Tema 3: La imagen del hombre en la modernidad

El Renacimiento produjo un cambio de perspectiva sobre el hombre, pasando de la visión teocéntrica (Dios como centro) de la Edad Media a una antropocéntrica (hombre como centro).

El Renacimiento, aunque se centra en el hombre, no niega la existencia de Dios. La visión renacentista busca un equilibrio entre la autonomía del hombre y la presencia divina.

El Renacimiento valoró la dignidad del hombre, no por su relación con Dios, sino por su propia naturaleza y capacidades.

El Renacimiento supuso una ruptura con la visión medieval del hombre, donde la dignidad y el destino se vinculaban a la gracia divina.

Los descubrimientos geográficos del siglo XVI desafiaron la visión limitada del mundo que se tenía hasta ese momento, introduciendo nuevas culturas y razas.

El encuentro con otras culturas en América generó debates intelectuales y teológicos sobre la igualdad humana y la condición de los nuevos pobladores del mundo.

Los avances científicos del Renacimiento contribuyeron a la nueva visión del hombre, dando importancia a la razón y la observación.

El Renacimiento implicó un cambio profundo en la manera de entender al hombre y su lugar en el mundo, impulsado por una combinación de factores culturales, religiosos y científicos.

La diferencia entre los aborígenes y los europeos durante la conquista fue tan grande que los europeos encontraron difícil verlos como iguales. Esto se reflejó en el trato de los conquistadores hacia los indígenas.

Francisco de Vitoria y Bartolomé de las Casas defendieron la humanidad de los indígenas y criticaron la brutalidad de los conquistadores.

El descubrimiento de América amplió horizontes geográficos y culturales, pero la interacción entre las dos culturas fue violenta y desigual.

La visión del hombre salvaje, bárbaro e inculto, se contrapone con la del hombre culto, civilizado del mundo occidental, mostrando una división cultural.

Descartes define al hombre como una entidad compuesta por res cogitans (pensamiento) y res extensa (cuerpo), sometido a las leyes de la ciencia.

El desarrollo de las ciencias naturales en el siglo XVI, especialmente la medicina, impulsó el estudio del hombre desde una perspectiva científica.

El enfoque moral del estudio del hombre, presente en la Edad Media, fue reemplazado por una perspectiva racionalista y científica gracias a Descartes y Kant en el Renacimiento.

La antropología como ciencia busca entender la naturaleza humana utilizando métodos científicos, sin centrarse en los juicios de valor morales.

La Ilustración inglesa se caracteriza por su enfoque culto y parlamentario, influyendo en la formación del pensamiento sociopolítico.

La Ilustración alemana tiene una fuerte conexión con el discurso teológico.

La Enciclopedia de Diderot y D'Alembert es un compendio de conceptos básicos del pensamiento ilustrado, organizada como un diccionario.

La Ilustración buscaba un conocimiento para mejorar la vida humana, no solo para la felicidad.

La Ilustración defendía la ciencia al servicio del progreso social y humano.

La secularización del mundo significaba eliminar las creencias religiosas y la providencia divina para centrarse en el progreso humano.

Para comprender al hombre, se necesita una perspectiva amplia que vaya más allá de los intereses culturales propios.

Rousseau define la antropología como el estudio de las diferencias para llegar al conocimiento del hombre, la "ciencia común de los sabios".

La conquista de América, motivada por la búsqueda de riquezas y beneficios económicos, generó debates sobre la naturaleza humana y el trato a los indígenas.

Las enfermedades traídas por los conquistadores causaron una gran mortalidad entre la población indígena, impactando fuertemente la demografía del continente americano.

La visión del indígena varió entre los europeos, algunos los consideraban iguales pero con costumbres bárbaras, mientras que otros condenaban las atrocidades cometidas por los conquistadores.

El Renacimiento y la Edad Moderna, marcadas por cambios en la economía, la ciencia y la sociedad, llevaron a nuevas formas de entender el universo y al hombre.

El desarrollo de la ciencia física gracias al análisis matemático de Galileo Galilei marcó un cambio fundamental en la forma de entender el mundo.

Nace una ciencia empírica y positiva, basada en la observación y la cuantificación de los hechos. La confianza en los sentidos se cuestiona y se busca la verificación mediante la medición.

El cientifismo implicaba una neutralización de la moral, mientras que el humanismo priorizaba la moral y el valor del hombre.

Descartes veía al hombre como una máquina perfecta, sin significado humano, con el pensamiento como única realidad. El "cogito" (pienso, luego existo) es el centro de su filosofía, un sujeto aislado del mundo y abstracto.

Pascal consideraba al hombre frágil e insignificante frente al mundo, pero su capacidad de pensar le da una grandeza. Aunque el pensamiento no resuelve los problemas, nos permite reconocer nuestra propia insignificancia, creando una paradoja: somos miserables pero capaces de reconocerlo.

Para Pascal, el corazón es una fuente de conocimiento, igual de importante que la razón. La intuición y las emociones nos permiten acceder a la verdad, complementando el método científico

Montaigne se pregunta si la humanidad se limita a Europa o incluye a otros pueblos (los llamados "indios"). El Nuevo Mundo, sin riqueza material pero más cercano a la naturaleza, le da un mejor sentido

Para Descartes, el hombre es un ser racional, definido por su capacidad de pensamiento. La razón y el conocimiento son la base de la individualidad y la igualdad entre todos los seres humanos. La cultura, no la naturaleza, es lo que crea diferencias.

Pascal cuestionó la capacidad del pensamiento humano en la búsqueda de la verdad. La realidad nos confronta con verdades absolutas, como la idea del bien y la justicia, que son difíciles de comprender y aceptar.

Montaigne puso en duda la idea de un hombre universal, El Nuevo Mundo desafiaba la visión antropocéntrica de Europa, mostrando diferentes formas de vida y culturas.

Descartes buscaba la verdad absoluta a través de ideas claras y indudables. El "cogito" (pienso, luego existo) es la única certeza, ya que todo lo demás es dudoso.

Es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza, esencia y comportamiento del ser humano. Se centra en comprender la condición humana desde una perspectiva integral, incluyendo aspectos biológicos, sociales, culturales y morales.

Plantea la pregunta fundamental: ¿Qué es el hombre? Busca comprender la naturaleza humana a través de la razón, la experiencia y la reflexión.

Se refiere a la capacidad del hombre para actuar de forma autónoma, es decir, con libertad, intencionalidad y responsabilidad.

Kant propone dos enfoques: la fisiológica (estudia al hombre como producto de la naturaleza) y la pragmática (examina la acción libre y consciente del hombre sobre sí mismo).

Es la capacidad del hombre para perfeccionarse a sí mismo a través de la razón, el conocimiento y la acción, superando sus limitaciones.

Es el saber global que unifica los dos ámbitos del hombre: el natural y el libre, buscando comprender al ser humano en su totalidad.

Es una de las tres ramas de la antropología que emerge de la relación entre la igualdad y la desigualdad humanas. Estudia la diversidad cultural, las prácticas sociales y las formas de vida de los pueblos.

Es una de las tres ramas de la antropología que surge de la relación entre la igualdad y la desigualdad humanas. Estudia al hombre como ser biológico, sus características físicas, su evolución y sus adaptaciones al medio.