Los Austrias Menores: Historia de la Decadencia Española PDF
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El documento resume el periodo de los Austrias menores en España, incluyendo la sucesión de Felipe III, Felipe IV y Carlos II, y los problemas económicos, políticos y sociales que enfrentó España durante ese tiempo. Se discuten las bancarrotas, la inflación y la falta de industria, así como las guerras y epidemias que se sucedieron en el siglo XVII. El texto también analiza las tensiones europeas y las revueltas internas.
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1. Los Austrias menores Durante el periodo de los Austrias menores (Felipe III, Felipe IV y Carlos II), España comenzó a perder la hegemonía alcanzada con los Austrias mayores (Carlos I y Felipe II). Estos monarcas delegaron el poder en validos o favoritos, quienes gobernaban en su nombre. Muchos v...
1. Los Austrias menores Durante el periodo de los Austrias menores (Felipe III, Felipe IV y Carlos II), España comenzó a perder la hegemonía alcanzada con los Austrias mayores (Carlos I y Felipe II). Estos monarcas delegaron el poder en validos o favoritos, quienes gobernaban en su nombre. Muchos validos actuaron movidos por intereses personales, lo que debilitó aún más la administración. En el plano económico, España enfrentó una grave crisis: Bancarrotas provocadas por las costosas guerras del siglo XVI. Inflación, debido a la abundancia de metales preciosos pero la escasez de productos. Falta de industria, ya que la nobleza prefería vivir de rentas y los ambiciosos buscaban fortuna en América o en los ejércitos. Crisis demográfica, causada por hambrunas, epidemias y guerras. A nivel cultural, el honor y la lucha por Dios y el Rey eran valores predominantes, mientras los gremios frenaban la innovación. Estas dificultades no fueron exclusivas de España, pues Europa en general atravesaba un siglo XVII marcado por guerras, epidemias y malas cosechas. 1.1 felipe ll Voy a simplificar más. Felipe III era un rey débil y poco interesado en gobernar. Por eso, dejó el poder en manos de su valido, el Duque de Lerma, quien usó su puesto para enriquecerse y cometer actos corruptos, como trasladar la corte a Valladolid para sacar provecho económico. Finalmente, su propio hijo, el Duque de Uceda, lo reemplazó. El Duque de Lerma intentó evitar guerras porque España estaba en crisis económica. Se firmaron acuerdos importantes: 1. Tratado de Londres (1604): Paz con Inglaterra; ambos países dejaron de apoyarse en conflictos ajenos. 2. Tregua de los Doce Años (1609): Paz con Holanda. España, aunque seguía siendo poderosa, reconocía indirectamente la independencia de las Provincias Unidas. Felipe III también decidió expulsar a los moriscos (1609) porque se los veía como una amenaza interna debido a sus lazos con el Imperio otomano y Francia. Sin embargo, el rey no logró evitar la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), un conflicto religioso entre católicos y protestantes en Europa. Para fortalecer la alianza católica, Felipe III se casó con Margarita de Austria. 1.2 Felipe lV Felipe IV (1621-1665) asumió el trono en un momento de tensiones europeas, con potencias como Francia y Suecia luchando por la hegemonía. Aunque era profundamente religioso y comprometido con la misión de preservar el catolicismo y la grandeza de España, su reinado dejó al país agotado por los continuos conflictos. Sin embargo, esto no marcó la “decadencia” inmediata de España, ya que continuó siendo un imperio relevante hasta el siglo XIX. Felipe IV confió el gobierno al Conde-Duque de Olivares, un valido ambicioso que presentó el Gran Memorial (1624), un plan para centralizar y modernizar el Estado español. Durante los primeros años del reinado, estas reformas revitalizaron la economía y promovieron un renacimiento cultural, con España liderando en artes y ciencias. Por ello, Felipe IV fue llamado Felipe el Grande o el Rey Planeta, destacando la extensión y prestigio de sus dominios. En política exterior: 1. Victoria sobre Holanda: España logró importantes avances en su lucha contra las Provincias Unidas. 2. Guerra de los Treinta Años: España tuvo éxitos iniciales, como la Paz de Monzón con Francia y la victoria sobre los suecos, que culminaron en la Paz de Praga. 1.2.2 el declive de la hegemonía española y el ascenso de Francia España era muy poderosa y defendía el catolicismo en Europa, apoyada por los Habsburgo de Austria. Pero Francia, aunque también católica, decidió aliarse con los protestantes para debilitar a España y fortalecerse como potencia. En 1635, Francia declaró la guerra a España, y esto marcó el comienzo de los problemas graves para el país. El Conde-Duque de Olivares, que era quien gobernaba en nombre de Felipe IV, tuvo que detener sus reformas porque toda la atención y los recursos se destinaron a la guerra. La falta de dinero obligó a fabricar monedas de peor calidad, lo que empeoró la economía. Además, los famosos ejércitos españoles, los tercios, estaban agotados tras años de lucha y no pudieron resistir. Desde 1637, Francia comenzó a ganar terreno. En 1640, dentro de España, hubo revueltas importantes, como en Cataluña y Portugal, lo que debilitó aún más al país. En 1642, Olivares fue destituido, pero ya era tarde. En 1643, España sufrió una gran derrota en la batalla de Rocroi, mostrando que ya no era invencible. Finalmente, en 1648, se firmó la Paz de Westfalia, que puso fin a la guerra. Con este acuerdo, España perdió su hegemonía en Europa y tuvo que aceptar la independencia de Holanda. 1.2.3 las revueltas internas y la guerra contra Francia La decadencia de España también se debió a problemas internos y presiones externas de potencias como Inglaterra, Holanda y Francia. Todo comenzó con la revuelta en Cataluña en 1640, motivada por: 1. El rechazo de los líderes catalanes a perder privilegios bajo el sistema de la Unión de Armas (un plan del Conde-Duque de Olivares para repartir el esfuerzo militar entre todos los territorios de la Monarquía). 2. La oposición de los campesinos, que sufrían hambre y estaban obligados a alojar soldados en sus casas durante la guerra contra Francia. Esta revuelta se convirtió en una guerra civil, y el rey francés Luis XIII llegó a anexar Cataluña. Sin embargo, el dominio francés resultó tan perjudicial que muchos catalanes volvieron a apoyar a España. Finalmente, con la Paz de los Pirineos (1659), España cedió a Francia los territorios del Rosellón, Cerdaña y Artois, pero logró conservar la Cataluña al sur de los Pirineos. Este tratado también incluyó el matrimonio entre Luis XIV de Francia y María Teresa de Austria, hija de Felipe IV. Al mismo tiempo, en 1640, aprovechando la debilidad de España, Portugal se rebeló y proclamó como rey al Duque de Braganza, Juan IV. Con el apoyo de Inglaterra, los portugueses vencieron a España en la batalla de Villaviciosa (1665). Finalmente, en 1668, España reconoció la independencia de Portugal con el Tratado de Lisboa. 1.3 Carlos ll Cuando murió Felipe IV, su hijo Carlos II fue proclamado rey, pero como era menor de edad, su madre, Mariana de Austria, asumió la regencia entre 1665 y 1675. Durante este tiempo, nombró como valido al jesuita alemán Nithard, quien, aunque tenía buenas intenciones, no logró reformar la economía ni frenar el avance de Francia, liderada por Luis XIV. Esto llevó a la firma de la Paz de Aquisgrán (1668), por la que España perdió territorios en Flandes. En 1675, Carlos II alcanzó la mayoría de edad y en 1677 nombró como primer ministro a Juan José de Austria, quien era muy popular, especialmente en Cataluña. Sin embargo, tampoco él pudo mejorar significativamente la situación económica ni frenar las pérdidas frente a Francia, que logró conquistar el Franco Condado. Aunque la economía comenzó a mejorar bajo otros validos como el duque de Medinaceli y el conde de Oropesa, la mayor preocupación era la falta de descendencia de Carlos II, debido a su mala salud. Esta situación llevó a las potencias europeas a firmar tratados secretos para repartirse el Imperio español, preparando el terreno para la Guerra de Sucesión Española. Cuando Carlos II murió en 1700, dejó como heredero a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, lo que alarmó a otras potencias europeas. Temían que la unión de Francia y España bajo los Borbones hiciera de esta casa la más poderosa de Europa. Por eso, promovieron al archiduque Carlos de Austria como candidato al trono español, desencadenando el conflicto.