Políticas Públicas Tema 3 - Curso 2023-2024

Un enfoque para tomar decisiones políticas que combina la lógica del incrementalismo con la del racionalismo, adaptándose a la complejidad y características del problema a solucionar.

Este enfoque sugiere que las políticas deben desarrollarse de manera incremental, ajustando sucesivamente las acciones a las nuevas necesidades y problemas que se presentan.

Un enfoque para tomar decisiones que se basa en el análisis racional de las opciones y consecuencias de las diferentes políticas.

El enfoque contingente reconoce que, según la complejidad del problema, se requiere una mayor o menor dosis de racionalidad o incrementalismo.

El enfoque contingente busca una ‘tercera vía’ entre el incrementalismo y el racionalismo, siendo una estrategia adaptable a las necesidades del problema.

Las decisiones se basan en criterios individuales y no consideran la escasez de recursos, beneficiando a grupos específicos como trabajadores, agricultores o empresarios. El perdedor y el beneficiario no se enfrentan directamente.

Estas políticas involucran decisiones que establecen reglas y requisitos generales, impactando a todos los individuos sujetos a la ley. Se busca un beneficio colectivo.

Las decisiones buscan redistribuir recursos entre diferentes grupos sociales, favoreciendo a los menos favorecidos. Se utiliza para mitigar la desigualdad.

Se refiere al proceso de tomar decisiones que impactan de forma significativa en cómo se organiza la sociedad. Estas decisiones se encuentran en instituciones como el Congreso.

Este modelo asume que los actores políticos toman decisiones racionales y maximizan la eficiencia, buscando la mejor opción posible.

Este modelo reconoce que la información es limitada y la racionalidad humana tiene límites. Las decisiones se basan en la mejor opción disponible dentro de las restricciones.

Este modelo enfatiza la toma de decisiones pequeñas y graduales, basadas en la experiencia y el consenso político. Se busca mejorar poco a poco la situación sin grandes cambios.

Este modelo considera la toma de decisiones como un proceso desordenado y no estructurado. Las decisiones se toman de forma improvisada y la elección de alternativas es influenciada por diferentes factores.

En este enfoque, los actores políticos buscan establecer metas y objetivos claros antes de tomar decisiones sobre políticas públicas.

Este modelo propone que la toma de decisiones se basa en el estilo de los actores políticos, incluyendo sus valores, creencias y preferencias. Los estilos pueden ser pragmáticos, ideológicos o tecnocráticos.

Las dimensiones de elección en el proceso de priorización se basan en los recursos disponibles y abarcan diferentes aspectos, como la distribución geográfica, la atención a grupos específicos de la población, la elección de pacientes, servicios o actividades de cuidado, la elección de métodos de intervencion (prevencion vs cura) y la selección de las agencias responsables.

El análisis y la valoración de alternativas en la toma de decisiones implica identificar y generar ya sea alternativas existentes o nuevas e incluye una serie de pasos.

El análisis y la valoración de alternativas implica definir cada alternativa con precisión para facilitar la comparación.

El análisis y la valoración de alternativas requiere identificar las alternativas existentes y generar nuevas para ofrecer un abanico más amplio de opciones.

Enfoque que asume que el decisor político tiene un control limitado sobre el entorno y es reactivo a los problemas. Las políticas se desarrollan en respuesta a las situaciones, sin un plan a largo plazo. Los individuos y grupos, no las organizaciones, tienen objetivos.

Plantea que el tomador de decisiones tiene control sobre el entorno y actúa de manera proactiva para alcanzar los objetivos. Las organizaciones tienen metas claramente definidas que se buscan alcanzar mediante un análisis racional.

Definen el estado deseado que se pretende lograr mediante las políticas públicas. Son una forma de expresar el objetivo final que se busca alcanzar.

Objetivos generales que describen un estado ideal a alcanzar, pero no son detallados o específicos.

Establecen acciones concretas que se pueden medir y evaluar. Son específicos y precisos, con plazos y recursos definidos.

Son las intenciones declaradas de una política, sin que necesariamente coincidan con las acciones reales que se realizan.

Son las acciones reales que se llevan a cabo en el marco de una política pública.

Proceso complejo que implica definir objetivos, analizar alternativas y elegir una opción o combinación de ellas para abordar un problema.

Se refiere a la acción de intervenir en una situación para alcanzar los objetivos de una política pública. Implican definir cómo, cuándo y dónde actuar para lograr el cambio deseado.

Se basan en establecer normas, reglas y límites para regular el comportamiento de los ciudadanos y las empresas.

Se usan para influir en el comportamiento de las personas y las empresas ofreciendo incentivos o desincentivos.

Permiten que los mercados funcionen de manera más eficiente, gestionando la asignación de recursos.

Se trata de un documento que presenta el análisis y la evaluación de las alternativas, recomendando la mejor opción o una combinación de opciones.

La etapa donde se comparan las diferentes alternativas, considerando su costo, beneficios, impacto social y otros criterios relevantes.

Se refiere a la selección de la mejor opción o combinación de opciones para llevar a cabo la política pública.

Estas estrategias consisten en proporcionar información a grupos específicos para persuadirlos a tomar acciones que coincidan con los objetivos de una política pública.

Este tipo de políticas buscan resolver problemas mediante la provisión directa de bienes y servicios por parte del gobierno, empresas contratadas o ONG.

Identificar los objetivos y prioridades para abordar un problema implica determinar los valores que se desean promover, el equilibrio entre estos valores, y definir los objetivos específicos y su orden de importancia.

Para encontrar soluciones a un problema, se deben generar alternativas viables. Este proceso implica considerar los diferentes instrumentos que se pueden utilizar para alcanzar los objetivos.