Trastornos Asociados al Cuerpo

Trastornos en los que el cuerpo o la experiencia corporal del individuo es el síntoma principal de la patología. Se caracterizan por síntomas somáticos o somatomorfos, donde el cuerpo refleja las emociones y sentimientos del individuo.

Preocupación excesiva e irracional de tener o adquirir una enfermedad médica grave. Los síntomas somáticos, si existen, son leves o sensaciones corporales.

En la hipocondría, la enfermedad se convierte en un elemento central de la identidad y funcionamiento del individuo. La persona vive enfocada en la preocupación de tener una enfermedad.

Más del 60% de los pacientes con hipocondría presentan otro trastorno mental, como ansiedad, pánico, obsesivo-compulsivo o depresión.

El diagnóstico de hipocondría se basa principalmente en la evaluación clínica.

Un trastorno en el que la persona se preocupa excesivamente por un defecto percibido en su apariencia física.

Trastornos en donde la persona presenta síntomas físicos o psicológicos que parecen una enfermedad, pero en realidad son producidos de forma intencionada.

Una preocupación excesiva e intensa por malos olores (percibidos o no).

Preocupación excesiva por padecer o contraer una enfermedad grave, sin síntomas somáticos importantes, con ansiedad por la salud, comportamientos o evitación relacionados con la salud, y que dura al menos 6 meses.

El primer paso en el diagnóstico de la hipocondría es descartar una enfermedad física real a través de pruebas.

La hipocondría se distingue del Trastorno de adaptación por la falta de síntomas depresivos directamente relacionados con un factor estresante.

En la hipocondría, la preocupación se centra en la creencia de estar enfermo, mientras que en el Trastorno de Síntomas Somáticos, lo central son los síntomas físicos.

La hipocondría se diferencia del Trastorno Obsesivo-Compulsivo por la preocupación persistente sobre la enfermedad, mientras que en el TOC se centra en otras obsesiones.

En la hipocondría la preocupación es por contraer una enfermedad, mientras que en el Trastorno Dismórfico Corporal la preocupación es sobre la apariencia física.

Un paciente hipocondríaco puede también tener un trastorno depresivo, pero lo principal es el enfoque en la enfermedad y no la depresión como condición principal.

La hipocondría se diferencia del trastorno delirante porque en la hipocondría la creencia no alcanza el nivel de plena convicción. La persona con hipocondría aún tiene dudas, mientras que en el delirio la persona está convencido.

La hipocondría puede ser causada por un estrés vital significativo o una 'amenaza' a la salud, pero también puede estar asociada a un historial de abuso en la infancia o una enfermedad grave en la niñez.

La hipocondría es menos común en niños y puede estar asociada con problemas de memoria en personas mayores.

La hipocondría es una forma transitoria y menos grave de trastorno mental. La persona experimenta preocupaciones por la enfermedad, pero con menos intensidad que en otros trastornos.

En la hipocondría, la persona se preocupa por la enfermedad, pero puede presentarse con síntomas somáticos inespecíficos y cambiantes, como dolor, cefaleas, náuseas o disfagia.

En la hipocondría, los síntomas somáticos se convierten en el centro de la vida del individuo. La preocupación por la enfermedad controla sus decisiones y comportamiento.

El tratamiento de la hipocondría incluye descartar enfermedad orgánica, evitar la repetición de pruebas médicas innecesarias, crear una relación de confianza con el médico y administrar antidepresivos.

Sí, la psicoterapia cognitivo-conductual es una parte esencial del tratamiento de la hipocondría.

Las pruebas médicas se repiten en la hipocondría solo si hay un cambio notable en los síntomas.

Un trastorno donde la persona finge tener síntomas físicos o mentales para obtener atención médica.

Simulación o producción de síntomas para ser considerado enfermo. Las personas con este trastorno suelen tener conocimiento médico.

La principal motivación es la atención médica y el cuidado, es una ganancia primaria.

La persona simula síntomas en otra persona, como un niño, para obtener atención médica para sí mismos.

Se basa en criterios clínicos, incluyendo engaño, presentación como enfermo y comportamiento engañoso.

Es importante descartar enfermedades orgánicas reales antes de considerar un Trastorno Facticio.

El enfoque principal es la psicoterapia cognitivo-conductual, junto con estrategias para fomentar la confianza y la comunicación con el médico.

Se pueden utilizar antidepresivos, especialmente los que actúan sobre la serotonina, para tratar trastornos emocionales subyacentes.

El Trastorno de Síntomas Somáticos se caracteriza por uno o más síntomas somáticos que causan malestar significativo en la vida diaria, acompañado de pensamientos, sentimientos o comportamientos excesivos relacionados con los síntomas o la preocupación por la salud. Este estado sintomático es persistente.

Aunque ambos trastornos pueden incluir síntomas somáticos, en el Trastorno de Pánico, las crisis no se limitan a síntomas somáticos, sino que incluyen otros síntomas como miedo intenso y sensación de descontrol.

En algunos casos, las personas con Trastorno Depresivo Mayor presentan síntomas somáticos como quejas físicas, especialmente en adultos mayores. Es importante diferenciar estos síntomas de un Trastorno de Síntomas Somáticos.

La diferencia clave entre la Hipocondría y el Trastorno de Síntomas Somáticos radica en la preocupación central: la Hipocondría se enfoca en la creencia de tener una enfermedad, mientras que el Trastorno de Síntomas Somáticos se centra en los síntomas físicos.

El Trastorno de Síntomas Somáticos suele estar infradiagnosticado en adultos mayores, ya que se tiende a minimizar los síntomas como parte del envejecimiento. Además, se presenta con alta comorbilidad con trastornos depresivos.

El Trastorno de Síntomas Somáticos es más frecuente en mujeres, personas de edad avanzada, con poca escolarización, nivel socioeconómico bajo y desempleo.

antecedentes de abuso sexual, enfermedad física crónica concomitante o trastornos psiquiátricos (depresión, ansiedad), estrés social.

La principal motivación de una persona con trastorno facticio es obtener atención médica o cuidado.

El trastorno facticio implica la simulación o producción deliberada de síntomas físicos o psicológicos para ser considerado enfermo.

La persona con este trastorno se preocupa en exceso por un defecto percibido en su apariencia física, que puede ser leve o incluso inexistente para los demás.

El tratamiento principal para el trastorno facticio es la psicoterapia cognitivo-conductual para ayudar a la persona a identificar y cambiar sus patrones de comportamiento. También se pueden usar antidepresivos.

En la simulación, la persona finge síntomas para obtener una ganancia secundaria, como una pensión o evitar una responsabilidad. En el trastorno facticio, la motivación principal es la atención médica.

Los pacientes con trastorno facticio con frecuencia presentan rasgos de personalidad del grupo B, lo que significa que suelen ser personas muy emocionales o disociables.

El trastorno dismórfico corporal (también conocido como dismorfofobia) es una preocupación excesiva por un defecto percibido en la apariencia física. La persona ve una parte de su cuerpo como deforme y está muy preocupada por ello.

Las personas con este trastorno suelen llevar a cabo comportamientos o actos mentales repetitivos para aliviar su ansiedad, como mirarse constantemente en el espejo o buscar reassurance de los demás.

Un trastorno que se caracteriza por la extracción repetitiva del cabello, lo que puede resultar en calvicie.

Un trastorno que se caracteriza por la piel, que implica rascarse, pellizcarse o frotarse la piel repetidamente, incluso si no hay ninguna picazón.

Una condición en la cual una persona experimenta una profunda incomodidad con su cuerpo, específicamente con una parte de su cuerpo, a menudo sintiendo que no pertenece a su cuerpo.

El diagnóstico es esencialmente clínico y se basa en la evaluación clínica para determinar la presencia de preocupación excesiva por tener o adquirir una enfermedad grave.

La preocupación de tener una enfermedad grave se convierte en el elemento central de la identidad y funcionamiento del individuo.

No es muy frecuente dentro de la patología psiquiátrica.

La hipocondría es un trastorno mental en el que una persona tiene una preocupación excesiva y persistente por tener o contraer una enfermedad grave, a pesar de que no hay evidencia médica que apoye sus preocupaciones.

Para diagnosticar la hipocondría, la persona debe tener una preocupacion por padecer o contraer una enfermedad grave, sin sintomas fisicos importantes o solo leves, y una elevada ansiedad acerca de la salud. Esta preocupación debe durar al menos seis meses.

La hipocondría suele tener un curso crónico y recurrente. La persona tiene episodios con mayor angustia y ansiedad. La edad de inicio es típicamente tardía (50 años).

En la hipocondría, la preocupación se centra en la enfermedad, mientras que el Trastorno Dismórfico Corporal se centra en un defecto percibido en la apariencia física.

La Hipocondría se caracteriza por una preocupación intensa por la enfermedad, ansiedad por la salud y comportamientos relacionados con la salud, como la búsqueda constante de atención médica. Incluso si hay síntomas físicos, estos son leves o inespecíficos.

La Hipocondría es menos común en niños y puede estar asociada con problemas de memoria en personas mayores. También puede ser más común en personas que han experimentado estrés vital significativo o una amenaza a su salud.

El tratamiento de la Hipocondría incluye descartar enfermedades orgánicas, evitar la repetición de pruebas médicas innecesarias, crear una relación de confianza con el médico y administrar antidepresivos. La psicoterapia cognitivo-conductual también es esencial.

El Trastorno de Síntomas Somáticos se caracteriza por la presencia de uno o más síntomas somáticos que causan malestar significativo en la vida diaria. Estos síntomas pueden ser físicos o psicológicos, y están acompañados de pensamientos, sentimientos o comportamientos excesivos relacionados con ellos.

La Hipocondría se centra en la creencia de estar enfermo, incluso si no existen síntomas físicos significativos. El Trastorno de Síntomas Somáticos se centra en los síntomas físicos reales que están causando disfunción y malestar.

El tratamiento principal del Trastorno Facticio es la psicoterapia cognitivo-conductual. El objetivo es ayudar a la persona a identificar y cambiar sus patrones de comportamiento que los llevan a simular síntomas. Los antidepresivos pueden ser útiles para tratar trastornos emocionales subyacentes.

Aunque puede confundirse con otros trastornos, el Trastorno de Síntomas Somáticos se diferencia por su enfoque en los síntomas físicos, a diferencia de la preocupación por enfermedades graves (hipocondría) o la presencia de pánico (trastorno de pánico).

El diagnóstico se basa en la evaluación clínica. Se debe descartar la presencia de una enfermedad médica que explique los síntomas.

El trastorno es más común en mujeres, personas mayores, con poca escolarización, nivel socioeconómico bajo y personas desempleadas. También pueden influir antecedentes de abuso sexual, enfermedad física crónica o estrés social.

Es fundamental abordar el trastorno con un tratamiento adecuado que incluya psicoterapia para ayudar a la persona a manejar sus síntomas, pensamientos y comportamientos.

El Trastorno de Síntomas Somáticos suele presentar una alta comorbilidad (aparece junto a) con los trastornos depresivos.

En niños, el dolor abdominal es frecuente, pero normalmente NO se asocia a preocupación por enfermedad, debido a que su desarrollo cognitivo aún no está tan avanzado.

Una persona finge síntomas para obtener una ganancia secundaria (ej: pensión, evitar responsabilidad). No hay interés real por la enfermedad.

Preocupación excesiva por un defecto percibido en la apariencia física, que puede ser leve o inexistente para otros.

Actos repetitivos para aliviar la ansiedad, como mirarse en el espejo o buscar validación de otros.

La persona puede presentar episodios intermitentes, especialmente en la adultez temprana. Se asocia con problemas de salud física o mental.

En el Trastorno Facticio, la motivación principal es la atención médica, mientras que en la Simulación la ganancia es secundaria.

Comportamientos repetitivos como mirarse excesivamente al espejo o buscar reassurance de otros

Creencia de emitir un olor corporal o aliento nauseabundo, aunque sea imperceptible para otros.

Las personas realizan actos repetitivos para combatir el olor imaginario, como lavarse excesivamente.

Ambos tienen distorsión de la imagen corporal, pero en el Trastorno Dismórfico Corporal no se presentan alteraciones en la ingesta de alimentos.

Antidepresivos ISRS y Clomipramina, y Psicoterapia Cognitivo-Conductual.

Evolución crónica, inicio generalmente entre los 16-17 años.