Ley 9/2003 de Vías Pecuarias en Castilla-La Mancha

El desplazamiento periódico de rebaños de ganado siguiendo rutas establecidas para encontrar pastos adecuados.

Red de caminos diseñada especialmente para el movimiento de ganado. Constituyen una parte fundamental del paisaje y la cultura española.

Organización medieval que regulaba el pastoreo y el movimiento de ganado en España. Concedía privilegios a los pastores para usar las vías pecuarias.

La trashumancia ha perdido importancia debido al desarrollo de los transportes modernos. Pero, las vías pecuarias siguen siendo importantes para el entorno natural y para la actividad recreativa.

Las vías pecuarias son esenciales para la conservación de la biodiversidad, el ocio y el bienestar en el medio rural.

El procedimiento administrativo por el que se determinan la existencia, anchura, trazado y características físicas de una vía pecuaria.

Los procedimientos de clasificación y delimitación de vías pecuarias tienen un plazo máximo de dos años. Los de deslinde y amojonamiento, tres años.

Los procedimientos de clasificación, delimitación, deslinde y amojonamiento se inician de oficio por el órgano competente.

Si los propietarios de fincas colindantes con vías pecuarias solicitan la delimitación, deslinde o amojonamiento, los gastos corren por su cuenta, además de las tasas administrativas.

La Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha investigará, de oficio o a petición, los itinerarios, rutas, descansaderos y abrevaderos tradicionales de la cabaña ganadera en sus desplazamientos.

Está prohibido establecer basureros, escombreras y plantas de tratamiento de residuos en terrenos de vías pecuarias.

Se prohíbe la extracción de rocas, áridos y gravas en terrenos de vías pecuarias.

Las personas que ocupan terrenos de dominio público en vías pecuarias deben pagar un canon de ocupación.

Las ocupaciones en parcelas colindantes con vías pecuarias se rigen por las mismas normas que estas.

Las ocupaciones en parcelas aisladas de las vías pecuarias pueden ser temporales o permanentes, dependiendo del interés público.

Se permite el acondicionamiento, mantenimiento y mejora de las vías pecuarias para facilitar el tránsito, siempre que no se perjudique al ganado.

Está prohibido asfaltar u hormigonar las vías pecuarias para el tráfico vial ordinario.

Se requiere un informe preceptivo y vinculante de la consejería competente en materia de vías pecuarias para la aprobación de instrumentos que establezcan una nueva ordenación territorial o urbanística. Este informe debe valorar el cumplimiento de los requisitos establecidos, como asegurar el tránsito ganadero y no afectar los usos compatibles de las vías pecuarias.

Las modificaciones a los instrumentos de ordenación territorial o urbanística que afectan las vías pecuarias requieren nuevos informes preceptivos y vinculantes de la consejería competente.

Si un instrumento de ordenación no altera el trazado de una vía pecuaria y permite el tránsito ganadero, el suelo correspondiente a la vía se clasifica como Suelo Rústico No Urbanizable de Protección Ambiental.

La conservación y mantenimiento de las vías pecuarias en el caso anterior corresponde al municipio, de acuerdo a los instrumentos legales y con supervisión de la consejería de vías pecuarias.

Si un instrumento de ordenación territorial o urbanística no permite alguno de los usos legales o reduce la anchura de una vía pecuaria, se requiere una modificación del trazado.

La modificación del trazado de una vía pecuaria debe contemplar la desafectación del espacio original, asegurar la integridad superficial, la continuidad del nuevo itinerario y los demás usos compatibles.

En caso de modificación de trazado, la administración autonómica participa en los procedimientos de equidistribución de beneficios y cargas relacionados con la actuación.

La administración autonómica se involucra en los procedimientos de equidistribución de beneficios y cargas cuando se realiza una modificación del trazado de una vía pecuaria debido a una nueva ordenación territorial o urbanística.