HUAYTA HUASY PDF
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2024
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This document is a writing sample, focused on an artistic piece, with cultural references and themes, and context surrounding a school event. It's in Spanish.
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A MANERA DE PREAMBULO Jorge Luis Borges escribi6 en uno de sus muchos pr61ogos: "A veces creo que [os buenos lectores son cisnes aun mas tenebrosos y singulares que los buenos autores." Y cuando empec5 a escribir relatos pensaba siempre en el lector que tuviera en sus manos mi...
A MANERA DE PREAMBULO Jorge Luis Borges escribi6 en uno de sus muchos pr61ogos: "A veces creo que [os buenos lectores son cisnes aun mas tenebrosos y singulares que los buenos autores." Y cuando empec5 a escribir relatos pensaba siempre en el lector que tuviera en sus manos mi obra, y como critico, que indudablemente lo es, asume a hurgar en los multiris complejos cosmos de temas, personajes, detalles intimos, misterios, avatares que, tal vez, sean parte de su propio existir. Los relatos de la presente obra -I/ o#de# cJe/ cc7o5, segunda edicidn-, son hechos y circunstancias que constitnyen parte real de mi vida; ilustres artistas, personajes amigos, muchedumbres, pasantes, personajes populares, tal vez algtin an6nimo prdjimo... Toda una confluencia de actantes, temas, tiempos, ambientes, en la heter6clita existencial ca]1e por donde irremisiblemente trotamos, y las esquinas y propias calles -personajes imprevistos- llegan a convertirse en un misterio de la denominada condici6n umana. Agradezco a la Direcci6n Regional de Educaci6n Junin el haber convocado a escritores para seleccionar sus obras y realizar la XII Olimpiada Regional de Lecturas Literarias 2024, con la participaci6n principal de los estudiantes de educaci6n secundaria, quienes serin los "cisnes" que luego de leer los textos a su cargo, podrin vivenciar lo que dice Jos6 Carlos Mariategui en su obra E/ cz7./z.,g/cz y /c] Jpocc7: "Lo verdadero es que la ficci6n y la realidad se modifican reciprocamente; el arte se nutre de la vida y la vida se nutre del arte." L.S.S.G. Junio del 2024 =u- Hugo Orellana pintaba cn esos momentos, miraba el lienzo poniendo cada color con el dulce mediodia de sus ojos, escuchaba con gestos de caricia su mtisica gregoriana. Paisaje traldo por los apus a su Huayta Huasi: altos y afiosos cipreses, un robusto arbol de laurel, arrayanes con frutos negroazulados, diminutos tomillos dispersan con fertil amabilidad su breve fragancia, una gacha retama de ins6lito tamafio y de robusto tronco arb6reo se apresta, a su avanzada edad y por encima de la p6trea pared a tomar agua de la vecina acequia; sabilas con su silvestre cxistir habitan aqui y alla, humildes geranios calladamente miran a sus vecinos, espacio constelado de jinllos con sus verticales campanitas como lluvia constante con sus colores del tu]umanya, elevados cactos se regocijan con sus anchas flores amarillas sobre sus costillas, piedras tutelares de diversas formas y tamafios exigen respeto y veneraci6n en el patio de gentiles, anaranjados y albos floripondios pueblan antiguos suefios depositarios de los misterios de la familia. -Mirala a Koyita ndice-, su frentecita es de amplia sabiduria. Mirala. Sabiduria, como su nombre: Koya. 1a esposa del lnka. -Si - digo yo, mirando sus ojos que miran a la nifia con una temura que parece desprcnderse de alguno de los pocos guindales que rodean el vivo paisaje. -Es una alumna ejemplar -dice Hugo -, mi Koyita es ejemplar, dice, repitiendo con quemante temura, temura azul que puede muy bien ser el color predilecto de sus pinturas. Ysus manos besan la amplia frente de la nifia. Y, con la urgencia de recordar algo, le dice a la mama de la pequefia: - Marisa, prepara los choclos, queso, habitas para cocinar habas pafiu, papita pashdn y mi Monobamba y cafe de Chanchamayo. Yo voy a cocinar espaguetis. Vamos a tener un banquete. Los visitantes, sentados en el patio sobre bancas de madera, elaboran una especie de fabulesco inventario de -15- todo lo que tienen delante de sus soaprendidos ojos, y tenian ]a convicci6n de que de alli viene la vida. iLa vida, decididamente comprueban la bonhomia del anfitri6n y hermanitos! Por eso, la Pacha Mama era todo para ellos. Y sonrien con gratitud y con una fruici6n adelantada. tambi6n por eso, pues, hermanitos, la fe en una divinidad -iAchallau, chancaca! -, dice el artista pintor luego de hay que tratarla con el coraz6n y no con el cerebro, memos sorber con envidiable deleite su c6ctel de cafia de azricar con el excremento del diablo: el dinero, como muy bien lo y cafe que inicamente sus manos y especial paladar saben califica cl pc)eta Leoncio Bueno. Debemos aprender que la imagen de Nuestro Salvador, como todo lo sagrado, no pide EE?ioarnacr;s,donHuguito,comoleveniadiciendo-interviene precio. Y por mi fe y devoci6n -dice con una voz de suave uno de los visitantes-, le suplicamos que pinte en la catedral i'mpetu -, no les va a costar nada su encargo de pintar el al Sefior de Munihuay. Usted dira cuinto va a costarnos su Cristo que ustedes veneran. %::Jn°d.o hablamos de fe -empieza a decir reposadamcnte Miro, con ojos de nostalgia llegada de prisa, un rostro el artista~, de ese gran hombre que fue Jesucristo, dcbemos que parece ser de Cristo con rastros de sangre seca y hacerlo con el coraz6n en la mano. Al igual quc nuestros barro, una cara palida, con una serenidad llegada tambi6n antepasados, preincas, incas, cuyo sagrado pantefsmo los recientemente, serena digo por presionar con mi atropellada llev6 a divinizar y adorar a la Naturaleza. Sus divinidades respiraci6n mis ojos que van hacia 51, mi ti'o Nicolas eran tangibles, se ven, se tocan -dice ahora con una Galarza Contreras que, Como no venia a tomar desayuno vehemencia creciente-; no ten fan dioses espirituales. y se demoraba mucho llam6 varias veces, Nico, Nico, pcro Adoraban al sol, 1a luna, un rio, una laguna, el agua, la tierra, nada y entonces sali de mi Gama y lo vi tendjdo en el rna gran roca o ingente piedra como la Piedra de Tulunco patio, junto al pequefio port6n que da al cerco de la casa, en Apata: tambi6n un cerro imponente o un gran hoyo como dice su hermana Raquel, Tiene una herida en la cabeza, dice el nombre sagrado de Padre Uchku cn cl mal denominado un vecino que vino a ayudar para llevarlo a su cama, Sl', ahora Barrio Bellavista; y ese humildc apu Millpun, en se ha golpeado muy fuerte, dice otro que vino tambi6n a ayudar, Pero c6mo se ha cafdo, pregunta ahora su hermana :;:tgaafne::,daucT.::seceonp.osT|:#eesteesc:g:gnc.I:S.`gf;acs6n? Raquel con su voz casi qucbrada como su cueapo fragil Muquillanquii, Acolla; asimismo este top6nimo Tuj ulluway de sus ochenta y dos afros, No sabemos, vuelve a decir el primer hombre, Pobrecito don Nico, dice con quebrada voz de una tristeza que se lamenta en el aire el segundo =§?AWL;:a:Tea?d:er::a:ba:#Xdfa;ic:`iqe:,:ac:Tfefb%rt:°gn:e:S#:i::]#u:ai:at,#T:: hombre, Qu6 le habfa pasado, se oye una segunda pregunta. Llevan el cuerpo que respira apenas a su cama de siempre. Lo acuestan con los brazos jadeantes. El patio huele a pena. i:a¥trfrut#L;mE:s;Ldc:ob:F:t;EB::fr::%j:¥§,::i¥::e:n%;u:;#:o::j§ Las mazorcas de maiz, ateridas de nada, miran desde su sitio rompia el tubo matriz del agua en Jauja, la gente iba cc>n en el piso del patio, arbustos breves lanzan gemidos breves baldes, latas, algunos conchudos llevaban cilindros, a hacer con sus breves ramas. Los tres se miran, preguntando con interminables colas para llevar el agtiita a sus casas. Dc alli` sus respectivas tristezas, Qu51e pasd, C6mo fue a caerse, Se de Yacurin. Toda esta sabiduria nuestros antepasados la cay6 de verdad, pero c6mo se cayd el tio Nico. Del parietal cultivaban con respeto, con una dulce religiosidad, porque derecho una herida huye, huye de adentro hacia afuera, -16- -17- Causada posiblemente por ese clavo grande que es fa mujeres lloran tarde como siempre. Muchos ojos trajcron abajo de la puerta, dice el segundo hombre, No puede ser, el cuello y la cabeza de cada uno para aca, para el lugar responde el primer hombre, tendria que haberse cafdo con donde se dec]'an estas cosas. Rodolfo, el hermano mayor el cuello muy torcido para dar exactamente en ese maldito de mi ti'o Nico, mira su cercanolejanodesolado cspacio a clavo, Creo que si, dice la tia Raquel con una duda que se trav5s dcl humo de su cigarrillo, de esc humo denso tan parece mas a la mirada sin vigor de sus tristes ojos, Y sus duefio del sentimiento en estos pat6ticos quehaceres, y su manos, digo cntonces yo, estin limpias. no tienen ni iin voz tenue pcro segura llega a los parientes que no cesan Tasgufio clue ocasionaria la caida, y mas si instintivamente de buscar el rostro vivo del que fue, buscan un umbral las hubiese puesto en la pared de adobes para protegerse. parecido a los misterios. Mario, Lucho, C6sar. no terminan El rostro, como si escuchara, sigue con su pena propia el de caminar por una imprevista sequia paternal, con sus cauce de nuestras palabras. El primer hombre trae una toalla ojos y los recuerdos agresivamentc tcnues cefiidos a alguna y agtiita en una bacia y empieza a limpiar el rostro tibio de pcrspectiva que tafie la vieja luna, y a ratos atraviesan el hace un momento, porque la tibieza se le fue yendo, yendo, camino interminable abierto ahora en esa distancia de hijo hasta caer en una soledad frla y sin nadie. Su rostro. Mi tio a padre o de padre a hijo. Uno no sabe ni d6nde. ni c6mo, Nico. El tfo Nico. Los ojos de mi tia Raquel ya no miran. ni cuando, dice una resignada voz de viejita con su aliento Navegan breves con sus propias aguas que se cscurrcn de de coca y tocra. Bebe su copita casi con apuro, temerosa de sus dedos delgados como su voz. que se le caiga una gota del anisado. Todos miran, como La casa suena a vacia. Junto a la pista, juntito a la plaza buscando el apellido de la Muerte en el espacio que ulula con de Ataura. La casa. Viuda ahora. 6No ira a caersc? Dicen oscuros colores, allf , donde habitan los enigmas. Siguiendo que cuando no se vive en e]la, la casa se cae. ioh, precepto estas hondaiiiente sentidas y aparentemente disimuladas vo.+her+a.rrol... "... Ia casa se nutre de la vida del hombre, y heterog5neas penas, Asi es la vida, se oye repetir a otra mientras que la tumha se nutre de la muerte del hombre. anciana, asi es la vida, con una familiar letania repetida on Por eso la primera estd de pie, mieritras que la segunda otros velorios, en otros sepelios, en otras muertes, en otras cs/c5 fe77cJz.dcz. " Por el lado que da al local del Municipio, de otras... unos geranios sf sabcn lo que le pas6 al tio Nico. Tambi6n lo saben, claro que si, los naranjarojizos floripondios. -Yo no pinto sobre piedra-habia dicho el profesor Medardo gachos pero no sumisos, pegaditos a la pared que da a la Bravo-. El tinico que puede pintar sobre roca e] rostro calle y saludan a los pasantes. Tenia algunos enemigos, dice del Sefior y todo el cuerpo del Sefior es Hugo Orellana. alguien en el velorio, Si, le acompafia otra voz, uno o unos Bi'isqucnlo en Ataura. Vive junto a la plaza. Es buena gente. que se la tenian jurada, de viva voz, Es que el ti'o Nico era Diganle que van de mi parte. casj cl tinico que les hacia el pare a estos ladrones, abusivos, Pared de granito. A unos pasos de la plaza. En el patio, soberbios lapias que ham hecho plata con el manejo politico, altos cipreses tocan el aliento del cic]o. Tan tan tan tan acostumbrados a mangonear aunque sea metiendo miedo a en la puerta. Una voz, cuyo ducfio tiene la energia de su la pobre gente, dice una voz de lejitos en el patio dc la casa corpulencia. Presencia de picdras tutelares, ceramios orlan viuda, Y nosotros, pregunta desafiante una voz de mujer, la pared que da al patio, floripondios anaranjados y otros qde hemos hecho para apoyarle, nada, nada pues, cojudos, albos, geranios multjris, aroma breve de breve tomillo. todos cojudos, y ahora lloran, tarde, como siempre, peor que -Don Huguito, venimos a nombre de nuestra cofradia para -18- -19- digo esto: Mientras Jauja danza, Huancayo avanza.. , ipcro pedirle que pinte la imagen de nuestro Sefior. -Qu6 bien, ya en una ocasi6n pinte a Cristo. Es mi Cristo no le alcanza... ! de Viscap, con rasgos muy andinos, porque yo pienso que Las risas de aprobaci6n de los visitantes sacudieron el existe un Cristo nuestro, del mundo nuestro. 4Que dicen generoso pecho y alegraron el noble coraz6n del autor de la ustedes? pinturaX¢ur¢-Wfl"fafl. -Bueno...- dice otro de los hermanos- nosotros creemos -Don Huguito, una vez escuche decirle que usted se alegraba dc no ser jaujino -, dispar6 alguien a quemarropa, que nuestro diosito es uno solo. -Precisamente -afiade otro-, por eso hemos venido a aprovechando el momento de cierto emotivo desorden. -Bueno. Es que yo naci en Viscap, o mejor dire en mi solicitarle que pinte usted esa imagen sobre piedra. -{.,Sobre piedra? iQiie fabuloso! dY la tal piedra, de ddnde Wishkap, y por tres kil6metros me salve de ser jaujino - la sacaron? responde, y ellos olfan su ironia con entusiasmo y cierto -La trajimos del mismo Muruhuay. Nos cost6 mucho sudor, gusto de no ser otros sino ellos quienes escuchaban de cuerpo presente lo que sus of dos oian. pero ya la tenemos. -Pero, usted es tambi6n jaujino -dice otro alguien con una -Por eso, viendo que ustcd tiene fama de artista, 1e pedimos sonrisa algo desalifiada por el atrevimiento stibito de haber que pinte a nuestro Sefior. tcuanto mos costara su trabajo? El habitante de fJ"c])J/c} f7#czsj. demor6 lo que el canto de dicho lo que todos pensaron. -Claro que sf. - Dice ir6nicamablemente el receptor del iina pichiLLza para responder: "No les va a costar nada. Yo tambi6n siento la mano de Dios en todas mis mafianas. Por inocuo proyectil con una sonrisa que parecia mas bien una eso, para mi sera una satisfacci6n trabajar esa obra." velada carcajada. -Sobre ese tema conversaremos cuando El grupo qued6 at6nito. "Permitanos un momentito, don regresen..., si es que regresan - sigue diciendo el artista Hugo. Vamos a deliberar sobre este punto." titulado en la Escuela de Bellas Artes de Florencia, Italia, sin dejar su amable sourisa. "Este pintor dice que no va cobrarnos nada. 2Cdmo e.s Ironia matutina en las pupilas de la mafiana. Pajsaje de eso? Si no mos cobra nada, seguramente es I)orque no es verdes arboles, cercanos cerros azules ultramar, sensuales buen piyltor. No sabe pinlar.' florcs de leve carmesi, manada de nubes pausadoblancas, Conclusi6n de conciliabulo a plena luz, alcjandose un incoloro placentero aliento del aire, tersoplomizas piedras espacio del exuberante jardin del duefio de casa. tutelares en el patio de siempre... Patio con ignotos -Sefior Huguito, vamos a volver. Gracias por cscuchamos. sentimientos de consangu{neos apus. Preguntaremos por si acaso en otra parte. "Yo les habia dicho, saliendo nomds de la casa de Hugo -Ya les dije que yo tambi6n soy creyente, y pintar una obra asi lo hago por devoci6n, no por dinero. Ya les dije. Vayan, Orellana, que a qui6n vamos a buscar, como si los artl5tas sobraran. Hummm, mascull6 algulen, pensando sin ideas. Pues. -Nos ham dicho que en Huancayo hay buenos pintores. Ya, ya, ya... mastic6 otro cofrade palabras sin spbor. Y -Si, don Huguito. Y dicen tambi6n que los jaujinos mos todbs caminamos para todo lado. Ccrmiinamos y andamos.:. estamosquedando,porque"mientrasJaujadanza,Huancayo Andamos y caminamos... y vamos a estar otra vez en la avanza". misma puerta de an[es de pensar b.len i.No veLs? Estanos, -tAh, si? - replica el hombre de Huayta Huasi-. Y yo les pues, otra vez i.rente a la puerta de antes." -20- -21- -LRecuerda, don Huguito, que vinimos a pedirle que osc:uridad, oscuridad que todo lo ilumina, suave, p.Iedra pinte la imagen del Sefior de Muruhuay? cdl.idarnenle iria, de la mismci cantera de Muruhuay. Pal tarl_ -Si. tY por que no regresaron? solamente el clavo de los pies y la sangre de la herida en el -Es que, don Huguito, lo que voy a decirle es para usted costado. Quedard precioso el Cr.isto. i,Cudntos dtas llevo nomas: Uno de los devotos dijo que si usted no cobra nada pinlando? Ya ni me acuerdo. Pero son dias que paTecey es porque seguramente no es un pintor de verdad. c`onllevar el dolor del Sehor en su Pasi6n. Estd quedando Y ahora estaban nuevamente frente a la cabellera rizada, lindlsima la obra. Sehor...Setior... Sehor del campo, siento frente a los ojos agresivamente tiemos; esos ojos que miran, el agua de tu pasi6n, el cayado de tu cruz, el |Jasto dg lr como recuperando los afros de su nifiez, con las diafanas y cue;po en {u irlofchle caridad ale encarnada llaga... SdJo breves aguas de Rosaspuquio; estaban frente al duefio de Tti sabes de faritas colas dentro de mi, y sabes tarnbi6n que esa voz que llena todo el patio de la casa cuando canta su te quiero, pero de un modo diferente a coma te ve la gent_e, jarawi favorito: porque Th eyes un Cristo del Ande, de nuestra cosmogonia, de nuestra raza... ' Yo no soyfoor de tumbo para enredarme, yo soy c6ndor chajllay para enamorarrne. -No vas a creerme, Lucho. Cuando llegue a la Tglesia de iAayaayyy....I Jauja para terminar con los ultimos detalles, hall6 que en el De aquel cerro verde baian las nebl`inas, pie del Sefior, sobre el dorso que cubre al otro pie, rcsaltaba de aquellos lindos ojos, agua cr.islalina, precisa una pequefia saliente que me sirvi6 para hacer un ;Aayaayyy....I breve toque, y... iya estaba el clavo de la crucifixi6n! Y... esto es lo mas increible... Escucha... escucha bien lo que te voy a contar: Tambien habia cn el costado del Sefior, en el -{.,Qu6 dcscan? lugar de la lanzada que le asestara un centuri6n, una breve -Don Huguito, hemos preguntado a muchos pintores, y emanaci6n de sangre... ide sangre!... como si la hubiese nadie quiere pintar en piedra, Venimos a pedirle que lo puesto una mano divina... Dios... Ia Providencia... No pinte usted. s5... No s6... Asi son las cosas... Tncrefble, tno? No mc -iAh, qu6 bien! iBien... ! iMuy bien! Asi que yo, "como no crees, 4no? cobro nada, no pinto nada", tno? -tQui6n dijo eso, don Huguito? Y su policroma y limpia risa y todo el continente quc -iuno de ustedes dijo eso! Asi es que, para que vean que brotaba del alborozo del artista pintor, orgulloso de haber soy un pintor "de verdad", ahora va a costarles lo que mi logrado lo que se propuso, producian una exhalaci6n tan trabajo y mi arte exigen. LEsta bien? tiema como sus colores del Cristo de Muruhuay y del -Pero, usted... Cristo de Vlscap, y se mezclaran con la propia sangre de -iNada! Ya les di una oportunidad. De coraz6n. Y ustedes quien mira extasiado estas imagenes. Entonces vi en sus no la aprovecharon. "iNo cobra nada, entonces no pinta ojos ese fulgor y candor de nifio y su sourisa como canto nada!". tno? iQu5 dicen! susurrante de alegre avecilla que late en los colores inefables "El material es bueno, buena piedra, con esta su admirable -ni se cansa, y salcros n.I descansa- de Qulen tal coma camina contigo, versan_un_c_a de Quien EI F6nixdie.rfl}e, de los -22- -23- /7zge%z.os-. Como el rostro inefable que una mafiana de cruel nostalgia, con sus rutinarias vertientes inasibles todas en iACHALLAU JALAPATO DH :][e#oa'd:°i:::#°c[::iou:on]°osqeusgenrgse:ej9aa,dgvme]cnetis:Ccu:: CHUTOS! rna repetible y desasible melancolla, tristeza, pena. Todo eso, todo eso vi en las inolvidables facciones de mi tio Nico. Enero del 2010 Foto: La Pluma del Jincho 24