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Universidad de Alicante
Carmen Mañas Viejo
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This document discusses development emotional and affective aspects, including the approach to the concept of emotion, the emotional stages, and the factors that affect the intensity of emotion.
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Carmen Mañas Viejo Dpto. Psicología Evolutiva y Didáctica Facultad de Educación Universidad de Alicante Desarrollo emocional y afectivo. A_ Desarrollo emocional. 1. Aproximación al concepto 2. Núcleos temáticos de las emociones. (Fotocopia clase). 3. Momentos e...
Carmen Mañas Viejo Dpto. Psicología Evolutiva y Didáctica Facultad de Educación Universidad de Alicante Desarrollo emocional y afectivo. A_ Desarrollo emocional. 1. Aproximación al concepto 2. Núcleos temáticos de las emociones. (Fotocopia clase). 3. Momentos evolutivos de las emociones (Fotocopia clase). 4. Capacidades de la emoción: 5. Funciones de las emociones - Organización - Anticipación - Prevención - Comunicación. 6. Factores que afectan a la intensidad de la emoción 7. La relación de apego y sus manifestaciones emocionales. 8 Tipos de apego y factores que inciden en el establecimiento y regulación del apego. 9. Los factores que, sin duda, contribuyen a la regulación emocional son: La edad, el género y el contexto socializador. 1. Aproximación al concepto. Def: La emoción es el resultado de la actividad postural. Toda emoción puede reducirse a cómo se manifiesta el tono. (Wallon, 1968) Def: Reacciones subjetivas al ambiente que van acompañadas de respuestas neuronales y hormonales, generalmente experimentadas como agradables o desagradables. Def: Son reacciones que surgen ante determinadas situaciones y que vivimos como una fuerte conmoción del estado de ánimo o de los afectos (Cano-vindel,1989) En la emoción y siguiendo los postulados de la Escuela Española de la Emoción intervienen varios procesos: En primer lugar procesos cognitivos que permiten reconocer una emoción. En segundo lugar se produce una reacción visceral En tercer lugar la emoción se manifiesta a través del gesto. Nos situamos así en una teoría trifactorial de la emoción, en la que se distinguen tres factores fundamentales: Fisiomotor (Disposicional) Afectivo (Excitatorio) Cognitivo (Experiencial En general existe un grado de concordancia entre los tres sistemas de respuestas bastante alto, pero en ocasiones las manifestaciones emocionales a través de los mismos no son concordantes. De ahí que se piense en la independencia de los tres canales de manifestación de la emoción. La experiencia emocional, lo que sentimos y pensamos durante una reacción emocional se suele clasificar según tres ejes: Placer-desagrado; Intensidad y Grado de control. 2.- Núcleos temáticos de las emociones (Fotocopias clase) 3.- Momentos evolutivos de la manifestación de las emociones (Fotocopias clase) - Primeros días: asco, malestar y sonrisa - 2º mes de edad aprox.: Enfado tristeza y sorpresa - 3º mes de edad aprox.: Ajuste entre el desencadenante/ expresión y movimiento. - 8º mes de edad aprox.: Referencia social - Primer año de vida: Aumento expresiones positivas - Segundo y tercer año de vida: Control emocional, aparición de las emociones morales: Orgullo, vergüenza y culpa. 4.- Capacidades de la emoción Las emociones nos permiten actuar sobre el medio. Innovadoras tecnologías, como el escáner cerebral, aportan datos neurobiológicos que ayudan a comprender la manera que los centros emocionales del cerebro nos incitan a la rabia, al llanto, a la risa... que pueden proporcionarnos la elaboración de nuevas estrategias para abordar las crisis emocionales, personales y colectivas. 5. Funciones de las emociones Las emociones son, fundamentalmente, funcionales, y por tanto son principalmente procesos adaptativos que activan súbitamente una importante cantidad de recursos psicológicos. Estos procesos adaptativos se activan cada vez que el organismo detecta algún peligro o amenaza a su equilibrio (Palomero y Fernández Abascal, 1998) por tanto no son estáticos, sino que cambian en función de las demandas del entorno, por acción de la experiencia. El saber que somos capaces de crear nuestras propias emociones, abre un campo clínico, pedagógico y social respecto al estudio de las alteraciones producidas por un excesivo caudal de estimulación percibida (estrés) o por una excesiva inhibición en la producción de dicha estimulación (depresión), posibilitando la prevención e intervención en situaciones ansiosas y mejorar así el desarrollo personal. Cada emoción nos predispone de un modo diferente a la acción, las grandes estructuras emocionales se van construyendo al experimentar a través de nuestro cuerpo la realidad exterior. No podemos olvidar que en los momentos realmente cruciales de nuestra vida son, las emociones las que nos permiten afrontar o no, las situaciones difíciles. El miedo, el enojo, la risa, el llanto son emociones universalmente reconocidas por personas pertenecientes a diversas culturas. (Levenson, R W., Ekman, P. y Friesen, W. V. 1990) Pero la mayor parte de las expresiones emocionales son aprendidas en un medio sociocultural determinado, análogamente a lo que ocurre con el lenguaje ( gran plasticidad), y es que en sentido estricto el lenguaje y la expresión emocional son medios de comunicación, de relación. Existe una clásica relación demostrada entre la frustración y la explosión agresiva. Emoción --- frustración --- agresión --- calma Un ejemplo seria el "el duelo", solo en el estallido del llanto encontramos liberación, también en las conductas agresivas el mecanismo psicológico que se impone es que sólo en el estallido, en la descarga agresiva encontramos tranquilidad. La insatisfacción de una necesidad básica como el establecimiento de vínculos afectivo estables (Bowlby,1986) lleva al sujeto a una frustración, es decir a sentirse mal, a confundir el deseo con la necesidad, a tener una emoción interpretada como negativa, que tenderá a la acción, proyectiva o introyectiva como respuesta. La separación, el rechazo, el temor a perder a la persona querida, de forma real o imaginaria produce un sentimiento de insatisfacción, frustración y angustia universalmente reconocido como subyacente en conductas violentas, malos tratos crueles y en muchos casos mortales. 6. Factores que afectan a la intensidad de la emoción - Sentido de la realidad - Proximidad. - Cualidad de inesperado. - Nivel existente de exicitación. 7. La relación de apego y sus manifestaciones emocionales Bowlby (1986) define el apego cómo una necesidad primaria, no aprendida, de establecer vínculos afectivos con los progenitores o quienes les sustituyan. Bajo la relación del Apego subyacen, posiblemente, las emociones más intensas que los humanos sentimos durante toda nuestra vida. El apego exige contacto corporal, intercambio de emociones y recursos simbólicos. La separación de la figura de apego activa las manifestaciones de alarma, conocida como la angustia de separación (gritos, lloros) que busca conseguir la proximidad de la figura de apego, la calma de una tensión, de un miedo… El Apego liga el subsistema emocional con el subsistema exploratorio. De manera que, la mala vinculación emocional, favorece el cese de la exploración debido a la inseguridad y viceversa. Los niños y las niñas necesitan estar seguros de la proximidad de la figura de apego para desarrollo todas sus competencias activo-cognitivas. Existe, en la actualidad cierto consenso en admitir que la vinculación afectiva, tempranamente vivida deja una huella, lo suficientemente profunda, como para marcar un estilo, una cierta forma de vincularse afectivamente a otro. 8. Tipos de apego y factores que inciden en el establecimiento y regulación del apego. Emocionalmente, el vínculo afectivo se acompaña de nociones, conceptos, sentimientos y experiencias ligadas a la pertenencia, al compromiso y al deseo. Y, aunque a lo largo del ciclo vital los comportamientos de aproximación y de apego varían, la función nuclear: favorecer la supervivencia, asegurándose un protector cuidado, permanece constante. (López Sánchez, F.2003) Basándose en ciertos criterios como la separación de la figura de apego, la reacción en el reencuentro y la utilización de la figura de apego como base de exploración, Ainswhort y col (1978) desarrollaron un procedimiento breve y sistemático denominado la situación extraña, destinado a evaluar la seguridad del vínculo afectivo. En la primera infancia, se encontraron tres grandes patrones de apego, a los que en los últimos años se ha añadido un cuarto patrón - Apego seguro - Apego ansioso-ambivalente - Apego ansioso-evitativo - Apego ansioso- desorganizado. El apego seguro se caracteriza por una exploración activa en presencia de la figura de apego, manifestación de cierto grado de ansiedad ante la separación y facilidad para el reencuentro. El apego ansioso-ambivalente, se caracteriza por una escasa exploración en presencia de la figura de apego, reacción de intensa ansiedad ante la separación y comportamientos ambivalentes ante el reencuentro. En el tipo de apego ansisoso-evitativo es similar al ambivalente, se diferencia en el comportamiento evitativo ante el recuentro. Por último, el apego ansioso-desorganizado, se caracteriza por comportamientos estereotipados y conductas, en general, poco definidas. El establecimiento de un vínculo afectivo seguro está basado en la confianza y en el respeto. Inciden, naturalmente factores como, las características de las personas implicadas en el establecimiento de ese vínculo y el contexto. El entramado afectivo se teje en relaciones íntimas llenas de identificaciones, negaciones, sublimaciones y proyecciones que recorren un camino de ida y vuelta, de interacción, configurando personalidades supervivientes con más o menos capacidad de adaptación. Como estamos viendo, emocionalmente, el vinculo afectivo está impregnado de sentimientos de pertenencia, atribución y dependencia (mi mama me mima) y no podemos dejar de señalar la importancia que el desarrollo de la emoción y los factores de regulación y control emocional tienen en todo este proceso. 9. Los factores importantes que contribuyen a la regulación emocional son: La edad, el género y el contexto socializador. La edad, bajo la apariencia de una única variable, está ligada a la maduración, que es el factor que más profundamente y de manera más duradera afecta al desarrollo emocional. Con la edad, y debido a las experiencias vividas, el comportamiento emocional tiende a estabilizarse, adquiere consistencia. El gradual alcance de autonomía física aporta experiencia cognitiva que ayuda a regular de manera eficaz y funcional las emociones, la posición de sentado, el gateo y naturalmente la marcha posibilitan una mayor autonomía en la exploración y en el conocimiento y también lógicamente en la satisfacción de las necesidades. Por otra parte y mediante el uso desenvuelto de la lengua se descubre la capacidad de actuar sobre las acciones del otro con enunciados lingüísticos. El control emocional supone perder en impulsividad (violencia explosiva), disminución de las rabietas, de la agresión física y ganar en defensa verbal, variedad y riqueza. Las emociones van ligadas al desarrollo de la vida estética y moral. Pero la edad no sólo suaviza y mejora el control de los procesos emocionales, también puede contribuir a empeorarlos. De manera que la edad se convierte en un buen indicador de las posibilidades de control emocional que pueden alcanzar las personas. Veamos a continuación otro factor importante en la regulación emocional, el género, que definiremos, de forma sencilla, como una compleja realidad psicosocial que se refiere al conjunto de rasgos que comúnmente se entienden como: lo femenino y lo masculino. Y como señala Kéller (1994), el género, como construcción psico-social, no es un simple reflejo de sexo. En un amplio sentido la identidad de género va unida al aprendizaje y desarrollo de los roles, femenino/masculino, que comienza en fases muy tempranas del desarrollo y se prolonga a lo largo del ciclo vital. Kohlberg, (1966) describió siguiendo las etapas descritas por Piaget, el proceso de identificación y aprendizaje de roles de género cuya constancia, es decir, cuya adquisición de pertenencia se realiza aproximadamente sobre los cinco años de edad, momento que coincide con la construcción de lo que podríamos llamar primera identidad. Es importante resaltar la importancia que el otro, el adulto, en sus diversos papeles de socialización tiene. En buena medida las diferencias emocionales de los niños y las niñas son atribuibles a diferencias en la socialización y crianza. Estas diferencias se deben tanto a los modos educativos como a la adaptación de los sexos a estereotipos. Y cómo sabemos los esquemas estereotipados de conducta, actúan casi siempre, de manera automática e involuntaria. Sin embargo, no es menos cierto que el aprendizaje de roles tiene mayor capacidad de ser modificado, sobre todo comportamentalmente. Crick y Grotpeter (1995) han probado, empíricamente, la diferenciación entre la agresión exhibida por ambos sexos: - Las chicas presentan un tipo de agresión relacional (atenta contra amistades y sentimientos de pertenencia, negando la palabra... aislando...). - Los chicos exhiben un tipo de agresión abierta física y verbal. Esta diferenciación no es baladí, cada sexo ataca con lo que más valora. El masculino la fuerza; el femenino la relación. La vivencia bipolar del género dificulta la necesaria convivencia de los sexos. Por último, y también de forma casi telegráfica, abordamos el contexto, sin duda un factor esencial en la regulación emocional. En el contexto familiar tiene lugar el amplio proceso de socialización mediante el cual se adquieren los conocimientos útiles y necesarios para el conocimiento de la sociedad a la que se pertenece, así como la forma adecuada de relacionarse con los demás. El género y el contexto socializador básico, el familiar, pese a ser relativamente estables, están sujetos a desarrollo y por tanto muestran una gran variabilidad. Variabilidad que termina conformando un determinado estilo de relación. El estilo de apego desarrollado tiene una gran trascendencia en la elaboración de las redes afectivas posteriores que las personas sean capaces de realizar. B: Desarrollo afectivo. Estructura de la personalidad: Para estudiar la personalidad en esta primera etapa de la vida, nos fijaremos en la teoría psicoanalítica de D. Freud (1856- 1939), qué recordamos la enmarcamos dentro del modelo “organicista”. El organicismo se corresponde con las tradiciones filosóficas europeas del idealismo, racionalismo y naturalismo. Rousseau (1712-1778), Leibniz (1646-1716) o Kant (1724-1804) constituyen buenos ejemplos de esa tradición de pensamiento que resalta el papel de los procesos internos al explicar el desarrollo. El organicismo asigna al cambio evolutivo las siguientes características (Bermejo y Lago, 1994): - El cambio evolutivo no ocurre de cualquier modo. Es secuencial. - En esa secuencia no se producen retrocesos, es irreversible. - El desarrollo se produce cuando desde un estructura se consigue otra jerárquicamente superior, que integra a la anterior manteniéndola, y que es más compleja y cualitativamente distinta. El cambio evolutivo es estructural y cualitativo. - El cambio se produce según un patrón, siguiendo unas pautas, hacia la madurez. Por eso se dice de él que es unidireccional. - El cambio evolutivo tiene una meta: alcanzar la culminación del desarrollo. Es teleonómico, existe un estado final al que llegar. - Las pautas que sigue el cambio evolutivo son iguales para todos los sujetos, y en ese sentido es universal. Los universales evolutivos, constituyen etapas o estadios que caracterizan el desarrollo. La teoría psicoanalítica de Sigmund Freud (1856-1939) propone un modelo de funcionamiento psicológico consciente a partir de determinantes inconscientes. Plantea la personalidad en términos de conflicto entre impulsos, instintos y valores socioculturales. Entre el principio de realidad y el principio del placer. Concede a la personalidad una dimensión dinámica que está sometida a dos fuerzas instintivas básicas: Eros y Tanatos. El desarrollo puede considerarse como el tránsito desde las satisfacciones inmediatas por parte del bebé, que se comporta dominado por el principio del placer, hacia el comportamiento más controlado del niño que atiende al mundo exterior, según el principio de realidad. Argumenta que la motivación que genera la actividad es una energía interna al organismo que puede ser canalizada de formas diferentes (Delval,1994). Instancias de la personalidad. - ELLO: Déposito de instintos biológicos o líbido, que fundamentalmente actúan de acuerdo al principio del placer. - YO; Imagen que uno tiene de sí mismo. Es el mediador entre el ello, el mundo exterior y el Super-yo. Actúa en función, principalmente, del principio de realidad. - SUPER-YO; Conciencia que establece lo correcto e incorrecto en una sociedad dada. En el desarrollo de la personalidad, el individuo va pasando por una serie de etapas, cada etapa viene caracterizada por una fuente de líbido, una zona erógena preponderante, unos objetos específicos de satisfacción y unos conflictos específicos entre las pulsiones y la realidad. En definitiva una estructuración de la personalidad. Tanto la satisfacción sin límites (principio del pacer) como la frustración y represión excesivas de las satisfacciones ocasionan problemas y patologías en el desarrollo. Fases del desarrollo de la personalidad: - Oral (0-1 año de edad), en la que la boca es la zona erógena preponderante. - Anal (2-3 años de edad) en la que la zona erógena preponderante es la anal, cuyo valor simbólico representa todo lo valioso que puede ser perdido. El control de esfínteres conforma la dinámica sexual afectiva: control – retención- expulsión. Puede ser instrumentalizado, como regalo, protesta, rebeldía... ante el adulto que pretende enseñarle hábitos de higiene. - Fálica (3-6 años de edad) en la que la zona erógena preponderante son los órganos genitales. Se vive de manera especial el complejo de Edipo, que está formado por la suma de deseos hostiles del niño hacia sus progenitores. Frente a la culpabilidad ante sus deseos y fantasías de destrucción de su rival, reprime el deseo y renuncia a la posesión en exclusiva...pierde el interés por la gratificación de sus instintos entrando así en la fase de latencia. - Latencia (6años de edad-pubertad) la considera metafóricamente como un proceso químico por el que pasa un revelado de fotografía; el púber germina. La revelación de la fotografía sale a luz pública, presentándose el joven, que emprende un nuevo camino hacia la edad adulta. El replanteamiento de la teoría freudiana de Erikson (1968) supone un alejamiento del determinismo biosexual del desarrollo (punto más controvertido freudiano en su integración dentro de un modelo organicista) y una aproximación a los procesos de socialización. Se resalta la importancia del contexto social:” La personalidad se desarrolla de acuerdo con pasos predeterminados en la disposición del organismo humano a ser consciente de y a interactuar con una gama cada vez más amplia de individuos e instituciones significativas”. Para Erikson son tres los procesos interrelacionados que dan cuenta del desarrollo: - Biológico. Organización jerárquica de sistemas de órganos. - Social. Organización en grupos - El Yo. Principio organizativo del individuo. Los estadios que Erikson identifica en el desarrollo psicosocial del hombre dependen de las crisis que se producen entre tendencias positivas y negativas, y son las siguientes: - Fase infantil (oral-sensorial), caracterizada por la confianza-desconfianza. - Fase de la primera infancia (muscular-anal) en la que el antagonismo se produce entre autonomía frente a vergüenza y duda. - Fase de la edad lúdica (locomotor-genital), caracterizada por el enfrentamiento iniciativa- sentimiento de culpa. - Fase de la edad escolar (latencia) en la que se enfrentan trabajo- e inferioridad. - Fase de la adolescencia (pubertad y adolescencia) en la que la crisis se prduce entre la identidad y la difusión de la identidad. - Fase juvenil (juventud), caracterizada por la crisis intimidad – aislamiento. - Fase de la edad adulta (adultez), donde pugnan generalidad- autoabsorción. - Fase de la senectud madurez) en la que la crisis se origina entre la integridad y disgusto de vida. Bibliografía básica. PALACIOS, J. (1999) Desarrollo cognitivo durante los dos primeros años. En MARCHESI, A. Y COLL, C. (1999). Desarrollo psicológico y educación. Madrid. Alianza. ORTIZ, M.J. ; M. FUENTES, M. Y LÓPEZ, F. (1999): Desarrollo socioafectivo en la primera infancia. En MARCHESI, A. Y COLL, C. (1999). Desarrollo psicológico y educación. Madrid. Alianza.