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MODULO_1___INTRODUCCION_A_LA_ASTRONOMIA (1).pdf

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MÓDULO 1 - INTRODUCCIÓN A LA ASTRONOMÍA 1.1. ¿QUÉ ES LA ASTRONOMÍA? La astronomía es la ciencia que se encarga del estudio de los objetos celestes y los fenómenos que ocurren fuera de la atmósfera terrestre. Su campo de estudio abarca desde los cuerpos más cercanos, como la Luna y los planetas del...

MÓDULO 1 - INTRODUCCIÓN A LA ASTRONOMÍA 1.1. ¿QUÉ ES LA ASTRONOMÍA? La astronomía es la ciencia que se encarga del estudio de los objetos celestes y los fenómenos que ocurren fuera de la atmósfera terrestre. Su campo de estudio abarca desde los cuerpos más cercanos, como la Luna y los planetas del Sistema Solar, hasta las estrellas, galaxias y otras estructuras más distantes del universo observable. En este sentido, el método principal utilizado en astronomía para adquirir conocimiento sobre el universo es la observación sistemática y el análisis de los datos obtenidos. Dicha observación puede realizarse utilizando telescopios terrestres, telescopios espaciales y otros instrumentos especializados, tanto en el rango visible como en otras longitudes de onda del espectro electromagnético, como la radio, la luz ultravioleta o los rayos X. Asimismo, la astronomía se basa en principios físicos fundamentales, como la mecánica celeste, la termodinámica, la óptica y la relatividad, entre otros. Estos son aplicados para comprender los procesos físicos que gobiernan el comportamiento y la evolución de los objetos celestes. Además de su valor científico, la astronomía tiene una gran importancia cultural e histórica, siendo una de las ciencias más antiguas que ha contribuido significativamente al avance del conocimiento humano. De hecho, ha influido en el desarrollo de la matemática, la física y la filosofía, y sigue siendo un campo de investigación activo y en constante evolución, impulsando los límites del conocimiento humano sobre el universo. 1.1.1. Origen y evolución El origen y la evolución de la astronomía se remontan a la prehistoria, cuando los primeros seres humanos observaron el cielo nocturno con asombro y curiosidad. Página 1 de 21 Por tanto, la necesidad de medir el tiempo, orientarse y comprender los ciclos naturales llevó a las antiguas civilizaciones a desarrollar conocimientos básicos sobre los movimientos de los astros. En sus inicios, la astronomía estaba estrechamente vinculada con la astrología y otras prácticas rituales; sin embargo, con el paso del tiempo, comenzó a emerger como una disciplina científica basada en la observación y la deducción lógica. Civilizaciones como los babilonios, egipcios, chinos, mayas, griegos e indios hicieron contribuciones significativas, desarrollando calendarios complejos, identificando constelaciones y registrando eventos celestes como eclipses y movimientos planetarios. La astronomía helénica marcó un punto de inflexión en la evolución de la disciplina, con figuras como Aristarco de Samos, quien propuso un modelo heliocéntrico; y Claudio Ptolomeo, cuyo modelo geocéntrico dominó el pensamiento astronómico durante más de un milenio. A pesar de su inexactitud, el modelo ptolemaico proporcionó un marco coherente que fue ampliamente aceptado en el mundo antiguo y medieval. Por otro lado, el Renacimiento trajo consigo una revolución en la astronomía, impulsada por el desarrollo de la tecnología de observación, como el telescopio, y por figuras como Nicolás Copérnico, Galileo Galilei, Johannes Kepler e Isaac Newton. Más adelante se incidirá en dichas figuras. En los siglos XIX y XX, la astronomía se expandió rápidamente con el descubrimiento de nuevos planetas, asteroides, estrellas variables, nebulosas y galaxias. Asimismo, el advenimiento de la astrofísica integró los principios de la física con la astronomía, permitiendo un entendimiento más profundo de la naturaleza y la evolución de los objetos celestes. De la misma manera, la invención de la espectroscopia proporcionó una herramienta poderosa para determinar la composición, temperatura, densidad y movimiento de los astros. La era espacial, iniciada en la segunda mitad del siglo XX, marcó otro hito significativo en la astronomía, con el lanzamiento de satélites, sondas y telescopios espaciales, como el Hubble, que han permitido observar el universo desde fuera de la atmósfera terrestre, revelando fenómenos hasta entonces desconocidos y proporcionando una visión más clara y detallada del cosmos. 1.1.2. Ramas La astronomía se conforma de distintas ramas , entre las cuales destacan la astronomía observacional, la astrofísica, la cosmología, la astronomía solar y la astronomía planetaria. Cada una de ellas se desarrolla en los próximos subapartados para detallar sus particularidades. 1.1.2.1. Astronomía observacional La astronomía observacional constituye una rama fundamental de la astronomía que se enfoca en la recopilación y análisis de datos obtenidos mediante la observación directa de objetos celestes. Página 2 de 21 Dicha disciplina emplea una amplia gama de instrumentos y técnicas para capturar la luz y otras formas de radiación electromagnética provenientes del espacio exterior, con el objetivo de estudiar y comprender las propiedades físicas, la composición, la dinámica y los procesos evolutivos de los cuerpos celestes y fenómenos astronómicos. Sin embargo, la astronomía observacional enfrenta desafíos significativos, como la interferencia atmosférica, la contaminación lumínica y las limitaciones tecnológicas. Para superar estos obstáculos, se han desarrollado estrategias como la ubicación de observatorios en sitios remotos y elevados, el empleo de la óptica adaptativa y la construcción de telescopios espaciales, que operan más allá de las perturbaciones atmosféricas. Los avances en esta rama han sido fundamentales para el descubrimiento de nuevos planetas, exoplanetas, galaxias, nebulosas, estrellas variables y muchos otros objetos. Además, ha permitido la confirmación de teorías físicas y la formulación de nuevos modelos cosmológicos, ampliando profundamente la comprensión del universo. Por este motivo, la astronomía observacional continúa siendo un pilar esencial en la investigación astronómica, combinando la tradición de la observación directa con las tecnologías más avanzadas para explorar los confines del cosmos. 1.1.2.2. Astrofísica La astrofísica es una rama de la astronomía que se centra en la aplicación de los principios y leyes de la física para entender la naturaleza, comportamiento y propiedades de los objetos celestes y los fenómenos que ocurren en el universo. A diferencia de la astronomía observacional, que se dedica principalmente a la recopilación de datos a través de la observación, la astrofísica busca interpretar dichos datos y comprender los procesos físicos subyacentes. En este sentido, la astrofísica ha contribuido significativamente a la comprensión del universo, desde la comprensión detallada de los procesos que rigen la vida y muerte de las estrellas hasta el descubrimiento de exoplanetas y la naturaleza de la materia oscura y la energía oscura. A pesar de estos avances, también enfrenta desafíos notables, como la interpretación de fenómenos extremadamente lejanos o energéticos y la necesidad de tecnologías cada vez más avanzadas para la observación y análisis de datos. 1.1.2.3. Cosmología La cosmología es una rama de la astronomía y de la física teórica que se enfoca en el estudio del universo en su conjunto, abordando preguntas fundamentales sobre su origen, estructura, evolución y destino final. A diferencia de otras áreas de la astronomía que pueden concentrarse en objetos o fenómenos individuales, la cosmología busca comprender el universo como un sistema integral, aplicando principios físicos para explicar su comportamiento a gran escala. En este sentido, la cosmología se basa en una combinación de observaciones teóricas y Página 3 de 21 experimentales: Radiación cósmica de fondo de microondas (CMB). Estudio de la radiación térmica remanente del Big Bang, que proporciona una instantánea del universo cuando tenía solo 380 000 años, ofreciendo pistas cruciales sobre su estructura inicial y composición. Distribución a gran escala de galaxias. Mapeo tridimensional de la distribución de galaxias para investigar la estructura a gran escala del cosmos y las propiedades de la materia oscura y la energía oscura. Simulaciones cosmológicas. Uso de modelos computacionales avanzados para simular la formación de estructuras en el universo y predecir su evolución. De la misma manera, la cosmología enfrenta desafíos significativos, como la necesidad de comprender la naturaleza de la materia oscura y la energía oscura, así como de reconciliar las observaciones del universo temprano con las teorías físicas fundamentales. Además, los avances tecnológicos en telescopios, detectores y computación han permitido progresos significativos, incluyendo la medición precisa de la expansión del universo y el mapeo detallado de la CMB. A través de estos esfuerzos, la cosmología continúa expandiendo la comprensión del universo, ofreciendo perspectivas sobre algunas de las preguntas más profundas de la ciencia sobre el origen, la composición y el destino último del cosmos. 1.1.2.4. Astronomía solar La astronomía solar , una especialización dentro de la astrofísica, se dedica al estudio exhaustivo del Sol, la estrella más cercana y la principal fuente de energía para la Tierra. Este campo abarca la observación y análisis de las características físicas del Sol, su comportamiento, los procesos que ocurren en su interior y en su superficie, así como su influencia en el Sistema Solar. Así, la astronomía solar incluye varias áreas de enfoque clave: Estructura solar. Estudio de las distintas capas del Sol, desde su núcleo interno, donde tienen lugar las reacciones de fusión nuclear que generan energía, hasta la fotosfera, la cromosfera y la corona, las capas externas visibles durante un eclipse solar. Actividad solar. Investigación de fenómenos como las manchas solares, las prominencias, las llamaradas solares y las eyecciones de masa coronal (CME), que varían en un ciclo de aproximadamente 11 años y tienen un impacto significativo en el clima espacial. Heliofísica. Estudio de la física del Sol, incluyendo los procesos de fusión nuclear que alimentan la estrella, la generación de su campo magnético y la dinámica de plasma de su atmósfera. Influencia solar. Análisis de cómo la radiación solar y el viento solar afectan a la Tierra y al entorno espacial del Sistema Solar, incluyendo la ionosfera terrestre y el clima espacial. De esta manera, la astronomía solar no solo busca satisfacer la curiosidad científica sobre la naturaleza de dicha estrella, sino que también tiene aplicaciones prácticas significativas. Por otro lado, la comprensión de la actividad solar y del clima espacial es crucial para la protección de los satélites, las misiones espaciales tripuladas, las redes eléctricas en la Tierra y los sistemas de comunicación y navegación. Además, el estudio del Sol ofrece pistas esenciales sobre la física estelar en general, proporcionando un laboratorio natural para estudiar los procesos que pueden aplicarse a otras Página 4 de 21 estrellas en el universo. Finalmente, la astronomía solar continúa siendo un campo vibrante de investigación, impulsado por nuevas tecnologías de observación y la creciente importancia de predecir y mitigar los efectos del clima espacial en la creciente infraestructura tecnológica. 1.1.2.5. Astronomía planetaria La astronomía planetaria es una disciplina de la ciencia astronómica dedicada al estudio de los planetas, tanto del Sistema Solar como de sistemas planetarios externos (exoplanetas), incluyendo sus satélites, anillos, atmósferas, composición química, estructura interna y los procesos físicos y químicos que los afectan. Dicha rama de la astronomía se interesa también por las interacciones de estos cuerpos con su entorno, incluyendo su origen y evolución, y cómo estos factores contribuyen a la posibilidad de vida. En esta misma línea, la astronomía planetaria cubre varios ámbitos de investigación: Características físicas y químicas. Estudio de la masa, tamaño, densidad, composición y estructura interna de los planetas y sus satélites, utilizando datos recogidos por telescopios y misiones espaciales. Atmósferas planetarias. Análisis de las capas gaseosas que rodean algunos planetas y lunas, incluyendo su composición, dinámica, patrones climáticos y cómo interactúan con la superficie y el espacio exterior. Geología planetaria. Investigación de la superficie de los cuerpos planetarios, incluyendo la morfología, la composición mineralógica y los procesos geológicos como el vulcanismo, la tectónica, la erosión y la formación de cráteres. Origen y evolución. Estudio de la formación del Sistema Solar y de otros sistemas planetarios, la evolución de sus componentes y los procesos de acreción y diferenciación que dieron lugar a la diversidad de cuerpos planetarios. Exoplanetas. Búsqueda y caracterización de planetas fuera del Sistema Solar, incluyendo su detección, la determinación de sus órbitas, tamaños, masas, composiciones y potencial habitabilidad. Cabe remarcar que la astronomía planetaria no solo amplía el conocimiento sobre la diversidad y la complejidad de los cuerpos planetarios en el universo, sino que también proporciona insights sobre los procesos geológicos y atmosféricos que pueden aplicarse a la Tierra. Además, el estudio de exoplanetas y la búsqueda de potenciales zonas habitables fomenta la comprensión de las condiciones necesarias para la vida y la posibilidad de su existencia fuera de la Tierra. 1.1.3. Trigonometría esférica La trigonometría esférica es una rama de la matemática que se ocupa del estudio de los triángulos esféricos, definidos por los arcos de los grandes círculos en la superficie de una esfera. En el ámbito de la astronomía, la trigonometría esférica desempeña un papel crucial, ya que proporciona las herramientas matemáticas necesarias para resolver problemas relacionados con la posición y el movimiento de los cuerpos celestes en la esfera celeste, un modelo conceptual que proyecta el universo sobre una esfera imaginaria de radio arbitrario centrada en el observador. Página 5 de 21 Por este motivo, las aplicaciones de la trigonometría esférica en la astronomía son variadas y fundamentales para el campo: Coordenadas celestes. Permite convertir entre los diferentes sistemas de coordenadas celestes utilizados para localizar objetos en el cielo, como las coordenadas horizontales (altitud y azimut), ecuatoriales (ascensión recta y declinación) y eclípticas (longitud y latitud eclíptica). Cálculo de distancias angulares. Es esencial para determinar la separación angular entre dos objetos en la esfera celeste, lo cual es crucial para la cartografía estelar y la navegación astronómica. Predicción de eclipses y tránsitos. Puede predecir cuándo y dónde serán visibles los eclipses solares y lunares, así como los tránsitos de planetas a través del disco solar. Determinación de la paralaje. Supone una herramienta fundamental para medir la paralaje estelar, el aparente cambio en la posición de una estrella debido al movimiento orbital de la Tierra, lo que permite calcular las distancias a las estrellas. Cabe remarcar que la trigonometría esférica se basa en principios y fórmulas que difieren de la trigonometría plana debido a la curvatura de la esfera. Algunos de los teoremas y fórmulas fundamentales incluyen: Teorema del seno esférico. Proporciona una relación entre los lados de un triángulo esférico y los senos de sus ángulos, facilitando la resolución de triángulos esféricos cuando se conocen algunos lados y ángulos. Teorema del coseno esférico. Se utiliza para relacionar un lado de un triángulo esférico con los otros dos lados y el ángulo opuesto, permitiendo calcular distancias angulares entre puntos en la esfera celeste. Fórmula de los cinco elementos. Consiste en una herramienta versátil para resolver triángulos esféricos cuando se conocen tres de sus elementos (lados o ángulos), incluyendo al menos un lado. A pesar de su utilidad, la aplicación de la trigonometría esférica en la astronomía conlleva desafíos, principalmente asociados con las limitaciones de precisión al modelar objetos celestes distantes y fenómenos complejos. Además, la transición a marcos de referencia más precisos basados en la relatividad general puede ser necesaria para ciertas aplicaciones astronómicas de alta precisión. 1.1.4. Primeros estudios En los primeros estudios de la astronomía destacan cuatro figuras principales que deben conocerse: Nicolás Copérnico, Johannes Kepler, Galileo Galilei e Isaac Newton. En los próximos subapartados se aborda cada uno de ellos de manera individual. 1.1.4.1. Nicolás Copérnico Nicolás Copérnico (1473-1543) fue un astrónomo renacentista cuya teoría heliocéntrica del Sistema Solar representó un punto de inflexión en la historia de la astronomía y la ciencia en general, marcando el inicio de la Revolución Científica. Nacido en Toruń, en lo que actualmente es Polonia, Copérnico fue también matemático, jurista, físico, clérigo católico romano y economista, destacándose por su erudición polifacética. En este sentido, la contribución más significativa de Copérnico a la astronomía fue su teoría heliocéntrica, que colocaba al Sol, en lugar de la Tierra, en el centro del universo conocido. Dicha teoría fue radicalmente innovadora respecto al modelo geocéntrico predominante de Ptolomeo, que había sido la visión aceptada durante más de mil años. Las principales ideas de Página 6 de 21 Copérnico se detallan en su obra seminal De revolutionibus orbium coelestium ( Sobre las revoluciones de las esferas celestes), publicada en 1543, el año de su muerte. Asimismo, la teoría heliocéntrica de Copérnico sostenía que la Tierra y los otros planetas giran alrededor del Sol. Copérnico argumentó que este modelo explicaba de manera más simple y elegante los movimientos observados de los cuerpos celestes en el cielo. Algunos de los puntos clave de su teoría incluyen: el Sol se encuentra cerca del centro del universo y todos los planetas circulan a su alrededor; la rotación diaria de la Tierra sobre su propio eje explica el aparente movimiento diurno del Sol y las estrellas; la revolución anual de la Tierra alrededor del Sol explica las variaciones estacionales y el movimiento aparente del Sol a lo largo del eclíptico; los movimientos retrógrados de los planetas se explican naturalmente por el movimiento orbital de la Tierra, eliminando la necesidad de los complicados epiciclos del sistema ptolemaico. Por otro lado, el modelo de Copérnico no fue ampliamente aceptado de inmediato, enfrentándose tanto a reticencias científicas como a objeciones teológicas, dada la predominante interpretación geocéntrica de las escrituras en la época. Sin embargo, su obra sentó las bases para futuros astrónomos, como Johannes Kepler y Galileo Galilei, quienes proporcionarían evidencia observacional y mejoras teóricas que finalmente consolidarían la aceptación del heliocentrismo. Además, el legado de Copérnico trasciende la astronomía; su trabajo es visto como un momento crucial en la transición del pensamiento medieval al moderno, desafiando las concepciones tradicionales y fomentando un enfoque más empírico y matemático en la investigación científica. De hecho, la teoría heliocéntrica de Copérnico no solo reformuló la comprensión del cosmos, sino que también redefinió el lugar de la humanidad en él, impulsando avances en numerosas disciplinas científicas y filosóficas en los siglos posteriores. 1.1.4.2. Johannes Kepler Johannes Kepler (1571-1630) fue un matemático, astrónomo y astrofísico alemán, cuyas leyes del movimiento planetario constituyen una piedra angular de la astronomía moderna y la mecánica celeste. Su trabajo proporcionó una de las bases para la teoría de la gravitación universal de Isaac Newton y representó un cambio crucial en la forma en que se entendía el universo, apoyando y refinando el modelo heliocéntrico propuesto inicialmente por Nicolás Copérnico. De esta manera, Kepler es mejor conocido por sus tres leyes del movimiento planetario, que describen cómo los planetas orbitan alrededor del Sol: Primera ley: ley de las órbitas. Los planetas se mueven alrededor del Sol en órbitas elípticas, estando el Sol en uno de los focos de la elipse. Dicha ley, publicada en 1609 en Astronomia Nova , contradecía la creencia previa de que las órbitas planetarias eran circulares. Segunda ley: ley de las áreas. Una línea imaginaria trazada desde un planeta al Sol barre áreas iguales en tiempos iguales. Esto significa que un planeta se mueve más rápido en su órbita cuando está más cerca del Sol (perihelio) y más lento cuando está más lejos (afelio), lo que se introdujo también en Astronomia Nova. Página 7 de 21 Tercera ley: ley de los periodos. El cuadrado del periodo orbital de un planeta es proporcional al cubo de la distancia media desde el Sol. Esta ley se presentó en 1619 en su obra Harmonices Mundi. Así, Kepler combinó observaciones astronómicas detalladas con complejas matemáticas para desarrollar sus leyes. Se basó en gran medida en los datos recopilados por Tycho Brahe, cuyas precisas mediciones de las posiciones planetarias permitieron a Kepler realizar sus descubrimientos. A diferencia de muchos de sus predecesores, Kepler adoptó un enfoque empírico y matemático para resolver los problemas astronómicos, rechazando las explicaciones que no se ajustaban a las observaciones, incluso si esto significaba descartar las ideas ampliamente aceptadas de su tiempo. Las leyes de Kepler también transformaron la astronomía de una disciplina descriptiva, basada en modelos geométricos, a una basada en principios físicos y matemáticos. Su trabajo no solo validó y extendió el modelo heliocéntrico de Copérnico, sino que también proporcionó el marco necesario para que Isaac Newton formulara la ley de gravitación universal. Además de sus leyes del movimiento planetario, Kepler realizó importantes contribuciones al campo de la óptica, incluyendo explicaciones sobre cómo funciona el ojo humano, y fue uno de los primeros en explicar cómo funcionan los telescopios astronómicos. Por último, el legado de Kepler perdura en la ciencia moderna, no solo a través de sus leyes y descubrimientos específicos, sino también por su metodología, que enfatiza la importancia de la observación precisa y la aplicación de principios matemáticos para entender el universo. Su enfoque interdisciplinario, que une la matemática, la física y la astronomía, continúa siendo un paradigma en la investigación científica. 1.1.4.3. Galileo Galilei Galileo Galilei (1564-1642) fue un físico, matemático, astrónomo y filósofo italiano que jugó un papel crucial en la Revolución Científica. Su uso pionero del telescopio para observaciones astronómicas marcó un cambio fundamental en la comprensión del cosmos y apoyó la transición del modelo geocéntrico al heliocéntrico del Sistema Solar. Por tanto, las contribuciones de Galileo a la astronomía son numerosas y significativas: Observaciones telescópicas. Galileo fue uno de los primeros en utilizar un telescopio para observar el cielo nocturno de manera sistemática. Mejoró el diseño del telescopio, aumentando su poder de magnificación, lo que le permitió realizar descubrimientos sin precedentes. Lunas de Júpiter. Galileo descubrió en 1610 cuatro satélites orbitando alrededor de Júpiter, ahora conocidos como las Lunas Galileanas: Io, Europa, Ganímedes y Calisto. Este descubrimiento fue crucial porque mostraba que no todos los cuerpos celestes giraban alrededor de la Tierra, proporcionando evidencia directa contra el sistema geocéntrico y apoyando el modelo heliocéntrico. Fases de Venus. Galileo observó y registró las fases de Venus, que únicamente podían explicarse si Venus orbitaba alrededor del Sol y no de la Tierra. Este hallazgo proporcionó otra sólida evidencia contra el modelo geocéntrico y a favor del heliocentrismo. Manchas solares. Galileo fue uno de los primeros en observar y documentar manchas solares, lo que demostró que el Sol no era un objeto inmutable y perfecto, como se creía anteriormente, desafiando así la perfección de los cuerpos celestes propuesta por la cosmología aristotélica. Página 8 de 21 Superficie de la Luna. Galileo utilizó su telescopio para estudiar la superficie lunar, descubriendo que estaba llena de montañas y cráteres, contrariamente a la creencia de que era una esfera perfectamente lisa. Este descubrimiento desafiaba la noción aristotélica de la perfección celestial y sugería que la Tierra y los cuerpos celestes podían estar hechos de los mismos materiales. Por este motivo, Galileo es a menudo llamado el "padre de la astronomía observacional moderna", el "padre de la física moderna" y el "padre de la ciencia moderna" debido a su enfoque empírico y su uso de la experimentación para validar sus teorías. Sus descubrimientos desempeñaron un papel fundamental en la transición del pensamiento científico hacia el método científico moderno. El conflicto de Galileo con la Iglesia Católica Romana, que culminó en su juicio por herejía en 1633 debido a su defensa del heliocentrismo, es un episodio famoso en la historia de la ciencia. Aunque fue forzado a abjurar de sus afirmaciones, su trabajo continuó influenciando el desarrollo de la astronomía y la ciencia en general. Cabe remarcar que el legado de Galileo se extiende más allá de sus descubrimientos astronómicos: él estableció las bases para lo que eventualmente se convertiría en la física clásica y promovió el uso de la observación y la matemática como las herramientas principales de la ciencia, transformando profundamente la comprensión del universo. 1.1.4.4. Isaac Newton Isaac Newton (1642-1727) fue un matemático, físico, astrónomo, teólogo y autor inglés, quien es universalmente reconocido como uno de los científicos más influyentes de todos los tiempos. Su obra Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica ( Principios Matemáticos de la Filosofía Natura l), publicada en 1687, sentó las bases de la mecánica clásica y tuvo un impacto profundo no solo en la física, sino también en la astronomía. En este sentido, las contribuciones de Newton a la astronomía se centran principalmente en la formulación de las leyes del movimiento y la ley de gravitación universal, que describen la interacción gravitatoria entre los cuerpos y han permitido explicar el movimiento de los planetas y otros objetos celestes. Así, formuló tres leyes fundamentales que describen la relación entre el movimiento de un objeto y las fuerzas que actúan sobre él. Dichas leyes son aplicables a los cuerpos celestes y son cruciales para entender la mecánica orbital. Por otro lado, Newton propuso que todos los objetos en el universo se atraen mutuamente con una fuerza que es directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre sus centros. Esta ley explicó por qué los planetas orbitan alrededor del Sol y proporcionó una explicación matemática a las leyes empíricas del movimiento planetario de Kepler. De la misma manera, la ley de gravitación universal de Newton y sus leyes del movimiento tuvieron implicaciones de gran alcance en la astronomía: Explicación del movimiento planetario. Las leyes de Newton ofrecieron una explicación teórica y matemática para las observaciones empíricas de Kepler sobre el movimiento de los planetas, unificando la mecánica celeste con la física terrestre. Página 9 de 21 Predicción de eventos astronómicos. La capacidad de calcular las órbitas de los cuerpos celestes con gran precisión llevó a la predicción exitosa de eventos astronómicos, como los tránsitos de cometas y eclipses. Desarrollo de la mecánica celeste. La obra de Newton sentó las bases para el desarrollo de la mecánica celeste, una rama de la astronomía que se ocupa de calcular las órbitas y entender la dinámica de los sistemas planetarios, estelares y galácticos. Por tanto, el trabajo de Newton transformó la manera en que se entendía el universo. Su marco teórico no solo explicó los fenómenos conocidos hasta entonces, sino que también proporcionó las herramientas para descubrir nuevos planetas, como Neptuno, cuya existencia fue predicha matemáticamente antes de ser observada directamente. Además, la metodología de Newton, que enfatizaba la importancia de la experimentación y la matematización de la naturaleza, se convirtió en el paradigma de la ciencia moderna. De esta manera, la mecánica newtoniana dominó la física y la astronomía hasta el advenimiento de la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica en el siglo XX, aunque sigue siendo fundamental para el estudio y comprensión de muchos fenómenos astronómicos en la actualidad. 1.2. CUERPOS CELESTES Los cuerpos celestes constituyen una amplia gama de entidades físicas naturales presentes fuera de la atmósfera terrestre. Estos objetos, que varían enormemente en tamaño, composición y fenomenología, son objeto de estudio de la astronomía y la astrofísica. Planetas Los planetas son cuerpos celestes que orbitan una estrella o remanente estelar, poseen suficiente masa para que su gravedad supere las fuerzas del cuerpo rígido, llevándolos a una forma en equilibrio hidrostático (casi esférica), y han limpiado su órbita de planetesimales. En el Sistema Solar, se reconocen ocho planetas, que se clasifican en terrestres —Mercurio, Venus, Tierra y Marte—, gigantes gaseosos —Júpiter, Saturno— y gigantes helados —Urano y Neptuno—. Página 10 de 21 Estrellas Las estrellas son enormes esferas de plasma que emiten luz y calor producto de las reacciones nucleares en sus núcleos, principalmente la fusión de hidrógeno para formar helio. El Sol es la estrella más cercana a la Tierra. Cabe destacar que las estrellas varían en masa, tamaño, temperatura y color, desde las pequeñas enanas rojas hasta las gigantes azules. Su evolución es un proceso complejo que puede incluir etapas como enana blanca, estrella de neutrones o agujero negro. Galaxias Las galaxias son vastos sistemas que contienen millones o incluso billones de estrellas, además de gas, polvo y materia oscura, todos unidos por la gravedad. La Vía Láctea, la galaxia que contiene el Sistema Solar, es solo una de las innumerables galaxias en el universo. Cometas y meteoritos Los cometas son cuerpos celestes compuestos principalmente de hielo, polvo y rocas que orbitan el Sol siguiendo trayectorias muy elípticas. Al acercarse al Sol, el calor provoca la sublimación de los materiales volátiles, creando una atmósfera visible llamada coma y, a menudo, una cola que se extiende desde el cometa. Los meteoritos , por otro lado, son fragmentos de objetos (como asteroides o cometas) que sobreviven al paso por la atmósfera terrestre y llegan a la superficie de la Tierra. Nebulosas Las nebulosas son nubes interestelares de gas, polvo, plasma y otras partículas. Pueden ser el resultado de la explosión de una estrella moribunda, como una nebulosa planetaria o los restos de una supernova, o pueden ser regiones donde se están formando nuevas estrellas, conocidas como nebulosas de emisión o de reflexión, dependiendo de cómo interactúan con la luz de las estrellas cercanas. Constelaciones Las constelaciones son agrupaciones de estrellas que forman patrones imaginarios en el cielo nocturno, utilizados desde la antigüedad para la orientación y la organización del firmamento. Aunque las estrellas de una constelación parecen estar cerca unas de otras en el cielo, generalmente están a distancias muy diferentes de la Tierra y no están físicamente relacionadas. La Unión Astronómica Internacional reconoce 88 constelaciones. 1.3. COORDENADAS ASTRONÓMICAS Las coordenadas astronómicas son un conjunto de valores utilizados para determinar la posición de un objeto en el cielo. Al igual que la latitud y la longitud se usan para especificar la ubicación de un punto en la superficie de la Tierra, los sistemas de coordenadas astronómicas permiten a los astrónomos y a los entusiastas de la astronomía localizar estrellas, planetas y otros cuerpos celestes en la esfera celeste, una esfera imaginaria que rodea la Tierra y en la Página 11 de 21 que se proyectan los objetos celestes. Existen varios sistemas de coordenadas astronómicas, cada uno diseñado para propósitos específicos y basado en diferentes planos de referencia y puntos de origen. Los más comunes son: coordenadas horizontales; coordenadas ecuatoriales horarias; coordenadas ecuatoriales absolutas; coordenadas eclípticas; coordenadas galácticas; coordenadas supergalácticas. 1.3.1. Coordenadas horizontales El sistema de coordenadas horizontales , también conocido como sistema altazimutal, es un método utilizado en astronomía para especificar la posición de objetos en el cielo con respecto a la ubicación del observador. Este sistema es particularmente útil para la observación astronómica directa desde una ubicación específica en la Tierra en un momento dado. Las coordenadas horizontales se basan en dos elementos principales: la altitud y el azimut. Así, la altitud , también llamada elevación, es una medida angular que describe qué tan alto sobre el horizonte se encuentra un objeto celestial. Se mide en grados, desde 0° en el horizonte hasta +90° en el cenit, el punto directamente sobre la cabeza del observador. Los objetos por debajo del horizonte tienen altitudes negativas, pero generalmente, en astronomía, se consideran objetos con altitudes de 0° a +90°. Por otro lado, el azimut es otro ángulo que describe la dirección a lo largo del horizonte desde la ubicación del observador hasta el punto directamente debajo del objeto celeste en el cielo. Se mide en grados, comenzando desde el norte verdadero hacia el este, de modo que el norte tiene un azimut de 0° (o 360°), el este de 90°, el sur de 180°, y el oeste de 270°. Por tanto, el azimut proporciona la dirección en la que buscar en el horizonte para localizar el objeto. Figura 1. Coordenadas horizontales. Fuente: Evimeria Editorial. Página 12 de 21 En este sentido, el sistema de coordenadas horizontales es particularmente útil para los astrónomos aficionados y para la observación visual del cielo, ya que relaciona directamente la posición de los objetos celestes con la experiencia inmediata del observador. Sin embargo, hay algunas consideraciones importantes: Localización específica. Las coordenadas horizontales de un objeto dependen de la ubicación geográfica del observador. Esto significa que dos personas en diferentes lugares de la Tierra verán el mismo objeto celeste en diferentes posiciones en su cielo local. Temporalidad. Dado que la Tierra rota sobre su eje, las coordenadas horizontales de los objetos celestes cambian constantemente a lo largo del día y la noche. Por lo tanto, la altitud y el azimut de un objeto son válidos solo para una ubicación y tiempo específicos. Obstáculos y el horizonte local. La observación real también puede verse afectada por obstáculos físicos (como edificios o montañas) y por la variación en el horizonte local, lo que no es considerado en el modelo idealizado de la esfera celeste. Finalmente, para determinar las coordenadas horizontales de un objeto celeste, los observadores pueden utilizar diversos instrumentos, como sextantes, teodolitos o software astronómico moderno, que puede calcular estas coordenadas basándose en la hora y la ubicación geográfica del usuario. 1.3.2. Coordenadas ecuatoriales horarias El sistema de coordenadas ecuatoriales horarias es un sistema de coordenadas astronómicas utilizado para especificar la posición de objetos en la esfera celeste. Así, hace uso de dos elementos: Ángulo horario (H). Es una medida del tiempo sideral que indica la distancia angular de un objeto celeste al oeste del meridiano local del observador. Se mide en horas, minutos y segundos de tiempo, donde 24 horas equivalen a un círculo completo de 360°. El ángulo horario de un objeto aumenta con el tiempo, ya que la rotación de la Tierra hace que los objetos se muevan de este a oeste a través del cielo. Declinación (Dec). Al igual que en el sistema de coordenadas ecuatoriales fijas, la declinación mide la distancia angular de un objeto al norte o al sur del ecuador celeste. La declinación se mide en grados, minutos y segundos de arco, con valores que van desde +90° en el polo norte celeste hasta -90° en el polo sur celeste. Figura 2. Coordenadas ecuatoriales horarias. Fuente: Evimeria Editorial. Página 13 de 21 De esta manera, el sistema de coordenadas ecuatoriales horarias es especialmente útil en la astronomía observacional y en el uso de telescopios equipados con monturas ecuatoriales. Así, permite a los astrónomos y a los observadores: Localizar objetos. Al conocer el ángulo horario y la declinación de un objeto, los observadores pueden posicionar sus telescopios de manera precisa para apuntar hacia el objeto en el cielo nocturno. Seguir objetos. Dado que el ángulo horario cambia constantemente debido a la rotación de la Tierra, este sistema es útil para configurar y utilizar mecanismos de seguimiento en telescopios, permitiendo que el telescopio siga el movimiento aparente de los objetos celestes a través del cielo. Cabe remarcar que el ángulo horario es dependiente del tiempo y de la ubicación del observador. Esto significa que el ángulo horario de un objeto cambia con el tiempo y será diferente para observadores en diferentes longitudes. 1.3.3. Coordenadas ecuatoriales absolutas El sistema de coordenadas ecuatoriales absolutas es un sistema de coordenadas astronómicas ampliamente utilizado para especificar la posición de objetos en la esfera celeste. Así, se basa en la proyección del ecuador terrestre y los polos en la esfera celeste, y es independiente de la ubicación o el tiempo de observación del observador, lo que lo hace ideal para la cartografía celeste y la navegación astronómica. En este estadio, el sistema de coordenadas ecuatoriales utiliza dos componentes principales para definir la ubicación de un objeto en el cielo: Ascensión recta (AR). Es el equivalente celestial de la longitud terrestre y se mide a lo largo del ecuador celeste. Se expresa en unidades de tiempo (horas, minutos y segundos) en lugar de grados, donde 24 horas corresponden a 360° alrededor del ecuador celeste. La AR indica la distancia angular al este del punto vernal, el punto en el cielo donde el Sol cruza el ecuador celeste hacia el norte en el equinoccio de primavera. Declinación (Dec). Es el equivalente celestial de la latitud terrestre y se mide en grados al norte o al sur del ecuador celeste. La declinación varía de +90° en el polo norte celeste a -90° en el polo sur celeste. Indica la distancia angular de un objeto por encima o por debajo del ecuador celeste. Página 14 de 21 Figura 3. Coordenadas ecuatoriales absolutas. Fuente: Evimeria Editorial. El sistema de coordenadas ecuatoriales es utilizado en una amplia gama de aplicaciones astronómicas, desde la identificación y el seguimiento de objetos celestes en la astronomía amateur hasta la investigación astronómica avanzada y la navegación espacial. Algunos usos específicos incluyen: Catálogos estelares y mapas celestes. Proporcionan un marco de referencia fijo para catalogar estrellas, galaxias y otros objetos celestes, permitiendo a los astrónomos compartir y comparar datos sin ambigüedad. Telescopios y observación astronómica. Son fundamentales para apuntar y operar telescopios, especialmente aquellos equipados con monturas ecuatoriales motorizadas que pueden rastrear automáticamente el movimiento de los objetos celestes a medida que la Tierra gira. Cabe destacar que la orientación del eje de rotación de la Tierra cambia con el tiempo debido a los efectos gravitacionales del Sol y la Luna, un fenómeno conocido como precesión. Además, la nutación produce pequeñas oscilaciones en el eje de la Tierra. Ambos efectos pueden causar cambios lentos en las coordenadas ecuatoriales de los objetos celestes, lo que requiere correcciones periódicas en los catálogos astronómicos. Finalmente, las coordenadas ecuatoriales pueden convertirse en otros sistemas de coordenadas, como el sistema horizontal o el sistema eclíptico, para satisfacer necesidades específicas de observación o investigación. 1.3.4. Coordenadas eclípticas El sistema de coordenadas eclípticas es un sistema de coordenadas astronómicas utilizado para especificar la posición de objetos en la esfera celeste. Está basado en el plano de la eclíptica, que es el plano definido por la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Este sistema es particularmente útil para describir la posición de los cuerpos dentro del Página 15 de 21 Sistema Solar, ya que la mayoría de los planetas y objetos del Sistema Solar tienen órbitas que se encuentran cerca de este plano. De esta manera, consta de dos componentes principales para definir la ubicación de un objeto: Longitud eclíptica (λ). Es el ángulo medido a lo largo de la eclíptica desde el punto vernal hacia el este. El punto vernal, también conocido como el equinoccio de primavera, es el punto en el cielo donde el Sol cruza el ecuador celeste de sur a norte. La longitud eclíptica se mide en grados, de 0° a 360°. Latitud eclíptica (β). Es el ángulo medido perpendicularmente al plano de la eclíptica. Indica qué tan lejos está un objeto al norte o al sur de la eclíptica. La latitud eclíptica también se mide en grados, desde -90° (al sur de la eclíptica) hasta +90° (al norte de la eclíptica). Figura 4. Coordenadas eclípticas. Fuente: Evimeria Editorial. El sistema de coordenadas eclípticas es ampliamente utilizado en la astrología y para el estudio de los movimientos de los cuerpos del Sistema Solar, como los planetas, el Sol y la Luna. Algunos usos específicos incluyen: Astrología. La posición de los planetas, el Sol y la Luna en relación con las constelaciones zodiacales se describe comúnmente en términos de longitud eclíptica. Efemérides astronómicas. Las tablas que muestran las posiciones futuras de los cuerpos celestes a menudo utilizan coordenadas eclípticas para describir la posición de los planetas y otros objetos del Sistema Solar en relación con la Tierra y el Sol. Estudio de cometas y asteroides. Los objetos que tienen órbitas inclinadas con respecto al plano de la eclíptica, como cometas y asteroides, se describen convenientemente utilizando latitudes eclípticas para especificar qué tan lejos están de este plano. Al igual que con el sistema de coordenadas ecuatoriales, el sistema de coordenadas eclípticas está sujeto a la precesión, que es el cambio lento en la orientación del eje de rotación de la Tierra y, por lo tanto, en la posición del punto vernal. Esto requiere ajustes periódicos para mantener la precisión de las coordenadas. Además, las coordenadas eclípticas pueden convertirse en coordenadas ecuatoriales o en otros sistemas de coordenadas para satisfacer necesidades específicas de observación o investigación. 1.3.5. Coordenadas galácticas Página 16 de 21 El sistema de coordenadas galácticas es un sistema de coordenadas astronómicas utilizado para especificar la posición de objetos en la esfera celeste, con respecto al plano de la Vía Láctea. Por tanto, es particularmente útil para el estudio de la estructura y la dinámica de la Vía Láctea y para la cartografía de objetos y fenómenos dentro de la galaxia. De esta manera, el sistema de coordenadas galácticas se define utilizando dos ángulos principales y una distancia: Longitud galáctica (l). Se mide a lo largo del plano galáctico desde el centro galáctico, que se define como la dirección hacia el centro de la Vía Láctea en la constelación de Sagitario. La longitud galáctica se mide en grados, de 0° a 360°, comenzando desde la dirección del centro galáctico y aumentando hacia el este a lo largo del plano galáctico. Latitud galáctica (b). Se mide perpendicularmente al plano galáctico, indicando la elevación o depresión de un objeto con respecto a este plano. La latitud galáctica varía de +90° (directamente sobre el polo norte galáctico) a -90° (directamente bajo el polo sur galáctico). Distancia. Aunque no es una coordenada angular, la distancia al objeto es a menudo un componente crucial cuando se utilizan las coordenadas galácticas, especialmente para el mapeo tridimensional de la Vía Láctea. Figura 5. Coordenadas galácticas. Fuente: Evimeria Editorial. Asimismo, el sistema de coordenadas galácticas es ampliamente utilizado en la astrofísica galáctica y la astronomía de las estrellas variables, nebulosas, cúmulos estelares y otros objetos dentro de la Vía Láctea. Algunas aplicaciones específicas incluyen: Estructura de la vía láctea. Son esenciales para estudiar la distribución de estrellas, gas y polvo en la Vía Láctea, ayudando a los astrónomos a entender su estructura espiral y su disco, bulbo y halo. Cartografía galáctica. Los mapas de la Vía Láctea, especialmente aquellos que buscan ilustrar su estructura en tres dimensiones, se basan en el sistema de coordenadas galácticas para localizar objetos con precisión dentro de la galaxia. Estudios del medio interestelar. Las investigaciones sobre nubes de gas y polvo, regiones de formación estelar y remanentes de supernova se benefician del uso de coordenadas galácticas para relacionar estos fenómenos con la estructura general de la galaxia. A diferencia de otros sistemas de coordenadas que se basan en puntos de referencia Página 17 de 21 extragalácticos o en la posición de la Tierra, el sistema de coordenadas galácticas toma el centro de la Vía Láctea como referencia, lo que lo hace inherentemente adecuado para estudios galácticos. Dado que este sistema está diseñado específicamente para la Vía Láctea, su uso se limita a dicha galaxia. Para objetos fuera de la Vía Láctea, se utilizan otros sistemas de coordenadas. El sistema de coordenadas galácticas facilita la descripción y el estudio de la estructura y los contenidos de la Vía Láctea, proporcionando un marco de referencia que está alineado con el plano galáctico y centrado en el núcleo galáctico. 1.3.6. Coordenadas supergalácticas El sistema de coordenadas supergalácticas es un sistema de coordenadas astronómicas diseñado para mapear la distribución de objetos a una escala más grande que la galáctica, enfocándose en la estructura del supercúmulo local, que incluye la Vía Láctea y su entorno inmediato. Este sistema se basa en el plano supergaláctico, definido por la distribución aplanada de galaxias en el supercúmulo local, incluyendo el cúmulo de Virgo y otras agrupaciones cercanas de galaxias. Así, el sistema de coordenadas supergalácticas utiliza tres componentes para especificar la posición de un objeto: Longitud supergaláctica (SGL). Es el ángulo medido en el plano supergaláctico desde un punto de origen, que es la intersección del plano supergaláctico con el plano galáctico. La longitud supergaláctica se mide en grados, de 0° a 360°, similar a la longitud en el sistema de coordenadas galácticas. Latitud supergaláctica (SGB). Es el ángulo medido perpendicularmente al plano supergaláctico, indicando qué tan lejos está un objeto del plano. La latitud supergaláctica varía de +90° (por encima del plano supergaláctico) a -90° (por debajo del plano). Distancia. Al igual que en otros sistemas de coordenadas astronómicas, la distancia al objeto es un componente esencial para ubicaciones tridimensionales, especialmente importante cuando se considera la estructura a gran escala del universo. Figura 6. Coordenadas supergalácticas. Fuente: Evimeria Editorial. El sistema de coordenadas supergalácticas se utiliza principalmente en cosmología y en estudios de estructura a gran escala del universo para: Página 18 de 21 Mapeo de la estructura a gran escala. Ayuda a los astrónomos a mapear y entender la distribución de galaxias, cúmulos de galaxias y supercúmulos, revelando la estructura filamentosa del universo a gran escala, conocida como la red cósmica. Estudios del super cúmulo local. Proporciona un marco de referencia para estudiar la distribución y dinámica de los objetos dentro del supercúmulo local, incluyendo el movimiento de la Vía Láctea y las galaxias cercanas hacia el Gran Atractor, un punto de concentración gravitatoria en el espacio. Investigación cosmológica. Facilita la comparación y el análisis de la distribución de materia a escalas supergalácticas, contribuyendo a los modelos cosmológicos del universo y su evolución. Es importante remarcar que el sistema de coordenadas supergalácticas es más relevante para estudios que involucran estructuras a gran escala, como los supercúmulos y la red cósmica, más que para la observación de objetos individuales dentro de la Vía Láctea. Finalmente, la definición exacta del plano supergaláctico puede variar ligeramente según los criterios utilizados para determinar la distribución media de las galaxias en el supercúmulo local. RESUMEN La astronomía es la ciencia que se encarga del estudio de los objetos celestes y los fenómenos que ocurren fuera de la atmósfera terrestre. Su campo de estudio abarca desde los cuerpos más cercanos, como la Luna y los planetas del Sistema Solar, hasta las estrellas, galaxias y otras estructuras más distantes del universo observable. La astronomía se conforma de distintas ramas, entre las cuales destacan: Astronomía observacional. Constituye una rama fundamental de la astronomía que se enfoca en la recopilación y análisis de datos obtenidos mediante la observación directa de objetos celestes. Astrofísica. Es una rama de la astronomía que se centra en la aplicación de los principios y leyes de la física para entender la naturaleza, comportamiento y propiedades de los objetos celestes y los fenómenos que ocurren en el universo. Cosmología. Es una rama de la astronomía y de la física teórica que se enfoca en el estudio del universo en su conjunto, abordando preguntas fundamentales sobre su origen, estructura, evolución y destino final. Astronomía solar. Se dedica al estudio exhaustivo del Sol, la estrella más cercana y la principal fuente de energía para la Tierra. Astronomía planetaria. Es una disciplina de la ciencia astronómica dedicada al estudio de los planetas, tanto del Sistema Solar como de sistemas planetarios externos (exoplanetas), incluyendo sus satélites, anillos, atmósferas, composición química, estructura interna y los procesos físicos y químicos que los afectan. Los cuerpos celestes constituyen una amplia gama de entidades físicas naturales presentes fuera de la atmósfera terrestre. Así, destacan los planetas, las estrellas, las galaxias, los cometas y meteoritos, las nebulosas y las constelaciones. Página 19 de 21 Las coordenadas astronómicas son un conjunto de valores utilizados para determinar la posición de un objeto en el cielo. Se diferencian varios tipos: Coordenadas horizontales. Es un método utilizado en astronomía para especificar la posición de objetos en el cielo con respecto a la ubicación del observador. Coordenadas ecuatoriales horarias. Es un sistema de coordenadas astronómicas utilizado para especificar la posición de objetos en la esfera celeste. Coordenadas ecuatoriales absolutas. Se basa en la proyección del ecuador terrestre y los polos en la esfera celeste, y es independiente de la ubicación o el tiempo de observación del observador, lo que lo hace ideal para la cartografía celeste y la navegación astronómica. Coordenadas eclípticas. Es un sistema de coordenadas astronómicas utilizado para especificar la posición de objetos en la esfera celeste. Está basado en el plano de la eclíptica, que es el plano definido por la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Coordenadas galácticas. Es un sistema de coordenadas astronómicas utilizado para especificar la posición de objetos en la esfera celeste, con respecto al plano de la Vía Láctea. Coordenadas supergaláctica. Es un sistema de coordenadas astronómicas diseñado para mapear la distribución de objetos a una escala más grande que la galáctica, enfocándose en la estructura del supercúmulo local, que incluye la Vía Láctea y su entorno inmediato. AUTOEVALUACIÓN Contesta las siguientes preguntas y practica las bases teóricas de este capítulo. No olvides leerlas detenidamente, teniendo en cuenta que solo hay una opción correcta. 1. ¿En qué siglo se inició la era espacial? a. Segunda mitad del siglo XIX. b. Primera mitad del siglo XX. c. Segunda mitad del siglo XX. d. Primera mitad del siglo XXI. 2. La __________ es una rama de la astronomía y de la física teórica que se enfoca en el estudio del universo en su conjunto, abordando preguntas fundamentales sobre su origen, estructura, evolución y destino final. a. Cosmología. b. Astrofísica. c. Astronomía planetaria. d. Astronomía observacional. 3. ¿Qué teorema o fórmula se para relacionar un lado de un triángulo esférico con los otros dos lados y el ángulo opuesto, permitiendo calcular distancias angulares entre puntos en la esfera celeste? a. Fórmula de los cinco elementos. b. Teorema del coseno esférico. c. Teorema del seno esférico. d. Ninguna de las opciones anteriores es correcta. 4. ¿Quién descubrió en 1610 cuatro satélites orbitando alrededor de Júpiter? a. Isaac Newton. b. Nicolás Copérnico. c. Johannes Kepler. d. Galileo Galilei. 5. El Sol es: a. Un planeta. b. Una estrella. c. Una galaxia. d. Un cometa. 6. En las coordenadas horizontales, el/la __________ es un ángulo que describe la dirección a lo largo del horizonte desde la ubicación del observador hasta el punto directamente debajo del objeto celeste en el cielo y proporciona la dirección en la que buscar en el horizonte para localizar el objeto. a. Altitud. b. Latitud. c. Declinación. d. Azimut. SOLUCIONARIO Página 20 de 21 1. ¿En qué siglo se inició la era espacial? c. Segunda mitad del siglo XX. 2. La __________ es una rama de la astronomía y de la física teórica que se enfoca en el estudio del universo en su conjunto, abordando preguntas fundamentales sobre su origen, estructura, evolución y destino final. a. Cosmología. 3. ¿Qué teorema o fórmula se para relacionar un lado de un triángulo esférico con los otros dos lados y el ángulo opuesto, permitiendo calcular distancias angulares entre puntos en la esfera celeste? b. Teorema del coseno esférico. 4. ¿Quién descubrió en 1610 cuatro satélites orbitando alrededor de Júpiter? d. Galileo Galilei. 5. El Sol es: b. Una estrella. 6. En las coordenadas horizontales, el/la __________ es un ángulo que describe la dirección a lo largo del horizonte desde la ubicación del observador hasta el punto directamente debajo del objeto celeste en el cielo y proporciona la dirección en la que buscar en el horizonte para localizar el objeto. d. Azimut. Página 21 de 21 Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)

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