Trastornos Psiquiátricos en Niños y Adolescentes

Es un comportamiento motor repetitivo, aparentemente guiado y sin objetivo en niños. Puede incluir sacudir manos, mecer el cuerpo, golpearse la cabeza, morderse, golpear el cuerpo, y a veces comportamientos autolesivos. No es parte de otros trastornos como la tricotilomanía o el TOC.

Son movimientos o vocalizaciones súbitos, rápidos, recurrentes y no rítmicos. Se experimentan como involuntarios, pero se pueden suprimir voluntariamente. Son persistentes, aparecen antes de los 18 años y duran más de un año.

Son acciones que un niño se inflige a sí mismo, y que forman parte de algunos trastornos del desarrollo, como el trastorno por movimientos estereotipados

Son trastornos que afectan el desarrollo del sistema nervioso y que pueden estar relacionados con el trastorno por movimientos estereotipados, como el síndrome de Lesch-Nyhan, o el síndrome de Rett.

Se caracterizan por movimientos o sonidos repetitivos e inesperados que pueden afectar la vida del niño.

Relacionado con la mente y emociones. Puede ser un factor en los trastornos del neurodesarrollo

Problemas de salud que pueden estar asociados a los trastornos del neurodesarrollo.

Circunstancias del entorno que pueden influir en el desarrollo de ciertos trastornos.

Movimientos o sonidos breves, como parpadear, encoger hombros o carraspear, que duran milisegundos.

Combinación de varios tics simples que duran segundos o más. Pueden incluir repetición de palabras (palilalia), gestos (ecopraxia), sonidos o palabras (ecolalia, coprolalia), o comportamientos inapropiados (copropraxia).

Trastorno neurológico caracterizado por la presencia de tics motores y vocales.

Trastornos en los que aparecen tics motores o vocales que duran al menos un año.

Aparecen tics motores o vocales, pero no se cumplen los criterios de duración de al menos 1 año.

Tendencia a tener otros trastornos como TDAH, TOC y ansiedad en personas con tics.

Importancia de distinguir los tics de las estereotipias (movimientos repetitivos e involuntarios pero no tics).

Dificultad en habilidades motoras coordinadas, como lentitud, torpeza e imprecisión en tareas motoras, afectando a la vida diaria.

Un trastorno donde se dificulta la coordinación de los movimientos, impactando la motricidad fina y gruesa. Pueden tener dificultades con tareas que requieren precisión, como escribir o abrocharse botones, así como con actividades que requieren fuerza y equilibrio, como correr o saltar.

No se diagnostica antes de los 5 años, ya que las habilidades motoras se desarrollan a diferentes ritmos. Se diagnostica cuando se observa una dificultad significativa en la coordinación a partir de los 5 años.

Afecta al 5-6% de los niños entre 5 y 11 años, siendo más común en varones (entre 2:1 y 7:1). La dificultad persiste en la adolescencia y la adultez temprana.

La exposición prenatal al alcohol, el nacimiento prematuro y el bajo peso al nacer son factores de riesgo.

Puede conllevar baja autoestima, problemas emocionales o conductuales, dificultades académicas, poca actividad física y obesidad.

Algunas condiciones médicas que pueden coexistir incluyen: trastorno fonológico y del lenguaje, trastorno específico del aprendizaje, TDAH, trastorno del espectro autista y síndrome de hiperlaxitud articular.

Dificultad para adquirir y usar el lenguaje en todas sus formas debido a problemas de comprensión, producción y uso del lenguaje.

Incluye trastorno del desarrollo del lenguaje receptivo y expresivo, trastorno del desarrollo del lenguaje expresivo, trastorno fonológico, tartamudeo y trastorno de la comunicación social (pragmático).

Dificultades en el aprendizaje que persisten durante al menos 6 meses a pesar de recibir ayuda. Afecta las habilidades académicas y la vida diaria. Comienza en la edad escolar, pero puede manifestarse más tarde.

Dificultad en la lectura que se caracteriza por problemas en el reconocimiento de palabras, mala ortografía y poca capacidad para escribir correctamente.

Dificultad en el cálculo que se caracteriza por problemas con el procesamiento de la información numérica, las operaciones aritméticas y el cálculo.

Miedo o ansiedad excesiva e inapropiada relacionada con la separación de las personas a las que se siente unido.

Factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar trastornos del neurodesarrollo, como la prematuridad, el bajo peso al nacer o la exposición prenatal a la nicotina.

La presencia de dos o más trastornos al mismo tiempo. Es común encontrar otros trastornos como TDAH, ansiedad o depresión en personas con trastornos del neurodesarrollo.

Afecta entre el 5% y el 15% de la población. Es más frecuente en hombres (2:1 a 3:1).

Estos trastornos tienen un origen biológico que afecta la capacidad del cerebro para percibir o procesar información.

El Trastorno de Ansiedad por Separación se diagnostica cuando un niño o adolescente menor de 18 años muestra síntomas que duran al menos 4 semanas. En adultos, los síntomas deben persistir por 6 o más meses.

Algunos síntomas incluyen: preocupación excesiva por la separación de las figuras de apego, miedo a estar solo, pesadillas sobre la separación, quejas físicas cuando se prevé la separación, y resistencia a ir al colegio.

El Trastorno de Ansiedad por Separación afecta aproximadamente al 4% de los niños, 1,6% de los adolescentes y 0,9-1,9% de los adultos en los Estados Unidos.

Los síntomas del Trastorno de Ansiedad por Separación pueden pasar por periodos de exacerbación (intensificación) y remisión (disminución). Estos ciclos pueden durar varios años, incluso hasta la edad universitaria.

Eventos como la muerte de una mascota, una enfermedad, un cambio de colegio, un divorcio o una mudanza pueden desencadenar el desarrollo de un Trastorno de Ansiedad por Separación.

Sí, el Trastorno de Ansiedad por Separación puede ser hereditario. Se ha encontrado una heredabilidad del 73% en gemelos de 6 años, con cifras más altas en las niñas.

En niños, el Trastorno de Ansiedad por Separación puede estar asociado a un mayor riesgo de suicidio. También puede limitar la participación en actividades y aumentar la probabilidad de otros trastornos como la ansiedad generalizada y la fobia específica.

Es importante distinguir el Trastorno de Ansiedad por Separación de otros trastornos mentales como el Trastorno Psicótico. Las percepciones inusuales, como ver figuras o criaturas monstruosas, pueden ser síntomas de ambos trastornos, por lo que se requiere una evaluación cuidadosa.

Un trastorno que dificulta el uso social del lenguaje, incluyendo la comprensión de las reglas del discurso, las expresiones no verbales, la interpretación del contexto social y la capacidad de mantener una conversación.

Mientras la timidez se caracteriza por una incomodidad general en situaciones sociales, el mutismo selectivo se define por la incapacidad de hablar en entornos específicos, aunque se pueda comunicar fluidamente en otros. En el mutismo selectivo, la persona habla con fluidez en casa o con personas de confianza, pero no habla en la escuela o en contextos sociales.

Un trastorno en el que los niños o adultos son incapaces de hablar en entornos específicos, a pesar de poder hablar en otros.

Incluye la incapacidad para hablar en entornos específicos, ansiedad social, deterioro social y académico, y a veces, el uso de comunicación no verbal.

El mutismo selectivo se caracteriza por la incapacidad de hablar en entornos específicos, mientras que otros trastornos de ansiedad, como la fobia social, pueden manifestarse con una amplia gama de síntomas que incluyen ansiedad generalizada en situaciones sociales.