La cristianización de los emperadores romanos

La Iglesia como Imperio: La cristianización de los emperadores romanos

1. A partir del año 305, la Iglesia deja de ser perseguida y se convierte en una religión oficial debido a la cristianización de los emperadores romanos.
2. Galerio, emperador romano, promulga un Edicto de Tolerancia hacia los cristianos poco antes de morir, permitiendo la práctica cristiana y reconociendo a la Iglesia como institución con derecho de propiedad y libertad de culto.
3. Constantino, otro emperador romano, elabora el Edicto de Milán en 313, que decreta la libertad de culto pagano-cristiano y establece la valoración de los Santos Lugares, la prohibición del suplicio de la cruz, la construcción de iglesias, entre otros.
4. Teodosio, emperador romano, convierte al cristianismo en una religión de Estado y prohibe el paganismo en el Edicto de Tesalónica (380).
5. El Edicto de Milán termina la persecución de los cristianos realizada por el Imperio Romano, y se otorga la facultad de seguir la religión que cada uno prefiera.
6. La libertad de religión se considera un derecho fundamental para la mente y la voluntad de cada individuo.
7. El Edicto de Milán asegura el respeto y el culto a la divinidad, tanto para los cristianos como para todos en general.
8. La decisión de Constantino y Licinio en Milán asegura un provecho y utilidad públicas, y distribuye disposiciones que favorecen la divinidad y los poderes celestiales.
9. El rescripto de Constantino y Licinio permite que cada uno entregue su propia mente a la religión que crea que se adapta a él, para que la divinidad pueda otorgar su habitual solicitud y benevolencia.
10. El Edicto de Milán suprime las condiciones siniestras y ajenas a la mansedumbre de los cristianos, y permite que la religión se observe libre y simplemente, sin traba alguna.
11. La cristianización de los emperadores romanos fortalece la moral cristiana y la familia, y hace desaparecer monumentos paganos mientras surgen monumentos cristianos.
12. El Edicto de Tesalónica de Teodosio convierte al cristianismo en una religión de Estado y prohibe el paganismo, estableciendo quiénes pueden llamarse cristianos católicos y quiénes son herejes.