Tratamientos Selvícolas Serrada PDF

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This document provides a comprehensive overview of different types and classifications of forest masses, as well as treatments for regenerating forest stands. It defines various forms of cultural forest masses, including classifications, types and analysis. Forestry and/or silviculture techniques for forest management are explained.

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CAPÍTULO VI.- FORMAS CULTURALES DE MASA Y CLASIFICACIÓN DE LOS TRATAMIENTOS SELVÍCOLAS. REGENERACIÓN DE MASAS FORESTALES. VI.1.- Formas culturales de masa. Conviene recordar en este momento algunas cuestiones relacionadas con la clasificación de las masas y de los pies que las componen, qu...

CAPÍTULO VI.- FORMAS CULTURALES DE MASA Y CLASIFICACIÓN DE LOS TRATAMIENTOS SELVÍCOLAS. REGENERACIÓN DE MASAS FORESTALES. VI.1.- Formas culturales de masa. Conviene recordar en este momento algunas cuestiones relacionadas con la clasificación de las masas y de los pies que las componen, que han sido explicadas en capítulos precedentes. Una primera distinción se plantea entre las masas que denominamos naturales o primarias, aquellas que son consecuencia de la sucesión sin ninguna intervención humana, de forma que su evolución, conservación y regeneración se ha producido y se producirá según la acción de los factores ecológicos, y las que denominamos forestales o secundarias, aquellas que han estado, están o estarán sometidas a intervención humana a través de tratamientos orientados a proporcionar de forma continua algunas utilidades para la sociedad. A estas últimas se refiere la Selvicultura y por tanto todo lo que se explica a continuación. Se resume lo explicado en el Capítulo II respecto de la clasificación de las masas forestales, indicando seguidamente los criterios y clases derivadas de cada uno de ellos: - composición específica: puras y mixtas - espesura: incompletas, completas y trabadas; defectivas, normales y excesivas - origen de la masa: artificial y natural, tomando este adjetivo otra significación diferente a la anterior, al aplicarlo ahora a masas forestales. - procedencia geográfica de las especies: autóctonas, alóctonas y asilvestradas - edad de los pies: regulares, semirregulares e irregulares - origen de los pies: monte alto, monte bajo y monte medio. También es conveniente recordar que, en relación con los pies que componen la masa, se han definido anteriormente: - clases naturales de edad: diseminado, repoblado, monte bravo, latizal y fustal - clasificación de las especies según: aprovechamiento o el papel que desempeñan en la función principal de la masa (principales, secundarias y accesorias); grupo botánico (frondosas y resinosas); procedencia geográfica (autóctonas, alóctonas y asilvestradas); formas de agrupación (sociales y diseminadas); papel en la sucesión (edificadoras, conservadoras, consolidadoras, neutras y destructoras); origen de los pies (naturales, artificiales) - clasificación sociológica de los pies de la masa: dominantes, codominantes, subdominantes, comprimidos, sumergidos y moribundos. 171 La intervención humana sobre las masas, con aplicación de fundamentos selvícolas para conseguir el ordenado aprovechamiento y regeneración de las mismas, a través de los métodos de beneficio y de los tratamientos que luego se definen y clasifican, conducen a variadas formas de estructurar en el espacio y en el tiempo las edades y los sistemas de regeneración de los pies que las componen. Estas diferentes formas de estructuración son las que se conocen como formas culturales de masa. La sistemática y definición de las formas culturales de masa que estudiaremos son las siguientes (GONZÁLEZ VÁZQUEZ, 1948): Formas fundamentales: definidas según el origen de los pies que forman la masa o modo de reproducción, se establecen las tres siguientes clases: * Monte alto: cuando más del 80% de los pies que forman la masa son brinzales. * Monte bajo: cuando más del 80% de los pies que forman la masa son chirpiales. * Monte medio: cuando existe mezcla de brinzales y chirpiales, aunque en capítulos posteriores se referirá alguna excepción. Formas principales: definidas según las clases artificiales de edad a la que pertenecen los pies que forman el rodal, atributo de las masas forestales que también se denomina estructura. Según las vigentes Instrucciones para la Ordenación de Montes Arbolados (1970) las clases artificiales de edad han de comprender un número de años igual o inferior al menor de los siguientes: 20 años o la cuarta parte del turno, a la vez que define: * Masa regular: cuando su vuelo se halle distribuido por edades en superficies distintas, de tal manera que, en cada una de ellas, al menos el 90% de sus pies pertenezca a la misma clase de edad. * Masa semirregular: cuando su vuelo se halle distribuido en superficies distintas, de tal manera que, en cada una de ellas, al menos el 90% de sus pies sólo pertenezca a dos clases de edad cíclicamente contiguas. * Masa irregular: cuando no cumple las condiciones fijadas para las masas regulares o semirregulares. Matizando y aclarando las definiciones de las formas principales de masa MADRIGAL (1994) propone una nueva clasificación que mejora la anterior: * Masa coetánea: cuando al menos el 90% de los pies tiene la misma edad individual, frecuentemente ligada a origen artificial. * Masa regular: cuando al menos el 90% de sus pies pertenecen a la misma clase artificial de edad. * Masa semirregular: cuando al menos el 90% de sus pies pertenecen a dos clases artificiales de edad cíclicamente contiguas. 172 * Masa irregular: cuando no se cumplen las condiciones anteriores, pero diferenciando los siguientes casos: + masa con al menos el 90% de sus pies perteneciendo a tres clases artificiales de edad cíclicamente contiguas, primer grado de irregularidad. + masa irregular ideal o en equilibrio, en la que están presentes todas las clases de edad, con íntima mezcla de pies y densidad decreciente con la edad. + masa irregular por bosquetes medios o grandes, con cabida superior a 0,5 ha y sin posibilidad de agrupación por proximidad de edades entre colindantes. Tanto las formas principales como las formas fundamentales aparecen espontáneamente como masas naturales o primarias, como consecuencia de su propia dinámica (envejecimiento) y de la acción de agentes abióticos (vendavales, incendios,...) o bióticos (plagas, enfermedades,...), de tal manera que los tratamientos que dan lugar a las masas forestales son imitación de estos procesos. Formas complementarias: las modificaciones de las formas principales de masa, cuando se realizan por criterios selvícolas, dan origen a las denominadas formas complementarias de masa o formas auxiliares, entre las que estudiaremos: * Masas con reserva: formas normalmente regulares en las que se dejan un cierto número de pies extracortables. * Masas con subpiso: se establecen dos pisos o estratos, normalmente regulares y de diferente edad de madurez y especie. * Masas superpuestas o con varios pisos: por combinación de las dos anteriores. Formas derivadas: las modificaciones de las formas principales de masa, cuando se realizan por criterios económicos, dan origen a las denominadas formas derivadas de masa, entre las que estudiaremos las típicas de la selvicultura mediterránea: * Montes adehesados: con producción preferente pastoral. * Montes claros: caracterizados genéricamente por ser su espesura normal una espesura incompleta y por presentar una producción preferente directa y no maderable. Formas provisionales: cuando una masa se trata de manera que tiende a cambiar su forma cultural (fundamental o principal) de masa, y en tanto se consigue este cambio, se denomina forma provisional. 173 VI.2.- MÉTODOS DE BENEFICIO Y TRATAMIENTOS SELVÍCOLAS. Se puede definir inicial y globalmente que el conjunto de actuaciones que el selvicultor aplica sobre una masa para obtener y mantener alguna de las formas culturales definidas anteriormente, es un tratamiento selvícola. Las prácticas selvícolas correspondientes a las formas fundamentales de masa, marcadas por el origen de los pies o procedimiento de regeneración, se han denominado métodos de beneficio. Esta clásica denominación tiende al arcaísmo y al desuso, por lo que resulta indiferente en la actualidad hablar de método de beneficio o tratamiento de: monte alto, monte bajo y monte medio. En relación con la obtención de las formas principales de masa, las caracterizadas por la edad de los pies, el conjunto de prácticas a aplicar se han denominado tratamientos (en sentido estricto), que son identificados por la manera de proceder en la corta que da lugar a la regeneración, por lo que también son conocidos como tipos de corta o sistemas selvícolas. Según ha quedado apuntado, en el conjunto de operaciones que compone un tratamiento selvícola (silvicultural system, en inglés; traitement sylvicole, en francés; waldbauliche behandlung, en alemán; y trattamento culturale, en italiano), se pueden definir dos grandes grupos: * cortas de regeneración: cuya finalidad es regenerar la masa y obtener, dentro de un método de beneficio, una forma principal de masa determinada. Se aplica en concordancia con la edad del turno o madurez, cuestión que será ampliada al hablar de los criterios de cortabilidad, y suele dar lugar a la mayor cantidad y calidad de productos maderables. * cortas de mejora: también denominadas tratamientos parciales, que no están ligados en su aplicación a la edad de la masa, su objetivo no es regenerar sino mejorar las condiciones de vida, espesura y sanidad de la masa. En sentido estricto las cortas de mejora se aplican únicamente sobre la masa principal, dando lugar a obtener productos maderables intermedios. Si se aplica la denominación más genérica de tratamientos parciales, pueden incluirse dentro de este grupo operaciones a realizar sobre la vegetación accesoria o sobre el suelo. Las cortas de regeneración sirven para caracterizar a los tratamientos generales, cuya sistemática se establece en función de la forma principal de masa a la que dan lugar: * Cortas continuas: producen y mantienen masas regulares. Estudiaremos con detalle los siguientes tipos: + Cortas a hecho + Cortas por aclareo sucesivo uniforme * Cortas semicontinuas: producen y mantienen masas semirregulares, entre las que se encuentran: + Cortas por aclareo sucesivo por bosquetes + Cortas por aclareo sucesivo por fajas 174 * Cortas discontinuas: producen y mantienen masas irregulares, entre las que trataremos: + Cortas por entresaca + Cortas por huroneo. En relación con el resto de formas culturales de masa definidas anteriormente se clasifican otros tipos de tratamientos: Tratamientos complementarios: producen y mantienen las formas complementarias de masa. Tratamientos derivados: producen y mantienen las formas derivadas de masa. Tratamientos transitorios: generan las formas provisionales de masa y cesan cuando se ha conseguido el objetivo del cambio de forma cultural. Dos grandes tipos se incluyen en este grupo: * Tratamientos de transformación: cuando se modifica la forma principal de masa. * Tratamientos de conversión: cuando se modifica la forma fundamental de masa. 175 A modo de resumen se inserta el Cuadro VI.1, donde se relacionan las formas de masa con los tratamientos. FORMAS CULTURALES DE MASA TRATAMIENTOS SELVÍCOLAS FORMAS FUNDAMENTALES FORMAS PRINCIPALES MÉTODOS DE BENEFICIO TRATAMIENTOS GENERALES Monte Monte Monte Regulares Semirregulares Irregulares alto bajo medio CORTAS CORTAS CORTAS CONTINUAS SEMICONTINUAS DISCONTINUAS * Cortas a * Cortas por * Cortas por hecho aclareo sucesivo entresaca * Cortas por por bosquetes o por * Cortas por aclareo fajas huroneo sucesivo uniforme FORMAS FORMAS DERIVADAS COMPLEMENTARIAS TRATAMIENTOS DERIVADOS TRATAMIENTOS COMPLEMENTARIOS * Montes adehesados * Montes claros * Masas con reserva * Masas con subpiso * Masas con varios pisos FORMAS PROVISIONALES TRATAMIENTOS TRANSITORIOS Tratamientos de conversión Tratamientos de transformación (varía forma fundamental) (varía forma principal) CUADRO VI.1.- Resumen de la nomenclatura sobre formas culturales de masa y tratamientos. Las formas de masa figuran en negrita y los tratamientos en cursiva. 176 VI.3.- Criterios de cortabilidad y otros conceptos. Tras la enumeración en los epígrafes precedentes de las formas de masas forestales y de los tratamientos que las producen y mantienen, lo que puede servir de índice a los siguientes capítulos de este texto, conviene hacer referencia a algunas cuestiones fundamentales previas para mejor comprender las explicaciones sobre los tratamientos selvícolas. Entre ellas se encuentran: los criterios de cortabilidad; la posibilidad; los señalamientos; la época de corta; y las divisiones del monte o unidad administrativa de gestión. La determinación del momento en que se debe realizar el aprovechamiento final, a través de las cortas de regeneración para sustituir la masa vieja regular o semirregular, para estos dos casos se trata de la fijación del turno, o la determinación del diámetro máximo en la composición de la masa irregular, es fundamental en la planificación y ejecución de la selvicultura. Estas determinaciones se pueden realizar atendiendo a diferentes criterios de cortabilidad, cuyo fundamento puede ser alguno de los siguientes: * criterios físicos: observando el estado fisiológico de los pies a lo largo del tiempo, en función de la especie y la estación, se determina que deben ser apeados cuando entran en decrepitud. Un ejemplo típico de la aplicación de este criterio es la fijación del turno para el alcornoque, que a partir de una determinada edad produce un corcho de escaso calibre o se dificulta la extracción del mismo. * criterios tecnológicos: basados en determinar la edad para el apeo en que los árboles hayan alcanzado y no sobrepasado un determinado diámetro o altura necesarios para la obtención de piezas de madera de una dimensión mínima o permitir un concreto despiece. La moderna tecnología de la madera ha dejado con poca vigencia la aplicación de este tipo de criterios, pero fueron muy aplicados en la construcción naval o en la producción de traviesas de ferrocarril. Un ejemplo actual de aplicación podría ser la obtención de trozas de chopo de suficiente diámetro para poder proceder a un desenrollo de suficiente rendimiento. * criterios económicos: engloban los procedimientos que tienden a maximizar el beneficio económico, de los cuales el más simple es la fijación del turno de máxima renta en especie como quedó explicado en el Capítulo III. Con mayor complejidad se pueden mencionar los criterios de máxima renta financiera o los modelos multicriterio. Estos criterios son los que preferentemente se aplican en selvicultura intensiva. * criterios selvícolas: que tienden a determinar el momento de la regeneración por motivos selvícolas como pueden ser: protección del suelo, liberación de competencia sobre el regenerado, defensa contra plagas o enfermedades, etc... La aplicación de este tipo de criterios suele imponer un sacrificio de cortabilidad respecto de los criterios económicos. Un ejemplo de su aplicación se puede referir al caso del abeto, especie en la que a partir de ciertas edades aumenta la frecuencia de pies afectados por pudriciones de tronco, por lo que la regeneración debe anticiparse a las mismas. 177 En cada caso, en función de la producción preferente, la especie y la estación, se tenderá a preferir un tipo de criterio para fijar la madurez de la masa, dicho en sentido amplio, o el turno si nos referimos a masas regulares y semirregulares. En la práctica la duración de los turnos es muy variable, mucho más cortos en el método de beneficio de monte bajo que en monte alto. A título indicativo se pueden mencionar para el monte bajo regular: 3 o 4 años sobre choperas para celulosa; 12 a 16 años sobre eucaliptales; 20 a 25 años sobre quercíneas para leñas y carbón; y 30 a 60 años sobre castaño para madera. En monte alto regular los turnos oscilan entre: 20 a 35 años sobre pino insigne o gallego para madera; de 80 a 120 años sobre la mayor parte de nuestras especies autóctonas con criterio de máxima renta en especie; y se puede referir como máxima cifra la de 400 años para producciones de fruto en encina. Otro concepto importante para comprender la aplicación de los tratamientos y la práctica de la selvicultura es el de posibilidad. La posibilidad se puede definir como lo que el monte produce y que debe ser calculada previamente a su extracción. Se deduce del inventario forestal y de la programación temporal de cortas que cada tratamiento requiere. Se refiere a la unidad dasocrática básica que luego se comenta, el cuartel. Se suele expresar, para producciones maderables, en m3/ha/año, unidades similares a las que expresan los crecimientos, lo que no debe inducir a confundir los conceptos. Los crecimientos maderables, según los casos, pueden ser menores, iguales o mayores que la posibilidad. El cálculo o la determinación de la posibilidad se realiza unas veces por cabida y otras, mas frecuentes, por volumen, lo que a su vez condiciona la manera de realizar el señalamiento. El señalamiento es el modo de materializar sobre el terreno los pies que deben ser apeados en cada corta, designados en función del objetivo de la misma, su cuantía orientada por el cálculo de la posibilidad y su identificación inequívoca en el monte. Los aspectos legales y administrativos de los señalamientos y de los consiguientes aprovechamientos son variables según el régimen legal de los montes y constituyen un contenido importante de la legislación forestal. Los aspectos técnicos relacionados con el objetivo de la corta corresponden a la selvicultura y los relacionados con la extracción de los pies a la asignatura de Aprovechamientos Forestales. Un aspecto selvícola muy importante en relación con las cortas de arbolado es la fijación de la época anual de corta. La correcta elección de la época de corta en cada caso dependerá de: * objetivo de la corta: según que sea de regeneración o de mejora se impondrán restricciones, como por ejemplo esperar a la maduración de las semillas. * forma fundamental de masa: en el monte bajo la mejor regeneración se consigue cortando a savia parada. * riesgo de plagas o enfermedades: la presencia de fustes apeados recientemente y de despojos de corta en algunas épocas puede favorecer la progresión de plagas o enfermedades. * momento de maduración y diseminación: en relación con la posible recogida de semillas sobre pies apeados. 178 * efectos sobre la calidad de la madera: la época de corta puede favorecer defectos en la calidad de la madera obtenida. Por ejemplo, un secado demasiado rápido que favorece la aparición de fendas, o bien la inducción de hongos saprofitos como el que produce el azulado de la madera. Terminamos este epígrafe dedicado a conceptos previos con una referencia a las diferentes formas de abordar la división del monte. En la gestión de los montes se adoptan diferentes tipos de división según sus posibles fines: selvícola; inventarial; y de gestión definitiva o división dasocrática o de ordenación. En relación con aspectos selvícolas, se anticipó en el Capítulo II el concepto de rodal, espacio de superficie variable en el que la constancia de estación y de estructura del vuelo permiten una correcta descripción, una homogeneidad en la producción preferente y un tratamiento común a todo el espacio. La unidad territorial bajo gestión, definida por líneas administrativas, el monte, queda así dividida en unidades menores que simplifican el estudio, la descripción y la toma de decisiones selvícolas. Ya quedó apuntado que unidades menores al rodal reciben los nombre de bosquete, grupo y golpe. En relación con la división que de un monte se realiza a efectos de proceder a su inventario, división inventarial, las unidades varían en número y tamaño en función de la heterogeneidad de la masa y del tipo de inventario a aplicar. El conjunto del monte puede ser dividido en estratos, considerados como distintas poblaciones por sus notables diferencias, que a su vez son divididos en la unidad básica inventarial, el cantón. En relación con la división dasocrática o de gestión definitiva, el monte o unidad administrativa queda estructurado en cuarteles. El cuartel es la unidad básica de la ordenación de montes y es sobre el que, en toda su extensión territorial y temporal, se aplica el tratamiento selvícola. Los cuarteles con similar producción preferente pueden agruparse en secciones. El cuartel, en función del tratamiento a que sea sometido, se subdivide en unidades elementales de gestión como son: tranzones, cuando se aplican cortas a hecho; tramos, cuando se aplican cortas por aclareo sucesivo; parcelas o tramos de entresaca cuando se aplican cortas discontinuas. Todo lo que en adelante se explique, salvo indicación en contrario, respecto de la aplicación de tratamientos se referirá al conjunto de un cuartel. 179 VI.4.- Ventajas e inconvenientes de las formas culturales de masa. Aunque al explicar posteriormente los tratamientos y las masas que de ellos se derivan, se enumerarán y comentarán con mayor detalle sus ventajas e inconvenientes, a modo de introducción avanzamos unos comentarios sobre los tipos de masas forestales, en forma de repertorio de ventajas e inconvenientes, que permitan tener una visión conjunta de los tratamientos. VI.4.1.- Masas puras y mixtas. Las masas puras en grandes extensiones se presentan de forma espontánea, independientemente de las mezclas de edades aunque con tendencia a la regularidad, ligadas bien a la recurrencia de catástrofes naturales (vendavales, fuego, aludes, etc...), bien a la presencia de unas extremadas condiciones ecológicas. No obstante, en nuestras latitudes no es frecuente la presencia natural de masas puras, estando las masas naturales o no intervenidas compuestas frecuentemente por dos o más especies. La consecución de formas culturales de masa a partir de estas formas naturales, plantea el problema de la elección de la especie o especies principales, que se verán favorecidas por el tratamiento selvícola y que serán las productoras principales de los bienes y servicios del monte. La elección de masa pura o mixta y de la especie o especies principales estará basada en el conocimiento de la estación y de los caracteres culturales de las especies implicadas, se realiza conjugando criterios ecológicos o selvícolas y económicos, todo ello orientado por las ventajas e inconvenientes que se resumen a continuación. Ventajas de las masas puras: 1.- Si el valor comercial de los productos proporcionados por la especie principal elegida es alto, favorecer su presencia exclusiva presenta una ventaja de tipo económico. 2.- Al no existir incompatibilidades entre el temperamento de varias especies en las masas puras, se presenta la ventaja de tipo selvícola de que el tratamiento es más simple y por tanto con mayor seguridad de éxito, junto a la ventaja de tipo económico del menor coste. Inconvenientes de las masas puras: 1.- Mayor sensibilidad de las masas puras frente a daños bióticos. 2.- Los daños por nieves y viento pueden ser mayores que en las masas mixtas. 3.- Las posibilidades de regeneración natural tras los incendios pueden ser más diversas en las masas mixtas. Cuando en una masa mixta el temperamento de todas las especies presentes es similar, es relativamente sencillo mantener la composición específica tras la regeneración y la buena estabilidad de la masa. Por el contrario, si los temperamentos de las especies implicadas son diferentes, existirá una tendencia natural al dominio de una de ellas, por lo que el tratamiento deberá suponer una intervención constante para asegurar la composición deseada. Las ventajas e inconvenientes de las masas mixtas tienden a ser opuestos a los enunciados para las masas puras. 180 Ventajas de las masas mixtas: 1.- Tienen la ventaja de tipo selvícola de ser más estables frente a plagas, enfermedades, vendavales y nieve. Tienen más variadas alternativas de regeneración natural tras los incendios. 2.- Desde el punto de vista económico, ofertan mayor diversidad de productos. Inconvenientes de las masas mixtas: 1.- Menor productividad en especie o financiera. 2.- Mayor complejidad en el tratamiento, con mayor riesgo de fracaso y coste. VI.4.2.- Formas principales de masa. Las masas regulares, frecuentemente consecuencia de un tratamiento selvícola, también se presentan de forma espontánea tras la acción de catástrofes naturales y formadas por especies de temperamento robusto. Ventajas de las masas regulares: 1.- Tratamientos simples, de mayor probabilidad de éxito y de menor coste que en las masas irregulares, presentando esta ventaja un carácter selvícola y económico a la vez. 2.- Control de la regeneración más sencillo. 3.- Proporcionan productos maderables más homogéneos y de mejor venta y calidad. Inconvenientes de las masas regulares: 1.- En general, mayor debilidad frente a daños bióticos y abióticos que las masas irregulares. 2.- En montes de pequeño tamaño no es fácil asegurar la constancia temporal de rentas. 3.- Proporcionan menor defensa al suelo e inducen en mayor medida la invasión del matorral. 4.- Su aplicabilidad está condicionada por la facilidad de regeneración de las especies implicadas. Las masas irregulares constituyen, sobre todo mediante una mezcla de edades por bosquetes o con notables carencias de densidad de una o varias clases de edad, la estructura de las formaciones climácicas, como se explicó en el Capítulo III. 181 Ventajas de las masas irregulares: 1.- Mayor resistencia frente a daños bióticos y abióticos, salvo frente al incendio. 2.- En montes de pequeño tamaño o superficie aseguran la constancia temporal de las rentas. 3.- Aseguran mejor protección al suelo, a la vez que aprovechan mejor los recursos edáficos al estratificar los sistemas radicales para algunos modos de enraizamiento. 4.- Es más viable la regeneración natural en especies o estaciones con dificultades. Inconvenientes de las masas irregulares: 1.- Los tratamientos son más complicados y costosos. 2.- Difícil aplicación a especies de luz. 3.- Producciones maderables de dimensiones heterogéneas y de peor calidad. 4.- En general, menor productividad en especie y/o financiera. VI.4.3.- Formas fundamentales de masa. Teniendo en cuenta que el método de beneficio de monte alto es el único posible en las especies que no tienen capacidad de brotar, compararemos las formas fundamentales monte alto y monte bajo para los casos de posible instalación de ambos. Ventajas del monte alto: 1.- Al ser más frecuente el nacimiento de individuos, hay una mejor selección y diversidad genéticas. 2.- No se produce el inconveniente del envejecimiento de las cepas. 3.- Se obtienen productos maderables de mayor altura y diámetro. Inconvenientes del monte alto: 1.- Mayor dificultad en la regeneración que en el monte bajo. 2.- Salvo que se supere la edad máxima para poder brotar, o la espesura sea muy alta, el apeo de individuos para reducir la competencia, al mantenerse viva la cepa en las especies con capacidad de brotar, no elimina la competencia con eficacia. 3.- Los turnos en monte alto, a igualdad de especie y estación, son más largos que en el monte bajo. 182 Ventajas del monte bajo: 1.- Regeneración segura e inmediata. 2.- Aplicación de turnos cortos con bajo coste en la gestión. 3.- Productos maderables de gran homogeneidad y con fácil mecanización de las operaciones de extracción. 4.- Cuando los productos maderables que produce mantienen buenas aplicaciones industriales (trituración, celulosa, energética,...), la rentabilidad es mayor que en monte alto. Inconvenientes del monte bajo: 1.- Degradación y envejecimiento de las cepas tras varios recepes, lo que obliga periódicamente a regenerar por brinzales. 2.- Escasa diversidad genética en las masas, con un consecuente mayor riesgo de daños bióticos. 3.- Pérdida aparente de la calidad de la estación por una reducida traslación de las cepas. 4.- Muchos de los montes bajos españoles tradicionalmente destinados a producción preferente energética han perdido interés económico en la actualidad. VI.4.4.- Formas complementarias de masa. Las formas complementarias de masa se diseñan y emplean para mejorar algún aspecto selvícola respecto de las formas principales, por lo que sus ventajas son de esta naturaleza y los inconvenientes de tipo económico. Ventajas de las formas complementarias: 1.- Tienden a ser más estables que las masas regulares. 2.- Son ecológicamente más completas que las formas de las que derivan. Inconvenientes de las formas complementarias: 1.- Complicación y encarecimiento de la gestión. 2.- Pérdida relativa de rentabilidad. 183 VI.4.5.- Formas derivadas de masa. Las formas derivadas de masa se diseñan y emplean para mejorar algún aspecto económico respecto de las formas principales, por lo que sus ventajas son de esta naturaleza y los inconvenientes de tipo selvícola. Las ventajas e inconvenientes que se enumeran se refieren a los tipos característicos de la selvicultura mediterránea. Ventajas de las formas derivadas: 1.- Incremento de las producciones directas no maderables. 2.- Posibilidad de diversificación de producciones en el mismo lugar y tiempo. 3.- La estructura y tratamiento de los montes claros mediterráneos les hace menos peligrosos en relación con los incendios. Inconvenientes de las formas derivadas de masa: 1.- Dificultades en la regeneración a causa de las bajas espesuras o de los aprovechamientos pastorales. 2.- Las bajas espesuras inhabilitan estas formas de masa para estaciones con riesgo de erosión. 184 VI.5.- Regeneración de las masas forestales. La regeneración de las masas forestales puede ser clasificada, en principio, como natural o artificial. Se propone, inicialmente, como definición de regeneración natural la siguiente: proceso por el que en un espacio dado se produce la aparición de nuevos pies de distintas especies forestales sin intervención de la acción directa o indirecta del hombre. Tras este planteamiento inicial, cabe preguntarse por las causas, o más bien por las situaciones o circunstancias, en que esta regeneración natural aparece. Una propuesta en este sentido es que cuando se observa la regeneración natural, planteada en sentido amplio, puede ser conveniente informar si es como consecuencia de alguna de las siguientes situaciones (SERRADA, 2003): 1.- Regeneración natural en espacios sin variación anterior de la espesura de la masa preexistente. Se trata de un proceso por el cual, especies presentes o especies que no forman parte del vuelo de la masa inicial, incrementan su presencia tras una diseminación, germinación e instalación de nuevos brinzales. Este proceso podría ser denominado colonización. Es un proceso permanente en la naturaleza. Sobre montes más o menos degradados, o sobre terrenos agrícolas abandonados, se manifiesta muy frecuentemente al cesar los tratamientos anticulturales o el pastoreo. Se puede dinamizar con acciones como desbroces selectivos y prevención de incendios. Tiende a dar como resultado masas irregulares y mixtas. 2.- Regeneración natural en espacios que han sufrido fuertes perturbaciones. Las más frecuentes en nuestros montes son los incendios, los vendavales, los aludes y la acción de plagas y enfermedades. En función de las especies afectadas, la fuente de semillas y la naturaleza de la perturbación, manifiesta diferentes velocidades y resultados. Se favorece con estrictos acotados al pastoreo. En el caso de incendios tienden a aparecer masas regulares. Este proceso podría ser denominado restauración. 3.- Regeneración natural en montes tratados por cortas de regeneración. Es el proceso consecuente con un determinado modo de tratamiento de las masas forestales que es ejecutado, precisamente, con la intención de renovar el vuelo. La composición específica y la estructura de la masa resultante pueden adoptar muy diferentes formas según el sistema selvícola aplicado. Es lo que en Selvicultura se denomina, en sentido estricto, regeneración natural. Los procesos enumerados participan de mecanismos, factores y condicionantes comunes, su estudio en todo caso es de gran interés en la Selvicultura, pero puede resultar trascendente, para fijar el procedimiento de estudio y para elaborar las conclusiones del mismo, concretar si el caso es una colonización, una restauración o una regeneración como consecuencia de cortas. De acuerdo con el principio de persistencia de la masa enunciado en la definición de Selvicultura, la regeneración de la masa forestal una vez alcanzada su madurez, y como consecuencia de las cortas de regeneración, es la operación más importante de la actividad selvícola. Respecto de ella de diseñan y organizan los tratamientos. Para clasificar los modos o procedimientos posibles de regeneración, teniendo en cuenta lo expuesto al explicar el carácter cultural reproducción en el Capítulo V, se puede partir de la siguiente enumeración: 185 * regeneración natural en monte alto o por semillas * regeneración natural en monte bajo o por brotes * regeneración artificial. La regeneración natural en monte bajo es inmediata a la corta y se produce con seguridad, siempre que se respeten las prácticas ortodoxas del método de beneficio. Las referencias expuestas sobre esta cuestión en el Capítulo V y las que se harán más adelante, excusan ampliar en este momento. Se dedica, por tanto, este epígrafe a definir, comentar los condicionantes y factores, y a comparar las ventajas e inconvenientes de la regeneración natural tras las cortas por semillas, o simplemente regeneración natural, y de la regeneración artificial. VI.5.1.- Regeneración natural. Se pueden plantear dos definiciones para la regeneración natural de las masas forestales. La primera considera la regeneración natural (DANIEL et al., 1982), por oposición a la regeneración artificial, como aquella que se produce sin intervención humana en lo referente a la distribución de la semilla y su germinación, aunque se apliquen ayudas sobre el vuelo o sobre el suelo para facilitar la germinación y mejorar la viabilidad de las plántulas. La segunda definición (LANIER, 1986) se centra en concretar el origen de la semilla. Se define como regeneración natural aquella cuyas semillas proceden de los pies del rodal que se está tratando. Bajo esta definición se incluye la actividad que consistiera en recolectar semillas del rodal a regenerar, almacenarlas debidamente y proceder más adelante a su siembra o incluso a producir planta en un vivero para posteriormente, y tras una correcta preparación del suelo, instalarlas en el rodal a regenerar. Los autores que aceptan esta definición se refieren a esta última hipótesis como regeneración natural ayudada. Salvando esta excepción, ambas definiciones son coincidentes. La regeneración natural, obtenida ordinariamente por la dispersión de las semillas de la masa que se está tratando, constituye la herramienta básica de trabajo en la selvicultura extensiva, mientras que la aplicación de la regeneración artificial o de la natural en monte bajo, tiende a definir a la selvicultura intensiva, todo ello salvando numerosas excepciones. Se insiste en que la consecución de la regeneración natural suele requerir la aplicación de ayudas previas y cuidados posteriores, además de una correcta planificación de las cortas en consonancia con la estación y con los caracteres culturales de la especie o especies de que se trate. El modo en que se consigue la regeneración natural en el tiempo y en el espacio condicionará en gran manera la composición, la estructura y la evolución de la nueva masa. Los factores y condicionantes que influyen en la regeneración natural son muy variados, difíciles de enumerar y de cuantificar. Un intento, de gran utilidad didáctica, de sistematizar y agrupar este análisis se encuentra en la obra de DANIEL et al. (1982) al hablar del triángulo de la regeneración natural: las semillas; el medio de germinación; y la estación. En la figura VI.1 se reproduce la propuesta comentada. 186 FIGURA VI.1.- Factores que afectan al establecimiento y a la supervivencia de plántulas de Picea. (De Roe et al., 1970) Por otra parte, HAWLEY y SMITH (1982) enumeran los pasos o etapas de la regeneración natural, de los que se pueden deducir los factores y condicionantes que sobre ella influyen: * suministro de semillas: madurez de la masa, fertilidad, vecería de la especie,... * dispersión de la semilla: predación, procedimiento (viento, animales, gravedad, agua,...) * germinación: absorción de humedad, temperatura, desarrollo de la raíz, predación, competencia de herbáceas,... * supervivencia de las plántulas durante el primer año, hasta alcanzar la edad natural de repoblado, que puede estar amenazada por: plagas, enfermedades, predación, exceso o defecto de luz según el temperamento, heladas, sequías,... 187 Trataremos de resumir presentando las condiciones y factores que influyen en la regeneración natural, agrupándolos en cinco bloques, a la vez que se comentan respecto de cada uno de ellos las posibilidades de mejora que el selvicultor puede tratar de aplicar: 1.- Factores referentes a la estación. La regeneración natural sólo se puede obtener cuando la especie se encuentra en condiciones favorables de los factores ecológicos que definen su estación. Si se trata de regenerar una masa natural, esta condición podría estar garantizada y resultar ocioso el comentario. Sin embargo se pueden plantear tres hipótesis en las que está justificado el análisis: los casos de localización marginal de estación de masas naturales enfrentarán mayores problemas; la regeneración natural de masas artificiales; y, finalmente, si se confirma la hipótesis del cambio climático, en algunos lugares podría plantearse la imposibilidad de regeneración de una especie ya instalada por causa de una aridificación del clima. En relación con este grupo de factores, la regeneración natural es especialmente sensible a condiciones meteorológicas extremas, siendo un frecuente motivo de fracaso las germinaciones prematuras, que pueden sufrir heladas tardías, o las germinaciones tardías, que dan lugar a plántulas poco desarrolladas en la estación seca. De forma directa las posibilidades de actuación del selvicultor en relación con este grupo de factores son inexistentes. Indirectamente hay que tenerlos en cuenta respecto de la elección de composición específica de la masa y para aplicar cautelas mayores en los casos de marginalidad estacional. 2.- Factores referentes a la masa. La regeneración natural sólo se produce a partir de árboles fecundos, por lo que la masa a regenerar deberá tener madurez y producción suficiente de semilla. Se pueden favorecer la cantidad y la calidad de la fructificación, siempre teniendo presente la dificultad que entraña la vecería de algunas especies, con las siguientes actividades: * la aplicación de cortas preparatorias previas a la regeneración, que al reducir la espesura global proporcionando mayor iluminación a las copas de los pies de la masa, aumentan la calidad y la cantidad de la fructificación. * selección de pies portagranos de alta producción, según las modalidades de corta que luego se estudian, para asegurar abundante diseminación en la zona a regenerar. * aunque no es frecuente, podrían aplicarse tratamientos parciales de mejora de la fructificación sobre la masa a regenerar como son las podas y las fertilizaciones. * escoger la edad más adecuada para cada especie y estación. * aplicar las cortas de regeneración en la época del año en que se haya completado la maduración. De esta forma, los pies extraídos o bien ya han diseminado o bien depositan alta densidad de semillas en la zona donde queda depositada su copa y la diseminación de los árboles que quedan en pie se produce en zonas con menor espesura. * control de patógenos que puedan reducir la fructificación sobre la masa en tratamiento. 188 3.- Factores referentes a la superficie del suelo. Independientemente de que las propiedades del suelo (profundidad, permeabilidad, capacidad de retención de agua, fertilidad, ausencia de disfunciones y estado de micorrización) sobre el que se asienta el rodal serán concordantes con la especie, como ha quedado explicado al referir el grupo de factores relacionados con la estación, las condiciones superficiales del suelo deberán ser adecuadas para la germinación de las semillas y para el desarrollo inicial de las plántulas. Las causas de las dificultades puede ser alguna o algunas de las siguientes: * presencia de compactación superficial, provocada frecuentemente por pastoreo o por paso de maquinaria, que dificulta el contacto de la semilla con la tierra mineral y sobre todo el adecuado enraizamiento. * presencia de abundantes despojos orgánicos, hojarasca, ramillas, etc..., procedentes bien de los despojos de corta, bien de una defectuosa descomposición anterior, que impide la germinación por evitar el contacto de la semilla con la tierra, o que provoca enraizamientos con el cuello de la raíz sobre el nivel del suelo y/o con la radícula retorcida. * presencia de un tapiz herbáceo denso y continuo, que además de impedir el contacto de la semilla con la tierra, en caso de germinación dificulta el enraizamiento mecánicamente y por competencia por agua y por nutrientes. * presencia de abundante matorral, con efectos similares a los descritos para el herbazal, aunque con menor importancia en esta fase del proceso. Se deduce de lo expuesto la conveniencia y posibilidad de aplicar ayudas a la regeneración natural en relación con este grupo de factores, tratamientos a aplicar sobre el suelo o sobre el vuelo. Relacionando los problemas enunciados con sus soluciones podemos resumir: * para casos de compactación de capas de suelo superficiales se deben aplicar escarificaciones o gradeos, labores que con inversión de la tierra, mullen un espesor de 5 a 20 cm. La ejecución puntual suele ser manual, mientras que para aplicaciones en fajas o a hecho se hace mecanizadamente. Este tipo de labores sirve además para incorporar despojos orgánicos, reducir el herbazal y matorrales de poca espesura o talla. * para la presencia de abundantes despojos orgánicos, además de aplicar la escarificación o el gradeo, se puede optar por los decapados, que acumulan los despojos en cordones o montones, la eliminación por quema en montones, o por la eliminación por quema a hecho, operación que debe ser sometida a diversas restricciones sobre condiciones de masa y estación y de ejecución. * para casos de herbazal continuo la mejor opción es la escarificación o el gradeo. La siega o el pastoreo previos conducen a mayor densidad de los sistemas radicales de las herbáceas. El problema en la aplicación de esta ayuda estriba, bien en el coste, bien en que no es de fácil mecanización por la pendiente o por la espesura de la masa, bien por el riesgo de erosión hídrica que puede inducir. 189 * para los casos de presencia de matorral, la solución es un desbroce, que puede plantearse por roza o por arranque en cuanto a la acción sobre el matorral, y como manual o mecanizado en relación con el modo de ejecución, atendiendo en cada caso a la eliminación de los despojos. Sobre equipos y procedimientos a aplicar en los trabajos descritos en este punto y anteriores, se ampliará información en el capítulo dedicado a los tratamientos parciales. En cada caso, según la especie, la estación y el problema planteado se optará por una o varias ayudas a la regeneración, combinando eficacia, coste y que no haya riesgo de erosión. En este sentido hay que hacer notar que resulta frecuente que una correcta ejecución de las operaciones de desembosque de los pies apeados en una corta de regeneración, produce escarificaciones que pueden ser suficientes y mejorantes del proceso de regeneración. Por el contrario, operaciones de saca de maderas mal diseñadas o ejecutadas provocan efectos nocivos: compactación de capas superficiales del suelo; aumento de la escorrentía sobre todo el monte o vías o calles de saca mal localizadas; daños sobre el diseminado y repoblado ya logrado; etc... 4.- Factores referentes al desarrollo del diseminado. Una vez que se ha conseguido el diseminado, tras la superación de los posibles inconvenientes planteados en los factores anteriores, es necesario que el diseminado prospere. Puede ser perjudicado su desarrollo o existencia por causas abióticas, como la helada y la sequía, aspectos comentados en el grupo de factores estacionales. Puede ser afectado por agentes bióticos, predación, plagas o enfermedades, como se verá en el siguiente punto. Interesa, por tanto, resaltar ahora las causas de daños sobre el diseminado derivadas de la competencia y/o competición. En cualquier masa que no está sometida a cortas de regeneración se puede observar o suponer que hay una diseminación más o menos abundante o continua, que nacen los brinzales, pero que no hay viabilidad para ellos. Es la espesura, entendida en sentido genérico, la que impide su crecimiento o provoca su muerte. Es indispensable reducir la espesura, en la forma adecuada al temperamento de cada especie, para conseguir la regeneración natural. Detallamos las posibles circunstancias de competencia o competición sobre el diseminado: * la masa principal remanente, cuya espesura inicial ha sido disminuida por las cortas de regeneración, provoca sobre el diseminado aparecido tras dichas cortas una reducción de la iluminación que impide su desarrollo en mayor o menor grado según el temperamento de la especie a regenerar. En este análisis (intensidad de corta y plazos) están basados los distintos métodos de corta que serán explicados en capítulos sucesivos. También se produce una competencia por el agua y los nutrientes, pero de importancia relativa menor respecto de la luz. Este factor es causa frecuente de retrasos en la regeneración. * la masa accesoria, herbazal y matorral, compiten con el diseminado por la luz, el agua y los nutrientes, por lo que se deben aplicar escardas y desbroces después de haber conseguido la regeneración. 190 * el propio regenerado, si se consigue con una excesiva densidad, provoca trastornos en su propio desarrollo, lo que hay que atender con cuidados culturales denominados clareos que más adelante se explican, y que junto con los cuidados culturales enumerados anteriormente, contribuyen a ir superando satisfactoriamente las clases naturales de edad. 5.- Factores referentes a la presencia de predación, plagas y enfermedades. Entre la fauna silvestre abundan las especies granívoras, que antes o después de la diseminación, pueden reducir la cantidad de semilla disponible. Sin embargo, esta predación no suele comprometer, salvo excesivas concentraciones, la regeneración natural por lo que no es necesario actuar en este sentido. Incluso muchos mecanismos de zoocoria, basados en la aludida predación, colaboran a una buena dispersión de las semillas. Más preocupante es la predación de herbívoros sobre los brinzales nacidos. La causa puede estar en herbívoros silvestres de pequeña talla (conejos, aves, etc...), herbívoros silvestres de gran talla (caza mayor), y ganado doméstico. Los primeros no suelen plantear problemas graves, los segundos si, lo que tiende a resolverse mediante cercados de las zonas en regeneración. El ganado doméstico es una frecuente causa de fracaso de la regeneración natural en nuestro país. Desde el punto de vista administrativo se decreta el acotado al pastoreo de las zonas bajo cortas de regeneración, y también de las zonas incendiadas, produciéndose sanciones en caso de infracción. Para facilitar el pastoreo libre también se suele acudir a los cercados. La presencia de plagas, perforadores y defoliadores, sobre los regenerados es ocasionalmente importante y se resuelve con la aplicación de insecticidas. Entre las enfermedades la que mayor incidencia puede tener es damping-off, respecto de la que no es posible en estas circunstancias aplicar medidas preventivas ni curativas. La regeneración natural ayudada antes mencionada, recogida de semillas en el mismo rodal que se está tratando y posterior siembra o plantación, se aplica cuando la incidencia de factores explicados en este punto es grave. El coste de este tipo de regeneración tiende a ser más caro que el de la regeneración artificial a causa del proceso de recogida de semilla. Cuestiones finales.- Para terminar este epígrafe conviene hacer mención a dos cuestiones importantes relacionadas con la cuantificación de la regeneración natural en masas forestales, independientemente del método de corta que se les aplique. Son de aplicación especialmente a las masas regulares pues, como se verá, la cuantificación de la regeneración en masas irregulares tiene aspectos inseparables del método de corta. Las dos cuestiones a tratar son la definición de la densidad suficiente y la clasificación de los pies del regenerado a efectos de inventario forestal. La definición de densidad suficiente en la regeneración natural en monte alto de masas regulares debe hacerse atendiendo, entre otras cuestiones a: * temperamento de la especie, debiendo ser la densidad superior cuanto más de sombra. * calidad de la estación, pudiendo ser menor la densidad cuanto menor es la calidad. 191 * función preferente de la masa, por lo que la densidad inicial deberá ser concordante con la espesura normal al final del turno. Por tanto, es difícil dar cifras respecto de la densidad suficiente o excesiva de una regeneración natural de este tipo, o lo que es lo mismo, en cada caso concreto se deberá proponer la densidad correcta. No obstante, se puede apuntar a título indicativo, que densidades del orden de 2.000 a 2.500 pies/ha, pueden considerarse suficientes para especies de luz en estaciones medianas tras cortas ordinarias para obtener masas regulares. Para especies de sombra en buenas estaciones las densidades suficientes se deben considerar a partir de 10.000 pies/ha, siendo valores del orden de 40.000 pies/ha excesivos, para la misma estructura de masa. La clasificación de los pies del regenerado a efectos del inventario forestal es cuestión relacionada con lo explicado al tratar las clases naturales de edad y en Dasometría. En la práctica habitual del inventario forestal se considera como diámetro mínimo inventariable 2,5 cm, estableciéndose una primera clase diamétrica denominada pies menores con diámetros normales entre 2,5 y 7,5 (marca de clase 5 cm, que podría corresponder con el latizal bajo de las clases naturales de edad si se ha iniciado la poda natural). La primera clase diamétrica de los pies mayores es la comprendida entre 7,5 y 12,5 cm (marca de clase 10 cm, correspondiente al latizal alto de las clases naturales de edad). Se denomina en inventario forestal, por tanto, regeneración a los pies con menos de 2,5 cm de diámetro normal y que se corresponden con las clases naturales de edad de monte bravo, repoblado y diseminado que define la selvicultura, todo ello independientemente de que en la masa en estudio se hayan practicado cortas de regeneración. Para clasificar las categorías de desarrollo del regenerado se propone la siguiente clasificación: 1.- pies de 1,30 m de altura hasta 2,5 cm de diámetro normal, equiparable a la clase natural de edad de monte bravo en todo caso, y con mayor propiedad si existe tangencia de copas. 2.- pies de 0,5 m a 1,30 m de altura, que podría ser equiparable a la clase de repoblado. 3.- pies de menos de 0,5 m de altura, correspondiente con la clase de diseminado. El inventario de la regeneración natural por clases de desarrollo debe ser complementado con información acerca de su viabilidad. Pies que han permanecido durante muchos años en sombra, según su temperamento, pueden no responder a la puesta en luz. Daños inferidos por el ganado pueden dar lugar imposibilidad de desarrollo normal. El inventario da una información instantánea del estado del regenerado, pero inventariar por estados de desarrollo y según viabilidad puede permitir una interpretación dinámica de tan importante proceso selvícola. 192 VI.5.2.- Regeneración artificial. La regeneración que se consigue a partir de semillas de pies de masa diferente a la que se está tratando, según una forma de definir, lo que supone una acción humana para realizar la consiguiente siembra o plantación, según otra forma de definir, es la regeneración artificial. Aplicando la regeneración artificial se puede, caso más frecuente, mantener la misma o mismas especies principales, o bien proceder, caso menos frecuente, a sustituir la especie principal. Algunos autores, especialmente de habla inglesa, utilizan el término regeneración artificial cuando no hay cambio de especie, emplean el término repoblación forestal o reforestación cuando se aplica una regeneración artificial con cambio de especie, y finalmente utilizan forestación para definir la introducción de una masa arbórea allí donde no existía previamente. Nosotros emplearemos el término regeneración natural según ha quedado definido, regeneración artificial, indistintamente del cambio de especie o no, cuestión a aclarar en cada caso, y repoblación forestal, con sus sinónimos reforestación y forestación, para indicar la introducción de una masa forestal donde no existe previamente. La aplicación de la regeneración artificial tiende a realizarse tras la extracción completa o casi completa de los pies de la masa principal que se está tratando, su ejecución es, normalmente, simultánea en toda la superficie a regenerar dando lugar a masas coetáneas, todo lo cual asocia a este tipo de proceder con las cortas continuas. No obstante, pueden plantearse excepciones. Las técnicas necesarias para conseguir la regeneración artificial, incluido el estudio de semillas forestales y viveros, son las mismas que las empleadas en la repoblación forestal. Dada la gran variedad de técnicas y situaciones que la repoblación forestal impone en España, es tradicional separar estas enseñanzas de la impartición de la Selvicultura, por lo que no se incluyen las explicaciones en este momento y remitimos a otros textos (SERRADA, 2000). Nos limitamos a enumerar las ventajas e inconvenientes de la regeneración artificial, frente a las correspondientes a la regeneración natural, y en el marco de los tratamientos generales. VI.5.3.- Ventajas e inconvenientes de las formas de regeneración. Definidas las formas de regeneración se puede pasar a enumerar las ventajas e inconvenientes de una frente a la otra, todo lo cual podrá ayudar a tomar la decisión sobre cuál aplicar en cada caso en función de la especie, la masa, su objetivo preferente y la estación. Otra consecuencia de este breve análisis es que en la práctica de la selvicultura no se debe adoptar una postura exclusivista de un modo de regeneración respecto del otro. En la selvicultura extensiva especialmente, la regeneración natural será el objetivo principal, pero en caso de fracaso o demora excesiva, no es incompatible aplicar la regeneración artificial. Ventajas de la regeneración natural: 1.- Se perpetúa el ecotipo supuestamente mejor adaptado a la estación, estableciéndose una selección genética positiva en el futuro de la masa. 193 2.- Derivado de lo anterior, los regenerados están mejor adaptados a las condiciones ecológicas y tendrán mayor resistencia a plagas, enfermedades y daños abióticos. Al ser la localización de los pies aleatoria, los que ocupan mejores emplazamientos según las propiedades edáficas tienen una mayor viabilidad y expectativas de crecimiento. Esta ventaja no se manifiesta en la regeneración natural ayudada. 3.- Al ser, en la regeneración natural, gradual la reducción de la espesura de la masa principal, el regenerado se beneficia de su protección, lo que es ventajoso en especies tolerantes. 4.- En este procedimiento se mantiene con menor alteración: la flora y la fauna edáficas; la flora fanerógama acompañante; y el microclima al nivel del regenerado. 5.- Se adapta mejor a la regeneración de masas mixtas compuestas por especies de diferente temperamento. 6.- Los pies de la masa reservada para mantener la diseminación, especialmente en especies de sombra, producen unos buenos crecimientos mientras dura la regeneración, lo que constituye una ventaja de tipo económico. Inconvenientes de la regeneración natural: 1.- No siempre es fácil de conseguir, está sometida a múltiples probabilidades de fracaso, lo que obliga mantener una gestión intensa e inversiones en ayudas. 2.- Requiere una gran dedicación, experiencia y seguimiento. 3.- Debe tener prevista la aplicación de ayudas (escarificaciones, desbroces, etc...) y cuando son necesarias, deben ser realizadas en un preciso momento. 4.- Los regenerados bien conseguidos, normalmente de densidad superior a la de los artificiales, comportan tratamientos parciales posteriores frecuentes y costosos. 5.- La regeneración natural debe conseguirse en un plazo muy determinado, si no se consigue se puede perder dicha posibilidad por la invasión de herbáceas o de matorral. 6.- Obliga en todo caso a excluir la ganadería en plazos más largos y de todo el territorio en regeneración. Las ventajas e inconvenientes de la regeneración artificial podrían deducirse de la enumeración anterior, no obstante conviene repasarlas: Ventajas de la regeneración artificial: 1.- Su aplicación permite planificar y ejecutar con precisión en el espacio y en el tiempo las cortas finales, asegurando el éxito de la regeneración. 194 2.- Pueden evitarse los problemas por daños bióticos y abióticos en los primeros años de vida de las plantas, al poderse aplicar en el vivero tratamientos fitosanitarios y poder regular las condiciones de humedad y temperatura. 3.- Se aplica para sustituir masas que, aunque sean de origen natural, presentan individuos genéticamente deficientes por variedades de mayor productividad o resistencia. Las masas naturales deficientes pueden provenir de prácticas anticulturales. 4.- Planteamos como ventaja el hecho de que el coste de la regeneración artificial es equiparable al de la regeneración natural cuando se aplican ayudas o mejoras sobre el suelo, pues la diferencia estará únicamente en la siembra o plantación. 5.- Es la única vía de reparar los fracasos que se han podido producir en la regeneración natural. 6.- Permite acortar los períodos de acotamiento al pastoreo. 7.- Su aplicación es sencilla y rápida, y se puede regular la densidad inicial de la masa desde el origen para ahorrar posteriores tratamientos parciales. Inconvenientes de la regeneración artificial: 1.- La aplicación a especies de temperamento delicado es difícil. 2.- Requiere control y seguridad en la calidad genética de la semilla empleada, pues en caso contrario no sólo degenera la masa en regeneración sino también las colindantes. 3.- No se adapta bien a la regeneración de masas mixtas de especies de distinto temperamento. 4.- Se alteran en mayor medida el suelo y la vegetación. 5.- Existe el riesgo de que el regenerado no tenga una buena adaptación estacional, aún cuando esté garantizada la calidad genética, por errores en los estudios de homologación. La colocación sistemática de los pies en el espacio puede no aprovechar las relativamente mejores localizaciones edáficas. 195 VI.6.- Bibliografía. DANIEL, P.W.; HELMS, U.E. y BAKER, F.S. - 1982. Principios de Silvicultura. Mc Graw Hill. México. DIRECCIÓN GENERAL DE MONTES, CAZA Y PESCA FLUVIAL. - 1970. Instrucciones para la Ordenación de Montes Arbolados. Ministerio de Agricultura. Madrid. GONZÁLEZ VÁZQUEZ, E. - 1948. Selvicultura. Libro segundo: estudio cultural de las masas forestales y de los métodos de regeneración. Residencia de Profesores. Ciudad Universitaria. Madrid. HAWLEY, R.C. y SMITH, D.M. - 1982. Silvicultura Práctica. Ediciones Omega S.A. Barcelona. LANIER, L. - 1986. Précis de Sylviculture. ENGREF. Nancy. MADRIGAL, A. - 1994. Ordenación de Montes Arbolados. Colección Técnica. ICONA. Madrid. SERRADA, R. - 2000. Apuntes de Repoblaciones Forestales. 3ª Ed. Fundación Conde del Valle de Salazar. Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Forestal. Madrid. SERRADA, R. - 2003. Regeneración natural; situaciones, concepto, factores y evaluación. Cuad. Soc. Esp. Cien. For. Nº 15: 11 -15 (2003). Actas de la III Reunión sobre Regeneración Natural del Grupo de Selvicultura. Lourizán. 196

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