Universidad y sociedad: El compromiso social | PDF

UNIVERSITARIOS SOCIALMENTE RESPONSABLES UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD: Universidad implica universalidad de conocimientos y búsqueda de la verdad. Esa verdad no puede estar desvinculada de la realidad, del mundo en que vivimos, sino que debe encontrarse en ella para dar respuesta a las grandes preguntas d...

UNIVERSITARIOS SOCIALMENTE RESPONSABLES UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD: Universidad implica universalidad de conocimientos y búsqueda de la verdad. Esa verdad no puede estar desvinculada de la realidad, del mundo en que vivimos, sino que debe encontrarse en ella para dar respuesta a las grandes preguntas del ser humano y en concreto a aquellas que derivan de su ser social. La Universidad, desde esta identidad, tiene el reto de asumir una posición ética, responsable y trascendente, que lidere el camino hacia una nueva realidad social. *Cada año, en España, un millón y medio de jóvenes se matriculan en la universidad y un millón de jóvenes se incorporan al mundo como profesionales y como ciudadanos. *Pesquisas fundamentales para ser universitario: reflexión personal, pensamiento crítico, responsabilidad y madurez.  Búsqueda de la verdad como uno de los fines primordiales del universitario. La Universidad no está solo para transmitir unos conocimientos y habilidades que permitan desarrollar del modo más exitoso posible una profesión, ni siquiera para que con esa formación en capacidades el estudiante pueda triunfar en la vida. La Universidad es el lugar donde surgen las grandes preguntas, esos interrogantes que todo ser humano se plantea y de los cuales depende nuestra felicidad (¿quién soy?, ¿cuál es el sentido de mi vida?, ¿qué debo hacer?). Además de dar respuesta a estos interrogantes, también el universitario viene a descubrir y a profundizar en la dimensión social de su vocación universitaria y a plantearse el ejercicio de su profesión como un servicio a los demás, desde el compromiso social. *Nuestro actuar tiene siempre una dimensión social en su ejecución misma y en sus consecuencias o repercusiones. Esta dimensión ni puede ni debe sernos indiferente (forma parte de nuestra propia vida, de nuestro propio ser y afecta a los demás). En esta asignatura nos vamos a plantear una de las inquietudes esencialmente universitaria  la inquietud: - Por cambiar el mundo - Por hacer que las cosas vayan mejor - Por adherirnos a la causa del otro, del más necesitado, del que sufre, del marginado Vamos a plantearnos la posibilidad de cambiar el mundo, nuestro mundo, nuestro entorno personal y profesional. La respuesta a poder cambiar el mundo comienza por cambiar uno mismo. El reto es asumir la parte de responsabilidad personal que cada uno tiene en la construcción de un mundo mejor. *De las 70 universidades españolas, 62 (88%) tienen en funcionamiento una o varias actividades que podríamos denominar “solidarias”. El universitario debe servir a la sociedad y contribuir al bien común, por lo que su formación ha de ir orientada en este sentido. Esto es porque está llamado a ayudar con sus conocimientos, su preparación y su cultura al desarrollo de sí mismo y al de todo ser humano. El gran reto de la UFV es formar hombres y mujeres con objetivos claros, con criterios firmes, con inquietudes sociales  auténticos profesionales que pongan sus conocimientos al servicio de la sociedad y que estén dispuestos a comprometerse, en especial, con los más necesitados. ¿POR QUÉ HEMOS DE SER AGENTES DE CAMBIO SOCIAL? Muchas personas han sentido y sienten esta llamada a la solidaridad. Responder a ella se les plantea como algo valioso y como una exigencia personal que acaba dotando de sentido a su vida, haciendo de ella una vida rica y plena. *Ni todo el mundo está llamado a una entrega total en este plano, ni el compromiso que buscamos puede apoyarse sin más en la sensibilidad. Es verdad que hay personas más sensibles que otras al dolor y a la injusticia, pero si el compromiso que uno adquiere se basa solo en un atractivo sensible difícilmente perdurará. No son motivos de la sensibilidad los que pueden sustentar firmemente un comportamiento solidario. Los “buenos sentimientos” no siempre bastan. La voluntad necesita motivos para actuar, incluso motivos a largo plazo, que la inmediatez del emotivismo o del sentimentalismo no siempre nos pueden proporcionar. El ser humano necesita convicciones más o menos firmes sobre las que apoyar sus acciones, si no quiere dejarse llevar por un torrente emocional que lo esclavice y que anule su libertad. Otras veces nos movemos por motivos de índole consecuencialista. Somos más o menos conscientes de que nuestras acciones dejan una huella para bien o para mal, por pequeña que sea, en el contexto en el que se desarrollan, y actuamos en consecuencia para obtener un bien o para evitar un mal. Muchas veces nos comportamos de una determinada forma porque si no lo hiciéramos así no obtendríamos los resultados queridos o, incluso, estos serían nefastos. Pero, con esas mismas razones, podrían darse situaciones que nos indujeran a conducirnos de manera contraria a como lo hacemos y podrían justificarse todo tipo de barbaridades. Es el peligro de comportarse en función única y exclusivamente de los efectos que mis acciones producen. Esos motivos pueden ser refuerzos, circunstancias que hay que valorar a la hora de decidir, pero nunca razón última de esa decisión. RAZONES QUE APOYEN DE MANERA MÁS SÓLIDA LA NECEISDAD, INCLUSO LA EXIGENCIA, DE UN COMPROMISO SOCIAL POR PARTE DE LOS QUE AQUÍ ESTAMOS: Sí, a condición de que reconozcamos al otro como algo valioso. Si intento comportarme bien con los demás es porque los amo, y si los amo es porque me parecen “amables”, es decir, dignos de ser amados. El motivo formal por el que puedo querer lo mejor para los demás es el hecho de que reconozco en ellos un valor, una dignidad. El verdadero amor, y la única solidaridad que merece tal nombre supone siempre, implícita o explícitamente, este firme reconocimiento que es siempre el reconocimiento de un sujeto, pero que, en todo caso, se me presenta como algo objetivo (su valor objetivo). El valor que les reconozco, y el que puedo reconocer a todo ser humano, no está en función de mí, sino que es un valor que ellos poseen “en sí mismos”. Vivimos en un mundo en el que cuando no domina el emotivismo lo hace el utilitarismo, y ni uno ni otro pueden justificar ni dar sentido de manera sólida al concepto de solidaridad. Solo si tenemos una idea lo más clara posible de lo que es el hombre, quién es el ser humano; sólo si esa concepción es capaz de establecer con bases fundamentadas en dónde radica su dignidad, se nos puede presentar como fructífera exigencia, más allá de las modas y de la adoración a lo políticamente correcto, una llamada a la responsabilidad social.  LA VIDA EN COMUNIDAD LA SOCIEDAD Y SU FUNDAMENTO: Las acciones individuales y colectivas pueden influir en la creación de una sociedad más equitativa, sostenible y cohesionada. El fundamento de la responsabilidad social radica en comprender cómo las decisiones y comportamientos éticos de los miembros de una comunidad pueden generar un impacto positivo en el bienestar social, económico y ambiental a largo plazo. El papel de las instituciones también es importante en la promoción de la responsabilidad social, al igual que a la hora de colaborar con los ciudadanos para abordar los desafíos sociales y ambientales actuales. Los valores fundamentales de solidaridad, equidad y respeto mutuo pueden moldear las interacciones dentro de la comunidad, fomentando así una cultura de colaboración y empoderamiento ciudadano. La sociedad se basa en la interdependencia entre sus miembros. En una comunidad, las personas dependen unas de otras para satisfacer sus necesidades básicas (intercambio de bienes y servicios, apoyo emocional o colaboración en proyectos comunes). Esta interdependencia fomenta la colaboración y el trabajo en equipo para abordar los desafíos y alcanzar metas compartidas. La comunidad establece normas y valores compartidos que guían el comportamiento de sus miembros. Estas normas pueden variar según la cultura, la historia y las tradiciones de cada comunidad. Su función es proporcionar un marco ético y moral que regule las interacciones sociales y promueva el respeto mutuo, la justicia y la equidad. El entorno proporciona a los individuos un sentido de identidad y pertenencia. Ser parte de una comunidad implica compartir una historia común, valores similares y una conexión emocional con otros miembros. Esa sensación de pertenencia es crucial para el bienestar psicológico y emocional de las personas, ya que les brinda apoyo social y un sentido de seguridad y aceptación. La diversidad cultural, étnica, lingüística y religiosa enriquece la vida comunitaria al promover la tolerancia, el entendimiento mutuo y la creatividad. Sin embargo, también puede generar tensiones y conflictos que requieren un enfoque inclusivo y respetuoso para su resolución. LA EDUCACIÓN: Educere: criar, alimentar, nutrir. Sacar o desarrollar algo que ya está presente en el individuo. Nutrir y cultivar las capacidades, habilidades y potencialidades innatas de la persona. En la educación, “educere” implica ayudar al individuo a desarrollar su ser interior, a nutrir su mente, corazón y espíritu para que puedan alcanzar su máximo potencial. Educare: conducir fuera de, extraer de dentro hacia fuera. Guiar o conducir a alguien hacia fuera de sí mismo, hacia la expresión y aplicación práctica de sus potencialidades. Proceso de dirección y orientación que ayuda al individuo a sacar a la luz lo mejor de sí mismo, a traducir sus habilidades y conocimientos internos en acciones y contribuciones significativas en el mundo exterior. La complementariedad de estos dos conceptos en la educación es fundamental para lograr un desarrollo integral de la persona. A través de educere, se nutre y fortalece el ser interior del individuo, cultivando su mente, corazón y espíritu. Educare proporciona la guía y dirección necesarias para que el individuo pueda aplicar y manifestar sus habilidades y potencialidades en su vida diaria y en su interacción con el mundo que lo rodea. La educación integral busca el desarrollo armonioso de todas las dimensiones del ser humano: - Dimensión interior: aspectos emocionales, espirituales e intelectuales - Dimensión individual: crecimiento personal y la autorrealización - Dimensión social: participación y responsabilidad en la sociedad, y la contribución al bien común A través de la educación, el hombre puede llegar a comprenderse a sí mismo, su entorno y su lugar en el mundo, y trabajar hacia su realización personal y el mejoramiento de la sociedad en su conjunto. Los fines de la educación pueden variar según el contexto sociocultural y las prioridades de cada sociedad: 1. La educación busca promover el desarrollo integral de las personas en todas sus dimensiones (intelectual, emocional, social, física, moral y espiritual). Esto implica: - Adquisición de conocimientos y habilidades - Desarrollo de valores, actitudes y aptitudes que permitan a los individuos alcanzar su máximo potencial y contribuir de manera positiva a la sociedad 2. La educación tiene como objetivo formar ciudadanos conscientes, críticos, éticos y comprometidos con el bienestar común. Se busca:  - Participación activa en la vida democrática - Respeto por los derechos humanos - Diversidad cultural y justicia social - Compromiso con la construcción de una sociedad más justa y equitativa La educación no se limita al ámbito escolar, sino que se concibe como un proceso continuo a lo largo de toda la vida. Se busca promover una cultura de aprendizaje permanente que permita a las personas adaptarse a los cambios sociales, tecnológicos y laborales, y seguir desarrollándose personal y profesionalmente a lo largo del tiempo. Tiene como objetivo desarrollar las competencias y habilidades necesarias para la vida  pensamiento crítico, resolución de problemas, comunicación efectiva, colaboración, creatividad, alfabetización digital y capacidad de aprender. Estas habilidades son fundamentales para enfrentar los desafíos del mundo actual y futuro. Se busca promover la salud física y mental, el desarrollo emocional, la autoestima, la autonomía, la solidaridad y el sentido de pertenencia a una comunidad. LAS ONGS. LA POBREZA Y LA COOPERACIÓN: Paul Spicker (académico escocés especializado en políticas sociales) la pobreza es: Privación de bienes materiales: falta de ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas (alimentos, vivienda, atención médica y educación) Privación de ingresos: incapacidad de generar suficientes ingresos para mantener un nivel de vida adecuado, lo que puede conducir a la exclusión social y económica. Inseguridad económica: falta de estabilidad financiera  Precariedad laboral  Falta de acceso a empleos seguros y bien remunerados  Exposición a crisis económicas Exclusión social: marginación y falta de participación en la vida social, cultural y política de la comunidad debido a la pobreza y la discriminación. Vulnerabilidad: exposición a riesgos y adversidades que pueden agravar la situación de pobreza (enfermedades, desastres naturales y conflictos) Desigualdad: concentración desproporcionada de recursos y oportunidades en manos de unos pocos, lo que perpetúa la pobreza y la exclusión para otros. Discriminación: exclusión y falta de acceso a recursos y oportunidades debido a distintos factores (género, etnia, discapacidad, orientación sexual o identidad de género) Marginación: falta de reconocimiento y respeto de los derechos y la dignidad de las personas que viven en situación de pobreza, así como la estigmatización y la falta de voz en la toma de decisiones.  Alienación: sensación de estar desconectado y separado de la sociedad, sin un sentido de pertenencia y sin la oportunidad de desarrollar todo el potencial humano. Deterioro de la calidad de vida: disminución del bienestar físico, mental y emocional debido a las condiciones de pobreza, incluida la falta de acceso a servicios básicos y a oportunidades de desarrollo personal. Negación de derechos: violación de los derechos humanos fundamentales (derecho a la alimentación, la vivienda, la salud, la educación y el trabajo digno) debido a la pobreza y la exclusión social. AMARTYA SEN. Premio Nobel de Economía (1998)  papel crucial en la comprensión contemporánea de la pobreza. Su enfoque va más allá de la mera falta de ingresos o recursos materiales, y se central en las capacidades y libertades que las personas tienen para llevar vidas que valoren. Propone un enfoque de la pobreza centrado en las capacidades de las personas  capacidad para llevar a cabo acciones y alcanzar metas que valoran (estar bien alimentado, tener acceso a la educación, atención médica y participar en la vida social y política). *La pobreza no solo se define por la falta de ingresos o recursos materiales, sino por la privación de capacidades básicas para llevar una vida digna y satisfactoria. Enfatiza la importancia de las libertades y oportunidades. Para él, la pobreza se entiende como la privación de oportunidades y libertades básicas, que pueden manifestarse de diversas formas  falta de acceso a servicios de salud, educación, empleo digno, participación política y protección legal. Defiende un enfoque multidimensional de la pobreza que reconozca las múltiples dimensiones de la privación humana  falta de ingresos, falta de acceso a servicios básicos, exclusión social, discriminación, inseguridad alimentaria. Su enfoque se aleja de la visión puramente económica de la pobreza y reconoce la interacción compleja entre factores económicos, sociales, políticos y culturales. Enfatiza la importancia de incluir a las personas afectadas por la pobreza en el proceso de definición y medición de la misma. Argumenta que las personas que viven en situación de pobreza deben tener voz y agencia en la identificación de sus necesidades y aspiraciones, así como en el diseño de políticas y programas para abordar la pobreza. MEDICIÓN DE LA POBREZA: Métodos y criterios para la medición de la pobreza: - Encuesta Condiciones de vida elaborado por el Instituto Nacional de Estadística:  Ficha de hogar (datos básicos de los miembros del hogar)  Cuestionario de hogar (información sobre la vivienda, equipamiento, situación económica y los ingresos el hogar)   Cuestionario individual (datos de actividad, renta personal, salud, educación) - Tasa AROPE: indicador de referencia en Europa que combina la dimensión monetaria y material para medir la pobreza, y mide el riesgo de pobreza y exclusión. Se realiza a partir de las estadísticas públicas, y pertenece al conjunto de operaciones estadísticas armonizadas para los países de la UE. (Riesgo de pobreza o pobreza relativa, carencia material severa, hogares sin empleo o con baja intensidad laboral). - Índice Gini: mide la desigualdad de la distribución de la riqueza en regiones o países. Se define como una relación con valores entre 0 y 1. - Indicador del Valor del Cociente S80/S20: mide la desigualdad en la distribución de los ingresos a través de la comparación de percentiles. DATOS DE POBREZA: LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL ESPAÑOLA: Cooperación en la Constitución española (1978): colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra. La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) es el organismo responsable de la cooperación internacional en España. MISIÓN: gestionar la cooperación internacional para el desarrollo en consonancia con los principios de eficacia, eficiencia, coordinación y coherencia de las políticas de desarrollo. OBJETIVO PRINCIPAL: contribuir al desarrollo humano sostenible en los países socios, promoviendo la igualdad de género, el respeto a los derechos humanos y la erradicación de la pobreza. OBJETIVOS: Contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) Promover la igualdad de género Mejorar la gobernanza democrática Fortalecer las capacidades institucionales en los países socios. Trabaja en una amplia gama de áreas temáticas  salud, educación, agua y saneamiento, seguridad alimentaria, desarrollo rural, derechos humanos, igualdad de género, medio ambiente, cultura y desarrollo económico. Sus programas y proyectos se diseñan en colaboración con los países receptores y se centran en las necesidades y prioridades locales. Este organismo emplea diversas modalidades de cooperación: - Cooperación bilateral: a través de acuerdos y programas con países socios  - Cooperación multilateral: a través de organismos internacionales como Naciones Unidas y la UE. - Cooperación descentralizada: con gobiernos regionales y locales - Cooperación triangular: en la que se involucran múltiples actores (países donantes, países receptores y organizaciones internacionales). La AECID utiliza una variedad de instrumentos de cooperación (ayuda humanitaria, cooperación técnica, asistencia financiera, programas de formación y capacitación, alianzas público-privadas y proyectos de desarrollo a largo plazo). Estos instrumentos se adaptan a las necesidades específicas de cada contexto y sector. El marco legal y operativo de la cooperación internacional española, incluyendo la acción de la AECID, está respaldado por una serie de leyes, acuerdos internacionales y documentos estratégicos que establecen los principios, objetivos y procedimientos para la implementación de la cooperación española. PRINCIPALES COMPONENTES DEL MARCO LEGAL Y OPERATIVO: 1. Leyes y normativas: la cooperación internacional para el desarrollo en España está regulada por varias leyes y normativas: o Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo: establece los principios y normas básicas que rigen la cooperación internacional española (definición de objetivos, instrumentos de cooperación, mecanismos de coordinación y seguimiento, participación de los actores involucrados) o Leyes y normativas sectoriales: relevantes para la implementación de la cooperación internacional en áreas como salud, educación, medio ambiente, derechos humanos 2. Acuerdos internacionales: España es signataria de numerosos acuerdos internacionales y tratados que tienen implicaciones para la cooperación internacional para el desarrollo  tratados de derechos humanos, acuerdos bilaterales y multilaterales de cooperación, acuerdos comerciales 3. Plan Director de la Cooperación Española: instrumento estratégico que establece las líneas generales de la política de cooperación internacional para el desarrollo de España. Proporciona un marco de referencia para la acción de la AECID y otros actores involucrados en la cooperación española. Se elabora periódicamente y suele abarcar un período de varios años (entre 4 y 6 años), aunque esto puede variar según la coyuntura política y las necesidades identificadas. LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA: Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o Responsabilidad Social Empresarial (RSE): concepto mediante el cual las empresas integran consideraciones éticas, sociales, ambientales y de gobernanza en sus operaciones comerciales y en sus relaciones con las partes interesadas. La RSC implica que las empresas asuman la responsabilidad de sus impactos en la sociedad y el medio ambiente, y busquen contribuir de manera positiva al desarrollo sostenible y al bienestar de la sociedad en general. PRINCIPALES ASPECTOS DE LA RSC: Ética empresarial: las empresas deben operar de manera ética y transparente, respetando los derechos humanos, cumpliendo con las leyes y regulaciones, y actuando con integridad en todas sus actividades. Impacto social: las empresas deben considerar el impacto de sus operaciones en la sociedad, incluyendo aspectos como el empleo, la equidad de género, la diversidad e inclusión, el desarrollo comunitario y la inversión en programas sociales. Impacto ambiental: las empresas deben minimizar su impacto en el medio ambiente, reduciendo la contaminación, gestionando de manera responsable los recursos naturales, y adoptando prácticas sostenibles en sus operaciones y cadenas de suministro. Gobernanza corporativa: adopción de prácticas de gobierno corporativo sólidas y transparentes, que promuevan la rendición de cuentas, la participación de los accionistas y la gestión responsable de los riesgos. El desarrollo histórico de la RSC es un proceso que ha evolucionado a lo largo de varias décadas, marcado por cambios en las expectativas sociales, económicas y ambientales. 1. Inicios (siglo XIX – principios siglo XX): primeros indicios de preocupación por la responsabilidad social de las empresas con la creación de las primeras leyes laborales y regulaciones relacionadas con la seguridad en el trabajo. *El enfoque predominante era principalmente filantrópico y se centraba en donaciones caritativas. 2. Años 50-60 (Responsabilidad económica): Miltron Friedman promovió la idea de que la única responsabilidad social de las empresas era aumentar sus ganancias y cumplir con las leyes y regulaciones. 3. Años 70 (RSC moderna): se produjeron importantes cambios en la percepción de la responsabilidad empresarial. La creciente conciencia ambiental, los movimientos de derechos civiles y la globalización comenzaron a influir en las expectativas hacia las empresas. Surgieron los primeros informes de sostenibilidad y la noción de que las empresas debían considerar no solo sus aspectos financieros, sino también sus impactos sociales y ambientales.  4. Años 80-90(consolidación y avances): la RSC comenzó a consolidarse como un concepto clave en la gestión empresarial. Se establecieron estándares y normativas internacionales (Principios de Sullivan sobre derechos humanos y el Pacto Mundial de las Naciones Unidas). Las empresas empezaron a integrar la RSC en sus estrategias comerciales, reconociendo la importancia de la reputación corporativa y la creación de valor a largo plazo. 5. Siglo XXI (evolución y enfoque estratégico): la RSC continuó evolucionando hacia un enfoque más estratégico e integral. Las empresas adoptaron prácticas de sostenibilidad y comenzaron a medir y reportar sus impactos sociales y ambientales de manera más sistemática. La RSC se convirtió en una parte integral de la estrategia empresarial, con un enfoque en la creación de valor compartido para la empresa y la sociedad. La medición de la RSC es un proceso complejo que implica evaluar el desempeño de una empresa en relación con sus impactos sociales, ambientales y económicos. No hay una única metodología universal para medir la RSC, ya que puede variar según el tamaño, industria y características específicas de cada organización. Herramientas y enfoques comunes que se utilizan para medir y evaluar la RSC: Indicadores de rendimiento clave (KPIs): para medir su desempeño en áreas específicas de la RSC (gestión ambiental, prácticas laborales, ética empresarial, impacto en la comunidad). Estos indicadores pueden incluir métricas cuantitativas  cantidad de residuos reciclados, tasa de accidentes laborales, porcentaje de empleados capacitados en ética empresarial. Estándares y marcos de informes de sostenibilidad: para guiar su proceso de informes de sostenibilidad y medir su desempeño en materia de RSC. Estos marcos proporcionan directrices detalladas sobre qué información debe ser divulgada y cómo debe ser presentada. (Global Reporting Initiative – GRI, Principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, la ISO 26000) Índices de sostenibilidad y clasificaciones: evalúan y clasifican el desempeño de las empresas en términos de RSC. Estos índices suelen basarse en criterios específicos de sostenibilidad y RSC, y pueden ser utilizados por los inversores y otras partes interesadas para evaluar el desempeño de las empresas en estas áreas. EJ: Dow Jones Sustainability Index (DJSI), Carbon Disclosure Project (CDP), FTSE4Good Index Series. Evaluaciones de partes interesadas: las empresas pueden llevar a cabo evaluaciones periódicas de partes interesadas para recopilar retroalimentación sobre su desempeño en materia de RSC e identificar áreas de mejora. (Encuestas, entrevistas, grupos focales y otras técnicas de participación) Análisis de impacto social y ambiental: evaluar los efectos de sus operaciones en la sociedad y el medio ambiente, y para identificar oportunidades para  mejorar su desempeño en estas áreas. (Evaluaciones de ciclo de vida, análisis de riesgos ambientales y sociales, evaluaciones de impacto comunitario) La RSC puede generar valor tangible e intangible para las empresas. Puede mejorar la reputación y la imagen de marca de una empresa  aumenta la confianza de los consumidores, atrae a nuevos clientes y fortalece las relaciones con los existentes  mayores ingresos y cuotas de mercado. Adoptar prácticas sostenibles puede ayudar a las empresas a reducir costes operativos a largo plazo. Las empresas comprometidas con la RSC suelen ser más atractivas para los empleados, especialmente para las nuevas generaciones que valoran el propósito y la responsabilidad social en su trabajo. Esto puede ayudar a reducir los costes asociados con la rotación de personal y a atraer talento de alta calidad. Los inversionistas y prestamistas están cada vez más interesados en el desempeño de las empresas en materia de RSC. ACTIVO INTANGIBLE: ayuda a construir capital social ya que fortalece las relaciones con las partes interesadas (empleados, clientes, proveedores, comunidades locales y grupos de interés). Este capital social puede ser invaluable en momentos de crisis o desafíos comerciales. La adopción de prácticas sostenibles puede estimular la innovación dentro de una empresa, a través del desarrollo de nuevos productos y servicios más sostenibles o de procesos de fabricación más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. También puede ayudar a garantizar que una empresa tenga una licencia social para operar al demostrar su compromiso con el bienestar de la sociedad y el medio ambiente. Esto puede ser crucial para mantener relaciones positivas con las comunidades locales y evitar conflictos con los grupos de interés. Las empresas que integran la RSC en su estrategia empresarial suelen ser más resistentes a los riesgos sociales, ambientales y de gobernanza. Esto les permite anticipar y gestionar mejor los riesgos y adaptarse más fácilmente a un entorno empresarial cambiante.