Inmunopatogenia del VIH

Tejidos donde el virus VIH puede persistir, incluso con tratamiento. No se elimina el virus de estos tejidos.

La cantidad de virus VIH que circula en la sangre. No siempre representa la carga viral en todos los tejidos.

Tipo de linfocitos T que intentan controlar la respuesta inmune, pero que en el VIH no la controlan adecuadamente.

Bajo número de células CD4 es un mal pronóstico. Indica mayor riesgo de enfermedades oportunistas.

Personas con VIH que controlan la infección sin necesidad de tratamiento ARV, con carga viral baja.

Primera línea de defensa contra el VIH, que genera inflamación y reactantes de fase aguda como amiloide A sérica e inflamatorias.

Inflamación mantenida durante un largo tiempo. Asociada a la producción excesiva de citoquinas e LPS.

Enfermedades que aprovechan la debilidad del sistema inmunitario debilitado por el VIH.

Fase inicial de la infección viral donde el virus se replica rápidamente, infectando células y mostrando síntomas iniciales.

Periodo inicial de infección (primer mes) donde se puede prevenir la propagación viral a ganglios y otros órganos.

Estado de inactividad viral, donde no hay producción de nuevas partículas virales y el material genético del virus permanece oculto dentro de la célula.

El material genético del virus integrado en el genoma de la célula huésped, como parte del proceso de latencia.

El reinicio de la replicación viral, producto de la suspensión de la terapia antirretroviral.

Sitios en el cuerpo donde el sistema inmunitario es menos activo, permitiendo la latencia viral.

Proceso por el cual la replicación viral causa la destrucción de las células infectadas.

Mecanismo de defensa del organismo, identifica las moléculas virales activando la destrucción de la célula infectada para prevenir la propagación.

Cantidad de virus presentes en el torrente sanguíneo.

Nivel estable de carga viral una vez que la infección se ha diseminado completamente.

Estas células inmunitarias disminuyen durante la replicación viral, pero aumentan en los ganglios linfáticos. Su disminución afecta la vigilancia inmunológica general.

Esta citoquina, crucial para la inmunidad adaptativa, se reduce durante la infección por VIH. Esta disminución dificulta la respuesta inmunitaria específica

Estos linfocitos, que normalmente controlan la respuesta inmunitaria, se activan durante la infección por VIH, pero su acción no es suficiente para detener la replicación viral.

Interacción directa entre las células dendríticas infectadas y los linfocitos T CD4. Esta interacción facilita la transmisión del VIH.

Estas proteínas en la superficie celular, como las células dendríticas, permiten la unión del VIH a las células infectables, facilitando la transmisión del virus.

Estas células destruyen las células infectadas por el VIH. Su rol es crítico en el control de la viremia inicial.

Los receptores KIR de las células NK son responsables de la detección de células infectadas por VIH. La infección por VIH inhibe la activación de las células NK a través de estos receptores.

Los linfocitos T CD8 son la base de la respuesta inmunitaria adaptativa contra el VIH. Su actividad es crucial para controlar la replicación viral.

El VIH muta y evoluciona, escapando a la respuesta inmune adaptativa, aumentando la viremia.

Las proteínas del VIH varían entre las diferentes cepas virales, lo cual dificulta la respuesta inmune.

Las proteínas dentro del virus, como la matriz, polimerasa o integrasa, son menos variables porque son esenciales para la supervivencia viral. Las proteínas de superficie, aunque pueden variar, no suelen ser tan cruciales para la supervivencia a menos que sean necesarias para la transmisión.

La respuesta inmune celular del LT CD8 debería dirigirse contra antígenos variables, pero estos suelen estar ocultos. Para una vacuna, es importante elegir un antígeno más constante y relevante para evitar la entrada viral.

Se busca un antígeno constante, que impida la entrada viral, induzca una respuesta inmune de tipo mucoso (más IgA) y genere una fuerte respuesta celular.

La respuesta de los LT CD4 es rápida al inicio, pero disminuye rápidamente en la infección aguda por VIH.

El VIH agota los LTCD4, especialmente los de memoria, en el sistema inmune asociado a las mucosas. Esto es crítico porque las células de memoria son nuestra reserva inmunológica.

Sin células de memoria, es difícil recuperar el conteo de CD4, incluso con tratamiento. Las mucosas se quedan depletadas, lo que deja al sistema inmune vulnerable.

Los anticuerpos contra el VIH se producen lentamente, pero no son tan efectivos en controlar la infección inicial. Los anticuerpos neutralizantes aparecen a partir de la semana 12 post infección.

La IgA se produce dentro de las primeras tres semanas de la infección por VIH.

Se producen rápidamente, pero no son neutralizantes. Útiles para el diagnóstico, pero no para controlar la infección.

Medicamentos que bloquean la entrada del VIH a la célula al impedir la unión de la proteína gp41 del virus con la membrana celular.

Una mutación genética que elimina parte del receptor CCR5, que el VIH utiliza para entrar a las células. Las personas con esta mutación son resistentes a la infección por VIH.

La nucleocápsula se libera en el citoplasma de la célula y se desintegra, liberando el material genético viral (ARN)

El ARN del VIH debe ser convertido a ADN rápidamente. Esto se debe a que el ARN es muy frágil en el citoplasma y puede ser degradado fácilmente por las proteínas degradadoras del ARN (RNAasas).

A veces se usan células madre de la médula ósea (MO) de un donante con la mutación CCR5∆32 para tratar a pacientes con VIH. Este tratamiento puede proporcionar resistencia al VIH al paciente.

Las proteínas como la matriz, polimerasa e integrasa son esenciales para la supervivencia viral. Si cambiaran, el virus no podría replicarse y moriría.

Los antígenos variables, que cambian entre diferentes cepas del virus, se encuentran en las proteínas de superficie del VIH. Estas proteínas están expuestas al sistema inmune.

Es ideal que la respuesta inmune celular (LT CD8) se enfoque en los antígenos variables para evitar que el virus se escape.

Los antígenos variables a menudo están ocultos, dificultando que el sistema inmune los ataque.

Un buen antígeno para una vacuna debe ser constante, evitar la entrada viral, inducir respuesta inmune de tipo mucoso (IgA) y generar una fuerte respuesta celular.

Los LT CD4 responden rápidamente en la infección aguda, pero esta respuesta declina con el tiempo.

El VIH depleta las células CD4, especialmente las de memoria, que son las que persisten y permiten una rápida respuesta al virus.

Las células CD4 de memoria son cruciales, ya que permiten que el sistema inmune responda rápidamente a infecciones recurrentes.

Cuando el sistema inmunitario se queda sin células CD4 de memoria, es difícil recuperar el conteo de CD4, incluso con tratamiento.

Los anticuerpos contra el VIH se producen lentamente, pero no son tan efectivos en controlar la infección inicial.

Prueba de detección de VIH que identifica la proteína p24, lo que permite una detección más temprana de la infección.

Técnicas usadas para detectar la carga viral, que amplifican el material genético del VIH.

Prueba de diagnóstico confirmatorio para VIH que detecta anticuerpos específicos contra el virus.

Personas infectadas con VIH que controlan la replicación viral sin necesidad de tratamiento antirretroviral (TARV).

Tratamiento que se utiliza para reducir la carga viral e impedir la progresión de la infección por VIH

El virus VIH tiene una enzima llamada transcriptasa inversa (TR) que copia su ARN a ADN. Esta enzima comete muchos errores, lo que provoca cambios en el virus, haciéndolo diferente con el tiempo.

Los cambios constantes en el VIH, generados por los errores, son responsables de la resistencia a los medicamentos. Es como si el virus 'aprendiera' a evadir el ataque, ya que los fármacos no pueden reconocer las nuevas versiones del virus.

La integrasa viral es una enzima que permite al virus integrar su ADN en el genoma del huésped, permitiendo la persistencia de la infección.

Los inhibidores de integrasa bloquean la acción de la integrasa viral, impidiendo que el virus integre su ADN en el genoma del huésped, previniendo su replicación.

La latencia viral es un estado en el cual el virus permanece inactivo durante un tiempo prolongado, sin producir partículas virales, pero con su material genético integrado en el genoma de la célula huésped.

Los santuarios virales son lugares en el cuerpo donde el virus VIH puede persistir a pesar del tratamiento. Son áreas protegidas donde el sistema inmune no puede acceder fácilmente.

El virus necesita producir proteínas virales para replicarse. Estas proteínas ayudan al VIH a reproducirse, ensamblar nuevas partículas virales y salir de la célula.

Los inhibidores de proteasa bloquean la producción de proteínas virales, impidiendo la replicación del VIH por la inhibición de la enzima proteasa viral.

La deleción CCR5∆32 bloquea la entrada del VIH a las células, pero no elimina al virus de los 'santuarios virales'. Estos lugares protegen al virus incluso con tratamiento, por lo que la cura es imposible.

El VIH no se puede eliminar por completo del organismo. Permanece latente en tejidos como el SNC y las células germinales, lo que dificulta la cura y hace al virus presente a largo término.

Sí. La permeabilidad intestinal aumentada por la inflamación permite que las bacterias, como la LPS, se liberen e intensifiquen la inflamación del sistema inmune, incluso sin la participación del VIH.

La respuesta inicial al VIH involucra la producción de reactantes de fase aguda, citoquinas como INFa, TNFa e IL-1, y quimioquinas. Esto genera una respuesta inflamatoria.

Estas células intentan controlar la respuesta inmune al VIH pero no lo logran. Su función no es lo suficientemente potente como para detener la replicación viral.

El número de CD4 es un indicador clave de la salud del sistema inmune. Un conteo bajo indica un riesgo mayor de desarrollar enfermedades oportunistas.

Personas que, a pesar de ser VIH positivas, mantienen una carga viral baja sin necesitar tratamiento. Son un caso particular con control natural de la infección.

Personas con VIH que tienen una carga viral indetectable sin terapia, un caso aún más raro que los LTNP.

Son las proteínas del VIH que varían entre las diferentes cepas virales, lo que dificulta la respuesta inmune del cuerpo.

Lo ideal es que el LT CD8 desarrolle una respuesta inmune que se dirija a los antígenos variables, aunque esto puede ser difícil porque estas proteínas virales a menudo están escondidas.

Se busca una vacuna que utilice un antígeno constante del VIH, que impida la entrada del virus al cuerpo, induzca una respuesta inmune de tipo mucoso (produciendo IgA) y genere una fuerte respuesta celular.

El VIH agota las células CD4, especialmente las de memoria, que son cruciales para una respuesta inmune rápida y efectiva. Esto debilita el sistema inmune a largo plazo.

Los anticuerpos contra el VIH se producen lentamente, pero aunque no son tan efectivos en controlar la infección inicial, sí juegan un papel importante en la respuesta a largo plazo y la defensa contra nuevas infecciones.

Una enzima que copia el ARN viral a ADN. Esta enzima es propensa a errores, lo que provoca cambios en el virus, haciéndolo diferente con el tiempo.

Los cambios constantes en el VIH, generados por los errores de la transcriptasa inversa, son responsables de la resistencia a los medicamentos. El virus 'aprende' a evadir el ataque, haciendo que los medicamentos sean menos efectivos.

El VIH se contagia por contacto estrecho de mucosas, particularmente a través de la vía sexual, debido a que los virus asociados a células son los que infectan y transmiten.

La relación receptiva anal tiene el mayor riesgo de transmisión del VIH, seguida de la relación insertiva anal. La relación vaginal tiene menor riesgo.

Alcanzar una carga viral indetectable con TARV significa que el VIH no es transmissible a través de las relaciones sexuales.

La PrEP (Profilaxis Pre-Exposición) bloquea la replicación viral dentro de la mucosa, evitando que el VIH se integre en el genoma de la célula huésped.

Las estrategias para prevenir el VIH incluyen el uso de preservativos, PrEP, educación en autocuidado, evitar ITS y acceso al testeo.

Las ITS causan inflamación en las mucosas, lo que atrae más células dendríticas que pueden captar el VIH, aumentando el riesgo de infección.

La OMS busca que el 95% de las personas con VIH conozcan su estado, el 95% de los diagnosticados reciban tratamiento y el 95% de los tratados alcancen la supresión viral.

El diagnóstico precoz de la infección por VIH es esencial para iniciar el tratamiento oportuno y evitar la progresión de la enfermedad, y controlar la pandemia.