Racionalismo, empirismo y Kant PDF - Filosofía

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Este documento trata el racionalismo de Descartes, el empirismo de Locke y Hume, y la síntesis de Kant. Explora la razón como fuente de conocimiento, la experiencia sensorial, y la combinación de razón y experiencia. También se cubren las ideas clave y las críticas de estos filósofos.

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RACIONALISMO EMPIRISMO Y LA SÍNTESIS DE KANT TEMA 6 – EL RACIONALISMO DE DESCARTES El racionalismo es una corriente filosófica que sostiene que la razón es la principal fuente de conocimiento, frente a otras vías como la experiencia o la percepción sensorial. Surge en la Europa del siglo XVI...

RACIONALISMO EMPIRISMO Y LA SÍNTESIS DE KANT TEMA 6 – EL RACIONALISMO DE DESCARTES El racionalismo es una corriente filosófica que sostiene que la razón es la principal fuente de conocimiento, frente a otras vías como la experiencia o la percepción sensorial. Surge en la Europa del siglo XVII como respuesta al escepticismo que predominaba en la época y se desarrolla a lo largo de la Edad Moderna, especialmente a través de pensadores como René Descartes, Baruch Spinoza y Gottfried Wilhelm Leibniz. En nuestro caso, solo abordaremos la filosofía de Descartes. Características principales del racionalismo: 1. Confianza en la razón: La razón se considera capaz de proporcionar conocimientos ciertos y universales. Los racionalistas creen que hay verdades innatas que no dependen de la experiencia, sino que pueden deducirse mediante el pensamiento lógico. 2. Conocimiento a priori: Los racionalistas creen que parte del conocimiento se obtiene independientemente de la experiencia. Por ejemplo, las matemáticas y la lógica proporcionan verdades universales sin necesidad de observación. 3. Verdades innatas: Sostienen que existen ideas o principios que el ser humano posee desde su nacimiento, como las ideas matemáticas o las nociones básicas de causa y efecto. René Descartes y el racionalismo 1. Contexto histórico y filosófico René Descartes (1596-1650) vivió en un período de transición entre la escolástica medieval y la filosofía moderna. La Revolución Científica estaba en marcha, y Descartes se propuso establecer un nuevo método para alcanzar el conocimiento cierto, inspirado en la precisión de las matemáticas. 2. La duda metódica y el "Cogito, ergo sum" Descartes comienza su reflexión con la duda metódica, es decir, con el cuestionamiento de todo aquello que no sea absolutamente indudable. Duda de la información que le ofrecen los sentidos, de la realidad del mundo externo e incluso de las verdades matemáticas, planteando la hipótesis de un "genio maligno" que podría estar engañándolo. Sin embargo, hay una verdad que no puede ser puesta en duda: el hecho de que él mismo está dudando. Si duda, piensa, y si piensa, existe. Así surge su famosa afirmación: "Cogito, ergo sum" (Pienso, luego existo). 3. Dualismo cartesiano: Res cogitans y res extensa Descartes plantea una distinción radical entre dos tipos de sustancias: 1. Res cogitans (sustancia pensante): El alma o la mente, que es inmaterial y piensa. 2. Res extensa (sustancia extensa): El cuerpo o la materia, que ocupa un lugar en el espacio y es susceptible de ser medida. Relación entre mente y cuerpo: Aunque mente y cuerpo son sustancias separadas, Descartes reconoce que interactúan de alguna manera, especialmente en el ser humano. Plantea que esta interacción ocurre en la glándula pineal, un pequeño órgano en el cerebro que, según Descartes, actúa como el punto de conexión entre la mente (res cogitans) y el cuerpo (res extensa). Al separar mente y cuerpo permitió estudiar la materia y el mundo físico desde un enfoque científico sin interferencias religiosas. 4. La existencia de Dios y la garantía del conocimiento Tras demostrar su propia existencia, Descartes busca un fundamento que garantice la validez de su conocimiento. Para ello, formula una prueba de la existencia de Dios. Argumenta que la idea de un ser perfecto no puede provenir de él mismo (que es imperfecto), sino que debe haber sido puesta en su mente por un ser realmente perfecto: Dios. Dado que Dios es bueno y no engañador, se concluye que el conocimiento claro y distinto que tenemos no puede ser falso, lo que refuerza la validez de la razón. 5. Método cartesiano En su obra Discurso del método, Descartes propone un método riguroso para el conocimiento, inspirado en el razonamiento matemático. Este método consta de cuatro reglas: 1. Evidencia: Aceptar como verdadero solo lo que sea evidente, claro y distinto. 2. Análisis: Dividir cada problema en tantas partes como sea posible para resolverlo mejor. 3. Síntesis: Ordenar los pensamientos, comenzando por los más simples y ascendiendo hacia los más complejos. 4. Enumeración: Hacer revisiones completas para asegurarse de no omitir nada. Ideas clave de Descartes 1. Primacía de la razón: La razón es la fuente principal de conocimiento, y el pensamiento lógico-deductivo permite alcanzar verdades universales. 2. Ideas innatas: Existen ciertas ideas (como las de Dios, el yo y las verdades matemáticas) que están presentes en la mente desde el nacimiento y no provienen de la experiencia. 3. Mecanicismo: El mundo material funciona como una gran máquina regida por leyes mecánicas, que pueden ser descubiertas mediante el método científico. 4. Conclusión: Descartes es considerado el "padre de la filosofía moderna" porque introduce el uso sistemático de la razón como base para el conocimiento y rompe con la tradición escolástica medieval. Su dualismo y su método influyeron profundamente en la filosofía posterior y en el desarrollo de la ciencia. TEMA 7 – EMPIRISMO : LOCKE Y HUME El empirismo sostiene que el conocimiento humano proviene, principalmente o exclusivamente, de la experiencia sensorial. A diferencia del racionalismo, que confía en la razón y las ideas innatas, los empiristas consideran que la mente al nacer es una tabula rasa (una hoja en blanco), y todo conocimiento se construye a partir de la experiencia. En el presente tema abordaremos el empirismo a través de dos de los autores más importantes que defendieron esta postura: John Locke y David Hume. Características del empirismo 1. Negación de las ideas innatas Los empiristas rechazan la noción de que existan ideas presentes en la mente desde el nacimiento. Ejemplo: No nacemos sabiendo que el fuego quema; lo aprendemos tras experimentarlo. 2. El papel de la experiencia sensorial Todo conocimiento se origina en los sentidos: vista, oído, tacto, gusto y olfato. La experiencia es la fuente de todas nuestras ideas. 3. Conocimiento inductivo El método del empirismo es inductivo, es decir, se basa en la observación de casos particulares para establecer leyes generales. 1. El empirismo de John Locke y su teoría de las ideas John Locke (1632-1704) es una figura central del empirismo clásico, una corriente filosófica que enfatiza que todo el conocimiento proviene de la experiencia. Su obra más importante, "Ensayo sobre el entendimiento humano" (1690), expone detalladamente su teoría del conocimiento y su crítica a las ideas innatas defendidas por los racionalistas como Descartes. Rechazo de las ideas innatas Locke comienza su filosofía rechazando la doctrina de las ideas innatas, que sostiene que ciertos principios o conocimientos están presentes en la mente desde el nacimiento. Para Locke, la mente humana es al principio una "tabula rasa" (una hoja en blanco) que se va llenando con el contenido proporcionado por la experiencia. Locke argumenta que si las ideas innatas existieran, serían universales, es decir, todos los seres humanos las conocerían desde el nacimiento. Sin embargo, observa que los niños y personas sin educación no tienen nociones complejas como las de Dios o los principios lógicos fundamentales, lo que sugiere que tales ideas no son innatas, sino adquiridas a través de la experiencia. Fuentes del conocimiento: sensación y reflexión Locke distingue dos fuentes principales de todo conocimiento: 1. Sensación: es el origen de las ideas que provienen de los sentidos externos. A través de la percepción del mundo exterior, obtenemos ideas sobre colores, sabores, sonidos, texturas, temperaturas, etc. 2. Reflexión: es el proceso interno mediante el cual la mente observa sus propias operaciones. A partir de este examen surgen ideas sobre el pensamiento, la duda, el deseo, la volición y otros procesos mentales. Ambas fuentes son esenciales, ya que sin sensación no tendríamos materia prima para el pensamiento, y sin reflexión no podríamos formar ideas complejas a partir de las simples. Tipos de ideas: simples y complejas Locke distingue entre ideas simples y ideas complejas: 1. Ideas simples: Son las unidades básicas del conocimiento y provienen directamente de la experiencia, ya sea por sensación o reflexión. Las ideas simples no pueden ser descompuestas en otras más elementales. Por ejemplo, la idea de "rojo" o "dulce" es simple porque no se puede dividir en componentes más básicos. Las ideas simples pueden ser de dos tipos: Ideas de sensación: como el calor, el frío, el color, el sabor. Ideas de reflexión: como pensar, creer, querer. 2. Ideas complejas: Se forman combinando ideas simples mediante tres operaciones mentales: Combinación: la mente agrupa varias ideas simples para formar ideas complejas. Por ejemplo, la idea de "mandarina" combina las ideas simples de "naranja", "dulce" y "redonda". Comparación: la mente compara ideas, lo que nos permite formar ideas de relaciones como "más grande que" o "más rápido que". Abstracción: la mente extrae características comunes de varias ideas concretas y forma ideas generales o universales, como "triángulo" o "animal". Cualidades primarias y secundarias Locke también introduce una distinción importante entre dos tipos de cualidades en los objetos: 1. Cualidades primarias: son las cualidades objetivas, inherentes a los propios objetos, independientemente de si alguien las percibe o no. Ejemplos de cualidades primarias son la extensión, la forma, el movimiento y la solidez. 2. Cualidades secundarias: son las cualidades subjetivas, que dependen de la percepción del sujeto. No existen realmente en los objetos, sino que son efectos producidos en nuestra mente por las cualidades primarias. Ejemplos de cualidades secundarias son el color, el sabor, el olor y el sonido. Esta distinción es importante porque subraya que no todo lo que percibimos corresponde fielmente a la realidad externa. Las cualidades primarias nos dan información objetiva sobre el mundo, mientras que las secundarias dependen de cómo nuestros sentidos reaccionan ante los objetos. La teoría del conocimiento Para Locke, el conocimiento consiste en la percepción de la conexión o desacuerdo entre nuestras ideas. Clasifica el conocimiento en tres grados: 1. Conocimiento intuitivo: es el más claro y evidente, y se da cuando percibimos de manera inmediata la relación entre dos ideas. Por ejemplo, sabemos intuitivamente que el todo es mayor que la parte. 2. Conocimiento demostrativo: requiere de un proceso de razonamiento para establecer la conexión entre dos ideas. Por ejemplo, las demostraciones matemáticas son un tipo de conocimiento demostrativo. 3. Conocimiento sensible: es el menos seguro y se refiere al conocimiento que obtenemos a través de los sentidos sobre la existencia de cosas particulares en el mundo exterior. Locke reconoce que el conocimiento humano es limitado y que no podemos tener certeza absoluta sobre muchas cuestiones, especialmente las relativas a la metafísica y la naturaleza última de la realidad. Influencia del empirismo de Locke La filosofía de Locke influyó enormemente en el desarrollo del empirismo británico y preparó el terreno para pensadores como George Berkeley y David Hume. Su teoría del conocimiento también tuvo un impacto importante en la epistemología moderna, así como en el pensamiento político y la teoría liberal, al defender que las ideas y el conocimiento deben basarse en la experiencia y la razón. Además se le considera uno de los padres de la teoría de la separación de poderes del Estado, así como de la idea de que la vida, la libertad y la propiedad son derechos naturales y universales de todos los seres humanos por igual. En resumen, Locke defendió que todo conocimiento tiene su origen en la experiencia, y su análisis de las ideas simples y complejas, así como su distinción entre cualidades primarias y secundarias, constituye una de las aportaciones más importantes al empirismo clásico y a la filosofía moderna. 2. El empirismo escéptico de David Hume y su crítica al conocimiento David Hume (1711-1776), también considerado uno de los grandes exponentes del empirismo, llevó esta corriente filosófica a sus últimas consecuencias, planteando serias dudas sobre la posibilidad de obtener un conocimiento seguro de la realidad. Su obra principal, "Tratado de la naturaleza humana" (1739-1740), propone una investigación empírica de la mente humana y de los límites del conocimiento. Impresiones e ideas Hume distingue entre dos tipos de contenidos mentales: 1. Impresiones: son las percepciones más vívidas y fuertes que experimentamos a través de los sentidos o de nuestras emociones. Por ejemplo, ver el rojo de una manzana o sentir el calor del sol. 2. Ideas: son copias atenuadas de las impresiones. Cuando recordamos una experiencia o imaginamos algo, lo hacemos a través de ideas, que son versiones menos vivas de las impresiones originales. Según Hume, todas las ideas proceden de impresiones previas. Si una persona nunca ha tenido una impresión de cierto tipo (como el color rojo para un ciego de nacimiento), tampoco podrá formar la idea correspondiente. La asociación de ideas Hume sostiene que las ideas se relacionan entre sí mediante tres principios de asociación: 1. Semejanza: tendemos a asociar ideas que se parecen entre sí. Por ejemplo, una pintura nos lleva a pensar en el objeto real que representa. 2. Contigüidad: asociamos ideas que ocurren juntas en el tiempo o en el espacio. Por ejemplo, al pensar en una habitación, recordamos los objetos que están dentro de ella. 3. Causalidad: vinculamos ideas cuando creemos que una es causa de la otra. Por ejemplo, al ver nubes oscuras, pensamos en la posibilidad de lluvia. Crítica a la causalidad La crítica de Hume a la causalidad es uno de los puntos más revolucionarios de su filosofía. Según él, no podemos percibir directamente una conexión necesaria entre causa y efecto. Lo que experimentamos son meras sucesiones constantes: vemos que un evento sigue a otro de manera regular, pero nunca percibimos una fuerza o conexión necesaria entre ellos. Por tanto, la idea de causalidad no es más que el producto del hábito o la costumbre de ver ciertos eventos juntos. Esto lleva a Hume a concluir que nuestro conocimiento de las leyes naturales no es completamente seguro, sino que se basa en la probabilidad y en la creencia derivada de la experiencia pasada. Crítica al yo Hume también cuestiona la idea del "yo" como una sustancia permanente. Afirma que, cuando intentamos introspeccionarnos, solo encontramos una serie de impresiones e ideas cambiantes, pero nunca una entidad fija y constante que podamos identificar como el yo. De este modo, Hume propone que el yo no es más que un conjunto de percepciones en flujo continuo. Crítica al conocimiento Hume distingue dos tipos de razonamientos: 1. Razonamiento deductivo: consiste en establecer conclusiones necesarias a partir de premisas. Por ejemplo, en un silogismo, si las premisas son verdaderas, la conclusión debe ser necesariamente verdadera. Este tipo de razonamiento es seguro y nos proporciona conocimiento cierto, pero limitado a las relaciones entre ideas, como ocurre en las matemáticas y la lógica. Hume señala que el razonamiento deductivo, aunque aporta certeza, solo es aplicable a los ámbitos abstractos, como la lógica y la matemática, donde las conclusiones se derivan necesariamente de las premisas. Sin embargo, no puede extenderse al conocimiento del mundo empírico, ya que no nos dice nada sobre los hechos de la realidad. 2. Razonamiento inductivo: es el que usamos para hacer generalizaciones a partir de casos particulares. Por ejemplo, al observar que el sol ha salido todos los días, concluimos que saldrá también mañana. Hume sostiene que el razonamiento inductivo carece de fundamento racional sólido, ya que no hay una garantía lógica de que lo que ha ocurrido en el pasado se repetirá en el futuro. La inducción se basa en el hábito o la costumbre, no en una necesidad lógica. Por tanto, aunque es esencial para la vida cotidiana y la ciencia, su validez última es cuestionable. Esta crítica al razonamiento inductivo tiene profundas implicaciones, pues pone en duda la posibilidad de obtener conocimiento cierto a partir de la experiencia, limitando así la confianza en las generalizaciones científicas y en nuestras expectativas sobre el futuro. Influencia de Hume La filosofía de Hume tuvo un gran impacto en el pensamiento posterior, especialmente en Immanuel Kant, quien dijo que Hume lo despertó del "sueño dogmático". Además, su escepticismo y su enfoque empírico influyeron en el desarrollo de la ciencia moderna y del positivismo lógico. En síntesis, Hume llevó el empirismo a un extremo escéptico al cuestionar conceptos fundamentales como la causalidad, el yo y la posibilidad de un conocimiento cierto sobre el mundo. Su obra representa un punto culminante en la historia del empirismo y un desafío filosófico que aún sigue siendo relevante en la actualidad. CONCLUSIÓN: DIFERENCIAS ENTRE EL EMPIRISMO Y EL RACIONALISMO Empirismo: Sostiene que el conocimiento proviene exclusivamente de la experiencia sensorial. Afirma que la mente es una tabula rasa (una hoja en blanco) y que todas las ideas surgen de la experiencia. Considera que el conocimiento es falible y limitado a lo que los sentidos y la experiencia proporcionan, por lo que rechaza las ideas innatas. Reconoce los límites de los razonamientos deductivos e inductivos y, por tanto, de nuestro conocimiento. Racionalismo: Defiende que el conocimiento verdadero se obtiene a través de la razón y de principios innatos. Sostiene que existen ideas innatas presentes en la mente desde el nacimiento, como los principios matemáticos y lógicos. Afirma que el uso de la razón permite alcanzar verdades universales y necesarias, independientes de la experiencia. Otorga un papel central a la deducción y al conocimiento a priori. TEMA 8 – KANT Y EL GIRO COPERNICANO Immanuel Kant (1724-1804) es una de las figuras clave de la filosofía moderna. Su obra ha sido determinante tanto para la filosofía moral como para la epistemología posterior. En este caso nos limitaremos a la epistemología, la cual desarrolla en su obra más importante: la "Crítica de la razón pura". Kant surge como una respuesta a la confrontación entre el racionalismo (Descartes, Leibniz) y el empirismo (Locke, Hume). Mientras los racionalistas sostenían que el conocimiento se funda en la razón y las ideas innatas, y los empiristas defendían que todo proviene de la experiencia, Kant propone una síntesis superadora a través de lo que él llama un giro copernicano en la filosofía: en lugar de asumir que el conocimiento debe adaptarse a los objetos, sostiene que son los objetos los que se ajustan a las condiciones del sujeto cognoscente. Es decir, nuestra mente no es un receptor pasivo de datos, sino que impone estructuras al modo en que conocemos el mundo. Es decir, no es receptora del conocimiento, sino productora del mismo. 1. Conocimiento a priori y a posteriori Kant establece dos tipos de conocimientos: a) Conocimiento a priori Es el conocimiento independiente de la experiencia y caracterizado por su universalidad (se aplica a todos los casos sin excepción) y necesidad (no podría ser de otra manera) Ejemplos: "La suma de los ángulos de un triángulo es 180 grados" (matemáticas). "Todo cambio tiene una causa" (principio de causalidad). Estas afirmaciones no dependen de experiencias particulares, sino de estructuras que nuestra mente impone al mundo. b) Conocimiento a posteriori Es el conocimiento que depende de la experiencia y, por tanto, es contingente (podría ser de otra manera) y no universal. Ejemplos: "La nieve es blanca". "El agua hierve a 100 grados Celsius". Este tipo de conocimiento se obtiene mediante la observación y la experiencia, y no tiene validez necesaria ni universal, ya que siempre podría haber excepciones. 2. Tipos de juicios. Por otra parte están los juicios, proposiciones verbales que afirman algo sobre un sujeto. Kant distingue entre tres tipos de juicios: analíticos, sintéticos y sintéticos a priori. Juicios analíticos En estos juicios, el predicado está contenido en el sujeto, de modo que no añaden información nueva, sino que aclaran o explicitan lo que ya está implícito en el sujeto. Ejemplos: "Todos los cuerpos son extensos" (la idea de extensión ya está contenida en la idea de cuerpo). "Los solteros son hombres no casados". Características: Son a priori. Son necesariamente verdaderos, ya que basta con analizar el concepto del sujeto para obtener el predicado. b) Juicios sintéticos a posteriori (basados en la experiencia) En estos juicios, el predicado no está contenido en el sujeto, por lo que añaden información nueva. Ejemplos: "La mesa es roja" (la idea de "rojo" no está contenida en la idea de "mesa"). "El café es amargo" "las plantas necesitan luz para crecer" Características: Son a posteriori (derivados de la experiencia). Son contingentes, es decir, su verdad depende de las condiciones empíricas y podría ser diferente. c) Juicios sintéticos a priori (universales y necesarios, pero no empíricos) Este es el tipo de juicio más importante para Kant y el que sostiene su propuesta filosófica. Son juicios que añaden información nueva (como los juicios sintéticos), pero que, a la vez, son necesarios y universales (como los juicios a priori). Ejemplos: "La línea recta es la distancia más corta entre dos puntos" (juicio de la geometría). "Todo efecto tiene una causa" (juicio de la física). "El espacio tiene tres dimensiones" En matemáticas, los juicios como "7 + 5 = 12" son sintéticos a priori, ya que el resultado de la suma no está contenido en el concepto de "7" ni en el de "5", pero la proposición es universal y necesaria. Estos juicios no se derivan de la experiencia, sino de estructuras a priori que nuestra mente impone al mundo, como el espacio, el tiempo y las categorías del entendimiento. Kant plantea que la posibilidad de la ciencia depende de los juicios sintéticos a priori. A diferencia de hume, cree que la ciencia no se basa solo en la experiencia (juicios sintéticos a posteriori), sino en principios universales y necesarios que no proceden de la experiencia, sino de la razón. Kant considera que el conocimiento humano es posible gracias a una combinación de elementos empíricos (proporcionados por los sentidos) y elementos racionales (estructuras a priori como el espacio, el tiempo y las categorías del entendimiento). Los juicios sintéticos a priori son la clave que permite el conocimiento científico, al ofrecer principios universales que organizan la experiencia sin depender de ella. Pero, ¿Qué quiere decir que el espacio o el tiempo son elementos racionales que organizan la experiencia? Veamos cómo se organiza la experiencia 3. La estética trascendental La estética trascendental es una de las partes fundamentales de la filosofía de Immanuel Kant y se encuentra también en la Crítica de la razón pura (1781). Su propósito principal es explicar cómo es posible el conocimiento a priori de los objetos sensibles, es decir, cómo la mente humana contribuye activamente a estructurar la experiencia a partir de formas sensibles que no provienen de la experiencia misma. El término "estética" proviene del griego aisthesis, que significa "percepción sensible". En este contexto, no se refiere al estudio de la belleza, sino a la teoría de la sensibilidad, es decir, al modo en que recibimos y organizamos los datos sensibles que provienen del mundo exterior. La Estética trascendental tiene como objetivo investigar las condiciones a priori de la sensibilidad, es decir, las estructuras o formas que hacen posible que percibamos el mundo. Estas condiciones no dependen de la experiencia, sino que son inherentes a la mente humana. a) Las formas a priori de la sensibilidad: espacio y tiempo Kant sostiene que hay dos formas a priori de la sensibilidad que hacen posible cualquier experiencia: el espacio y el tiempo. Estas formas no son características de las cosas en sí mismas, sino que son estructuras mentales que el sujeto impone a los fenómenos. - El espacio El espacio es la forma a priori de la sensibilidad externa, es decir, la condición bajo la cual percibimos los objetos exteriores. No aprendemos el concepto de espacio a través de la experiencia; más bien, la experiencia solo es posible porque ya tenemos la forma del espacio en nuestra mente. Sin la forma del espacio, no podríamos tener experiencias de la extensión, la forma o la distancia. Según Kant, el espacio no es algo real en el sentido de que exista independientemente de nosotros, sino una condición subjetiva que permite la experiencia de los objetos exteriores. La geometría se basa en el espacio, ya que sus principios tratan sobre las propiedades de figuras que ocupan una extensión. Como el espacio es una forma a priori de nuestra sensibilidad, los juicios geométricos (por ejemplo, "la suma de los ángulos de un triángulo es 180 grados") son juicios sintéticos a priori: amplían nuestro conocimiento, pero no dependen de la experiencia. - El tiempo El tiempo es la forma a priori de la sensibilidad interna, es decir, la condición bajo la cual percibimos nuestras propias representaciones internas, como pensamientos, recuerdos y emociones. Como el espacio, el tiempo no se deriva de la experiencia, sino que es una condición previa a toda experiencia. Sin el tiempo, no podríamos tener conciencia del cambio ni de la duración de los eventos. Todos los fenómenos, tanto internos como externos, se suceden en el tiempo, lo que hace que esta forma a priori sea indispensable para cualquier tipo de percepción. La aritmética se basa en el tiempo, ya que los números implican una sucesión, y el tiempo es la forma a priori de la sensibilidad interna. Los juicios aritméticos (como "7 + 5 = 12") también son sintéticos a priori. b) Fenómenos y noúmenos En la Estética trascendental, Kant introduce una distinción clave entre dos tipos de realidad. -Fenómenos: Son los objetos tal como los percibimos, es decir, tal como se nos aparecen a través de las formas del espacio y el tiempo. Los fenómenos son el resultado de la interacción entre las cosas en sí y las estructuras de nuestra mente. Por tanto, el conocimiento que tenemos del mundo es siempre conocimiento de fenómenos, nunca de las cosas en sí mismas. -Noúmenos: Son las cosas en sí mismas (Ding an sich), es decir, la realidad independiente de nuestra percepción. Los noúmenos no pueden ser conocidos, ya que nuestras formas de sensibilidad (espacio y tiempo) solo nos permiten captar los fenómenos, no la realidad última de las cosas. 4. Analítica trascendental: categorías del entendimiento La Analítica trascendental es la segunda parte de la Crítica de la razón pura, donde Kant desarrolla su teoría del entendimiento y explica cómo este contribuye a la formación del conocimiento mediante las categorías. Aquí trata de investigar las condiciones a priori del entendimiento, es decir, aquellas estructuras que hacen posible que podamos pensar y conocer los fenómenos que se nos presentan a través de la sensibilidad. Mientras que la Estética trascendental se ocupa de las condiciones sensibles del conocimiento (espacio y tiempo), la Analítica trascendental estudia las condiciones intelectuales, que Kant denomina conceptos puros o categorías del entendimiento. El entendimiento no se limita a recibir pasivamente las impresiones sensibles, sino que actúa activamente al aplicar ciertos conceptos a priori que estructuran y unifican dichas impresiones. Estas estructuras conceptuales son lo que Kant llama categorías del entendimiento, conceptos puros a priori que el entendimiento aplica a las intuiciones sensibles para formar juicios y, en última instancia, conocimiento. Kant identifica doce categorías, organizadas en cuatro grupos de tres, según la estructura de los juicios lógicos. Grupo Categorías Cantidad Unidad – Pluralidad – Totalidad Cualidad Realidad – Negación – Limitación Relación Sustancia y accidente – Causalidad – Acción recíproca (comunidad) Modalidad Posibilidad – Existencia – Necesidad En resumen, Kant sostiene que el conocimiento humano es posible gracias a la combinación de dos facultades: 1. La sensibilidad, que nos proporciona intuiciones, es decir, datos concretos provenientes de la experiencia. 2. El entendimiento, que organiza y da sentido a esas intuiciones mediante conceptos. Kant sostiene que la ciencia es posible porque conocemos el mundo fenoménico mediante juicios sintéticos a priori. Sin embargo, establece límites claros al conocimiento humano: no podemos conocer la realidad última (noúmeno), ni responder con certeza a preguntas metafísicas sobre Dios, la libertad o el alma. 5. Conclusiones de la tesis kantiana del conocimiento La filosofía de Kant en la Crítica de la razón pura marca un punto de inflexión en la historia de la filosofía al proponer una síntesis entre el racionalismo y el empirismo. Kant concluye que el conocimiento es posible solo gracias a la interacción entre la sensibilidad y el entendimiento, y que, aunque nuestra experiencia se basa en los datos sensibles, su organización depende de estructuras a priori del entendimiento. A partir de su análisis, Kant llega a las siguientes conclusiones fundamentales: a). El conocimiento está limitado a los fenómenos Kant establece que el conocimiento humano solo puede alcanzar los fenómenos (las cosas tal como se nos aparecen), pero nunca las cosas en sí mismas (noumeno), es decir, la realidad última que subyace a los fenómenos. Según Kant, no podemos conocer cómo son las cosas independientemente de nuestra forma de percibirlas, ya que toda experiencia está condicionada por nuestras estructuras mentales (el espacio, el tiempo y las categorías). Esta limitación implica un rechazo de la metafísica tradicional, que pretendía conocer la realidad última mediante el puro uso de la razón. Para Kant, aunque podemos pensar en conceptos como Dios, el alma o el mundo en su totalidad, no podemos tener un conocimiento cierto de ellos, ya que no son objetos de experiencia posible. b). La revolución copernicana en filosofía Kant compara su teoría del conocimiento con una "revolución copernicana". Así como Copérnico propuso que el Sol no gira en torno a la Tierra, sino que es la Tierra la que gira en torno al Sol, Kant sostiene que no es el conocimiento el que debe ajustarse a los objetos, sino que son los objetos los que se ajustan a nuestras estructuras de conocimiento. Esta idea implica que la mente humana no es una receptora pasiva de información, sino una facultad activa que organiza y da forma a la experiencia. c) La posibilidad del conocimiento científico Gracias a las estructuras a priori del espacio, el tiempo y las categorías del entendimiento, Kant sostiene que el conocimiento científico es posible. Los juicios sintéticos a priori, como los que se encuentran en las matemáticas y la física, amplían nuestro conocimiento del mundo sin depender exclusivamente de la experiencia, ya que están fundamentados en las condiciones a priori de nuestra facultad de conocer. De esta forma, Kant legitima el conocimiento científico y establece un marco seguro para su desarrollo, al mismo tiempo que limita la validez de la metafísica especulativa. La influencia de Kant no solo se dejó sentir en la filosofía, sino también en disciplinas como la ciencia, la psicología y la ética, consolidándose como una figura central en la historia del pensamiento. Su obra sigue siendo objeto de estudio y discusión, ya que plantea preguntas fundamentales sobre los límites del conocimiento y la naturaleza de la experiencia humana.

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