Ordenación Territorial y Sostenibilidad

La ordenación del territorio busca aprovechar al máximo el espacio sin sacrificar el medio ambiente, teniendo en cuenta sus limitaciones y la interconexión de sus componentes.

La OT se basa en un enfoque proactivo, promoviendo la acción y el desarrollo sostenible. Implica elegir qué usos del suelo son mejores, considerando el contexto territorial específico y las aspiraciones del modelo territorial.

La OT consiste en tres fases clave que se ejecutan en secuencia: Legislar (definir la política territorial y sus instrumentos), Planificar (crear planes para el futuro del territorio) y Ejecutar (transformar la realidad de acuerdo con los planes).

La OT está integrada por la Ordenación Física, que regula el territorio, y la Ordenación Proactiva, que impulsa la acción. Ambas trabajan juntas para lograr un desarrollo territorial sostenible.

La OT es un proceso transversal que afecta a todas las actuaciones (publicas y privadas) con incidencia territorial. Especialmente a las que implican la ordenación de elementos físicos que estructuran el territorio.

La OT es una competencia del sector público. Regula la ocupación del territorio por parte de todos los agentes, tanto públicos como privados. Los agentes privados deben aceptar las normas de ordenación, pero también pueden influir para que el territorio satisfaga sus necesidades.

La OT implica una organización en cascada, o jerárquica, como en las administraciones occidentales. Los planes se aprueban en diferentes niveles, desde el local hasta el nacional, con una estructura de control descendente.

La OT es un proceso complejo que requiere una buena gestión para que los planes se ejecuten de forma efectiva. Esto implica una buena gobernanza, donde diferentes actores actúan coordinadamente.

Un sistema de desarrollo que busca satisfacer las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas.

Un cambio en la forma de entender la relación de la humanidad con el planeta, redefiniendo el progreso y el desarrollo.

Concibe el desarrollo como una suma de la calidad física, las dimensiones social y económica. Busca una visión integral del desarrollo.

Considera la evolución del desarrollo, desde el pasado hasta el futuro, con una visión histórica y dinámica.

Surge del Informe Brundtland (Nuestro Futuro en Común, 1987) como respuesta al debate sobre el impacto humano en la Tierra.

La Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro (1992) difunde ampliamente el concepto de sostenibilidad y lo integra en la agenda global.

A pesar de su popularidad, existen dificultades para convertir el concepto de sostenibilidad en acciones concretas.

Herramientas que permiten medir y controlar los procesos territoriales desde una perspectiva de sostenibilidad.

El proceso por el cual se aprueba el plan de desarrollo urbano, normalmente mediante leyes, decretos o resoluciones.

La publicación del plan aprobado. No siempre se lleva a cabo.

La etapa en la que se ponen en práctica las ideas del plan.

Sistema de seguimiento para comprobar la aplicación del plan.

Cambios parciales en el plan original.

Reemplazo completo del plan original por otro.

El tipo de plan que abarca todos los componentes del territorio, incluyendo lo urbanístico, económico, etc.

El tipo de plan que se enfoca en los aspectos físicos del territorio.

La calidad experiencial de los usuarios se refiere a la satisfacción y las sensaciones positivas que un turista experimenta durante su viaje. Se centra en la experiencia global que un turista vive en un destino.

La calidad de vida de la población local se refiere al bienestar general de las personas que viven en un destino turístico. Incluye factores como la seguridad, la salud, la educación, el empleo y el acceso a servicios.

La sostenibilidad en el turismo se enfoca en el desarrollo de la actividad turística sin comprometer los recursos naturales, culturales o socioeconómicos para las generaciones futuras. Busca un equilibrio entre el crecimiento económico, la protección del medio ambiente y el bienestar social.

La participación en el turismo implica que la población local, las empresas y las autoridades trabajan juntas para planificar y gestionar el turismo en un destino. Es fundamental para que el turismo sea sostenible y beneficie a la comunidad.

La accesibilidad en el turismo garantiza que todos, independientemente de sus capacidades físicas o limitaciones, puedan disfrutar de un destino turístico. Incluye medidas para personas con discapacidad, personas mayores y familias con niños.

La diferenciación en el turismo busca destacar las características únicas de un destino para hacerlo más atractivo a los turistas. Se basa en la identidad cultural, natural y patrimonial del lugar.

La innovación en el turismo se centra en la aplicación de nuevas tecnologías y estrategias para mejorar la experiencia del turista, la gestión del destino y la sostenibilidad. Incluye tecnologías digitales, marketing innovador y desarrollo de nuevos productos turísticos.

El turismo inteligente (TI) es un enfoque holístico que aplica tecnología y estrategias innovadoras para gestionar los destinos turísticos de forma sostenible, accesible, segura y atractiva para los visitantes y la población local.

La iniciativa European Capital of Smart Tourism es un premio anual otorgado por la Comisión Europea a las ciudades europeas que destacan por su compromiso con el turismo inteligente.

European Green Pioneer of Smart Tourism es una distinción que reconoce la labor de destinos rurales y naturales en la promoción de un turismo inteligente que fomenta la transición ecológica y la sostenibilidad. Es una iniciativa creada dentro del marco del turismo inteligente.

El análisis de la situación actual del territorio es la primera etapa de la planificación territorial. Consiste en comprender la realidad actual del territorio, examinando sus componentes clave como el sistema físico-natural, el sistema socioeconómico y el sistema dotacional.

El análisis de la situación territorial actual se apoya en el conocimiento de diferentes disciplinas, como la geografía, la economía y la sociología, y en la recopilación de información tanto directa (observación, entrevistas) como indirecta (datos estadísticos).

El análisis de la situación actual del territorio se adapta al tipo de plan que se va a elaborar. Para planes generales se analiza el territorio en su conjunto, mientras que para planes sectoriales (como el turístico) se centra en componentes específicos.

El diagnóstico del territorio es una etapa subjetiva, donde se analizan los problemas y oportunidades del territorio, identificando puntos fuertes y débiles. Este proceso se basa en el análisis realizado en la etapa anterior.

La identificación de los objetivos del plan es una etapa clave donde se define la visión futura que se persigue. Este modelo territorial deseable indica cómo se quiere que sea el territorio en el futuro.

Un análisis del territorio debe comprender la interrelación entre los componentes del territorio, considerando la influencia de cada uno sobre el resto. Esto permite una visión sistémica del sistema territorial.

Al realizar el diagnóstico del territorio se identifican problemas y oportunidades. Este paso es fundamental para determinar las posibles alternativas de acción a considerar en el proceso de planificación.

La etapa final de la planificación territorial se basa en la formulación de los objetivos del plan, que representan la síntesis del modelo territorial deseable. Se define cómo se quiere ordenar y gestionar el territorio para alcanzar los objetivos planteados.

El proceso de ordenar y racionalizar la actividad turística en un área específica, con objetivos, estrategias y medidas para alcanzarlos.

Comprende instrumentos de políticas horizontales (económicas, territoriales), sectoriales (infraestructuras, costas) y específicamente turísticos.

La planificación turística se adapta al entorno territorial, el papel del turismo en su economía y la madurez de la estructura turística.

Mide la presión del turismo en un territorio, como el número de visitantes por unidad de tiempo.

Evalúa la concentración de personas en un área específica, por ejemplo, la cantidad de turistas por hectárea en temporada alta.

Es el impacto del turismo en la sociedad local, medido por el ratio entre turistas y residentes.

Propone un sistema de indicadores para medir la sostenibilidad del turismo, incluyendo variables como la presión sobre el territorio.

Combina indicadores, ordenación y planificación con un enfoque adaptativo, con la participación de diferentes actores.