Ley Orgánica 2/2024: Paridad y Protección

La Ley Orgánica 2/2024, aprobada el 1 de agosto, busca avanzar en la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres en España.

Esta ley se centra en lograr una representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres en distintos ámbitos.

La disposición adicional trigésima segunda de la Ley Orgánica 2/2024 regula el acceso a la profesión de agente de igualdad.

Para ser agente de igualdad, se necesita un título de grado, posgrado o equivalente en estudios de género, feministas y políticas de igualdad, o una amplia experiencia en el campo.

El Real Decreto 822/2021 define los requisitos para la obtención del título de agente de igualdad.

El Gobierno, a través del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, tendrá que aprobar el título oficial de agente de igualdad en un plazo de seis meses.

La Orden Ministerial establecerá los requisitos para verificar los títulos y acreditar la experiencia en el ámbito de la igualdad.

El artículo 9.2 de la Constitución Española orienta a los poderes públicos a garantizar el principio de igualdad, lo cual es la base de la Ley Orgánica 2/2024.

En los órganos de representación, gobierno y administración de asociaciones empresariales, la cantidad de mujeres y hombres debe ser equilibrada, con un mínimo del 40% de cada sexo y un máximo del 60%, en los casos que la ley orgánica establece.

Las asociaciones empresariales que negocian convenios colectivos, como los de grupo o sectoriales, deben tener una representación paritaria, con un mínimo del 40% de mujeres y hombres.

Si una asociación empresarial no alcanza la representación paritaria del 40% del sexo menos representado, debe proporcionar una explicación detallada y las medidas que se están tomando para alcanzarla.

Los órganos de representación, gobierno y administración de los sindicatos deben tener una composición equilibrada, con un mínimo del 40% de mujeres y hombres.

La ley reconoce a las víctimas de violencia sexual el derecho a reducir su jornada laboral, reordenar su tiempo de trabajo o incluso trabajar de forma remota.

Las víctimas de violencia sexual tienen derecho preferente a ocupar otro puesto de trabajo si necesitan cambiar de ubicación debido a su situación.

Las trabajadoras víctimas de violencia sexual pueden suspender su contrato laboral, lo que les permite tomar un tiempo de descanso y recuperarse.

Una trabajadora víctima de violencia sexual puede poner fin a su contrato laboral si lo considera necesario.

La decisión del empresario de extinguir el contrato de trabajo es nula si la trabajadora es víctima de violencia de género o de violencia sexual.

El despido disciplinario de una trabajadora víctima de violencia de género o sexual es nulo.

El Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) extiende la protección a los empleados públicos víctimas de violencia sexual, incluyendo permisos, traslados y excedencias.

Las deportistas profesionales tienen derecho a ampliar su contrato un año si están embarazadas o adoptando un menor.

Las deportistas profesionales pueden desistir de la renovación de su contrato.

Las deportistas profesionales tienen derecho a permisos y a la conciliación personal, familiar y laboral, adaptados a las características de su profesión.

Las empresas deportivas deben facilitar la participación de la deportista en la dinámica de equipo durante el embarazo y tras el nacimiento, siempre que sea voluntario y no represente un riesgo.

Las empresas deportivas que estén obligadas legalmente deben elaborar e implementar un plan de igualdad.