Farmacología de la Mastitis en Rumiantes PDF

Summary

Este documento presenta información sobre farmacología de la mastitis en rumiantes, particularmente en bovinos. Se profundiza en la clasificación de la mastitis, las bacterias involucradas, incluyendo patógenos contagiosos y ambientales, así como en la tasa de infecciones, duración y prevalencia. Además, se incluyen métodos de monitoreo y control.

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MASTITIS EN BOVINOS TERAPEUTICA UTILIZADA CLASIFICACION DE LAS MASTITIS CLINICA (AGUDA) SUB CLINICA. CRONICA Las bacterias que más frecuentemente causan mastitis pueden dividirse en dos grandes grupos basados en el origen de la bacteria: patógenos contagiosos y patógenos ambientales...

MASTITIS EN BOVINOS TERAPEUTICA UTILIZADA CLASIFICACION DE LAS MASTITIS CLINICA (AGUDA) SUB CLINICA. CRONICA Las bacterias que más frecuentemente causan mastitis pueden dividirse en dos grandes grupos basados en el origen de la bacteria: patógenos contagiosos y patógenos ambientales. Los principales patógenos contagiosos son Estreptococos agalactiae, Staphylococcus aureus y varias especies de Micoplasma. Los principales patógenos ambientales incluyen dos tipos de bacterias: las bacterias coliformes y varias especies de estreptococos diferentes a Strep. agalactiae. A estas otras especies de estreptococos se les llama “estreptococos ambientales”. La principal fuente de patógenos ambientales es el medio ambiente en donde viven las vacas. Por otro lado la fuente de los patógenos contagiosos son vacas infectadas y la trasmisión es de vaca a vaca. Por lo tanto los métodos de control desarrollados para los patógenos contagiosos no son efectivos contra los patógenos ambientales ESTREPTOCOCOS AMBIENTALES Detección por Cultivo de la Leche Los estreptococos ambientales pueden ser identificados fácilmente en leche de cuartos infectados cultivando 0.01 ml de leche en agar sangre esculina. La leche de cuartos infectados generalmente contiene más de 100 unidades formadoras de colonias por ml (UFC/ml). TASA DE INFECCIONES INTRAMAMARIAS La tasa de nuevas infecciones intramamarias (el número de nuevas infecciones por vaca al día) es más alta durante el período seco que durante la lactancia. Sin tratamiento al secado la tasa se incrementa dramáticamente durante las dos primeras semanas del período seco y durante las dos semanas antes del parto. En cada período seco sucesivo la tasa de infecciones intramamarias se incrementa. DURACIÓN Aproximadamente el 60 % de las infecciones intramamarias por estreptococos duran menos de 30 días, pero alrededor del 18 % se vuelven crónicas y persisten más de 100 días. Cerca del 40 % de las infecciones presentes durante la lactación son eliminadas espontáneamente PREVALENCIA El porcentaje de cuartos infectados con estreptococos ambientales en un momento dado generalmente es bajo y rara vez excede el 10 % de los cuartos. MÉTODOS DE MONITOREO DEL HATO El impacto de las mastitis por estreptococos ambientales se establece mejor mediante el cultivo bacteriológico de la leche de las vacas recién paridas, vacas que se van a secar y los cuartos clínicamente enfermos. El conteo de células somáticas y cultivo de leche de tanque son esquemas de monitoreo menos efectivos. Las cuentas bacterianas y de células somáticas en la leche de tanque pueden ser elevadas por infecciones intramamarias causadas por estreptococos ambientales. Sin embargo, el impacto de los estreptococos ambientales no se puede establecer correctamente con estas mediciones BACTERIAS COLIFORMES Las bacterias coliformes que causan mastitis incluyen Escheriquia coli, Klebsiella pneumoniae, Klebsiella oxytoca y Enterobacter aerogenes. DETECCIÓN POR CULTIVO DE LA LECHE Las bacterias coliformes no son fácilmente identificadas cultivando en agar sangre esculina 0.01 ml de leche de cuartos infectados. Las unidades formadoras de colonias frecuentemente son menores a 100 o debajo del límite de detección de este método. Sembrando 0.01 ml de leche en agar sangre esculina y.1 ml en la mitad de una caja Petri con medio de Mac Conkey facilita el diagnóstico. TASA DE INFECCIONES INTRAMAMARIAS La tasa de infecciones intramamarias por coliformes es alrededor de cuatro veces más frecuente durante el período seco que durante la lactancia. La tasa es marcadamente más alta durante las primeras dos semanas del periodo seco, así como también durante las dos semanas antes del parto. En cada período seco sucesivo la tasa de infecciones intramamarias se incrementa. DURACIÓN Las infecciones intramamarias por coliformes tienden a ser de corta duración. Más del 50% duran menos de 10 días y cerca del 70 % menos de 30 días. Las infecciones por coliformes pueden convertirse en crónicas. Se ha encontrado que el 13% permanece más de 100 días. Sin embargo sólo el 1.5 % de las infecciones por E. Coli exceden los 100 días. PREVALENCIA El porcentaje de cuartos infectados en un momento dado generalmente es muy bajo. Típicamente el 1 % o menos de los cuartos están infectados, pero las bacterias coliformes pueden causar entre el 30 % y 40 % de los casos de mastitis clínica MÉTODOS DE MONITOREO DEL HATO El registro exacto de los nuevos casos clínicos y el cultivo bacteriológico de los cuartos clínicos ayudan a establecer el impacto de las mastitis por coliformes. Este impacto no se puede establecer por los niveles de células somáticas en leche de tanque, conteos de células somáticas de vacas individuales, cultivo de leche de tanque o cultivo de leche de subgrupos de vacas. EL MEDIO AMBIENTE Las vacas en confinamiento tienen mayor riesgo de mastitis ambientales que las vacas en pastoreo. Fuentes de patógenos ambientales incluyen el estiércol, las camas, los alimentos, el polvo, la tierra y el agua. Los materiales de las camas son una fuente significativa de exposición de patógenos ambientales en la punta del pezón. El número de bacterias en las camas fluctúa dependiendo de la contaminación (y por lo tanto disponibilidad de nutrientes), disponibilidad de humedad y temperatura. Materiales inorgánicos con baja humedad, tal como la arena o piedra caliza molida son más recomendables que materiales orgánicos finamente molidos. En general, materiales más secos están asociados a un menor número de patógenos. Medio ambientes de temperatura caliente favorecen el crecimiento de patógenos; temperaturas bajas tienden a reducirlo. Materiales orgánicos finamente molidos tales como el aserrín, virutas, estiércol reciclado, olote peletizado, cáscara de cacahuate o paja picadas, frecuentemente contienen un alto conteo de estreptococos y coliformes. En paja entera limpia el número de coliformes generalmente es bajo; pero el número de estreptococos ambientales puede ser muy elevado. Intentos de mantener bajo número de coliformes aplicando desinfectantes químicos o cal, generalmente son imprácticos porque frecuentes, quizá diariamente, aplicaciones son necesarias para obtener resultados. Se ha demostrado que el total reemplazo de las camas orgánicas en la tercera parte trasera de los echaderos reduce la exposición de la punta del pezón a las bacterias coliformes Condiciones ambientales que pueden incrementar la exposición incluyen: la sobrepoblación; pobre ventilación; remoción inadecuada del estiércol en la parte trasera de los echaderos, pasillos, áreas de los comederos y de los corrales; mal mantenimiento (con hoyos) en los echaderos; acceso a estanques o lagos en el rancho; corrales para ejercicio con lodo; cubículos para maternidad o para parto sucios; y en general pobre limpieza e higienización. CONTROL El control de la mastitis ambiental se obtiene disminuyendo la exposición de la punta del pezón a patógenos potenciales o incrementando la resistencia de las vacas a los patógenos causantes de mastitis. SELLADO DE PEZONES — SELLADORES GERMICIDAS Se recomienda el sellado de los pezones con un germicida después del ordeño. Algún grado de control se obtiene sobre estreptococos ambientales, pero no hay control sobre las infecciones intramamarias por coliformes. SELLADO DE PEZONES — SELLADORES DE BARRERA Se ha reportado que los selladores de barrera, después del ordeño, reducen las infecciones intramamarias por coliformes. Parece que la eficacia contra estreptococos ambientales y los patógenos contagiosos es más baja que la de los selladores con germicidas. SELLADO DE PEZONES — PERÍODO SECO Intentos de controlar las mastitis ambientales durante el período seco, ya sea usando selladores germicidas o de barrera, diseñados para usarse durante la lactancia, no han sido exitosos. Investigaciones recientes con selladores de barrera persistentes (persistencia de dos a cinco días) aplicados durante el período seco han demostrado promisorios resultados para controlar las infecciones ambientales. TRATAMIENTO AL SECADO Se recomienda el tratamiento de todos los cuartos de todas las vacas al secado. El tratamiento al secado reduce nuevas infecciones por estreptococos ambientales durante la primera parte del período seco, pero no durante las semanas una o dos antes del parto. El tratamiento al secado no controla las infecciones por coliformes. Aplicar tratamiento con antibióticos más tarde durante el período seco tiene poco o nada de valor. TRATAMIENTO DURANTE LA LACTANCIA Las tasas de curación después de la terapia durante la lactancia generalmente son del 50 % al 60 % para los estreptococos ambientales. Los antibióticos aprobados para usarse durante la lactancia son uniformemente inefectivos contra las bacterias coliformes, pero las tasas de curación pueden ser hasta del 50 % debido al corta duración de las infecciones. RETRO LAVADO El retro lavado de las unidades de ordeño no controla las mastitis ambientales FUNCIONAMIENTO DE LAS MÁQUINAS DE ORDEÑO Máquinas de ordeño funcionando mal, que resulta en frecuente resbalamiento de las pezoneras e impactos del pezón, puede incrementar los casos de mastitis ambientales. SELLADO ANTES DEL ORDEÑO Sellando los pezones con un germicida antes del ordeño reduce las mastitis ambientales durante la lactancia. Se debe tener precaución extrema para asegurar que el sellador es removido de los pezones antes de colocar las unidades de ordeño para prevenir que la leche sea contaminada INMUNIZACIÓN Inmunizando las vacas durante el período seco con la bacterina Escheriquia coli J-5 reducirá el número y la severidad de los casos de mastitis clínica por coliformes al principio de la lactación DIETA Ofrecer dietas deficientes en las vitaminas A y E, beta-carotenos o de los minerales traza selenio, cobre y zinc, dará como resultado un incremento en la incidencia de mastitis ambientales. MANEJO DEL MEDIOAMBIENTE El medioambiente del hato debe ser lo más seco posible. El medioambiente de las vacas secas, vaquillas y de las vacas al parto es tan importante como el de las vacas en lactación. COMO PUEDO DETERMINAR LA PRESENCIA DE MASTITIS EN MI REBAÑO? Observación de leche con cedazo o tazón de fondo oscuro. Palpación de la ubre o cuarto afectado. MASTITIS SUBCLÍNICA, COMO LA DETERMINO??? Pruebas de campo como: Test de California Prueba de Wisconsin. TEST DE CALIFORNIA Mezcla de reactivo (purpura de bromocresol), en cantidades similares de leche. Se puede realizar a nivel de cuarto, como también a nivel de estanque. A mayor inflamación de la ubre o el cuarto, mayor contenido en la leche de células somáticas (neutrófilos). TEST DE CALIFORNIA El mayor o menor contenido de células en la leche , determina una mayor o menor viscosidad de la mezcla, diferenciándose en grados, negativa , trazas, 1 (ligera),2 (media),y 3 ( fuerte). Dichos grados corresponden a la presencia de ciertos números de células somáticas por ml de leche, por ejem, negativa de 50 a 150,000;trazas, de 150,000 a 500,000; 1 ,de 400,000 a 1,500,000;2 de 800,000 a 5,000,000 y 3 mas de 5,000,000. PRUEBA DE WISCONSIN. Se basa en el principio de la prueba de California, aunque es mas lenta y elaborada, ya que se basa en la cantidad de drenado de una mezcla de leche y reactivo en un tiempo dado. Se utilizan tubos de ensayo provistos de un tapón calibrado. A menor viscosidad de la leche (casos leves) mas rápido es el drenado. Utiliza una tabla para cotejar el drenado con su equivalente. ANTIBIOTICOS Y SULFAS. El uso de antibióticos y sulfas, sin lugar a duda, ha sido una de las principales herramientas en el control y erradicación de numerosas enfermedades infecciosas de origen bacteriano en nuestros animales de abasto y compañía. Sin embargo, su empleo requiere necesariamente la preocupación y supervisión de los Médicos Veterinarios para que no queden concentraciones de estas drogas en leche, carne y otros productos de origen animal, con el fin de que la población humana reciba un alimento de buena calidad exenta de residuos de estas drogas. ¿QUE SE ENTIENDE POR RESIDUOS DE ANTIBIOTICOS Y SULFAS EN LECHE? El término residuos, se refiere a pequeñas concentraciones de estos fármacos que quedan en leche o carne después de finalizado un tratamiento, independiente de la vía de administración del producto (parenteral, intrauterina o intra mamaria). Los países que controlan la presencia de residuos de estas drogas, tienen normas sobre las cantidades máximas permitidas en leche, sin problemas para el consumidor. A estas concentraciones, habitualmente se les conoce como niveles de tolerancia, los cuales están basados en los antecedentes de toxicidad para cada droga en particular. Al respecto, es interesante mencionar que la Organización Mundial de la Salud, elaboró una lista de los niveles de tolerancia permitidos en leche para los antibióticos y sulfas de uso habitual en Medicina Veterinaria. Además, es importante destacar, que estos residuos causan graves daños en la industria lechera, ya que la elaboración de derivados lácteos como queso y yogurt necesitan el desarrollo de la flora ácido láctica. Esta flora, es inhibida por la presencia de concentraciones pequeñas de antibióticos y sulfas, razón por la cual las industrias realizan rutinariamente un control interno, para separar la leche ausente de estos residuos y destinarla a la elaboración de estos productos. ¿CUALES SON LOS PRINCIPALES RIESGOS PARA LA SALUD HUMANA? Los riesgos de estos fármacos en la población humana se centran fundamentalmente en los siguientes aspectos: reacciones de hipersensibilidad, efectos tóxicos específicos, aparición de cepas resistentes y susceptibles de ser transmitidas al hombre y alteraciones de la flora intestinal. ¿CÓMO EVITAR LA PRESENCIA DE RESIDUOS DE ANTIBIÓTICOS O SULFAS EN LA LECHE? La manera más simple de disminuir la incidencia de residuos es "respetando los tiempos de resguardo o supresión" que debe tener la leche, carne y otros tejidos provenientes de animales tratados con estos fármacos. Entendiéndose por este concepto el tiempo que transcurre entre la última administración de antibióticos o sulfas y el momento en que en la leche se encuentren concentraciones iguales a los niveles de tolerancia o inocuidad permitidos para la droga en cuestión. Durante este lapso que puede durar días e incluso semanas dependiendo del producto, la leche no puede ser entregada a la planta lechera Sin embargo, tan importante como esta información, es el respeto a las instrucciones del Médico Veterinario, quién conoce bien los tiempos para los diferentes antibióticos o sulfas, con lo cual se protege la salud del consumidor y eventuales rechazos o castigos en el precio de la leche que afectan el equilibrio económico del productor. Es importante aclarar sobre este aspecto, que existe el concepto erróneo de que los "tiempos de resguardo" son específicos para cada antibiótico o sulfa en particular, pero se ha comprobado que más importante que la droga propiamente tal, en la determinación de estos períodos debe considerarse las características del vehículo en el cual va depositado el producto Este es el motivo que para una misma droga, existan diferencias en los "tiempos de resguardo" recomendados por los laboratorios. También es necesario hacer un alcance sobre los antibióticos de larga acción o liberación retardada; si bien estos productos tienen la ventaja de facilitar el manejo de los animales, ya que se han diseñado con el fin de disminuir la frecuencia de dosificación, manteniendo niveles sanguíneos por un mayor período (habitualmente se administran en dosis únicas), tienen el inconveniente que los "períodos de resguardo" para estos productos son más prolongados. Cuando exista la necesidad de recurrir a este tipo de droga en vacas lactantes, hay que recordar que la leche no debe enviarse a la planta lechera durante el tiempo que recomienden los laboratorios. En nuestro país, las industrias farmacéuticas están constantemente preocupadas sobre este aspecto, razón por la cual en el rotulado de sus productos indican la duración de sus períodos. Por otro lado, el productor debe estar consciente que, respetando estas indicaciones, avaladas por su Médico Veterinario, entregarán un producto sano, sin ningún riesgo para el consumidor, ya que debe tener siempre presente que los procesos de pasteurización o esterilización no son capaces de destruir a estas drogas. Además, debe recordar que el factor de dilución, es decir mezclar leche de un animal tratado con estos fármacos con leche exenta de ellos, no influye en la determinación de concentraciones residuales, pues se ha comprobado que la leche de una vaca tratada es capaz de contaminar 10.000 litros de leche OTRAS RECOMENDACIONES PARA EVITAR LA PRESENCIA DE RESIDUOS EN LA LECHE. a.- No usar antibióticos o sulfas que no hayan sido recomendadas por el Médico Veterinario, ya que un fracaso terapéutico, prolonga la terapia y por ende el lapso en el cual la leche no puede ser entregada a la planta lechera. b.-No administrar dosis sobre las recomendadas por los laboratorios, ya que aumentará el tiempo en el cual la leche no podrá enviarse a planta para consumo humano. c.- Preferir la utilización de antibióticos o sulfas cuyo período de resguardo sea lo más breve posible. d.- Recordar que, en los animales lactantes, siempre existe un lapso en el cual la droga se eliminará por la leche, independiente de la vía de administración. e.- Identificar el animal al cual se le está realizando tratamiento y advertir al ordenador sobre los procedimientos terapéuticos: de esta forma se evita el envío accidental de leche con estas drogas. f.- Las vacas tratadas deben ser ordeñadas al final, con el fin de evitar la contaminación del resto de la leche a través del equipo de ordeña. Es importante hacer énfasis, que respetando todas estas recomendaciones, el productor entregará un producto seguro a la población humana y que la presencia de estas drogas en la leche es consecuencia de un manejo descuidado de estos fármacos. VACUNAS CONTRA LA MASTITIS??? Junto a todas estas medidas clásicas de control anteriormente citadas, se ha agregado otra medida complementaria: la vacunación. Tomando en cuenta la dificultad de que nos encontramos con agentes como el S. aureus o el E. coli, por su pobre respuesta a los tratamientos antibióticos, la prevención con una adecuada vacunación (sumada a las medidas ya mencionadas) sería de gran importancia. Para el caso de las mastitis por Staphylococcus aureus, las vacas lecheras son los reservorios de la bacteria. La terapia antibiótica es pobre cuando estas bacterias se encuentran en la profundidad del tejido mamario (Ma y col., 2004). Autores como Blowey y col (1995), realizando una revisión bibliográfica de tratamientos con cloxacilina, muestran tasas de curación de la mastitis por S. aureus del 24 % para casos clínicos y del 40% para los subclínicos, siendo la tasa más elevada la de la terapia de secado (60%) que, por esta razón, se considera el tratamiento de elección para esta bacteria. La baja tasa de curación podría ser atribuida a la habilidad de la bacteria para sobrevivir al tratamiento cuando se encuentra intracelularmente en las células epiteliales o en los macrófagos (Hensen y col., 2000; Herbet y col 2000). En lo que respecta a E. coli, según lo estudiado por Sandholm y col (1995), la terapia antibiótica tendría poco efecto en mejorar los síntomas provocados por la bacteria, debido a que estos síntomas son debidos principalmente a la endotoxina. La vacunación tiene como fin mejorar y potenciar el sistema inmune contra un antígeno específico. En el caso de las vacunas contra la mastitis lo que se busca es una adecuada llegada de neutrófilos al lugar donde se encuentra el agente patógeno; lo que, junto con una adecuada cantidad de inmunoglobulinas, favorecerá su opsonificación y posterior fagocitosis. Sumado a esto, los anticuerpos generados por la vacunación pueden también ejercer una importante función en la neutralización de toxinas, interfiriendo en los mecanismos de adhesión de la bacteria e induciendo su lisis. Así, se observa el efecto de la vacunación reflejado en: Nordaugh y col., (1994) utilizando una vacuna inactivada de S. aureus, mostraron su efecto positivo en la no aparición de casos clínicos en el grupo de vacas vacunadas, contra un 6% de casos en las no vacunadas. En lo que respecta a casos de mastitis subclínica por S. aureus, esta fue diagnosticada en un 8% del grupo de vacunadas y en un 14% en las vacas no vacunadas. En Israel, en un ensayo de campo, Leitner y col. (2003), utilizando una vacuna compuesta de fragmentos de S. aureus obtenidos por sonicación, mostraron efectos beneficiosos y estadísticamente significativos en lo que respecta a producción lechera y células somáticas en el grupo de vacas vacunadas. Lo importante en una vacunación contra S. aureus es hacerla de manera temprana, preferiblemente en la etapa de novillas preparto, evitando así una posible infección que comprometa su vida productiva lechera. Las multíparas de este grupo vacunado recibieron 21 tratamientos, dando un promedio de 1.5, mientras que las primíparas recibieron 13 tratamientos, con un promedio de 0.7. Por otro lado, en el grupo control 40 vacas recibieron tratamiento farmacológico adicional, 28 multíparas y 12 primíparas. El promedio registrado para este grupo control no vacunado fue de 2.1 para las multíparas y 2.8 para las primíparas. El análisis estadístico de estos resultados dio que, para el grupo de las multíparas, esta diferencia registrada en tratamientos farmacológicos adicionales necesarios fue significativamente diferente (p=0.003). Siendo el número de tratamientos por vaca menor en el grupo vacunado, el tiempo de tratamiento requerido es también menor. Estos puntos son sumamente interesantes ya que, en definitiva, determinan no sólo el menor uso de fármacos, sino también un menor descarte de leche por uso de antibióticos. Tanto el experimento realizado en Cataluña como la literatura aportan datos que muestran efectos positivos de las vacunas contra la mastitis. Si bien es un elemento a tener en cuenta y recomendado en la lucha contra esta enfermedad, no se debe olvidar que la vacunación debe ser combinada con las medidas tradicionales de control de mastitis en el establecimiento. RAZONES DE FALLAS EN EL TRATAMIENTO Las fallas en el tratamiento pueden producirse por: (1) retraso en el tratamiento; (2) pobre selección de drogas o niveles de dosis; (3) interrupción del tratamiento demasiado rápido; (4) resistencia de los organismos a las drogas; (5) desarrollo de formas-L bacterianas; (6) protección de la bacteria dentro de los glóbulos blancos; (7) presencia de infección profundos encapsulados por tejido cicatrizal, coágulos, e inflamación, lo cual lleva a una pobre difusión de la droga dentro del cuarto afectado. Una característica de la inflamación es la formación de materiales inflamatorios dentro de la glándula mamaria compuestos de tejidos debridados, glóbulos blancos, microorganismos, fibrina, y otros componentes sanguíneos que ocluyen conductos lácteos drenando a áreas de tejidos secretores de leche. La presencia de esos materiales contribuye a la frecuencia de fallas en el tratamiento durante la mastitis debido al impedimento de la difusión de los antibióticos dentro del cuarto tratado. Por ello, nuevas estrategias de tratamiento han sido desarrolladas y son discutidas abajo. NUEVAS ESTRATEGIAS DE TRATAMIENTO TERAPIA COMBINADA Una combinación de inyecciones intramusculares, junto a infusiones intramamarias ha resultado en concentraciones mucho más elevadas de antibiótico en el tejido y una alta tasa de curación. Por ejemplo, la terapia combinada es más efectiva en curar infecciones crónicas por Staphylococcus aureus que la infusión intramamaria sola durante la lactancia. En un estudio, 49 vacas con 78 cuartos infectados subclínicamente fueron testeadas. Un grupo de vacas recibió una infusión intramamaria en cada ordeño durante seis ordeños con un producto para vaca lactante conteniendo 62,5 mg de amoxicilina. Otro grupo de vacas recibió el mismo régimen de infusión intramamaria más inyecciones intramusculares de 6 millones de unidades de penicilina G procaína después de cada ordeño durante 3 días. La combinación del tratamiento intramamario e intramuscular curó el 51% de los cuartos (48% de las vacas) comparado con el 25% de los cuartos (30% de las vacas) para la infusión intramamaria sola. Por ello, la terapia combinada fue doblemente efectiva con respecto a la infusión sóla convencional, y permitió que más antibiótico penetre las áreas profundas de infección, incrementando la tasa de curación. El SCC tomado previo a la iniciación de la terapia de leche de cuartos curados promedió 2.500.000 cel/mL y fue más bajo que el de los cuartos no curados (4.000.000 cel/mL). Al 8 día después del tratamiento, el SCC para los cuartos curados fue de 340.000 cel/mL comparado con 1.900.000 cel/mL para los cuartos no curados. A los 21 días después del tratamiento, el SCC fue de 224.000 cel/mL para los cuartos curados y 1.975.000 cel/mL para los cuartos no curados. TERAPIA EXTENDIDA Recientemente, otra alternativa para mejorar las tasas de curación cuando se tratan infecciones crónicas ha sido utilizada. El procedimiento involucra el uso de una droga relativamente nueva en mastitis, clorhidrato de pirlimicina, y es denominado terapia extendida. Esta droga tiene varias propiedades que atraen a productores, veterinarios y oficinas reguladoras. El rótulo del producto especifica sólo dos tratamientos con 24 horas de intervalo, y el tiempo de descarte de leche es sólo de 36 horas. Las explicaciones para las altas tasas de curación de la pirlimicina incluyen: (1) la droga tiene una excelente actividad contra Staphylococcus aureus; (2) penetra bien el tejido cicatrizal; y (3) el 50% de la droga es absorbida desde la ubre al torrente sanguíneo y el 50% de esa cantidad es entonces reexcretado de vuelta a la ubre, ayudando por ello a que la droga alcance los tejidos infectados. Si el uso de otras drogas en tal régimen de tratamiento también ayudará o no a producir altas tasas de curación no ha sido determinado TERAPIA CON OXITOCINA La oxitocina ha sido utilizada para tratar la mastitis, y es también conocida como la hormona de bajada de la leche. La oxitocina es naturalmente liberada del cerebro al torrente sanguíneo en respuesta al estímulo asociado con el ordeño. La misma causa la contracción del alvéolo productor de leche dentro de la glándula mamaria, resultando en la expulsión de la leche. Se cree que la administración exógena de oxitocina "comprime" más o fluye la bacteria residual en el fluido después del ordeño, lo cual puede ayudar a eliminar la infección. Además, los subproductos inflamatorios y toxinas bacterianas son removidos. Similarmente, la evacuación de la leche estimula actualmente la producción de más leche, favorece el movimiento de leucocitos al cuarto, y activa otros componentes antimicrobianos de la leche. Comúnmente, los veterinarios recomiendan el ordeño frecuente de los cuartos afectados (seis veces al día) seguido de la administración de oxitocina (40 a 50 unidades intramuscularmente). Esto puede acompañarse por terapia de soporte usando aspirina o banamine. Las vacas habitualmente se recuperan de los síntomas clínicos dentro de las 24 a 48 horas. En un estudio, la oxitocina fue inyectada intramuscularmente a 100 unidades cada 12 horas durante dos o tres ordeños en intentos por tratar los casos de mastitis clínica. La tasa de curación clínica (retorno a la normalidad del cuarto y la leche durante 20 días) fue cercana al 70%, pero la tasa de curación bacteriológica (ausencia de microorganismos infectantes para el día 20) fue del 49%. Esta tasa de curación es similar a la observada después del tratamiento con muchos antibióticos; sin embargo, el uso de oxitocina no resulta en la contaminación potencial de la leche con residuos de antibióticos, no hay tiempo de retiro, y el costo es menor. Sin embargo, como se discute abajo, pueden ocurrir recidivas. SELLADORES INTERNOS DE PEZONES En este contexto de mejora continua de las granjas, en la que, si se realiza correctamente el manejo durante toda la lactación, referido a rutinas de ordeño, higiene, alimentación, etc ,conseguimos mantener a raya la incidencia de mamitis y llegamos con pocas vacas infectadas al secado, es donde entran en juego diferentes alternativas, como los selladores internos de pezones. Estos selladores son sustancias inertes (normalmente subnitrato de bismuto),que previenen físicamente la posible entrada de microorganismos por el canal del pezón, simulando, en la medida de lo posible, el tapón de queratina. Este tapón se forma a partir del estrato córneo de la epidermis y ejerce una función bactericida además de barrera física. Un factor importante que permite la invasión de patógenos en la glándula mamaria durante el período seco es el significativo retraso en la formación de un completo tapón de queratina en el canal del pezón (Williamson et al., 1995; Dingwell et al., 2003). recomiendo su uso en todos los animales al secado, bien sea de manera individual en aquellas vacas que no tienen infección al secado, como acompañados de terapia antibiótica en aquellas vacas que así lo requieran. Su utilidad se ve reflejada en todos los animales, pero si cabe, con más intensidad, en aquellas vacas que llegan con muy alta producción al secado, en aquellas granjas en las que las vacas secas están en zonas exteriores o campos y en épocas de verano, en las que la mayor presencia de moscas, supone un mayor riesgo de infecciones intramamarias. CURVA LACTANCIA SELLADORES, ANTIBIÓTICOS Y OTROS

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