Gestión de Riesgos Sanitarios PDF

Summary

Este documento resume la gestión de los riesgos sanitarios en el contexto de la atención clínica. Se discuten los conceptos básicos de riesgo, la importancia de los riesgos sanitarios y las fases de la gestión de riesgos, así como las sentencias y el resumen de la gestión de la seguridad del paciente.

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Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería Tema 3 Gestión de riesgos sanitarios 3.1. Propósito y resumen Propósito Conocer y saber aplicar en el contexto sanitario y en la gestión clínica: » Conceptos básicos de riesgo en...

Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería Tema 3 Gestión de riesgos sanitarios 3.1. Propósito y resumen Propósito Conocer y saber aplicar en el contexto sanitario y en la gestión clínica: » Conceptos básicos de riesgo en la asistencia sanitaria y seguridad del paciente. » Importancia e impacto de los riesgos sanitarios. » Las fases de la gestión de riesgos. Sentencias resumen » La preocupación por la seguridad del paciente ha acompañado siempre a la práctica clínica a lo largo de toda la historia. » El primer objetivo de la práctica clínica es no hacer daño al paciente; en el siglo XXI la máxima primum non nocere de Hipócrates sigue más vigente que nunca. » La seguridad del paciente es un componente de la calidad irrenunciable y prioritario. » Los eventos adversos ocurren en casi un 10 % de los pacientes hospitalizados. » Las medidas adoptadas para la gestión de riesgos se definen como acciones encaminadas a eliminar, reducir, controlar o mitigar un daño, o la probabilidad de que se produzca un incidente o un daño asociado. Resumen La Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente fue una iniciativa impulsada por la Organización Mundial de la Salud en 2004, con el propósito de coordinar, difundir y acelerar a nivel internacional propuestas en seguridad del paciente. Permitió consolidar una sensibilización en esta materia, que estudios previos habían mostrado como inaplazable, tanto en países desarrollados como en otros con menos medios económicos. La Alianza ha logrado contribuir a la colaboración internacional y la acción de los Estados Miembros, la Secretaría de la OMS, expertos, usuarios y grupos de profesionales y de la industria en apenas quince años ha logrado avances enormes en todo el mundo. Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería La seguridad del paciente es un componente esencial de la calidad sin el cual esta no es posible, por lo que merece una atención diferenciada. Las actuaciones que se llevan a cabo para minimizar los riesgos asociados a la intervención sanitaria han cobrado especial relevancia en los últimos años. Crear una cultura proactiva en seguridad del paciente es uno de los ejes actuales de las políticas sanitarias. En este tema revisaremos algunas cuestiones básicas para entender los conceptos en seguridad del paciente. Analizaremos los riesgos asociados a la asistencia sanitaria y describiremos las fases y elementos que se requieren para la gestión de dichos riesgos. 3.2. Introducción La preocupación por la seguridad del paciente (SP) ha acompañado siempre a la práctica clínica a lo largo de toda la historia, como muestra el aforismo primum non nocere (lo primero, no hacer daño) que enunció Hipócrates en Grecia hace más de 2000 años, presente implícitamente en períodos previos de la Historia de la Medicina, como el Código de Hammurabi; que en al año 1754 a.C. recogía diversas normas y reglas, entre las cuales se establecía la responsabilidad por el daño causado en la práctica médica. Es, lo que la ética contemporánea incorpora en uno de los principios esenciales para la atención sanitaria, el de «no maleficencia». En la década de los 70 del siglo pasado, la malpraxis sanitaria en EEUU provocó un exceso de demandas que hacía peligrar la sostenibilidad del sistema sanitario. Tras un intenso debate social y sanitario se impulsaron diversos estudios sobre el fenómeno, entre los que destacó el Harvard Medical Practice Study realizado por Brennan et al., 1984, que cuantificó los eventos adversos asociados a la hospitalización en Nueva York. Estos estudios condujeron a la publicación del informe To Err is Human: Building a Safer Health System (Errar es humano: construyendo un sistema sanitario más seguro), impulsado por el Instituto de Medicina de los Estados Unidos en 1999. Este resumió la incidencia, evitabilidad y el impacto económico del daño asociado a la atención sanitaria, sentando las bases epidemiológicas de la SP y generando un enorme interés e impacto no solo en ámbitos científicos o sanitarios, sino también en la población general. Uno de sus aciertos fue traducir el problema a datos fácilmente comprensibles e interpretables: «de 48 000 a 96 000 personas mueren cada año por errores de seguridad en Estados Unidos». Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería Este informe puso de manifiesto cómo la SP es un importante problema de salud pública por su frecuencia, por sus efectos e impacto sanitario, social y económico, y supuso el inicio de innumerables iniciativas por parte de instituciones nacionales e internacionales destinadas a conocer, gestionar y solucionar un problema que aún hoy continúan siendo uno de los principales retos para todas las organizaciones sanitarias. Podemos por tanto expresar sin ningún género de duda que el primero de los objetivos de la atención sanitaria es no hacer daño al paciente, y este fin sigue gozando hoy día de la máxima vigencia. La complejidad creciente de la asistencia sanitaria, gracias al incremento en la esperanza de vida de los pacientes y a los recursos técnicos y humanos hoy disponibles, mantienen este reto. Superarlo implica esfuerzos compartidos de gestores, profesionales y pacientes que permitan consolidar los importantes avances logrados en los últimos años, así como continuar avanzando en esta línea que sitúe la SP entre los aspectos prioritarios para una asistencia sanitaria de calidad. Con ese fin, se introduce el concepto de cultura de seguridad del paciente, que podríamos definir como la suma de conocimientos, actitudes y creencias que tienen los profesionales y las organizaciones sanitarias en relación a la relevancia del bienestar y la seguridad de los pacientes, algo que supone de facto el cambio de paradigma desde la culpabilización del profesional ante sus errores hacia un enfoque más integral, que tiene en cuenta los aspectos organizativos y estructurales que favorecen o impiden dicho error, haciendo la asistencia más o menos segura. Para el desarrollo de esta cultura de seguridad, se requieren siete elementos clave: » Liderazgo. » Prácticas basadas en la evidencia. » Orientación hacia el paciente. » Trabajo en equipo. » Comunicación. » Equidad. » Aprendizaje continuo. Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería 3.3. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la seguridad del paciente En mayo de 2004, la 57 asamblea de la OMS apoyó la creación de la Alianza Mundial por la Seguridad del Paciente —AMSP— (http://www.who.int/patientsafety/en/) que fue presentada en octubre de 2004 con el objetivo de liderar a nivel internacional una estrategia entre los países, organismos internacionales y otros interesados, que permitiera desarrollar programas para mejorar la seguridad de los cuidados sanitarios en el mundo. La AMSP ha propuesto hasta el momento, 10 programas de actuación prioritarios: El reto global por la seguridad del paciente Trata de identificar acciones prioritarias para evitar riesgos importantes para los pacientes y considerados de interés para los países miembros. Acciones desarrollas: » En el período 2005-2006 el tema elegido fue las infecciones nosocomiales con el lema: «Atención Limpia es atención segura», proponiendo la higiene de manos como el método más sencillo y efectivo para prevenir la infección asociada a los cuidados. » Período 2007-2008 el tema elegido es la cirugía segura con el lema «La cirugía segura salva vidas». Su objetivo es reducir las muertes por problemas en el curso de la cirugía, a través de acciones dirigidas a: establecer estándares de prácticas seguras, desarrollar y diseminar guías de práctica clínica y definir e implementar medidas seguras. Pacientes por la seguridad del paciente Su objetivo es lograr que la voz de los pacientes esté en el centro del movimiento mundial por la seguridad del paciente. Para ello, se pretende construir una red mundial de pacientes y organizaciones de pacientes que promuevan su implicación en todas las iniciativas de seguridad. Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería Sistemas de notificación y aprendizaje Trata de promover el desarrollo de sistemas de notificación de eventos adversos para permitir el análisis de los mismos y el aprendizaje de sus causas que permitan recomendar acciones para su prevención. Taxonomía Su objetivo es definir y armonizar conceptos en seguridad del paciente y consensuar una clasificación internacionalmente aceptada que permita promover un aprendizaje más efectivo. Investigación Promueve líneas de investigación internacional sobre SP para conseguir una atención más segura en todos los estados miembros. Soluciones de seguridad En colaboración con la Joint Commission International (www.jointcommissioninternational.org/improve/international-patient-safety-goals/), trata de diseñar intervenciones de eficacia demostrada en la prevención o minimización de daños al paciente durante el proceso de atención sanitaria. En 2007 el comité ejecutivo del centro colaborador de esta organización aprobó las llamadas «nueve soluciones para la seguridad del paciente» (http://www.jointcommissioninternational.org/assets/3/7/PatientSolutionsSpanish.p df). Seguridad en acción Trata de diseminar las buenas prácticas para su aplicación en las organizaciones sanitarias con el fin de mejorar la seguridad del paciente. Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería Tecnología y educación para la seguridad del paciente Su objetivo es buscar la aplicación que las nuevas oportunidades tecnológicas ofrecen para mejorar la Seguridad, como por ejemplo: métodos de simulación, robótica y automatización para reducir el riesgo de los pacientes. Seguridad del paciente y cuidados de los pacientes críticos Trata de identificar acciones prioritarias para mejorar el cuidado de estos pacientes. Hospitales ejemplares Su objetivo es promover el aprendizaje de las mejores prácticas en SP en los centros sanitarios alrededor del mundo. España, a través del Ministerio de Sanidad y de las Consejerías de Salud de las comunidades autónomas, colabora activamente en los programas de la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente. Todas estas líneas de actuación han cristalizado en forma de estrategias de seguridad del paciente a nivel nacional y autonómico. Apenas quince años después de estos esfuerzos, también se han logrado importantes avances en la sensibilización de sanitarios, pacientes y de la sociedad en general, que ilustra, desde el año 2019, la designación del 17 de septiembre como el Día Mundial de la Seguridad del Paciente. Más recientemente, en 2021, la Organización Mundial de la Salud ha publicado un nuevo marco estratégico, con la intención de aprovechar todos los avances logrados e impulsar nuevos retos y alianzas para el próximo decenio 2021-2031, considerando los aspectos en los que se ha logrado menor desarrollo en décadas previas y nuevos retos, como los que ha puesto de manifiesto la pandemia de SARS-CoV2 en los sistemas sanitarios y sociedades de todo el mundo. Consta de siete objetivos estratégicos, con indicadores básicos y esenciales para monitorizar e impulsar su desarrollo: 1. Políticas para eliminar los daños evitables en la atención de la salud. 2. Sistemas sanitarios de alta fiabilidad. 3. Seguridad de los procesos clínicos. 4. Compromiso del paciente y la familia. Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería 5. Formación, habilidades y seguridad de los trabajadores de la salud. 6. Información, investigación y gestión de riesgos. 7. Sinergias, alianzas y solidaridad. 3.4. Taxonomía de seguridad del paciente Así, de acuerdo a la taxonomía desarrollada por la OMS, podemos identificar los elementos que juegan un papel en la seguridad del paciente: » Incidente relacionado con la seguridad del paciente: es un evento o circunstancia que ha ocasionado o podría haber ocasionado un daño innecesario a un paciente. Un incidente que causa daño a un paciente se denomina evento adverso (Figura 1). » Factor contribuyente: circunstancia, acción o influencia que se considera que ha desempeñado un papel en el origen o la evolución de un incidente o que ha aumentado el riesgo de que se produzca un incidente. Pueden ser externos a la organización, organizativos (por ejemplo, la inexistencia de protocolos), relacionados con el personal sanitario (un defecto de formación o una falta de supervisión) o relacionados con el paciente (por ejemplo, una conducta). Los factores contribuyentes se asocian tanto a los errores humanos como a los fallos del sistema, y por supuesto a las características del paciente. » Tipo de evento adverso: el tipo es un término descriptivo de una categoría formada por incidentes de naturaleza común que se agrupan por compartir características acordadas. Las categorías naturales constituyen un sistema de clasificación informal utilizado por un determinado grupo profesional o cultural, y reflejan un consenso social sobre qué es importante o digno de ser noticia en un determinado contexto. » Factores de recuperación: comprenden la detección y la atenuación del incidente. La detección se define como una acción o circunstancia que da lugar al descubrimiento de un incidente. Los mecanismos de detección pueden formar parte del sistema (por ejemplo, las alarmas en los circuitos de los respiradores) o pueden ser el resultado de un proceso de comprobación o de vigilancia. Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería Un factor atenuante se define como una acción o circunstancia que impide o modera la evolución de un incidente hacia la provocación de un daño al paciente. El mecanismo del daño ya se ha iniciado, pero aún no ha producido el máximo daño posible (por ejemplo, la administración de un fármaco para anular la acción de otro). » Resultados para el paciente, se dividen en: o Daño: alteración estructural o funcional del organismo y/o cualquier efecto perjudicial derivado de aquella. o Enfermedad: disfunción fisiológica o psicológica. o Lesión: daño producido a los tejidos por un agente o una circunstancia. o Sufrimiento: la experiencia de algo subjetivamente desagradable. o Discapacidad: cualquier tipo de alteración estructural o funcional del organismo, limitación de actividad y/o restricción de la participación en la sociedad, asociadas a un daño pasado o presente. Las categorías naturales de los resultados para el paciente se denominan tipos de efecto adverso. Por ejemplo, lesión de un uréter durante una intervención o náuseas secundarias a una medicación. » Resultados para la organización: normalmente pueden tener efectos económicos, de reputación y/o mediáticos. » Medida de mejora: medida adoptada o una circunstancia alterada para mejorar o compensar cualquier daño derivado de un incidente. Buscan el restablecimiento tanto de la situación clínica del paciente, como de las repercusiones que haya sufrido la organización. Un ejemplo sería la hidratación del paciente que presentaba náuseas y vómitos por la medicación. » Las medidas adoptadas para reducir el riesgo se definen como acciones encaminadas a reducir, gestionar o controlar un daño, o la probabilidad de que se produzca un daño asociado a un incidente. Dichas acciones pueden relacionarse directamente con los incidentes y factores contribuyentes, la detección, los factores atenuantes o las medidas de mejora, y pueden ser proactivas (antes de que suceda el incidente) o reactivas (a partir de los conocimientos adquiridos tras la observación del incidente). Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería Las medidas que se utilizan para disminuir la frecuencia de aparición del incidente o para aumentar la capacidad de su detección incluyen las denominadas barreras del sistema. Las medidas encaminadas a atenuar el impacto del efecto adverso en el paciente y las que pretenden restablecerlo incluyen los denominados planes de contingencia. Resiliencia se refiere al grado en el que un sistema previene, detecta, mitiga o mejora continuamente peligros o incidentes. La seguridad del paciente se define como la ausencia de lesiones o complicaciones evitables, producidas o potenciales como consecuencia de la atención a la salud recibida. Es consecuencia de la interacción y el equilibrio permanente de múltiples actuaciones del sistema sanitario y de sus profesionales. Mejorarla depende de un aprendizaje continuo sobre como interaccionan los diferentes componentes del sistema y supone desarrollar sistemas y procesos encaminados a reducir la probabilidad de aparición de fallos y errores, aumentar la probabilidad de detectarlos cuando ocurren o mitigar sus consecuencias. Entre las dimensiones de la seguridad del paciente encontramos: » Seguridad del entorno y de los equipos. » Prevención de infecciones asociadas a los cuidados. » Seguridad en el uso de los medicamentos. » Procedimientos y prácticas clínicas seguras. » Comunicación efectiva a diferentes niveles. La seguridad del paciente es un espacio común de trabajo para gestores, profesionales y pacientes. Algo que nos preocupa y nos ocupa. Es un síntoma de dos síndromes: el síndrome de la calidad y el síndrome de la responsabilidad profesional y como dijo L. Leape, un «viaje», más que un «destino». Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería Figura 1. Incidente adverso. Fuente: World Health Organization, 2009. 3.5. El riesgo de la asistencia sanitaria La asistencia en sí misma implica en mayor o menor medida un riesgo para el paciente. Ese riesgo se expresa de diferentes maneras, consecuencia de la interacción entre la afectación o no del paciente, su vulnerabilidad, la existencia de equivocaciones humanas o fallos del sistema y la aceptación de un daño previsible buscando un beneficio mayor. Para ilustrar las diferentes situaciones que pueden producirse vamos a utilizar como ejemplo la administración de un fármaco: Entre los factores que pueden llevar a provocar que la administración de un fármaco atente contra la seguridad de un paciente podríamos encontrar un error de prescripción, por ejemplo, en el que la dosis indicada no haya sido la adecuada (posible fallo humano), una confusión entre dos envases casi indistinguibles (apunta más a un fallo del sistema), o la administración de un fármaco a sabiendas de que puede perjudicar al paciente (por ejemplo, la quimioterapia). Suponiendo que las barreras han fallado (comprobación de la dosis o del principio activo contenido en el envase) y el fármaco ha sido administrado, esto puede tener repercusiones en el paciente o no; es decir, podría provocarle un perjuicio dependiendo del tipo de incidente y de las propias características del paciente. Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería El interés por los riesgos en la atención sanitaria no es nuevo. Efectos indeseables de los medicamentos, infecciones nosocomiales, complicaciones del curso clínico y errores diagnósticos y terapéuticos han formado parte de las preocupaciones diarias de los profesionales sanitarios. Barr en los años cincuenta del siglo XX vio en ellos el precio a pagar por los modernos métodos diagnósticos y terapéuticos, en tanto que Moser los denominó «las enfermedades del progreso de la medicina». El uso del término iatrogenia, en la actualidad, no se limita exclusivamente a las consecuencias indeseables de la prescripción de medicamentos, sino que incluye toda patología añadida y relacionada con el proceso asistencial, teniendo en cuenta el desarrollo del conocimiento y el estado del arte en un momento dado y no prejuzgando la existencia de error o negligencia. En cualquier caso, el concepto de riesgo asistencial es impreciso e incluye cualquier situación no deseable o factor que contribuye a aumentar la probabilidad de que se produzca, que está en relación con la atención sanitaria recibida y que puede tener consecuencias negativas. La medida del riesgo ligado a los cuidados hospitalarios es una cuestión de suma importancia para el sistema de salud, tanto en su dimensión sanitaria como económica, jurídica, social e incluso mediática. En el campo de la atención a la salud y la salud pública, el término riesgo presenta una serie de peculiaridades, ligándose clásicamente al estudio de la asociación causal y a la probabilidad de que ocurran hechos relacionados con la salud o su pérdida tales como fallecimiento, enfermedad, agravamiento, accidente, curación o mejoría. La creciente complejidad de los sistemas sanitarios y del entorno de la práctica clínica en este tercer milenio suponen un nuevo escenario para el ejercicio de las ciencias de la salud: «la medicina, que en el pasado solía ser simple, poco efectiva y relativamente segura, en la actualidad se ha transformado en compleja, efectiva, pero potencialmente peligrosa». Y si ha de actuar ante pacientes cada vez más vulnerables, el problema se amplifica y la búsqueda de soluciones no admite demora. 3.6. El análisis y la gestión del riesgo de la asistencia sanitaria El riesgo y la seguridad no son conceptos distintos, sino situaciones de un «continuo» mayor o menor grado de riesgo para el paciente. El riesgo y la seguridad forman un Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería equilibrio dinámico representado por la línea sinuosa que los separa: cuando uno aumenta, el otro disminuye. La SP es resultado de la interacción y el equilibrio permanente, por un lado, de una serie de condiciones latentes que incluyen la cantidad y calidad de los recursos, la llamada cultura de la seguridad y las características del contexto institucional y, por otro, de los profesionales y equipos que desarrollan su actividad en el entramado asistencial. Asimismo, aunque la SP se centra en la prevención de los eventos adversos consecuencia de la atención recibida y no en las complicaciones o consecuencias del devenir desfavorable de la historia natural de la enfermedad del paciente, algunas características de la población atendida (como el envejecimiento, las condiciones socioeconómicas, el nivel educativo y el apoyo familiar) constituyen una amenaza para la seguridad, dado que incrementan la vulnerabilidad del paciente. Uno de los modelos explicativos de la SP es el del «queso suizo», en el cual se representan como lonchas de queso, las barreras del sistema sanitario para reducir los riesgos o peligros de las actividades sanitarias y evitar la aparición de efectos adversos en el paciente, en tanto que sus agujeros representan sus imperfecciones. Cuando se produce un alineamiento simultáneo de los fallos de las barreras, se produce el evento adverso. La Norma UNE 179003:2013 de AENOR define siete fases en el proceso de análisis y gestión de riesgos: Análisis de situación y contexto Para poder gestionar los riesgos de una organización sanitaria debemos previamente conocer en profundidad nuestro servicio, nuestras actividades, nuestros clientes/usuarios (aquellos cuya necesidad ha determinado la existencia de nuestro servicio, los pacientes) y su entorno o contexto, incluyendo los aspectos organizativos principales y los recursos técnicos y humanos destinados a la consecución de cada uno de los objetivos asistenciales de la organización. Además, debemos tratar de identificar cuáles son los procesos que generan mayor riesgo, tanto por su frecuencia como por su gravedad, elaborando idealmente un mapa de riesgos. Esta primera fase del ciclo de gestión de riesgos nos servirá como referente y hará más eficaz el abordaje de las siguientes fases. Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería Las metodologías y herramientas que se emplean como apoyo en esta primera fase persiguen alinear cada uno de los procesos que componen el servicio que presta una organización con los objetivos de la misma y con destinatarios de dicho servicio. Esta fase será el primer paso para contar con la información necesaria para identificar riesgos ligados a nuestro servicio, su organización, el grado de orientación o enfoque a satisfacer las necesidades de nuestros pacientes, los procesos clave y la relación e interacción entre ellos. Sistemas de comunicación, notificación, participación y consulta Para poder conocer de manera completa los riesgos potenciales de la actividad sanitaria, es necesaria además la puesta en marcha de sistemas de comunicación, tanto interna como externa; así como cauces de notificación interna y de participación de profesionales y de los pacientes. De este modo, podremos conocer mejor los problemas que surgen en nuestras organizaciones (sus características y los factores favorecedores y condicionantes). Criterios de evaluación de riesgos Se definen por los recursos que la organización va a destinar a la evaluación y gestión de los riesgos, considerando sus características y gravedad, los procesos en los que se originan, la capacidad y los mecanismos de detección de los mismos y el nivel de riesgo asumible, entre otros aspectos. Apreciación del riesgo A partir de los elementos anteriores, podemos identificar de forma exhaustiva todos los riesgos que nuestra actividad y contexto pueden generar, analizando en cada uno de estos riesgos su origen, sus causas y las consecuencias potenciales que comporta. El paso siguiente en esta fase consistiría en estimar la frecuencia y la gravedad de cada riesgo, lo que permitirá la fase posterior de priorización en la gestión de los riesgos identificados. Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería Una identificación de riesgos exclusivamente reactiva, a posteriori, tras un evento adverso, no es suficiente y deberá complementarse con una identificación de riesgos potenciales a priori, a fin de prevenir que estos originen finalmente eventos adversos. Las fuentes de información habituales en esta fase serán: profesionales con experiencia en las diferentes funciones y procesos de nuestra organización sanitaria, otros expertos externos, documentos, informes, protocolos, encuestas a pacientes, reclamaciones, auditorías, etc. Los tipos de riesgos que deberán identificarse son tan variados como lo son los procesos, agentes y recursos que constituyen la prestación de un servicio sanitario (Figura 2). Factores Individuales Factores de la tarea Factores del paciente Factores de comunicación Organización, Factores ligados a la área o Organización y proceso Factores del equipo la estrategia a explorar de personas y sociales Condiciones de trabajo Factores de formación Factores de recursos y equipamiento Figura 2. Conjunto de categorías de riesgos propuesto por la Agencia de Seguridad del Paciente del Reino Unido (NPSA). Las herramientas de uso más frecuente para apoyar esta fase de identificación de riesgos son: » Lluvia de ideas para generar diversidad de aportaciones. » Técnica del grupo nominal para reducir las aportaciones iniciales a un conjunto de tamaño «gestionable». » Espina de pescado para identificar riesgos agrupados por categorías. Una vez identificados los riesgos de nuestra organización, área o proceso y dado que nuestros recursos para gestionarlos son limitados, nos preguntaremos: ¿cuáles de ellos son los más relevantes? De nuevo en esta fase, el enfoque será una combinación de Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería análisis reactivo (análisis de causa raíz, posterior a un evento adverso) y proactivo (a priori). Para determinar la relevancia de cada riesgo podemos hacer una matriz de riesgos, tal y como se ilustra en la Figura 3, en la que se determina la relevancia de cada riesgo en base a su probabilidad e impacto, se le cataloga como muy grave, importante, apreciable o marginal, y se proponen, consecuentemente, diferentes tipos de medidas. IMPACTO Matriz de Riesgos MUY BAJO BAJO MEDIO ALTO MUY ALTO 1 2 3 4 5 MUY ALTA 5 5 10 15 20 25 ALTA 4 4 8 12 16 20 PROBABILIDAD MEDIA 3 3 6 9 12 15 BAJA 2 2 4 6 8 10 MUY BAJA 1 1 2 3 4 5 Riesgo muy grave. Medidas preventivas urgentes. No se debe prestar el servicio sin la aplicación de medidas preventivas urgentes y sin acotar sólidamente el riesgo. Riesgo importante. Medidas preventivas obligatorias. Se deben controlar fuertemente las variables de riesgo durante la prestación del servicio. Riesgo apreciable. Estudiar económicamente si es posible introducir medidas preventivas para reducir el nivel de riesgo. Si no fuera posible, mantener las variables controladas. Riesgo marginal. Se va a vigilar aunque no requiere medidas preventivas de partida. Figura 3. Matriz de riesgos. Conocemos qué riesgos afectan a los servicios que proporciona nuestra organización y, tras analizarlos, también sabemos cuáles de ellos son los más relevantes, cuáles son sus causas y qué factores los condicionan. Además, deberíamos considerar el impacto en salud y en la economía de los riesgos, la normativa vigente y las prioridades de la organización, entre otros aspectos clave, para priorizar su abordaje. Considerando que no podemos afrontar el 100 % de todos los riesgos posibles, se trata de responder a preguntas como: ¿cómo podemos prevenirlos o minimizarlos?, ¿qué nivel de riesgo aceptamos?, ¿cómo vamos a reaccionar si suceden? La respuesta a estas preguntas va a depender de múltiples factores de cada organización o área como: su estrategia y objetivos, sus recursos disponibles, su cultura de gestionar los riesgos, su tipo de cliente… y no se podría establecer una guía que recomendase una única respuesta para cada riesgo. Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería No obstante, sí que podemos agrupar las respuestas en tres tipos: evitar el riesgo, mitigar el riesgo, aceptar el riesgo. Así, por ejemplo, para evitar errores en la identificación de pacientes se puede utilizar una pulsera identificativa, y si cuenta con código de barras puede evitar la administración errónea de medicación. Independientemente de las respuestas adoptadas, vamos a afrontar un cierto nivel de riesgo en nuestro servicio. Para aquellos riesgos más relevantes no prevenidos a priori, deberemos preparar de antemano Planes de contingencia que permitan reaccionar con presteza y eficacia si dichos riesgos finalmente ocurren. Tratamiento del riesgo En esta fase definiremos programas y planes de prevención y control de los riesgos que hemos considerado más relevantes en nuestra evaluación previa. Además, tendremos en cuenta las tres posibilidades para controlar ese riesgo: no iniciar o interrumpir la actividad que lo generaba; modificar la actividad para reducir el riesgo o mitigar el daño potencial o mantener el riesgo. En esto, nuevamente consideraremos el balance riesgo/beneficio de las actividades que hemos evaluado, así como la normativa vigente. Tras definir la mejor alternativa, estableceremos un plan de tratamiento del riesgo en el que debe definirse el proceso de comunicación, asignación y delegación de responsabilidades, tareas, procedimientos e indicadores relacionados con el plan de prevención y control; trabajando en equipo e involucrando a las personas y grupos que, en primera línea, se encargarán de su gestión y seguimiento. En esta fase, cada área/unidad de la organización se encargará de: comunicar todo lo relacionado con los riesgos que involucran al área/unidad, habilitar procesos de detección e información de riesgos, detallar procedimientos y designar responsables para cada plan de respuesta (a priori y a posteriori) y dotarse de los recursos necesarios para gestionarlos. Registro de actividades En esta fase la organización o área aborda la gestión de riesgos como parte del desempeño de sus funciones y de su trabajo diario. Lleva a cabo un seguimiento y Tema 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) Seguridad del Paciente en los Cuidados de Enfermería gestiona sus riesgos e incorpora las «lecciones aprendidas» a sus procesos con el fin de robustecerlos mediante la recogida sistemática de indicadores. Seguimiento y evaluación La evaluación periódica de los indicadores monitorizados y los datos aportados por los sistemas de comunicación (incluyendo incidentes y eventos adversos), permiten valorar la efectividad de todas las fases previas del plan de control y gestión de riesgos, e incorporar ajustes y mejoras en los mismos en un ciclo continuo de mejora de la calidad. 3.7. Recursos y enlaces de interés AENOR. Norma UNE 179003:2013 Servicios sanitarios. Gestión de riesgos para la seguridad del paciente. Disponible en: https://www.aenor.com/certificacion/sanidad-y- servicios-sociales/seguridad-paciente Aranaz-Andrés JM, Aibar-Remón C, Mira-Solves JJ., Vitaller-Burillo J. 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