Metodología Básica de la Información - U1.v02 PDF
Document Details
Uploaded by Deleted User
Universidad Tecnológica Nacional
Lic. Juan Carlos Travela
Tags
Related
Summary
This document is a university course material on Methods of Research and Information, Unit 1: Introduction to Scientific Research. It covers fundamental topics and methodologies of the research.
Full Transcript
LICENCIATURA EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS Metodología Básica de la Investigación UNIDAD 1 INTRODUCCIÓN A LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Profesor Titular: Lic. Juan Carlos Travela PRESENTACIÓN Esta unidad pretende ser una introducción...
LICENCIATURA EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS Metodología Básica de la Investigación UNIDAD 1 INTRODUCCIÓN A LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Profesor Titular: Lic. Juan Carlos Travela PRESENTACIÓN Esta unidad pretende ser una introducción al mundo de la investigación científica, en tanto, la investigación y entonces, su metodología, sucede en un contexto social y normativo que da contenido y atraviesa tanto a la actividad como a quienes la desarrollan. Así, en una primera parte de la unidad se presentarán aspectos fundamentales como, qué es la ciencia, para qué sirve y cómo se desarrolla, desde sus inicios hasta la actualidad, entre otros aspectos relevantes. En la segunda parte de la unidad se introducirán distintos paradigmas científicos desde los cuales se plantean las investigaciones. Probablemente no escojan uno de ellos en este preciso momento, pero al finalizar el curso, seguramente, se sientan motivados y seguros para optar por uno de ellos para sus investigaciones futuras. “Cientificista es el investigador que se ha adaptado a este mercado científico, que renuncia a preocuparse por el significado social de su actividad, desvinculándola de los problemas políticos, y se entrega de lleno a su carrera, aceptando para ella las normas y los valores de los grandes centros internacionales, concretados en un escalafón”. Oscar Varsavsky OBJETIVOS QUE LOS PARTICIPANTES LOGREN: Conocer y problematizar el rol fundamental de la ciencia. Explorar los elementos fundamentales del quehacer científico. Conocer los diversos paradigmas científicos. TEMARIO PARTE 1 4 1.1 ¿Qué es la ciencia y para qué sirve? 4 1.2 La utilidad de aprender a investigar para un estudiante de licenciatura 5 1.3 ¿Conocimiento ordinario vs. conocimiento científico? 7 1.4 El método científico 10 1.5 Niveles o alcances de la investigación 12 1.5.1 Investigación exploratoria 12 1.5.2 Investigación descriptiva 14 1.5.3 Investigaciones correlacionales 16 1.5.4 Investigación explicativa 18 1.6 Institucionalización, profesionalización e industrialización de la ciencia 20 1.7 ¿La ciencia como problema y ciencia para la revolución? 22 PARTE 2 26 1.8 Los paradigmas científicos 26 1.8.1 El empirismo 27 1.8.2 El Racionalismo 29 1.8.3 El positivismo 29 1.8.4 El Neopositivismo 31 1.8.4 El Enfoque de Sistemas 33 1.8.5 El Funcionalismo 36 1.8.6 El estructuralismo 37 1.8.7 Materialismo dialéctico 39 1.8.8 El Realismo 43 1.8.9 La teoría crítica 45 1.8.10 El relativismo 47 PARTE 1 1.1 ¿QUÉ ES LA CIENCIA Y PARA QUÉ SIRVE? Comenzaremos esta sección con algunos disparadores que podemos encontrar en profundidad en Kreimer (2009). ¿Cuál es la esencia de la ciencia? ¿Cuál es su objetivo? ¿Representa una extensa crónica de hallazgos realizados por mentes brillantes? ¿Es el resultado del esfuerzo de individuos curiosos que se sumergen en la búsqueda de los misterios del mundo físico y natural? ¿Por qué es necesario contar con recursos financieros para llevar a cabo investigaciones científicas? ¿Quién respalda económicamente las labores de los científicos, el Estado y/o patrocinadores privados que tienen una afinidad por el conocimiento? ¿Es la ciencia meramente conocimiento abstracto o posee aplicaciones prácticas para la sociedad? ¿Dónde tiene lugar la actividad científica? ¿Quién puede hacer ciencia? ¿Cómo puedo hacer ciencia? ¿Cómo puedo comenzar una carrera científica? Estas son algunas preguntas con las que se inicia esta primera unidad y buscaremos responder, tanto aquí como a lo largo de toda la cursada. Esta unidad tiene como objetivo introducirnos en la actividad científica, que es, a fin de cuentas, lo que en su tesina de grado van a realizar, obviamente, con el nivel de profundidad adecuado para su etapa formativa. A grandes rasgos, la ciencia, en esencia, representa una sólida promesa, es decir, representa seguridad o nos la brinda. Es la promesa de encontrar soluciones a diversos problemas y la garantía, tal como escuchamos con frecuencia en nuestra vida diaria, de racionalidad, seriedad y previsibilidad. Por ejemplo, cuando se afirma que la calidad de un producto está "científicamente comprobada" y es respaldada por la afirmación de un científico, podemos consumirlo con confianza. Si podemos tener previsibilidad, también podemos tener la posibilidad de transformar aquello que consideramos necesario para mejorar diversas condiciones que hacen a nuestra vida. Los conocimientos científicos, ya sea los difundidos en revistas especializadas o los que ya se han integrado en la sociedad (aclarando desde el principio que son dos ámbitos claramente distintos), atraviesan un proceso que incluye desde la concepción, el cuestionamiento, la experimentación, la prueba, la discusión, la refutación, la publicación hasta, en última instancia, la certificación. Finalmente, estos conocimientos son etiquetados como creíbles y verdaderos, marcando así el trayecto desde su creación hasta su integración en el sentido común de una sociedad, como veremos más adelante, aún así, hay mucho por problematizar. Sin embargo, es importante comenzar señalando que el conocimiento se revela como una práctica social más. Quienes lo generan son individuos de carne y hueso inmersos en una sociedad específica, que utilizan un lenguaje particular y que no difieren como sujetos sociales de cualquier otro, ya sea un cocinero, una médica o una piloto de avión. En realidad, todos ellos contribuyen a la producción de conocimientos a diario, tanto en su vida laboral como en la privada. Aquí nos encontramos ante la diferenciación entre tipos de conocimientos. 1.2 LA UTILIDAD DE APRENDER A INVESTIGAR PARA UN ESTUDIANTE DE LICENCIATURA Como plantea Hernández Sampieri et al. (2014), en la era de la globalización, aquellos graduados que carezcan de conocimientos en investigación se verán en desventaja en comparación con sus colegas, ya sean de la misma institución o de otras universidades en todo el mundo. Actualmente, las instituciones educativas buscan destacar a sus alumnos, poniendo un mayor énfasis en la investigación. Este enfoque no solo tiene como objetivo formar a los estudiantes de manera más efectiva y prepararlos para la competencia, sino también obtener acreditaciones y establecer conexiones con otras instituciones. La falta de familiaridad con los métodos de investigación puede resultar en un rezago significativo. Además, es inconcebible pensar en una variedad de profesiones sin mencionar la investigación. ¿Cómo podría un gerente de mercadotecnia operar en un entorno donde no se realiza investigación de mercados? La investigación es esencial para comprender las necesidades y preferencias de los clientes, así como para evaluar la posición en el mercado mediante el seguimiento de niveles de ventas y participación. ¿Se puede imaginar a un ingeniero civil que intente construir un edificio, un puente o una casa sin realizar un estudio del suelo? En la actualidad, incluso un pequeño negocio familiar se beneficia al llevar a cabo investigaciones antes de su establecimiento. En diversas profesiones, como médicos cirujanos, candidatos a cargos públicos, contadores, biólogos, criminólogos, periodistas, enfermeras, economistas, sociólogos, educadores, antropólogos, psicólogos, arquitectos, ingenieros en todas sus especialidades, veterinarios, dentistas, administradores, comunicólogos y abogados, entre otros, la investigación desempeña un papel crucial. Desde realizar diagnósticos precisos y encuestas de opinión hasta analizar reformas fiscales y llevar a cabo estudios de laboratorio, la investigación es una herramienta valiosa y necesaria. La investigación no solo contribuye a la creación de nuevos sistemas y productos, sino que también aborda problemas económicos y sociales, identifica mercados, diseña soluciones y evalúa la efectividad de nuestras acciones. El progreso, ya sea a nivel nacional, regional, empresarial o individual, se ve impulsado por la generación de investigación. Las empresas líderes a nivel mundial son prueba de ello, ya que suelen ser las que más invierten en investigación. En última instancia, la investigación, ya sea científica o de otro tipo, es una actividad que todos los seres humanos realizamos de manera frecuente. La investigación científica se distingue por su rigurosidad y organización, pero comparte la esencia de cualquier tipo de investigación al llevarse a cabo de manera cuidadosa. 1.3 ¿CONOCIMIENTO ORDINARIO VS. CONOCIMIENTO CIENTÍFICO? El conocimiento ordinario o popular representa una forma de sabiduría cotidiana que surge de las opiniones o experiencias individuales. En la mayoría de los casos, se adquiere de manera fortuita y no premeditada. Por ende, constituye un conocimiento no verificado que se transmite de generación en generación, a menudo persistiendo como una creencia errónea. No obstante, en una gran cantidad de ocasiones, el conocimiento popular puede proporcionar la base para la construcción del conocimiento científico, ya que una creencia puede someterse a investigación y, posteriormente, ser verificada. Lo que hace falta para dar ese salto, entonces, es el método científico, el cual abordaremos desde Arias (2012). El conocimiento científico surge de investigaciones que aplican el método científico, lo que le confiere atributos como verificabilidad, objetividad, metodología, sistematicidad y capacidad predictiva. A pesar de estas características, es necesario señalar que este tipo de conocimiento también presenta una cualidad crucial: la falibilidad, es decir, la posibilidad de cometer errores, fallas o equivocaciones. Al reconocer esta eventualidad, se asume también la incapacidad de llegar a conclusiones absolutas y definitivas. En consecuencia, el conocimiento científico se presenta como un saber provisional sujeto a revisión constante, producto de la actividad científica misma. Para sintetizar estas diferencias, Arias (2012) propone el siguiente cuadro: Figura 1: Diferencias entre el conocimiento ordinario y el científico. Fuente: Arias (2012, p. 16) De este modo, podemos llegar a una definición inicial: la ciencia se define como un conjunto de conocimientos que son verificables, organizados sistemáticamente y obtenidos de manera metodológica, todos ellos vinculados a un objeto de estudio específico o a una rama del saber. La verificabilidad se refiere a la capacidad de someter las afirmaciones a comprobación, como la temperatura de ebullición del agua a 100° centígrados, que puede ser fácilmente corroborada con los instrumentos adecuados. La organización sistemática implica un orden lógico y conexiones entre los elementos, como los números naturales en matemáticas que son fundamentales para operaciones como suma, resta, multiplicación o división. Además, estas operaciones mantienen una relación intrínseca, considerándose la multiplicación como una "suma simplificada" y la división como "la operación inversa de la multiplicación". La metodología científica, por último, se aplica de manera sistemática a través de un conjunto de pasos, garantizando un proceso riguroso en la obtención de conocimientos científicos. Dentro de este contexto, las ciencias formales se dedican a la exploración de entidades ideales o intangibles, es decir, a conceptos que existen únicamente en la mente humana. Ejemplos de ciencias formales incluyen la matemática, la lingüística y la lógica. La lógica, en particular, se centra en el estudio del pensamiento, un fenómeno que no es perceptible a través de los sentidos. Su método de investigación es la deducción, y su estándar de verdad se basa en la coherencia y la ausencia de contradicciones. Por otro lado, las ciencias fácticas se ocupan del análisis de objetos concretos o tangibles. Estas disciplinas emplean el método científico y su criterio de verdad se basa en la verificación. Las ciencias fácticas se dividen a su vez en dos categorías: las ciencias naturales, que incluyen la Física, la Química y la Biología, y las ciencias sociales o humanas, como la Historia, la Sociología y la Economía. En el ámbito de la investigación, se entiende por método la modalidad general o enfoque utilizado para abordar un problema. Aunque pueda sonar redundante, el procedimiento primordial empleado en la investigación científica para adquirir conocimiento es el método científico. 1.4 EL MÉTODO CIENTÍFICO El método científico abarca el conjunto de pasos, técnicas y procedimientos utilizados para plantear y resolver problemas de investigación mediante la prueba o confirmación de hipótesis. Figura 2: Método científico. Estos pasos orientan el proceso de investigación de la siguiente manera: Observación: La primera etapa implica la percepción de un hecho o fenómeno. Imaginen a un individuo que nota una inusual aglomeración de personas en una vía pública que impide la circulación normal del tránsito. Formulación del problema: Basándose en esta observación, surge una pregunta o interrogación sobre el fenómeno observado, como, por ejemplo, ¿A qué se debe tal concentración de personas? Formulación de hipótesis: Para abordar el problema, se generan suposiciones o respuestas potenciales, como la hipótesis A, que sugiere que la concentración se debe a una protesta, y la hipótesis B, que plantea que la concentración fue causada por un accidente. Verificación: La siguiente fase implica poner a prueba estas hipótesis mediante la recolección de datos. En este caso, el sujeto se acerca al lugar de la concentración y entrevista a los presentes. Análisis: Los datos recopilados son procesados para determinar cuáles confirman o niegan las hipótesis. En este ejemplo, el análisis revela que la mayoría de las respuestas respaldan la hipótesis B. Conclusión: Finalmente, se llega a una respuesta al problema después de la verificación y el análisis realizados. En este caso, la conclusión es que la concentración fue causada por un accidente, respaldando así la hipótesis B. En síntesis, la investigación científica se caracteriza por ser un proceso metódico y sistemático orientado a abordar problemas o interrogantes científicos. Su objetivo primordial es la generación de nuevos conocimientos que, a su vez, representan la solución o respuesta a las preguntas planteadas. 1.5 NIVELES O ALCANCES DE LA INVESTIGACIÓN Ahora bien, no todas las investigaciones científicas poseen el mismo alcance o nivel de profundidad. De esta manera, podemos encontrarnos con investigaciones exploratorias, descriptivas, correlacionales o explicativas. Nos introduciremos en cada una de ellas a partir de Hernández Sampieri et al. (2014): 1.5.1 Investigación exploratoria: Los estudios exploratorios se llevan a cabo cuando se busca examinar un tema o problema de investigación poco estudiado, que genera incertidumbres o se carece de abordajes anteriores. Este escenario se presenta si la revisión de la literatura indica que sólo existen guías no exploradas e ideas vagamente vinculadas con el problema de estudio. También se aplica si se intenta explorar temas y áreas desde perspectivas novedosas, como analizar fenómenos desconocidos o innovadores, como una enfermedad recién identificada, una catástrofe en un lugar sin historial de desastres, o cuestionamientos surgidos del desciframiento del código genético humano y la clonación de seres vivos. El aumento de la esperanza de vida más allá de los 100 años, la futura colonización de la Luna, el calentamiento de la atmósfera de la Tierra a niveles inesperados, cambios profundos en la concepción del matrimonio o en la ideología de una religión son temas que podrían generar numerosas investigaciones exploratorias. Estos estudios son equiparables a emprender un viaje a un lugar del cual no hemos visto documentales ni leído libros; simplemente, alguien nos hizo un breve comentario. Al llegar, nos encontramos sin saber qué atracciones visitar, a qué museos asistir, en qué lugares se come bien y cómo es la gente; en otras palabras, desconocemos mucho sobre el sitio. En este contexto, la exploración se vuelve esencial: preguntar al taxista o al chofer del autobús sobre qué hacer y a dónde ir, obtener información del personal del hotel, preguntar al camarero, al cantinero del bar y a cualquier persona amigable que encontremos. Claro está que, si ya existía información sobre el lugar y no la buscamos, perdemos dinero y tiempo valioso. Así, podemos terminar viendo un espectáculo costoso, pero poco agradable, perdiéndonos otro fascinante y más económico. En el caso de la investigación científica, una revisión inadecuada de la literatura conlleva consecuencias más perjudiciales que la simple frustración de invertir en algo que, al final, no nos satisface. Los estudios exploratorios desempeñan un papel fundamental al proporcionar familiaridad con fenómenos relativamente desconocidos. Su función incluye obtener información sobre la viabilidad de llevar a cabo investigaciones más exhaustivas en un contexto particular, descubrir nuevos problemas, identificar conceptos o variables promisorias, establecer prioridades para investigaciones futuras y sugerir afirmaciones y postulados. Este tipo de estudios es común en la investigación, especialmente en situaciones con escasa información. Ejemplos notables incluyen las primeras investigaciones de Sigmund Freud, basadas en la idea de que los problemas de histeria estaban relacionados con dificultades sexuales, así como los estudios pioneros sobre el SIDA, los experimentos iniciales de Iván Pavlov sobre reflejos condicionados e inhibiciones, el análisis de contenido de los primeros videos musicales, las investigaciones sobre productividad de Elton Mayo en la planta Hawthorne de la compañía Western Electric y los estudios sobre terrorismo después de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York en 2001, entre otros eventos. Un ejemplo actual podrían ser las investigaciones sobre el COVID 19, tanto las médicas como los estudios sociales. Aunque realizados en distintas épocas y lugares, comparten un denominador común: la exploración de algo poco investigado o desconocido. Es importante destacar que los estudios exploratorios raramente constituyen un fin en sí mismos. Por lo general, se centran en determinar tendencias, identificar áreas, ambientes, contextos y situaciones de estudio, así como relaciones potenciales entre variables. Además, establecen el "tono" para investigaciones posteriores más elaboradas y rigurosas. Estas exploraciones se caracterizan por su flexibilidad metodológica en comparación con estudios descriptivos, correlacionales o explicativos, siendo más amplias y dispersas. No obstante, implican un mayor "riesgo" y requieren paciencia, serenidad y receptividad por parte del investigador. 1.5.2 Investigación descriptiva Los estudios descriptivos tienen como objetivo principal detallar las propiedades, características y perfiles de diversos elementos, como personas, grupos, comunidades, procesos u objetos, sometidos a análisis. Su enfoque se centra en medir o recopilar información independiente o conjunta sobre conceptos o variables específicas, sin buscar establecer relaciones entre ellas. Por ejemplo, un investigador organizacional que quiera describir varias empresas industriales en Lima, abordará aspectos como complejidad, tecnología, tamaño, centralización y capacidad de innovación. A través de la medición de estas variables, proporcionará una descripción detallada de la diferenciación horizontal, vertical y espacial, así como la cantidad de metas de las empresas (complejidad), su grado de automatización (tecnología), el número de empleados (tamaño), la centralización de las decisiones y la capacidad de innovación. Sin embargo, el investigador no busca analizar si las empresas con mayor tecnología automatizada son las más complejas o si la capacidad de innovación es mayor en empresas menos centralizadas. Similarmente, un psicólogo clínico que pretenda describir la personalidad de un individuo se limitará a medir dimensiones específicas (hipocondría, depresión, histeria, masculinidad-femineidad, introversión social, etc.) para luego proporcionar una descripción detallada. No tiene la intención de analizar si mayor depresión se relaciona con mayor introversión social; en caso de buscar relaciones entre dimensiones o asociar la personalidad con la agresividad del individuo, su estudio sería esencialmente correlacional y no descriptivo. A diferencia de los estudios exploratorios, cuya función primordial es descubrir y prefigurar, los estudios descriptivos son valiosos para presentar con precisión los aspectos y dimensiones de un fenómeno, suceso, comunidad, contexto o situación. En este tipo de estudios, el investigador debe ser capaz de definir o, al menos, visualizar qué se medirá (conceptos, variables, componentes, etc.) y sobre qué o quiénes se recolectarán los datos (personas, grupos, comunidades, objetos, animales, hechos). Por ejemplo, al medir variables en escuelas, es necesario especificar qué tipos incluiremos (públicas, privadas, administradas por religiosos, laicas, de cierta orientación pedagógica, de un género u otro, mixtas, etc.). La descripción puede ser más o menos detallada, pero en todos los casos se basa en la medición de uno o más atributos del fenómeno de interés. 1.5.3 Investigaciones correlacionales Las investigaciones correlacionales buscan abordar las relaciones entre diversos aspectos, presentados como interrogantes específicos, por ejemplo, el aumento de la autoestima en pacientes sometidos a psicoterapia gestáltica, la relación entre variedad y autonomía en el trabajo con la motivación intrínseca, o las diferencias en el rendimiento de acciones de empresas tecnológicas frente a aquellas de otros sectores en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. También se exploran cuestiones como la relación entre la adopción rápida de innovaciones por parte de campesinos y su cosmopolitismo, o el impacto negativo en la satisfacción en la relación debido a la distancia física entre parejas de novios (todos en un contexto específico). El propósito de estos estudios es comprender la relación o grado de asociación entre dos o más conceptos, categorías o variables en un contexto o muestra particular. A veces, se analiza la relación entre dos variables, pero frecuentemente se exploran vínculos entre tres, cuatro o más variables. En estos estudios, se mide cada variable por separado y luego se cuantifican, analizan y establecen las conexiones entre ellas. Estas correlaciones se basan en hipótesis que son sometidas a prueba. Por ejemplo, un investigador que desee examinar la relación entre motivación laboral y productividad individual en trabajadores de varias empresas industriales en Santa Fe de Bogotá, Colombia, mediría ambas variables y luego analizaría si los trabajadores más motivados son también los más productivos. Es esencial destacar que, en su mayoría, las mediciones de las variables que se correlacionan provienen de los mismos casos o participantes. La utilidad principal de estos estudios es entender cómo se comporta un concepto o variable al conocer el comportamiento de otras variables relacionadas. Intentan prever el valor aproximado de un grupo de individuos en una variable, basándose en el valor que poseen en variables relacionadas. Un ejemplo ilustrativo sería asociar el tiempo dedicado a estudiar para un examen con la calificación obtenida. La correlación puede ser positiva (ambas variables aumentan juntas) o negativa (una variable aumenta mientras la otra disminuye), o no haber correlación. Estos estudios se diferencian de los descriptivos en que, mientras los descriptivos se centran en medir con precisión variables individuales, los correlacionales evalúan el grado de vinculación entre dos o más variables, permitiendo incluir varios pares de evaluaciones de esta naturaleza en una sola investigación. La investigación correlacional posee, en cierta medida, un valor explicativo parcial, ya que conocer la relación entre dos conceptos o variables proporciona cierta información explicativa. Por ejemplo, si la adquisición de vocabulario en niños de tres a cinco años se relaciona con la exposición a un programa de televisión educativo, esto ofrece una explicación parcial sobre cómo los niños adquieren conceptos. De manera similar, si la similitud de valores en parejas de comunidades indígenas guatemaltecas se vincula con la probabilidad de contraer matrimonio, esta información contribuye a explicar por qué algunas parejas se casan mientras que otras no. Es importante destacar que la explicación es parcial, ya que existen otros factores relacionados con la adquisición de conceptos y la decisión de contraer matrimonio. A medida que aumenta el número de variables asociadas en el estudio y se fortalecen las relaciones, la explicación se vuelve más completa. En el ejemplo de la decisión de casarse, si se descubre que, además de la similitud de valores, también están relacionadas variables como el tiempo de conocerse, la vinculación de las familias de los novios, la ocupación del novio, el atractivo físico y el tradicionalismo, el grado de explicación para la decisión de casarse será más amplio. Además, al agregar más variables relacionadas con dicha decisión, la explicación se vuelve más completa. 1.5.4 Investigación explicativa Los estudios explicativos trascienden la mera descripción de conceptos o fenómenos, así como el establecimiento de relaciones entre ellos; su enfoque se dirige a responder las causas subyacentes de los eventos y fenómenos, tanto físicos como sociales. Como su nombre indica, su propósito es proporcionar explicaciones sobre por qué se produce un fenómeno, en qué condiciones se manifiesta o por qué dos o más variables están interrelacionadas. Para ilustrar, revelar las intenciones del electorado constituye una actividad descriptiva (indicar, a través de una encuesta de opinión previa a la elección, cuántas personas "planean" votar por los candidatos es un estudio descriptivo). Por otro lado, relacionar esas intenciones con conceptos como la edad y el género de los votantes o la magnitud del esfuerzo propagandístico de los partidos a los que pertenecen los candidatos (estudio correlacional) difiere de explicar por qué alguien elegiría votar por un candidato específico mientras que otras personas optarían por diferentes opciones (estudio explicativo). Volviendo a la analogía con el ejemplo del psicoanalista y sus pacientes, un estudio explicativo sería equivalente a que el médico analizará las razones detrás de la dinámica de la relación entre Ana y Luis (no solo cómo se llevan, que correspondería a un nivel correlacional). Suponiendo que su matrimonio funcione de manera "positiva" y que ambos perciban la relación como satisfactoria, el médico explicaría las razones subyacentes de este escenario. Además, ofrecería claridad sobre por qué participan en ciertas actividades y comparten cierto tiempo juntos. Los estudios explicativos buscan responder a preguntas más profundas, como, por ejemplo, ¿cuáles son los efectos de que los adolescentes peruanos, residentes en zonas urbanas y con un alto nivel socioeconómico, vean videos musicales con contenido sexual explícito? ¿Cuáles son las razones detrás de estos efectos? ¿Qué variables intervienen y de qué manera lo hacen? También se interesan en comprender por qué estos adolescentes tienen preferencia por videos musicales con alto contenido sexual en comparación con otros programas y videos musicales. Exploran los usos que los adolescentes dan a este contenido y las gratificaciones que obtienen al exponerse a él. En cambio, un estudio descriptivo se centraría en preguntas más superficiales, como ¿cuánto tiempo dedican estos adolescentes a ver videos musicales, especialmente aquellos con contenido sexual? ¿Hasta qué punto les interesa este tipo de contenido? En su jerarquía de preferencias televisivas, ¿dónde se encuentran los videos musicales? ¿Preferirían ver videos musicales con alto, medio, bajo o nulo contenido sexual? Por otro lado, un estudio correlacional abordaría cuestiones como ¿existe una relación entre la exposición de estos adolescentes a videos musicales con alto contenido sexual y el control ejercido por sus padres sobre la elección de programas? ¿A mayor exposición, se observa una mayor manifestación de estrategias para establecer contactos sexuales en las relaciones interpersonales de los adolescentes? ¿Se relaciona con una actitud más favorable hacia el aborto, entre otras preguntas similares? 1.6 INSTITUCIONALIZACIÓN, PROFESIONALIZACIÓN E INDUSTRIALIZACIÓN DE LA CIENCIA En la sección anterior tuvimos un primer pantallazo respecto a qué es la ciencia, qué pasos implica, que tipología de conocimiento podemos encontrarnos. Ahora, la idea es avanzar con un breve repaso de la historia de la ciencia moderna, para lo que volveremos sobre Kreimer (2009). Cómo pasaron los científicos de hacer ciencia en sus hogares y con sus propios recursos a realizar sus actividades en grandes instituciones, con recursos públicos y también, con un direccionamiento (a veces) estatal de las líneas de investigación a llevar adelante. Una breve crónica de la ciencia moderna se despliega en tres etapas contundentes: institucionalización, profesionalización e industrialización, desarrolladas a lo largo de los últimos cuatro siglos. La primera etapa, la institucionalización, tiene sus raíces en las academias que surgieron inicialmente en Italia en el siglo XVII. Antes de este hito, los hombres de ciencia llevaban a cabo sus investigaciones en sus hogares, estableciendo talleres u otros espacios de trabajo. Este cambio marcó el paso de lo privado a lo público, al proporcionar un lugar específico para la producción del conocimiento. Instituciones destacadas en este período incluyen la Royal Society, fundada en 1662 en estrecha relación con Isaac Newton, y la Académie Royale des Sciences, establecida en 1666 por iniciativa de Colbert. Este período también señala la distinción clara entre la evidencia científica y las creencias. Esta transformación es trascendental, ya que la ciencia no siempre estuvo separada del pensamiento religioso, mágico o especulativo. Desde sus inicios, la institución científica estuvo vinculada al poder político, estableciendo una suerte de "contrato ciencia-sociedad", a veces implícito y otras veces explícito. Con la consolidación de la ciencia en espacios institucionales específicos, se dio inicio al proceso de profesionalización de la investigación. Dos requisitos fundamentales para la existencia de una profesión son una carrera o proceso de iniciación claramente definido por reglas conocidas y aceptadas, y recursos económicos que proporcionen los medios de subsistencia. Sobre esto se volverá al final de la cursada. El avance y reconocimiento a lo largo de la carrera se establecieron de manera gradual, con la publicación de resultados de investigación adquiriendo una importancia cada vez mayor. Un punto crucial en la transición de una ciencia amateur a una profesional fue la aparición de una relación contractual, donde los científicos comenzaron a recibir salarios por su trabajo. Esto llevó a una relación contractual con derechos y obligaciones para ambas partes. El Estado proporciona recursos y salarios, mientras que los científicos se comprometen a dedicarse a generar conocimientos, divulgarlos públicamente, interactuar con colegas y formar nuevas generaciones de científicos, en resumen, proporcionar conocimientos útiles para la sociedad. Finalmente, la industrialización de la ciencia (no confundirla con la investigación industrial) somete las actividades científicas a los métodos de gestión de la industria. Este proceso, conocido como "Gran ciencia", se consolidó después de la Segunda Guerra Mundial, convirtiendo la actividad científica en una empresa a gran escala e intensiva en capital, siendo menos común en países de ingresos medios o bajos. 1.7 ¿LA CIENCIA COMO PROBLEMA Y CIENCIA PARA LA REVOLUCIÓN? Llegado a este punto, es importante problematizar, también, los usos que se le han dado a los desarrollos científicos. Para esto continuaremos con Kreimer (2009). La creación de la bomba atómica, surgida tras el proyecto Manhattan, dejó en evidencia que el desarrollo de la ciencia no siempre conlleva impactos positivos. En las décadas de los sesenta y setenta surgieron movimientos críticos, especialmente en Europa y Estados Unidos, que cuestionaron el papel de la ciencia debido a su vinculación con el desarrollo de la sociedad capitalista industrial y sus consecuencias indeseables, como el hiperconsumo o consumo superfluo y despilfarro, la degradación del ambiente y la deshumanización. Desde el movimiento hippie hasta el Mayo Francés, pasando por los primeros grupos de ecología política, la crítica a la sociedad industrial basada en la ciencia se expandió globalmente. Hoy se hace presente con contundencia en el campo de los estudios críticos del desarrollo. La fundamentación de muchos de estos movimientos radica en la oposición a una explotación excesiva de la naturaleza, al empleo intensivo del conocimiento científico-tecnológico para dominarla, a la proliferación de productos cada vez más alejados de lo natural y a la aspiración utópica de ejercer control sobre la humanidad mediante dichos conocimientos. Crisis que pone en riesgo la prevalencia de la vida humana y de otras especies en el planeta Tierra. La utopía positivista de un progreso eterno se ve desafiada por las vastas áreas grises que ya no pueden abordarse simplemente con "más conocimiento científico". Ahora es imperativo que los ciudadanos participen de manera urgente en la toma de decisiones. Por primera vez, la propia ciencia parece incapaz de resolver los problemas que ella misma generó. El desarrollo científico puede utilizarse para diferentes fines y podemos, entonces, considerarla positiva para la sociedad o negativa. Este debate no es ajeno a la Argentina y tuvo su momento de efervescencia a mitad del siglo XX, el cual abordaremos a partir de ahora con Petriz (2013, 14 de diciembre). Entre el primer gobierno de Perón y el golpe de estado cívico-militar en 1976, surgió una destacada generación de intelectuales en Argentina. Este grupo, conformado por brillantes mentes como Jorge Sabato, Amílcar Herrera, Rolando García y Manuel Sadosky, se propuso reflexionar sobre las complejas relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad. Durante esa época, en la Universidad de Buenos Aires (UBA), se gestó un intenso debate sobre el papel que debería desempeñar la ciencia en la sociedad. Se cuestionaba lo que se denominó como “cientificismo”, una actitud docente que, según ellos, fomentaba el elitismo científico, la realización de investigaciones irrelevantes para el contexto local y la dependencia de financiamiento extranjero. Oscar Varsavsky, integrante destacado de este grupo de científicos, se erigió como un ferviente opositor al cientificismo. En sus propias palabras, criticó a aquellos investigadores que se adaptaban al mercado científico, desentendiéndose del significado social de su actividad y desvinculándola de los problemas políticos. Su postura generó polémicas constantes con muchos de sus colegas universitarios. Varsavsky abogó por la figura del científico rebelde o revolucionario, destacando que su misión radicaba en estudiar con seriedad y utilizando todas las herramientas de la ciencia los problemas del cambio social en todas sus dimensiones teóricas y prácticas. Este enfoque se consideraba hacer ciencia politizada. El debate sobre la neutralidad en la investigación científica alcanzó su punto álgido cuando Varsavsky publicó en 1969 su obra más controvertida, "Ciencia, política y cientificismo". En este libro, sostuvo la tesis de que todas las fases de la investigación científica, desde el descubrimiento hasta la aplicación, se ven afectadas por la postura ideológica del investigador. Esta idea desencadenó una importante discusión epistemológica en el ámbito académico argentino. PARTE 2 1.8 LOS PARADIGMAS CIENTÍFICOS La comprensión de los paradigmas científicos es esencial en el camino hacia una investigación efectiva y significativa. Cada paradigma representa una manera única de abordar la realidad, y, de forma implícita, influye en cómo definimos nuestras preguntas de investigación, seleccionamos nuestras metodologías y damos forma a nuestras conclusiones. En esta breve exploración, nos sumergimos en gran parte de la diversidad de paradigmas que existen, desde enfoques cuantitativos hasta cualitativos, y desde perspectivas positivistas hasta interpretativas. Comprender estas distintas filosofías subyacentes no solo ampliará nuestro horizonte académico, sino que también nos permitirá reflexionar conscientemente sobre la base conceptual que sustenta nuestra investigación. Recordemos que nuestra elección de paradigma no solo afecta la manera en que buscamos respuestas, sino también las preguntas que formulamos en primer lugar. Así, esta breve inmersión nos proporcionará las herramientas para construir un fundamento sólido y reflexivo para nuestras futuras exploraciones en el vasto mundo de la investigación científica. A lo largo de la historia, han surgido diversas concepciones en torno a la ciencia, el método y la investigación científica. Por razones pedagógicas, generalmente estas perspectivas se clasifican como enfoques cuantitativos y cualitativos, y de esta manera en que los abordaremos en lo que resta del curso. Sin embargo, en esta primera unidad presentaremos de forma somera, las principales características de algunos de los paradigmas científicos más relevantes. Entre los enfoques cuantitativistas podemos incluir: El empirismo El racionalismo El positivismo El neopositivismo El enfoque de sistemas El funcionalismo El estructuralismo Por su parte, los enfoques cualitativistas podrían englobar: El materialismo dialéctico e histórico El realismo crítico La teoría crítica de base marxista El relativismo de base fenomenológica Respetando el orden presentado comenzaremos a introducir brevemente a cada uno de estos paradigmas en base a Ñaupas Paitán et al. (2014). 1.8.1 El empirismo El Empirismo postula que la única fuente de conocimiento humano proviene de la experiencia sensorial, compuesta por sensaciones y percepciones. Este enfoque fue radicalmente planteado por Francis Bacon (1561-1626) y posteriormente desarrollado por filósofos como John Locke, George Berkeley y David Hume. Locke, por ejemplo, afirmaba que nada en la inteligencia podía existir sin haber pasado por los sentidos. En el ámbito del empirismo, se distinguen dos corrientes principales: el empirismo materialista, representado por Bacon, Hobbes y Locke, y el empirismo idealista, representado por Berkeley y Hume. La corriente materialista, liderada por Bacon, Hobbes y Locke, se considera un avance en el pensamiento humano en comparación con el empirismo idealista, ya que postula que la fuente de la experiencia sensorial reside en un mundo exterior que existe objetivamente e independientemente del sujeto cognoscente. Según Bacon, Hobbes y Locke, la realidad existe de manera independiente, pero el conocimiento requiere la aplicación de nuevos métodos, abandonando el enfoque deductivo-aristotélico a favor del método inductivo y experimental. La obra fundamental de Bacon, "Novum Organum", publicada en 1620, marcó una revolución en la ciencia y la filosofía, estableciéndose como un pionero de la filosofía moderna al cuestionar de manera significativa la filosofía aristotélica, especialmente su obra "Organum". Por otro lado, el empirismo idealista, liderado por el obispo Berkeley (1685-1753) y desarrollado por David Hume, acepta que las sensaciones y percepciones son la única fuente de conocimiento, pero llega a negar la existencia de la realidad. Berkeley sostiene que lo único que existe son las ideas, entendidas como sensaciones, mostrándose intolerante hacia los empiristas materialistas. 1.8.2 El Racionalismo: El Racionalismo, cuyo principal defensor fue René Descartes (1596-1650), postula que la razón y el pensamiento constituyen la única fuente del conocimiento humano. Para los racionalistas, como Descartes, Spinoza y Leibnitz, la intuición intelectual representa la fuente primordial del conocimiento. La intuición intelectual se refiere a la aprehensión de la verdad a través de la razón, implicando procesos de abstracción, pensamiento y entendimiento. Aunque Descartes fue un destacado científico y matemático, su filosofía del "cogito ergo sum" ("pienso, luego existo") y otras ideas han sido objeto de controversia. Sin embargo, su obra "Discurso del método" presenta aspectos rescatables en los que propuso cuatro reglas para comprender el mundo. La propuesta del racionalismo radical fue en gran medida rechazada debido a su idealismo metafísico, al afirmar que la razón es la única fuente del conocimiento y al desconocer los avances del empirismo materialista. 1.8.3 El positivismo: El Positivismo surgió como una respuesta al criticismo trascendental de Kant y al idealismo objetivo de Hégel y Fichte, los cuales intentaban superar tanto el empirismo como el racionalismo cartesiano. Además, se posicionó en oposición al materialismo mecanicista y al materialismo dialéctico e histórico. Augusto Comte (1798-1857) propuso esta corriente en su influyente obra "Curso de Filosofía Positiva". La tesis central de la obra sostiene que la ciencia no debe especular, sino limitarse a observar, medir y describir los objetos y los hechos de la realidad, que es infinita y, por ende, incognoscible. Otra idea fundamental del positivismo es la división de la historia del conocimiento en tres estadios o períodos: el teológico, el metafísico y el positivo. Según Comte, en el período teológico, la explicación de los fenómenos de la realidad se buscaba a través de fuerzas sobrenaturales, bajo la presidencia de un dios. Este enfoque caracteriza al conocimiento grecorromano y escolástico. En cambio, en el estadio metafísico, se recurría a figuras metafísicas y abstractas, como el espíritu universal, para entender la realidad. En esencia, la concepción metafísica no difería mucho de la teológica, salvo por su mayor simbolismo. Este estadio abarcaba corrientes como el racionalismo, el empirismo idealista y el idealismo trascendental de Hegel y Fichte. Finalmente, el estadio del conocimiento positivo, según Comte, comenzó con la aplicación de los métodos modernos de la ciencia, como la observación, la medición y la experimentación, en los siglos XVI y XVII. El positivismo surgió al reconocer los logros de la ciencia moderna en la explicación y transformación de los hechos naturales. Estos éxitos se atribuían en gran medida a la aplicación del método experimental y de la investigación analítica, que buscaba explicar las condiciones o causas de la génesis de los fenómenos naturales, entendidos como formas de comportamiento constante y regular. El positivismo estableció los fundamentos epistemológicos de la investigación cuantitativa, predominantemente aplicada en las ciencias naturales. Aunque contribuyó a desmitificar la ciencia y la investigación científica, también las limitó al impedir que se aventuraran en la exploración de hipótesis imaginativas y creativas. 1.8.4 El Neopositivismo: Es la tercera fase en la evolución del positivismo francés e inglés, liderado por Augusto Comte, John Stuart Mill y Herbert Spencer. Previamente, la segunda etapa fue conocida como empiriocriticismo y fue desarrollada por Avenarius y Mach. Este enfoque, también denominado positivismo lógico o empirismo lógico, surgió a partir de las construcciones del Círculo de Viena y la Escuela de Berlín, aproximadamente en la década de 1920. Iniciado por filósofos como Moritz Schlick y Rudolf Carnap, el Círculo de Viena buscaba una visión científica del mundo, tratando a la ciencia como un producto más que como un proceso. En 1922, Ludwig Wittgenstein publicó su obra Tratado lógico-filosófico, ejerciendo una influencia significativa en la filosofía vienesa al encaminarla hacia corrientes discutibles como la filosofía analítica o la filosofía del lenguaje. Wittgenstein sostenía que la tarea central de la filosofía era el análisis del lenguaje científico. La idea fundamental del empirismo lógico consiste en que toda proposición es científica si cuenta con un método de verificación empírico o es analítica, es decir, que no requiere verificación sino demostración, algo posible solo en las ciencias formales como la Matemática y la Lógica. En 1930, Reichenbach, perteneciente a la escuela berlinesa, planteó que la Epistemología debía dedicarse a la reconstrucción lógica de la ciencia mediante el análisis del contexto de la justificación, es decir, mediante el análisis de los productos científicos, como libros, informes y artículos. Según Reichenbach, citado por Alonso Vázquez et al. (2008:2), los filósofos de la ciencia no necesitan ocuparse de la génesis del descubrimiento científico, sino más bien de los resultados finales expresados en libros y artículos, así como de la justificación empírica de las consecuencias y predicciones derivadas de las teorías. Desde esta perspectiva, los filósofos neopositivistas se centran en el análisis del lenguaje de los resultados, lo cual llevó a un cuestionamiento posterior por parte de filósofos que inicialmente simpatizaban con el empirismo lógico, como Karl Popper, Paul Feyerabend y otros que adoptaron posiciones irracionalistas, como Thomas Kuhn. Los principios fundamentales del positivismo lógico son: La verificación, con la adaptación de Popper de la falsabilidad, constituye el método para evaluar la veracidad o falsedad de las afirmaciones. La observación se presenta como la principal técnica para adquirir conocimiento. No se busca necesariamente causas en la naturaleza, sino más bien regularidades del tipo antecedente-consecuente. Se opone de manera radical a la metafísica, ya que esta se construye sin ningún respaldo empírico, aplicando la navaja de Occam para todas las categorías metafísicas. No otorga la debida importancia a las explicaciones científicas. Manifiesta una resistencia a aceptar entidades teóricas de naturaleza metafísica. Además de las premisas de la concepción tradicional, encontramos la afirmación de que el método científico es el único procedimiento válido para la adquisición de conocimiento, fundamentado en datos derivados de la observación y la medición de los objetos o fenómenos de estudio. En este sentido, defiende la idea de la unidad y universalidad del método científico, argumentando que las leyes y teorías de las ciencias naturales deben ser verificadas empíricamente, es decir, respaldadas por datos obtenidos de la experiencia. Según esta perspectiva, la teoría verdadera es aquella que ha sido mejor contrastada, denominada como teoría empíricamente adecuada. Otro punto relevante es el criterio de demarcación entre la ciencia y la no ciencia, que se establece a través de la aplicación del método científico único y universal. Este método consiste en un conjunto de reglas objetivas y universales para el diseño de experimentos y la evaluación de las teorías científicas, aspecto que será abordado más adelante. Asimismo, se presenta la noción del progreso acumulativo de la ciencia, que sostiene que el avance científico se produce a medida que las nuevas teorías son capaces de predecir y explicar más que sus predecesoras. Según esta perspectiva, cada nueva teoría incorpora lo válido y beneficioso de la anterior. Esta concepción del progreso científico, de naturaleza acumulativa, contrasta con la creencia de los relativistas, quienes argumentan que la nueva teoría reemplaza por completo a la antigua. El neopositivismo, en sus diversas corrientes, ha servido como fundamento para la investigación cuantitativa. 1.8.4 El Enfoque de Sistemas: Este enfoque fue desarrollado por Ludwig Von Bertalanffy, un biólogo austríaco, en la década de los 30, a través de varias obras, entre ellas "Teoría moderna del desarrollo" (1933), "Teoría crítica del modo cultural" (1934), "Una teoría cuantitativa del crecimiento orgánico" (1938), "Teoría de sistemas abiertos en Física y Biología" (1950), "Teoría general de sistemas: principales corrientes en el pensamiento moderno" (1955), y "Teoría General de los sistemas" (1964). En estas obras, Bertalanffy postula que la categoría fundamental de estudio es el sistema. Según Bertalanffy, un sistema es un conjunto de elementos interdependientes y, por lo tanto, dependientes unos de otros, donde el todo no es igual a la suma de las partes, sino que incluye las relaciones de interacción dentro de las partes. La tesis central de su enfoque establece que el estudio de la realidad debe abordarse como un complejo de elementos o sistemas, lo que plantea la necesidad de estudios interdisciplinarios y transdisciplinarios. El enfoque de sistemas es una metodología y epistemología para investigar y estudiar la realidad, tanto natural como social y humana, de manera global y holística, en oposición al estudio analítico superespecializado que no considera las relaciones entre el todo y las partes. Bertalanffy argumenta que la realidad no tiene fronteras definidas entre diferentes áreas, como física, química, biología, psicología, sociología, etc. Por lo tanto, propone el enfoque sistémico, basado en sistemas, ya que la realidad está compuesta de sistemas, y el análisis sistémico debe ser interdisciplinario o multidisciplinario. La categoría central de este enfoque es "sistemas", entendiendo a un conjunto de elementos interdependientes e interactuantes entre sí. Si un elemento es afectado por un agente externo, también afectará al resto de los elementos y al todo. La teoría de sistemas se aplicó inicialmente en biología, pero luego se extendió a otras ciencias como física, geografía, psicología, educación, economía, administración, entre otras. La teoría de sistemas se fundamenta en tres premisas fundamentales: Jerarquía de sistemas: Cada sistema, ya sea natural u organizacional, se compone de subsistemas o microsistemas, al mismo tiempo que forma parte de un sistema mayor, conocido como suprasistema. En el ámbito natural, esta jerarquía se observa en macrosistemas como el planeta Tierra, los continentes y los océanos; mesosistemas como países, mares, lagos y ciudades; y microsistemas, como un huerto o una urbanización. Asimismo, en organizaciones, corporaciones multinacionales como GM o Coca-Cola se consideran suprasistemas, mientras que empresas nacionales como Wong o D'Onofrio son sistemas, y entidades más pequeñas, como una botica o un restaurante, son microsistemas. En todos estos niveles, se puede identificar un intercambio constante de materia y energía, con entradas (insumos) y salidas (productos). Carácter abierto de los sistemas: Cada sistema existe dentro de un entorno más amplio compuesto por otros sistemas, generando un flujo continuo de insumos y productos. Por ejemplo, la producción de trigo se convierte en insumo para la fabricación de harina, que a su vez es utilizada en la producción de pan y galletas, evidenciando la interconexión de sistemas. Dependencia de la estructura para las funciones: Cada sistema tiene un objetivo o finalidad que determina sus funciones y establece intercambios con otros sistemas. En este sentido, las funciones de un sistema están intrínsecamente ligadas a su estructura, definiendo su propósito y su contribución al intercambio con su entorno. El concepto de sistemas ofrece una perspectiva holística, comprensiva, inclusiva y gestáltica de las organizaciones. Facilita la revelación de lo "general en lo particular", destacando las propiedades generales de las organizaciones de manera global y totalizadora, algo que resulta difícil de lograr con otros enfoques. Parámetros de los sistemas: Los parámetros, a diferencia de las variables, son valores constantes en los sistemas. Estos parámetros incluyen las siguientes dimensiones: ○ Entradas: Representa la materia prima, fuerza o energía que permite el funcionamiento del sistema. En una institución educativa, por ejemplo, las entradas son los alumnos, docentes, currículo, equipos, instalaciones y personal administrativo. ○ Salidas: Consiste en el resultado del procesamiento de las entradas. En una organización educativa, las salidas son los egresados, graduados, titulados, magísteres y doctores, así como académicos egresados de estudios de postgrado, libros publicados, proyectos ejecutados y la imagen institucional. ○ Procesamiento: Refiere al proceso de conversión de las entradas en salidas, es decir, la transformación de insumos en productos. En una institución educativa, el procesamiento se manifiesta a través de la gestión administrativa y financiera, que implica el conjunto de relaciones de insumos (hardware y software) para obtener un producto. ○ Retroalimentación o retroinformación: Se trata de la información de retorno que implica comparar la salida con un criterio o estándar previamente establecido. ○ Ambiente: Es el entorno en el que opera el sistema. Los sistemas abiertos reciben sus entradas del ambiente, las procesan y las devuelven al ambiente, lo que implica una interacción estrecha entre sistema y ambiente. Sin embargo, el sistema debe adaptarse al ambiente, que es dinámico y cambia con el tiempo. Este enfoque ecológico sugiere que el ambiente puede ser tanto un recurso como una amenaza para la supervivencia del sistema. 1.8.5 El Funcionalismo: El funcionalismo es un enfoque epistemológico cuantitativo que emergió en la investigación sociológica y se ha expandido a otras disciplinas como Antropología, Psicología y Comunicación Social. Figuras como Talcott Parsons, Robert Merton y Max Weber están entre sus creadores. Desde la perspectiva funcionalista, todas las instituciones desempeñan funciones específicas, y el interés de la sociología y la investigación social se centra en comprender cómo operan estas instituciones. Según esta visión, la investigación científica debe revelar las funciones, operaciones, logros y condiciones de las instituciones, así como su diferenciación e integración. La función, considerada como el papel o rol desempeñado por individuos en instituciones, instituciones en subsistemas y subsistemas en sistemas, es la categoría central de este enfoque. La función se interpreta como la actividad o acción realizada por un sistema con un propósito específico. Por lo tanto, la investigación científica se orienta a describir estas actividades y buscar su finalidad, que puede ser equilibrio, estabilidad, adaptación o ajuste. El funcionalismo tiene raíces en el empirismo, positivismo y teoría de sistemas, y concibe la sociedad como un sistema social que debe resolver problemas fundamentales para subsistir: adaptación al entorno, conservación del modelo y control de tensiones, logro de la finalidad e integración entre diferentes clases sociales. Aunque el funcionalismo se presenta como ahistórico y acrítico, buscando reducir la investigación científica a una descripción objetiva de actividades y funciones, algunos críticos lo consideran pseudocientífico. Talcott Parsons, representante destacado del funcionalismo, expresó simpatías hacia el capitalismo en su obra "El Sistema Social," influenciada por pensadores como Wilfredo Pareto, Emilio Durkheim, Max Weber y Sigmund Freud. La conexión política de Parsons se revela a través de su admiración por Pareto, quien fue senador durante el fascismo de Benito Mussolini. 1.8.6 El estructuralismo: El estructuralismo, un enfoque epistemológico cuantitativo estrechamente relacionado con el funcionalismo, surgió con el propósito de criticar y superar el materialismo dialéctico desde una perspectiva marxista, como la adoptada por Jean-Paul Sartre en su militancia en el Partido Comunista Francés. Sin embargo, figuras prominentes del estructuralismo, como Saussure, Lacan, Levi-Strauss, Foucault y Althusser, rechazan el materialismo dialéctico e histórico. En términos de las relaciones entre las partes y entre éstas y el conjunto de un objeto, fenómeno o sistema, la estructura constituye la categoría central de estudio para el estructuralismo. Se reconoce que el todo no es simplemente la suma de las partes y que una variación en un elemento puede afectar las relaciones de otras partes. La premisa fundamental del estructuralismo sostiene que comprender la realidad implica una constante referencia de las partes al todo y viceversa. Cada elemento debe analizarse en relación con el conjunto, ya que el significado o naturaleza de un elemento cambia en función de la configuración total a la que pertenece. En términos de forma, se encuentran ciertas similitudes entre el estructuralismo y el marxismo. Cuando Marx habla de la "estructura económica de la sociedad", se refiere a esta como una totalidad. De manera similar, Levi-Strauss emplea el concepto de estructura como totalidad a nivel de sistemas, abarcando áreas como parentesco, ritual, mito y ceremoniales. Una diferencia clave radica en la relación entre el todo y las partes. Para el estructuralismo, el todo tiene una función determinante sobre las partes, mientras que, para el marxismo, el todo ejerce cierta influencia en las partes, siendo la contradicción interna de los fenómenos o sistemas el factor determinante. En este sentido, al intentar superar al materialismo dialéctico como método de investigación, el estructuralismo más bien tiende a distorsionarlo. Este enfoque se caracteriza por su falta de historicidad y crítica, al igual que el funcionalismo y el enfoque de sistemas. En conjunto, estos enfoques epistemológicos no buscan cuestionar el sistema de relaciones sociales de producción del capitalismo, sino más bien justificarlo, abogando por el equilibrio, la estabilidad, la adaptación y, en casos extremos de intolerancia, la eliminación de elementos disfuncionales. 1.8.7 Materialismo dialéctico: El materialismo dialéctico, concebido por Carlos Marx y Federico Engels en la segunda mitad del siglo XIX y posteriormente desarrollado por Lenin y Mao Tse-tung en el siglo XX, representa la fase evolutiva más avanzada del materialismo antiguo y mecanicista. Este último fue elaborado por filósofos franceses del siglo XVIII como Diderot, Helvétius y Holbach, y especialmente por Ludwig Feuerbach en el siglo XIX. En términos generales, el materialismo dialéctico se presenta como una visión integral del desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, proporcionando un marco para comprender las leyes generales que rigen estos ámbitos. Además, se considera un método para conocer la realidad natural, y cuando se aplica a las ciencias sociales, se denomina materialismo histórico. El entendimiento del materialismo dialéctico es esencial para la investigación de fenómenos y eventos naturales, ya que sus leyes actúan como guía en la exploración de nuevos conocimientos. La naturaleza, en constante cambio debido al movimiento objetivo de la materia, se revela a través del pensamiento en plena acción. Las leyes fundamentales del materialismo dialéctico incluyen: Ley del Cambio: Esta ley sostiene que la naturaleza está en un estado constante de transformación debido al continuo movimiento generado por fuerzas opuestas. En todo el espectro natural, los elementos existen en pares opuestos; por ejemplo, los seres vivos presentan contrastes entre sí, donde una planta es opuesta a un animal, un animal es opuesto al ser humano, y así sucesivamente. De manera similar, la Tierra, como un planeta en constante movimiento, experimenta cambios debido a la lucha de fuerzas contrapuestas en su interior, particularmente por la desintegración de elementos radioactivos en el manto. Las placas tectónicas son ejemplos de contrarios que interactúan; las placas oceánicas chocan con las continentales, generando energía elástica potencial. Esta energía liberada durante tales choques da lugar a movimientos sísmicos, como temblores o terremotos, cuya intensidad varía según la cantidad de energía liberada. Ley de los Saltos: Los cambios en la naturaleza siguen un patrón de avance mediante saltos cualitativos, aunque inicialmente se manifiestan como cambios cuantitativos que, con el tiempo, desencadenan alteraciones cualitativas significativas. Un examen detenido de la naturaleza revela que los grandes cambios en cualquier elemento de la Tierra, ya sea en la litosfera, hidrosfera, atmósfera o biosfera, son resultado de cambios cuantitativos constantes. Periódicamente, estos cambios cuantitativos culminan en eventos cualitativos drásticos, dando lugar a catástrofes como terremotos, erupciones volcánicas, huracanes, inundaciones, sequías, olas de calor o frío, el fenómeno El Niño, pandemias como el cólera, entre otros. Un ejemplo ilustrativo de esta ley es el cambio cuantitativo del agua en un recipiente expuesto al calor: aumenta gradualmente de 18°C a 30°C, luego a 50°C, después a 90°C, y al alcanzar los 100°C, experimenta un salto cualitativo al hervir, cambiando su estado de líquido a gaseoso. Inversamente, el vapor de agua en estado gaseoso, al condensarse para formar nubes, regresa al estado líquido a través de precipitaciones líquidas (lluvias) o sólidas (granizo, nieve). Ley de la Unidad y Lucha de Contrarios: Como hemos observado, tanto en el ámbito natural como en el social, existe una constante presencia de elementos contrarios que mantienen una lucha o interacción continua, según la perspectiva sistémica. En un sistema, todos los elementos son activos y simultáneamente se enfrentan en una lucha u oposición constante. Por ejemplo, el viento que incide sobre la superficie del mar genera olas, manifestando movimientos ondulatorios en su superficie. Cuando la velocidad del viento es elevada, las olas que se generan también son de mayor tamaño. Desde una perspectiva dialéctica, las olas se forman debido a la acción o "lucha" del viento contra la superficie del mar. Si esta acción se llevara a cabo en la superficie terrestre, daría lugar a vientos fuertes, ya sean fríos o cálidos, con erosión eólica y la consiguiente deposición de material transportado, dando forma a características dunas o barrancos, propios de entornos desérticos. Aunque esta ley es comprensible en el ámbito social, compuesto por hombres y mujeres, niños y ancianos, así como por clases sociales que representan estratos o grupos con características e intereses comunes, también experimentan conflictos constantes, como una clase en lucha contra otra. Las diferencias entre hombres y mujeres generan contrariedades debido a sus distintas características, y cuando estas diferencias dan lugar a clases sociales, la contradicción se agudiza. No obstante, cuando las diferencias entre clases sociales son significativas, la contradicción se intensifica y la resolución no implica armonizar los contrarios, sino superar la antítesis. Este proceso se evidencia, por ejemplo, en la superación de la clase feudal por parte de la burguesía, a través de luchas que se extendieron desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII, manifestándose en sucesivas revoluciones burguesas. Ley de la Negación: Esta ley se presenta como la pieza clave en la evolución de los fenómenos sociales y del pensamiento, siendo el resultado de la constante lucha de contrarios en el ámbito social. Su aplicación se destaca especialmente en la evolución de los acontecimientos sociales. Por ejemplo, cuando un partido surge en oposición a un sistema político caracterizado por la ruptura del contrato social, la explotación y la injusticia, representa la tesis. No obstante, con el tiempo, al alcanzar el poder, este partido se acomoda al sistema existente y se transforma automáticamente en la antítesis. Frente a esta antítesis, surge otro partido con la intención de mejorar la situación de explotación e injusticia, convirtiéndose en una nueva tesis. Este proceso se repite sucesivamente hasta que se produce un salto cualitativo marcado por una revolución social. Un ejemplo similar se puede observar en el ámbito de la investigación al formular un proyecto. El primer proyecto o anteproyecto se considera la tesis en respuesta a un problema específico. Sin embargo, con el tiempo, se reconocen errores y deficiencias en lo que se consideraba bueno (antítesis). En consecuencia, se realiza un ajuste en el proyecto (tesis), modificando la formulación del problema, los objetivos, las hipótesis u otros elementos para mejorar el proyecto y alcanzar el objetivo deseado. Por esta razón, se afirma que la investigación científica es un proceso dialéctico de negación de la negación y de corrección continua hasta lograr el objetivo de la investigación. A partir del materialismo dialéctico, se pueden extraer diversas orientaciones metodológicas beneficiosas para la investigación científica en términos generales: a. Es imperativo llevar a cabo cualquier investigación a partir del análisis detallado de una situación específica. Esto implica que la investigación no debe basarse simplemente en suposiciones o hipótesis previas. Además, señala que los procedimientos y técnicas son útiles en contextos concretos y no son generalizables a cualquier situación teórica. b. La investigación implica la búsqueda de la verdad en los hechos, mediante la interrelación entre la teoría y la práctica, donde la práctica fundamenta la teoría y esta última sirve a la práctica. Por "hechos" se entiende un conjunto de datos o información que refleja la realidad en una faceta específica. c. Para desentrañar la esencia y las leyes que rigen el desarrollo de la naturaleza y la sociedad, es necesario explorar las múltiples relaciones entre la naturaleza, la sociedad y el proceso de conocimiento, especialmente las que existen entre la base económica y la superestructura de una formación socioeconómica o modo de producción determinado. d. La verdad que implica el conocimiento científico siempre es parcial y relativa. 1.8.8 El Realismo: Es un enfoque epistemológico de naturaleza cuantitativa que surgió como una respuesta al positivismo lógico, el funcionalismo y el materialismo histórico. Sus principales exponentes son Karl Popper en Europa y Mario Bunge en América Latina. La premisa central, de la cual deriva su nombre, sostiene que el mundo, el hombre y su pensamiento son una realidad que existe independientemente de la conciencia del investigador, por lo que la investigación no demuestra su existencia, sino que la presupone, rechazando así el solipsismo, doctrina filosófica que defiende que el sujeto pensante no puede afirmar ninguna existencia salvo la suya propia. Karl Popper, con su enfoque de racionalismo y realismo crítico, sostiene que las descripciones del mundo realizadas por la investigación mantienen un alto grado de correspondencia con la realidad. La ciencia, según Popper, busca teorías verdaderas mediante el criterio de falsación, es decir, contrastándolas con hipótesis falsables contrarias. La posición realista de Popper se fundamenta en los niveles de respaldo empírico de una teoría, considerados individualmente como necesarios y en conjunto como suficientes. Entre estos niveles se incluyen el rechazo de teorías que no se ajustan a los fenómenos conocidos, la preferencia por teorías que hacen predicciones sorprendentes, la elección de teorías que explican fenómenos de un rango más amplio y la preferencia por teorías que ofrecen una explicación única del fenómeno. Popper cuestiona el positivismo por aceptar y aplicar el principio de inducción, que postula que la verdad de una hipótesis o teoría se establece mediante la observación y el experimento. Popper propone en su lugar el principio falsacionista, que consiste en refutar una hipótesis o teoría a través de la observación o experimentación de una hipótesis falsa. Este método refutacionista de Popper introduce incertidumbre en la ciencia, siendo objeto de cuestionamiento por otros filósofos de la ciencia, como Mario Bunge y los convencionalistas, entre los que se encuentran Henry Poincaré, Pirre Duhem, H. Dingler y Arturo Eddington, quien probó la teoría de la relatividad de Albert Einstein. A pesar de las consideraciones sobre el realismo de Popper, es necesario reconocer su optimismo epistemológico al afirmar que en el centro de esta nueva concepción optimista de la posibilidad del conocimiento se haya la doctrina de que la verdad es manifiesta. Quizás se pueda ocultar la verdad con un velo, pero ella puede revelarse. Y si no se revela por sí misma, puede ser revelada por nosotros. Otras variantes del realismo incluyen el realismo crítico de la escuela finlandesa de Tuomela (1985) e Ilkka Niiniluoto (1984), que considera la ciencia como una sucesión de teorías que convergen hacia la verdad o la verosimilitud. El realismo transformativo de Ian Hacking es otra perspectiva que explica la relación entre las teorías científicas y la realidad sin recurrir al concepto de verdad o falsedad. Hacking destaca la carga práctica en la observación y la experimentación, enfocándose en la capacidad innovadora de la ciencia y la tecnociencia más que en la verdad científica. Ronald Giere, con su realismo constructivista o perspectivo, sostiene que una teoría científica se acepta porque la mayoría de sus elementos representan aspectos de la realidad. Aunque reconoce la construcción humana de modelos científicos, enfatiza que algunos proporcionan un mejor ajuste con el mundo que otros. Por último, el realismo de Mario Bunge (2003) destaca por su enfoque científico, rechazando el subjetivismo y la especulación metafísica. Bunge aboga por un materialismo emergente, realista y sistemista en su ontología, criticando la orientación filosófica actual de las universidades y abogando por la promoción de la ciencia. En resumen, estas perspectivas abordan el realismo desde diversos ángulos, explorando la relación entre la ciencia, la verdad y la construcción del conocimiento. 1.8.9 La teoría crítica: La teoría crítica, desarrollada por los filósofos, sociólogos, economistas y psicólogos vinculados al Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Frankfurt, conocidos como la escuela de Frankfurt, surgió cuando Horkheimer asumió la dirección del instituto en 1930. Su resonancia internacional se dio en los años sesenta cuando se refugiaron en la Universidad de Columbia para escapar de la persecución nazi. Este paradigma epistémico busca un pensamiento crítico sobre la sociedad opresora, basándose en los escritos de Marx, Hegel y Freud. Mientras fueron etiquetados como neomarxistas, en realidad partieron del pensamiento de Marx para explicar la falta de revolución social en la república de Weimar. Una obra clave que dio inicio a la teoría crítica es "La Teoría tradicional y la teoría crítica" escrita por Max Horkheimer en 1938. En esta obra, se analiza la teoría tradicional basada en la razón pura e instrumental, que respalda el statu quo. Frente a ella, la teoría crítica, basada en la razón humana, busca comprender y transformar la sociedad, promoviendo la teoría del pensamiento y acción. La teoría crítica se opone a la razón pura tradicional y a las teorías neopositivistas y del positivismo lógico. Según Ramírez-Huaranga (1999:144), sus principios fundamentales son: 1. La teoría no solo analiza abstractamente fenómenos sociales, sino que guía la acción. 2. La ciencia social es un análisis histórico de procesos sociales, revelando supuestos e intereses ocultos. 3. La dialéctica es esencial, comprendiendo la dinámica social como una lucha de contrarios. Jurgen Habermas, representante importante de la teoría crítica, argumenta en "Teoría de la acción comunicativa" que la objetividad racional está vinculada a valores e intereses de las clases dominantes. Propone superar la concepción estructuralista y aboga por la teoría de la acción comunicativa para lograr un cambio social mediante la participación de los individuos. La teoría crítica ha sido desarrollada por varios académicos en Europa y América, incluyendo a Bourdieu, Foucault, Giroux, Chomsky y Freire. En la pedagogía, ha surgido el paradigma de la pedagogía crítica, siendo Paulo Freire su máximo exponente en América Latina, con obras como "La educación como práctica de la libertad" y "Pedagogía del oprimido". 1.8.10 El relativismo: Se opone al Positivismo lógico de Reichenbach y Nagel, al Realismo de Popper y al Materialismo Dialéctico e histórico de la época. Los principales defensores del relativismo son Thomas Khun y Paul Feyerabend. Thomas Kuhn destaca la importancia de la historia en el estudio de la metodología científica pero contradice al negar la relevancia de la metodología en el descubrimiento de conocimientos científicos. Rechaza el progreso acumulativo de la ciencia planteado por positivistas y realistas, proponiendo un progreso discontinuo. Para los relativistas, la ciencia es una actividad social y humana para obtener conocimientos sobre el mundo, pero no la única vía, ya que existen otras válidas. Consideran que la investigación es un proceso sociológico y psicológico, contaminado por aspectos subjetivos, personales y contextuales como intereses, creencias, y cuestiones sociales, económicas y políticas. La tesis principal del relativismo es el falibilismo de la ciencia, que sostiene que la investigación científica no puede encontrar la verdad o falsedad de los hechos. Según Kuhn y Feyerabend, las pruebas empíricas no son suficientes para confirmar las verdades científicas, y los conocimientos sobre el mundo no provienen exclusivamente de observaciones. El relativismo argumenta que todo protocolo observacional está influido por la teoría, cuestiona la validez del principio de inducción y destaca el carácter convencional de las pruebas empíricas. Introduce el concepto clave de "paradigma", un modelo o patrón aceptado, según Kuhn. Kuhn propone cinco fases en la evolución científica: preciencia, ciencia normal, crisis científica, revolución científica y ciencia extraordinaria. La inconmensurabilidad implica que los lenguajes de paradigmas rivales no pueden reducirse a uno único, negando así el progreso y la acumulación de la ciencia. En cuanto a la demarcación de la ciencia, los relativistas argumentan que no hay un criterio universal para determinar si una teoría es científica o no. Cuestionan la permanencia como criterio y afirman que el progreso y cambio de teorías es un proceso no racional. Sobre el holismo científico, los relativistas sostienen que no se pueden probar hipótesis de manera independiente, sino como parte de redes amplias. Argumentan que la infradeterminación permite elaborar varias teorías sin que ninguna sea la única verdadera. El Relativismo cognitivo se centra en la incapacidad del conocimiento humano para establecer verdades universalmente válidas, dependiendo cada afirmación del contexto o estructura que la condiciona. Este enfoque es defendido por postmodernistas y se manifiesta como un desafío corrosivo para el desarrollo de la ciencia y la investigación científica. BIBLIOGRAFÍA Arias, F. (2012). El Proyecto de Investigación. Introducción a la metodología científica. Editorial Episteme Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C. y Baptista Lucio, M. (2014). Metodología de la investigación. McGRAW-HILL Kreimer, P. (2009). El científico también es un ser humano. La ciencia bajo la lupa. Siglo Veintiuno editores Ñaupas Paitán, H., Mejía Mejía, E., Novoa Ramírez, E. y Villagómez Paucar, A. (2014). Metodología de la investigación cuantitativa-cualitativa y redacción de la tesis. Ediciones de la U. Petriz, R. (2012, 14 de diciembre). El científico rebelde. Página 12. https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-2947-2013-12-1 4.html