Infecciones por Enterovirus y Meningitis

La meningitis neumocócica es una infección grave que afecta al sistema nervioso central, causada por la bacteria Streptococcus pneumoniae (neumococo). Esta bacteria puede causar inflamación de las meninges, las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal.

La detección antigénica en orina se usa para diagnosticar la meningitis neumocócica en bebés pequeños, pero es menos confiable en niños mayores o vacunados debido a la posibilidad de falsos positivos.

La PCR es un método de laboratorio que detecta la presencia de ADN del neumococo en diferentes muestras como sangre, líquido cefalorraquídeo (LCR) o líquido pleural. Es un método más preciso que el cultivo para el diagnóstico de la meningitis neumocócica.

Las vacunas contra el neumococo se administran a los niños de forma sistemática para prevenir la enfermedad. Las vacunas conjugadas polisacáridas son las más efectivas y se administran a los 2, 4 y 11 meses, con una dosis de refuerzo a los 11 meses.

El tratamiento de la meningitis neumocócica suele incluir antibióticos como penicilinas o cefalosporinas de tercera generación. La penicilina es efectiva en la mayoría de los casos, pero se necesitan otros antibióticos en caso de resistencia.

La vacuna contra el neumococo ha reducido la resistencia a la penicilina, pero la pandemia ha provocado un aumento de la resistencia. Es esencial monitorear las tendencias de resistencia para garantizar que el tratamiento sea efectivo.

Los niños con meningitis neumocócica deben ser evaluados por un otorrinolaringólogo (otorrino) durante la fase aguda y varios meses después. Una prueba de potenciales evocados es necesaria para detectar la posibilidad de hipoacusia (pérdida auditiva)

Antibióticos utilizados para tratar otitis media aguda, sinusitis o neumonía.

Antibiótico usado para tratar la meningitis debido a su capacidad de cruzar la barrera hematoencefálica.

Antibiótico añadido al tratamiento de la meningitis en caso de posible infección por neumococo 19A.

Duración de los tratamientos antibióticos que depende de la evolución clínica del paciente.

Cocos Gram negativos responsables de la enfermedad meningocócica.

Factor de virulencia de los meningococos que les protege del sistema inmunitario.

Serogrupos de meningococos más comunes en la enfermedad meningocócica invasiva.

El único reservorio de los meningococos, donde se produce la portación.

Transmisión del meningococo de persona a persona, con un periodo de incubación de 2-10 días.

Los enterovirus son una familia de virus que se propagan principalmente a través de la vía fecal-oral, respiratoria o por contacto directo. Son más comunes en niños y en climas cálidos y con poca higiene. En el 90% de los casos la infección es asintomática.

Las infecciones por enterovirus pueden manifestarse de diversas formas, incluyendo síntomas respiratorios, erupciones en la piel, problemas gastrointestinales, neurológicos, oculares, cardiacos y musculares. La mayoría de los casos son asintomáticos o se presentan como fiebre inespecífica.

Los enterovirus son causantes de diversas enfermedades, algunas más graves que otras. El virus de la polio solo afecta al sistema nervioso. Otros enterovirus, como los coxsackie A y B, pueden afectar a otros órganos además del sistema nervioso.

Las infecciones por enterovirus pueden ocurrir durante todo el año, pero son más comunes en climas templados en verano y principios de otoño. En climas tropicales y zonas con poca higiene, la transmisión es persistente.

El síndrome boca-mano-pie, caracterizado por la aparición de ampollas en la boca, las manos y los pies, es una enfermedad común en niños causada por el enterovirus Coxsackie A16.

Procedimiento médico que se realiza para obtener líquido cefalorraquídeo (LCR) de la columna vertebral. Consiste en introducir una aguja en el espacio entre las vértebras lumbares para extraer una muestra de LCR.

Aumento de la presión en el interior del cráneo.

Infección en el lugar donde se realizó la punción lumbar.

Crema anestésica tópica que se aplica en la zona de la punción lumbar para minimizar el dolor.

La posición adecuada para la punción lumbar es tumbado, con la cabeza y los pies flexionados para aumentar el espacio entre las vértebras.

Es fundamental mantener la máxima limpieza y evitar la contaminación durante la punción lumbar.

El espacio entre las vértebras L3-L4 o L4-L5 es donde se coloca la aguja para la punción lumbar.

Si la punción lumbar es traumática, se debe contar la cantidad de glóbulos rojos en el LCR para corregir los resultados de la muestra. Si la punción es traumática, el número de glóbulos blancos puede aumentar.

Número de glóbulos blancos (leucocitos) en el LCR. Se usa para determinar la gravedad de una infección.

Un cultivo de LCR negativo no descarta la posibilidad de meningitis. La bacteria puede estar presente pero aún no detectable.

La infección por Neisseria meningitidis puede manifestarse de diversas formas, desde bacteriemia sin síntomas hasta cuadros graves como sepsis o meningitis.

La bacteriemia oculta es una infección por Neisseria meningitidis en la sangre sin síntomas evidentes, a menudo caracterizada por fiebre y erupción cutánea.

La neumonía meningocócica es una infección del pulmón causada por Neisseria meningitidis, pero es menos común que otras formas de infección.

La meningitis meningocócica es una infección de las meninges (membranas que recubren el cerebro y la médula espinal) causada por Neisseria meningitidis.

La sepsis meningocócica es una respuesta grave del cuerpo a la infección por Neisseria meningitidis, con riesgo de fallo multiorgánico y muerte.

El Síndrome de Waterhouse-Friderichsen es una forma fulminante de sepsis meningocócica caracterizada por shock séptico, fallo multiorgánico y muerte rápida.

El diagnóstico de una infección meningocócica se basa en una evaluación clínica, examen de LCR, cultivo, aglutinación y PCR.

La procalcitonina y la proteína C reactiva son marcadores sanguíneos que se elevan en infecciones bacterianas.

El tratamiento de la infección meningocócica se basa en la administración de antibióticos, con una duración de 7-10 días, dependiendo de la evolución del paciente.

La dexametasona, un corticoide, puede utilizarse para tratar el edema cerebral en caso de afectación neurológica severa.