Historia de las Ideas y Movimientos Sociales Contemporáneos PDF

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2024

Rubén Vega García, INÉS FERNÁNDEZ DÍAZ

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historia movimientos sociales sociología ideas contemporáneas

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Los apuntes resumen la naturaleza de los movimientos sociales, su relación con el poder, el conflicto, la violencia y la creación de identidades colectivas, incluyendo casos como el obrero y el feminista en su contexto histórico.

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HISTORIA DE LAS IDEAS Y LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO Rubén Vega García INÉS FERNÁNDEZ DÍAZ GRADO EN HISTORIA 2024/2025 TEMA 1. ¿QUÉ SON LOS MOVIMIENTOS SOCIALES? ¿Qué es un movimiento socia...

HISTORIA DE LAS IDEAS Y LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO Rubén Vega García INÉS FERNÁNDEZ DÍAZ GRADO EN HISTORIA 2024/2025 TEMA 1. ¿QUÉ SON LOS MOVIMIENTOS SOCIALES? ¿Qué es un movimiento social? Hablamos de una acción colectiva, sino existe una colectividad no se pude hablar de movimiento social. Se crea al margen del estado y las instituciones de poder, nacen de la sociedad civil, desde “abajo”. A pesar de esto, nunca se deja de tener relación con el poder, ya que existe una reacción de estas organizaciones dominantes ante los movimientos. En casos como el movimiento obrero hay momentos en los que se oponen a cambios, que, en este caso, viene de la mano del capitalismo, como por ejemplo la privatización de los campos comunales, a pesar de esto no se trata de un movimiento conservador, aunque tenga puntos de ese carácter en su agenda. El movimiento es una acción con una continuidad en el tiempo, lo que se produce en un momento y desaparece es una protesta, no un movimiento, esta nace de un gran descontento y malestar, provoca fuertes protestas y desaparece. Las personas que conforman un movimiento tienen que compartir ideas e ideologías, además de un malestar general y común, además de esto es necesario que exista un mínimo de organización interna que permita esa continuidad. En el caso del movimiento obrero si se puede ver una clara organización y jerarquización, mientras que en el movimiento feminista actual no se ve ningún tipo de organización, con diversos grupos que se estructuran de manera diferente. Los movimientos sociales son conflictivos, esto implica que se tienen unos enemigos contra los que combatir, se va contra algo y alguien; no se entra en un conflicto sin saber contra quien estas protestando, por lo tanto, se necesitan antagonistas. De esta manera automáticamente se genera un nosotros y un ellos, lo que lleva a que tiene que haber un sujeto y una identidad. Así, respondemos a una serie de cuestiones, ¿quiénes somos, a quienes representamos y contra quien vamos? Tiene que existir un programa y unos objetivos, que habría que desglosar en corto y largo plazo. Los movimientos sociales desafían a los poderes establecidos, estos ejercerán represión y por tanto sufren violencia, aunque los movimientos también pueden recurrir a ella, debido a la necesidad de la lucha o al derecho de la legítima defensa, por ejemplo, las panteras negras en Estados Unidos. ¿Qué repercusión tiene el uso de la violencia por parte de un movimiento? La violencia provoca una serie de consecuencias: divide, ya que no todo el mundo lo comparte, genera contradicciones, con gente a favor y en contra; a pesar de ello todos forman parte del mismo movimiento y la solidaridad se mantiene entre quienes la ejercen y aquellos que la rechazan. Un ejemplo sería el anarquismo, movimiento en el que hay gente absolutamente pacifista y otros totalmente a favor de la violencia, esa gente que ejerce la violencia recibe la compasión de sus compañeros pacifistas, ya que no pueden ponerse de lado del estado antes que de sus compañeros, aunque no compartan su forma de actuar. Otras dos consecuencias serían hasta qué punto es compatible ese tipo de movilización con una organización de masas, ya que se produce una criminalización y una mala imagen. Por otro lado, provoca un efecto de militarización del movimiento, tanto de la organización como del movimiento, puesto que la decisión de militarizarse o no reside en un grupo muy reducido de gente que deciden de espaldas al resto, no es sometido a asamblea. En todos los movimientos hay un núcleo que es el que toma las decisiones que involucran al resto de la organización e inevitablemente ese núcleo es quien lleva la iniciativa, en cambio lo que los demás digan se queda en palabras, porque no pueden impedir que lo hagan. Además, también se militariza el pensamiento, no puede haber debilidad ni fisuras, el que flojeé es un traidor, ya que si la vida está en juego no se puede permitir que haya gente que flaquee. 1 ¿A quiénes representan los movimientos sociales? En casos como los movimientos obrero y feminista el sujeto está claro, sin embargo, en otros como el LGTBQ+ la respuesta no sería tan clara, ya que las identidades se vuelven híbridas o fluidas con el tiempo. Las identidades pueden existir o no antes de la aparición de un movimiento, por ejemplo, en el caso de las razas, el movimiento antirracista defiende que la raza es un constructo social, desarrollado desde la perspectiva antropológica. La idea dominante en Estados Unidos era que para ser considerado blanco era estrictamente necesario ser un 100% blanco, si lo eras 3/4 ya no se te consideraba como blanco, por lo que vemos como no tiene que ver con el aspecto sino con el prejuicio racial (en las películas aparece muy bien representado), esta concepción tiene alguna concordancia con lo que en la España moderna fue el estatuto de sangre o con la lógica del nazismo, ya que se concibe como una especie de mancha que contamina y que es imposible cambiar. Se basa en prejuicios racistas. La clase obrera Su propia definición abre incertidumbres por la variedad de concepciones, una idea muy reducida se referiría únicamente a los trabajadores manuales como obreros, mientras que visiones más amplias incluyen a todos los trabajadores asalariados. Hay una literatura creciente que habla de que los obreros son una creación del movimiento obrero, ya que no existe la conciencia de clase sin un movimiento que la transmita, antes habría trabajadores, pero no clase obrera. La comparación más entendible es la relación entre nación y nacionalismo, cualquier nacionalista sostendrá que la nación existe antes de que haya nacionalismo, sin embargo, hay quien opina que la nación no existe hasta que hay un nacionalismo que activa ese sentimiento. Los nacionalistas defienden que la nación ya estaba y que el papel del nacionalismo era despertarla, esto mismo se puede entender respecto al movimiento obrero. En el caso de la clase obrera hay que distinguir dos planos, ¿existe la clase sin conciencia? la parte asalariada sería la parte sin conciencia, ya que comparten una misma posición en la estructura social y tienen una serie de intereses comunes, pero no son conscientes de ello. Si nos vamos al caso del feminismo, surge de un punto biológico, aunque siempre hubo un pequeñísimo grupo de personas que nacen con la condición de hermafroditismo. La realidad es que lo que opera socialmente no viene marcado por la biología, sino por la sociedad que rodea a los individuos. Si comparamos sociedades lo único que comparten a lo largo de toda la historia es la discriminación hacia las mujeres, pero si intentamos poner en común los roles atribuidos a las mujeres no vemos coincidencias, ya que esto varía continuamente a lo largo del tiempo. En el caso de las personas no hetero, en España hasta 1978 la homosexualidad era un delito e incluso en el 1979 el incipiente movimiento gay sigue siendo perseguido por el delito de escándalo público, de manera que se les sigue reprimiendo. No será hasta 25 años después que se establezca una legislación igualitaria que equipare totalmente los derechos. En este caso vemos claramente como las sociedades se encuentran en continuo cambio, algo que se había vivido como vergonzante y se trataba de disimular e incluso negárselo a uno mismo, teniendo que esconderlo al límite, se comienza a exterioriza más tarde en acontecimientos como el orgullo, en la ostentación y el estridentismo, que a veces puede llegar a incomodar, pero se puede entender como un ejercicio de autoafirmación “soy lo que soy y lo proclamo a los cuatro vientos, de manera que se hace imposible que no se vea”. Esto es transformado por el movimiento, la situación de las personas cambia gracias a él. En el caso del matrimonio igualitario en los años 80, no estaba en la agenda de ningún grupo ya que ni siquiera se les pasaba por la cabeza que pudiera llegar a ser posible. La llegada al gobierno de Aznar y las políticas conservadoras del Partido Popular hacen que se tome conciencia y se hagan reivindicaciones para lograr una serie de derechos más allá de los ya conseguidos, consiguiéndolos en un periodo corto de tiempo (8-10 años). Esto nos llevaría que a pensar que el sujeto exista con anterioridad y es el movimiento quien lo transforma, ya interviene y cambia la sociedad. 2 Hay otros movimientos que tienen un sujeto más difícil de establecer, por ejemplo, el movimiento ecologista. Volviendo al caso del movimiento feminista está claro que el sujeto son las mujeres, pero también hay hombres dentro del movimiento, ya que va dirigido hacia toda la humanidad, se pretende provocar un cambio en todo el conjunto social. La representatividad: ¿En nombre de quién habla un movimiento y que lo legitima? Para explicar esto volvemos a poner como ejemplo al movimiento obrero, cuando este habla lo hace no solo representando a los militantes, sino que lo hace en representación de toda la clase obrera. Sin embargo, ¿qué es lo que te legitima para hablar en nombre de un sujeto donde la mayoría de la gente no está de acuerdo contigo? En los comienzos de los movimientos la mayor parte del conjunto no está de acuerdo con lo que se promulga, pero a largo plazo esas ideas se acaban imponiendo, triunfando y comienza a haber un consenso. Esto sucede porque desde la mayoría social no se puede generar un cambio o plantearse una transformación, esto siempre viene dado por parte de una minoría. ¿Cómo los movimientos crean y/o transforman a los individuos? La memoria está estrechamente vinculada a la identidad, tanto para los individuos como para los objetos colectivos, para lo cual se necesitan relatos, verídicos o no, pero extendidos. La militancia, como fenómeno de incorporación de una persona a una acción colectiva, derriba las fronteras entre lo individual/colectivo y lo privado/público. Una persona decide personal y autónomamente incorporarse a un movimiento, sin embargo, en el momento en el que se está dentro y se comparten intereses, se entra en una red de relaciones colectivas, ideas y valores compartidos que alteran la propia realidad y existencia. Una primera transformación que se produce es lo que llamamos empoderamiento, hay una toma de conciencia, se asume que de forma colectiva se tienen capacidades que individualmente no, y no solo eso, sino que cuando se actúa colectivamente se refuerza la propia condición individual, la propia pertenencia te sitúa en una escena en la que interactúas y te expresas. Se produce un cambio personal que tiene que ver con la pertenencia, tu escala de prioridades, la gestión del tiempo (hay que dedicar tiempo a la militancia). Se creará un nosotros y un ellos, combatiendo contra unos determinados objetos sociales. Además de esto, hay un ellos que quizá no sean los enemigos directos, pero son sujetos pasivos, que se mantienen ajenos, pero a los que ambos quieren convencer. Se produce un mecanismo de identificación ¿quiénes son los míos? la identificación de un nosotros y un ellos es un ingrediente fundamental. Es un elemento que da sentido a las historias de vida, convirtiéndose en la carta de presentación. Los movimientos sociales se convierten en sustento de relatos de vida e identidades individuales. Aporta un largo plazo, existe un horizonte, el objetivo que se persigue justifica el coste y/o sacrificios en el corto plazo. Todo esto conlleva procesos de autoidentificación, ¿qué somos o creemos ser, y también de reconocimiento externo, ¿cómo nos percibe el resto?, esto también crea ciertos códigos de honor y reacciones internas dentro del propio movimiento, por ejemplo, el concepto de esquirol y la solidaridad es algo que viene introducido por el movimiento, que a su vez crea una escala de valores, que es la que hace que el código funcione. Este código de honor tiene una organización interna, existen unos líderes o personas respetadas a las que se debe proteger y seguir. Se crea en la militancia una construcción de la imagen y una batalla por contrarrestar la imagen denigrante y hostil que otros construyen sobre ti. En estos procesos tendríamos, por un lado, la construida por el movimiento (personas que intentan mejorar el mundo) y sus enemigos llamándolos vagos, delincuentes, etc.… esto viene acompañado de una serie de símbolos, prácticas y rituales, se trata de una batalla tanto en el plano simbólico como en el físico, con respuestas represivas que generan 3 un efecto de reacción entre los movimientos en solidaridad contra los mártires, represaliados o ejecutados (Aida de la Fuente). Los movimientos antirepresivos, vuelven la represión contra los represores, la represión te criminaliza, pero este movimiento trata de darle la vuelta a esto, los ilegítimos son quienes reprimen y nosotros nos cargamos de fuerza moral porque resistimos y continuamos. La militancia redefine las distancias entre lo público y lo privado, permea todas las decisiones. Militar en un movimiento generalmente genera autoestima, lo haces girando entorno a unas convicciones, tienes el convencimiento de que lo que tú haces es bueno para la sociedad, y, por tanto, se produce una disolución entre lo público y lo privado. Planta 14 (Víctor Manuel) – New York Mining Disaster (Bee Gees) La militancia y el individuo Los movimientos tienen la capacidad de convertir el estigma en una fuente de orgullo, en el caso del movimiento feminista el concepto de mujer se asociaba con menores capacidades, con un ámbito reducido; en el caso del movimiento gay arrastraba un estigma que le estigmatizaba y represaliaba. Los movimientos consiguen revertir esto en una fuente de orgullo, por ejemplo, la condición de obrero pasa de ser algo disyuntivo a esa fuente de orgullo de pertenecer a la clase obrera, construyendo un orgullo de clase, siendo una fuente de autoestima individual y colectiva. Afecta de tal manera a la propia condición y vida que, por ejemplo, los afroamericanos comenzarán a dejarse el pelo afro, expresando orgullo a través de ese signo racial. Se produce una inversión, lo que durante una época de la vida se había tratado de esconder durante otro tiempo pude expresarlo sin problema, esto se consigue no a través de una guerra individual, sino a través de un movimiento, de la actividad colectiva. Esto sucede con la raza, la identidad sexual y también con las víctimas de violaciones de derechos humanos o violaciones a secas, el estigma acaba sobre la víctima, la mirada va hacia ella, siendo la que tiene que cargar con ello. En muchos casos no se denuncia por el riesgo de no ser creída, que la gente que la rodea únicamente piense en ella por eso, es vergonzante para la víctima, pero un movimiento de denuncia anti-tortura, me too… transforma esto, redirigiendo la mirada contra los agresores. Cuando se denuncia el agresor deja de ser superior, la vergüenza cambia de bando, más aún cuando hay un movimiento que lo respalda. Se hace a través de lo colectivo, pero con consecuencias absolutas sobre la vida del individuo. Desde otro punto de vista, la militancia en un movimiento social genera espacios de sociabilidad. Dedicas parte de tu tiempo libre a la militancia, de forma voluntaria, por lo que tu círculo personal y de amistad estarán influidos en gran parte por la militancia en el movimiento. En el plano del pensamiento y las convicciones te movilizas porque estas en desacuerdo con lo que sucede y quieres que se produzca un cambio. Tener un pensamiento contrario al general significa que tendrás que argumentar tu pensamiento continuamente, esto se puede hacer de forma individual, pero es mucho más fácil y frecuente que se haga de manera colectiva, en ese círculo en el que militas y donde van llegando distintas informaciones a través de libros, panfletos… lo cual te ayuda a reafirmarte en tus ideas. Estas impugnado total o parcialmente la ideología dominante y lo haces a través de un colectivo que te esta ayudando. La consecuencia de esto es que, si eres expulsado o te vas de la militancia, es posible que tu sigas manteniendo tus ideas, aunque habitualmente no suceda esto, ahora bien, cuando rompes con ello en buena medida rompes tus relaciones sociales y formas otras distintas, te relacionas con otra gente con otras ideas, además tus pensamientos cambian y el pensamiento dominante presente en todas partes se vuelve más poderoso. Por tanto, con relativa frecuencia la gente pasa a ser anti-movimiento (comunistas pasa a ser anti-comunistas). 4 La conciencia no es algo que se genere en un proceso puramente mental o intelectual, sino que se genera en relación con la acción. Es una relación que va en dos direcciones, no sólo pienso y actúo en función a lo que pienso, sino que también las cosas que suceden hacen que cambien tus ideas. El despertar de la conciencia hace que se transforme. Todo esto conduce a la creación de relatos (memoria histórica, la del pasado, la propia), las cosas que te pasan en tu vida pasan a ser algo diferente. Hay un cambio de percepción de muchos aspectos de la vida gracias a la militancia. Se reescribe tanto la historia propia como la general, incluyendo la historia de los marginados en el discurso histórico hegemónico, los historiadores van a responder a la demanda social. La construcción de la identidad Los movimientos sociales construyen identidades, esto se ve reflejado en el modo de vestir y en la forma de hablar, además la forma de relacionarse también es modificada. Se desarrolla una jerga, por ejemplo, el movimiento feminista lleva mucho tiempo haciendo hincapié en el lenguaje no sexista, haciendo visibles la cantidad de micromachismos y machismos que existen en el lenguaje y mostrando cuantas expresiones eran sexistas y machistas en el lenguaje. Esto se convierte en un código de identificación, porque es una forma de hablar específica de los militantes, una carta de presentación externa y un mecanismo de reconocimiento entre los movimientos. Los movimientos configuran identidades colectivas en un doble plano: los militantes y los representados, aquellas personas a las que representan o aspiran a representar. En estos tiempos en los que el lenguaje parece ser todo imperan corrientes que asegurar que los grupos representados son realidades construidas o no existentes previamente, lo que genera una coyuntura de la propia investigación sociológica, por ejemplo, el concepto de raza desde el punto social es algo totalmente aceptado, pero desde el punto de vista antropológico esto es muy complicado de demostrar. Además, la propia definición de raza tiene poca base científica, pero sigue siendo un elemento operativo. ¿Son los nacionalismos los encargados de hacer despertar la nación ya preexistente? ¿podemos considerar por tanto a los de Atapuerca españoles? El nacionalismo crea la nación, convence a una comunidad, que evidentemente algo tendrá, de que lo son y en realidad pasa a ser una nación justo por eso, porque están convencidos de ello y se comienzan a comportar como tal. Por ejemplo, esto puede ejemplificarse en Cataluña y Asturias, simplemente en Cataluña cristalizo más y en Asturias no tanto. Durante doscientos años la clase obrera era una realidad y el movimiento obrero le aporta esa representación, pero a partir del siglo XX, las corrientes posmodernas sostienen que sin conciencia de clase la clase obrera no existe, lo que nos llevaría a que ahora la clase obrera habría desaparecido. Una clase social es una posición en la sociedad que puedes establecer objetivamente (al menos dentro el capitalismo) y desde la que estableces relaciones con otras clases. La relación salarial es una relación desigual, no se te paga lo que produces, sino que se quedan con una parte de la producción, lo que genera explotación y plusvalía. Esto es una consideración objetiva. Lo que sucede ahora es que muy poca gente se considera clase obrera, considerándose clase media, por tanto, la conciencia no se corresponde con la realidad objetiva. Thomson y Manolo Pérez Ledesma inciden en que se necesita organización y conciencia, ya que si no se forma una masa homogénea pasiva. La conciencia de clase es decisiva porque altera por completo la realidad de clase, ya que no identificas a la clase obrera allí donde no se expresa y no hay consecuencias sobre la realidad política ni cambio social. La clase obrera ya existía, pero la conciencia de clase es decisiva porque altera por completo la realidad de la clase. Lo que sucede en esta sociedad de la igualdad de oportunidades es que se castiga al “perdedor”, ya que no aprovechó sus oportunidades. 5 Los movimientos sociales alteran las realidades de sus miembros. Lo primero que proporciona el movimiento a los sujetos dominados es orgullo de su propia condición, redefine al sujeto, convirtiendo la condición de subordinación en un elemento dignificante. En el movimiento obrero se crea el orgullo de la clase obrera, de ser la base de la sociedad, quienes producen la riqueza y la base del bienestar, son gente respetable y se enorgullecemos de su condición y quienes nos insultan son los explotadores. Además, construye un canon de lo que es el buen trabajador, el obrero consciente, solidario, que lucha por sus derechos, apoya a sus iguales, se comporta de acuerdo con los códigos de conducta, se adhiere a un determinado ideario, que incluye determinados códigos de conducta y valores. La cuestión es que el movimiento redefine al sujeto, lo que es ser obrero, mujer, gay o lesbiana cambia, se transforma la realidad no solo de quienes militan, sino también de los que no militan e incluso de quienes la rechazan. El feminismo impugna el modelo tradicional, el modelo era ser esposa, madre y ama de casa, el movimiento manda esto a la basura. En el momento en el que el movimiento crea una conciencia y un modelo se cuestiona a aquellos que no lo siguen, por ejemplo, los esquiroles. Ya no es el sentimiento compartido por todos. Es muy evidente también en el caso del orgullo gay, antes se podía presumir de haber pegado a un gay como una labor de limpieza social, el orgullo cambia esto, ya no tenemos que avergonzarnos, se aparece públicamente diciendo lo que son, esto les costará graves consecuencias a los primeros, pero para el conjunto alterará la realidad social, se conquistan tanto derechos como conductas sociales, por ejemplo, el rechazo o la normalización que encuentran. El movimiento introduce el ingrediente de redefinición del sujeto y transformación de la realidad para la sociedad en su conjunto. La concepción de la memoria Estos movimientos generan memoria, relatos, se tiene que construir una historia o memoria propia del movimiento. Si te incorporas al movimiento obrero tienes que tener una conciencia muy clara de las derrotas, victorias, luchas, víctimas de represión, etc., son parte del movimiento y tu cuando entras tienes que tener conciencia de ello. Los movimientos incorporan una visión global, se incorporan luchas a miles de kilómetros como propios y de objetivos todavía no conquistados. Esto no termina ahí, si no que tiende a escribir su propia historia, biografía de sus líderes, etc. Hay una necesidad de visibilización de manera que la historia en su conjunto visibilice y los haga protagonistas de esta. El movimiento obrero introduce la necesidad de hacer historia de una minoría o grupo, dar voz en la historia a los movimientos de que se están visibilizando. Tienen la cualidad de que siempre miran al pasado y siempre piensan en el futuro, fijando objetivos en el medio y largo plazo. Hay una máxima de George Orwell en la que nos dice que quien controla el pasado contra el futuro. En consecuencia, todos los movimientos necesitan reinterpretar el pasado, por ejemplo, en el movimiento ecologista se revisan los procesos de industrialización. Los movimientos necesitan también construir memoria de sí mismos y del sujeto al que representan. Por ejemplo, el movimiento feminista recuperó a muchas mujeres de épocas donde el movimiento no existía y las convirtió en sus representantes, se crean referentes. El movimiento se legitima a sí mismo a través de su memoria, historia y raíces, por ejemplo, el feminismo no recupera a estas mujeres porque compartan sus valores, sino que esa trayectoria legitima ahora la lucha de las mujeres. Los movimientos cuando son reprimidos y se reorganizan siempre van al pasado para acogerse a algo. Hay una necesidad de memoria propia, ya que cuando no tenemos memoria perdemos la identidad, por tanto, una memoria propia forma parte de la necesidad de construir identidad. Además, se requiere de una reinterpretación del pasado, ya que la historia predominante siempre fue escrita por los grandes caballeros, las clases dominantes… ahora debe de ser una historia enfocada en las clases trabajadoras, las mujeres explotadas o los pueblos indígenas sometidos. 6 Esto introduce temas en la agenda de los investigadores, especialmente los historiadores, pues los movimientos sociales nos hacen dedicar nuestros estudios a determinados temas en función de la coyuntura, es decir, genera una inquietud que sin estar dentro de la academia tiene una cierta influencia. Por ejemplo, la historia de una zona minera es puesta del revés por la aparición de estudios con perspectiva de género que plantean el papel de la mujer no solo en la vida social sino también en la economía del lugar. Esta inclusión de diferentes perspectivas afecta a otras disciplinas (medicina, biología), por ejemplo, a la hora de tener en cuenta los síntomas de las enfermedades. Nos aportan herramientas conceptuales. El movimiento obrero puede ser considerado como el padre de la historia social, que no llega desde la academia, sino desde el propio movimiento que reclamará atención sobre las clases trabajadoras, al igual que sucederá con el movimiento feminista. Ahora vemos la existencia de la “clase media” (aunque no sea un valor que nos sirva para el análisis), en realidad no se trata de una clase sino de capas. Esto haría referencia a capas asalariadas intermedias provenientes de la clase obrera pero que sus funciones sólo están destinadas a aumentar la productividad y ganar más beneficio, por ejemplo, los capataces o los gerentes. En el cuerpo público esto sería equivalente a las fuerzas del Estado y los altos cargos y funcionarios. La empatía La empatía es un elemento fundamental en la personalidad de las personas, tanto contar con ella como su ausencia. En muchas ocasiones está empatía únicamente se tiene con tus semejantes, si nos referimos a su carencia, se podría hablar de una deshumanización de las víctimas, por ejemplo, los nazis tiran del resorte del antisemitismo, provocando que los alemanes consideren a los judíos como entes no humanos. La empatía es selectiva y los que no encuentran lugar dentro de esa selección son deshumanizados. Hay otro proceso que forma parte de la psicología, se parte de la convicción de que una vez se visibilice la privación de derecho el mundo va a empatizar con las víctimas. Esto es una cosa propia de los historiadores, se cree que al difundirlo las personas que lo reciban tomar una posición contra los verdugos, es decir, empatizaran con la víctima, sin embargo, esto no sucede así. Un proceso muy común sería el contrario, identificarse con el agresor, con el poderoso, ya que no gusta pensar en poder jugar el papel de víctima. ¿Por qué obedecemos? En 1961 se localiza a Eichmann (miembro del nazismo que se encargó de la logística, por ejemplo, calcular la máxima cantidad de gente que cabía en un tren) y se consigue trasladarlo hasta Jerusalén para que fuera sometido a juicio. Sobre esto Hannah Arendt escribe la teoría de la banalidad del mal, donde concluye que algunos individuos actúan dentro el sistema al que pertenecen sin reflexionar sobre sus actos. La expresión de Hannah pervivió. El miedo, el control y la represión acaban siendo instrumentos para convertir al individuo en agente activo. Sobre el miedo habla Joanna Bourke, en su tesis defiende que el miedo es una constante en cualquier época y sociedad, solo que en cada una se proyecta a través de elementos diferentes. Todos tenemos miedo, forma parte de la naturaleza humana y es algo necesario, ya que si no lo tienes te conviertes en un temerario, la diferencia está en cómo te enfrentas a él, los cobardes ceden ante él mientras que los valientes son capaces de superarlo. El miedo es utilizado como herramienta de control, para que las sociedades obedezcan. Naomi Klein en La doctrina del shock, habla de que el uso del miedo se hace de manera deliberada, como, por ejemplo, Pinochet en Chile o Videla en Argentina. 7 El episodio de los falsos positivos de Colombia muestra la lucha antisubversiva del gobierno colombiano del presidente Uribe, cuando a las fuerzas del orden eran recompensadas con premios y recompensas populares (un oficial que pudiera atribuirse la muerte de un rebelde podía recibir un ascenso) por asesinar a guerrilleros, esto derivaría en el asesinato de personas vulnerables, se secuestraba y mataba a marginales haciéndolos pasar por guerrilleros. En Filipinas Duterte ganó las elecciones y se convierte en presidente siendo un asesino confeso. En el otro extremo veremos el oro de Moscú, el relato de que la URSS se había quedado con el oro del Banco de España, cuando la realidad era que se había empleado para pagar las armas del bando republicano. La propaganda franquista acusaba a todos los opositores de esta financiados por ese oro, incluso en el contexto de huelgas mineras comenzó a circular el mito de que eran agentes pagados. Todas las calumnias vertidas servirán más tarde a los traidores y esquiroles para justificar su postura, puesto que ellos eran conocedores de la realidad y el resto estaba engañado. Transforman la historia en la forma que más les convenga. Étienne de La Boétie, en el siglo XVI, con el contexto de formación de los estados modernos aún sin abismos de democracia, escribe el Discurso sobre la servidumbre voluntaria, busca explicar por qué si las personas tratan de buscar la libertad, aceptamos voluntariamente la servidumbre y rendimos pleitesía los poderosos ¿por qué obedecemos? ¿por qué nos rebelamos? ¿por qué asentimos o por qué discrepamos? Karl Marx escribe que el ser social determina la conciencia, la cual viene del contexto social en el que nos desenvolvemos. Marx y Engels afirmaron que las ideas dominantes de una época son las de la clase dominante, esto nos acercaría más a porque las desigualdades son aceptadas y reafirmadas por aquellos que las sufren. Los poderosos tienen la capacidad de imponer su visión del mundo, a través de una coacción sumada al consenso, ya que sin este último la primera no sirve; lo que los poderes consiguen es convertir su visión en el sentido común. Por ejemplo, podemos ejemplificarlo en el caso del liberalismo, las políticas económicas liberales no tienen que ser necesariamente explicadas y justificadas, sin embargo, todos los sistemas contrarios si lo han de ser. Bourdieu acuñó el término “hábitos”, como la manera en la que incorporamos de manera inconsciente ideas, valores, respuestas que reproducen el orden existente y lo perpetúan, sería una especie de inercia conservadora que va transmitiendo las estructuras de generación en generación de manera flexible y dinámica, por lo que es posible desafiarlo. No se trata de una ley de hierro que imponga a todo el mundo esa forma de pensar, sino que acepta disidencias. Las personas que han visto coartada su libertad o derechos toda su vida, una vez que los alcanzas se les hace difícil aprender a abrazar esa libertad y la toma de decisiones, dificultades y problemas que ella supone. En el caso del anti-sufragismo, ante la reivindicación de las sufragistas y las respuestas, hay mujeres que encuentran en esta postura una comodidad vil, pero una comodidad, al fin y al cabo. Una mujer que buscase casarse y tener hijos era lo habitual, sin embargo, el feminismo introduce otros roles, por lo que su presencia comienza a incomodar, por otra parte, les ofrece otras vías, pero con una mayor complicación, el movimiento te obliga a tomar decisiones para las que no estas preparada o simplemente no tienes ganas. Siempre es más difícil revelarse que acomodarse. Un intento de explicación de por qué sistemas desiguales e injustos encuentran apoyo en sectores que claramente no son beneficiadas por el sería la llamada teoría de la justificación del sistema: 1. La necesidad de creer y confiar. Por ejemplo, tras el atentado de las torres gemelas la popularidad de Bush aumento muchísimo. Esto sucede porque la gente necesita creer que su presidente sabe qué hacer y vela por la seguridad de la población y no solo por la suya (esto se 8 ve reflejado en la victoria del sí a la OTAN después de que Felipe González hubiera convencido a la población de que no era beneficioso). Esto sucede en parte por el miedo, la sensación de sentirse amenazado nos envía a buscar un lugar seguro, el sistema, que supuestamente te protege de aquello que sobrepasa la capacidad individual, depositando en él una fe ciega. 2. La situación de dependencia, la dependencia del sistema produce una sensación de amenaza, sientes que no hay alternativa ni posibilidad de cambio, lo que conduce a la búsqueda de seguridad, adaptándonos y considerando que si el sistema vigente es el único también será el bueno. 3. La falta de control, cuanto menos control tiene la gente sobre sus vidas, más necesidad de confiar en que el sistema le aporta sentido o solución a su vida. 4. El nivel cultural, cuanto más bajo sea, menor será la compresión y mayor el conformismo; creándose una enorme necesidad de creer y confiar en que esa fe proporcionará las respuestas o salidas que necesites. Cuando sucede una tragedia en algún país del tercer mundo no sorprende, ya que nos consideramos civilizados, mientras que ellos no. Sin embargo, los horrores del nazismo plantearon una situación que no entraba dentro de estos estándares, lo que obligó al planteamiento de distintas hipótesis para tratar de entender como aquello podría haber sido posible. Este hecho conmocionó y obligó a reflexionar sobre la naturaleza humana y su capacidad para hacer el mal. El Batallón 101, unidades de reemplazo alemanas, en un principio se les proporciona la oportunidad de dedicarse únicamente a matar judíos, de forma voluntaria y sin represalias. Pueden rechazarlo e incluso irse si cuando empiezan se dan cuenta de que aquello no está bien. Sin embargo, la inmensa mayoría escoge matar y son muy pocos los que una vez que empiezan se van. De 500 inicialmente se niegan 12 y a la larga rehúsan 50, es decir, el 90% acepta y se queda matando civiles. En 10 días se habían insensibilizado como un mecanismo de defensa que convierte a personas en asesinos sin remordimientos. El experimento Milgram (Stanley Milgram) es una exploración de los mecanismos por los que se obedece a la autoridad, se trata de un juego de rol. Se reclutó a voluntarios en una universidad, explicándoles que había una persona en una cámara acristalada con una serie de conexiones eléctricas y al otro lado una persona que funciona como la autoridad y tiene la capacidad para dar descargas eléctricas. Son muy pocas las personas que se niegan o paran en algún momento, la inmensa mayoría como les dicen que lo hagan obedecen. Por tanto, causan daño únicamente porque se lo mandan, en el contexto de un genocidio es lo que se llama obediencia indebida. Otro experimento fue el realizado en una cárcel, donde se les asigna los roles de guardianes y presos aleatoriamente. A la semana tuvieron que pararlo porque se les iba de las manos, ambos grupos comenzaron a creerse sus roles, con abusos, violencia… incluso aquellos que hacían de guardianes llegan a pensar que iba a haber un motín y comienzan a neutralizar, por su parte los presos comienzan a desarrollar explicaciones de por qué les toco ese rol. La conciencia nace de la acción, esta última proporciona aprendizajes que nos permiten entender mejor los obstáculos a los que nos enfrentamos, al igual que transforma la manera de vivir y relacionarnos. Es una relación dialéctica, de ida y vuelta, la acción condiciona la conciencia, pero la conciencia transforma la acción. Clases sociales y conciencia de clase Las clases se definen por una posición dentro de la sociedad y por las relaciones que establecen entre sí. El pensamiento generalizado es que la clase media es moderada y necesaria para la existencia de la democracia. Pero ¿realmente existe la clase media? hablamos de un término que no cuenta con fronteras y que es muy complicado de definir. Desde el punto de vista ideológico es operativo como legitimador del sistema, ya que hace ver a la mayor parte de la gente que está en una posición aceptable, 9 y, por otra parte, legitima la meritocracia y la “igualdad” de oportunidades. Funciona también como algo aspiracional, tiene que ver con el cómo se quiere ser visto, esa clase media aspiracional que para nada está en las clases medias económicas y de bienestar pero que si puede aparentarlo. Es un elemento diferenciador, hay una necesidad de marcar diferencias con quienes están por debajo, esto puede ejemplificarse con la educación privada, ya que no es una cuestión de mejor calidad de enseñanza, sino de segregación de clase. El movimiento plantea un programa o una alternativa, es decir, ya había obreros antes del movimiento obrero, pero no tenían conciencia. Por eso, los procesos de desarrollo de conciencia se vuelven importantes. La clase y el género estructuran y marcan la vida entera, la propia gestación puede producir conflictos de clase, pues si la madre se encuentra en una situación precaria, el bebé puede nacer con déficit calórico u otra serie de problemas. Con el género sucede lo mismo, por ejemplo, a pesar de que en una guerra se ve afectada toda la población, no lo hace de la misma manera. Los roles perduran, que tu cambies no cambia nada de la estructura ni de la lógica de funcionamiento de la sociedad. Sobre estas bases los movimientos construyen identidades (contradictorias, múltiples, cambiantes y dinámicas) elaboradas de forma deliberada y consciente para tratar de cambiar la realidad, de forma que se cambie la forma de identificarse y relacionarse, construyendo una identidad para cambiar una realidad. Estas necesitan de un antagonista, ya que hay que derrotar a un conjunto de personas o a un sistema. Sucede que estas identidades son múltiples, ya que no somos solo una cosa en la vida, se puede ser hombre, obrero y negro; la aspiración de los movimientos es convertir a una de las identidades en prioritaria, pero esto tiene unos riesgos ya que somos múltiples, por ejemplo, entre el movimiento obrero y el feminismo siempre hubo puntos de conexión, pero también de fricción. En 1914 se da una ruptura dentro del movimiento obrero por si se es más leal a la nación o a la internacional, al igual que las sufragistas que dejan a un lado sus aspiraciones en favor del nacionalismo. Marx y la clase Marx formula planteamientos sobre las clases sociales y la conciencia de clase, aunque nunca termina de desarrollarlos. El punto de partida sería la diferencia entre la clase para sí y entre sí, la clase que existe objetivamente sin conciencia de serlo y la clase que desarrolla conciencia de su posición y actúa en consecuencia. Hobsmann plantea que la palabra clase puede significar para Marx un núcleo de gente que se identifican con un aspecto objetivo, pero en otro sentido, la clase para sí introduciría el elemento subjetivo de conciencia de clase. En muchos de los textos de Marx se ve que su idea de la clase no está completa mientras no desarrolla conciencia, que sería lo que le diera plena existencia. Para Hobsmann la clase y la conciencia de clase son inseparables, porque la clase en su sentido cabal solo empieza a existir cuando sabe que lo es. No es lo mismo la clase que conoce más o menos sus intereses, que la que tiene conciencia y se convierte en un sujeto político, con agrupaciones y sustento. “Las condiciones económicas habían primero transformado la masa del país en trabajadores, el dominio del capital creo a esa masa una situación común, intereses comunes, así esa masa social frente al capital, pero no para sí mismo, en la lucha se convierte en clase para sí, pero la lucha de clase a clase es una lucha política” (Miseria de la filosofía, Marx) Una de las cuestiones de la revolución del 48, es como acaba desembocando en un sufragio universal que le da el poder al heredero de la casa Bonaparte y lo convierte en emperador, aquí la clave sería el campesinado, que le convierte en presidente de la república. Marx analizará esto, haciendo una reflexión sobre el campesinado como clase social, sobre si lo es o no. El estudio de este grupo es más complicado que el proletariado, su situación se define por su posición frente a los medios de producción, pero la realidad del campesinado es mucho más compleja: asalariados, trabajadores mixtos (asalariados y autónomos, los que tienen tierra y un empleo industrial…), campesinos propietarios, 10 arrendatarios, acomodados que cuentan con criados o jornaleros. Se agrupa a gentes muy distintas bajo el término campesinado. Marx dice sobre el pequeño campesinado “los campesinos parcelarios forman una masa inmensa, cuyos individuos viven en idéntica situación, pero sin que ellos existan grandes relaciones, su modo de producción los aísla unos de otros, en la medida en que millones de familias viven en condiciones económicas de existencia que las distingue por su modo de vivir, sus intereses y su cultura, y las opone de un modo hostil. Por eso no constituyen una clase, en el sentido pleno de la palabra, sino una masa inerte”. Por tanto, no hay una articulación nacional ni política, no son capaces de formar su propia organización y representarse a sí mismos, por lo que delegan en otros. Esto se puede ver perfectamente en la Revolución Mexicana, esencialmente campesina, cuando Pancho Villa en el norte y Zapata en el sur toman el control del país no se plantean gobernar, sino que se lo entregan a fuerzas afines pero que no pertenecen al campesinado, cabe pensar que, porque su programa únicamente estaba enfocado al campesinado, como el Plan Ayala. La conciencia de clase, ¿es una evidencia empírica o es una deducción teórica? En La Sagrada Familia, Marx expresa “lo importante no es lo que uno o el otro proletariado individual, o incluso el proletariado en su conjunto, pueda representarse como meta; lo importante es lo que el proletariado es, lo que está obligado históricamente a hacer, de acuerdo con su ser, su situación de vida y toda la organización de la sociedad burguesa, que determina de manera clara e irrevocable su meta y su acción histórica”. El proletariado es quien va a derribar la sociedad de clases, esto avienta la militancia de millones de trabajadores, al mismo tiempo que los miedos de las clases dominantes. Esta idea de Marx no se correspondió con la realidad, pero sí fue creída durante siglo y medio por parte de toda la sociedad. En pleno proceso de transición en 1976, se producen huelgas en Sabadell y Vitoria, y en ellas Manuel Fraga verá a los soviets de Petrogrado y el intento de una revolución proletaria, de manera que vemos como ese fantasma sigue vivo mucho tiempo después, tanto para los que luchan como para sus enemigos. En la II internacional durante un debate sobre el movimiento obrero, vemos a Lenin y Kautsky, que coinciden en la idea de que la clase viene dada desde afuera por intelectuales tránsfugas de otras clases (burguesía, pequeña burguesía), no es endógena, en cambio, también defienden que la clase por si sola solo sería capaz de desarrollar más allá de un primer estadio, la conciencia sindical. Lenin “El socialismo y la lucha de clases surgen paralelamente, no derivan una de la otra. Es del cerebro de algunos miembros de esta capa de donde ha surgido el socialismo moderno. La clase obrera, por sí misma, solo sería capaz de desarrollar una conciencia sindical, es decir, la convicción de que es necesario agruparse en sindicatos, ir contra los patronos, reclamar del gobierno la promulgación de tales o cuales leyes. Pero la doctrina teórica de la socialdemocracia ha surgido en Rusia independientemente, en absoluto, del ascenso espontáneo del movimiento obrero, del desarrollo natural e inevitable del pensamiento obrero de los militantes socialistas”. Por tanto, sin la intervención de un partido revolucionario, la conciencia del conjunto de llegaría a ser verdaderamente revolucionaria. Lenin defendía la idea de que un grupo de revolucionarios profesionales debían liderar a la clase trabajadora hacia la toma del poder. Fernando García Arenal, hijo de Concepción Arenal, es un exponente de la burguesía ilustrada y progresista con conciencia social, que formaba parte del Ateneo de Gijón. Le encargan un estudio de opinión sobre las condiciones de vida de los obreros, que deriva en un informe muy interesante: hay una clara conciencia de pertenencia a la clase obrera, un instinto de odio de clase hacia la superior y tienen conciencia de la explotación y el desprecio que sufren, además de saber que merecen el respeto 11 que nunca les han dado. Políticamente no tenían demasiado arraigo, se menciona levemente a la I internacional, sin embargo, sus afiliados se encontraban en Mieres y Oviedo, en Gijón no tenían ninguno. No conocían las corrientes oficiales, pero en muchos casos compartían muchas de las ideas del socialismo o colectivismo. Se dice que los más moderados consideraban que con las huelgas iba a ser suficiente, sin embargo, los más radicales defendían que hasta que los obreros no se hicieran con los medios de producción no saldrían de la esclavitud. Lo interesante es que estos obreros no tenían conocimiento ni de Marx ni Bakunin… y tampoco llegaba prensa, únicamente leían los periódicos del Republicanismo Federal, sin embargo, piensan en términos de clase, ven las asociaciones que no tienen y la huelga como instrumentos para mejorar su estado, cuestionan las leyes, ven al Estado como elemento de opresión, desconfían de las vías legales y están imbuidos de un sentimiento de odio de clases. Puesto que esto no podía provenir de figuras anarquistas o marxistas que hayan llegado con sus ideas se desmiente la hipótesis conservadora de que propagandistas llegados de fuera envenenarían sus cabezas y les convencerían de forma demagógica para hacer la revolución. Lo que esto apunta es más bien lo contrario, estos trabajadores están deseando que alguien llegue contándoles eso, cuando tengan noticia de que un alemán en Londres está escribiendo teoría marxista, o un ruso en Suiza teoría anarquista, lo que va a suceder es que esa teoría les llegará de forma asumible, se reafirmaran en su idea de que lo que ellos pensaban es la verdad, solo que ahora llega revestida de una aureola de intelectuales que discuten a los poderosos sus derechos e ideas. El papel que juega la teoría es legitimar las ideas preexistentes y revestirlas de un poder y una convicción que antes no tenía y dar conocimiento de que se trata de ideas globales, no locales. Juan Díaz del Moral, notario cordobés, en su libro “Historia de las agitaciones campesinas andaluzas”, nos habla de la realidad del campo cordobés, mayormente socialista, en donde, a pesar del analfabetismo, los temas sociales eran tratados con suma seriedad y los campesinos tenían esas ganas por aprender, leyendo sobre las distintas corrientes, y aquellos que no sabían leer hacían que otros se lo leyeran hasta que lo memorizaban para poder seguir transmitiéndolo. ¿Cómo madura la conciencia encarnada en la clase obrera? En tiempos de la segunda internacional se plantea esto y primero Kautsky y después Lenin, ambos coinciden en que la conciencia que la clase obrera es capaz de desarrollar por sí misma es una conciencia sindical a lo sumo y realmente la conciencia de clase es llevada desde fuera, por intelectuales que elaboran la teoría y la llevan al movimiento obrero. La confluencia entre socialismo y lucha de clases cristaliza en la primera internacional a escala internacional, donde las organizaciones de trabajadores que se adhieren van tomando partido entre las dos corrientes, anarquismo o los partidarios de Marx, que lucharán entre ellas para convencer a los obreros; es aquí donde se funden y a partir de entonces serán indistinguibles. Esto lleva a una formulación tajante de Lenin “el socialismo y la lucha de clases surgen paralelamente y no derivan una de la otra”. En el caso de Rusia la doctrina teórica de la socialdemocracia ha surgido paralelamente al movimiento obrero, surge como un producto de las mentalidades revolucionarias de los intelectuales. Lukács establece una dicotomía entre la conciencia psicológica -falsa- que se obtiene de la evidencia empírica y la conciencia posible o atribuida -verdadera-. El propio Lukács acabará criticando esta teoría años más tarde. Esta dicotomía radical tiene cierta habitualidad y eficacia en la investigación intelectual y social. 12 Lenin representa el ala izquierda de la segunda internacional, con similitudes y discrepancias con Rosa Luxemburgo, la otra representante de la izquierda en este momento. Sus divergencias tienen que ver con la organización y el modelo, las alianzas de clase, la revolución… Rosa Luxemburgo afirmaba que los problemas que aún no están resueltos para la clase obrera serán resueltos en el transcurso de la revolución, no por el apoyo de tránsfugas de la burguesía. Lenin defendía que el sindicato debía dirigir, en cambio, para Rosa, que militaba en un partido de masas, exponía que los sindicatos no debían de encorsetar a las masas. Gramsci fue consejero del Bienio Rosso italiano, miembro del PCI y preso político en época de Mussolini. La mayor parte de su producción teórica fue escrita desde la cárcel y fue rescatado en los ambientes universitarios varias décadas más tarde, en los años 60. Introduce una noción que él denomina “intelectual-orgánico”, no se concibe a los intelectuales provenientes de otras clases como externos o desvinculados de la clase, sino vinculados orgánicamente a ella. La idea es que cuando la clase social se desarrolla, construye sus organizaciones y madura políticamente genera este tipo de intelectuales, que más tarde elaboran la teoría. Lo que tiene de novedoso es que es la clase quien lo genera, no es una vinculación aleatoria ni superficial, sino orgánica, estructural. Reich forma parte de una corriente englobada bajo el nombre de freudomarxismo, en época de entreguerras, comparando el baraje político del marxismo con las teorías de Freud. Sacudido por la situación de Alemania en los años 30 y como militante del Partido Comunista Alemán, se plantea explicar cómo es posible que el nazismo haya triunfado, adherido a la clase obrera en su mayoría y cuáles fueron los errores de su partido. Se preocupa de asuntos que no están en la base de la teoría marxista, como, por ejemplo, la psicología de masas. Uno de sus diagnósticos es que falta una psicología política utilizable, hay que diferenciar la conciencia política de los dirigentes y la de las bases, ya que con grandes cantidades de teoría a estos últimos no los vas a convencer, sino que aborrecerán tu discurso. Va a introducir factores que tienen que ver con la vida cotidiana, por ejemplo, con la libertad sexual, ya que supuestamente esto favorecería la conciencia de clase, pero la homosexualidad sería contraproducente. El hambre es más un factor de marginación que un elemento de conciencia de clase, el deterioro de las condiciones no eleva la conciencia “cuanto peor, peor”. Esto le lleva a la reflexión sobre fundamentos como el deporte, uniformes, parafernalia militarista… que da la sensación de fuerza y pertenencia. También lo lleva a las relaciones familiares y el papel de las mujeres, “revolucionarias en la fábrica, muchas mujeres son reaccionarias en la casa”. Hace una crítica a la “coquetería femenina”, ya que de cierta manera se estaría siendo contraria al movimiento revolucionario, esto es algo que más tarde se puede ver en el feminismo del siglo XX. Para Thompson la clase se puede reducir como categoría histórica solo a cuando hay clasismo y conciencia. En el capitalismo esto es fácilmente observable, porque esa clase crea organizaciones, cultura, partidos, sindicatos, expresiones y actúa colectivamente. Es claramente anti-leninista y va a cuestionar la idea de vanguardia del proletariado y la idea de conciencia de clase de Lenin. TEMA 2. DESARROLLO DEL CAPITALISMO, CAMBIOS POLÍTICOS Y SOCIALES Y PROTESTA POPULAR La Edad Moderna sería la etapa en la que se produce la transición del feudalismo hacia el capitalismo, con el auge del capital mercantil, la multiplicación de las relaciones comerciales en periodos más extensos y de la burguesía que descansa sobre el capital mercantil. 13 Hay una serie de requisitos que se deben de dar para que el capitalismo se convierta en el modo de producción dominante: ▪ Se necesita la globalización de las redes comerciales y la intensificación comercial entre continentes. ▪ La creación de imperios coloniales en las sociedades europeas lleva a un proceso de privatización de tierras con ritmos muy desiguales, especialmente en los territorios donde tiene éxito la reforma protestante. En el caso británico, a partir del siglo XVI vemos cercamientos de tierras, cuya consecuencia inmediata es la privatización. ▪ Es un periodo de movimientos revolucionarios, como las guerras campesinas en el contexto de la reforma protestante en la primera mitad del siglo XVI, así como la revolución inglesa del siglo XVII – en los años 40 y 50 vemos un proceso político que legítimamente puede ser visto como la primera revolución burguesa –; se instaura un régimen parlamentario y hay corrientes políticas dentro de la revolución de corte igualitario, tanto en el parlamento como en el ejército –, los diggers serían la rama más radical del movimiento que buscaban el comunismo campesino. ▪ Este periodo, bien contado en Las metamorfosis de la cuestión social, viene acompañado de un incremento de las masas de marginados y desheredados por la privatización de las tierras y la disolución de los vínculos feudales. Esto es una fuente de preocupación para el poder político que da lugar a instrumentos de control y represión, con acontecimientos como la caza de brujas y las guerras de religión. Esas persecuciones religiosas tienen un carácter de desafío social, ya que suelen ser minorías que predican la lectura igualitaria del cristianismo (son los derrotados en Alemania), que encuentran una vía de escape en América (amish, anabaptistas…). Esos instrumentos llevan a instituciones nuevas o heredadas, como las workhouses inglesas – la primera ley de pobres es del reinado de Isabel I –, que se van a convertir, una vez llegado el capitalismo, en instituciones fundamentales. Weber, a principios del siglo XX, se plantea buscar porque el capitalismo cuaja en sociedades protestantes y en cambio en el mundo católico no. La clave reside en que las sociedades católicas condenan la usura, reservando el premio para la otra vida, mientras que el mundo protestante ve la recompensa en esta vida, dándole la posibilidad a todo el mundo de hacer su propia lectura. Más que esto, el motor de la transformación sería que la desaparición de la iglesia católica lleva consigo la desamortización de sus bienes, generando una polarización de las comunidades campesinas y de creación de nuevas capas dominantes y de acumulación de capital. En el caso inglés el camino que abre la desamortización da paso a la privatización de los bienes comunales y lo que termina produciéndose es una transformación del régimen de propiedad de la tierra. El capitalismo es un depredador perfecto que se aprovecha de todo, incluso del patriarcado. Esto lo vemos en la división sexual del trabajo, aunque el capitalismo sigue vigente una vez ellas se incorporan al mundo laboral, se las discrimina, por ejemplo, mediante sueldos más bajos. Con el racismo sucede lo mismo: el capitalismo aprovecha todas las debilidades. La burguesía termina por acceder al poder y vemos una proletarización de masas de desheredados para reclutar mano de obra para fábricas y minas. Antes de que esa mano de obra exista, se la necesita en pocos lugares, únicamente a la burguesía industrial. La edad moderna es favorable al proceso de nacimiento del capitalismo y de las masas de desheredados, que se convierten en un problema público, algo anterior a la llegada de fábricas y minas. Esto lo vemos en la segunda ley de pobres inglesa, hecha para la burguesía industrial. Bauman, en Memorias de clase: la prehistoria y la sobrevida de las clases, aborda los procesos de precarización de masas que se convierten en la mano de obra de la revolución industrial. 14 El proceso de sustitución de las formas de trabajo tradicionales influye en la sustitución de mano de obra cualificada por una menos cualificada, que incluye una porción muy alta de trabajo femenino e infantil, que tiene como características ser más barata y ofrecer menos resistencia. Lo que se necesitaba para que el sistema funcionará no era aprendizaje ni ambición sino vigilancia y coerción. Estas gentes, en su mayoría, procedían de lugares de reclusión o de la mendicidad y/o caridad, por tanto, estaban sometidos a un trato humillante y desigual y no esperaban encontrar nada distinto ni mejor, no eran la materia de la que se hacían los rebeldes, las resistencias venían de los sectores de artesanos que veían como sus modos de vida y su trabajo se hundían. Esta nueva mano de obra ya estaba acostumbrada a la humillación, control y sometimiento. Los artesanos cualificados esperaban otra cosa de la vida, que no entraba dentro de la producción fabril, convirtiéndose este sistema en su enemigo. Además, contaban con redes previas, de solidaridad, había una cohesión, pudiendo verse aquí vendrán las primeras organizaciones proto sindicales. Este sistema fabril viene acompañado de un esfuerzo de control y represión enorme, y que requiere también coartadas ideológicas, sistemas punitivos y legitimación ideológica, y, por tanto, de discursos. “La rebeldía era vicio, la insurrección un síntoma de pereza, de inmoralidad y la lucha contra la depravación moral se convertía en un pretexto para la perpetuación de un orden dado” (Bauman). Hay una necesidad por mostrar a estas clases como grupos con conductas que hay que reprimir, se trata de fenómenos de criminalización de la pobreza, transformar los que los pobres hacen o dicen en fuentes de desprecio e incluso delitos. Transformaciones de la Revolución Industrial sobre trabajo y trabajadores Es un proceso muy lento, escalonado y con cronologías diferentes. Cuando estudiamos esta industrialización tomamos como ejemplo a Inglaterra, pero no al conjunto del país, si no a zonas concretas (Manchester, periferia de Londres, cuencas mineras…) que luego irán expandiéndose poco a poco a otros lugares. Se trata de un proceso excelsamente complejo. Si nos trasladamos al caso español, lo que sucede en Barcelona y las cuencas de los ríos donde están las fábricas no es transportable a la meseta. Aunque lo vayamos a presentar de forma homogénea hay que tener en cuenta todas estas variables. La Revolución Industrial en términos de larguísimo plazo supone una transformación únicamente comparable con la Revolución Neolítica, ambas producen cambios radicales en la forma de relacionarse con el medio y en la producción. El relato canónico sería que son dos grandes saltos adelante, porque la humanidad es capaz de multiplicar su capacidad de generar recursos, en principio esto podrías ser visto como una mejora evidente de la vida de las personas, ahora bien, ¿significa esto que se mejoran las condiciones de vida en la población que lo experimenta? Tiene un doble significado, en primer lugar, produce una desigualdad radical, la neolítica introduce el sentido de la propiedad y la industrial exacerba la propiedad privada y condena a vidas poco satisfactorias a las personas (empobrecimiento de la dieta, se trabaja mucho más para ello, más esfuerzo e incertidumbre). La revolución industrial multiplica la riqueza espectacularmente, acelera los cambios y se rompe el sistema vigente hasta entonces, esto provoca un trabajo intensivo, extenuante, hasta el límite de la resistencia en condiciones durísimas para los cuerpos y vidas, también un incremento poblacional pero acompañado de una esperanza de vida muy corta y condiciones de vida inalienables al extremo. ¿Qué representa este cambio? El cambio de hábitat del campo a las ciudades significa pasar de una sociedad agraria a una industrial. Se producen cambios radicales en la forma de relacionarse con la naturaleza y el trabajo, se pasa de un trabajo al aire libre y en contacto con la naturaleza a una fábrica textil o una mina, es decir, a un recinto cerrado y claustrofóbico, con mucha gente en poco espacio, poca luz, mucho ruido… Significa el paso de la herramienta a la máquina, estas empiezan a regir el 15 ritmo y condiciones de trabajo, además de que conllevan la descualificación del trabajo, se aumenta la producción reduciendo la mano de obra y sustituyéndola por trabajadores no cualificados, más baratos y menos conflictivos, ya que si no tienes cualificación eres fácilmente reemplazable. Las máquinas generan ambos procesos, uno de alta cualificación (gente que diseña, crea, organiza…) y también uno de descualificación, mucho más grande y vistoso. Junto con esto se produce un deterioro generalizado de las condiciones con, por ejemplo, jornadas laborales más largas. ¿Qué relación hay entonces entre trabajador-producto? La relación entre un trabajador y su producto es de orgullo, ya que sabe hacer cosas que otros no saben y esta es la forma en que acreditas tu valor en el mercado. Sin embargo, el nuevo sistema productivo acaba con esto, ya que ¿qué clase de orgullo se puede tener en un trabajo de fábrica en el que repiten sus movimientos todos los días de tu vida? Además, en la mayor medida ni siquiera lo haces tú, sino las máquinas y cualquiera puede sustituirse, además no cuenta con ningún proceso de aprendizaje, a los días de comenzar ya has aprendido a hacerlo. En este contexto lo que vemos es una relación de alineación, lo que producía eran pesadillas, traumas, el objeto de trabajo se convierte en un enemigo. Estos cambios implican también una nueva concepción del tiempo, el trabajo preindustrial (artesanal y agrícola) tiene ritmos irregulares, hay momentos de mucho trabajo y otros de descanso; sin embargo, en una fábrica el tiempo y el ritmo están totalmente controlados, y el retraso en la entrada conllevaba una sanción. El tiempo pasa a estar muy pautado, medido, la mayor parte de tu tiempo esta pautado previamente, y además de esto, que es una ruptura radical, la disciplina será la gran pelea de los burgueses, ya que era algo que los obreros tienen que aprender, los jefes tienen que trabajar contra tradiciones y rutinas obreras. Esta separación radical entre el tiempo de ocio y trabajo es algo totalmente nuevo, ya que el trabajo preindustrial lo hacía compatible. En la tradición rural asturiana hay algunos momentos del proceso productivo que son de diversión (rastrao del maíz, amagüestu, la matanza del gochu, esfoyaza …), esto se hacía manual y colectivamente. Mientras se rastra se trabaja, se bebe, canta, cuentan historias (transmitiendo cultura), la gente se divierte mientras trabaja. En la matanza del gochu sucede lo mismo, por lo tanto, lo normal es que se tengan ganas de que llegue el día. Esto en un trabajo fabril está dentro de un reglamento prohibido, siendo causa de despido y sanción. La ruptura cultural que suponen el tiempo y las jornadas lleva a que se produzca un cambio y una adaptación. Para la primera generación esto supone una ruptura radical, sin embargo, la segunda o tercera generación ya lo normaliza desde la infancia y ya en generaciones posteriores la escuela jugará un papel fundamental. Por tanto, quiénes mayores problemas tengas será esa primera generación, que tiene que aprenderlo y lo hará de forma traumática, puesto que sus formas de vida y concepción del tiempo eran distintas. La proletarización Lo que vemos es un proceso de proletarización masiva, para que este se dé y la gente acepte estas condiciones tiene que haberse visto privada de medios alternativos de vida. Esto incluye una expropiación a gran escala y un cambio de las reglas, a la vez que un cambio de las leyes y de los usos sociales. Estas masas que se ven reducidas a la condición de proletariado provienen de dos lugares: el campesinado preindustrial y el artesanado, en el caso del campesinado esto implica cambiar de hábitat, desarraigo y perder tus raíces; en el caso del artesanado, un cambio radical en las condiciones de trabajo, especialmente traumático porque ya tienen una concepción del trabajo bajo otras reglas. Este proceso se crea mediante una alteración de las reglas y una serie de decisiones expresas e implicitas que van expropiando recursos de esas masas de trabajadores. 16 Comenzando por el campesinado, hay una redefinición del concepto de propiedad y una privación de los derechos sobre la tierra. La guía será la lógica del liberalismo y la burguesía, la propiedad tiene que ser individual, libre y enajenable, la tierra es de personas concretas y con ella deben poder hacer lo que se quiera, además de que tiene que estar en el mercado. En el mundo precapitalista la mayor parte de la tierra estaba en lo que los burgueses llamaban “en manos muertas” y todas las revoluciones liberales llevaran a cabo desamortizaciones de estas tierras. Si consideramos globalmente la tierra y su situación en el Antiguo Régimen, la mayoría de la tierra no estaba en situación de propiedad privada, sino que era colectiva (tierras de la iglesia, de ayuntamientos, comunales, mayorazgos de la nobleza… todas están en manos muertas) Los mayorazgos son propiedades de la nobleza, el hijo mayor heredaba las rentas y propiedades junto con el título, lo cual significa palacios y tierras, esto significaba que el mayorazgo se hereda íntegro y así se transmite. La consecuencia es que si el duque o conde se endeuda no se pueden expropiar sus tierras porque se transmiten al heredero, en realidad no son suyos sino de la casa. La Revolución Liberal no acaba con la nobleza, sino que transforma las propiedades en individuales y enajenables, se consigue privar al campesino de una parte de las tierras y dárselas a la aristocracia, ya que acreditar la propiedad significaba presentar papeles y el campesinado carecía de ellos, además las instituciones estaban de parte de los señores, por tanto, ya sabemos quiénes conseguían esos papeles. Las tierras de la Iglesia, la institución era el mayor propietario de tierras y todas ellas eran comunales y no estaban en el mercado. Una pequeña parte de esas tierras la cultivaba el propio clero, un monasterio o un convento; pero hay otra parte que arriendan y cobran una renta, la desamortización arrasa con esto, las expropian o subastan y se convierten en libres y enajenables, lo que provoca que arrendatarios que pagaban por la tierra ya no la tienen o deben pagar rentas más altas a los nuevos propietarios, que las aumentaban para así recuperar más rápido su inversión. Esto en una comunidad campesina significa una ruptura, los campesinos mejor acomodados podían ir a la subasta y comprar tierras, por su parte, mientras que los campesinos más precarios no tenían esa capacidad. Los bienes municipales y los comunales eran el núcleo duro, la vida de ese campesinado precapitalista dependía en grado sumo justamente de esa tierra, una tierra de manos muertas a la que tienen acceso o que es suya, pero de forma colectiva, las tierras municipales normalmente son arrendadas a precios asequibles o que otorgan servicios. Los comunales, una parte sustancial de la tierra que es propiedad colectiva de los vecinos, cada vecino del pueblo tiene derecho a usarla y tiene que acatar una serie de reglas comunes, si la tierra es de pasto únicamente se usa para el pasto, si son pastos de verano se usan en verano, se establece cual será el cultivo y ningún vecino puede plantar otra cosa… “no es explotación, es aprovechamiento”. Estas parcelas al no tener un dueño propiamente dicho no se podían vender, sin embargo, la Revolución Liberal las expropia, sacándolas a subasta y convirtiéndolas en propiedad individual, libre y enajenable. Estas tierras comunales eran decisivas para la economía campesina, podían tener propiedades individuales, pero las comunales eran un complemento indispensable, y esto en conjunto les permitía sobrevivir, sin embargo, cuando son privatizadas encontramos distintos estadios: hay gente que se hacen propietarios de muchas de las tierras, otros que se quedan sin nada, y un tercer caso, donde se hacía un esfuerzo por comprarla y se endeudaban y arruinaban. Se tiende a polarizar entre campesinos acomodados y campesinos sin tierra. Se trata de un proceso de expropiación a gran escala y de explotación de las tierras, pero hay otras formas o derechos sobre la tierra: los arrendatarios, que no cultivan la totalidad de sus tierras, pero tiene derechos sobre la tierra de larga duración o de por vida, enfitéuticos. Con estos últimos acabará el liberalismo, porque defienden la libertad del propietario de poder subir las rentas o arrendárselos a otras personas, lo que vuelve a precarizar la situación del campesinado. En esto podemos ver el origen del sindicalismo campesino en España, el gallego arranca 17 de la defensa de los foros, que son contratos permanentes a perpetuidad. En el caso catalán fue la Unió de Rabassaires, de rabassa morta, el arrendatario tenía derecho a explotar los viñedos hasta que se muriesen la mitad, pero colocan injertos y reviven, pero en el siglo XIX llega la filoxera, una plaga, que mata todos los viñedos. Esto genera un conflicto, porque la patronal agraria ve la oportunidad de recuperar sus tierras y aumentar los ingresos, echando a los campesinos, sin embargo, los arrendatarios tienen derechos permanentes y son reconvertidos. En definitiva, se trata de intentar acabar con todo lo que sea beneficioso para los campesinos. El acceso a montes y bosques es posible que tengan dueño, pero eso no significa que sea dueño exclusivo de todo, por ejemplo, los vecinos que están contiguos a un bosque que tiene dueño, tienen derecho a cazar, pescar, recoger frutos o recoger madera. Esto es porque el dueño es dueño del bosque, pero no de lo que hay en él. En el caso británico, en 1722 se decreta que es propiedad privada y que quien lo pise es un furtivo, es un delincuente e incluso se contempla la pena de muerte, por lo que, lo que antes era un derecho ahora se convierte en un delito de tal magnitud, que te puede llevar a la horca. Hay una redefinición total bajo la lógica del liberalismo. La supervivencia depende de su acceso los distintos espacios, y si se ven privados de ello se ven privatizados de medios de subsistencia, empobrecidos, convirtiéndose en dependientes de centros de caridad que los retienen para que sean exploten u obligados a emigrar. Algunos de los campesinos se vuelven acomodados y otros se van precarizando y debilitando, esto se produce de forma inmediata cada vez que se desamortizan comunales y se restringen derechos sobre pastos o bosques, a pesar de ello, el sistema se irá consolidando gracias a la propia lógica del mercado y la propiedad privada, por ejemplo, por medio de las particiones fruto de herencias. Esto en lo que respecta al campesinado y el origen del nuevo proletariado urbano. El artesanado es mucho menos numeroso, pero entronca con el trabajo industrial. La pieza clave va a ser la disolución de los gremios, en la concepción burguesa eran enemigos de la libertad, ya que uno de los principios del liberalismo es la de trabajo y empresa, que consiste en que cualquiera debe poder emplear o ser empleado como trabajador, y otro es que se pueda producir del modo que se elija, lo cual rompe radicalmente con la forma tradicional del artesanado. El gremio monopolizaba toda la producción en su ámbito local, lo cual significaba también el control del acceso al oficio y, por tanto, el trabajo. Además, regulaba los productos que se producían, la manera en qué producirlos y el precio al que venderlos, lo único en lo que permite que un taller destaque es en la calidad del producto, en el resto todos están equiparados. Se va a descualificar el trabajo, las maquinas no solo influyen en que se multiplique la productividad, sino que cualquiera puede utilizarla, es un trabajo no cualificado. Esto será una pieza clave en la disolución de los gremios, la sustitución de hombres por maquinas no les permitía competir. La descualificación es un proceso muy dilatado en el tiempo, de ninguna manera se produce de manera unísona. Uno de los gremios que más logra mantenerse son los tipógrafos, ya que era un trabajo que requería a personas de un alto nivel cultural y gran especialización, lo que permitía regular las condiciones de todos los tipógrafos de un determinado espacio, por ejemplo, Madrid, ya que se trataba de un trabajo que no estaba mecanizado. En el caso de la industria vidriera, el soplado de vidrio consiguió durante un tiempo que hubiese una serie de especialistas difícilmente reemplazables. Esto son ejemplo de vestigios que poco a poco irán desapareciendo, por la aparición de tecnologías capaces de llevarlo a cabo de manera más barata y eficaz. Todo esto lleva a que muchas veces el modo de vida de estos artesanos quede desmantelado o arrasado, lo que genera conflictividad y resistencias individuales y colectivas que nos informan de que ese proceso está siendo enfrentado y, por tanto, se disputa en un terreno de conflicto social, de correlación 18 de fuerzas entre los que son capaces de legislar y cambiar las leyes del juego y aquellos que se sienten víctimas de ello. La precarización llevará a la creación de mecanismos de control de la pobreza. Esto da lugar a dos fenómenos paralelos de criminalización, de la pobreza y de la protesta. Si hablamos de criminalización hablamos de tres niveles (normas, prácticas y discursos). Por un lado, se dictan leyes, normas o reglamentos punitivos, represivos, que convierten en delito conductas de las clases populares, que o bien no tendrían que ser delito o bien se trata de un castigo desproporcional; por otra parte, estarían las prácticas, la misma norma que era aplicable a todo el conjunto de la población, se aplica de forma diferente a según que grupos, había un uso sesgado, discriminatorio. Y, por último, estarían los discursos, todo lo anterior tenía que ser justificado de alguna manera, no se puede legislar sin crear una imagen con anterioridad, no puedes hacer normas antinmigraciones si no haces campañas dibujando a los inmigrantes como ladrones, mafiosos, prostitutas… tiene que haber una construcción social que los convierta en una amenaza y conseguir que la sociedad establecida lo vea como un peligro a atajar. Estos discursos se van a construir desde el aislamiento, incluso físico, la no convivencia y la ausencia de relación. Esta criminalización de la pobreza (caza furtiva, vagabundeo, prostitución, recogida de leña…) se ve bien reflejada en La Ley Negra, que convierte a los furtivos en criminales de tal calado que puede llegar a ser condenados a pena de muerte. En 1824 la Ley de Vagancia de Reino Unido contempla penas de reclusión y de trabajo forzado. En otras ocasiones se trata del endurecimiento de las penas por delitos menores, el trabajo forzado se convierte en una forma de disciplinar, aunque en realidad sea una forma de explotación disfrazada de servicio social. Respecto a los espacios laborales, las propias fábricas, en muchas ocasiones lo que vemos son infraestructuras similares a cárceles, son recintos cerrados y herméticos, con un estricto control de entrada y salida, con trabajadores que no se tienen libertad de movimiento, incluso tienen que pedir permiso para ir al baño, y cuyo diseño normalmente incluye un sistema panóptico, sistema que nació para implantarse en cárceles, hay vigilantes, encargados, fichas de tiempo… Todo esto obliga a la construcción de una imagen social de estas clases sociales como vagos, peligrosos, indisciplinados que justifica que sean vigilados, reprimidos, tutelados… Visiones de las clases populares – Francisco Erice La forma de actuar con esta clase tendrá dos vertientes, por un lado, la represiva y por otro la beneficencia. Hay quienes creen que únicamente con mano dura se los podrá disciplinar, sin embargo, hay otros creen que hay que tratar de integrarlos a través de la educación, conduciéndolos en el camino. En ambos casos son vías desarrolladas desde arriba que no son incompatibles. Todos los regímenes paternalistas otorgan cosas a cambio de obediencia, pleitesía y productividad y te castiga si no entras dentro de esa rueda. Hay una criminalización de la protesta, esto se debe a que todas las transformaciones que se están produciendo generan masas de marginados, inadaptados y de población que no soporta o no acepta la nueva situación. Todo este sistema crea masas de mendigos, vagabundos, prostitutas, huérfanos, lisiados, alcohólicos, locos (trastornos mentales) … Las resistencias colectivas conducirán a un proceso de criminalización de la protesta, en el caso británico, en 1779 y 1800 se dictan sendas normas que criminalizan la organización del trabajador, las “conspiration acts”, que prohibían las organizaciones sindicales, esto se hace desde la lógica liberal de que todo se soluciona de forma individual, la acción colectiva atenta contra esta lógica, siendo considerada una conspiración. Dura un cuarto de siglo en Reino Unido, lo que nos revela que las organizaciones de trabajadores resisten en la clandestinidad, porque una vez abolida vuelven a florecer inmediatamente. En el caso francés dura casi tres cuartos de siglo, siendo abolida en los años 60 del siglo XIX. En el caso español es permanente durante el siglo XIX, hay una pequeña oportunidad en el bienio progresista, pero se prolongará hasta los años 80 del siglo XIX. Durante la mayor parte del XIX las organizaciones sindicales son ilegales. La resistencia a través de la destrucción de máquinas (ludismo) es castigada con una legislación de 1811 que contempla la pena de muerte para los 19 destructores, se intenta atajar un fenómeno de subversión popular, con gente ejecutada y otros deportados a Australia. Esto viene acompañado de una prohibición de derechos, normalmente las clases populares están vetadas de sufragio, en el caso de Inglaterra el sufragio universal masculino es del siglo XX, el sufragio de antes era puramente de clase, solo podían votar los ricos. Las clases trabajadoras no tienen derechos políticos, no están representadas, no tienen derecho de asociación ni derechos colectivos. Cada vez que hay protestas se moviliza al ejército, en el caso del ludismo es comparable con las tropas movilizadas para luchar contra Napoleón. Esta movilización del ejército era lo habitual en situaciones de protestas campesinas, huelgas, huelgas generales… el ejército está continuamente interviniendo para reprimir a su propia población, lo que provoca episodios sangrientos continuamente. En 1888 en Río Tinto hay una gran movilización de mineros y campesinos, porque se hacen grandes hogueras para decantar los minerales a base de calor que envenenan las cosechas y también a los mineros, habrá una gran represión del ejército, con una intervención muy sangrienta. La otra opción que se barajaba era deportar a ultramar a quienes ofrecían resistencia, Sídney nace como una colonia penal inglesa, Francia los mandaba a Guyana y España a Guinea. “Los orígenes de la Ley Negra” Thompson / “Castigar a los pobres” Wacquant / “Aporofobia” Adela Cortina Episodios como el ludismo son los primeros pasos de los trabajadores para dotarse de sus propias organizaciones y hacer frente a las transformaciones que vienen ligadas al capitalismo. Ese proletariado de nueva formación, configurado a la par del aumento de líneas de ferrocarril, minas o fábricas, es en gran medida un proletariado de aluvión, procedente de distintos lugares y proletarizado por distintas vías, que acaba coincidiendo en determinados lugares de trabajo y/o residencia, no tenían vínculos previos tampoco una identidad compartida ni un repertorio de acción colectiva al que poder remitirse, no existía una experiencia acumulada de cómo defenderse a la que pudieran recurrir. La consecuencia de esto es que las resistencias no son protagonizadas por los que están en la peor situación, sino que van a venir primordialmente del antiguo artesanado y de los trabajadores cualificados, no son aquellos que están en una peor situación sino de los que tienen recursos para resistir, no solo físicos, sino subjetivos y organizativos. Las resistencias se van a plantear en defensa de los modos de producción que se ven amenazados o de tratar de controlar el mercado laborar y las condiciones de trabajo. Los tipógrafos nos sirven de ejemplo también para esto, son trabajadores cualificados que tienen capacidad para tener resistencia económica (solidaridad, sostener un conflicto) y también para intervenir en el mercado de trabajo, estableciendo condiciones mínimas para contratar a un tipógrafo Las primeras organizaciones sindicales o proto sindicales tienden a ser no organizaciones de clase ni integradas por los proletarios más indefensos, sino organizaciones de oficio construidas entorno al oficio y por trabajadores con un cierto grado de organización, especialmente si ese colectivo laboral no es nuevo y entronca con la tradición artesanal y gremial, porque las identidades y solidaridad formada por un gremio permanece auqnue este desaparezca. El proletariado más precario rara vez es capaz de organizarse, quienes acaban teniendo más existo en esto son las organizaciones católicas, organizando a las empleadas del hogar, sin embargo, su preocupación principal poco tenía que ver con la actividad sindical y mucho con la moralidad. Estos colectivos de artesanos logran dotarse a sí mismo de algunos instrumentos de autoorganización para mejorar sus condiciones, que podríamos clasificar de la siguiente manera: sociedades de socorros mutuos, mutualismo (por ejemplo, el Montepío), basadas en personas que de manera voluntaria se asocian, el ingrediente aglutinador suele ser el oficio; son organizaciones normalmente pequeñas y de base local, en la que la gente cotiza para procurarse apoyo mutuo en situaciones complicadas 20 (enfermedades, accidentes, pérdida de trabajo, vejez, invalided), proporcionan ayuda a sus asociados en situaciones de necesidad. Uno de sus puntos vulnerables es que en una situación de crisis aguda hay mucha gente que necesita percibir ayuda y los fondos acumulados no dan para todos, otro es que quien puede sostener estas organizaciones son personas que cuentan con un trabajo estable y que tienen capacidad de ahorro, que tienen un margen para permitirse apartar cierto dinero, así y todo, estas sociedades son muy frecuentes. Es un tipo de organización que con cierta frecuencia cuenta con la colaboración de los empresarios, si hablamos de empresas grandes es bastante habitual que se financie con las cotizaciones de obreros y aportaciones de los empresarios (Duro Felguera). El segundo tipo serían las cooperativas, tanto de producción como de consumo, es decir, trabajadores cualificados o de oficio que se ven amenazados por la competencia de las fábricas pueden optar por poner en común sus capacidades, producir y comercializar de manera conjunta, un ejemplo de cooperativa de producción sería la fábrica de máquinas de coser Alfa (aunque se trata de un ejemplo de éxito, extraordinario, ya que la mayoría no sobreviven tanto tiempo), otra de las formas es poner en común la producción auqnue sea en pequeños talleres artesanos e intentar comercializar conjuntamente lo producido, la Cooperativa de Agricultores de Gijón nunca lo fue propiamente, pero llegó a funcionar como tal. El otro modelo es el de consumo, se centraliza la compra para beneficiarse de la economía de escala, compra de alimentación y vestido fundamentalmente, es una cooperativa sin ánimo de lucro, que busca abaratar el coste de subsistencia, además tienen un segundo efecto, ya que influyen sobre el comercio local y estos no pueden poner precios excesivos cuando hay una cooperativa que los venden más baratos, el equivalente serían los economatos, en el caso de Asturias esto sobrevive hasta tiempos cercanos gracias a la empresa estatal. El tercer tipo es el más heterogéneo, el de las asociaciones de tipo recreativo y cultural (ocio y cultura), clubes, ateneos, sociedades culturales, recreativas, deportivas… que cuentan con una variedad de oferta donde se incluye el acceso a la cultura (biblioteca, biblioteca circular, escuelas nocturnas para trabajadores adultos, escuelas para los hijos de estos, ciclos de charlas, cursos, clubes excursionistas, grupos ciclistas o de montaña, equipos de fútbol…), actividades que proporcionen un ocio sano, que lleva al contacto con la naturaleza o el ejercicio físico. Esto configura un grupo bastante heterogéneo de identidades, que pueden nacer de los trabajadores de forma autónoma o ayudados por el reformismo burgués. Generalmente estos tres tipos existen de forma legal, no así el cuarto tipo de organización que los trabajadores crean de forma muy temprana, las sociedades de resistencia, pensadas para el conflicto. La experiencia de las primeras veces que van a la huelga es que las son de muy corta duración y se pierde generalmente siempre por el hambre, por lo que asumen que la alternativa es asociarse y crear un fondo de reserva que pueda ser utilizado en una situación de huelga y permita resistir, al igual que las sociedades de socorro mutuo, esto significa que tienes que cotizar continuadamente para poder mantener una huelga larga y si hay mucha conflictividad se vuelve insostenible, ya que te obliga a tener mucha moderación y organización, cosa que no siempre es fácil, ya que los conflictos no suelen nacer de una idea pensada, sino que lo hacen de una alteración de las condiciones de trabajo ante la que consideran que se debe reclamar; esto supone que la iniciativa la lleva la otra parte, los empresarios, los más hábiles llegarán a programar las huelgas para ahorrarse salarios. Las sociedades de resistencia serían el precedente de los sindicatos, generalmente son prohibidas porque dentro de la buena lógica liberal, una organización de trabajadores que presiona colectivamente es una ruptura de las reglas del juego, una insurrección que incurre en lo delictivo, por lo que generalmente son construidas en la ilegalidad o en la semilegalidad, tienden a ser también de base local y en principio, puesto que tienen esa base de trabajadores de un mismo sector, no son tampoco organizaciones de clase. Ahora bien, uno porque sufren represión y dos porque están conectadas entre sí, acaban pasando a un segundo estadio donde se empieza a producir solidaridad entre distintas sociedades, bien económicamente o extendiendo el conflicto. Esto empieza a proporcionar un discurso 21 que sí es de clase. Estas sociedades de resistencia son el embrión de los sindicatos y los sindicatos de clase, puesto que se trata de organizaciones que son capaces de englobar trabajadores de todos los sectores, se trata de un evento tardío, los sindicatos de oficio perduran durante mucho tiempo. En primera instancia no suelen tener una ideología definitiva, lo que si tiende a suceder, puesto que hablamos de organizaciones de trabajadores y que se sienten dañadas por las transformaciones del capitalismo, es que se van adhiriendo a las corrientes políticas con más preocupación por las cuestiones sociales; en el caso español esto lleva a que dentro del liberalismo se adhieran a las corrientes progresistas, demócratas, republicanas y finalmente a las federales dentro del republicanismo, como estación de término culminarán en las organizaciones de clase. Esas instancias sindicales van a ir incorporando sociedades de resistencia persistentes que se van adhiriendo y también a la ideología pertinente. Por ejemplo, la CNT o la UGT van a competir durante mucho tiempo con el republicanismo federal. La entrada en la arena política, bien como fuerza que se suma a las fuerzas más progresistas, o bien en sindicatos o partidos, será un recorrido muy largo en el tiempo y con muchos escalones a recorrer, no se trata simplemente de mejorar condiciones sino de cambiar el sentido del mundo (acabar con el sistema entero) esto únicamente es aplicable en el caso español. La represión del Estado sobre estas organizaciones tendrá un largo recorrido, ilegalizan las organizaciones de resistencia, prohíben la huelga, que además daba lugar a la movilización del ejército con facilidad, se cometen crímenes de estado, como los mártires de Chicago. Un ejemplo español del mismo periodo sería el anarquismo como fenómeno de masas en la baja Andalucía, la guardia civil encuentra en una cuneta de un camino unos papeles que acreditaban la existencia de una organización, “Mano Negra”, en los que se dice que se va asaltar una ciudad y matar a los ricos, a raíz de ello se mata a garrote vil a anarquistas, finalmente se descubrió que se trataba de un montaje con un propósito claro, descabezar el movimiento anarquista, lo que se conseguirá. Matewan Simón Radowitzky “Patagonia salvaje” La industrialización Los casos británico y francés son muy diferentes. El modelo de industrialización francés es extremadamente lento, ligada a los ritmos de la revolución burguesa. La desaparición de la nobleza supuso la transformación de una parte del campesinado, retrasando la inmigración y transformación. A priori esto da una clase obrera industrial menos numerosa y más débil y fragmentada en el caso francés. En cambio, desde finales del siglo XVIII y principios del XIX vemos que tiene un importante papel en las luchas sociales francesas, mientras que el británico tiene un periodo de auge en los años 30 y 40 del siglo XIX, pero luego entra en un proceso de repliegue que lo hace perder presencia hasta final de sigo, aunque con el cambio de siglo remontan. Esto tiene que ver con las oportunidades de los sistemas políticos. En el británico hay un bloque de poder extremadamente sólido, una monarquía parlamentaria donde cuajan dos partidos políticos que se alternan en el poder, lo que se produce es una revolución liberal burguesa basada en el pacto entre la antigua clase dominante y la nueva clase emergente, la burguesía, primero comercial y más tarde industrial. Esa coalición de dos clases que se van fusionando, sobre todo a partir de la política matrimonial, conduce a un sistema muy estable, con un bloque de poder inamovible ya que no vuelve a haber una coyuntura revolucionaria en la historia política del Reino Unido desde el siglo XVII. El caso francés es bien distinto, a partir de la revolución 1789, se vuelven a producir revoluciones en 1830, 1848 y 1871, esto significa que a lo largo del siglo XIX cada generación de franceses ha tenido que echarse al menos una vez en la vida a las barricadas. Si el régimen político inglés era estable y 22 consolidado, el francés es totalmente inestable, pasando de monarquía absoluta a república, más tarde a imperio, etc. Esta inestabilidad política proporciona una carta de oportunidades mucho más amplia para el movimiento obrero. El caso británico Hay tres grandes vertientes del movimiento obrero, una primera de corte radical y carácter político, basada esencialmente en un programa de democratización sin plantear cuestiones económicas, va a estar presente como una especie de espejo de la revolución francesa; esta corriente tendrá su clímax en el cartismo a principios del XIX que marcará la vida política en los años 30 y 40. La segunda vertiente es sindicalista, sin apenas inquietudes políticas, asociacionismo obrero documentado desde el siglo XVIII, que sufren un periodo un periodo de prohibición durante parte del siglo XIX y que tras ese periodo resurgen con más fuerza, se concentra principalmente en las luchas económicas. Finalmente, la tercera es la socialista, muy minoritaria, a excepción del periodo inicial de los años 30 en el que las teorías owenistas se hacen muy populares y dominantes, plantean el cooperativismo en la propuesta alternativa al capitalismo, además intentan articular el movimiento sindical en una confederación sindical a nivel nacional. El periodo que sigue a la Revolución Francesa y las Guerras napoleónicas se caracteriza por ser especialmente represivo, lo que da pie a una etapa muy dura y de sacrificios para las clases trabajadoras (impuestos y levas), esto se convierte en una de las fuentes de descontento, especialmente cuando una vez acabadas las guerras napoleónicas ni se bajan impuestos ni se alivia a las clases bajas. La otra fuente de descontento es el maquinismo, las máquinas desplazan los trabajos más cualificados y mejor pagados, lo que da lugar a un gran movimiento de destructores de máquinas, ludismo. Sobre el uso de la violencia, por lo menos contra las propiedades, Thomson habla de “economía moral”, las personas por delante del lucro y beneficio. El movimiento ludita se generaliza a partir de 1810, no tanto como un movimiento organizado, sino como un efecto de contagio entre personas que tienen problemas muy similares, se generaliza sobre todo en las zonas industriales del norte. Esto da lugar a una respuesta represiva de extrema dureza, el movimiento se generaliza en el 1810 y en 1811 el parlamento aprueba una ley que contempla la pena de muerte y deportaciones a ultramar. El ludismo termina por extinguirse a lo largo de la segunda década del siglo y a continuación emerge, por una parte, el owenismo, y por otra, el movimiento por la reforma electoral. En ese momento el techo de voto es muy restringido y no solo las clases trabajadoras sino también una parte de la burguesía está excluida, y por tanto, el movimiento por la reforma aún es interclasista, la situación cambia en 1832, ya que se produce una reforma que amplía el derecho de voto y que crea una línea divisoria entre quienes tienen derechos políticos y los que no, prácticamente de clase, adquieren derecho a voto las clases medias, mientras que prácticamente toda la clase trabajadora queda excluida, todas las capas están representadas en el parlamento menos los obreros. Esta lucha política a partir de 1832 se convierte en una lucha de clases. En 1834 la Ley de Pobres lo incrementará, dicha norma será muy impopular. Estos dos elementos van a ser los motores de arranque del cartismo, el primer gran movimiento de la clase obrera en el mundo, marcando la política británica en lo que resta de los años 30 y gran parte de los 40. Es el gran desafío, se trata de una política de masa a nivel nacional, claramente clasista (uno por su base militante y dos por los propios discursos que va articulando). La Carta del Pueblo (1838) es su documento fundacional y su programa político que consta de 6 puntos y que en realidad se podría resumir en uno: sufragio universal masculino con g

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