Nutrición y Crecimiento en la Infancia

Etapa de la vida (13-20 años) con grandes cambios en el cuerpo y las necesidades nutricionales.

Proteínas, energía y algunos micronutrientes, más altos que en cualquier otra etapa.

Puede frenar el crecimiento y retrasar la maduración, siendo más grave durante la pubertad.

En la adolescencia, la proteína puede ser un nutriente esencial para el crecimiento y desarrollo.

Clasificación de los nutrientes en dos grupos; Tipo I y Tipo II, según el impacto de su carencia en el crecimiento

La histidina es un aminoácido esencial para los lactantes hasta los 6 meses, ya que es precursor de la taurina, fundamental para el desarrollo cerebral.

La cistina también es esencial en recién nacidos, ya que es precursora de la taurina, importante para el desarrollo del cerebro.

Las necesidades de aminoácidos esenciales son las mismas en lactantes que en adultos, pero la deficiencia de histidina es común en bebés.

Los recién nacidos tienen reservas limitadas de L-carnitina, esencial para transportar ácidos grasos a las mitocondrias. Se necesita un aporte externo, similar al de la leche materna.

Este método suma las pérdidas de nitrógeno por orina, heces y sudor a las necesidades para el crecimiento y la renovación de los tejidos.

Los lactantes alimentados con pecho reciben 1.9 g/Kg/día de proteína en los 3 primeros meses y 1.73 g/Kg/día de 3 a 6 meses.

Los lípidos de los alimentos se componen principalmente de triglicéridos, con ácidos grasos de cadena larga (90%) y cadena media (10%).

Se recomienda que los lactantes consuman entre 3.8 g/100 kcal y 6 g/100kcal de grasa (40-54% de calorías).

Los estrógenos y la progesterona aumentan, estimulando el páncreas para usar y almacenar glucosa y promover el almacenamiento de grasa.

Se desarrolla una resistencia a la insulina, incrementando la glucosa en sangre, lo que conlleva un aumento de la glucogenolisis y gluconeogénesis para mantener glucosa estable para el feto.

Se absorbe y retiene más calcio debido a cambios hormonales, aumentando la vitamina D. Mujeres con intolerancia a la lactosa pueden tomar otras fuentes.

La demanda de hierro aumenta significativamente a lo largo del embarazo, especialmente en el tercer trimestre, ya que supera los depósitos corporales.

Se necesitan más calorías durante el embarazo, incrementándose según los trimestres. (0 kcal, 360, 475).

Aumento de la síntesis proteica, se necesitan 925g de proteína, equivalente a 0.95g/kg/día, es decir, 10g más de lo normal.

El DHA y AA son cruciales para el desarrollo de la placenta, feto y una gestación saludable, vinculados al peso al nacer y a la edad gestacional.

Aumentan las necesidades de fibra hasta 28g diarios.

El consumo de alcohol puede afectar el transporte de Zinc a través de la placenta, lo que afecta el desarrollo fetal

La recomendación es 770 equivalentes de retinol, pero dosis altas pueden causar malformaciones.

Es importante para prevenir enfermedades autoinmunes durante el embarazo, y la exposición al sol ayuda.

Necesidad más que duplicada con respecto a la mujer no embarazada por la síntesis de ácidos nucleicos. Su deficiencia se asocia a bajo peso, malformaciones del sistema nervioso, etc.

Necesidades energéticas mayores que en el embarazo y las necesidades de proteína son superiores en un 30%.

Necesidades de calcio similares a las de una mujer no embarazada, y el hierro aumenta a un valor de 9 mg/día.

El peso al nacer está influenciado por la duración del embarazo, el peso pregestacional de la madre y el aumento de peso durante el embarazo.

Estos agentes no solo reducen la inflamación, sino que también combaten microbios, protegen las células y ayudan a la reparación del intestino.

El EGF ayuda a que el intestino del bebé crezca y funcione correctamente, además de regular la velocidad a la que los alimentos se desplazan por el estómago.

La lactoferrina es una proteína que se une al hierro, impidiendo que las bacterias lo obtengan y se multipliquen.

La leche materna contiene dos tipos de lipasas: una que funciona con las grasas del cuerpo y otra que funciona con las grasas de la dieta.

La leche materna contiene un gran número de nutrientes que ayudan a fortalecer el sistema inmune, proteger contra enfermedades y facilitar la digestión.

Esta fórmula se recomienda para los primeros seis meses de vida del bebé y contiene los nutrientes esenciales para un crecimiento saludable.

Esta fórmula se recomienda a partir de los seis meses de edad, cuando el bebé ha comenzado a introducir otros alimentos sólidos.

Las papillas a base de cereales son una excelente opción para iniciar al bebé en la alimentación sólida a partir de los seis meses de edad.

Se inicia a partir del sexto mes de vida, con el objetivo de complementar la lactancia materna.

Se introducen a partir del sexto mes de vida, junto con la lactancia materna.

No se deben introducir antes del sexto mes, y las verduras de hoja verde se recomienda esperar hasta el noveno mes.

Su introducción se recomienda a partir del décimo mes debido a su capacidad antigénica.

No se recomiendan hasta el undécimo mes debido a su alto contenido proteico, la clara es más alergénica que la yema y siempre se debe administrar cocido.

Método de alimentación complementaria donde el bebé es quien se alimenta por sí mismo desde el principio, explorando diferentes alimentos y texturas a su propio ritmo.

Promueve el desarrollo de habilidades motoras, autonomía y confianza, exposición a una variedad de alimentos y participación en las comidas familiares.

Retraso en el inicio de la alimentación complementaria, dieta saludable por parte de los padres, posible deficiencia de nutrientes, riesgo de atragantamiento y menor diversidad de nutrientes.

Esencial para el transporte de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga a través de la membrana mitocondrial interna.

Intervienen en procesos biológicos. Su patrón es diferente al de la leche de vaca y varía durante la lactancia.

Están en mayor concentración durante los primeros dos meses de lactancia. La flora microbiana intestinal es otra fuente.

Segundo aminoácido más abundante. Posible contribución a la proliferación celular, absorción de lípidos, protección de membranas, osmorregulación y desarrollo neuronal.

Forman parte de la leche materna. Contienen alfa-lactoalbúmina, lactoferrina, IgA, lisozima, albúmina sérica, proteínas ligantes de folatos, vitamina B12, vitamina D, tirosina y colecistocinina.

Representada por fracciones peptídicas, urea y aminoácidos libres. No se correlaciona con los valores plasmáticos maternos.

El 98% son triglicéridos. Su absorción depende de la saturación de los ácidos grasos y refleja la dieta materna.

Glicoesfingolipidos con ácido siálico secretados por las glándulas mamarias. Inhiben enterotoxinas y defienden contra infecciones.

Estable a pH ácido. Descompone la pared bacteriana y actúa como bactericida. Mayor concentración en calostro.

Aumenta la IgA en calostro, luego baja a partir del tercer día.

Puede unirse al rotavirus e inhibir su replicación.

Producción de ácido acético y láctico que inhibe el crecimiento de bacterias enteropatógenas.

Concentración alta en calostro, luego disminuye progresivamente. Aumenta la lactosa.

Forma parte del sistema inmunitario del recién nacido.

Crea un medio ácido desfavorable para muchos patógenos. Se coloniza a las pocas horas del nacimiento.