Tema 4: España entre las dos Repúblicas

Un sistema político que se basaba en el bipartidismo, la Constitución de 1876 y el caciquismo.

La Constitución de 1876 estableció la monarquía parlamentaria hereditaria como única forma de gobierno válida y la compartió el poder con las Cortes.

El bipartidismo implicaba la existencia de dos partidos políticos que se alternaban en el poder: el partido Conservador, liderado por Cánovas del Castillo, y el partido Liberal, representado por Sagasta.

El caciquismo era una práctica corrupta que permitía a los partidos políticos controlar las elecciones en las zonas rurales, asegurando el triunfo del partido elegido previamente por el gobierno.

El reinado de Alfonso XII (1875-1885) se caracterizó por la estabilidad política y el crecimiento económico, gracias a la implementación del sistema canovista.

La regencia de María Cristina (1885-1902) comenzó tras la muerte de Alfonso XII y duró hasta la mayoría de edad de su hijo, Alfonso XIII.

Se conoce como Desastre del 98 a la pérdida de las últimas colonias de ultramar de España (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) tras un conflicto colonial.

El Pacto del Pardo fue un acuerdo entre Cánovas del Castillo y Sagasta para apoyar la regencia de María Cristina de Habsburgo tras la muerte de Alfonso XII.

El deseo de la burguesía criolla de Cuba de obtener mayor autonomía política y libertad económica, ya que se les impedía crear partidos políticos e importar productos de otros países.

La negativa de la clase dominante española a aceptar las peticiones de autonomía de la burguesía criolla, debido a que la economía colonial les beneficiaba.

La Guerra de Cuba (1895-1898) fue un conflicto armado por la independencia de Cuba, liderado por José Martí.

El interés de Estados Unidos en la independencia de Cuba, principalmente para controlar su economía, como el principal comprador de azúcar y tabaco.

La explosión del acorazado Maine, atribuida a España, fue un factor decisivo para la intervención de los Estados Unidos en la Guerra de Cuba.

El Tratado de París (1898) terminó la guerra y concedió la independencia de Cuba, pero cedió Puerto Rico y Filipinas a Estados Unidos.

El movimiento regeneracionista, liderado por Joaquín Costa, tenía como objetivo renovar la política española, eliminar el sistema canovista y promover la educación.

España se mantuvo neutral durante la Primera Guerra Mundial, pero su sociedad se dividió en dos bandos: los que apoyaban a los Aliados (Francia y Reino Unido) y los que apoyaban a los Imperios Centrales (Alemania y Austria-Hungría).

La Primera Guerra Mundial tuvo un impacto negativo en la economía española. La demanda exterior de productos se redujo, lo que provocó inflación y escasez interna.

Las manifestaciones de protesta en 1917 fueron una respuesta a la crisis económica y social causada por la Primera Guerra Mundial. Participaron desde oficiales del ejército hasta la clase obrera.

La huelga general de 1917, convocada por la UGT y la CNT, tuvo un gran apoyo en varias ciudades de España. Sin embargo, el gobierno la reprimió con el ejército.

La política española entró en quiebra después de la Primera Guerra Mundial. Diversos factores contribuyeron a esta situación, como la no integración de nuevas corrientes sociales y políticas, la división de partidos en nuevas corrientes sin programas y la resistencia del rey a la democracia.

El general Miguel Primo de Rivera encabezó un golpe de Estado en 1923, instaurando una dictadura de derechas para solucionar la crisis política y social que atravesaba España.

La dictadura de Primo de Rivera contó con el apoyo de Alfonso XIII, quien veía amenazada la monarquía, así como de una gran parte del ejército y los empresarios.

La dictadura de Primo de Rivera duró 6 años y supuso una solución autoritaria para la situación de España, pero también tuvo consecuencias negativas para la democracia y la libertad.

La derrota del ejército español en 1921 a manos de las fuerzas rifeñas en Marruecos.

La falta de preparación del ejército español, la subestimación de la resistencia rifeña y problemas logísticos.

La mala reputación militar de España, cambios en la alta jerarquía militar y una reevaluación de su política colonial en África.

La unión patriótica era el partido oficial de la dictadura, cuyo objetivo principal era restablecer el orden interno.

La dictadura reprimió el terrorismo anarquista, disolvió la Mancomunidad de Cataluña, prohibió símbolos nacionalistas y reprimió las manifestaciones.

El éxito del desembarco de tropas españolas en Alhucemas en 1925, que marcó la victoria definitiva en la Guerra de Marruecos.

La victoria en la Guerra de Marruecos aumentó el prestigio de la dictadura.

La independencia de Marruecos en 1956, que fue influenciada por el fracaso de las políticas coloniales españolas.

Para crear puestos de trabajo, se realizaron infraestructuras como centrales hidroeléctricas, carreteras, puertos y ferrocarriles. Esto generó un notable impacto en la economía española.

Se crearon compañías estatales como Telefónica y CAMPSA para controlar de manera centralizada la distribución del petróleo y las comunicaciones.

La oposición al dictador Primo de Rivera creció a partir de 1928. El ejército se opuso por la supresión de los ascensos por antigüedad. Los partidos políticos querían volver al sistema parlamentario.

La crisis económica de 1929 exacerbó el malestar social, provocando protestas y conflictos. La situación se volvió insostenible para Primo de Rivera.

La Constitución de 1931 de la Segunda República Española fue destacada por otorgar el sufragio universal, un avance fundamental en materia de derechos civiles.

La Ley Azaña, impulsada por Manuel Azaña durante la Segunda República, buscó modernizar el ejército reduciendo el número de oficiales y dando prioridad a la formación académica.

La Segunda República Española otorgó un Estatuto de Autonomía a Cataluña, mientras que se tramitaban los proyectos de autonomía para el País Vasco y Galicia, lo que generó tensiones con las fuerzas políticas de derecha.

La reforma agraria durante la Segunda República buscó repartir la tierra entre campesinos y mejorar las condiciones de vida de los trabajadores del campo.

Las reformas del gobierno de Azaña buscaban mejorar las condiciones de vida de los campesinos y trabajadores. Incluian medidas como la expropiación de tierras para repartirlas entre los campesinos sin tierra, la Ley de Contratos de Trabajo que establecía la jornada de ocho horas y el salario mínimo, y la educación laica, mixta, obligatoria y gratuita.

Esta ley obligaba a los empresarios y sindicatos a negociar las condiciones de trabajo, buscando evitar las huelgas. Se establecieron la jornada laboral de ocho horas, el salario mínimo y las vacaciones pagadas.

Estas misiones tenían como objetivo llevar la cultura al mundo rural, promoviendo la educación y la alfabetización. Se consideraban un ataque al catolicismo por parte de la Iglesia.

Consistió en un golpe de Estado militar, llevado a cabo por parte de sectores conservadores que se oponían a las reformas del gobierno de Azaña.

Un periodo de gobierno conservador que paralizó muchas de las reformas del gobierno anterior. Se caracterizó por el descontento popular y la represión en Asturias.

Una gran huelga general que se extendió a todo el país, liderada por el PSOE, el PCE y los principales sindicatos, en protesta contra la paralización de las reformas. Aunque fracasó en la mayor parte del país, tuvo mayor impacto en Asturias y Cataluña.

Una gran movilización popular en Asturias en oposición al gobierno conservador. Las tropas dirigidas por el general Francisco Franco reprimieron con dureza este movimiento, generando una gran controversia.

El estatuto de autonomía de Cataluña fue suspendido por el Gobierno conservador tras la Revolución de 1934, a pesar de su aprobación en 1932.