Temario 2. MUSEOS Y COLECCIONES CONSERVADORES (2023) PDF
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2023
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This document provides a detailed overview of the history and development of the Museo Nacional del Prado in Madrid, Spain. The document surveys the evolution of the museum's collections, building, and public engagement from its creation in 1819 to 2023, highlighting key moments in its transformation. It considers aspects like the impact of historical events and changes in administration.
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TEMARIO II Museos y Colecciones para Conservadores de Museos 2023 ÍNDICE Tema 34 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 3 Tema 35 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 13 Tema 36 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 20 Tema 37 ………………………………...
TEMARIO II Museos y Colecciones para Conservadores de Museos 2023 ÍNDICE Tema 34 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 3 Tema 35 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 13 Tema 36 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 20 Tema 37 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 28 Tema 38 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 36 Tema 39 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 43 Tema 40 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 52 Tema 41 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 62 Tema 42 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 70 Tema 43 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 80 Tema 44 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 90 Tema 45 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 100 Tema 46 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 109 Tema 47 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 119 Tema 48 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 125 Tema 49 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 133 Tema 50 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 140 Tema 51 ……………………………………………………………..……………………………...… pg. 152 TEMA 34. EL MUSEO NACIONAL DEL PRADO. HISTORIA Y FORMACIÓN DE SUS COLECCIONES. El concepto de museo en la actualidad, debe abordarse, por un lado, desde el punto de vista de su conformación hoy como una institución abierta cuya característica principal es el dinamismo, y por otro desde la concepción de que es una institución mutable en continua evolución desde la creación del primer museo con carácterpúblico a finales del siglo XVIII. Desde entonces, el museo se desarrolla en un estado de crisis continúo cuestionando siempre sus objetivos, funciones, y su propia esencia como un ente social que se transforma de manera paralela a lasociedad actual, siendo un brillante ejemplo el Museo del Prado. Una transformación dirigida especialmente a abrirse al público con servicios dentro de la gestión, con criterios de calidad y a potenciar su accesibilidad a todos los niveles. Desde el punto de vista de su conformación hoy como una institución abierta cuya característica principal es el dinamismo, y por otro desde la concepción de que es una institución mutable en continua evolución desde la creación del primer museo con carácter público a finales del siglo XVIII. desde entonces, el museo se desarrolla en un estado de crisis continúo cuestionando siempre sus objetivos, funciones, y su propia esencia como un ente social que se transforma de manera paralela a la sociedad actual, siendo un brillante ejemplo el museo del prado. una transformación dirigida especialmente a abrirse al público con servicios dentro de la gestión, con criterios de calidad y a potenciar su accesibilidad a todos los niveles. Cualquier intento por comprender y examinar el Museo del Prado debe abordarse desde un recorrido que permita contemplar cómo han cobrado forma y evolucionado sus tres componentes esenciales: colecciones, edificio y público; y cómo se relacionan hasta configurar una institución actual. Como apunte historiográfico podemos señalar como obra de referencia de carácter general Historia de los Museos en España de María Bolaños, la obra de Pedro Beroqui El Museo del Prado, notas para su historia y la Historia del Museo del Prado de Mariano de Madrazo. En los años 70 destaca de Gaya Nuño su Historia del Museo del Prado y de Alfonso Pérez Sánchez, Pasado, presente y futuro del Museo del Prado. Ya más actuales, Javier Portús, Museo del Prado, memoria escrita, de Santiago Alcolea y José Álvarez Lopera, El Museo de la Trinidad en el Prado, de Pedro Moleón Gavilanes, El Museo del Prado. Biografía del edificio, y de Gonzalo Anes, Las colecciones reales y la fundación del Museo del Prado o Miguel Zugaza:Hacia el nuevo Prado. Así como los catálogos de la exposición Arte Protegido: memoria de la Junta de protección deltesoro artístico durante la Guerra Civil en 2003 y El grafoscopio un siglo de miradas al Museo del Prado en 2004. GÉNESIS E HISTORIA DEL MUSEO DEL PRADO La institución que hoy conocemos como Museo del Prado abrió sus puertas al público el 19 de noviembre de 1819 con el nombre de Museo Real de Pinturas, dado que se había creado por iniciativa y bajo el patrocinio del rey Fernando VII. La idea de hacer público el arte bajo una raíz ilustrada ya se había realizado poco antes en el Museo delLouvre y se difundió por Europa gracias a las invasiones napoleónicas. Ya a comienzos de siglo se planteó en España la necesidad de crear en la corte un museo que reuniese las obras artísticas de importancia; pero la iniciativa más seria de crear un museo de pinturas llegó tras la invasión napoleónica y de la mano de José Bonaparte, que en 1809 promulgó un decreto por el que se creaba en Madrid un museo de pintura, el que se denominaría Museo Josefino. Se llegó a plantear la utilización del edificio construido en el Prado de San Jerónimo, que había proyectado Juan de Villanueva. Este edificio promovido en 1785 por el conde de Floridablanca, político ilustrado del gobierno de Carlos III, estaba destinado a Gabinete de Historia Natural y Academia de Ciencias, dentro del ambicioso proyecto científico y monumental del también monarca ilustrado, que incluía el actual Jardín Botánico junto al museo y el Observatorio astronómico, ambos, obras también de Villanueva. No obstante, la llegada y el paso de tropas francesas dejó el edificio prácticamente en ruinas y el proyecto de museo cayó en el olvido hasta la llegada de Fernando VII en 1814 que no solo se mostró interesado, sino que impulsó y financió de su propio “bolsillo secreto” el proyecto en el que se pretendía mostrar alguna de las mejores piezas de las colecciones reales españolas. La tradición ha querido que también su esposa, la reina Isabel de Braganza, apareciera como una de sus principales impulsoras. De este modo, el Museo del Prado se distinguía del Louvre por la forma en que se originó. Este último fue creado en pleno auge revolucionario con las obras nacionalizadas de la Corona y las incautadas a la Iglesia y a los nobles. Por el contrario, los fondos del Museo del Prado se constituyeron con las obras artísticas de la Colección Real. Esta circunstancia definió su peculiar carácter y la marcada personalidad de su colección. El Prado no es un museo enciclopédico, que conserve y exhiba ejemplos representativos de todas las épocas, lugares, escuelas y tendencias del arte universal. Tampoco se desarrolló a la sombra de un Imperio como el napoleónico, que hizo llegar a Francia objetos artísticos de Italia, Grecia, Egipto o Mesopotamia. El Museo del Prado nació del amor por el arte, del afán coleccionista y del gusto particular de los monarcas españoles. El Prado es sin duda una de las pinacotecas más importantes del mundo, y tal como señalaba Antonio Saura “no es el más extenso, pero sí el más intenso”. De acuerdo con su carácter real, ya señalado, la etapa inicial de su historia está marcada por los primeros directores del Museo pertenecientes a la alta nobleza vinculados al ámbito palaciego como el Marqués de Santa Cruz, el Príncipe de Anglona y el Duque de Hijar, pero teniendo como asesores al artista Vicente López y Luis Eusebi. El fallecimiento de Fernando VII supuso la primera gran crisis para la institución, debido a que el testamento del rey consideraba de libre disposición todos sus bienes, con lo que las obras del museo podían ser divididas entre sus herederos. Se puso fin al problema durante el reinado de Isabel II que, para evitar dicha división, le compró la parte que le correspondía de la herencia paterna a su hermana la Infanta Luisa Fernanda. Paralelamente en 1837 se creó el Museo Nacional de Escultura y Pintura, propiedad del Estado y conocido como Museo de la Trinidad por su ubicación en el convento homónimo de la calle Atocha. Nació como consecuencia de la desamortización, cuyos bienes incautados debían ser conservados. Son obras de carácter religioso, pero también obras contemporáneas adquiridas por el Estado, generalmente premiadas en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes. El Museo de la Trinidad, a diferencia del Real, no estaba dirigido por un aristócrata sino por una comisión de profesores. Este nuevo planteamiento se extendió al Museo del Prado cuando en 1838 se nombró director a un pintor, José de Madrazo, lo que abrió una larga etapa de directores-artistas que se prolongó hasta 1960, entre los que también destacaron Juan Antonio Ribera, Federico de Madrazo, Gisbert, Sans Cabot y Pradilla entre otros. Uno de los cambios fundamentales se produjo en 1865 cuando el Museo pasó a ser propiedad de la Corona, lo que evitaba su desmembramiento por herencia. Posteriormente en 1872, tras el exilio de Isabel II, el Museo pasó a serpropiedad nacional. Desde ese momento, tenía poco sentido la existencia de dos museos de pintura y escultura de carácter nacional. Por ello se optó por disolver el Museo de la Trinidad y unir sus fondos a los del Museo del Prado, lo que intensificó los problemas, ya endémicos, de espacio. Las primeras décadas del siglo XX, trajeron consigo la primera exposición temporal del museo con obras delGreco, celebrada en 1902. También la creación del Real Patronato en 1912 cuyo propósito era mejorar la gestión delmuseo, otorgarle un carácter más científico y ponerlo en contacto con la sociedad, así como labores de enriquecimiento y mejora. En 1936, la Guerra Civil desencadenó la crisis más importante de las sufridas por el Museo, que tuvo que cerrar sus puertas. Poco antes el gobierno había creado una junta con el objetivo de proteger sus obras de arte y se iniciaron labores de acondicionamiento de su sede para evitar desperfectos. Igualmente, en aquellos momentos el gobierno nombró director a Pablo Picasso y se decidió trasladar las principales obras primero a Valencia y después a Cataluña. En 1939 se creó el Comité Internacional para el Salvamento de los Tesoros de Arte Españoles, que, bajo la protección de la Sociedad de Naciones, pretendían evacuar las obras a Ginebra. Las obras se expusieron en la ciudad suiza y tras el final de la guerra el nuevo gobierno negoció su vuelta a España. Una vez finalizada la guerra y a partir de la segunda mitad del siglo, se produjeron algunos hitos importantes como: La pérdida de autonomía en 1968 cuando desapareció el patronato y el museo quedo bajo la dependencia del Patronato Nacional de Museos y de la Dirección General de Bellas Artes. La introducción por primera vez de historiadores del arte al frente del museo, ya que al pintor Álvarezde Sotomayor le sucedió F.J. Sánchez Cantón, seguido de Diego Angulo, Xavier de Salas, A. PérezSánchez, Calvo Serraller y Fernando Checa, entre otros hasta el actual director Miguel Zugaza desde 2002. Y la creación en 1980 de la Fundación de Amigos a instancias de Enrique Lafuente Ferrari que, como institución cultural privada, tiene la doble función de fomentar las actividades del museo y promover la adquisición de fondos. Igualmente, en aquellos años y ante la necesidad incuestionable de modernización, el museo absorbió las colecciones de arte decimonónico procedentes de la institución finisecular del Museo de Arte Moderno, con lo que las condiciones de espacio y conservación de las obras empeoraron. Finalmente, tras varios años intentando conseguir de nuevo ser organismo autónomo y obtener mayor agilidad en su gestión y administración, en 2003 se aprobó la Ley del Museo del Prado, por cual pasaba a ser ente público decarácter especial. LAS TRANSFORMACIONES ARQUITECTÓNICAS Llegados a este punto es necesario señalar que la amplia trayectoria del Museo del Prado y los diferentes avatares históricos por los que ha pasado están directamente relacionados con las transformaciones que ha sufrido el edificio original, así como sus ampliaciones y adhesiones a lo largo del tiempo. El edificio Villanueva unía la tradición española con los principales elementos del clasicismo imperante en esemomento a base de cuerpos unidos mediante galerías, columnatas, frontones, bóvedas y rotondas. Esta composición inicial que creaba una nueva imagen para el Paseo del Prado fue rápidamente transformada en primer lugar por Antonio López Aguado, seguido por Narciso Pascual y Colomer que diseñó la basílica y el ábside del cuerpo central. Francisco Jareño desmontó la cuesta y creó una escalera monumental. En el siglo XX, las aportaciones de Fernando Arbós y dePedro Muguruza en la galería central y en la nueva escalera norte fueron muy importantes, junto con Chueca Goitia yLlorente que realizaron ampliaciones de las salas. Todo ello para intentar paliar el principal problema de la falta de espacio expositivo y acometer pequeñas ampliaciones. A partir de los años 60 con el gran aumento de visitantes y los consecuentes servicios que ello demandaba hicieron que se incorporara en 1971 el Casón del Buen Retiro, otorgándole un uso museal y expositivo para las colecciones del siglo XIX. Pero la rápida evolución sufrida por el museo en estos años requería de nuevos espacios, que lo elevaran a la categoría de otras instituciones europeas y americanas. En 1997, tras la confirmación de poner en marcha la ampliación del Museo del Prado, se aprueba el Plan Museográfico de la ampliación hacia el claustro de los Jerónimos con base en la reorganización de colecciones y creación de nuevos espacios. Del concurso de ideas convocado a tal efecto se seleccionó el proyecto de Rafael Moneo cuyas obras se iniciaron en 2002 y concluyeron en 2007, configurando la realidad actual del museo, dentro de un programa continuado de expansión y que engloba otros edificios. La colección permanente se ubica en el edificio histórico de Villanueva. Las exposiciones temporales, espacios tecnológicos y almacenes en el nuevo edificio que incluye el ya restaurado Claustro de los Jerónimos. Distribuidor central, tiendas, cafetería y auditorio en la zona de comunicación del antiguo y nuevo edificio a diferentes niveles, bajo una zona de paseo ajardinada. Además, se instalará el Centro de Estudios y área deinvestigación documental en el Casón del Buen Retiro, acondicionando además el Salón de Reinos, antiguo Museo del Ejército, para exposición de colecciones. Quedando finalmente los servicios administrativos en el edificio Aldeasa en lacalle Ruiz de Alarcón. El Museo del Prado con esta reforma ha llevado a cabo su ampliación más significativa en 200 años, incorporando más de 22.000 m2 que suponen un 50% más de superficie útil; conforma así un Campus museístico original que refuerza extraordinariamente la rica oferta de uno de los distritos de arte y cultura más importantes del mundo como es el "Paseo del Arte" en la capital de España. Este proyecto se ha realizado de forma paralela a las ampliaciones del Museo Reina Sofía y del Museo Thyssen que forman parte de dicho producto turístico-cultural. Finalmente, en el contexto del Bicentenario se lleva a cabo una nueva intervención arquitectónica. Así, Norman Foster y Carlos Rubio trabajarán en el proyecto conocido como Traza Oculta que restaura el Salón de Reinos del antiguo Palacio del Buen Retiro y urbaniza todo el entorno del campus museístico. Lo que se busca es abrir el museo a la ciudad y convertir los espacios entre los edificios en áreas peatonales. Por ello se remodelará necesariamente la movilidad en el interior del edificio; desembocando todo ello en un museo, y por ende una ciudad más sostenible. HISTORIA Y FORMACIÓN DE LAS COLECCIONES Aunque la institución nació a comienzos del siglo XIX, la historia de sus colecciones, que son su verdadera esencia comienza cuatro siglos antes. Cabe destacar la heterogeneidad de sus fondos formados por aproximadamente: - 7.600 pinturas - Esculturas - 4.800 estampas y 8.200 dibujos - Amplio número de objetos de artes decorativas y documentos históricos. Su historia es la del coleccionismo real que tiene sus antecedentes en los Reyes Católicos, quienes con sus preferencias por los artistas flamencos marcaron ya desde el siglo XV algunas de las constantes de la colección. Carlos I siguió atesorando obras de los principales artistas flamencos, como Van Der Weyden, Van Eyck o Antonio Moro, pero además volvió su mirada hacia artistas italianos como Tiziano, su retratista y el de su hijo Felipe II. Al rey prudente podemos considerarlo el primer gran impulsor de la colección real de pintura. Gracias a estosdos monarcas y a María de Hungría, el museo conserva una de las más sobresalientes colecciones de obras de Tiziano, pero Felipe II también heredó el gusto por el arte flamenco y adquirió obras de Van Der Weyden, Bouts, Campin, Patinir y sobre todo del Bosco. A ello se unen obras de los retratistas de corte Antonio Moro y Sánchez Coello. Existía igualmente un importante núcleo de artistas italianos para la decoración del Escorial. El otro gran hito del coleccionismo real fue el reinado de Felipe IV, ya que otorgó a la colección de la corona española una categoría superior entre las colecciones reales europeas, especialmente en los proyectos decorativos de la Torre de la Parada, El Buen Retiro y el Alcázar. Fue el protector de dos grandes artistas del momento, Velázquez y Rubens, de los que el museo conserva las mejores colecciones. Además, incrementó la colección en la almoneda del rey Carlos I de Inglaterra con obras tan destacadas como El Tránsito de la Virgen de Mantegna, El Lavatorio de Tintoretto, el Autorretrato de Durero, La Sagrada Familia de Rafael o Moisés salvado de las aguas de Veronés. Su sucesor, Carlos II consiguió poner al servicio de España uno de los artistas más importantes del momento Luca Giordano. Con el cambio de dinastía se produjo también un cambio en el gusto estético. Los Borbones trajeron consigoartistas franceses y un mayor interés por el arte italiano más clasicista. Felipe V adquirió obras de Carraci y Poussin, al igual que su esposa Isabel de Farnesio que hizo llegar obras de pintores flamencos y holandeses del siglo XVII y de artistas italianos clasicistas como Domenichino, Guercino, Guido Reni. Pero quizá su aportación más importante fue comprar durante su estancia en Sevilla un gran número de obras de Murillo y el conjunto de esculturas que reunió enRoma la reina Cristina de Suecia entre las que se encuentran las Musas o el Grupo de San Ildefonso, con destino al nuevo palacio de la Granja. No obstante, tuvo que hacer frente al desastroso incendio del Alcázar en 1734 en el que se perdieron numerosas obras. A lo largo del siglo XVIII llegaron además artistas para trabajar en la decoración de los Reales Sitios como Corrado Guiaquinto y Tiépolo, que coincidió con Mengs, retratista de Carlos III, bajo cuyo consejo adquirió la Artemisa de Rembrandt, única obra de este artista en el museo. Con Carlos IV tuvo lugar otro de los grandes momentos de la colección de pintura ya que protegió a Goya y aLuis Paret y compró obras como el Retrato de Cardenal de Rafael, completándola con obras de Ribera, Ribalta y Juan de Juanes, además de artistas contemporáneos neoclásicos como José de Madrazo y Juan Antonio Ribera. A los fondos procedentes de la Colección Real se sumaron después otros que aumentaron y enriquecieron engran medida las colecciones del Museo con algunas de sus obras maestras como las majas de Goya. Fundamental fue la incorporación de otros museos hoy desaparecidos, el Museo de la Trinidad en 1872 y el Museo de Arte Moderno en 1971, pero también fueron decisivos los numerosos legados, donaciones y compras. Procedentes del Museo de la Trinidad ingresaron en el Prado algunas obras relevantes como La Fuente de laGracia de la escuela de Jan Van Eyck, los retablos de Santo Domingo y de San Pedro Mártir realizados para Santo Tomás de Ávila por Pedro Berruguete y los cinco lienzos del Colegio de doña María de Aragón de El Greco, o La Virgen de los Reyes Católicos, Maestro de la Virgen de los Reyes Católicos. Del Museo de Arte Moderno creado en 1894 provienen gran parte de los fondos del siglo XIX, entre los que destacan obras de los Madrazo, Vicente López, Carlos de Haes, Rosales y Sorolla. De los que a su vez se segregaron parte en 1951 tras la creación del Museo Nacional de Arte Contemporáneo. Junto a estos tres grandes núcleos cerrados, la colección del Prado ha continuado incrementándose gracias a las adquisiciones públicas y a la participación de la sociedad civil a través de legados, donaciones y nuevas fórmulas jurídicas recogidas en la Ley Patrimonio Histórico Español. Desde la fundación del Museo se han incorporado a sus colecciones más de 2.300 pinturas y gran cantidad de esculturas, estampas, dibujos y piezas de artes decorativas mediante legados, donaciones y compras. Numerosos legados han enriquecido los fondos del Museo: Pablo Bosch, con su magnífica colección de pinturas (Gótico español, Greco, Morales, Cano y Goya), monedas y medallas Pedro Fernández Durán, que sumó a su amplísima colección de dibujos y artes decorativas, una obra maestra de la pintura como la - Virgen con el Niño de Weyden. - Ramón de Errazu con pintura del siglo XIX (Fortuny, Madrazo y Rico). - Manuel de Villaescusa con importantes obras de Goya, Carducho, Murillo, Ribera y Georges de la Tour. Entre las donaciones destacamos hitos como: - Las Pinturas negras de Goya que hizo el Barón Emile d’Erlanger en 1881. - Retratos realizados por Velázquez de la duquesa de Villahermosa Más recientes: - De Francisco Cambó proceden obras de pintura italiana del primer Renacimiento y bodegones deZurbarán. - De Mario Zayas y Claudio Bravo proceden esculturas grecorromanas. - De Várez Fisa proceden obras de la colección de pintura española románica y gótica. - De Plácido Arango proceden obras de Morales, Herrera el Mozo, Valdés Leal y Eugenio Cajés entreotros. - De Hans Rudolf Gerstenmaier obras de Darío de Regoyos, Ignacio Zuloaga, Hermen Anglada- Camarasa, Eduardo Chicharro, Joaquín Mir, Juan de Echevarría, Joaquín Sorolla, Aureliano Beruete o Agustín de Riancho. Obras ingresadas mediante compra en los últimos años: - San Juan Bautista en un paisaje, obra de Juan Bautista Maíno en 2017. - Virgen de la granada, de Fra Angelico en 2016. - El vino en la fiesta de San Martín de Brueghel el Viejo en 2010. Como dación en pago de impuestos han llegado al museo: - Obras de Velázquez, Goya o Valdés Leal, aunque también algunas de artistas con una presenciamenor como Lucas Cranach el Viejo con la Virgen con el Niño del empresario Juan Abelló en 1988 - Juan de Flandes con la Crucifixión recibida en 2005 de la empresa Ferrovial. - La Colección Naseiro de bodegones españoles del banco BBVA en 2006. - Riña en el Mesón del Gayo de Goya en 2015 a través de Caja Madrid Esto ha dado como resultado que la sección de pintura española sea la más completa y nutrida del museo, constituyendo el núcleo central de sus fondos ya que cronológicamente abarca desde pinturas románicas del siglo XIIhasta finales del siglo XIX. El segundo gran conjunto es el de pintura italiana, teniendo obras maestras del Quattrocento de Fra Angelico,Mantegna, Botticelli, Antonello da Messina y Giovanni Bellini, pero siendo lo más destacado la colección del Cinquecento, especialmente de pintura veneciana. La pintura flamenca compone el tercer gran grupo tanto por la calidad como por la cantidad de sus obras. Lapintura francesa tiene una menor representación ya que la beligerancia existente a lo largo del tiempo entre España y Francia restringió los intercambios artísticos entre ambos, así como diferencias de gustos; no obstante destacan obras de Poussin, Georges de la Tour, Claudio de Lorena, junto con Watteau, Boucher, etc. Las diferencias temáticas con la pintura holandesa quedan patentes ya que esta prefiere géneros costumbristas, bodegones y paisajes en artistas como Adrian van Ostade y Mathias Stomer. Finalmente existen algunos ejemplares de pintura inglesa como retratos de Gainsborough, Reynolds, Lawrence Alma Tadema y David Roberts. La colección de escultura del museo comprende más de 900 obras. Procede en su mayor parte de las antiguas colecciones reales, destinadas a la decoración de palacios, jardines, plazas, etc. aunque completada en épocas recientes con el legado entre otros del chileno Claudio Bravo. Contempla obras greco-romanas, pero también renacentistas en bronce de los Leoni, junto con obras decimonónicas del Museo de Arte Moderno de José Álvarez Cubero, Benlliure, Torreggiani, etc. La colección de dibujos y estampas del Prado, aunque pequeña en tamaño si se compara con otros gabinetes a nivel mundial, atesora unas 7.800 obras y supone algunos conjuntos de notable importancia. La escuela mejor representada es la española desde el siglo XV con el dibujo de Juan Guas, pasando por obras de Carducho, Alonso Cano y Murillo, hasta el siglo XIX de Madrazo, Rosales y Fortuny, además del “fondo Goya”, el más importante. Cuenta también con excepcionales ejemplares de Miguel Ángel, Vasari y Carracci al igual que estudios de Rubens, Jordaens y Mengs. Finalmente la colección de artes decorativas está representada por dos conjuntos principales que son el Tesoro del Delfín y las obras de piedras duras, además de tapices, armaduras, porcelanas y medallas. Concretamente la de piedras duras comprende tableros, consolas y paneles decorativos de la Real Fábrica del Buen Retiro y de manufacturas italianas de Roma y Florencia como los tableros de los leones en bronce de Felipe II y de Don Rodrigo Calderón. En la actualidad, el Museo exhibe en su propia sede algo más de 1.300 obras, mientras que alrededor de 3.100 obras se encuentran como depósito temporal en diversos museos e instituciones oficiales, españolas y extranjeras, componiendo una colección conocida como Prado Disperso, siendo Andalucía, Galicia y Cataluña las comunidades que cuentan con mayores obras. Su origen proviene de la fusión de los fondos del Museo de la Trinidad con los del Museodel Prado. Ante los acuciantes problemas de espacio que siempre ha padecido el museo, se planteó la posibilidad deampliar la sede de la institución y se inició una política de depósitos de obras de arte por diferentes lugares, lo que originó problemas de catalogación y conservación que no acabarían de resolverse hasta el último cuarto del siglo XX.Hasta entonces el museo carecía de una política específica y de un marco de actuación claro sobre dichos depósitos. Por ello en 1999 se aprueba el Plan General de Revisión Sistemática de depósitos del museo ante la necesidad de unmayor control de los fondos para conocer la existencia real de obras fuera del museo, su ubicación y su estado y medidas de conservación. Una de las soluciones que se han buscado, y que se contempló en el Plan de Actuación del museo entre 2009 y 2012 para dar mayor visibilidad a las colecciones que actualmente no están accesibles para el público, es la cesión por parte del Estado del Palacio de los Águila en Ávila para crear el Centro de Gestión de Depósitos del Museo del Pradocon el objetivo de recuperar muchas de estas obras y exponerlas, quedando el resto depositadas en museos provinciales. Existe también la necesidad de elaborar un catálogo razonado de dicho conjunto. Dicho recinto albergaría exposiciones de la pinacoteca, convirtiendo Ávila en la primera ciudad de España, fuera de Madrid, en contar con una sala o pabellón para albergar muestras temporales del Museo Nacional del Prado, una vez retomadas las obras del proyecto arquitectónico de adecuación del Palacio de los Águila (s. XVI). Por último, las políticas de adquisiciones de obras del museo han tendido más reforzar las colecciones existentes que a suplir las faltas. Se ha tenido especial empeño en la colección de pintura española, pero también en la de primitivos flamencos e hispanoflamencos ya que el incendio que ocurrió en 1604 en el Palacio del Pardo hizo desaparecer gran cantidad de obras de este grupo. Así como se busca completar el origen de la pintura española en la Edad Media. Por otra parte se le ha dado gran importancia en los últimos años a todas aquellas piezas que sirvan para documentar y contextualizar a su vez las colecciones pictóricas, de tal manera que se han adquirido algunas colecciones de dibujos, estampas y fotografías, siendo el periodo más prolífero en este sentido entre 1997 y 2010, entre las que destacan la colección de la familia Madrazo y de José María Cervelló. Por ello, destaca la enorme labor de la Fundación de Amigos que ha participado notablemente en el incremento de las colecciones por ejemplo con la obra de Antonio Joli Visita de la reina María Amalia de Sajonia al arco de Trajano en Benevento. También, ha recibido obras de artistas contemporáneos que han incorporado otras miradas a la colección como Richard Hamilton, Franceso Jodice y Eduardo Arroyo. CONCLUSIÓN A lo largo de sus doscientos años de historia, el Museo Nacional del Prado ha recorrido un largo camino que le ha permitido reforzar significativamente sus colecciones y convertirse en una de las mayores pinacotecas a nivel mundial, tal y como se reflejó en su exposición temporal Museo del Prado 1819-2019: Un lugar para la memoria. Estos cambios en el museo se reflejan en su revolución tecnológica o con los últimos modelos en herramientas de restauración a nivel interno, y a nivel público, con nuevas aplicaciones para ofrecer al visitante una experiencia personalizada y vídeos en directo para mostrar las obras del museo en las Redes Sociales y, por ende, conseguir unamayor apertura. Y esta evolución va más allá pues para que el museo salga aún más de sus muros y desde el museo se está trabajando en lo que denominan Puerta Digital, un conglomerado de aplicaciones que ofrecerá lo que el visitante necesite para conseguir una experiencia grata. Para esto, el museo cuenta con su experiencia, los datos recopilados durante años y la información que quiera proporcionar el visitante, recabar datos cualitativos y cuantitativos, sin denostar estos últimos. Además, a nivel institucional hay que destacar los años venideros, concretamente en el periodo que se está trabajando desde el museo, 2021 a 2025. De este periodo el destaca la ampliación del Salón de Reinos que afecta a las tres patas del museo: la colección, el edificio y el público. TEMA 35. EL MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA: HISTORIA, SUS COLECCIONES Y SUS SEDES. Como muchos otros museos de carácter artístico, el Museo Nacional de Escultura se fundó en el siglo XIX, como consecuencia de la Desamortización de los conventos españoles y la de sus objetos artísticos, que fueron nacionalizados para el disfrute público. Nació así el Museo Nacional de Escultura en 1842 en el Colegio de Santa Cruzen Valladolid. Desde sus primeros días, se la naturaleza de la colección de referencia: la escultura religiosa en madera policromada. Cabe recordar que al hablar de escultura se hace referencia a diferentes soportes: sepulcros, retablos, sillerías de coro, relicarios, y sobre todo el paso procesional, especialmente importante en el Siglo de Oro. De todos ellos, el museo guarda magníficos ejemplares. Añadamos, finalmente, que el edificio contiene un elemento estructural, los artesonados de madera que cubren las salas, que tiene mucho de ornamentación escultórica. Como bibliografía caben destacar los trabajos de María Bolaños: ¿Un nuevo museo? El Museo Nacional Colegio de San Gregorio o Historia de los Museos en España. Memoria, cultura, sociedad, Jesús García Amo: La gestación del Museo Nacional de Escultura en la encrucijada del patrimonio artístico en España entre los siglos XIX y XX. También mencionar a los catálogos editados desde el museo, como son: Los catálogos Casa del Sol. Museo Nacional de Escultura, El encanto medieval u Obras del Museo Nacional de Escultura. HISTORIA Este Museo es uno de los más antiguos de España, fundado en 1842 en el Convento de Santa Cruz de Valladolid con obras pictóricas y escultóricas procedentes de los conventos desamortizados por el ministro Mendizábal, quien en 1836 nacionalizó los tesoros artísticos de los conventos en el marco de la reforma liberal del Estado, siendoestos bienes secularizados, entregados a la tutela estatal y destinados al disfrute y la educación públicos, y creándose los denominados Museos Provinciales de Bellas Artes. El Colegio de Santa Cruz fue fundado por el Cardenal Pedro González de Mendoza en 1483. Ya en 1837, la Comisión Científica y Artística creó la Junta Clasificadora para trasladar los pasos procesionales y las piezas de la Academia, repartidas en distintos locales, al Colegio de Santa Cruz en 1839. La colocación de pinturas, esculturas y 25 objetos arqueológicos tardó un año. Se acometieron obras de restauración y adecuación del edificio derribándose tabiques para ampliar las salas. En estas fechas, era necesario hacer un inventario, comenzando una tímida labor museográfica de documentación y descripción, con talante historicista y científico. Se marcaron los objetos con un sello para controlar su exportación y un número que los identificara. Se creó un modelo único de catálogo para todas las provincias, donde se detallaba información sobre el traslado, cesiones, donaciones, depósitos, ventas y otros pormenores. En 1849 el museo recibió el nombre de Museo Provincial de Bellas Artes. Las Comisiones Provinciales debían gestionar las nuevas adquisiciones, los proyectos de restauración, los presupuestos y los gastos; y mandar a la Academia de San Fernando regularmente una memoria. Pero durante el siglo XIX, el Museo mantuvo una precaria trayectoria, siendo posible su supervivencia gracias a la dedicación y el estudio de algunos de sus responsables. Durante los primeros años del siglo XX, el Museo se convirtió en un foco de atracción para intelectuales, eruditos y amantes del arte, en un momento de indagación en las fuentes históricas, populares y literarias de "lo español". El grupo de estudiosos del Centro de Estudios Históricos, fundadores de una historia del arte crítica y científica, se interesaron por la colección del Museo, única en su género, elaborando la primera guía que daba una breve idea del edificio, de la instalación y de los fondos del museo (ya existían dos catálogos incompletos). En 1933, además de crearse la Ley de Patrimonio, la II República quiso reconocer la riqueza del museo y le dio la categoría Nacional. El Museo fue trasladado al Colegio de San Gregorio enriqueciendo su colección con obras del Museo del Prado y trabajando en una instalación museográfica modélica, acorde con las tendencias internacionales más avanzadas, llegando a la fecha de inicio de la Guerra Civil como un centro de enseñanza y atracción internacional gracias a una política de difusión que atrajo a un mayor número de visitantes de todas las condiciones. En la posguerra, el Museo vivió las carencias derivadas del atraso cultural y del aislamiento internacional que caracterizaron a la Dictadura. Episódicamente, pasó a llamarse Museo Nacional de Escultura Religiosa. En la segunda mitad de los años 50, la excepcionalidad del Colegio y sus esculturas atrajeron a grandes creadores como Orson Welles, quien rodó en el Colegio el multitudinario baile de máscaras de la película Mr. Arkadin, o Val del Omar, autor del documental Fuego en Castilla. En los 70, el Museo de Escultura realizó mejoras en la calidad de los servicios y en la actualización de algunas salas: en las de Berruguete se colocaron las esculturas del retablo de San Benito con una nueva disposición. Se hicieron mejoras en la iluminación y en el color de las paredes, se reformó la sala de Gregorio Fernández reuniéndose todas sus esculturas y dejando su Cristo Yacente solo en la pequeña Capilla Colegial contigua. La reforma atrajo un aumento devisitantes. Además la colección del museo se vio aumentada con la adquisición de veinticinco piezas adquiridas por la Dirección General de Bellas Artes. El museo comenzaba a formar parte del calendario cultural vallisoletano celebrando actos culturales cada vez más frecuentes entre las labores de difusión del museo. Los años del inicio de la democracia dieron un impulso renovador a los museos en España, con la creación de un Ministerio de Cultura, la Ley de Patrimonio Histórico Español 16/1985 y el Reglamento de Museos de Titularidad Estatal 620/1987. Así, el Estado afrontó una reforma integral del Museo de Escultura, centrada en la adquisición de inmuebles,una creciente dotación de recursos y equipamientos técnicos, la difusión educativa y la mejora de las infraestructuras,iniciada en 1982 con la restitución al Ministerio de Cultura del Palacio de Villena y la puesta en marcha en 1990 del Plan Director que contemplaba la rehabilitación de dicho Palacio, concluida en 1998. Esto permitió dotar al Museo de una sede bien equipada donde exponer la colección mientras se afrontaba la rehabilitación del Colegio de San Gregorio (2001-2006), siendo objeto del Premio Nacional de Conservación y Restauración de Bienes Culturales en 2007. En 2011, se incorporan de forma integral las colecciones del Museo Nacional de Reproducciones Artísticas, fundado a finales del siglo XIX. El Ministerio de Cultura inició para albergar estas obras (procedentes del extinguido Museo Nacional de Reproducciones Artísticas de Madrid), la reforma de la Casa del Sol en su anexo de la iglesia de San Benito el Viejo, duplicando el volumen del Museo (de 3.000 a 6.000 obras de arte) y redefinió su propio concepto. El edificio del Colegio de San Gregorio es una de las dos sedes de la exposición permanente del Museo, concretamente de su colección histórica, formada por obras de los grandes maestros españoles de la escultura en madera policromada, pertenecientes a los siglos XV-XVIII y destinada a cumplir una función devocional o litúrgica. Consciente de la necesidad de adaptarse a las demandas sociales, el Museo ha destinado una tercera sede, el Palacio de Villena, a exposiciones temporales, actividades educativas y programas públicos. En él se ubican la biblioteca, el archivo, los talleres de fotografía y restauración, el Belén napolitano del siglo XVIII y el salón de actos. ARQUITECTURA Y SEDES No abundan los ejemplos de museos integrados por un conjunto de edificios históricos situados en el centro de la ciudad. El Museo ocupa toda la calle peatonal de Cadenas de San Gregorio y se divide en tres sedes. EL COLEGIO DE SAN GREGORIO El Colegio de San Gregorio, joya de la arquitectura peninsular del siglo XV, dentro de una arquitectura híbridaque caracterizó las décadas de transición entre lo medieval y lo moderno. El autor pudo ser Gil de Siloé, un artista que conocía bien la tradición de las arquitecturas vegetales típicas de Centroeuropa. En el siglo XIX sufrió la ocupación de las tropas napoleónicas y la exclaustración de Mendizábal, con diversosusos hasta 1933 cuando se convierte en sede del Museo. A pesar de todo, la construcción no perdió su estructura formal pero hubo de someterse a un largo periodo de rehabilitación. Destaca el preciosismo de la copiosa ornamentación de su portada, en medio del paramento liso, como un tapiz independiente, en cuyo desvarío decorativo se enredan figuras contemporáneas, santos y pontífices, alegorías, seresgrotescos, hombres salvajes, el Árbol de la vida y del saber, y una repetida emblemática del poder. El interior está dominado por el gran patio central de planta cuadrada y dos alturas, cuya riqueza en el trabajoplateresco constituye un tesoro de la arquitectura del periodo de los Reyes Católicos. La escalera que une ambas plantas se desarrolla en amplios tramos y presenta en su caja una abundante decoración de un arte de transición, en el que se mezclan la tracería gótica del balaustre, el almohadillado renacentista de los muros y el artesonado mudéjar. A las crujías de ambos pisos se abrían las estancias conventuales. Al Colegio estaba asociada una gran capilla, realizada en 1490 por Juan Guas y Juan de Talavera. A los pies, Simón de Colonia añadió, nueve años después, una sacristía. EL PALACIO DE VILLENA El Palacio de Villena, residencia nobiliaria del siglo XVI situada frente al Colegio de San Gregorio, fue enajenada al Estado en 1919. Desde entonces y hasta 1982 el palacio sirvió de sede al Gobierno Civil. La escalera, de grandes proporciones, conserva tanto el artesonado primitivo como la cantería enteramente labrada, destacando el espléndido arco de entrada. Los torreones de los ángulos fueron construidos a finales del sigloXIX, así como también la transformación neorrenacentista de la fachada, reordenando los vanos y colocando sobre ellos frontones triangulares y curvos. El interior conserva un patio de dos pisos de arquerías en tres de sus lados, con arcos de medio punto soportados por columnas lisas de capiteles jónicos. La ampliación de espacios permitió una mejora en la exhibición de los fondos del museo. Con la rehabilitaciónde este edificio, el museo pudo colocar el Belén Napolitano, adquirido por el Estado en 1996. Se desarrolló entonces una política de expansión como nunca hasta entonces se había dado, basada en la ampliación y modernización de las instalaciones, el incremento de la colección y una rehabilitación integral del edificioprincipal, para lo que hubo que cerrarlo e instalar la colección permanente en el Palacio de Villena hasta el 2006 en que concluyeron las obras. LA CASA DEL SOL Y LA IGLESIA DE SAN BENITO EL VIEJO La Casa del Sol y la iglesia de San Benito el Viejo, es obra de Sancho Díaz de Leguizamo, del siglo XVI, residencia y capilla funeraria del Conde de Gondomar. Adquirido por el Estado en 1999 para integrarlo en el proyecto de ampliación del Museo, en el año 2011 la iglesia de San Benito el Viejo fue rehabilitada con el fin de adecuarla a su nueva función museística, como sede de lacolección de copias de la Antigüedad Clásica (siglos XIX y XX). Pintada de blanco, conserva el aire de una iglesia clásica, plenamente acorde con las obras expuestas en su diáfano espacio. Esto contrasta con el tono negro antracita del suelo y los soportes; reforzado por una fuerte iluminación que crea un juego de sombras sobre las esculturas. COLECCIONES Aunque las colecciones abarcan desde la Baja Edad Media hasta el siglo XX, carecen de toda pretensión enciclopédica. Dos grandes y singulares conjuntos, distintos en origen, función y naturaleza componen los fondos delMuseo. LA EDAD DE ORO DE LA ESCULTURA ESPAÑOLA Por una parte, la colección histórica que dio origen al Museo, formada por escultura de tema religioso realizada durante los siglos XV- XVIII. Destaca por la calidad artística y la originalidad técnica, por su patetismo emocional en tanto que imágenes sagradas; y, finalmente, por su valor como documento de la vida espiritual, cultural y política de la España de la Era Moderna. Las esculturas, talladas en madera y policromadas, ofrecen un amplio repertorio: figuras aisladas, relieves, sepulcros, sillerías y retablos así como un Belén napolitano con más de seiscientas figuras y accesorios. A ello se añaden los artesonados de madera, originales del edificio o adquiridos como piezas de colección. Los artistas de referencia son grandes maestros activos en Castilla: Alonso Berruguete, Pompeo Leoni, Juan de Juni o Gregorio Fernández. A ellos empezaron a añadirse desde 1933 esculturas de distintas escuelas y talleres españoles, con obras de Pedro de Mena, Martínez Montañés, Alonso Cano, Carmona o Salzillo. LAS CULTURAS DE LA COPIA El segundo conjunto ha llegado al museo en 2011 tras haberse confiado la colección del Museo Nacional de Reproducciones Artísticas, fundado en 1877. Se trata de una colección que, por su calidad, abundancia y antigüedad,está valorada como una de las mejores de Europa. En distintos soportes, yesos y bronce, sobre todo, pero también litografías, pintura sobre barro, galvanoplastias o fotografía, ofrece un panorama de la evolución del gusto europeo, de los ideales de la tradición museística y de las técnicas de reproducción practicados desde milenios, pero ampliados en la era contemporánea, la de las grandes invenciones en la reproductibilidad técnica. Contiene réplicas de esculturas y artes suntuarias de las grandes civilizaciones orientales, de la Antigüedad clásica, de la estatuaria española y europea medieval, renacentista, barroca y neoclásica, así como de conjuntos arquitectónicos de distintos periodos. Las copias fueron realizadas en los siglos XIX y XX a partir de originales de distintas épocas. Su discurso expositivo va más allá de la mera observación de los modelos clásicos. Ahonda en la importancia académica que han tenido figuras como el Doríforo o la Venus de Medicis y su trascendencia moral a lo largo de la historia. Se reflexiona sobre el valor de la copia frente al original y la propia entidad de cada una de ellas. El montaje, apoyado con proyecciones audiovisuales, sugiere más el planteamiento de una exposición temporal que el de una permanente sin que por ello pierda valor. NO SOLO ESCULTURA A pesar de su especialización en la escultura, la presencia de la pintura en la colección es significativa, con obras de maestros como Antonio Moro, Rubens, Zurbarán o Ribalta, que favorece una mejor comprensión de la cultura artística española. Hay además, ejemplares de artes aplicadas y mobiliario, propias de un período en el que los límites entre lasBellas Artes y las Artes aplicadas no estaban acotados. CONCLUSIÓN Desde su nacimiento el museo ha ido adquiriendo nuevos retos y nuevas perspectivas que hoy se plasman en su misión-visión. El Museo es un lugar privilegiado de conocimiento y disfrute de la escultura, gracias a la originalidad de sus colecciones artísticas, que hacen de él uno de los primeros museos europeos en su género. Dichas colecciones están formadas por dos núcleos principales: las obras de género religioso en madera policromada(siglo XIII a XVIII) y el conjunto de copias (siglos XIX y XX), procedente del extinguido Museo Nacional de Reproducciones Artísticas. Asimismo, el Museo aspira a conocer y difundir la personalidad de su principal sede, el Colegio de San Gregorio, suma de su mérito arquitectónico y de su protagonismo en la historia de la cultura religiosa española. Además, hay que sumar que el museo, en busca de la accesibilidad universal y gracias a la Fundación Orange ha diseñado una nueva aplicación oficial para su visita, accesible para personas con discapacidad sensorial gracias alproyecto Áppside (www.appside.org). Esta app tiene cinco propuestas de recorrido a través de audios e imágenes que enriquecen la visita y que han sido adaptados a las necesidades de las personas con diversidad funcional visual o auditiva. Para finalizar hay que resaltar la importancia cultural de esta institución en el hecho que en el año 2018 recibiera el Premio Castilla y León de las Artes, por “contribuir a la conservación, custodia y difusión del patrimonio escultórico de la Escuela castellana y albergar piezas de valor incalculable de otros territorios”. TEMA 36. EL MARQUÉS DE LA VEGA INCLÁN Y LA CREACIÓN DEL MUSEO DEL GRECO, EL MUSEO DEL ROMANTICISMO Y EL MUSEO CASA CERVANTES. Si la formación del museo en el siglo XIX se retrotrae al coleccionismo regio, los museos creados a principios del siglo XX lo hacen gracias a la iniciativa burguesa y nobiliar; tal es el caso de la figura de Don Benigno de la Vega Inclán y Flaquer, II Marqués de la Vega-Inclán. El Marqués fue una de las figuras político y cultural más importantes de la época; tanto es así que está ligado a otros ilustres contemporáneos, como Sorolla o a Archer Milton Huntington, fundador de la Royal Hispanic Sociaty. De esta forma, durante la época Alfonsina, Vega Inclán se erige como un personaje “revolucionario”, ligado almundo museístico que introduce en España una tipología de museo desconocida, la casa-museo, que supone una museografía contextual, ya vista en el mundo anglosajón. Así se crean las Casas Museo del Greco (Toledo), Cervantes (Valladolid) y Romanticismo (Madrid). La creación de estas instituciones también justifica la política institucional que busca construir una identidad nacional y el deseo de darse a conocer más allá de las fronteras. Para ello se recurren a la recreación de los espacios domésticos enfatizando el valor del contexto al integrar el inmueble y el entorno, poniendo en estrecha relación la museología y el turismo a través del turismo experimental. En la actualidad los tres museos, gestionados por el Ministerio de Cultura y Deporte, a través de la Subdirección General de Museos Estatales, tienen una serie de puntos en común: presentan un discurso ambientado en el “original”, retienen la capacidad de ilusionar al visitante, presentan, dado que se ubican en edificios históricos, problemas de espacio e intervención, y, por último, se le aplican museologías concretas. Como bibliografía al tema destacan una serie de estudios, entre los que se pueden citar a Begoña Torres: Algunas consideraciones acerca del Museo Nacional del Romanticismo, Richard Kagan: El Marqués de la Vega-Inclán y el Patrimonio Histórico Español, Ana Lavín: Una exposición comunicativa para un museo de arte, Soledad Pérez: Vega Inclán y las casas museo: un concepto inédito del turismo cultural en la España de Alfonso XIII o ¿Categorizar lo inmaterial? El patrimonio cultural inmaterial y las casas museo españolas, Javier Rivera: El sueño de un visionario, Jesús Urrea: Historia y guía del Museo Casa de Cervantes de Valladolid. También hay que destacar las publicaciones del Ministerio Casas-Museo. Museología y gestión o en XXVI Encuentro de la Asociación de Casas Museo y Fundaciones de Escritores (ACAMFE) y el VII Congreso Ibérico de Casas-Museo, celebrado en Salamanca en el año 2019. EL MARQUÉS DE LA VEGA-INCLÁN (1858-1942) La historia de los museos en España está estrechamente vinculada a Don Benigno de la Vega-Inclán y Flaquer, segundo marqués de la Vega-Inclán ya que fue una figura fundamental de la actividad cultural de la primera mitad delsiglo XX en España. Personaje polifacético (militar, viajero, pintor, arquitecto, restaurador, marchante, coleccionista, mecenas de arte hispánico...) fue pionero en el impulso del turismo cultural, así como de diversos proyectos de difusión y promoción del patrimonio artístico, de vertiente pública. Vega-Inclán estaría al frente de la Comisaría Regia de Turismo 17 años, desde que Alfonso XIII la creara en 1911. Como comisario tomó como "objetivo aumentar el "turismo cultural" en España, guiado por una mentalidad absolutamente moderna e innovadora para la época", logrando la llegada masiva de extranjeros, especialmente estadounidenses, a la Península las primeras décadas del siglo XX. Por ello contaría con la colaboración de Archer Milton Huntington, fundador de la Hispanic Society of America, que recibía cuantioso material de España. Para acoger al turismo, crearía una serie de alojamientos que encuentra su continuidad en la actual red de Paradores Nacionales, ubicados cerca de nuevos focos culturales impulsados por el mismo marqués, como serían el Museo del Greco en Toledo (1911), la Casa de Cervantes en Valladolid (1915) y el Museo del Romanticismo (originariamente Museo Romántico) en Madrid (1924). Su papel también fue relevante en el Museo Sorolla y del Prado. Cabe apuntar que estos proyectos contaban con el apoyo del monarca, y es que "la corona se vincularía a los proyectos de Vega-Inclán, convirtiéndolos en casi asuntos de Estado", por su talante patriótico y humanista. Estos espacios nos conducen a una nueva concepción de museo: el museo especializado y didáctico donde el discurso pedagógico impera sobre las obras. Un museo dirigido al gran público, el museo de ambiente, que resaltaba los elementos originales del edificio. En este sentido Vega-Inclán, fue innovador, evitando las reconstrucciones falsificadoras de moda en el momento. Pero la "voluntad de fomentar la educación de masas"(Socías y Gkozgkou, 2012), necesaria para la proyección de una España moderna, mediante la reconstrucción de ambientes históricos que llegarían a convertirse en moda, tenían un coste muy elevado. Con ello descubrimos a la exportación de obras de artistas como Velázquez, Goya o el mismo Greco, por el que Vega-Inclán mostraba tanta adoración. Asistimos pues así a una enorme contradicción, pues el marqués contribuyó a la vez a "la disminución del legado artístico español"(Socías y Gkozgkou, 2012). Así se despertó entre los coleccionistasestadounidenses el gusto por los grandes pintores españoles, y salieron al mercado cuantiosas pinturas de colecciones privadas españolas que permitieron a aristócratas y nobles españoles sufragar deudas. Pero este mercado también era extensible a muebles y artes decorativas. Paradójicamente el mismo Vega-Inclán defendía la prohibición de exportar monumentos inmuebles, impulsando su conservación. A su vez, sus adquisiciones personales se dirigían a enriquecer los fondos de los museos que creó,según la temática que requerían, a fin de contextualizar todas las piezas expuestas. Estamos pues ante una figura singular, que, según Socías y Gkozgkou (2012), sólo puede compararse con elcatalán Francesc Cambó. La figura de la Vega-Inclán emerge en "una época dentro de la cual España todavía no había desarrollado una política firme respecto a la protección del patrimonio histórico-artístico nacional" (Kagan, 2013), tampoco en muchos países europeos. "Se puede ver a Vega- Inclán como si estuviera inspirado por el concepto maquiavélico de que el fin – sus "fundaciones", junto con la promoción del turismo masivo hacia España – justificaba los medios – es decir, la venta y exportación de cuadros" (Kagan, 2013). Por lo que es imprescindible contextualizar los hechos para emitir una valoración. Por ello, debemos enmarcar la figura de Vega-Inclán en el "debate suscitado para buscar salida a la nación tras el desastre colonial y [...] en la exaltación de las esencias de la cultura española dentro de la corriente regeneracionista" (Torres, 1999) y, con ello, de la llamada Generación del 98. LAS CASAS-MUSEO De los museos dependientes del Ministerio de Cultura, hay varios que responden a la tipología de las “casas- museo”, es decir, museos situados en lo que originalmente fueron casas, y en los cuales el edificio y los objetos que éste alberga mantienen una estrecha relación que otorga al conjunto un valor muy superior. Todas las casas-museo dependientes del Ministerio de Cultura, están en la actualidad o han estadorecientemente en algún proceso de revisión, pues, ya se trate de casas grandes y ricas de magníficas colecciones o de casas modestas, todas atraviesan – como todos los museos en general – crisis de crecimiento, pero en ellas es más aguda, pues siendo casas difícilmente pueden dar cabida a la cantidad de espacios que hoy se consideran necesarios en un museo moderno. Pues a menudo su atractivo deriva de su capacidad para crear en el visitante la ilusión de encontrarse en unlugar naturalmente conservado en su estado “original”, y no en un lugar “preparado” para su visita. El visitante, en esos espacios cotidianos puede reconocer referencias a su experiencia propia siendo a la vezconsciente de la distancia temporal que le separa de ellos. Son espacios envolventes. El museo, por definición, es público. La casa es, por definición, lo privado. Pero esa tensión es la esencia misma de la casa museo, y el punto de partida inevitable de todo su planteamiento (Lavín y Caballero, 2007) El Comité internacional para residencias históricas-museos (DEMHIST, rama dentro del organismo ICOM) presentó, en 1999 y en San Petersburgo, un proyecto de clasificación, que tuvo como paso previo la elaboración de una ficha que fue cumplimentada por 150 casas-museo de todo el mundo. Tras la asamblea llevada a cabo en Viena, en agosto de 2007, se distinguieron nueve tipologías diferentes. Aunque, por ejemplo, Museo Nacional del Romanticismo no responde a ninguna de estas tipologías. MUSEO DEL GRECO El Museo del Greco es un museo de titularidad estatal y gestión pública. La historia del museo está estrechamente vinculada a la figura del II marqués de la Vega-Inclán, quién, además de un destacado mecenas y marchante de arte de la España alfonsina, fue uno de los grandes protagonistas de la recuperación y difusión de la pintura del Greco, figura admirada por la Generación del 98, como también es el caso de Cervantes. Junto a pintorescomo Rusiñol Zuloaga e historiadores como Cossío, Vega-Inclán apostará con fuerza por la recuperación de las obrasdispersas por Toledo del pintor cretense. También enviará al Museo del Prado obras para restaurar. El Museo del Greco es en la actualidad el único de España dedicado a la figura del pintor y tiene como finalidad esencial transmitir y hacer comprensible a la sociedad la figura del Greco, así como la influencia de su obra y personalidad en el Toledo de comienzos del siglo XVII. Incluye además en su discurso una muestra del pasado del Museo a través de la figura del II Marqués de la Vega-Inclán, auténtico promotor de la institución e indiscutible protagonista de la recuperación y difusión de la pintura del Greco. Según las mismas palabras del marqués el museo del Greco nace como: "el punto de partida de un museo de arte español, donde se conozca y estudie especialmente nuestra gloriosa pintura desde el Greco hasta nuestros días, exhibiéndose las obras con todos los elementos, condiciones y ambiente que deben tener los museos para lograr la más intensa y refinada contemplación". El edificio y la biblioteca A comienzos del 1900, Vega-Inclán adquiere un conjunto de casas en la judería medieval toledana con el fin de convertirlas en una particular reconstrucción de la Casa del Greco, lo que supondrá el acceso definitivo a los círculos borbónicos. En este sentido, "el marqués pensaba menos en la pedagogía y la erudición [...] y más en el turismo y en la idea de convertir España en un destino turístico de gran importancia internacional" (Kagan, 2013) Desde el principio, dará escasa importancia a las justificadas dudas de que el pintor hubiera vivido realmente en dicha casa, apostando por la recreación histórica de la vivienda y configurándose como pionero de lo que conocemoscomo museo de ambiente. Finalizadas las obras de restauración del conjunto, se formalizó la donación al Estado, con excepción de la casa-vivienda de Vega-Inclán, conservada como propiedad privada hasta 1942. Al morir el Marqués,pasó también al Estado mediante cláusula testamentaria. El 27 de abril de 1910, se constituye un Patronato formado por personalidades de la cultura, el arte y la política de la época, inaugurándose el Museo para el público en junio de 1911. La reforma (2003-2011) En el año 2003, se desarrolla un nuevo proyecto expositivo, impulsado por la Subdirección General de Museos Estatales y enmarcado dentro de un plan general de renovación de la institución, que comporta una remodelación integral tanto de su exposición permanente como de sus edificios e instalaciones. La reapertura, coincidiendo con el centenario de su creación, trata de inaugurar una nueva etapa, una andadura que respete el pasado, pero poniendo la mirada en el futuro, en una nueva etapa al servicio de la sociedad y de conocimiento cultural. Según el Plan Museológico del Museo del Greco (Lavín y Caballero, 2007) el Museo centra su discurso en torno a la figura del Greco y la influencia de su obra y personalidad en el Toledo de comienzos del siglo XVII. El nuevo planteamiento da además una merecida importancia a la presentación de la historia de la “Casa” y el Museo, así como a la figura del Marqués de la Vega-Inclán. Se trata de explicar al visitante que no se encuentra en la verdadera “casa” del Greco, potenciando al tiempo, el valor de la figura del Marqués de la Vega-Inclán, como recuperador de la figura del cretense y fundador del museo que lleva su nombre. Dentro de su discurso incluye también las cuevas mudéjares, como muestra del pasado del museo actual y eljardín, recordando la figura del Marqués y su personalidad político-cultural dentro del ambiente toledano de su época. MUSEO DEL ROMANTICISMO El Museo Nacional del Romanticismo, desde sus inicios, siempre quiso poner el énfasis en la reproducción fidedigna del ambiente vivido en la época, incluso más que en las propias colecciones (Begoña Torres, 2009). El Museo Romántico fue creado por Benigno de la Vega-Inclán y Flaquer, II Marqués de la Vega-Inclán (1858-1942), por donación al Estado en 1921, después de haber presentado un conjunto importante de cuadros, muebles y objetos de su propiedad, conformando el núcleo inicial de las colecciones del entonces denominado Museo Romántico, fundado en 1924 por iniciativa suya. En 1927 el Estado lo adquirió, como sede definitiva. Se trata pues de un museo de titularidad y gestión estatal. Con el transcurso de los años, la colección del Museo ha ido enriqueciéndose con todo tipo de adquisiciones, donaciones y depósitos de personalidades como el Marqués de Cerralbo o Juan Ramón Jiménez. Y es que el vínculocon grandes intelectuales va más allá, pues Rafael Alberti fue nombrado director durante la Guerra Civil. El edificio y la colección Estos fondos se instalaron, desde el principio, en su actual sede en un edificio de estilo neoclásico construido en 1776 que más tarde pasaría a ser sede de la Comisaría Regia de Turismo, organismo creado por Vega-Inclán. El proyecto fue una de las obras más deseadas del Marqués y también en la que encontró mayores dificultades. Begoña Torres explica estas dificultades porque "en el último cuarto del siglo XIX y buena parte del XX, la historiografía y la conciencia nacional se encontraban imbuidas por la noción de un contraste radical entre lo que fue un pasado glorioso (Reconquista hasta finales siglo XVII) y una época contemporánea sórdida y repleta de miserias que es preferible dejar al margen". Estamos pues ante una ausencia de interés por el período romántico, que se alargó décadas. Por ello se le ha considerado un "anticipador". Vega-Inclán valoró en su justa medida el siglo XIX español, sobre el que recaía, en aquellos momentos, un espeso silencio y una total falta de interés (Torres, 1999). La reforma (2001-2009) El Museo Romántico cerró sus puertas en 2001 para acometer una reforma integral del edificio, que tambiénincluye una reordenación de sus salas y del discurso expositivo. En 2009 se produce su reapertura, bajo la nueva denominación de Museo de Romanticismo, más acorde con sus contenidos. El Museo ha pasado por diferentes fases de rehabilitación y restauración. En 1944 se acometió una restauración que afectó a la fachada, escalera y decoración delas salas, así como el arreglo de los pasillos y del pequeño jardín. Desde este año, la exposición permanente no ha sufrido apenas cambios hasta la actualidad. Posteriormente, en el año 1996, se terminó otra fase de restauración, queafectó especialmente a los espacios bajo cubierta y a la planta baja. En esta última fase de rehabilitación se ha intervenido en algunas zonas de la planta baja, como los patios y el vestíbulo, se han ganado espacios para almacenes y vestuarios y, especialmente, se ha realizado el proyecto museográfico de las salas de la exposición permanente. Con el nuevo plan museológico, se ha llevado a cabo toda una operación de remodelación de los itinerarios internos y de racionalización de los servicios, labor que ha estado siempre inspirada por miras de carácter crítico y divulgativo y por una cierta ambición cosmopolita de la que antes carecía el Museo. En su nueva calidad de Museo Nacional, según palabras de los mismos trabajadores, "queremos que sea un referente cultural de primer orden, emparejado con otras casas museo europeas de similares características". El museo ya no basa únicamente su finalidad en ser una institución que custodia determinados bienes patrimoniales, sino que ha pasado a actuar como una estructura de conocimiento, capaz de explicarnos nuestro pasado, pero también nuestro presente. MUSEO CASA DE CERVANTES El Museo está situado en el inmueble que ocupó el escritor durante su estancia en Valladolid entre los años 1604 y 1606. La estancia de Cervantes en Valladolid, coincidió con la publicación de la primera edición de El Quijote, en 1605. En su interior, se intenta recrear el ambiente que pudo respirar el escritor en una casa discretamente decorada, de acuerdo con las posibilidades de un hidalgo español del siglo XVII. En 1912, Vega-Inclán informó al rey Alfonso XIII de la situación ruinosa en la que se encontraba la casa, ordenando el monarca la creación de una Institución Cervantina que “evitara la ruina y desaparición de este sagrado recuerdo… para que fuera también honra y gala de la capital castellana”. Por otro lado, el marqués propuso que se asociara a esta empresa la Sociedad Hispánica de Nueva York, cuyo presidente, Archer Milton Huntington, acabó subvencionando el proyecto. En 1916, pasaría el Estado a hacerse cargo de las obras. La institución está integrada por un total de cuatro casas, una de ellas adquirida posteriormente por el marqués y finalmente legada por él en el 1942, con fachada de construcción sencilla, modelo habitual establecido en Valladolid desde el siglo XVI. La casa habitada por Cervantes pertenecía a un conjunto de cinco edificios y se planteaba al Marqués como un complicado problema de habilitarla “con dignidad, decoro y respeto”. Fue acumulando muebles antiguos de estilos varios y procedencias muy diversas con el fin de recrear el ambiente que se había propuesto conseguir, pero la casa no se abrió todavía como museo. El resto de las casas se destinaron a monumento conmemorativo a Cervantes, convirtiéndolas en un centro de cultura, dotándolas de dos bibliotecas: una sería la Biblioteca Popular, y la otra debía especializarse en acoger raros y buenos ejemplares de la obra cervantina. "Otra vez, Don Benigno se nos presenta como un innovador, al concebir sus museos como centros culturales totales e integrales" (Torres, 1999). La biblioteca de la Casa fue concebida por sus fundadores como Biblioteca Popular Cervantina el 23 de abril de 1916, se formó con un depósito de libros de la Biblioteca Nacional y una aportación del Marqués de la Vega-Inclán, logrando una dotación de más de 4.000 ejemplares. En sucesivos años, se han ido adquiriendo más volúmenes, llegando actualmente a unos 10.000 ejemplares. Actualmente, el espacio de la biblioteca se destina a la realización de actos culturales y educativos y dispone de dos puntos de consulta para uso de los investigadores. El Patronato de las Fundaciones Vega Inclán, creado en 1928,adoptó el acuerdo de continuar la labor iniciada por el propio Marqués en la Casa de Cervantes de Valladolid, y se encomendó a Francisco Javier Sánchez Cantón, subdirector del Museo del Prado, y a Constantino Candeira, arquitecto y subdirector del Museo Nacional de Escultura, la elaboración del proyecto de un museo en la vivienda cervantina. La nueva instalación se inauguró el 23 de abril de 1948. Aunque el museo no se ha sometido a reformas recientes, ha establecido algunas medidas de actualización,como el servicio de atención a la discapacidad auditiva, fruto de un convenio realizado entre la Fundación y el Ministerio de Cultura y en el que también ha participado la FEAM. Con el fin de eliminar barreras de comunicación. Merece la pena señalar que en el año 2019 el Ministerio adquirió el edificio colindante para ampliar el museo y dotar de nuevos espacios expositivos y equipamientos que redundarán, a la vez, en la mejora de la accesibilidad y la oferta al visitante. CONCLUSIÓN La figura de Vega-Inclán nos permite trazar no sólo la historia de estos tres museos sino la propia evolución de los organismos y museos en España, así como de la valoración de su patrimonio y las distintas corrientes museológicas. No es casual que los tres proyectos museísticos que ideó el marqués fueran casas museo capaces de crear una atmósfera que es capaz de ilusionar al visitante con una serie de experiencias sensoriales y de potenciar el valor comunicativo del edificio, del objeto y del entorno, esto es, la ciudad. La museografía contextual continúa en nuestros días bajo la forma de un turismo que considera fundamental, la experiencia, lo que tiene mucho de “perfomance”, ya que es el espectador el que se identifica imaginativamente con los hechos o los personajes que conmemora la casa museo. La “autenticidad” es fundamental para generar estas experiencias que llevan al visitante a una sensación entre la realidad y la ficción, como sucede en estos tres museos o en otros de la misma tipología como la Casa-Museo de Dulcinea del Toboso (Toboso, Toledo). El Marqués recrea en estos tres espacios domésticos asociados no solo a distintos momentos culturales, Renacimiento, Siglo de Oro y Romanticismo sino también a personajes célebres de la cultura española El Greco, Cervantes y Larra como un producto de ideologización histórica nacional, el cual ya era evidente a comienzos del siglo XIX. Vega Inclán convierte las casas museo en una serie de elementos patrimoniales de la ciudad, esencialmente vinculadas con un personaje. TEMA 37. MUSEOS DE ARTISTA: LA TRADICIÓN EUROPEA Y PRINCIPALES PRINCIPALES EJEMPLOS ESPAÑOLES. EL CASO DEL MUSEO SOROLLA. Siguiendo a María Luisa Bellido Gant, uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los artistas en general es qué hacer con su obra o acervos cuando se acerca el fin de su vida, o cuando el volumen de las mismas no puede ser gestionado de forma unipersonal. Ante este hecho, en ocasiones se ha recurrido a la creación de museo o fundaciones privadas que en muchos casos sobreviven gracias a las asociaciones de amigos, instituciones colaboradoras o herederos y en ocasiones por el apoyo de los gobiernos. De esta forma surgen iniciativas de esta tipología que tratan de seguir con los gustos, mandatos o exigencias de sus fundadores. Los museos de artista responden al interés de los creadores por presentar y legar sus obras a la sociedad, como forma de perpetuar su memoria a las generaciones venideras. En general, se ubican en las antiguas viviendas o talleres de los artistas, con el problema de adaptación museográfica y museológica que puede conllevar. Estos museos permiten un acercamiento más vivencial con el entorno y cotidianidad del artista, pues en general se exponen, además de su obra, objetos personales, una selección de sus colecciones privadas, fotografías, mobiliario de la época… Por ejemplo, los pintores tomaron como modelo para sus obras multitud de objetos que atesoraban en sus estudios; con el paso del tiempo llegaron a acumular gran cantidad de ellos, mezclando entre sus colecciones antigüedades arqueológicas, históricas y artísticas. Muchos artistas llevaron esa necesidad de disponer de elementos de referencia ambiental gasta la pasión coleccionista y reunieron un conjunto de objetos tan curiosos y valiosos que quisieron perpetuarlos en instituciones culturales, por ejemplo a través de donaciones o con la creación de museos en sus propias residencias, generalmente por iniciativa de sus familiares o herederos. Así pues, la generosidad de algunos artistas o coleccionistas privados cristalizó en la creación de algunos museos que reflejan sus trayectorias artísticas o sus gustos personales. Este tipo de museo responde a la tipología de CASAS-MUSEO, las cuales se caracterizan por custodiar un patrimonio inmaterial que se hace visible a través de la exposición de una serie de objetos que no adquieren sentido en su contemplación individual, sino cuando configuran un sistema cultural en el que unos y otros interactúan y exteriorizan la existencia humana en su dimensión privada. El montaje expositivo de las casas- museo hace visible, mediante la recuperación o la evocación de ambientes, una serie de aspectos inherentes a una cultura pasada, entre los que el mobiliario ocupa un papel de primer orden porque constituye la expresión viviente de determinados valores inmateriales ya desaparecidos pero que pueden ser revividos, evocados o imaginados en cada uno de los ámbitos de los que consta la casa-museo. Para la realización de este tema me he basado en textos de Bellido Gant: Del taller y la casa al museo, Ana Ávila: El arte y sus museos, María Bolaños: Historia de los museos en España, Florencio Santa-Ana: Catálogo de pintura. Museo de Sorolla y Consuelo Luca de Tena: Museo Sorolla. El excepcional legado de Clotilde García del Castillo (catálogo de exposición temporal). En EUROPA encontramos importantes ejemplos de museos de artista que permiten acercarnos de manera mas directa y personal a través de sus colecciones, fundados en su mayoría a finales del XIX y a lo largo del siglo XX. En Francia, por ejemplo, destaca la casa de Monet en la localidad de Giverny. En esta casa donde vivió el artista con su mujer y sus hijos. En 1966 Michel Monet, hijo del pintor, donó la casa de su padre a la Academia de Bellas Artes francesa. En 1980 la Fundación Monet inauguró la casa museo, recreando los interiores y los jardines para que lucieran como en los años que el artista vivió allí. En cuanto a la casa, En la parte de abajo encontramos la “habitación azul”, utilizada como sala de lectura y el estudio del pintor, que más tarde fue transformado en Salón cuando Monet habilitó otro estudio en el exterior. Lo más bonito de la casa es sin duda el comedor pintado de amarillo, una sala luminosa y alegre. Por toda la casa encontramos reproducciones de obras de distintos artistas con Renoir o Cézanne, del propio Monet y la colección de estampas japonesa reunida por él mismo. Los jardines, ideados por Monet, fueron fundamentales para su vida y su obra, por ejemplo, en “El jardín del artista de Giverny”. Fue el propio Monet el que creo, diseñó y cuidó de sus dos jardines hasta su muerte. En Bélgica destaca la casa de Rubens, o Rubenshuis. Era la casa-taller del artista durante sus últimos 29 años de vida, situada en la plaza Wapper en Amberes, actualmente es un museo dedicado al pintor. Aunque la vida de este artista le hizo pasar por muchos países como España e Italia donde se forma como un gran pintor barroco, finalmente acabará viviendo en Amberes. Se trata de un auténtico palacio formado por una vivienda del viejo estilo flamenco unida a través de un pórtico a un estudio de estilo barroco. Lo diseñó el propio artista reconstruyendo una casa anterior y adoptando modelos arquitectónicos que conoció durante su estancia en Italia, sobre todo los de los palacios renacentistas de Génova. A la muerte de Rubens, el complejo fue habitado durante cinco años por su viuda, Helena Fourment, y después por el caballero británico Sir William Cavendish, que lo convirtió en una academia de equitación española. Tras ser ocupada por diversos propietarios y sufrir varias modificaciones, el palacio cayó en el olvido hasta ser expropiado por el municipio de Amberes, remodelado y abierto al público en 1946. Además de contener una colección imprescindible de pinturas del artista, la Rubenshuis nos ofrece una reconstrucción de sus estancias privadas y de su Gabinete de curiosidades, considerado el mejor de Amberes en el s XVII. En Holanda, encontramos la casa de Rembrandt, fue la casa del pintor entre los años 1639 y 1658, momento en el cual cayó en bancarrota y debió de cambiar de hogar a uno mas modesto. Se realizó un inventario de la casa y posteriormente fue subastada junto a las pertenencias del artista. Además, el espacio fue dividido y sirvió de hogar para diversas familias a lo largo de dos siglos y medio. En este tiempo la condición de la casa sufrió deterioro y no fue sino hasta 1906 cuando la ciudad de Amsterdam compró la construcción y se decidió restaurarla, utilizando los archivos del inventario original inaugurándose en 1911. La casa se divide en dos partes. Una, donde se exhiben la mayor parte de sus trabajos y otra donde se puede ver como lucía la casa cuando era habitada por el pintor, con una gran colección de objetos de arte comprados por el mismo Rembrandt. En este lugar el artista realizaría su famoso cuadro “La ronda de noche” que en la actualidad se expone permanentemente en el Rijksmuseum. Finalmente, en Italia, señalar la Casa Buonarroti de Florencia, una casa museo dedicado al artista Miguel Angel Buonarroti. Aunque no nació en Florencia, la capital Toscana fue su casa durante la mayor parte de su vida. A la muerte de Miguel Ángel, la casa pasó a su sobrino Leonardo y desde aquel entonces ha estado en poder de la familia. Fue en el siglo XIX, en el 1859, cuando la casa se convirtió finalmente en museo con el nombre de Casa Buonarroti, el apellido de Michelangelo. En cuanto a su colección, Leonardo viajó a Roma cuando su tío falleció para recuperar muchos de los dibujos y bocetos que el artista guardaba en su residencia. Así, unió estos a todos los que el maestro guardaba en la casa de Florencia, ya propiedad de Leonardo. Bocetos que el propio genio quiso destruir en sus últimos momentos de vida, pues quería ser recordado por sus obras ya finalizadas. Todos estos dibujos, sumados a obras realizadas por Miguel Ángel en su juventud y a algunos trabajos inacabados constituyen la colección de la Casa Buonarroti. Una colección que es la mayor del mundo en lo que a dibujos del artista se refiere. Pasando a nuestro país, España cuenta con numerosos ejemplos de importantes artistas nacionales. En Andalucía podemos citar el Museo Casa Natal Picasso en Málaga, que apareció bajo el nombre de la Fundación Pablo Ruiz Picasso de acuerdo con un contrato del Ayuntamiento de Málaga en el año 1988 para rendir homenaje al autor con sus auténticas obras en su ciudad natal y bajo su propia casa. Las sucesivas salas del Museo ofrecen un recorrido temático que pone de relieve la vinculación familiar, social y cultural de Pablo Picasso con Málaga. Entre las piezas del Museo destaca el cuaderno de dibujos preparatorios de Picasso para su obra Las señoritas de Aviñón, adquirido en 2006, única presencia de este tipo de bocetos, realizados en 1907, en colecciones españolas. También encontramos un importante repertorio de obra gráfica de Picasso, que abarca periodos estéticos comprendidos entre 1905 y 1971, con diversas técnicas como aguafuerte, linograbado o punta seca. En la ciudad de Córdoba, encontramos el Museo Julio Romero de Torres que reúne la mayor colección del pintor en un edificio del siglo XIX. Instalado en la casa en la que nació, vivió y murió el artista, junto a la plaza del Potro, el museo abrió sus puertas en 1931, un año después de su fallecimiento, a partir de una donación de obras realizada por su viuda y sus hijos, y ha experimentado distintas ampliaciones y reformas. La última, que culminó en 2012, dotó al museo de nuevas medidas de accesibilidad, iluminación y seguridad y un discurso museográfico renovado. El museo recorre las principales facetas de su producción artística, desde sus temáticas más habituales hasta la importante presencia que su ciudad natal, Córdoba, con sus gentes, espacios y monumentos, tiene en sus cuadros; desde su entorno familiar (decisivo en su vocación y formación, ya que era hijo de Rafael Romero Barros, que fue conservador del Museo de Bellas Artes de Córdoba) y sus inicios en la pintura hasta sus obras de madurez. El museo cuentacon importantes obras dela artista como “La Chiquita Piconera”, “Naranjas y Limones”, “Cante Hondo” o “Poema a Córdoba”. En Cataluña, será fundamental la figura de Salvador Dalí. De este artista encontramos su casa-museo en la cala de Portlligat en Cadaqués. Ésta fue la única residencia estable del artistia, el lugar en el que vivió y trabajó de forma habitual hasta que en 1982, con la muerte de Gala, decidió trasladarse al Castillo de Púbol. En la casa podemos diferenciar tres ámbitos: las estancias en las que transcurrían los momentos más íntimos de la vida de los Dalí; el Estudio con multitud de objetos relacionados con la actividad artística del Maestro; y los espacios exteriores, especialmente concebidos para la vida pública. Desde el 2009 se puede visitar otro espacio situado en la zona del Olivar; se trata de una construcción circular que el artista utilizaba como taller adicional, especialmente para realizar esculturas y también performances. En la caraexterior de la torre se empotraron unos recipientes de barro agujereados para que silbasen cuando la tramontana soplaba a través de ellos. En el interior se han instalado dos proyectores que muestran simultáneamente audiovisuales del artista, como reportajes de los años sesenta y setenta con Dalí y la casa. También en Cataluña, concretamente en Barcelona, destaca la casa- museo de Gaudí en el Parque Güell. Fue inaugurada en 1963, en la que fue residencia del arquitecto Antoni Gaudí desde 1906 hasta finales de 1925.En la casa, el recuerdo de Gaudí convive con la exposición de muebles y objetos diseñados por el arquitecto. Estas obras son elementos clave para profundizar en su forma de proyectar y trabajar, así como para conocer el sistema de producción artesanal en Cataluña en la época del Modernismo. En Aragón, en la localidad zaragozana de Fuendetodos se sitúa la casa natal de Francisco de Goya y Lucientes. Tras mucho tiempo de anonimato e indiferencia, la casa fue identificada en 1913 por Ignacio Zuloaga y un grupo de artistas zaragozanos. Sin embargo, no adquirió verdadera importancia hasta que en 1928 el SIPA (Sindicato de Iniciativas y Propaganda de Aragón) constituyó una Junta para la celebración del Centenario de la muerte del artista. Entre sus objetivos se estableció el cuidado y conservación de la casa. Lamentablemente la Guerra Civil la Casa Natal, fue parcialmente destruida y saqueada, por lo que hubo de ser restaurada en 1946. Por Real Decreto, la Casa Natal fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1982. La casa sigue conservando hoy todo el aspecto rústico y popular, ambientada con muebles y enseres propios de la época, cuadros y documentación gráfica. En Valencia se conserva la Casa-Museo Benlliure. El edificio es propiedad del Ayuntamiento de Valencia desde 1958 por donación de la hija del pintor. La condición impuesta al ayuntamiento era que la casa tenía que servir de casa-museo de las obras de su padre José Benlliure Gil y de su hermano José Benllilure Ortiz. La casa-museo fue inaugurada en 1982 después un largo periodo de reformas y acoge la colección de la familia Benlliure y recrea el ambiente de la casa donde vivieron a finales del siglo XIX. Se trata de una casa burguesa propia del momento: con sala de visitas, despacho, gabinete de pinturas, comedor y dormitorio, en la que se ubican una gran diversidad de objetos, además de las propias obras de los pintores titulares de la casa. El museo está compuesto además por los estudios de José Benlliure ysu hijo José, y por un bello jardín propio de la época que desvela un carácter íntimo y particular. En la casa museo podemos contemplar además de obras de la familia Benlliure, otras de artistas vinculados a ellos, como Joaquín Sorolla o Francisco Muñoz-Degrain y acoge muebles de la época, lámparas, alfombras y enseres domésticos de la familia como libros o indumentaria que probablemente utilizó en alguno de sus cuadros. Finalmente abordaremos la figura de Sorolla y su museo en la ciudad de Madrid. Joaquín Sorolla podría incluirse dentro de las corrientes naturalistas o luministas que entre los siglos XIX y XX tuvieron una fuerte presencia tanto a nivel nacional como internacional. El actual Museo Sorolla se encuentra ubicado en la última vivienda-taller que el pintor se hizo construir en Madrid. Por deseo de la viuda de Sorolla, doña Clotilde García del Castillo, que en su testamento del 10 de agosto de 1925 hace donación al Estado español de la casa y de las colecciones de obras de arte que le pertenecieran para la creación de un museo en memoria de su marido. Sorolla, fallecido dos años antes, no había dejado testamento y su testamentaría duró bastantes años, por lo que su viuda desconocía sus propiedades. Tras la muerte de Clotilde serán sus hijos los que realicen el inventario de los bienes de su padre. En el mismo inventario se ha procedido a la partición, especificándose lo que pertenecía a la viuda y a la propiedad de los hijos. Al año siguiente se transcribe el inventario de la donación de doña Clotilde y se inicia la tramitación para su entrega al Estado, que se presenta en el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes el 23 de febrero de 1931. El Ministerio se comprometió a financiar los gastos de mantenimiento, encuadrándolos en los Presupuestos Generales del Estado. El 11 de junio de 1932 se inauguraba oficialmente el Museo, siendo su hijo Joaquín el primer director. A partir del 1963 el Museo entra en un letargo del que no va a despertar hasta 1967, cuando está a punto de cerrar sus instalaciones por falta de dotación económica. Consecuencia de ello fue la integración del Museo en el desaparecido Patronato Nacional de Museos por Orden Ministerial. A partir del 4 de junio de 1973 el Museo Sorolla pasa a ser gestionado por el Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos con la incorporación de un conservador-director. Desde esa fecha se han ido catalogando los diferentes fondos, que ha provocado la publicación de distintos catálogos de las colecciones pertenecientes al museo. En cuanto al edificio fue ideado por el propio Sorolla con la intención de crear su propio espacio para la producción artística. Así pues, crea una casa- taller entre 1910-1911, donde se refleja la estética de las obras del pintor. Es la única vivienda que el artista tenga en propiedad. Sorolla dispuso en la planta noble una zona de trabajo formada por tres estudios contiguos de techos altos y abundante iluminación, tanto lateral como cenital, con acceso propio desde el fondo del jardín, y la zona doméstica más pública: salón y comedor, con entrada desde el primer jardín, a través del pórtico principal.En la planta primera se encontraban los dormitorios de la familia, y en la segunda los dormitorios del servicio. La planta semisótano, ventilada por el 'patio andaluz', contenía la cocina y otras dependencias, y la vivienda de los guardeses. La casa tenía luz eléctrica y calefacción central. El jardín fue otra creación de Sorolla, que diseñó su trazado y escogió sus especies, y que hizo de él uno de los temas favoritos de su pintura en sus últimos años. El edificio ha sufrido diferentes remodelaciones. A partir de los años 80 se inician distintos proyectos de remodelación. Se dotó al Museo de una sala de exposiciones temporales y de otra dedicada al pequeño formato. También se acristaló parte del Patio Andaluz y se saneó ligeramente la sala de dibujos. Otro proyecto de remodelación trató de recuperar el carácter que el Museo tuvo en vida de Sorolla y reorganizar de forma más pedagógica las colecciones del mismo. En el año 2001 el museo cerró para acometer nuevamente obras de remodelación. La idea fundamental de la restauración fue devolver, en la medida de lo posible, el ambiente original de la casa y los talleres del pintor. Asimismo, en el año 2017 se llevó a cabo una remodelación en cuanto a la iluminación del edificio con luminaria LED. La encargada de ello fue la FUNDACION ENDESA. En la actualidad el Museo se prepara para una importante ampliación de sus espacios que le permitirá dotar a la institución de unas áreas y servicios de los que carece en este momento. Desde el año 2009 el Museo Sorolla posee el espacio para su futura ampliación, colindante con el actual Museo. Al tratarse de una casa museo, las particularidades de la vivienda histórica en tanto construcción de uso doméstico, han determinado limitaciones en la distribución espacial y funcional de este edificio en su adaptación al uso museístico. Tres son los principales objetivos de la ampliación y rehabilitación del Museo Sorolla: por una parte, dotar al Museo de todas aquellas áreas y servicios que en la actualidad no dispone o los tiene de manera deficiente; rehabilitar de manera integral la casa Museo de Sorolla, además la zona nueva liberar al edificio histórico de espacios para uso público. Por último, dotar de accesibilidad al Museo, dado que el Museo Sorolla no es accesible para personas con movilidad reducida o discapacidad motora. En cuanto a colecciones estas se distribuyen por todas las zonas visitables de la casa, que ha conservado casi intacta la decoración que tuvo en vida de Joaquín Sorolla. La colección de pintura convive, por tanto, con el mobiliario y los objetos originales de la vivienda. Se trata de una de las casas de artista mejor conservadas de Europa. Las obras de pintura que normalmente se exponen pueden variar de colocación en las salas, ya que el Museo Sorolla organiza sus propias exposiciones temporales y también presta para exposiciones organizadas por otras instituciones. El Museo tiene por costumbre reorganizar las paredes para no dejar vacíos los huecos dejados por estos préstamos. Podemos encontrar colecciones de diversa tipología: PINTURA, DIBUJO, ESCULTURA, CERAMICA, JOYERIA, TEXTILES, MOBILIRIO Y FOTOGRAFIA ANTIGUA. La colección más amplia y representativa del Museo es la de obras de pintura del propio Sorolla. Son obras de formato mediano y grande, y también se conserva una gran cantidad de piezas de pequeño formato que Sorolla llamaba “notas de color” y que realizaba como ejercicio o preparación. Sorolla practicó todos los géneros, pero especialmente las escenas de la vida cotidiana, entre las que destacan las escenas de playa, que son las que le dieron mayor fama. Se completa con obras que le regalaron otros artistas como Zorn, o que seguramente adquirió como una tablita de Fortuny, o regalos como el San Bartolomé de Ribera. La colección de dibujos de Sorolla es la segunda en importancia. Muchos de ellos son apuntes rápidos del natural, en los que recogía cuanto le llamaba la atención, con el resultado de un dibujo moderno y ágil; otros tienen relación con algunas de sus obras de pintura, y hay numerosos entretenimientos al carboncillo. Otras colecciones son los objetos que Sorolla reunió en vida. Algunos son regalos de amigos y clientes y otros los fue adquiriendo el pintor en viajes por España y el extranjero. Destaca el bronce Psiqué a partir del yeso que le regaló Rodin cuando Sorolla le visitó en su estudio parisino. El museo contiene ejemplos de escultura de una amplia cronología, y obras de artistas contemporáneos del pintor como Mariano Benlliure, Miguel Blay, José Capuz y José Clará, entre ellos algunos autores extranjeros como Troubetzkoy o Rodin, además de un número significativo de bustos y figuras esculpidas por su hija Helena Sorolla García. En cuanto a la cerámica, permite trazar un panorama bastante completo de la cerámica española desde finales del siglo XV hasta el primer tercio del siglo XX. La colección se completa con algunas piezas de autores contemporáneos de Sorolla, de Bohemia, piezas modernistas francesas, inglesas y holandesas, y algunas orientales. No faltan piezas realizadas por el ceramista Daniel Zuloaga. El Museo conserva también el mobiliario original de la Casa Sorolla, y colecciones de vidrio, textil y joyería popular y marroquí. Entre estas destaca el cinturón mágico, que conserva el Museo y se trata de una banda de terciopelo a la que se sujetan 14 cadenas, de las que cuelgan los dijes de plata, probablemente del siglo XVII. Por último, la colección de fotografía antigua. La estrecha relación de la familia Sorolla con la fotografía proviene de la condición de fotógrafo del suegro del pintor, D. Antonio García del Castillo, un fotógrafo muy reconocido de su época. Un gran bloque de la colección lo forman fotografías familiares que suman más de mil positivos que han sido recientemente publicados digitalmente. Otra parte muy relevante eran fotografías encargadas o adquiridas por el pintor como apoyo para sus cuadros. Es el caso de las imágenes de monumentos o de tipos populares. El Museo Sorolla realiza exposiciones temporales, entre las que podemos destacar por ejemplo la última realizada bajo el nombre “SOROLLA. FEMENINO PLURAL” donde se ofrecía una lectura de la presencia de la figura femenina en la producción artística del pintor y deja testimonio del papel de la mujer en la sociedad española de finales del siglo XIX y principios del XX. También la exposición “POETICA DE UNA CASA. FOTOGRAFIAS DE LLUIS CASALS” donde el fotógrafo nos muestra su personal visión de la casa Sorolla proponiéndonos un recorrido poético-visual a través de su obra. El Museo también presta sus obras para realizar exposiciones en el extranjero, como la realizada en la NATIONAL GALLERY de Irlanda. También realiza distintas actividades orientadas a los más jóvenes. Por ejemplo “Sorolla entre nosotros” que implica directamente a los alumnos en el Museo. Propone a los institutos una visita doble, dos días en la misma semana para realizar una visita guiada y un taller, y en un segundo día ser ellos mismos los hacen de guías para los compañeros. En cuanto a sus visitantes en el 2018 el número creció un 4% respecto al 2017, marcando su récord histórico. A pesar de la importancia que tienen este número de visitas, tienen el inconveniente de que el museo se trata de una vivienda, y por tanto hay que tener muy en cuenta la capacidad de carga del mismo para la conservación tanto del edificio como de la colección. Como conclusión destacar la participación del MUSEO SOROLLA Y CERRALBO dentro del programa de “5 museos, otro Madrid”, con intención de fomentar las sinergias entre distintas casa-museo de la capital, ofreciéndose como una alternativa de ocio dentro de la misma. TEMA 38. MUSEOS DE COLECCIONISTA: HISTORIA Y FORMACIÓN DE LAS COLECCIONES DEL MUSEO CERRALBO Y EL MUSEO NACIONAL DE CERÁMICA Y DE LAS ARTES SUNTUARIAS. Hay que destacar que el coleccionismo es uno de los factores clave para la creación de los museos. En Europa encontramos varios tipos de coleccionismo que se desarrollarán de distinta manera. Por un lado aquel que lleva a cabo la monarquía que conforman las colecciones reales. El afán coleccionista de los monarcas provocó una gran actividad artística, dando a conocer a importantes artistas a lo largo de los siglos gracias a su labor al servicio de la corte. También pasaron a formar parte de las colecciones reales aquellos objetos que eran enviados desde países que se encontraban bajo su poder. Tal es el caso de América, cuyos objetos y tesoros enviados a los monarcas ayudó a reunir y conservar colecciones como testigos de la historia y del poder del Estad