Infecciones Respiratorias y Virus Comunes

Grupo de infecciones que afectan las vías respiratorias superiores, como la nariz, garganta, senos paranasales y oídos. Son las más frecuentes, pero muchas no se reportan médica y económicamente.

Enfermedad producida por la infección de los senos paranasales. Suele cursar con dolor facial, presión, congestión nasal y fiebre.

Infección del tejido que recubre la garganta, también conocida como amigdalitis. Se caracteriza por dolor de garganta, fiebre, dificultad para tragar y ganglios inflamados.

Infección causada por el virus Epstein-Barr (VEB). Se caracteriza por fiebre, dolor de garganta, ganglios linfáticos inflamados y fatiga.

En el 42% de los casos, los virus son los responsables de las ITRS. Los más comunes son: rinovirus, adenovirus, coronavirus, influenzavirus, virus respiratorio sincitial, metapneumovirus, virus del grupo herpes y Coxackie.

Las bacterias que normalmente residen en la boca y la garganta y son las causas más comunes de neumonía.

Bacterias que no se tiñen con la tinción de Gram, como Legionella pneumophila, Mycoplasma pneumoniae y Chlamydophila pneumoniae.

Las bacterias que se tiñen de color azul o violeta con la tinción de Gram.

Las bacterias que se tiñen de color rojo o rosado con la tinción de Gram.

Un grupo de bacterias que causan infecciones en todo el cuerpo, incluyendo la neumonía.

Una bacteria que causa neumonía, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados.

Un grupo de bacterias que puede causar infecciones en personas con sistemas inmunológicos debilitados.

Virus que puede causar infecciones en personas con sistemas inmunológicos debilitados.

Virus que puede causar infecciones en personas con sistemas inmunológicos debilitados, especialmente en personas con VIH.

La sinusitis crónica se produce por una inflamación del revestimiento de los senos paranasales, lo que puede causar dolor facial, congestión nasal y dificultad para respirar.

Las infecciones recurrentes en pacientes con hipogammaglobulinemia, deficiencia en la producción de anticuerpos, aumentan el riesgo de sinusitis crónica.

La sinusitis crónica también puede ser causada por infecciones fúngicas, en las que los hongos invaden los senos paranasales.

La sinusitis crónica se asocia a enfermedades no infecciosas como la enfermedad de Wegener, una enfermedad autoinmune que afecta los vasos sanguíneos, y la sinusitis alérgica, que es causada por alergias.

La sinusitis aguda comunitaria es más frecuente en pacientes que no están hospitalizados. Es causada por bacterias como Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae, Moraxella catarrhalis y virus como el rinovirus.

La sinusitis aguda intrahospitalaria afecta a pacientes que están hospitalizados y tienen mayor riesgo de infección. Las bacterias más frecuentes son Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa, Enterobacteriaceae y hongos como Mucorales, Aspergillus y Fusarium.

La sinusitis crónica es una infección de los senos paranasales que dura más de 12 semanas. Puede ser causada por una combinación de bacterias, virus y hongos. Las bacterias que se suelen encontrar son aerobios y anaerobios de la microbiota orofaríngea.

En la mayoría de los casos, la duración del tratamiento antibiótico para neumonía es de 5 días o más, ya que el paciente suele ingresar al hospital después de varios días con síntomas.

En general, 3 días de tratamiento antibiótico son suficientes para la neumonía. Sin embargo, existen excepciones, como pacientes inmunocomprometidos, tratamientos para ciertos patógenos o complicaciones.

La duración del tratamiento antibiótico se ha acortado en muchas enfermedades, ya que se ha comprobado que tratamientos más cortos son igual de eficaces y reducen las complicaciones por exposición prolongada.

En el caso de la neumonía adquirida en la comunidad, la duración habitual del tratamiento antibiótico se ha reducido de 7 a 14 días a 3 a 5 días.

La desescalada del tratamiento antibiótico se refiere a la reducción de la cobertura antibiótica cuando hay evidencia de que ya no es necesaria.

Si el paciente hospitalizado con neumonía muestra mejoría en su estado general, sin fiebre, tolerando alimentación por vía oral y con marcadores inflamatorios en descenso, se puede desescalar a antibióticos por vía oral.

La desescalada del tratamiento antibiótico puede incluir la eliminación de la cobertura para Staphylococcus aureus meticilin-resistente si el frotis nasofaríngeo es negativo.

Si se confirma una etiología viral, se debe suspender el tratamiento antibiótico o no iniciarlo.

El alta hospitalaria se debe dar cuando el paciente esté clínicamente estable, no requiera oxígeno, no necesite drogas vasoactivas, sea afebril, tolere la alimentación por vía oral y cumpla los criterios para la desescalada.