Tema 2: Dificultades en el Lenguaje Oral

Son condiciones que dificultan la comunicación oral, impactando en el desarrollo cognitivo y la personalidad.

Afecta el desempeño académico y las relaciones sociales de los niños.

Pueden ser causadas por factores internos o externos al individuo.

Problemas primarios relacionados directamente con el lenguaje, como la disfasia.

Problemas secundarios que afectan al lenguaje, como un déficit auditivo.

Dificultades para procesar información lingüística que impiden el desarrollo normal del lenguaje.

Interferencia en la pronunciación de sonidos, como la dificultad para emitir /r/ o /s/ en el habla.

Dificultad en la producción de sonidos debido a problemas con los músculos del habla o el sistema nervioso.

Dificultad en la articulación y expresión oral debido a malformaciones en la boca o la lengua.

Dificultad en la fluidez al hablar, como la repetición o prolongación de palabras o sonidos.

Pérdida o disminución de la capacidad de oír.

Dificultad en la comunicación social debido a un patrón de comportamiento repetitivo y estereotipado.

Dificultades en el lenguaje de origen ambiental, como exposición a un idioma extranjero o falta de estimulación lingüística.

Trastornos de la articulación del habla que no son causados por problemas físicos en la boca o en el sistema nervioso.

Trastornos de la articulación del habla causados por problemas físicos en la boca o en el sistema nervioso.

Trastorno de ansiedad que provoca la incapacidad de hablar en ciertas situaciones específicas, a pesar de poder hacerlo en otras.

El mutismo selectivo puede causar ansiedad y afectar el rendimiento académico y social, aunque no se trate de un problema con el lenguaje en sí.

El mutismo selectivo es más común en niñas y se cree que puede estar relacionado a la genética, el temperamento y el entorno.

Las dificultades en el lenguaje oral se pueden clasificar en dos tipos: dislalias funcionales y dislalias orgánicas.

Un retraso en el desarrollo de habilidades lingüísticas que afecta la pronunciación y el vocabulario, sin causas evidentes y sin problemas auditivos o neurológicos.

Se refiere a dificultades en la adquisición del lenguaje oral que impactan la comprensión y la expresión, con un vocabulario limitado y problemas con la gramática.

Problemas que los niños pueden experimentar al aprender y desarrollar habilidades lingüísticas, que pueden afectar la comprensión, producción del habla y la comunicación.

Dificultades que se dividen en dos categorías: dislalias funcionales y orgánicas.

Acontecimiento en el que el lenguaje se desarrolla más lentamente que lo esperado, sin una causa clara. El desarrollo del lenguaje puede ser similar al típico, pero se observa un atraso en su adquisición.

El desarrollo normal del lenguaje se ve afectado por una condición médica o un trastorno, causando la dificultad en el aprendizaje del lenguaje.

La intervención especializada, como la terapia del habla, es crucial para ayudar a los niños con problemas de lenguaje.

El problema del lenguaje repercute en el desempeño académico y las habilidades sociales, haciendo aún más crucial la intervención especializada.

Fase inicial donde los niños no son conscientes de su tartamudez, y suele ser menos grave.

Fase avanzada donde la conciencia de la tartamudez aumenta, lo que genera intentos de controlar el habla y estrategias para evitarla.

Fase final donde la tartamudez es más pronunciada y las reacciones negativas al tartamudeo son más fuertes.

Alteraciones en la voz que afectan su timbre, intensidad y duración, pudiendo causar un tono ronco o un habla esforzada.

Las disfonías se pueden originar a partir de un uso incorrecto de la voz (funcional), problemas congénitos (malformaciones), infecciones o tumores (inflamatorios/tumorales).

Crear ambientes tranquilos, enseñar técnicas de respiración adecuadas, mantener la hidratación y fomentar hábitos de higiene vocal son métodos para prevenir la disfonía.

Observar cambios en la voz, esfuerzo al hablar y fatiga vocal son señales clave para la detección temprana de la disfonía.

La capacidad de oír es fundamental para el desarrollo del lenguaje oral, especialmente para la adquisición de la pronunciación y la comprensión del habla.

La pérdida de la audición puede afectar gravemente el desarrollo del lenguaje, dificultando la adquisición de habilidades lingüísticas básicas, como la pronunciación y la comprensión del habla.

Cuando un niño con pérdida auditiva no recibe atención temprana, su desarrollo del lenguaje se ve severamente afectado, creando dificultades en la comunicación y la interacción social.

La discapacidad intelectual se caracteriza por limitaciones en el funcionamiento cognitivo y el desarrollo del lenguaje, que pueden dificultar el desarrollo de habilidades lingüísticas.

Es crucial intervenir tempranamente en el desarrollo del lenguaje de niños con discapacidad intelectual, utilizando estrategias personalizadas que se adapten a su nivel de desarrollo.

La intervención en el desarrollo del lenguaje de niños con DI debe ser estructurada, con la participación activa de las familias, y centrada en las habilidades que el niño ya domina.

El desarrollo del lenguaje en niños con DI requiere de un proceso educativo sistemático que incluya el aprendizaje de vocabulario, gramática, habilidades de conversación y comprensión.