A la costa PDF
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Universidad de Quito
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Summary
Este documento presenta un fragmento de la obra 'A la Costa'. Los diálogos exploran temas como la paciencia, la sociedad y las relaciones familiares, ofreciendo una visión de la época a través de sus personajes.
Full Transcript
# A LA COSTA tiva, hacíale echar términos más o menos enérgicos. Salvador quería calmar esa perenne excitación, repitiendo a menudo con aire convenido: -Paciencia, Luciano, paciencia... -¿Paciencia? ¿quieres que tenga paciencia? la virtud más estúpida y negativa. ¿Y he de tenerla viendo el garbo...
# A LA COSTA tiva, hacíale echar términos más o menos enérgicos. Salvador quería calmar esa perenne excitación, repitiendo a menudo con aire convenido: -Paciencia, Luciano, paciencia... -¿Paciencia? ¿quieres que tenga paciencia? la virtud más estúpida y negativa. ¿Y he de tenerla viendo el garbo de los chullalevas, el orgullo y necesidad de los jovencitos nobles, la mar de viejas beatas vagando por todas partes, y frailes, y rezos, y procesiones, y campanas? Luego la porquería de estos códigos y la majadería del viejo profesor, esa lumbrera de la jurisprudencia que más parece farol de chichería que lámpara del saber, como quieren hacerle creer los adulones. Todo esto me carga ajo! ....... y el día menos pensado me voy con la música a otra parte, por ejemplo, a sembrar papas, a ordeñar las vacas en el pegujal de mi padre. -Bueno, ¿y qué dirá tu papá? -¿Mi padre?: ha de tronar un rato, me ha de amenazar, se ha de hacer el bravo y luego se ha de amansar. ¿Acaso no lo conozco? Después se ha de alegrar de ver a su hijo trabajando y no de abogado tramposo como los que hay ahora por todas partes. -No diga disparates. ¿Y el título? ¿y la sociedad? -Valiente cosa es la sociedad nuestra. Si, ison tantos los gozos que proporciona! Picardías por todas partes. Frailes y monjas ociosos a millares; las casas reducidas a conventos; las mujeres preocupadas de lo místico y no de la olla de caldo; los hombres congregantes y unos demonios para las picardías...... -¡Qué pesimista te has hecho!, no es todo así, algo hay de malo, pero hay mucho de bueno en nuestra sociedad que es tan sencilla. -Y tú ¿qué conoces, Luisito Gonzaga que te ruborizas cuando ves una mujer u oyes un ajo? Precisamente, lo bueno que hay en la sociedad es desconocido para tí, y eso bueno son las buenas mozas que abundan en esta tierra de Mariana de Jesús. Y, a propósito, ¿hasta cuando desempeñas el papel de casto José? -Vaya, que estás ahora con el pico caliente; quien te oyera por primera vez, creería que eres un perdido, y eso no está bueno, es necesario que ya te formalices. -¿Formalices? ¡Disparate! Tengo 21 años, soy por tanto ciuda- P.1 37