Rescate Vehicular PDF
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Este documento trata sobre la seguridad en las escenas de rescate de vehículos. Explica los peligros involucrados, los principios de gestión de riesgos y las normas de seguridad para los bomberos. Describe diferentes herramientas, equipos y accesorios (HEA) que necesitan los bomberos para realizar una liberación segura de las víctimas. Incluye información sobre el equipamiento obligatorio, como el equipo de protección personal (EPP).
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La seguridad en la escena del rescate Un rescate vehicular puede requerirse en cualquier área donde operen automotores te- rrestres; incluso, en áreas de difícil acceso, ta- les como laderas y líneas férreas, entre otros. A menudo, las víctimas quedan atrapadas o prensadas entre los metales retorcid...
La seguridad en la escena del rescate Un rescate vehicular puede requerirse en cualquier área donde operen automotores te- rrestres; incluso, en áreas de difícil acceso, ta- les como laderas y líneas férreas, entre otros. A menudo, las víctimas quedan atrapadas o prensadas entre los metales retorcidos de los automotores involucrados y requieren perso- nal de rescate para realizar su liberación (se- paración o remoción de partes del vehículo). La respuesta a estos incidentes es sustancial- mente peligrosa y da lugar a muchas lesiones y muertes del personal de bomberos, debido a que se exponen al tráfico vehicular y a otras condiciones peligrosas, inherentes a estas emergencias. Los conceptos y técnicas descritas en este apartado facilitan la labor de los rescatistas, si permanecen en constante entrenamiento y cuentan con el equipo necesario. Algunos incidentes de trenes, aeronaves y maquinarias especializadas se consideran situaciones de rescate técnico; por lo tanto, están más allá del alcance de este apartado. Operaciones de liberación Una de las habilidades más importantes para el personal de rescate vehicular es la capaci- dad de reconocer peligros existentes y poten- ciales para sí mismos y para otros. El personal de rescate está entrenado y equipado para ayudar a aquellos que no pueden ayudarse a sí mismos; sin embargo, los rescatistas están dispuestos a aceptar los riesgos involucrados en las operaciones de liberación. El personal de rescate, en el lugar del siniestro, no debe precipitarse en la escena antes de que esta sea segura. Es esencial que todos los bomberos en el rescate recuerden que ellos no causaron el problema; ellos no son responsables de las víctimas que están en esa situación y por lo tanto, deben extremar las medidas de seguridad para protegerse, antes de iniciar cualquier labor de rescate o recuperación. Durante cualquier incidente, las prioridades de seguridad para los bomberos son sus compañeros de equipo presentes y las víctimas, en ese orden. Cada accidente automovilístico es único; sin embargo, presenta variables que determinan la secuencia y las acciones iniciales. Entre ellas, se pueden mencionar tipo y cantidad de vehículos involucrados, posición del vehículo, cantidad de víctimas, peligros externos, entre otras. Un componente que se debe tener siempre presente es la seguridad y esta debe pensarse como una constante universal irreemplazable. La seguridad es una operación en el rescate vehícular Las operaciones de rescate vehícular son muy complejas y difíciles, dado que los nuevos materiales que conforman los vehículos y la innovación tecnológica propician un alto riesgo al momento del rescate. Por eso, se hace necesario reforzar al máximo las operaciones seguras ya que "duplicar la seguridad no es redundar". Los riesgos más frecuentes en estas operaciones son: presencia de fuego, sustancias peligrosas, objetos cortantes, condiciones climáticas, topografía, áreas confinadas o rurales, inestabilidad y sus efectos más comunes son fatiga y estrés. ¿Qué es un vehículo seguro para la liberación? "Estado del vehículo" es la frase que describe la lista de los procedimientos que se deben seguir para que el vehículo esté listo antes de aplicar las técnicas de liberación. Estos procedimientos incluyen las siguientes acciones: Controlar y mitigar todos los peligros. Comprobar el número de pacientes e ini- ciar el triaje. Estabilizar el vehículo, calzarlo, apunta- larlo y estibarlo. Buscar accesos al interior del vehículo. Colocar al vehículo el freno de estacionamiento, abrir el portaequipaje, abrir las puertas y ventanas, mover los asientos y respaldos hacia atrás. CAPÍTULO XVI Rescate vehicular 1239 Desconectar las fuentes de alimentación. Con la batería, se desconecta el cable negativo primero, luego el positivo. En caso de tener más baterías, hacer lo mismo con ellas. Condiciones y acciones inseguras En incidentes de rescate y liberación en vehículos se presentan condiciones y acciones inseguras como las que se citan a continuación: Condición insegura Situación que implica una amenaza para la integridad física del rescatista y que posibilita que ocurra un accidente. Por ejemplo: Vehículo no estabilizado. Derrame de combustible. Fuego en el vehículo. Acción insegura Es una actuación que el bombero no debe hacer, porque es inconveniente, ilegal o injusta y que se desvía de los lineamientos o tareas aceptadas como correctas para su protección, ya sea que estén escritas o brindadas en forma de instrucción verbal por parte del CI. Por ejemplo: No estabilizar el vehículo de forma segura. No usar el equipo de protección personal adecuado. Principios de gestión de riesgos En un incidente de rescate deben tomarse en cuenta principios como los que a continuación se describen: Las actividades que presentan un riesgo significativo para la seguridad de la dotación se limitan a situaciones en las que hay un potencial para salvar vidas en peligro. Se deben reconocer los riesgos inherentes para la seguridad de los bomberos en aquellas actividades que se lleven a cabo para proteger propiedades y se tomarán acciones para reducir o evitar estos riesgos. Cuando no existe la posibilidad de salvar vidas o propiedades, los rescatistas no deben arriesgar su seguridad. Normas de seguridad Es muy importante leer y entender el manual de operación de las HEA antes de ponerlas en funcionamiento y antes de ser usadas en una emergencia. Todo el personal debe estar entrenado en las capacidades y limitaciones de cada prenda o equipo de protección. Los bomberos también deben estar capacitados para realizar una inspección adecuada y brindarle mantenimiento a la vestimenta de protección personal y equipo puesto a su disposición. Para ser eficaz, la vestimenta de protección personal y equipos deben ser usados adecuadamente (EPP y HEA). Cuando se realizan operaciones de emergencia o ejercicios de entrenamiento se debe: Utilizar siempre el equipo de protección personal normado y autorizado por la institución, según la emergencia que se atienda. Cuando sea necesario, un aparato de respiración autocontenido (ARAC) debe estar disponible para ser usado por los bomberos durante los incidentes de rescate. Evaluar de forma general, observar potenciales peligros y asegurar el área. Establecer perímetros y zonas de seguridad y trabajo que sean fáciles de identificar por los bomberos y los civiles. Establecer una zona de evacuación o área de seguridad; asegurarse de que todos los bomberos la conozcan. Es importante contar con información del incidente, previo a la llegada, sobre la respuesta de atención médica, forma de traslado y recepción en el hospital. Cuando se opere un equipo neumático o eléctrico, nunca ubicarse entre este equipo y el vehículo; esto puede provocar lesiones al bombero. Las mangueras neumáticas o hidráulicas pueden dañarse (cortes, abrasión, quiebres, quemaduras, contaminación química, etc.); por eso, es importante hacer un uso cuidadoso de ellas. 1240 MANUAL DE COMPETENCIAS ESENCIALES PARA BOMBEROS CENTROAMERICANOS Figura 16.13. Establecimiento de un área para ubicar las HEA. Fuente: Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica. Las mangueras defectuosas nunca deben utilizarse y deben ser retiradas inmediatamente de servicio. No proteger las mangueras con protectores que impidan su inspección. No utilizar las mangueras neumáticas o hidráulicas para cargar o mover los equipos o la planta de poder. Nunca colocar ningún objeto sobre las mangueras hidráulicas. Algunos componentes de los vehículos pueden ser proyectados al ser cortados o separados. Se debe prestar mucha atención a esto, y es importante controlar estas operaciones. Las HEA que no se estén utilizando, deberán colocarse en la zona designada y en una posición segura (ver figura 16.13). Además, deberán ser transportadas y operadas utilizando los puntos de agarre diseñados y designados por el fabricante para tal fin. Seguridad personal Para llevar a cabo con seguridad la liberación de víctimas en vehículos y operar las HEA requeridas, los bomberos deben tener EPP adecuado para los riesgos que se enfrentarán. Todo el personal de rescate involucrado en la emergencia deberá utilizar el equipo de protección personal. A continuación se detalla el EPP que se recomienda, como mínimo, para garantizar la seguridad y protección del personal durante un rescate vehicular: Casco. Protección visual (gafas de seguridad). Guantes. Vestimenta de protección (EPP). Botas de seguridad. Protección respiratoria. CAPÍTULO XVI Rescate vehicular 1241 Al cortar los vidrios o cierta clase de materiales, se desprenden partículas muy finas que puedan ser peligrosas si son inhaladas. Se recomienda el uso de una máscara de filtro o cubre bocas, para proteger las vías aéreas. Acción a seguir ante la presencia de materiales peligrosos Los materiales peligrosos (MATPEL) son sólidos, líquidos o gases que tienen la propiedad de provocar daño a las personas, a los bienes y al medio ambiente. Si, al llegar a la escena, se sospecha que puede haber un incidente con materiales peligrosos, se debe: Utilizar la Guía de Respuestas a Emergencias (GRE). Para más informa- ción refiérase al capítulo X Incidentes con materiales peligrosos / ADM. Herramientas, equipos y accesorios en rescate Algunas herramientas, equipos y accesorios (HEA) de liberación se han mantenido prácti- camente sin cambios desde su introducción. Sin embargo, como en cualquier otro campo de la tecnología de rescate, muchas han se- guido evolucionando. El equipo de protección personal (EPP) y un número de herramientas de mano y equipos eléctricos tradicionales se han mejorado y se han introducido otros nuevos en los últimos años. Del mismo modo, los equipos auxiliares, tales como generado- res, reflectores, y compresores de aire que te- nían que ser añadidos a los vehículos de res- cate en el pasado, ahora son equipo estándar en la mayoría de los vehículos nuevos. Esta sección trata sobre las HEA que nece- sitan los bomberos, con el fin de realizar una liberación segura. Se examinarán diversos tipos de HEA de combustión, hidráulicas y manuales, utilizadas en incidentes de liberación. Por último, los controles operacionales y Importante "El equipo de protección personal del bombero estructural, cumple para la atención de emergencias de rescate vehícular" de mantenimiento de rutina se describen, de manera general, con la intención de mantener un estándar, Sin embargo, el bombero deberá enfocarse en las directrices y normativas de su institución, así como en las recomendacio- nes del fabricante. Un accidente vehicular involucra una canti- dad considerable de variables, tales como velocidad, cantidad de ocupantes, tipos de materiales de construcción de los vehículos, tecnologías, dimensiones, estas obligan al personal de bomberos a utilizar HEA especializadas para poder lograr una liberación oportuna, rápida y segura de las víctimas. Es por ello que se desarrolla la presente sección, para poder brindar a los bomberos una comprensión más amplia del uso y mantenimiento de las mismas. HEA especiales para el vehículo de rescate Dependiendo de la topografía del lugar del incidente, la disponibilidad y la capacidad de los bomberos especializados cerca del área, muchas organizaciones de respuesta requieren HEA especiales para ser incorporadas en sus vehículos de rescate. La naturaleza del área de respuesta determinará la necesidad de un vehículo especializado. La probabilidad de lluvia y la topografía, entre otros, pueden hacer necesario que las unidades de rescate requieran estar equipadas con tracción en todas las ruedas. El sistema de tracción permite un funcionamiento más seguro del vehículo y es más fiable en condiciones extremas. Las zonas montañosas, grandes y superficies de cultivo son otros ejemplos de áreas en las que la capacidad del vehículo todo terreno puede ser necesaria. Algunas de las HEA más comunes incluyen las siguientes: Cabestrante montado en vehículos. Brazos para poleas y estructuras en A. Equipo de separación, corte y levantamiento. Estabilizadores. Sistemas de suministro de aire. 1242 MANUAL DE COMPETENCIAS ESENCIALES PARA BOMBEROS CENTROAMERICANOS Herramientas. Equipos eléctricos. Malacate o cabestrante montado en el vehículo (Winch) Muchos vehículos de rescate, especialmente aquellos que están diseñados como vehículos de uso múltiple, están equipados con un malacate. Este utiliza un cable enrollado en un tambor giratorio (cabestrante), que está configurado para dar la máxima potencia a la tracción. Los cabestrantes pueden ser alimentados por el motor de la unidad o por un motor eléctrico. La mayoría de los instalados en vehículos funcionan con controles situados junto a él o de forma remota, por medio de un cable eléctrico largo. Los mandos a distancia le facilitan al operador una mejor visión de la maniobra y, más importante aún, le permiten permanecer fuera de la zona del entorno de peligro. La zona de peligro del malacate es un círculo alrededor de este, con un radio igual a la longitud del cable o cadena entre el dispositivo y la carga. Permanecer fuera de este círculo protege al bombero que manipula este dispositivo, en caso de que el cable o la cadena se rompan. La capacidad nominal de estos dispositivos varía; sin embargo, los bomberos deben conocer las capacidades de este equipo, según las especificaciones del fabricante. El malacate está en su capacidad máxima cuando la primera capa de cable está todavía en el tambor. Un malacate montado en un vehículo nunca debe ser usado en un intento de mover cualquier objeto que está más allá de su capacidad nominal. Debe colocarse lo más cerca posible de la carga, con el fin de limitar la longitud del cable o de la cadena entre esta y el malacate. Esta distancia mínima reduce el tamaño de la zona de peligro y, por lo tanto, disminuye las posibilidades de una cadena rota o de que el cable alcance al bombero o a cualquier otra persona. Al igual que todas las demás HEA de liberación, los malacates deben ser inspeccionados periódicamente y después de cada uso, para asegurarse de que estén en buenas condiciones de funcionamiento. Se debe inspeccionar el cable o cadena por desgaste o daño y utilizar el pro- grama de mantenimiento preventivo recomen- dado por el fabricante. Brazos para poleas y estructuras en A (bípodes) Brazos, postes y armazones son equipos que pueden estar adheridos a la parte delantera, parte posterior o lateral de un vehículo de emergencias para la elevación vertical de cargas. Algunos de estos dispositivos tienen capacidad superior a 2721 kg / 6000 lbs de elevación. El brazo para poleas tiene una polea en el extremo que se utiliza, en conjunto con un cabestrante montado en el vehículo, cuando la capacidad de elevación es necesaria. Las estructuras en A consisten en dos brazos conectados a cierta distancia sobre el vehículo, formando la letra A. Estos no están diseñados para soportar cargas laterales. Cuando se utiliza este tipo de brazos, es importante no exceder el peso máximo que soporta el chasis del vehículo. Exceder ese peso puede resultar en daños a los ejes o al chasis. Estabilizadores La estabilización es uno de los primeros pasos en el proceso de liberación en vehículos. Como se mencionó anteriormente, cualquier movimiento brusco e inesperado, cuando los bomberos y los pacientes están en el interior del automotor, puede ser peligroso o incluso mortal. Por lo tanto, los bomberos deben saber cómo utilizar los recursos disponibles en el lugar para estabilizar rápidamente, pero con seguridad, al vehículo. A continuación se describen los medios más utilizados para estabilizar vehículos. Bloques de madera: son piezas de madera de 100 mm x 100 mm y una longitud de 450 ó 550 mm. Los extremos de las piezas pueden ser pintados de diferentes colores, según su longitud, para facilitar su identificación. Las otras superficies de la pieza deben estar libres de cualquier pintura o acabado, debido a que puede hacerla resbaladiza, especialmente cuando está mojada. Los bloques pueden tener un agujero en un extremo y un cable o abrazadera atado en este, a través del orificio, para formar un asa. Cada bloque se puede apilar en un compartimiento con sus asas hacia afuera para facilitar el acceso o puede ser almacenado en una caja plástica. La madera es el material que se ha utilizado en la fabricación de estos bloques, también se fabrican en plástico y acero. Cada tipo tiene sus ventajas y desventajas, CAPÍTULO XVI Rescate vehicular 1243 Figura 16.14. Caja para estabilización. Fuente: Federación de Cuerpos de Bomberos de Nicaragua. así como ciertas capacidades y limitaciones. La fi gura 16.14 muestra la confi guración de una caja realizada con bloques de madera. Otra aplicación común de los bloques es la construcción de cuñas, que consiste en la formación de una base para colocar una bolsa de elevación neumática. En esta aplicación, el nivel superior de apuntalamiento debe ser sólido; es decir, con varias piezas puestas de lado a lado, de modo que no exista abertura en el centro. La fi gura 16.15 muestra la confi - guración de una cuña o caja sólida y su colocación para soportar y aumentar la altura de la colocación de las bolsas neumáticas. Figura 16.15. Cuna o caja sólida. Fuente: Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá. Calzas y cuñas: Se elaboran de madera con bloques de 100 mm x 100 mm y una longitud de 300 ó 450 mm. Las cuñas se utilizan para complementar el apuntalamiento en la estabilización vehicular. Los bloques se cortan en diagonal para formar dos cuñas. La aplicación habitual de las cuñas es trabajarlas en parejas con la intención de apretar el apuntalamiento. Las calzas son esencialmente de la misma forma que las cuñas, pero pueden ser más cortas, de tal forma que sirvan para bloquear las ruedas del vehículo y queden ajustadas al ángulo que se produce entre la llanta y el suelo. La fi gura 16.16 muestra las calzas y cuñas de madera más utilizadas por los bomberos. Figura 16.16. Calzas o cuñas. Fuente: Federación de Cuerpo de Bomberos de Nicaragua. Además, se utilizan cuñas para ocupar espacio entre el apuntalamiento y el objeto que está siendo apoyado. Una pila de apuntalamiento rara vez llena completamente el espacio entre la base y la parte inferior del vehículo que ha de estabilizarse, pero es importante que el apuntalamiento encaje fi rmemente en la apertura, para evitar cualquier movimiento del vehículo. Por lo tanto, el espacio entre la parte superior de la cuña y el vehículo debe llenarse con cuñas. Las cuñas son insertadas con una mandarria hasta lograr que ajusten. Calzas escalonadas: Se llaman así por la serie de escalones que se forman cuando se fabrican superponiendo bloques, cada uno más corto que el inferior, para luego unirlos permanentemente (ver fi gura 16.17). Algunas calzas escalonadas están hechas de plástico reciclado, otras son de madera. Se recomienda probar estos dispositivos bajo condiciones controladas, que permitan identifi car las capacidades y limitaciones de cada una. Después de las pruebas, se deben desarrollar procedimientos para su aplicación segura y efi caz. Las calzas escalonadas de plástico tienen la ventaja de ser impermeables a gasolina, diesel, aceite y otros líquidos que la madera tiende a absorber. Asimismo, no se producen astillas como con las de madera. Sin embargo, al 1244 MANUAL DE COMPETENCIAS ESENCIALES PARA BOMBEROS CENTROAMERICANOS Figura 16.17. Calza escalonada. Fuente: Federación de Cuerpos de Bomberos de Nicaragua. igual que las calzas escalonadas de madera, las de plástico tienen ciertas desventajas y limitaciones. Es posible que sean resbaladizas y lleguen a mostrar desgaste debido al uso. Puntales y riostras: Los puntales se emplean cuando la abertura entre el suelo y el vehículo es demasiado grande como para colocar una caja y calzas. Son piezas tubulares fabricadas en metal, ajustables y de diferentes longitudes. Algunas consisten en un tubo cuadrado unido a una placa base, para distribuir la carga y proporcionar una base más segura. Algunos puntales pueden ser telescópicos y contener tubos con una serie de orificios, a lo largo de ambos lados, que permiten que un pasador se inserte para mantener la longitud deseada. Algunos bomberos innovadores han fabricado sus propias versiones en madera o materiales compuestos. Estos dispositivos pueden ser extremadamente eficaces cuando se aplican a la situación correcta. Sin embargo, como con cualquier otra herramienta o equipo, hay condiciones que no se prestan para su uso y las cajas o las calzas escalonadas pueden funcionar mejor. Cada situación de liberación individual dictará el tipo de apuntalamiento a usar. Por otra parte, una riostra es una pieza que se coloca oblicuamente entre dos punta- les, para asegurar que no se deformen. Cadenas: Solo las cadenas de aleación de acero deben utilizarse en el proceso de libe- ración en vehículos, porque son fuertes y alta- mente resistentes a la abrasión y degradación química. La mejor cadena para las labores de rescate es grado 80, también conocida como el grado 8 o grado T. Esta puede ser identificada por el 8 o la T en relieve, en los eslabones a intervalos regulares. El diámetro del eslabón debe ser, como mínimo, de 3/8 plg. (10 mm), para maniobras de liberación. Para cualquier operación, es importante que coincida la resistencia nominal de la cadena con los equipos que se utilizan y el trabajo que se está realizando. Las cadenas deben ser inspeccionadas eslabón por eslabón, en busca de signos de desgaste o daño, durante la revisión diaria en cada turno de trabajo. Se debe llevar un registro de uso de las HEA empleadas en los sistemas, con la intención de proveer un historial de cada una de ellas. Los ganchos y los accesorios deben estar hechos del mismo material que el resto de la cadena. Todas las cadenas deben tener una etiqueta pegada que contenga el peso de la carga segura a soportar, estampado o impreso en ella. Los ganchos y otros accesorios deben tener, por lo menos, la misma calificación de fortaleza; si no, más que el resto de la cadena. En adición, las siguientes reglas de seguridad deben ser observadas, cuando se utiliza la cadena: No aplicar tensión a una cadena retorcida. Todos los enlaces deben estar rectos. No arrastrar una carga con otra cadena, cuando esté por debajo de la carga. No realizar nudos en la cadena con la intención de acortarla. No conectar los ganchos de la cadena en otro objeto que no sea la propia cadena. No soldar los eslabones de la cadena ni exponerla al calor excesivo. No utilizar accesorios de cadenas (ganchos, pernos, enlaces, etc.) de menor resistencia que la cadena. No exceder la capacidad segura de trabajo de la cadena. CAPÍTULO XVI Rescate vehicular 1245 No utilizar cadenas desgastadas o dañadas. No fatigar la cadena al permitirle sostener el impacto que genera una carga al caer. No intentar acoplar dos cadenas median- te la colocación de un perno a través de dos eslabones. Cinta plana convencional: Se hace de los mis- mos materiales usados en cuerdas sintéticas, por lo que se aplican las mismas precauciones y procedimientos de mantenimiento. El tamaño de la cinta varía con el uso previsto, pero las cintas más utilizadas para levantar y tirar en operaciones son de aproximadamente 50 mm de ancho. Los requisitos de resisten- cia para las cintas son los mismos que para la cadena. Herramientas Una amplia variedad de herramientas de mano se utilizan en las operaciones de liberación en vehículos y maquinaria. La mayoría de estas herramientas son iguales a las que se usan para la extinción de incendios estructurales y otros trabajos de emergencia. Seguidamente, se describen algunas herramientas de mano que utilizan los equipos de rescate: Herramientas de golpe. Herramientas de palanca. Herramientas de corte. Herramientas de golpe Las herramientas más comunes y básicas para golpear son manuales. Esta categoría incluye: hacha plana, ariete, martillo, barras, mandarria (mazo), pico y Halligan tool. Estas pueden ser peligrosas y causar graves lesio- nes de aplastamiento o laceración si se utili- zan de forma inadecuada. A alta velocidad, se pueden desprender virutas y astillas que son capaces de perforar la piel y los ojos. Con el fin de evitar lesiones, hay que tomar las siguientes precauciones: Usar el EPP. Manipular las herramientas de forma segura. Asegurarse de que los cabezales estén bien sujetos. Mantener la superficie del cabezal libre de virutas y rebabas. Mantener limpias y afiladas las hojas de las hachas, según esté previsto (ver figura 16.18). Utilizar movimientos cortos y rápidos. Figura 16.18. Tipos de hachas usadas por los bomberos como herramientas de golpe entre otros usos. Fuente: http://www.nuplacorp.com/wp-content/plugins/wp-easycart-data/ products/pics1/FireAxes-Ergo\_3d4c404eef1db982af47172a86333efc.jpg Herramientas de palanca Estas proporcionan una ventaja mecánica. Esto significa que el uso de una herramien- ta de palanca adecuada puede multiplicar la fuerza aplicada. Se utilizan para abrir espa- cio en puertas, ventanas, techos, compuerta del maletero y para levantar vehículos u otros objetos pesados. Las siguientes son ejemplos de herramientas de palanca: Halligan tool, pata de cabra, pry axe y barra. Las herramien- tas de palanca son excelentes para la amplia- ción de una pequeña abertura y, así, poder penetrar herramientas más grandes. Cuando se usan correctamente son más se- guras que las herramientas para golpear, de- bido a la ausencia de movimiento balístico. Sin embargo, las herramientas de palanca pueden ser tan peligrosas como cualquier otro tipo, si se utilizan de forma incorrecta. Si una herramienta de palanca es inadecuada para una aplicación particular, debe ser utilizada una más grande u otro tipo. 1246 MANUAL DE COMPETENCIAS ESENCIALES PARA BOMBEROS CENTROAMERICANOS Herramientas de corte Las herramientas de corte son las más diversas de los grupos de equipo manual. Algunas están diseñadas para cortar solo determinados tipos de materiales. El mal uso se produce cuando se corta material con una herramienta que no fue diseñada para él, lo cual puede destruirla y poner en peligro al operador, (ver figura 16.19). Figura 16.19. Herramientas de corte. Fuente: Federación de Cuerpos de Bomberos de Nicaragua. Para asegurar la eficiencia de corte máxima de estas herramientas, debe evitarse la co- rrosión y se deben tomar las precauciones siguientes: Mantener el filo libre de pintura y cubierto con una capa delgada de aceite grado li- gero. Mantener la hoja afilada, pero con filo no tan agudo como para que se rompa, agriete, astille o deforme cuando se utili- za. Mantener la herramienta según los proto- colos de su institución. Estas herramientas de corte manual se pue- den dividir en los siguientes cuatro grupos: Herramientas para talar o picar: hacha plana, pico y pry axe. Herramientas de cortar tipo tijeras o re- cortes: alicate y alicate de electricista, (ver figura 16.20). Sierras de mano: segueta, serrucho y cor- ta parabrisas. Cuchillos: machete, cuchilla y corta cinturón. Figura 16.20. Se muestran algunos alicates más comunes usados por los bomberos. Fuente: Cuerpo de Bomberos de El Salvador. Figura 16.21. Muestra varias herramientas comerciales utilizadas para quebrar vidrios. Fuente: Federación de Cuerpos de Bomberos de Nicaragua Herramientas especializadas Algunas de las herramientas empleadas en la liberación son tan especializadas que solo son para tareas específicas como: punzones y martillos para quebrar vidrio, (ver figura 16.21). CAPÍTULO XVI Rescate vehicular 1247 Punzones de marcar Hay dos tipos básicos de punzones de marcar: cincel de punta y punzón accionado por un resorte. Martillo para quebrar vidrio Es un martillo de mango plástico, con una cabeza puntiaguda de metal. Equipos de elevación Con excepción de las bolsas de elevación neumática, las principales herramientas de elevación son los gatos hidráulicos y de tornillo. Existen varios tipos no hidráulicos y se consideran herramientas de mano, ya que no funcionan con energía hidráulica, aunque son eficaces para sus tareas destinadas, no tienen la misma fuerza motriz, (ver figura 16.22). Gato de tornillo Son dispositivos mecánicos que pueden le- vantar o bajar cargas con solo girar un eje roscado, lo que los hace fáciles de operar. Es importante verificar su desgaste después de cada uso. Además, deben mantenerse lim- pios y lubricados, sobre todo el eje roscado. Las placas de pie o base también deben ser revisadas, en busca de desgaste o daños. El gato de tornillo es una excelente herra- mienta para la estabilización de cargas, pero se considera poco práctico para la elevación. Gato plegado El gato plegado, también conocido como un gato de tijera, se compone de una placa superior y otra inferior, separadas por palancas que se juntan o se empujan aparte, por la acción de un eje roscado. La principal ventaja del gato plegable es que cuando el vehículo ha colapsado completamente, encajan en espacios de 100 mm a 150 mm (4 a 6 plg.). Los conectores plegables no siempre son estables bajo carga y, por lo tanto, se consideran seguros solo para cargas ligeras. Gato de palanca o gato carrilero Consiste en un eje metálico vertical con muescas o dientes de engranaje a lo largo de un lado. Un carro móvil de elevación se ajusta alrededor del eje y tiene dos trinquetes (garfios) en el lado dentado. Un trinquete mantiene el carro en posición, mientras que, el otro, trabaja con una palanca para mover el carro hacia arriba o hacia abajo. Herramientas comunes Cuando se trabaja muy cerca de un paciente atrapado o prensado, lo mejor es realizar un procedimiento de desmontar una parte del ve- hículo en lugar de utilizar una sierra eléctrica o herramienta similar para cortar. El proceso de desmontaje elimina el ruido, la vibración y las chispas que producen los equipos de corte eléctrico o de combustión. Los bomberos deben contar en sus vehículos de rescate con un conjunto básico de herramientas de mecánico tradicional, principalmente enchufes y extensiones eléctricas, llaves inglesas, alicates, desarmadores, entre otras. Dichas herramientas deben ser en diferentes medidas, tanto métricas como estándar, (ver figura 16.23). Figura 16.22. Muestra el uso del gato en los procesos de elevación, así como la base usada para brindar seguridad a esta elevación. Fuente: Cuerpo de Bomberos de El Salvador. Figura 16.23. Identifica las herramientas más usadas por los mecánicos y que los bomberos también pueden tener en sus vehículos. Fuente: Federación de Cuerpos de Bomberos de Nicaragua. 1248 MANUAL DE COMPETENCIAS ESENCIALES PARA BOMBEROS CENTROAMERICANOS Cinceles martillos/neumáticos Los cinceles neumáticos, también llamados cinceles de aire, martillos de aire o martillos de impacto, están diseñados para funcionar a presiones de aire entre 90 y 150 psi (700 kPa y 1050 kPa). Otros equipos operan hasta 300 psi (100 kPa) o deben funcionar a la presión de trabajo recomendada por el fabricante. En funcionamiento normal, utilizan alrededor de 4 a 5 pies³ de aire por minuto. Los cinceles de aire son eficaces para la liberación, cortando a través de los techos, postes de soporte de techo o marcos de las puertas, pasadores, tornillos de seguridad y conjuntos de cierre de puerta. Son buenos para cortar estructuras de mediano y gran espesor de metal. También, son utilizados para reventar y cortar remaches y pernos. Sin embargo, el corte de acero de calibre pesado u otros metales requiere suministro de aire más grande y presiones más altas. Una variedad de brocas tipo cincel está disponible para adaptarse a muchas situaciones de remoción y corte de metal durante los procesos de liberación en un vehículo. Bolsas neumáticas Se trata de equipos de elevación que permiten levantar, separar o desplazar objetos que no se pueden levantar con equipos convencionales. Las bolsas neumáticas de elevación tienen una amplia variedad de aplicaciones en las operaciones de liberación vehicular. Se pueden insertar en las aberturas que son demasiado pequeñas para otros equipos de elevación y son relativamente rápidas y fáciles de usar. Sin embargo, su uso no está exento de riesgos. Para minimizar peligros con estos dispositivos, los bomberos deben observar y mantener las siguientes reglas de seguridad: Planificar la operación antes de comenzar el trabajo. Estar completamente familiarizados con el equipo, sus principios de funcionamiento, capacidades y limitaciones. Consultar el manual del operador y seguir las recomendaciones para el sistema es- pecífico utilizado. Mantener todos los componentes en buen estado de funcionamiento y todos los sellos de seguridad en su lugar. Tener un suministro de aire adecuado y suficientes bloques de apuntalamiento disponibles, antes del inicio de las operaciones. Colocar las bolsas sobre o contra una superficie sólida y libre de objetos cortantes. No inflar las bolsas contra objetos cortantes. No inflar las bolsas totalmente, a menos que estén bajo carga. Inflar las bolsas lentamente y monitorear de forma continua por cualquier cambio. Nunca trabajar bajo una carga soportada únicamente por el levantamiento de las bolsas. Apuntalar la carga para soportarla, en caso de fallo de la bolsa. Interrumpir el proceso, con frecuencia, para aumentar el entarimado (levantar una pulgada y calzar una pulgada). No exponer la bolsa a superficies calientes, según especificaciones del fabricante. Aislar las bolsas con un material no inflamable. Las bolsas deben ser retiradas de servicio si se ve alguna evidencia de daño por calor. No apilar más de dos bolsas; al hacerlo, centrarlas, con la más pequeña en la parte superior e inflar la bolsa inferior primero (1/2 a 2/3 lleno). Luego, inflar la bolsa superior. Si se necesita más elevación, aumentar la altura de la superficie donde se colocará la bolsa. Cuando se apilen dos bolsas, solo se podrá levantar la capacidad de la bolsa de menor potencia. Hay tres tipos básicos de bolsas de levantamiento: alta presión, media presión y baja presión. CAPÍTULO XVI Rescate vehicular 1249 Equipos eléctricos Además de los equipos de iluminación eléctrica, hay una variedad de equipos de accionamiento eléctrico que se utilizan en la liberación vehicular. Estos incluyen separadores, sierras, cortadoras y llaves de dado o cubo accionadas eléctricamente. Estas herramientas pueden ser alimentadas por batería, corriente o ambos. Equipo hidráulico accionado por planta de poder Este equipo permite una gran gama de usos debido a que tiene mayor velocidad y poder; por eso, se convierte en uno de los principales dispositivos utilizados en la mayoría de situaciones de liberación vehicular. Este equipo recibe su energía de fluido hidráulico a presión, suministrado a través de mangueras, desde una bomba en una planta de poder comúnmente conocida como la unidad de potencia. Cualquiera de estas unidades de potencia puede ser portátil o puede ser instalada de manera permanente en un vehículo para ser conectada a un carrete de manguera. Los equipos más comunes que se utilizan en li- beración en vehículos son: cortadora, separador, cilindro de extensión hidráulico, equipos combinados o multiuso y cilindros neumáticos, (ver figura 16.24). Figura 16.24. Presenta la planta de poder, separador, cortador y extensión del equipo hidráulico. Fuente: Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá. Cortadora Utilizada para realizar cortes en los compo- nentes estructurales de los vehículos, retirar partes de estos y realizar cortes de alivio, con la finalidad de debilitar la estructura para su desplazamiento. La cortadora puede ser en- contrada con otros nombres, como cizalla hi- dráulica, y está disponible para cortar postes de soporte de techo y otros objetos. Una cortadora es capaz de cortar casi cual- quier objeto (metal, plástico, madera) que se ajuste entre sus hojas, aunque algunos mode- los no pueden cortar el acero o acero de alta resistencia y baja aleación (HSLA). Los mate- riales que no pueden cortarse, a menudo, se encuentran en los posibles puntos de impacto y en las esquinas del compartimento, sitios de corte para las operaciones principales de liberación vehicular. Una cortadora puede de- sarrollar 101,52 psi (700 kPa) en fuerza de corte y tiene un máximo de apertura de hasta aproximadamente 228,6 mm (9 plg.). Sin em- bargo, en el mercado se pueden encontrar cortadoras de mayor capacidad. Una cortadora posee una variedad de componentes tales como: Mangueras con acoples. Control de operación. Manija de sujeción. Cortadora. Cuchillas. Las cuchillas están elaboradas de diversas formas, con la finalidad de que se adapten a las diferentes estructuras vehiculares y de los materiales que las conforman. Separador Es un equipo muy versátil en las labores de rescate, ya que puede desarrollar tres funciones: separar, comprimir y halar. Los separadores hidráulicos fueron las primeras herramientas hidráulicas disponibles para liberación de víctimas en vehículos. Estas son útiles para una variedad de operaciones que implican empujar o halar. Dependiendo de la marca y el modelo, algunas herramientas pueden producir más de 49 747.94 psi (343 000 kPa) de fuerza y, actualmente, superan las 200 000 psi. Las puntas de algunas herramientas pueden extenderse hasta 60 cm o más. 1250 MANUAL DE COMPETENCIAS ESENCIALES PARA BOMBEROS CENTROAMERICANOS Entre sus componentes tenemos: Mangueras con acoples. Control de operación. Manija de sujeción. Brazos. Puntas. Equipos combinados o multiuso En un alto porcentaje de los accidentes automovilísticos, los trabajos de liberación de las víctimas pueden ser logrados por equipos de menor capacidad, más ligeros y que realizan tanto las funciones de la cortadora como del separador, como es el caso de los equipos combinados o multiuso. Sus accesorios incluyen: Mangueras con acoples. Control de operación. Manija de sujeción. Cuchillas. Puntas. Cilindros o extensión hidráulica Gracias a su movimiento rectilíneo, le permiten al bombero el desplazamiento considerable de componentes del vehículo para su separación, levantamiento o estabilización. Pueden ser accionados por una fuente hidráulica o neumática. Así mismo, están diseñadas para las operaciones de expansión recta, aunque son eficaces halando. Son útiles cuando es necesario empujar los objetos más allá de la distancia máxima de apertura de los espaciadores hidráulicos. En el mercado se encuentran cilindros que pueden extenderse desde una longitud cerrada de 914 mm (36 plg.) y a una longitud extendida de cerca de 1600 mm (63 plg.). Se abren con una fuerza de empuje superior a 48 732 psi. (336 kPa). En algunos modelos, la fuerza de cierre es aproximadamente la mitad de la fuerza de apertura. Las extensiones hidráulicas telescópicas también están disponibles, con longitudes de retraída de tan solo 304 mm (12 plg.), algunas extensiones telescópicas se extenderán a más de 1270 mm (50 plg.). A diferencia de las extensiones hidráulicas convencionales, no pueden ser utilizadas para halar. Dependiendo de la casa fabricante, los cilindros hidráulicos son diseñados de tres formas: La primera y la más común, son los que presentan un émbolo en un solo extremo, conocidos como cilindros sencillos. El segundo diseño se caracteriza por poseer dos émbolos, uno en cada extre- mo, los cuales se despliegan de manera simultánea, llamados cilindros dobles; o presentan ambos émbolos en uno solo extremo, llamados cilindros telescópicos dobles. El tercer tipo se caracteriza por poseer tres émbolos ubicados en el mismo extremo, los cuales se desplazan en igual sentido; son llamados cilindros telescópicos triples. En la mayoría de sus diseños, presentan cuerpos más pequeños que los hacen muy útiles, ya que pueden ser co- locados en espacios reducidos. Cilindros neumáticos Son el tipo de cilindros que normalmente se utilizan por su compatibilidad con los otros equipos de rescate, en cuanto al uso de una fuente hidráulica. De igual forma, poseen ac- cesorios tales como: Mangueras con acoples. Control de operación. Cilindros. Émbolos. Bases del cilindro. Algunos cilindros poseen componentes adi- cionales: Manija de sujeción. Puntas para tracción. CAPÍTULO XVI Rescate vehicular 1251 hidráulico. Son de gran utilidad para trabajar en lugares de muy difícil acceso, tales como precipicios, zonas boscosas, estructuras colapsadas, entre otros. Equipo combinado separador/cortador: varios fabricantes de equipos de liberación hidráulica ofrecen un equipo de corte y separador combinados. Este consiste en dos brazos equipados con puntas separadoras, que se pueden utilizar para tirar o empujar. El interior de los brazos contiene cuchillas de corte similares a los descritos anteriormente. Estos equipos son excelentes para uso en vehículos pequeños de respuesta inicial o en áreas donde los recursos limitados impiden la compra de equipos más grandes o más costosos. Accesorios para los equipos de rescate y para el soporte operacional Para las operaciones de rescate se requieren accesorios como los siguientes: mangueras, aceite hidráulico, cadenas y cobertores de bordes. Mangueras: las mangueras para equipos hidráulicos son fabricadas con gran variedad de diseños y materiales. Estas deben cumplir con diferentes normas y estándares que garanticen la seguridad, con un factor de por los menos 4:1. Esto significa que el fabricante garantiza que fallen cuando han superado cuatro veces la fuerza para la que fueron diseñadas. Se disponen en diferentes longitudes, desde 5, 10, 15 ó 30 m o en carretes de 20 ó 30 m. Es importante mencionar que la mayoría de fabricantes recomiendan que las mangueras sometidas a trabajo promedio deban ser remplazadas cada ocho años. Además, estas entidades señalan que, después de los tres años de uso, Las mangueras deben ser reparadas únicamente por el servicio técnico autorizado. Aceite hidráulico: los fabricantes de equipos hidráulicos para rescate y liberación especifi- can, en sus manuales, el tipo y las caracterís- ticas del aceite que debe ser usado. Cadenas: usadas para realizar tracción, prinBombas hidráulicas Por su gran variedad y para facilitar su compresión, se clasifican en dos grandes grupos: las manuales y las de combustión interna o eléctricas. Bombas manuales: se disponen en los sistemas de emergencia como respaldo, con la finalidad de poder garantizar el éxito de la operación, ya que estas pueden trabajar en ausencia de fuentes de energía, en cualquier posición y en lugares de acceso limitado para los grupos de rescate. Sus principales componentes y accesorios son: Palanca. Bomba. Base. Acoples. Bombas de combustión interna o eléctrica: estas son accionadas por un motor de combustión interna, o bien, por uno de electricidad, el cual dota a la bomba hidráulica de energía suficiente para presurizar el aceite. Los pistones toman el aceite del cárter y lo envían al distribuidor. Dependiendo del tipo de bomba, podrán disponerse uno o más equipos al mismo tiempo, los cuales podrán ser operados de manera simultánea o alternada. Entre sus componentes están: Motor eléctrico o de combustión interna. Bomba. Llave de paso. Llave de selección. Acoples. Mecanismo de encendido y apagado. Mecanismo regulador de velocidad. Manijas de sujeción. Equipos autónomos Son equipos que se valen de energía eléctrica proveniente de una batería recargable o de un mecanismo manual para presurizar el sistema 1252 MANUAL DE COMPETENCIAS ESENCIALES PARA BOMBEROS CENTROAMERICANOS cipalmente en los vehículos pesados, pero su uso es cada vez menor. Sin embargo, son un buen recurso para sujetar, sostener o anclar un objeto inestable o con posibilidades de caerse. Se recomienda contar con cadenas de diferentes longitudes (de 2 a 4 m en promedio), dependiendo del fabricante. Es muy importante tener presente durante la operación de los equipos con cadenas, que estas almacenan gran cantidad de energía en reposo. Si esta energía es liberada accidentalmente, sin control y en forma repentina pueden generar lesiones considerables al bombero, a la víctima y a los curiosos en la escena. Cobertores de bordes: la seguridad de las víctimas y de los rescatistas es siempre la primera prioridad. Por ello, en las labores de liberación se deben cubrir, ocultar o retirar todos aquellos elementos capaces de generar algún grado de lesión a las víctimas o a los bomberos involucrados en el incidente. Parte de lo anterior se puede lograr haciendo uso de cobertores tipo tapete u otros de fabricación más simple. Pasos generales para el uso y mantenimiento de los equipos: Antes de su uso: Mantener siempre los equipos limpios, libres de contaminantes o residuos. Examinar cada equipo en busca de daños estructurales externos. Examinar las cuchillas de la cortadora, buscar rebordes o irregularidades. Es de vital importancia examinar las mangueras por cortes, abrasiones, dobleces, decoloraciones, entre otros. Si se encuentran las anomalías mencionadas, se debe considerar retirarlas de servicio. Los sistemas antiquiebres de las mangueras, que se encuentran en sus extremos, deben mantenerse debidamente colocados, ya que estos puntos son los más vulnerables. Asegurarse de que los controles de operación de cada equipo estén trabajando de forma correcta. Revisar que los niveles de combustible, del aceite del motor y del aceite del sistema hidráulico estén según lo indica el fabricante. Recordar que, en la medida de lo posible, los equipos de combustión interna se de- ben hacer funcionar por lo menos una vez a la semana. Además, durante periodos prolongados, más de 30 días, los combustibles pierden parte de sus cualidades. Asegurarse de que el paso de combusti- ble se mantenga cerrado (OFF) mientras que los equipos se encuentren almacena- dos. Inspeccionar que los equipos queden guardados sin presión, por lo que las puntas de los separadores deben mantener una pequeña distancia entre sí, las cuchillas deben quedar levemente superpuestas, para que se protejan y los émbolos de las extensiones hidráulicas deben quedar ligeramente salidos. Todos los acoples deben tener colocados de forma correcta los tapones guardapolvo. Corroborar que las manijas de sujeción estén debidamente aseguradas al equipo. Revisar que los equipos están debidamente aceitados y asegurados de forma correcta en las unidades. Antes de realizar el trabajo, abrir y cerrar el equipo, como prueba que garantiza su buen funcionamiento. Antes de operar cualquier equipo, se debe leer el manual del operador y no desarmarlo, a menos que sea un técnico certificado. Al ser usados: Utilizar siempre el equipo de protección personal (EPP). Nunca transportar, halar o arrastrar los equipos sujetándolas por sus mangueras. Las mangueras que no están en carrete deben ser extendidas en su totalidad, an- tes de conectarlas a los equipos. CAPÍTULO XVI Rescate vehicular 1253 Evitar que los acoples caigan de manera brusca al suelo. No permitir que las mangueras pasen por superficies filosas donde se puedan dañar. Recordar que el máximo de doblado de las mangueras debe ser el recomendado por el fabricante. Evaluar, planificar y comentar con el personal una ruta de escape antes de empezar a trabajar con los equipos. Todos los bomberos deben estar claros con su plan de emergencias. Colocarse en una posición segura durante las operaciones con los equipos. Inspeccionar y evaluar el vehículo en busca de cilindros de gas comprimido, bolsas de aire, pretensores o elementos con tensión antes de cortar, separar, comprimir o desplazar partes de la estructura. Dar aviso a sus compañeros antes de realizar un corte o cualquier maniobra. Si durante las operaciones, algún equipo presenta fuga de aceite hidráulico, indistintamente la cantidad, se debe detener todo proceso con ese equipo y retirarlo de servicio, hasta ser evaluado por personal técnico. El bombero nunca se debe ubicar entre el equipo y la estructura del vehículo. Cuando así lo requiera, ubicar el equipo en un buen punto de apoyo, mantener una estabilización justo debajo de este con bloques y cuñas. Evitar posicionarse debajo de las cargas si no se encuentran debidamente esta- bles y soportadas. Mantener una zona dispuesta para los equipos mientras estos no están siendo utilizados. Nunca desconectar los equipos mientras el sistema esté presurizado. Mantener una zona dispuesta para los metales o residuos producto de los procesos de liberación. Además de todo lo anterior, es importante to- mar en cuenta que posterior a su uso: Inspeccionar el equipo. Debe cerrarse la llave de combustible. Mantener el equipo encendido. Dejar que la gasolina del sistema se consuma en su totalidad. Comprobaciones de funcionamiento y mantenimiento de rutina Para asegurar la funcionalidad y extender su vida útil, todos los vehículos de rescate, herramientas y equipos deben someterse a los controles operacionales y de mantenimiento de forma rutinaria. Todo el personal debe estar capacitado para realizar estos procedimientos para cada tipo de HEA que utiliza la organización. Los procedimientos estándares de operaciones de la organización deben identificar las frecuencias y los procesos que deben seguirse para los controles operacionales y las rutinas de mantenimiento de cada tipo de equipo. Las indicaciones del fabricante y manuales de mantenimiento son excelentes fuentes de información sobre estos temas. Una parte clave de cualquier comprobación del funcionamiento y mantenimiento de rutina es verificar que se utilicen los combustibles y lubricantes apropiados durante los reabastecimientos. El uso de combustibles y lubricantes inadecuados puede dañar gravemente el equipo, haciendo que falle en el momento más inoportuno. Para ser más eficaz, el personal de bomberos debe estar completamente familiarizado con las herramientas y equipos disponibles en su institución. El tiempo de entrenamiento que el grupo dedica a cada HEA es muy importante. Se debe conocer el funcionamiento, mantenimiento básico rutinario, las capacidades y las limitaciones de las HEA y equipos de liberación. Es importante que los bomberos conozcan los manuales de uso de cada HEA. 1254 MANUAL DE COMPETENCIAS ESENCIALES PARA BOMBEROS CENTROAMERICANOS Técnicas de liberación en vehículos Una vez que los servicios de emergencia de bomberos se encuentran en la escena de un incidente, es importante confirmar que las víc- timas involucradas han quedado prensadas o atrapadas y que hay una necesidad de libe- rarlas. Si se confirma esta necesidad, hay una variedad de técnicas que se pueden utilizar para liberar de forma segura y eficaz a los pa- cientes. Cómo se apliquen estas técnicas se determinará si la operación tendrá éxito y, en algunos casos, si la víctima sobrevive. Cuando una persona está prensada o atra- pada y en peligro, los bomberos inician sus esfuerzos más contundentes para asegurar la escena, ingresar al vehículo y llegar a la víctima. En tales situaciones, el personal de bomberos utiliza herramientas, equipos y técnicas de liberación para retirar las puertas y otros componentes del vehículo, con el fin de obtener acceso a la víctima para estabilizar su condición. En esta sección se describen y sugieren las técnicas básicas utilizadas para llevar a cabo una variedad de procedimientos de liberación, entre las que se tienen: Estabilización de vehículos. Remoción de los vidrios. Creación de puntos de apertura. Remoción de cobertores internos o exter- nos. Tercera/cuarta compuerta. Forzado/remoción de la puerta. La remoción total de la pared. Conversión de la tercera puerta. Desplazamiento o remoción del techo. Acceso a través del techo de un vehículo sobre su lado. Desplazamiento o levantamiento del tablero de instrumentos. Estabilización de vehículos Es muy importante y se realiza después de la evaluación de la escena; los bomberos deben estabilizar cada vehículo involucrado en la colisión. Esto es necesario para prevenir mayores daños a los pacientes, posibles lesiones a los bomberos durante la liberación y una mayor degradación de la integridad estructural del vehículo. La estabilización se refiere al proceso de proporcionar apoyo adicional, en puntos clave, entre el vehículo y el suelo u otra superficie sólida. El objetivo principal de la estabilización es maximizar el área de contacto entre el automotor y el suelo, para evitar cualquier movimiento brusco o inesperado de este. En general, una combinación de apuntalamientos, puntales, cuerdas, correas y cadenas se utilizan para llevar a cabo la estabilización. El objetivo es crear tantos puntos de contacto entre el vehículo y el suelo como sea razonablemente posible, dados los recursos a disposición del personal y las demandas del incidente. La mayoría de los vehículos involucrados en colisiones se mantienen sobre sus ruedas. Aunque todas las ruedas estén sobre la cal- zada, se requiere de una cierta estabilización para asegurar la máxima inmovilidad, duran- te las operaciones de liberación (ver figura 16.25). Figura 16.25. Muestra cómo se implementa la estabilización con la intención que el vehículo no se mueva hacia adelante ni hacia atrás. Fuente: Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá. CAPÍTULO XVI Rescate vehicular 1255 La forma más común de movimiento horizontal implica que el vehículo se desplace hacia adelante o hacia atrás sobre sus ruedas. Este se puede evitar bloqueando las ruedas con cuñas, piezas de apuntalamiento y otros objetos adecuados. Si el automotor se encuentra en un terreno llano, las ruedas deben estar calzadas de frente y atrás. Los sistemas mecánicos del vehículo, como freno de estacionamiento y de transmisión, también se pueden utilizar para ayudar a prevenir el movimiento horizontal. Si se está en una pendiente, las ruedas deben estar calzadas en la parte descendente. Las transmisiones automáticas deben ser colocadas en P (parqueo o parking). Dependiendo de la relación del vehículo con la pendiente, las transmisiones manuales deben ser colocadas en la marcha atrás, para evitar el movimiento hacia delante; o colocarlas en la marcha de avance más bajo, para evitar el movimiento hacia atrás. El freno de estacionamiento del vehículo también debe accionarse. Algunos cuerpos de bomberos, en sus procedimientos operativos estándar, tienen como norma desinflar las cuatro ruedas para estabilizar un vehículo en posición horizontal. Existen métodos rápidos y seguros para desinflar las llantas: extraer el núcleo de la válvula, cortar los vástagos de la válvula con un alicate o tirar de los tallos con pinzas. Sin embargo, esta acción también permite que el vehículo se mueva, ya que se asienta en sus bordes. En un proceso de liberación, lo más simple es estabilizar pero, no por eso, pierde importancia. Siempre, la técnica utilizada debe ser segura y eficaz. La experiencia ha demostrado que, para la estabilización de la mayoría de los vehículos, se requieren apoyos en un mínimo de cuatro o seis puntos. Obviamente, se necesita menos tiempo para instaurar asegurar cuatro puntos que seis, pero la situación dictará la cantidad de sitios necesarios y dónde deben ser instalados. Las siguientes dos opciones son las técnicas de apuntalamiento que, comúnmente, los equipos de rescate utilizan: De cuatro puntos de apoyo A los medios empleados para apuntalar un vehículo se les conoce como puntos de apoyo. Independientemente de qué tipo de equipo se use para soportar el vehículo, cada punto de soporte se sitúa detrás de la cavidad de las ruedas delanteras y adelante de las ruedas traseras, (ver figura 16.26). De seis puntos de apoyo Un soporte de seis puntos, a menudo, se necesita para apoyar un vehículo que se encuentra en peligro de caer, deslizarse o moverse peligrosamente; como cuando se abren o se quitan las puertas o cuando el techo se retira. En este tipo de soporte se colocan dos puntos detrás de las ruedas delanteras y dos adelante de las ruedas traseras. Los otros dos puntos deben colocarse en los siguientes lugares: uno en la parte delantera y otro en la parte trasera del vehículo. En caso de que estos apuntalamientos para estabilización no sean posibles, deben buscarse puntos alternos, para mantener la cantidad de puntos requeridos. En la figura 16.26 se muestran puntos de estabilización; sin embargo, es importante aclarar que: 1. Los puntos de estabilización pueden ser implementados en cualquier parte que se requiera y no precisamente como se muestra en la figura 16.26, estabilización a cuatro puntos. 2. Se recomiendan, como mínimo, cuatro o seis; sin embargo, se pueden implementar tantos como sean necesarios. Cuando un vehículo, en un accidente, se encuentre apoyado en uno de sus lados, es muy importante establecer protección contra incendios. Esto es prioritario, ya que la posición de gravedad hace que fluyan combustible, aceite y otros líquidos fuera de sus reservo- rios y entren en contacto con superficies ca- lientes. Estos líquidos pueden mezclarse con los componentes calientes del sistema de es- cape o con componentes eléctricos que pue- den servir como fuentes de ignición. Al menos una línea de mangueras de 1 ½ pulgadas (38 mm) o de un diámetro superior debe ser cargada y estar lista, para controlar cualquier situación que involucre fuego. 1256 MANUAL DE COMPETENCIAS ESENCIALES PARA BOMBEROS CENTROAMERICANOS Figura 16.26. Puntos de estabilización. Fuente: Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica. Si se ha derramado combustible, se debe aplicar espuma para suprimir la producción de vapores inflamables. Una vez más, dependiendo de la situación, el personal de rescate debe utilizar los mejores medios disponibles de forma rápida y evitar, con seguridad, que el vehículo se mueva en cualquier dirección. Esto puede implicar el uso de apuntalamiento o cuñas, como se ha descrito anteriormente, pero también puede implicar el uso de cinta y cuerda. Cuando un vehículo se haya detenido en una pendiente, arena o en otra superficie inestable, correas/cuerdas pueden ser necesarias para estabilizar el vehículo. La cinta/cuerda puede ser utilizada sola o en combinación con apuntalamiento o calzas. Se pueden conectar al vehículo y a un punto de anclaje seguro. Deben estar protegidas contra las rozaduras y contacto con sustancias químicas, como el ácido de batería, ya que pueden reducir su fuerza y causar que fallen. En seguridad, la duplicación de sistemas de seguridad no es redundancia. Escenarios en dónde aplicar la estabilización A continuación se explican algunos escenarios que es posible encontrar en un incidente vehicular. Vehículo sobre sus ruedas Esta situación requiere, como mínimo, de cuatro puntos de estabilización; sin embargo, la cantidad de puntos a estabilizar lo dicta la escena por sí misma. Se pueden usar bloques o cuñas que deberán ser colocados en puntos estratégicos, para asegurar la máxima estabilidad posible. Procedimiento El procedimiento para esta estabilización es el siguiente: Bloquear dos llantas del vehículo con cuña o cualquier otra estructura. Desinflar las llantas del vehículo. CAPÍTULO XVI Rescate vehicular 1257 Extraer la válvula o cortarla. Los estabilizadores deben ser colocados en un sitio que genere suficiente presión debajo del canal o riel inferior, cerca de las ruedas, pero dejando suficiente espacio entre la rueda y el punto de estabilización. Así, se puede realizar el corte de alivio, en caso de que se requiera. Cuando utilicen los bloques escalonados, se puede usar una cuña para que el bloque quede ajustado y asegurado, en caso que se use invertido. Estos bloques, en su posición normal, son muy útiles para la estabilización de vehículos livianos de diferentes alturas. Según las condiciones del suelo, si es irregular o no, se puede agregar una cuña para garantizar su seguridad contra el desplazamiento. Vehículo en posición lateral Cuando el vehículo se encuentra sobre uno de sus costados, requiere tantos puntos de estabilización como sea necesario. Procedimiento El procedimiento para esta estabilización se presenta enseguida: Asegurarse de que el vehículo no se va a girar o volcar, por seguridad de las víctimas y de los rescatistas. Colocar los soportes estabilizadores debajo de los postes A y en el último poste del vehículo, según el tipo (B, C, D, E). Antes de realizar la estabilización, asegurarse de que no va a interferir en ningún sitio de corte, para la liberación de las víctimas. Si se va a realizar un apuntalamiento lateral con puntales mecánicos (madera, metal), hidráulicos o neumáticos, asegurar los puntales con correas tensoras o sistemas mecánicos. Cuando se utilicen apuntalamientos mecánicos, es posible que se requiera colocar cuñas en las bases para asegurarlas y que no se desplacen. Dependiendo del evento, es posible que sea necesario utilizar un apuntalamiento para la estabilización del lado del techo del vehículo. Vehículo sobre su techo Cuando el vehículo se encuentre volcado so- bre su propio techo, se debe usar el bloque escalonado o bloques con cuñas en el espacio entre el techo del vehículo y el suelo. Agregar bloques adicionales al espacio comprendido entre el compartimiento del motor y el para- brisas, garantiza una estabilización adicional. Remoción de los vidrios Una de las formas más rápidas y más fáciles de obtener acceso al interior de un vehículo y, por ende, acceso a las víctimas, es median- te remoción de vidrio del vehículo. Quebrar el vidrio puede ser necesario si las puertas son inoperables, están en buen estado, pero bloqueadas, o el techo debe ser eliminado o removerlo parcialmente. Hay varios tipos de vidrio utilizado en los vehículos: vidrio de seguridad laminado, vidrio templado, policar- bonatos, Lexan ®, balística, entre otros. Los equipos de rescate deben supervisar conti- nuamente la evolución de vidrio para automó- viles. Extracción vidrio laminado de seguridad La eliminación de los parabrisas y ventanillas traseras laminadas, es algo más complicado y requiere mucho tiempo. Esto se debe a la diferencia entre los tipos de cristal. Los parabrisas y ventanillas traseras construidos con vidrio laminado de seguridad no se desintegran y caen como ventanas de vidrio templado. Debido a que más laminados se añaden a los parabrisas, cada vez se hace más difícil realizar cortes en los vehículos más nuevos. Los bomberos deben proteger a los ocupantes del vehículo de polvo de vidrio y astillas que pueden producirse durante el proceso de remoción. Para protegerse, el personal debe llevar equipo completo de protección, que incluye protección para los ojos, nariz y boca. Las siguientes herramientas de mano se pue- den utilizar para remover o cortar cristal lami- nado: HEA para la eliminación de parabrisas co- mercial. Sierra reciprocante. 1258 MANUAL DE COMPETENCIAS ESENCIALES PARA BOMBEROS CENTROAMERICANOS Sierra de mano con una hoja gruesa, como la utilizada en herramientas de rescate. Cincel neumático. Para realizar un orificio en el vidrio, con la intención de poder empezar la remoción, el bombero puede utilizar varias herramientas comunes, como hacha, Halligan tool o pata de cabra. En la mayoría de los vehículos modernos, el parabrisas, los dos postes A y el borde delantero del techo son parte de la integridad estructural de la carrocería y deben permanecer en su lugar a menos que imposibiliten los esfuerzos de liberación de las víctimas. Si es necesaria la eliminación del parabrisas, se debe quitar el vidrio, dejar los postes A y el borde del techo intactos, para mantener un mínimo de integridad estructural. Si el parabrisas se debe quitar, el vidrio puede ser cortado por los cuatro costados. No se debe olvidar la protección de la víctima durante estos procesos. Remoción del vidrio templado Si es necesario romper una ventana para acceder a la víctima, se debe elegir una ventana lo más lejos de la víctima como sea posible y protegerla del polvo de vidrio y astillas. Para protegerse, el personal de bomberos debe llevar equipo completo de protección, que incluya protección para los ojos, nariz y boca. La eliminación de ventanas laterales y traseras de vidrio templado es una operación relativamente sencilla. Estas pueden romperse con facilidad al ser golpeadas con un objeto afilado y puntiagudo, como un martillo, hachas, Halligan tool. También pueden romperse en una esquina inferior del vidrio, o en cualquier punto de la superficie del vidrio. Cuando se usa un punzón con resorte, la mano que sostiene la herramienta debe ser reforzada con la otra mano para aumentar el control de la herramienta. Tener el control impide que el punzón pueda ser empujado a través de la abertura de la ventana. Un punzón estándar o un destornillador con punta de estrella también se pueden utilizar. Ambas herramientas deben ser guiadas con un martillo u otra he- rramienta para golpear. Un método para controlar los fragmentos de vidrio es aplicar una cinta de plástico de contacto autoadherente a la superficie del vidrio. Una vez roto, el vidrio se adhiere al papel de contacto. En la figura 16.27 muestra una de las técnicas para controlar la proyección de fragmentos cuando se rompen vidrios. Figura 16.27. Rompimiento de vidrio, método con cinta adhesiva para evitar desprendimiento de partículas de vidrio más pequeñas. Fuente: Cuerpo de Bomberos de El Salvador. Como se mencionó anteriormente, algunas ventanas traseras son de vidrio templado y algunas están laminadas. Si una ventana no se logra romper con la técnicas de eliminación para el vidrio templado, es probable que este se deba quitar de la misma manera como un parabrisas. Este material también se puede dejar intacto, mientras que las puertas y otros componentes del vehículo se remueven. Creación de puntos de apertura La creación de puntos de apertura es vital para iniciar los procesos de remoción, estos ayudan a penetrar con los equipos hidráulicos. Al quitar una puerta de un vehículo, primero se debe determinar por qué lado de la puerta se va a empezar la remoción (lado de la bisagra o el lado de la cerradura). Las políticas y procedimientos locales y las condiciones que se encuentran en un incidente determinarán el lado de inicio de las operaciones de remoción y liberación. La figura 16.28 muestra la necesidad de contar con puntos de apertura, así como la utilización del Halligan tool para realizarlos. CAPÍTULO XVI Rescate vehicular 1259 Figura 16.28. Punto de apertura. Fuente: Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá. Los bomberos deben tener primero un punto de apertura para utilizar las herramientas seleccionadas para abrir la puerta, aquí se coloca la herramienta. Esto puede hacerse en una amplia variedad de formas y con variedad de herramientas, como se detalla a continuación: Uso del Halligan tool y Pry Axe Se debe evitar el balanceo de los pacientes cuando se utilizan herramientas de mano para palanca con ellas. Colocar el extremo de la hachuela del Halligan tool, ya sea entre la puerta y el guardafango, del lado de la bisa- gra o entre la puerta y el lado de la cerradura; seguidamente, golpear el Halligan tool para que se introduzca en el espacio entre las dos estructuras y girar la herramienta hacia arri- ba y hacia abajo. Esto crea una abertura para la introducción de otra herramienta. La figura 16.29 muestra algunas herramientas de pa- lanca. Figura 16.29. Herramientas de palanca. Fuente: Cuerpo de Bomberos de El Salvador. Uso de la herramienta de Hydra Ram/ Rabbit/Conejo Estos esparcidores hidráulicos de accionamiento manual también se pueden utilizar para crear puntos de apertura. Para utilizar esta herramienta, basta con colocar la punta del esparcidor en el espacio entre la puerta y el guardafangos o poste y bombear manualmente el mango, hasta que la abertura sea del tamaño apropiado. El uso de separadores hidráulicos La mayoría de las veces, los esparcidores hidráulicos se pueden utilizar para obtener un punto de apertura. Se recurre a la técnica de aplastamiento de guardafangos para obtener una abertura entre este y la puerta y, así, facilitar su retiro. Este método también permite que los bomberos solo tengan que usar un separador y el cortador en el vehículo. Para utilizar esta técnica, un bombero debe abrir los separadores y colocar un brazo del separador en el orificio de la rueda del guardafangos delantero. El otro brazo del separador se coloca en la parte superior del guardafangos y se procede a cerrar la herramienta. El cierre del separador aplastará el guardafangos y creará una abertura entre la puerta y este. Es importante denotar que esta técnica de aplastar el guardafangos, le permite realizar el corte de alivio en esa misma zona, si el proceso de liberación lo requiere. Este método debe ser practicado antes de usarlo durante una liberación real. Al intentar esto por primera vez, el espaciador, a menudo, se cae desde la parte superior del guardafangos antes de que lo aplaste. Cuando esto sucede, es difícil hacer un segundo intento en el mismo lugar, por lo que será necesario pasar a otro punto en el guardafangos y realizar otro intento de aplastar de nuevo. Para evitar este error, el borde de la punta del espaciador debe quedar bien colocado en el espacio entre el guardafangos y el capó. Si esto se puede hacer, los brazos del separador no se deslizarán hacia fuera del capó y, en su lugar, va a morder el guardafangos y lo aplastará. Elevar, ligeramente, el extremo posterior del brazo del separador ayudará a evitar que la herramienta se deslice. 1260 MANUAL DE COMPETENCIAS ESENCIALES PARA BOMBEROS CENTROAMERICANOS Otra forma de realizar una abertura es colocar el separador en una ventana, de manera que esta se pueda expandir, lo cual hace que la puerta se separe del resto del vehículo. Muchos profesionales de rescate recomiendan utilizar un aplastamiento vertical y/o horizontal, para crear puntos de apertura y desprender las puertas. Este método obliga a la puerta a alejarse del paciente y, a menudo, se abre una puerta sin tener que usar el separador ni otras herramientas, por lo que es más rápido sacar al paciente. La seguridad es siempre una preocupación cuando se realiza la liberación en un vehículo; por eso, se debe tener cuidado cuando se opera cerca de las cortinas inflables y bolsas de aire. Remoción de cobertores internos o externos Antes de realizar cualquier operación de la puerta o la eliminación del tablero lateral, los bomberos deben desprender cualquier componente de equipamiento o de plástico en el interior del vehículo, alrededor del área que está siendo removida. Esto los ayuda a identificar la ubicación de los pretensores de los cinturones de seguridad, los cilindros de gas de bolsas de aire u otros dispositivos de seguridad. En la figura 16.30 se muestra la remoción de cobertores internos, en búsqueda de dispositivos y poder hacer cortes de forma segura. Figura 16.30. Remoción de cobertores. Fuente: Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica. Tercera/cuarta compuerta Algunos automóviles y camiones ligeros cuentan con una tercera (y a veces cuarta) puerta que es más pequeña que la puerta regular. En los automóviles y camiones ligeros, la tercera puerta está situada detrás de la puerta del conductor. Algunos camiones ligeros, actualmente, tienen este tipo de puerta en ambos lados del vehículo. Independientemente de la cantidad de puertas que un vehículo tenga, no hay poste B entre la puerta principal y la tercera o cuarta puerta. Dado que no hay poste B, la cerradura de la puerta principal se acopla con la orilla de la tercera puerta. Por lo tanto, la tercera no se puede abrir, a menos que las puertas delanteras adyacentes se abran primero. (ver Figura 16.31) Forzado/remoción de la puerta Si no se pueden abrir las puertas, se tendrán que forzar para abrir o removerlas. Como sucede en la mayoría de las evoluciones en el rescate de emergencia, hay más de una manera para realizar esta tarea. La figura 16.32 muestra la forma de asegurar la puerta durante el proceso de remoción, con la intención de mantener la seguridad. Figura 16.31. Tercera puerta. Fuente: https://goo.gl/images/CO6cTZ CAPÍTULO XVI Rescate vehicular 1261 Figura 16.32. Sujeción de puerta. Fuente: Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá. Es importante que los bomberos tomen en cuenta que las bolsas de aire frontales, las bolsas de aire de impacto lateral, los sistemas de protección de la cabeza, y los pretensores de cinturones de seguridad se pueden accio- nar accidentalmente, cuando las puertas se abren o son desplazadas hacia afuera. El personal de bomberos siempre debe mantener el control sobre una puerta que está intentando abrir o quitar, para evitar lesiones a los pacientes o a los rescatistas. Esto se puede lograr uniendo una cinta plana, cuerdas, cadenas u otros materiales a la puerta para mantener la tensión de esta. Si al separar o cortar una puerta se encuentran cables eléctricos, solo deben cortarse después de que la batería ha sido desconectada y la potencia de reserva se ha disipado. Nunca se deben cortar estos cables con las HEA hidráulicas. Realizar los cortes a mano y cortar uno a la vez. El método más rápido y más comúnmente utili- zado para forzar o retirar una puerta atascada es con separadores hidráulicos o eléctricos, después de proteger a los que se encuentran dentro del vehículo. Las puntas de los brazos del separador se insertan en la ranura entre la puerta y el poste B, por encima de la ce- rradura de la puerta. A continuación, se abre el separador en una dirección hacia abajo y hacia afuera. Este movimiento permite que la cerradura de la puerta se separe hacia afuera del pin Nader (pasador en el cual la puerta se engancha para cerrar) y se abra la puerta. Las figuras 16.33.1 y 16.33.2 muestran la secuencia del proceso de remoción de la puerta delantera, desde el aplastamiento, corte de alivio, separación por encima de la bisagra y separación o corte del llavín. 1262 MANUAL DE COMPETENCIAS ESENCIALES PARA BOMBEROS CENTROAMERICANOS 1. Aplastamiento de guardafangos, inspeccionar antes de aplastar. 6. Por último, separar o cortar la puerta, por encima del llavín. 5. Separar o cortar la bisagra inferior, cortar cables. 4. Separar la puerta hasta que se desprenda la bisagra, si se requiere cortar, se hace. 3. Colocar el separador en la apertura y por encima de la bisagra superior de la puerta. 2. Realizar un corte de alivio en la zona que se aplastó. Figura 16.33.2. Proceso de remoción puerta delantera. Fuente: Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica. Figura 16.33.1. Proceso de remoción puerta delantera. Fuente: Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica. CAPÍTULO XVI Rescate vehicular 1263 La remoción total de la pared lateral Otro método para obtener acceso a las víctimas es la eliminación total de la pared lateral o la remoción de las dos puertas y del poste B, a lo largo de un lado del vehículo. Una ventaja de este método es que proporciona una vía de acceso amplio, que permite la liberación y extracción de pacientes. Comienza con la liberación de la cerradura de la puerta trasera del pin de Nader. A continuación, el poste B se corta a la altura del techo y el separador se utiliza para desgarrar la base del poste B. Por último, todo el conjunto (puerta trasera, poste B y puerta delantera) se mueven hacia la par- te delantera del vehículo. Las figuras 16.34.1 y 16.34.2 muestran la secuencia del proceso de remoción de la pared lateral del vehículo, desde atrás hacia adelante. Es importante destacar que primero se corta la parte infe- rior del poste B y luego la parte superior del mismo. 1. Se inicia cortando o separando el llavín de la puerta trasera. 2. Realizar un corte profundo en la base del poste B; luego, con el separador en este corte, desgarrar totalmente el poste. 3. Cortar el poste B; lo más cerca posible del riel superior. 4. Por último, cortar o separar las puertas delanteras. Figura 16.34.2. Proceso de remoción puerta delantera. Fuente: Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica. Figura 16.34.1. Proceso de remoción puerta delantera. Fuente: Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica. 1264 MANUAL DE COMPETENCIAS ESENCIALES PARA BOMBEROS CENTROAMERICANOS Conversión de la tercera puerta El término conversión de la tercera puerta se refiere a la técnica que se utiliza para crear una abertura de la puerta más ancha en los vehículos de dos puertas. Debido a que en vehículos de dos puertas los asientos traseros de pasajeros están prácticamente atrapados, siempre que los asientos delanteros están intactos y en su lugar, es necesario quitar la pared del vehículo. Lo anterior permite que los pasajeros de atrás puedan extraerse y recibir evaluación médica y estabilización. Las sierras reciprocantes y separadores son dos herramientas útiles para realizar conversiones de tercera puerta. Para llevar a cabo este proceso se debe realizar un corte vertical, desde la esquina trasera inferior de la ventana lateral hacia abajo, tanto como el cortador lo permita. En el caso de una sierra reciprocante, el corte se puede continuar hasta llegar al piso. Posteriormente, se corta el poste B en la línea del techo y, a continuación, el separador se puede colocar, ya sea en la parte trasera inferior de la ventana o entre el riel del techo y el carril inferior de la ventana. Se acciona la herramienta expandiendo para exponer la pared lateral del vehí- culo. Si el techo ya está eliminado, lentamente (sin mover el vehículo) extrae la sección de abajo. Como alternativa, se corta la sección entera. Desplazamiento o remoción del techo El acceso a los pacientes atrapados por la eliminación de parte o de la totalidad del techo de un vehículo es un proceso comúnmente realizado por los bomberos, durante las ta- reas de liberación. Volteo o retiro del techo también eliminan la posibilidad de activación del sistema de protección de impacto lateral (SIPS) o que las cortinas inflables de las ven- tanas se desplieguen. Remoción del techo Los vehículos monocasco están diseñados para funcionar como una sola unidad, la eli- minación de las puertas y del techo pueden comprometer seriamente su integridad estruc- tural. Por lo tanto, un punto de apoyo u otro soporte deben colocarse debajo del poste B de los vehículos, antes de retirar la cubierta. Debido a que los parabrisas, los postes A y la primera línea del techo en los coches mo- dernos son parte de la integridad estructural de la carrocería, estos deberían permanecer intactos. El techo se debe cortar justo detrás de los postes A y puede ser eliminado mediante la reducción de los postes restantes y el levanta- miento de todo el techo hacia fuera, como una unidad. Estos cortes deben hacerse justo por debajo del nivel del techo, para evitar el corte en los pretensores de los cinturones de segu- ridad (que se encuentran comúnmente en los postes B) o cilindros de gas del airbag lateral (comúnmente encontrados en los postes C). Dobles parcial del techo Muchos cuerpos de bomberos, en sus procedimientos estándar operacionales, dictan no quitar el techo sino, simplemente, doblarlo parcialmente. Estos procedimientos se realizan haciendo un doblado o doblando el techo sobre sí mismo. Al plegar el techo en su totalidad, hacia adelante, se elimina la necesidad de retirar el parabrisas. Sin embargo, hacerlo tarda casi el mismo tiempo que cortarlo completamente. Además, los materiales utilizados en la construcción de algunos vehículos más nuevos pueden evitar que el techo se pueda plegar, por lo que la eliminación de este componente es la única opción. Acceso a través del techo de un vehículo sobre su lado Para obtener acceso a través del techo de un vehículo que descansa sobre un costado se puede usar un cincel neumático o una sierra reciprocante para realizar un corte vertical en el panel del techo, cerca de 6 plg. (150 mm) de distancia desde el borde del parabrisas hasta un punto cerca del suelo. Luego, un corte vertical similar se hace, de aproximadamente 6 plg. (150 mm) de distancia desde el borde de la ventana trasera hasta cerca del suelo. Seguidamente, se hace un corte horizontal para conectar los extremos superiores de los dos cortes verticales. El panel del techo se puede abatir hacia abajo, dejando al descubierto el forro del techo. El forro del techo se puede cortar con tijeras, si es necesario. La figura 16.35 muestra la estabilización y cortes del proceso de desplazamiento del techo. CAPÍTULO XVI Rescate vehicular 1265 Figura 16.35. Desplazamiento del techo lateral. Fuente: Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica. Desplazamiento y/o levantamiento del tablero de instrumentos Después de una colisión frontal, los pacientes quedan bajo el volante y/o acuñados bajo el tablero. Para liberar a las víctimas, los bomberos deben desplazar o levantar todo el tablero, lejos de la víctima. El desplazamiento del tablero de control se puede lograr de varias maneras. Cada una depende de la condición del vehículo, de las herramientas disponibles, y de las políticas y procedimientos locales. Extensiones y separadores hidráulicos deben ser usados bajo el poste A o entre el chasis y la carrocería para evitar que el tablero de mandos vuelva a su posición original. La extensión hidráulica puede ser retraída y retirada; este procedimiento se puede realizar, sin necesidad de retirar el parabrisas, retirar o abatir un techo, mediante la eliminación de una sola puerta. Se debe recordar que el tiempo es importante. Técnica de levantamiento con separador Para esta técnica, se requiere realizar un corte de alivio del lado que se va a levantar. Se procede a aplastar y, posteriormente, cortar horizontalmente al centro del guardafangos. Realizado lo anterior, se realizan dos cortes horizontales de 10 a 12 cm de profundidad en el poste A. El primer corte se hace a unos 20 cm de la base de este poste y, el segundo, a 10 cm por encima del primero. Con el separador, se debe comprimir entre los dos cortes anteriores y rotar hacia afuera dicha porción de la estructura, de tal forma que quede una muesca cuadrada en el poste. En la muesca anteriormente realizada, se introducen, de forma perpendicular al vehículo, las puntas del separador y se levantan lentamente hasta alcanzar la altura necesaria para liberar al paciente. Se puede retirar el separador con lentitud; el tablero puede retraerse un poco y se puede colocar una calza en la muesca resultante. Es importante destacar que todos los cortes o bordes filosos deben ser cubiertos para evitar lesiones a los bomberos o las víctimas. La secuencia de la figura 16.36.1 y 16.36.2 se muestra el proceso de levantamiento. Desplazamiento con cilíndro hidráulico o RAM La técnica puede ser aplicada también utilizando un expansor o RAM, en esta, después de quitar la puerta, se hace únicamente un corte de alivio en la base del poste A, y se coloca la base del expansor en la base del poste B y se dirige el cilindro hacia la parte mas cercana del poste A y el tablero, se extiende el expansor hasta que se genere el espacio necesario para la liberacion del paciente. 1266 MANUAL DE COMPETENCIAS ESENCIALES PARA BOMBEROS CENTROAMERICANOS 1. Aplastar o cortar el guardafangos delantero, inspeccionar antes de realizar esta tarea (corte de alivio). 2. Realizar dos cortes, horizontales, para realizar la muesca. 3. Colocar el separador entre los dos cortes realizados; presionar y girar hacia afuera. 4. Colocar el separador perpendicular al vehículo y dentro de la muesca realizada; separar para levantar el tablero del vehículo. Recordar que, para esta tarea,se debe cortar el poste A a nivel del techo.