Summary

Este documento describe el sistema inmunológico humano y sus componentes, enfocándose en la defensa del cuerpo contra agentes extraños. Explora la inmunidad específica e inespecífica, así como la función y los órganos del sistema linfático. El documento también incluye un breve resumen de los vasos linfáticos.

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El cuerpo humano tiene un sistema de defensa que se comporta como un escuadrón de soldados que patrulla en forma permanente y que lo defiende de invasores como bacterias, virus y hongos. Cuando algo lo ataca, sale a enfrentarlo. Por eso, algunas veces tienes fiebre, que es una manifestación de lo qu...

El cuerpo humano tiene un sistema de defensa que se comporta como un escuadrón de soldados que patrulla en forma permanente y que lo defiende de invasores como bacterias, virus y hongos. Cuando algo lo ataca, sale a enfrentarlo. Por eso, algunas veces tienes fiebre, que es una manifestación de lo que está sucediendo en tu interior. Sin embargo, el trabajo de este sistema a veces es insuficiente, por lo que son necesarias las vacunas, que son virus y bacterias controlados cuyo objetivo es que el cuerpo ofrezca resistencia. ¿Conoces algún otro tipo de defensa de nuestro organismo? ¿Cuáles vacunas recuerdas que te han aplicado? Conoce y amplía El sistema inmunológico es un conjunto de células, tejidos y órganos que trabajan juntos en la defensa del organismo contra agentes extraños. Este sistema inmune se divide en inmunidad no específica o innata e inmunidad específica. La inmunidad innata se encuentra presente en organismos simples como una bacteria capaz de reconocer a un virus y destruirlo con la producción de enzimas, y la inmunidad específica corresponde a organismos multicelulares más complejos, en los cuales se desarrolla un complejo mecanismo de defensa. En el año 2011 se concedió el premio Nobel en Medicina a tres científicos por sus logros en nuevas alternativas de prevención y tratamiento de enfermedades infecciosas e inflamatorias, y el desarrollo de vacunas contra tumores que podrán ayudar a combatir el cáncer. El canadiense Ralph M. Steinman descubrió unas células dendríticas que activan a las células T en la inmunidad adaptativa. El científico estadounidense Bruce A. Beutler y el francés Jules A. Hoffmann han mejorado las investigaciones relacionadas con la inmunidad innata. 1.1 El sistema inmune El sistema inmune o inmunológico está compuesto por elementos celulares, como los linfocitos, y por proteínas, como los anticuerpos, que se encargan de la defensa del organismo. Tanto los linfocitos como los anticuerpos emplean el sistema circulatorio y el sistema linfático para su difusión y transporte. Cuando se presenta una agresión por parte de algún agente infeccioso, el sistema inmune lo memoriza, lo ataca y lo elimina. Con tales fines, aunque trabaja junto a algunos órganos, también dispone de ciertas estructuras donde se concentran sus elementos. 1.2 El sistema linfático La conformación del sistema linfático El sistema linfático constituye una parte del sistema circulatorio y posee funciones específicas. Este sistema ayuda a mantener en equilibrio los fluidos del organismo al producir glóbulos blancos y al elaborar, filtrar y transportar linfa desde los tejidos hasta el torrente sanguíneo. Además, es un elemento esencial del sistema inmune del organismo. Los componentes del sistema linfático son los vasos linfáticos, la linfa, y el tejido linfático. Además, existe un grupo de órganos que complementan su función. Los vasos linfáticos Forman un conjunto de tubos cerrados de diferente calibre que recolectan el exceso de fluidos que tienen los tejidos para llevarlos de vuelta al sistema circulatorio. Los vasos linfáticos tienen válvulas que permiten el movimiento de los líquidos solo en una dirección. La presión en el interior de los vasos es baja para facilitar la recolección de fluidos; pero puede representar un desafío al llevar esos fluidos a las venas. Por esta razón, en algunos casos, los vasos linfáticos de los vertebrados poseen músculos que ayudan a que el líquido se mueva. También, los movimientos del cuerpo, especialmente del tórax, como la inhalación y la exhalación y la contracción de los músculos cercanos, hacen que el fluido circule. La linfa La linfa es un líquido de color transparente, blancuzco, formado principalmente por agua y que contiene glóbulos blancos y quilo, un líquido proveniente de los intestinos que contiene proteínas, grasas y electrolitos. La linfa no tiene glóbulos rojos y se mueve a través de los espacios intercelulares o por los vasos linfáticos. Como resultado de la presión arterial, parte del líquido de la sangre sale de los capilares y baña los espacios intercelulares de los tejidos circundantes; este líquido se conoce como líquido intersticial. Aunque este fenómeno es natural, este líquido no debe permanecer allí. Alrededor del 90% es recuperado a través de los capilares, vénulas y venas, que lo llevan de vuelta al corazón; el sistema linfático se encarga de reabsorber el 10 % restante y lo convierte en linfa, de lo contrario, quedaría entre los espacios intercelulares del tejido y causaría inflamación. El sistema inmune humano El tejido linfático Está formado por células libres correspondientes a diferentes tipos de glóbulos blancos producidos en el tejido linfático. Es un tejido conjuntivo, que se puede encontrar en cualquier parte del cuerpo en forma de tejido difuso, de parches o concentrado en ganglios linfáticos. Un nódulo o ganglio linfático es una porción de tejido conectivo envuelta en tejido conectivo fibroso; se encarga de producir glóbulos blancos que participan en la defensa del cuerpo contra infecciones y de eliminar cuerpos extraños como bacterias y células cancerosas. Los ganglios linfáticos se sitúan en la ruta de los vasos linfáticos y se localizan en agrupaciones en el cuello, las axilas, la ingle, el centro del tórax y el abdomen. 1.3 Los órganos del sistema linfático El sistema linfático se apoya en ciertas funciones de algunos órganos que forman parte de otros sistemas. Sin embargo, se conocen como órganos linfáticos todas aquellas estructuras donde se lleva a cabo la maduración de los linfocitos. Este sistema incluye órganos como amígdalas, adenoides, bazo y timo. Las amígdalas y adenoides están situadas en la faringe. Estos órganos la entrada de las vías digestiva y respiratoria frente a los patógenos, debido a que filtran y atrapan microorganismos que pueden causar infecciones y facilitan la creación de anticuerpos contra ellos. El bazo es un órgano que se sitúa arriba del estómago, en el lado izquierdo del tórax. Es un órgano filtrador de sangre que produce y almacena glóbulos blancos; ayuda a controlar la cantidad de sangre que hay en el cuerpo, y destruye células envejecidas y dañadas. Presenta zonas ricas en linfocitos B, separadas de otras donde se acumulan linfocitos T. El timo es un órgano pequeño que está en la parte superior central del pecho, debajo del esternón. Antes del nacimiento y en la infancia produce y almacena glóbulos blancos que ayudan a proteger al organismo de infecciones. Es el lugar donde maduran los linfocitos T (timocitos). La médula ósea se halla en el interior de los huesos. En ella se originan las células madre de los linfocitos. Allí maduran los linfocitos B. Las placas de Peyer son cúmulos de tejido linfático, que recubren interiormente las mucosas del intestino y de las vías respiratorias. Están formados principalmente por linfocitos B. El sistema inmune humano 1.4 El sistema circulatorio humano El sistema circulatorio es el encargado del transporte de sustancias y elementos como nutrientes, desechos, gases (dióxido de carbono y oxígeno) y células a través de todo el cuerpo. Está constituido por la sangre, los vasos sanguíneos y el corazón. La sangre se compone de una parte líquida denominada plasma (55 % de su volumen) y de diferentes tipos de células sanguíneas (45 % de su volumen). El plasma está formado por agua (91 %), sales, proteínas, lípidos, glucosa y urea. En él se encuentran disueltas una gran variedad de sustancias como nutrientes, desechos, dióxido de carbono y los anticuerpos desarrollados por el sistema inmunológico. Las células sanguíneas se encuentran suspendidas en el plasma y en el tejido de la médula ósea roja, al interior de algunos huesos, lugar donde se originan. Existen tres tipos de células sanguíneas: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Los glóbulos rojos permiten el transporte de oxígeno desde los pulmones hasta todos los tejidos del cuerpo. Los glóbulos blancos defienden al organismo de las infecciones, por ejemplo, al fagocitar cuerpos extraños como bacterias. Las plaquetas colaboran en la coagulación de la sangre.

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