de hojas del vástago principal se denominan macollos primarios, mientras que los macollos provenientes de hojas de un macollo primario se conocen como macollos secundarios. Sin embargo, se alcanza un punto dado a partir del cual la aparición de macollos cesa y luego una proporción variable de los macollos aparecidos mueren. En general, el inicio de crecimiento del tallo (encañazón) desencadena el comienzo de mortandad de macollos que finaliza cuando se alcanza la espigazón. La mortandad de macollos es inversa al orden de aparición, por ello, los macollos que sobreviven son aquellos que aparecieron primero. La mortandad de macollos está asociada a procesos de competencia por fotosaimilados entre y dentro de las plantas, y ocurre aún en condiciones potenciales de crecimiento. En función de la dinámica de macollaje pueden caracterizarse 5 fases: i) fase de premacollaje (PM), ii) fase de aparición de macollos, iii) fase de establecimiento del número máximo de macollos/m2 (ambas dentro de la fase MC). iv) fase de mortandad de macollos, y v) fase de definición del número final de macollos fértiles/m2 (espigas/ m2 o NEP) (ambas sub- etapas durante la fase de encañazón, EN) Los macollos constituyen uno de los componentes numéricos más relevantes del rendimiento, ya que de ellos depende el número de espigas/m2 (NEP). Además, cuanto mayor sea el número de macollos mayor será el área foliar alcanzada permitiendo interceptar una alta proporción de la radiación incidente (FRADint) en forma temprana en el ciclo. A partir de aquí comienza en el ápice la iniciación de espiguillas, durante la etapa de macollaje está teniendo lugar la definición de las espigas potenciales (en la fenología externa del cultivo) y la definición del número de espiguillas por espiga (a nivel apical). La fecha y densidad de siembra, junto a la disponibilidad de recursos (agua, nutrientes) modulan la dinámica de macollaje y condicionan tanto la cantidad de macollos aparecidos como el porcentaje de mortandad de los mismos. La cantidad de macollos aparecidos por planta y que alcanzan el estado de macollo fértil (espiga) a madurez será mayor cuanto más prolongado sea el período de macollaje (i.e. fechas de siembra tempranas), y mayor la disponibilidad de recursos. Ello determina que retrasos en la fecha de siembra deban ir acompañados de un aumento en la densidad de siembra para lograr una adecuada cobertura del suelo y aprovechar la radiación incidente. Para una fecha de siembra específica y condición hídrico-nutricional dada, altas densidades de siembra restringen la cantidad de macollos aparecidos por planta pero el número de espigas/m2 logrado para diferentes densidades suele no verse modificado debido a la compensación entre la cantidad de macollos establecidos/planta y el número de plantas/m2. En condiciones agronómicas normales llegan a establecerse de uno a tres macollos con espigas por planta, más el vástago 11 principal, lo cual representa alrededor de 400-700 espigas/m². La fertilización con nitrógeno a siembra es una de las prácticas de manejo que favorece fuertemente la aparición de macollos, mientras que fertilizaciones a inicio de macollaje reducen la mortandad de macollos. En ambos casos ello se traduce en un aumento en el número de espigas/m² (NEP). La fertilización al macollaje se recomienda en cultivos correctamente implantados y con una adecuada disponibilidad hídrica durante la etapa de pre-macollaje. En esta etapa puede aparecer diferentes enfermedades necrotróficas y plagas como orugas defoliadoras y/o pulgones. “Las siembras tardías acortan el período de macollaje, y requieren de un aumento en la densidad de siembra para compensar el menor número de macollos por planta” “La capacidad de macollaje del cultivo depende de la interacción entre la fecha y densidad de siembra, el genotipo utilizado y la disponibilidad de recursos a lo largo del ciclo del cultivo (fertilización, agua).” “ En general, cultivares de ciclo corto y/o sembrados tardíamente producen menos macollos. Esto se debe compensar aumentando la densidad de siembra. Fig. 5 Zadoks 3. Elongación del tallo Esta etapa se caracteriza por la elongación de los entrenudos, que dan origen al “tallo verdadero” de las plantas. En este sentido, se destaca que cada tallo tiene en su base un nudo por cada hoja diferenciada separados por entrenudos de menos de 1 mm. El crecimiento de los primeros cinco o seis entrenudos provoca la elongación del tallo y lleva la espiga hacia arriba, mientras que los entrenudos de las hojas inferiores no se elongan apreciablemente. La elongación del último entrenudo (el pedúnculo de la espiga) provoca la emergencia de la espiga a través de la vaina de la hoja bandera (espigazón). La cantidad de nudos detectables es una característica de cada cultivar y depende del ambiente (i. e. densidad de siembra). La etapa generalmente finaliza antes de la floración, aunque en algunas circunstancias (ej. algunos cultivares en siembras muy tardías) la antesis puede comenzar antes de que se complete la elongación del tallo. 12 A partir del estado de elongación del tallo, una cantidad variable de macollos detienen su crecimiento y generalmente mueren tempranamente, dependiendo de la cantidad de recursos disponibles por macollo (principalmente agua, nutrientes y radiación), la proximidad entre las plantas (lo cual modifica la proporción de radiación roja/roja lejana) y del cultivar (el cual puede manifestar distinto grado de dominancia apical, entre otras características). En general, cuando los macollos mueren, se produce la redistribución de una proporción de los nutrientes “móviles” que contienen, particularmente nitrógeno (N) Poco después de iniciada la elongación del tallo comienza el crecimiento de la espiga, por lo que ambos órganos crecen de forma simultánea compitiendo por asimilados y nutrientes. El comienzo de encañazón coincide con el cese de la diferenciación de macollos y el comienzo de la mortandad de los mismos, debido a que los asimilados se particionan principalmente hacia el tallo en crecimiento. A nivel de ápice meristemático, el comienzo de encañazón coincide generalmente con el cese de diferenciación de espiguillas. La mortandad de las flores se debe a la limitada disponibilidad de asimilados para el crecimiento de la espiga debido al crecimiento simultáneo del tallo. Este período de mortandad floral comienza próximo a la aparición de la hoja bandera y prosigue hasta antesis. Fig. 6 13 Zadoks 4. Vaina engrosada o bota El estado de vaina engrosada o bota se inicia cuando la espiga asciende (Z41) y termina cuando las primeras aristas (o espiguillas en cultivares múticos) comienzan a emerger por arriba de la lígula de la hoja bandera (Z49). Durante este período se logra la máxima tasa de acumulación de materia seca de la espiga y se produce la formación de los gametos masculinos y femeninos. Además, cuando las puntas de las aristas emergen desde la vaina de la hoja bandera, la espiga alcanza su mayor longitud. En este estado generalmente la vaina de la hoja bandera se abre y deja ver la espiga. Fig. 7 Vaina engrosada o bota/embuche y emisión de aristas Zadoks 5. Emergencia de la inflorescencia. El estado comienza cuando la espiguilla terminal se hace visible (Z51) y continúa hasta que la espiga emerge totalmente (Z59). En este estado, las anteras están aún dentro de los antecios y es cuando ocurre la dehiscencia de las mismas, la liberación del polen y la fecundación de los estigmas. En trigo, las flores se autopolinizan en 95-99%, pero ese porcentaje puede disminuir a cerca de 90% en condiciones de estrés. Bajo condiciones libres de estrés abiótico y biótico, una alta proporción de las flores fecundadas cuaja y resulta en granos a cosecha. Fig. 8 Zadoks 6. Antesis La antesis (o floración) consiste en la aparición de las anteras por fuera del antecio, luego de la fertilización de los carpelos y el alargamiento del filamento del estambre. La floración comienza en la parte central de la espiga y se extiende hacia arriba y abajo. Dentro de cada espiguilla, la floración progresa desde las flores basales hacia el ápice de la espiguilla. Usualmente, la antesis ocurre en los antecios basales (primera y segunda) de cada espiguilla, mientras que el tercer y cuarto antecio sólo produce flores (y antesis) bajo buenas condiciones de crecimiento. De manera similar, las espiguillas de los extremos de la espiga (inferior y superior) tampoco producen flores fértiles si el crecimiento del cultivo está restringido por algún factor. Fig. 9 14 En una espiga, la antesis ocurre en un lapso de 4 a 7 días. En una planta, por su parte, la antesis ocurre primero en el tallo principal y luego en los macollos. Así, el proceso completo suele durar alrededor de 10 días en un cultivo homogéneo, dependiendo de las condiciones ambientales. Debe considerarse que el viento y las lluvias pueden desprender las anteras de las espigas dificultando la determinación del estado correcto. Ante la duda, se pueden abrir algunos antecios para constatar si las anteras están presentes (i.e. que la antesis no se ha producido) o se han perdido. La antesis del cultivo es un estado clave para la definición del rendimiento. Una semana después del 50% de antesis del cultivo, queda definido el número de granos y comienza su llenado. Fig. 10 Estructuras de la espiga, espiguilla y flores. Si bien la determinación del rendimiento ocurre durante todo el ciclo del cultivo, no todas las etapas tienen la misma importancia para la definición del rendimiento ante variaciones en la oferta de recursos. Dentro de la etapa encañazón-espigazón-antesis se encuentra el período crítico para la determinación del rendimiento tanto en trigo como en cebada. En dicho período se está determinando el principal componente del rendimiento, el número de granos por unidad de área (NG), como así también el peso potencial de estos granos. - Considerando los subcomponentes del NG, el número de espigas/m2 (NEP) depende de la supervivencia de macollos, mientras que el número de granos por espigas (GR/esp) está relacionado con la supervivencia de flores y el cuaje de granos. - A su vez, el tamaño de los ovarios de las flores influye sobre el peso final de los granos, flores más grandes resultan en granos de mayor peso potencial. Durante este período crítico el cultivo debe contar con una adecuada disponibilidad de recursos para maximizar la determinación de estos componentes del rendimiento. El período crítico en trigo se ubica, dependiendo de las condiciones ambientales, desde aproximadamente 3 semanas previas hasta 1 semana posterior a la antesis (Fischer 1985). Dada la relevancia del período crítico, la mayoría de las medidas de manejo tienen como objetivo maximizar la tasa de crecimiento del cultivo durante dicho período. La elección de la fecha de siembra procura ubicar el período crítico en el mejor ambiente fototermal (alta radiación y moderada temperatura) e hídrico posible, evitando la ocurrencia de estreses abióticos como heladas, 15 anegamiento o golpes de calor. La densidad de siembra debe asegurar la máxima captura de los recursos disponibles previo al inicio del período crítico, reduciendo el impacto de factores bióticos (por ejemplo generación de microambiente proclive a la aparición de enfermedades) y/o abióticos (por ejemplo fuerte consumo de agua en etapas previas en un ambiente con probable déficit hídrico o producción de tallos de diámetro reducido propensos al vuelco). Bajo condiciones libres de estreses el cultivo debe interceptar más del 95% de la radiación incidente (FRADint) al inicio del período crítico. En segundo lugar aparecen las medidas relacionadas con la fertilización (Foto 12) y la prevención y/o control de adversidades fitosanitarias, tendiente a incrementar la disponibilidad de nutrientes (fertilización) y maximizar la captura y utilización de éstos y otros recursos como radiación y agua. Zadoks 7. Grano lechoso Luego de la antesis y fecundación comienza la etapa de llenado de grano donde se termina de definir: i) cuántas flores fecundadas se establecen como grano a cosecha (etapa de cuaje o fase lag) y ii) el peso de grano logrado (etapa de llenado efectivo). El crecimiento inicial de los granos comienza luego de la fertilización de las flores. Durante los primeros 2-4 días luego de la floración el grano aumenta marcadamente de tamaño, aunque se verifica poco incremento en el peso seco del mismo debido a la acumulación de agua. Durante la primera mitad del llenado las células que envuelven el saco embrionario y las endospermáticas se dividen y expanden. Así, el tamaño potencial del grano queda definido en este período. El llenado efectivo del grano se produce entre los estados Z73–Z77 lo que coincide, aproximadamente, con los días 25 a 35 luego de floración. Durante este período el grano aumenta de peso a tasa máxima y constante, dependiendo de la temperatura. La duración del período de llenado de granos está afectada por la temperatura y otras condiciones ambientales, existiendo muy poca diferencia entre cultivares. El estado de grano lechoso temprano (Z73) se reconoce por la coloración blanca de la sustancia del interior del grano. En este momento, el grano ya tiene su longitud final y ha acumulado un 20% de su peso seco final. En el estado de grano lechoso intermedio (Z75), el grano acumuló aproximadamente la mitad de su peso seco final. En el estado de grano lechoso tardío (Z77), el grano alcanza aproximadamente el 80% de su peso seco final y la tasa de llenado comienza a declinar. La acumulación de peso seco (i.e. peso sin humedad) en el grano es muy pequeña pero se observa una rápida acumulación de agua en el mismo. Al finalizar la fase lag o etapa de grano lechoso conocido tambien como periodo de cuaje queda definido el NG en el cultivo, componente principal del rendimiento. El período comprendido entre grano lechoso y pastoso es muy sensible a condiciones de altas temperaturas y deficiencia hídrica, que alteran el equilibrio hídrico del grano. 16 4.1. DESCRIPCIÓN DE PROCESOS Zadoks 8. Grano pastoso Como Luego su nombredelolaindica, antesis y fecundación en este comienza estado el interior del grano la etapauna adquiere de consistencia llenado depastosa,grano dond cambia progresivamente su coloración verde hacia amarrilla y adquiere finalmente su color definitivo. Una vez que (etapa deelcuaje grano alcanzó o faselag)el yestado (ii) elde grano peso depastoso granotemprano logrado(Z83), todas (etapa delasllenado estructuras del efectivo). L grano se han desarrollado y el grano es potencialmente viable. Luego de este estado el llenado de fase lag comprende los primeros ca. 15-20 días desde la antesis del cultivo y se carac - grano continúa, deponiéndose principalmente elementos de reserva. El máximo peso del grano se alcanza en Z85, cuando el mismo tiene un 40% de humedad. Durante el estado de grano pastoso por duro endealcanza el grano el pesopeso potencial seco máximo del grano. La acumulación y la madurez de pesodeseco fisiológica. El pedúnculo (i.e. peso- sin hu la inflorescencia pierde su color verde. dad) en el grano es muy pequeña pero se observa una rápida acumulación de agua lag Durante esta etapa el grano acumula la mayor parte de su peso seco, el cual queda determinado NG en el cultivo, componente principal del rendimiento. La fase de llenado -efectiv por. lag i) la elcantidad de materia que se alcanza el(tasa de llenado) máximo pesosecaseco acumulada en elDurante del grano). grano por unidad de tiempo esta etapa (tasa acum el grano de llenado) y ii) la pormayor partedede la duración su peso la etapa seco, entre fin deelfase cual lagqueda determinado y madurez por (i) de fisiológica (duración la cantidad llenado). de ma seca acumulada en el grano por unidad de tiempo (tasa de llenado) y (ii) por la dura lagcontinúa durante esta etapa hasta que el contenido hídrico del- La acumulación de agua en el grano grano permanece constante (plateau hídrico), y finaliza al alcanzar la madurez fisiológica. ción de agua en el grano continúa durante esta etapa hasta que el contenido hídric - Zadoks 9. Madurez (Calderini Durante estaet al., 2000; etapa Alvarez el sistema Prado vascular et la de al.,espiga 2013).seEnbloquea este momento, el rendimiento con sustancias cerosas y el del cultivocambia pedúnculo ya estádedeterminado. un color amarillo De a unaquí a humedad tono más de cosecha oscuro. El grano (14-16%) elsegrano cesa su crecimiento, - sólo torna marrón-dorado y pierde humedad. de humedad (Figura 13). En este momento, el rendimiento del cultivo ya está determinado Las fuentes de asimilados principales que disponen los cultivo El grano alcanza su madurez comercial (Z92) cuando alcanza la humedad óptima para la cosecha, de trigo y cebada acondicionamiento para el llenado y almacenaje, típicamentede14%, granos son en laorden expresando decreciente humedad de importanc en base húmeda, o 16%, expresando la humedad en base seca. Fase “lag” Llenado efectivo Secado de grano o agua(mg) Madurez Humedad (%) Peso de grano Grano Grano Grano Grano lechoso pastoso duro maduro Plateau hídrico Días desde antesis Figura 13.Esquema teórico en donde se muestra la evolución del peso de grano, de agua y el porcentaje de humedad en función del tiempo expresado en días desde la antesis del cultivo. 17 31 Diferentes características relacionadas con factores genéticos (i.e. granos de diferentes posiciones dentro de la espigas) y ambientales (i.e. disponibilidad hídrica y temperatura) pueden afectar el peso de grano. En trigo, el peso de grano de las diferentes posiciones dentro de las espiguillas es claramente distinto. Estas diferencias están asociadas al peso potencial de grano. Por otro lado, marcados déficit hídricos durante el llenado de los granos producen acortamientos marcados de la duración del llenado de granos. Aumentos en la temperatura del aire durante el llenado efectivo de los granos producen reducciones en el peso de grano asociadas a acortamientos marcados de la duración del llenado. De esta manera, el incremento en la tasa de llenado de grano, por efecto de la alta temperatura, no compensa la menor duración del llenado de grano. Por ello, la elección de la fecha de siembra debe procurar evitar la exposición del llenado de grano a altas temperaturas y/o déficit hídricos severos. 5. Factores ambientales que regulan el crecimiento y desarrollo La tasa de desarrollo que determina la duración del ciclo y sus etapas está regulada por: a) la temperatura, b) el fotoperíodo (duración del día) y c) la acumulación de horas de frío (vernalización). La radiación incidente, la disponibilidad hídrica y la nutrición pueden alterar la duración de las etapas pero en menor magnitud. a) Temperatura: tiene un efecto universal puesto que en todas las etapas del ciclo a medida que la temperatura aumenta (por encima de una base, Tb, y hasta una óptima, To) la tasa de desarrollo se incrementa reduciendo la duración de las etapas. En sentido inverso menores temperaturas (entre la Tb y la To) prolongan la duración de las etapas. Para “eliminar” este efecto, las duraciones pueden expresarse en “grados centígrados días (ºCd)”, que resultan de sumar los valores de temperatura media (Tm) por encima de la Tb (Modelo de Tiempo Térmico - TT). En trigo y cebada los valores de Tb oscilan entre 0 y 5 °C pero por simplicidad se utiliza 0 °C. Por ejemplo, si un cultivar sembrado a principio de julio llega a antesis luego de 60 días y la temperatura media experimentada fue de 16,6 ºC, la duración en unidades térmicas es de 996 ºCd [996 ºCd=(16,6 ºC-0ºC)*60 días]. Si el mismo cultivar es sembrado en igual fecha al año siguiente pero experimentando una temperatura media de 20 ºC, la suma térmica será también de 996 ºCd, pero el ciclo a antesis será más corto porque “acumula” más temperatura por día. Entonces su ciclo a antesis, en este segundo año, es de 50 días [50 días=996 ºCd/(20 ºC - 0 ºC)]. b) Fotoperíodo: el trigo y la cebada son plantas de día largo, es decir que a mayor duración del día la tasa de desarrollo aumenta y la longitud del ciclo a antesis se reduce hasta alcanzar el fotoperíodo umbral. Debido a que los órganos que detectan el fotoperíodo son las hojas, el cultivo una vez emergido percibe el estímulo fotoperiódico hasta la antesis. Para conocer la respuesta a fotoperíodo en condiciones de campo, donde la temperatura es variable, la duración de ciclo se expresa en unidades térmicas (ºCd). Durante la etapa de iniciación foliar (ápice en estado vegetativo), el fotoperíodo afecta la duración del período, aunque no la tasa de formación de hojas. Así, la exposición de la planta a días más largos genera tallos con menos hojas por acortamiento de la fase. Fotoperíodos largos también acortan el período de iniciación de espiguillas, aunque el número final de éstas no se reduce marcadamente porque se compensa con una mayor tasa de generación. c) Vernalización: La vernalización puede definirse como el aumento en la tasa de desarrollo 18 en respuesta a la exposición a temperaturas bajas (vernalizantes) durante un período mínimo de tiempo. El principal efecto de la vernalización es la reducción de la duración de la etapa de crecimiento vegetativo, adelantando la iniciación floral. No todos los cultivares tienen requerimientos de vernalización. En términos prácticos, el uso de cultivares con requerimientos de vernalización permitiría una siembra temprana, cuando aún las temperaturas otoñales son elevadas, sin que se corran riegos de que el cultivo florezca anticipadamente (antes debe cubrir los requerimientos de vernalización). Por el contrario, siembras muy tardías de estos cultivares tienen el inconveniente de demorar excesivamente la floración o incluso que la misma no se produzca por falta de exposición a suficientes horas de temperaturas vernalizantes. Existen temperaturas óptimas para la vernalización bajo las cuáles se necesitan menos días para saturar la respuesta. No hay consenso para definir el rango óptimo de temperaturas vernalizantes, aunque la mayoría de las fuentes lo ubican entre 0°C y 15°C con óptimo entre 5°C y 10°C. A medida que la temperatura se aleja del óptimo (por encima o por debajo), se requieren más días de exposición para lograr el mismo efecto. Respecto del tiempo de exposición, se asume que los trigos de alto requerimiento de vernalización (invernales, no sembrados comúnmente en Argentina) deben cumplir con 6 semanas, mientras que los trigos primaverales lo hacen en 0 o 2 semanas. La sensibilidad a temperaturas vernalizantes se manifiesta luego de la imbibición de la semilla. 6. Generación del rendimiento potencial El RTOP puede considerarse como el producto entre dos componentes principales: (i) el número de granos potencial por unidad de superficie (NGP en granos m-²) y el peso potencial por grano (o peso potencial de mil granos 10-³, PGP en mg), RTOP = NGP ∙ PGP Rendimiento Potencial = Número de Granos x Peso de Grano El crecimiento a lo largo de ciclo del cultivo de trigo contribuye de distinta manera con el rendimiento y sus componentes. Recopilando información de varios experimentos, Fischer (1985) identificó que el “período de crecimiento de las espigas” previo al inicio del llenado del grano, es el más crítico para la determinación NGP y el RTOP en trigo. La gran sensibilidad del NGP a las variaciones del crecimiento del cultivo durante el período de crecimiento de las espigas, se debe a que durante esa etapa es limitante la asignación de carbohidratos a las espigas para sostener el crecimiento de las flores generadas (Fischer, 1985). Siguiendo este enfoque, se puede dividir el ciclo del cultivo en tres etapas o períodos (Abbate y Lázaro, 1998 y 2001). i) Período de generación del área verde. ii) Período de crecimiento de las espigas. iii) Período de llenado del grano. 19 Esquema que muestra los tres períodos de generación del rendimiento a lo largo del ciclo de trigo. Las curvas representan la evolución idealizada del peso seco de las espigas (la inferior sin grano, la superior con grano) para un cultivo creciendo en condiciones potenciales (tomado de Abbate y Lázaro, 1998 y 2001). 1. Período de generación del área verde Esta fase comienza con la emergencia del cultivo y termina cuando se inicia el crecimiento de las espigas, abarcando el macollaje y la mitad de la encañazón. Si bien durante esta etapa se diferencia la espiga, su crecimiento es despreciable en comparación con el resto del cultivo. El fenómeno más importante durante esta etapa es la expansión del área foliar del cultivo necesaria para interceptar (captar) la radiación solar disponible en las etapas posteriores de generación del rendimiento. La producción de asimilados a través de la radiación solar que incide en los órganos con clorofila (verdes) del cultivo y la actividad fotosintética, es el mecanismo que permite al cultivo crecer y en definitiva generar grano (rendimiento). Si bien ésta suele aumentar hasta 10-15 días antes de antesis, al final de esta primera etapa es de esperar que el cultivo posea suficiente área foliar como para cerrar totalmente el surco y captar (interceptar) más del 90% de la radiación solar disponible. La duración de esta etapa es mayor en los cultivares de ciclo largo que en los cortos, y se acorta al aumentar la temperatura y el fotoperíodo (horas entre los crepúsculos solares). 2. Período de crecimiento de las espigas Este segundo período del ciclo del cultivo corresponde al de acumulación del peso seco de las espigas (PSE en g m-²), previo al inicio del llenado de sus granos. 20 Las espigas inician su crecimiento envueltas por las vainas de las hojas, entre 20 y 30 días antes de antesis, alrededor de mediados de encañazón, en coincidencia con la expansión de la anteúltima hoja y la elongación del tercer entrenudo en el vástago principal. El centro de esta etapa coincide con la espigazón y el final con el inicio del llenado de los granos, una semana después de antesis. Al finalizar esta etapa, queda definido el NG del cultivo. Cuando mayor sea la cantidad de Radiacion Fotosintéticamente Activa interceptada durante este período, mayor será la Tasa de Crecimiento del Cultivo y la tasa de crecimiento de las espigas, favoreciendo un mayor Peso Seco de Espiga y Número de Grano por Planta. Las temperaturas frescas (no heladoras) y un menor fotoperíodo (en cultivares susceptibles al fotoperíodo) favorecen un mayor Peso Seco de Espiga ya que aumentan la cantidad de días que las espigas tienen para crecer. El Peso Seco de Espiga al final de este período es una medida de la cantidad de carbohidratos que el cultivo destina para sostener el creciendo de las flores. Para alcanzar un alto NGP el cultivo debe acumular un alto PSE; éste puede estar indistintamente conformado por muchas espigas m-² de bajo peso individual o por pocas espigas de alto peso. El peso seco de las espigas es un buen indicador del número de granos El periodo de crecimiento de la espiga ocurre 20-25 antes de antesis. Entonces, el período de crecimiento de las espigas dura 27-32 días dependiendo de las condiciones ambientales, con poca variación entre cultivares. Los factores que más influyen sobre la duración de este período son los factores que modifican el desarrollo, principalmente la temperatura y el fotoperíodo. 1. A mayor temperatura el desarrollo se acelera y la duración de del período de crecimiento de las espigas se acorta. Cuando esto ocurre, las espigas tienen menos tiempo para crecer y a igualdad de condiciones tendremos un menor peso seco de espigas (PSE) y menor número de granos (NG). 2. En cultivares sensibles al fotoperíodo, este período también se acorta con mayor fotoperíodo, dando lugar a un menor número de granos. La temperatura y el fotoperíodo durante este período pueden variar entre años y localidades, y particularmente con la fecha de floración. 3. Periodo de Llenado de Granos Comienza pocos días después de antesis y finaliza con la madurez del grano, quedando así determinado el peso de mil granos y el rendimiento. Las altas temperaturas pueden acortar el llenado y deprimir el peso potencial de los granos (peso que alcanza un grano sin la competencia de los otros). Otros factores como la radiación interceptada durante el llenado y el número de granos también pueden afectar el peso de mil granos, pero su efecto suele ser menor que el de la temperatura. En definitiva, con temperaturas más bajas durante esta etapa, vamos a tener un mayor peso de mil granos. El enfoque actual sobre la determinación del rendimiento, propuesto por Fischer (1983) para condiciones potenciales (sin limitaciones de agua ni nutrientes), se apoya en la idea de que el suministro de hidratos de carbono generados por medio de la fotosíntesis (fotoasimilados) a las 21 flores diferenciadas determina su supervivencia, y en consecuencia el número de granos/m². Este suministro puede cuantificarse por el peso seco/m² que las espigas alcanzan 7 días después de antesis, esto se debe a que durante los proximos 7 dias o una semana después de antesis quedan fijados los granos que alcanzarán la madurez con un peso de mil que dependerá de las condiciones de llenado. No importaría demasiado si hay muchas o pocas espigas/m², lo que importa es que el valor de peso seco por unidad de superficie sea alto. El PG no sólo depende del crecimiento del cultivo durante el llenado del grano, sino también del balance entre (i) los carbohidratos producidos por el cultivo antes y durante el llenado del grano (“fuente”) y (ii) la capacidad de los granos (“destinos”) para almacenarlos El principal factor ambiental en la determinación del peso por grano es la temperatura a partir de espigazón (Calderini et al., 1999) y durante el llenado del grano 7. Fertilización. Requerimientos Nutricionales El objetivo final de la práctica de la fertilización, ya sea en el trigo como en cualquier otro cultivo, es el de aumentar la rentabilidad del mismo. Una de las formas de conseguir un aumento en la rentabilidad, es aumentando la productividad y la calidad. Es en este punto dónde los nutrientes cumplen un rol fundamental. El concepto que hay que remarcar permanentemente es el de nutrición de los cultivos, la que se consigue con una buena práctica de la fertilización. Para ello hay que tener muy claro cuáles son los componentes de rendimiento que afectan directamente el rendimiento final y la calidad, y cómo se verán afectados por la incorporación de nutrientes. En el caso del trigo estos son: Componentes que afectan el Etapa del cultivo en la que se debe actuar rendimiento Número de macollos por metro cuadrado Crecimiento Vegetativo. Número de espigas por planta. Crecimiento Vegetativo. Número de granos por espiga. Pre-floración. Peso de granos. Llenado de granos. Componentes que afectan la calidad Etapa del cultivo en la que se debe actuar Sanidad. Durante todo el ciclo. Tenor de proteína en grano. Llenado de granos. 1- Nitrógeno (N) El trigo, cómo toda gramínea, es altamente demandante en nitrógeno, por lo que es este nutriente el principal a tener en cuenta en cualquier plan de fertilización, lo que no implica descuidar el resto. Esto es, para poder conseguir que la planta de trigo trabaje óptimamente, es necesario un aporte balanceado de nutrientes. Es el nutriente motor del crecimiento. Cuando la planta lo absorbe, lo acumula como nitrato en las 22 hojas, y es este nitrato el encargado de motorizar la síntesis del complejo hormonal del crecimiento, cuyo exponente principal es el AIA (ácido indol acético). Así mismo, el nitrógeno es el componente principal de la mayoría de los aminoácidos que integran las proteínas. Cuando hay deficiencia de nitrógeno el período de crecimiento de las espigas tiende a reducirse por adelanto de la fecha de antesis; sin embargo, ese efecto es reducido (estamos hablando de a lo sumo 4 días). El principal efecto de una deficiencia de nitrógeno es que el cultivo crece poco porque no genera suficiente área foliar como para captar toda la radiación disponible y muchas de sus hojas se presentan cloróticas disminuyendo la eficiencia de uso de la radiación (tasa de crecimiento del cultivo por unidad de ración interceptada). Entonces, cae la tasa de crecimiento del cultivo durante el período de crecimiento de las espigas, en consecuencia el peso seco de las mismas se reduce, afectando el número de granos/m² y finalmente al rendimiento. Además, cuando la deficiencia de nitrógeno ocurre durante el período de crecimiento de las espigas, también se afecta la fertilidad de las espigas (Abbate et al, 1995), o sea que para un peso de espiga dado la cantidad de granos logrados es menor. En consecuencia, a igual reducción del crecimiento, cuando la misma es ocasionada por la falta de nitrógeno, el número de granos (y el rendimiento) es más afectado que por falta de fósforo o radiación. Sin embargo, si la deficiencia de nitrógeno afecta solamente las etapas tempranas del cultivo, el efecto sobre el número de granos es semejante al de reducir la radiación incidente. Estas cifras pueden ser de utilidad para el diagnóstico rápido de un cultivo. Desde el punto de vista del cultivo, lo importante de la fertilización nitrogenada es que la disponibilidad de nitrógeno no limite el crecimiento durante la etapa de crecimiento de la espiga. El cultivo puede tolerar una deficiencia de nitrógeno temprana si se satisface ese objetivo. 2- Fósforo (P) El Fósforo (P) actúa en la transferencia de energía y es esencial para la fotosíntesis y otros procesos químico-fisiológicos. Es un elemento clave para la diferenciación de las células y el desarrollo de los tejidos, que forman los puntos de crecimiento de la planta. El principal efecto es reducir el área foliar (reducción del macollaje) y en consecuencia la radiación interceptada. Resumidamente, ocurre lo mismo que con el nitrógeno excepto que ante deficiencias de fósforo no se ha observado reducción de la fertilidad de las espigas. Esto se puede deber a que en general, las deficiencias de fósforo se producen desde temprano y van reduciendo su intensidad hacia floración. Por el contrario, las de nitrógeno se acentúan hacia el período de crecimiento de las espigas. Tanto las deficiencias de fósforo como las de nitrógeno suelen operar a través del número de granos, solamente deficiencias de nutrientes severas llegan a afectar el peso de mil granos. El trigo deficiente en P es más sensible a estrés y enfermedades 3- Potasio (K) Funciones: El Potasio (K), juega un papel vital en la síntesis de carbohidratos y de proteínas. Su presencia mejora el régimen hídrico de las plantas y aumenta su tolerancia a la sequía, heladas y 23 salinidad. Las plantas bien provistas con K sufren menos de enfermedades Deficiencia: La deficiencia de K es más común en suelos arenosos cultivados intensamente. Las hojas más viejas presentan amarillamiento y marchitamiento en las puntas y márgenes. Ciertas enfermedades son más comunes cuando hay deficiencias de K. 4- Azufre (S) Funciones: El S es un componente relevante de las proteínas del grano de trigo y también está involucrado en la formación de la clorofila. Es tan importante en el crecimiento de la planta como el fósforo y el magnesio; pero su función es a menudo subestimada. Deficiencia: Los síntomas de deficiencia de S son similares a los de N. En el caso de S, la deficiencia se observa en primer término en las hojas jóvenes pero, dependiendo de la severidad, puede resultar en el amarillamiento general de la planta. Su deficiencia puede afectar las propiedades funcionales de las masas, siendo estas más fuertes, menos extensibles y generando un menor volumen de pan Las aplicaciones de fertilizantes azufrados pueden realizarse indistintamente al voleo o en bandas ya que el sulfato tiene buena movilidad en el suelo. El S elemental debe aplicarse con anticipación a la siembra debido a que debe ser oxidado a SO4-² para que pueda ser absorbido por el cultivo. Cuando el S se aplica como componente de una mezcla, los demás nutrientes pueden condicionar la forma y momento de aplicación correctos. 5- Magnesio (Mg) Funciones: El Magnesio (Mg) es un elemento central de la clorofila, el pigmento verde de las hojas que funciona como un receptor de la energía provista por el sol. El Mg también forma parte de las reacciones enzimáticas relacionadas a la transferencia de energía de la planta, además optimiza el aprovechamiento del fósforo dentro de la planta facilitando el desdoblamiento del ATP (fuente de fósforo). Deficiencia: Cultivos de trigo deficientes en Mg presentan manchas cloróticas internervales en las hojas más jóvenes. 6- Cloro (Cl) El cloro (Cl) ha sido uno de los micronutrientes más estudiados en trigo. Además de su rol en el metabolismo de la planta, las aplicaciones de Cl han resultado en tolerancia a enfermedades como pietín, royas, y manchas foliares, entre otras Funciones: Fotosíntesis; compensación de cargas y osmoregulación; actividad enzimática. Deficiencia: La adecuada disponibilidad de Cl resulta en una menor incidencia de enfermedades y vuelco. La deficiencia de cloro en trigo resulta en el amarillamiento de las hojas superiores. 7- Cobre (Cu) Funciones: Constituyente de numerosas enzimas con roles en fotosíntesis, respiración, metabolismo de carbohidratos y proteínas, lignificación y formación de polen. Optimiza el transporte del agua dentro de la planta al potenciar la síntesis de lignina (rigidez de tejidos). En la medida que los tejidos se encuentren lignificados, las pérdidas de agua por transpiración serán menores. Al hacer los tejidos más fuertes por la síntesis de lignina, la planta se vuelve menos susceptible a las enfermedades. Junto con el manganeso y el zinc, tiene efectos fungistáticos al promover la síntesis de fitoalexinas, compuestos sintetizados en la misma planta que actúan contra los hongos. 24 El desarrollo y la adopción de determinadas metodologías de diagnóstico nutricional se encuentran estrechamente relacionados a las condiciones específicas de cada sistema de producción en el cual se inserta el cultivo de trigo. El análisis de suelos es la herramienta más comúnmente utilizada con fines de diagnóstico, aunque su adopción como práctica de manejo es aun baja en la región. En determinadas situaciones es necesario complementarlo o utilizar otras alternativas (e.g., calculadoras de requerimientos, análisis de plantas, modelos de simulación). Las tecnologías actuales de sensores locales y remotos, imágenes satelitales, mapas de rendimiento, mapas de suelos y topográficos, son de gran utilidad para lograr una mejor definición de ambientes contrastantes. Obviamente, los costos y recursos que involucran el desarrollo e implementación de cada una de estas tecnologías pueden ser una limitante. 8. Época de Siembra Dentro de las zonas trigueras nacionales podemos definir dos áreas diferentes en función de las fechas de siembra. La primera, al norte y este de la Región Oriental del país, para los departamentos de San Pedro, Caaguazú, Amambay, Canindeyú y Alto Paraná norte, la fecha óptima para la siembra de trigo en la región norte se encuentra entre fines de abril y mediados de mayo. Las siembras tempranas del inicio de abril son susceptibles a mayores infecciones de la enfermedad Brusone y las siembras tardías de junio en adelante sufren la caída de rinde por alta temperatura y stress hídrico en floración e inicio de llenado de granos. Las siembras de fines de mayo pueden ser expuestas a las heladas en su estadio sensible. La segunda zona bien definida, abarca el área de mayor superficie de cultivo, y comprende la región sur del país, departamentos de Misiones, Alto Paraná sur e Itapúa, en donde se recomienda la siembra durante todo el mes de mayo y excepcionalmente hasta los primeros quince días del mes de junio, las siembras del mes de mayo hasta los primeros días de junio, generalmente tienen mayor potencial de rendimiento en esta zona, siempre y cuando no estén afectadas por las heladas. Estas siembras normalmente escapan de las heladas y llenan el grano en el periodo de temperaturas moderadas y sin lluvias en periodo de la cosecha. Las variedades más precoces se pueden sembrar más tarde y las de ciclo más largo más temprano. Sin embargo, las siembras muy tempranas (primera quincena de abril) corren el riesgo de ser afectadas por heladas y piricularia. Dentro del periodo recomendado, hacer siembra escalonada y con más de una variedad puede reducir las probabilidades de pérdida, especialmente por la helada. Las siembras escalonadas también pueden ayudar a prevenir daños a los granos ocasionados por lluvias prolongadas en época de cosecha. Las condiciones climáticas de la región, donde la alta temperatura y sequía son frecuentes, hacen necesario estudiar la interacción de los materiales genéticos con prácticas agronómicas para lograr la mejor eficiencia en la producción. Al mismo tiempo, la disponibilidad de nuevas variedades para siembra a nivel nacional requiere hacer un análisis de estas prácticas en distintas regiones para evaluar el comportamiento de variedades de ciclo corto, intermedio y largo en distintas épocas de siembra (tempranas, intermedias y tardías) según Palacios et al., 2009. La gran dispersión de variedades y su capacidad para llenar el grano bajo estas condiciones tiene impacto directo sobre la calidad de grano y de semilla. Por esta razón, es de gran utilidad redeterminar la densidad de siembra según el ciclo de la variedad, su potencial de macollos en distintas fechas de siembra (Palacios et al., 2009) 25 Las mejores fechas de siembra observadas son*: Región Norte (Canindeyú, Alto Paraná Norte y San Pedro) _ Fines de abril hasta el 15 de mayo Región Central (Caaguazú, Alto Paraná Sur) _ Entre el 1 y 20 de mayo Región Sur (Itapúa, Misiones) _ Entre el 10 y 30 de mayo En general, las siembras en el mes de junio son menos productivas. Sin embargo, esta situación puede cambiar de año a año en distintas variedades. * Las fechas son referenciales para las diferentes regiones y pueden cambiar de acuerdo al clima. Región Ciclo intermedio Ciclo corto Al norte de San Alberto 25 de abril al 5 de mayo 5 de mayo al 15 de mayo Alto Paraná Sur y 1° de mayo al 10 de mayo 10 de mayo al 20 de mayo Caaguazú 10 de mayo al 20 de 20 de mayo al 30 de Sur de Santa Rita mayo mayo 9- Densidad de siembra La densidad recomendada es de 300 a 400 semillas por metros cuadrado dependiendo de la altura de la planta, ciclo del cultivo, la época de siembra y el tipo del suelo. Para establecer una población ideal en el campo (mejor cobertura), se recomienda usar las siguientes formulas: Número de semillas/m² x Distancia entre surcos (cm) No. de semillas/m lineal = Poder germinativo (%) Número de semillas/m2 x Peso de mil semillas (g) Densidad Semilla (kg/ha) = Poder germinativo (%) 26 Densidad de semilla por variedad y porcentaje de germinación Semillas Poder de germinación % Variedades 100 95 90 80 m lineal kg/ha kg/ha kg/ha kg/ha Itapúa 75 65-70 112 118 124 140 Itapúa 80 65-70 133 140 148 166 Itapúa 85 65-70 116 122 128 144 Itapúa 90 65-70 126 133 140 158 Itapúa 95 65-70 123 129 136 153 Canindé 1 65-70 119 125 132 149 Canindé 11 65-70 130 136 144 162 Canindé 21 65-70 116 122 128 144 Canindé 31 65-70 133 140 148 166 27 Listado de Curasemillas, la dosis y efecto sobre las enfermedades Producto Control en semillas Control foliar Dosis x 100 Kg/ Ustilago tritici Semillas Observación Fusarium sp. Ingrediente activo y Drechslera Puccinia t. t.repentis nodorum concentración Helmint. Septoria sativum Difenoconazole 15% 40 *** *** ** *** * * Pyraclostrobin 5% + 125 *** *** ** * * * Metil-Tiofanato 45% Fluxapyroxad 33,3% 100 + 80 *** *** *** ** *** *** (Sistiva) Pyraclostrobin 5% + Metil-Tiofanato 45% + 200 *** *** ** * * * Fipronil 25% Carboxim 20% + Incluye 250 *** *** ** * * * insecticida Thiram 20% Thiram 35% + 200 *** *** ** * * * Carbendazin 15% Tebuconazole 60% 40-50 ** *** * *** * * Tebuconazole 1,3% + Incluye 150-200 ** *** * *** * * insecticida Imidacloprid 23,3% Fludioxonil 2,5% + 100 *** ** ** *** * * Metalaxil-M 3,75% SI = Sin Informacion SC = Sin control * = Control débil, ** = Control Regular, *** = Buen Control 28 10 - Enfermedades principales en el Cultivo de Trigo 1. Roya de la hoja 2. Roya del tallo 3. Oídio 4. Mancha Amarilla 5. Helmintosporiosis 6. Piricularia o Brusone 7. Fusariosis 8. Virus del Enanismo Amarillo de Cebada 9. Bacteriosis 1- Mancha amarilla de trigo (Drechslera tritici repentis) Los síntomas más comunes se presentan en las hojas. Los primeros síntomas aparecen después de la emergencia del trigo. Luego de la penetración del hongo en los tejidos foliares, aparecen pequeñas manchas cloróticas 24-48 h después de la infección. Luego, el área de tejido amarillento aumenta observándose necrosis de color pardo, en el centro, que aumentan de tamaño pudiendo alcanzar hasta 10 mm. a) Condiciones climáticas para el desarrollo de la enfermedad Temperaturas entre 10 y 28 ºC y periodo de mojado foliar de 48 horas son suficientes para la dispersión de D. tritici repentis. Normalmente la mancha amarilla ocurre todos los años a diferencia de otras enfermedades como la fusariosis de la espiga o piricularia que son fuertemente dependientes del ambiente.. b) Fuentes de inóculo La semilla es la principal forma de transporte a largas distancias, en los campos sin rastrojo. En ese sentido, la transmisión de la semilla a la plántula resulta eficiente en sistemas de siembra convencional. El rastrojo, cuya descomposición ocurre alrededor de 15 meses en el Paraguay, constituye la fuente de inóculo más importante para esta enfermedad en condiciones de siembra directa y el monocultivo. c) Manejo integrado de la mancha amarilla En el manejo integrado de la mancha amarilla las principales estrategias de control se basan en el uso de variedades resistentes, aplicación de fungicidas, tratamiento de semilla y el control por prácticas culturales. El uso de cultivares resistentes es el mejor método de control de enfermedades, siendo la más sustentable d) Comportamiento de variedades de trigo frente a la mancha amarilla Las variedades cultivadas actualmente solo tienen una resistencia parcial, lo que significa un comportamiento moderado frente a la enfermedad. La expresión de la resistencia a mancha amarilla se presenta como menor intensidad de lesiones, y los síntomas en hojas superiores no sobrepasan el 20-30%. Esta es la razón por la cual se recomienda el uso de variedades de diferentes bases genéticas y asimismo diferentes ciclos vegetativos. De esta manera, se favorece el escape de variedades con resistencia parcial a manchas foliares, e incluso es un mecanismo para reducir el efecto de heladas en estado reproductivo. En condiciones locales, existen algunos cultivares con susceptibilidad moderada, que en el contexto de un manejo integrado de enfermedades contribuyen a reducir los efectos negativos de las enfermedades. 29 e) Sanidad de semilla El tratamiento químico de semilla es eficiente en campos donde se practica la rotación de cultivos o en aquellas áreas donde existe certeza de que los rastrojos del cultivo no están infestados. Si se siembra semilla tratada sobre rastrojo infestado del mismo cultivo, el inóculo proveniente de restos de cultivos anularía el tratamiento químico de las semillas. Los niveles de infección de la mancha amarilla provenientes de semillas tratadas y sembradas sobre rastrojo infestado son similares a aquellas provenientes de semilla sin ningún tratamiento. f) Control cultural En el sistema de labranza directa, patógenos necrotróficos como D. tritici repentis pueden mantener un nivel de inóculo riesgoso para el cultivo del trigo en monocultivo (cultivo de trigo en el mismo campo aunque se haya sembrado en verano otra especie). A través de la rotación de cultivos se puede erradicar a D. tritici repentis de un área donde los rastrojos de trigo fueron eliminados. La avena es hospedero común de varias enfermedades del trigo. Sin embargo, no es hospedero de D. tritici repentis, lo cual se demuestra que puede utilizarse en rotaciones (mismo campo, en el invierno) con el trigo. La canola también constituye una buena alternativa para rotación en el invierno. Este tipo de manejo es muy importante para las manchas foliares, donde la resistencia moderada de los cultivares deben complementarse con un manejo adecuado del cultivo, de manera a evitar el contacto del hospedero susceptible con el patógeno. El uso de semilla infectada contribuye a reintroducir el patógeno en lugares donde los mismos fueron erradicados por medio de la rotación de cultivos. En este caso, un buen tratamiento químico para los cultivos en rotación es recomendable. La misma recomendación es válida cuando se siembra el trigo en áreas nuevas. En la mayoría de los casos existen pocas alternativas rentables para un esquema de rotaciones de cultivos en el invierno. La avena es la mejor especie para la rotación con el trigo, porque no es atacada por el hongo causante de la mancha amarilla y además deja una buena cantidad de residuos en la superficie. Sin embargo, pocos productores de trigo en el país practican esta rotación de cultivo. 2- Fusariosis de la Espiga del Trigo o golpe blanco o Gibberella o Blanqueamiento de la Espigueta Agente Etiológico: Fusarium graminearum (Fase Anamorfo o Asexual) Deuteromycetes Gibberella zeae (Fase Teleomorfa o Sexual) Ascomycetes La fusariosis de la espiga es una enfermedad difundida en áreas productoras de trigo del mundo donde los estados de espigazón, floración e inicios de llenado del grano coinciden con períodos muy húmedos y cálidos. Las pérdidas de rendimiento producidas por esta enfermedad pueden llegar al 50% en condiciones de epidemias severas y variedades muy susceptibles. Con epidemias moderadas, pueden esperarse pérdidas entre 10% y 20%. A esto debe sumarse la contaminación por micotoxinas que limita la utilización del producto por su toxicidad en animales y el hombre La pérdida en el rendimiento están relacionadas con la esterilidad de las espiguillas y la formación de granos poco desarrollados castigados en la comercialización por tener una constitución alterada y bajo peso hectolítrico. 30 a) Condiciones de ambiente pre-disponentes: Infección y desarrollo de la enfermedad es altamente dependientes de factores climáticos,, la humedad relativa ambiente (HR) es el principal condicionante. Elevada y contínua HR, superior a 80% y temperaturas entre 18 – 28ºC (período de incubación se reduce a solo dos día), en estado de floración y primeras etapas de formación del grano. b) Síntomas La infección es típicamente floral y ocurre cuando las ascosporas dispersadas por el viento se depositan en las anteras extruídas, que es la principal vía de penetración. En muchos casos, la primera indicación de la infección es el hongo mismo de coloración rosada sobre anteras y otras superficies. Luego pueden identificarse esporodoquios y peritecios. Además, la porción apical de la espiga, por encima de la espiguilla infectada, toma el color de madurez y se observa un fenómeno de aparente maduración consecuencia de la obstrucción vascular en el raquis. Ocurre una decoloración prematura de las espiguillas infectadas, pudiendo llegar a tomar toda la espiga. Si las espiguillas han sido infectadas tempranamente, se desarrollan masas de esporas rosado-salmón y eventualmente estructuras oscuras (peritecios) al momento de la cosecha. Si la infección ocurre luego del llenado del grano, el desarrollo del mismo no es afectado, pero el hongo está presente y los niveles de DON pueden llegar a ser significativos. c) Manejo Cultural Una adecuada rotación y sucesión de cultivos podría reducir cuantitativamente la fuente de inóculo primario dentro del lote, factor de importancia dado el rol preponderante de la misma en la infección en condiciones de epidemia. Debe considerarse que en el primer año después del cultivo hospedante (trigo o maíz) el inóculo es muy abundante, pero la viabilidad de la principal fuente del mismo, los peritecios, decrece marcadamente en el segundo año. Lo más adecuado en este sistema de producción sería un esquema de rotación: trigo/soja 1ª - maíz 2ª/ soja 1ª – trigo, de esta manera, se sembraría nuevamente trigo tres años después del mismo cultivo y dos años después del maíz. Resistencia genética es escasa, pudiendo existir tres tipos de resistencia Tipo I. Resistencia a la penetración. El patógeno no puede iniciar la infección. Tipo II. Resistencia a la invasión. Se produce la penetración y se establece la infección, pero la planta resiste a la colonización del hongo Tipo III. Resistencia bioquímica. Es la capacidad de algunos genotipos de degradar el DON. Esta micotoxina no está involucrada en el proceso de infección pero es un factor de agresividad del patógeno. Otro aspecto a tener en cuenta es la diversificación de variedades en la siembra, considerando las fechas probables de espigazón para evitar uniformidad en estado de crecimiento en caso de condiciones muy favorables a la infección en floración, y favorecer de esta manera la posibilidad de escape a los efectos más negativos de la enfermedad. En síntesis Las infecciones graves pueden causar seria reducción en rendimiento y la calidad del grano. Los granos infectados son arrugados y pueden tener micotoxinas (DON) en cantidad suficiente para ser nocivo para el hombre y para los animales 31 3. Piricularia o Brusone La piricularia o brusone del trigo, causada por Magnaporthe grisea (Pyricularia grisea), fue identificada en el año 1985 en el Brasil, y en el Paraguay en el año 1989. Sin embargo, recién en el año 2003 la enfermedad ocurrió con características de epifitia, disminuyendo la producción en un rango de 40 a 100 %. a) Sintomatología La piricularia o brusone, puede atacar toda la parte aérea del trigo, pero el síntoma más característico ocurre en las espigas. Cuando la infección ocurre en el raquis, la espiga presenta un blanqueamiento total o parcial en la parte inmediatamente superior a la lesión (punto negro brillante en el lugar de la penetración del hongo) causando esterilidad o granos chuzos b) Estrategias de control El control de la piricularia depende de un conjunto de medidas que deben ser adoptadas adecuadamente en el momento oportuno. Las medidas de control más recomendadas son la utilización de variedades con mayor nivel de resistencia y la siembra en épocas adecuadas para las diferentes zonas de producción. c) Control químico Considerando la moderada a alta susceptibilidad de variedades a nivel nacional y en la región, la aplicación de fungicidas puede constituirse en una estrategia válida en el control integrado de la enfermedad, dependiendo del potencial de productividad del cultivar, y la relación costo/beneficio. Resultados de la investigación a nivel nacional, han demostrado una baja eficiencia del control químico, que varía del 30 a 67% (MAG/DIA/CRIA 2005). Algunos fungicidas mezclas de un triazol + estrobilurina han demostrado ser relativamente más eficientes en el control de la piricularia. d) Hospederos alternativos de la piricularia Numerosas gramíneas nativas y cultivadas son mencionados como hospederos de este patógeno, como la avena, centeno, braquiaria, digitaria, etc. (Metha, 2000). En el año 2005, se ha identificado piricularia en cultivos de avena negra en parcelas de las Colonias Unidas, Departamento de Itapúa. Posteriormente se presentó una fuerte epifitia en el cultivo del trigo. En síntesis Las perdidas máximas son causadas cuando el hongo ataca al raquisen la base de la espiga limitando así el desarrollo de los granos y matando la espiga por completo. Las perdidas pueden variar desde daños menores hasta un 100%. 10.1 Manejo Integrado de Enfermedades en trigo Uno de los factores más importantes para tener una buena sanidad del cultivo es tener una semilla sana o tratada, con buen vigor y poder germinativo. Entre los principales factores de la aparición de epidemias de las enfermedades en el cultivo de trigo en Paraguay son las condiciones climáticas inestables por ejemplo, las lluvias frecuentes durante la espigazón, sumada a temperaturas elevadas, contribuyen para el ataque severo de enfermedades (fusariosis). El manejo integrado de enfermedades se fundamenta en tres aspectos que deben integrarse o manejarse en forma conjunta para alcanzar el máximo beneficio en la protección de cultivos frente a cada una de las enfermedades. Estos aspectos son: 1) Resistencia genética 2) Manejo cultural y 3) Protección química. 32 1- RESISTENCIA GENÉTICA Es uno de los métodos más efectivos de control para patógenos biotróficos como las royas; roya de la hoja (Puccinia triticina) y roya del tallo (Puccinia graminis tritici) y el oídio (Blumeria graminis, sin. Erysiphe graminis tritici). En muchos casos el control genético no es estable en el tiempo. La aparición de un nuevo biotipo debido a la mutación o recombinación puede resultar en la pérdida de resistencia y variedades anteriormente resistentes se vuelven susceptibles. Para las manchas foliares producidas por mancha amarilla (Drechslera tritici repentis) y mancha marrón (Helminthosporium sativum syn. Bipolaris sorokaniana) que son patógenos necrotróficos y usan como sustrato los rastrojos del trigo, no se cuenta con un nivel adecuado de resistencia genética. Las variedades cultivadas actualmente solo tienen una resistencia parcial lo que significa un comportamiento moderado frente a las mismas. La expresión de la resistencia a mancha amarilla se presenta en menor intensidad de lesiones y los síntomas en hojas superiores no sobrepasan el 20-30%. Por esta razón se recomienda el uso de variedades de diferentes bases genéticas y de ciclo vegetativo. En este caso se favorece el escape de variedades con buena resistencia a royas y con resistencia parcial a manchas foliares. Para enfe

Use Quizgecko on...
Browser
Browser